SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES

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220-036375, 14 de julio de 2005
Ref: Decisión de los socios gestores en sociedad en comandita simple.
Se recibió su comunicación radicada con el número 2005-01-092549, mediante la cual manifiesta que en una
sociedad en comandita simple, su gestión está a cargo de los socios gestores, a los cuales de acuerdo con lo
dispuesto en el certificado de la Cámara de Comercio, corresponde el uso de la firma social y la administración de la
compañía, con facultades conservativas, administrativas y dispositivas, sin limitación estatutaria por la naturaleza ni
por la cuantía de los actos que se propongan realizar, y responden solidaria, subsidiaria e ilimitadamente en el
cumplimiento de sus obligaciones.
Agrega que la referida disposición, señala que su gestión debe ser ejercida en forma conjunta e indivisible, y en
caso de no darse la unanimidad entre ellos para un acto determinado, bastará con el acuerdo de no menos de tres
(3) de los cuatro (4) socios gestores designados. Al respecto consulta, lo siguiente:
1.
Es correcto el procedimiento en virtud del cual se transfirió un inmueble de la sociedad, teniendo en
cuenta que se hizo con sólo el acuerdo de tres (3) de los socios gestores que quedaron dado que uno
había fallecido, o era necesario el reemplazo antes de la decisión de venta del inmueble objeto de litigio?.
2.
La muerte de uno de los socios gestores nombrados en una sociedad, termina hasta ahí y no hay
necesidad de reemplazarlo y las decisiones que tomen los demás socios gestores es válido?
Para resolver los interrogantes planteados, es necesario tener en cuenta las siguientes precisiones legales:
El artículo 341 del Código de Comercio ubicado en el Capítulo ll, que corresponde al tema de la sociedad En
Comandita Simple, dispone que en lo no previsto en éste capítulo, se aplicarán respecto de los socios gestores, las
normas de la sociedad colectiva y de los comanditarios, las disposiciones de la compañía de responsabilidad
limitada.
Por su parte, el artículo 316 ibídem norma que regula el funcionamiento de las sociedades colectivas, al referirse a
las mayorías decisorias, señala lo siguiente: "La transferencia de partes de interés, el ingreso de nuevos socios, así
como cualquiera otra reforma estatutaria y la enajenación de la totalidad o de la mayor parte de los activos
sociales, requerirán el voto unánime de los socios, o de sus delegados, si otra cosa no se dispone en los
estatutos. Las demás decisiones se aprobarán por mayoría absoluta de votos, salvo estipulación en contrario.
Cada socio tendrá derecho a un voto."
A su vez, el artículo 333 idem, que contempla las causales de disolución de la sociedad en comandita, remite a las
causales especiales de la sociedad colectiva, por lo que procede revisar el artículo 319 de la misma codificación, el
que consagra unas reglas especiales sobre la disolución de éstas últimas y al respecto dispone: "la sociedad se
disolverá por las causales previstas en el artículo 218, y , en especial, por las siguientes:
1ª) Por la muerte de alguno de los socios si no se hubiere estipulado su continuación con uno o más
herederos, o con los socios supérstites;"
Efectuadas las precisiones legales que anteceden, se ha de poner de presente que aún en el evento que los
estatutos no hubieren establecido la posibilidad de continuar la sociedad con los herederos del socio fallecido, y que
la sociedad se encontrare disuelta, dicha situación no afectaría en principio el funcionamiento de los órganos
sociales, los que deben continuar adoptando sus decisiones, con el quórum y las mayorías establecidos en el
contrato social o en su defecto en la ley, presupuesto del que a juicio de este despacho sería dable colegir que en el
caso objeto de análisis se habría cumplido el requisito de la mayoría exigida para autorizar la venta del inmueble, lo
que supone determinar la viabilidad de lo operación a la luz del artículo 222 del Código citado.
En cuanto al segundo interrogante, en el que se cuestiona si existe necesidad de reemplazar al socio que se ha
muerto, es preciso remitirse a la disposición antes invocada y luego al Código Civil, en cuyo libro tercero se trata el
tema de la sucesión por causa de muerte, procedimiento que debe observarse para la representación de las partes
de interés social del socio fallecido, de acuerdo con el artículo 148 en concordancia con el 378 que al respecto
dispone: "Las acciones serán indivisibles y, en consecuencia, cuando por cualquier causa legal o convencional una
acción pertenezca a varias personas, éstas deberán designar un representante común y único que ejerza los
derechos correspondientes a la calidad de accionista.
A falta de acuerdo, el juez del domicilio social designará el representante de tales acciones, a petición de cualquier
interesado.
El albacea con tenencia de bienes representará las acciones que pertenezcan a la sucesión ilíquida. Siendo varios los
albaceas designarán un solo representante, salvo que uno de ellos hubiese sido autorizado por el juez para el
efecto. A falta de albacea, llevará la representación la persona que elijan por mayoría de votos los sucesores
reconocidos en juicio"
Por su parte, esta Superintendencia, en su Libro de Doctrinas y Conceptos del año de 1997, en las páginas 98 y
siguientes, publica el Oficio 100-42480 del 31 de julio de 1997, en el que se fija la posición doctrinal sobre el
referido tema. Copia de este oficio, podrá obtener previa cancelación del valor de la copia respectiva en el Grupo de
Tesorería de esta entidad.
Esperamos haber atendido su inquietud no sin antes manifestarle que los efectos del presente pronunciamiento son
los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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