276 FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES Ninguno de los anteriores casos es de accesión. En cambio, hay accesión cuando en el caso de una confusión uno de los muebles unidos es accesorio respecto del otro, que sería cosa principal. La regla de la accesión es que el dueño de la cosa principal es también dueño de la cosa accesoria, pero los criterios de la regla variaban según los casos. Por ejemplo: • • • Si se ha tejido la prenda de Tulio con la lona de Antonio, el todo es de Tulio, por ser la prenda “cosa principal”. Si la cosa conserva su identidad no había accesión. Cuando se unía el anillo y el diamante, el conjunto era la joya y no el anillo; el anillo era entonces cosa accesoria. La regla tenía una excepción cuando un testador dejaba su anillo con diamante a un heredero, la piedra era cosa accesoria, por interpretación de la voluntad del testador. En algunos casos se consideraba como dueña a la persona con la parte de mayor valor, como quizás oro fundido en plata si se podía determinar lo accesorio. Pero la regla no era aplicable en el caso de escritura (cosa accesoria) sobre pergamino (cosa principal) aún cuando la escritura era en oro. Para el caso especial de pintura sobre una tableta se daban distintas soluciones. Para Justiniano, la tableta era lo principal porque era de mayor valor; para Gayo no había ninguna verdadera razón para ello, y para Paulo la tableta era cosa principal porque la pintura no podía existir sin ella. En todos los anteriores casos de accesión se observará que no se tuvo en cuenta la mala fe de los dueños. En efecto, para determinar la accesión en sí no era necesario. Pero la buena o mala fe era importante para la indemnización. Las reglas principales eran las siguientes: 1. Si el dueño de lo accesorio unió las cosas sabiendo de quién era cada mueble, se miraba como una donación de su parte, salvo que lo hubiera hecho como acto de administración razonable para otro, caso en el cual era una agencia oficiosa que permitía la actio negotiorum gestorum contraria. 2. Si el dueño de lo accesorio unió las cosas creyendo de buena fe que eran propias, y todavía era poseedor, tenía dos posibilidades: