LA IMPORTANCIA DE SER REALISTA: Por Martín (Thupten Chophel) Este artículo lo escribo en relación al camino espiritual y lo importante que es aprender a ver fríamente y con realismo cuál es nuestra situación en dicho camino y en la vida. Puede sucedernos que pensemos, debido al orgullo y la ignorancia que tenemos un alto nivel que en realidad no es así. Esto nos puede llevar a actuar incorrectamente y por encima de nuestras posibilidades, lo que nos conduce a que todo funcione mal y nuestros proyectos se derrumben o no lleguen a cristalizar, también producirá tensiones y problemas en nuestra relación cotidiana con los demás, pues estaremos desubicados y sin conexión verdadera con los otros. Tal y como he escrito en otro artículo, el mejor testigo son los demás, y debemos observar nuestra situación con los demás y que fluya lo mejor posible sin hacer proyectos grandiosos y sin sentido para nuestra situación real. Esto no quita, que tengamos el nivel que tengamos, en numerosas ocasiones podamos ayudar a los demás, no debemos minusvalorarnos y no creer en nuestras posibilidades de aportar algo a los otros. A veces sucede que personas de gran desarrollo, bloquean totalmente su avance por no pasar a involucrarse en actividades de ayudar a los demás, bien por minusvalorarse o bien por egoísmo. Si tenemos unas cualidades o talentos debemos aprender a compartirlos. Nuestro nivel espiritual, nos lo llevamos con nosotros allá donde vayamos y es el mejor tesoro que tenemos junto con las instrucciones del camino espiritual que nos van a permitir avanzar y mejorar. Incluso si hacemos las cosas bien, este nivel puede mantenerse de una vida para otra, y mejorarse, por tanto en las sucesivas vidas llegar a desarrollar el pleno potencial humano o Iluminación. Comprendiendo así que el trabajo es para varias vidas, nos relajamos y asumimos mejor nuestra situación actual, y podemos ser más realistas y aplicarnos al camino con una visión a muy largo plazo, aunque no debemos olvidarnos de disfrutar los pequeños momentos de esta vida. El ser constantes y disciplinados en el camino dando algún pasito todos los días, es la mejor forma de vivir y de evolucionar. Practicar mucho un día y nada los demás, lleva al desequilibrio y a la neurosis. También un cierto grado de conformidad aceptando nuestra situación actual y no rechazándola es importante y por supuesto el seguir a algún Maestro o Maestra espiritual verdaderos, que es como el faro entre las nieblas, y nos guía a buen puerto.