INTRODUCCION Tiene l^t remolacha azucarera gran importancia en España, principalmente en nt:estros regadíos, ocupando un bugar preponderante en todas las zonas donde se cultiva. Ha sido siempre esta planta de gran i•endimiento económico, lo cual, unido a la segu^•idad en el precio de venta, previamente coi^tratado con las fábricas, y las facilidades que suelen prestarse al agricultor, han sido causa cle que éste se decidiese por su explotación con preferencia a otras plantas, habiéndose dado con frecuencia el caso de que la construcción de una nueva azucarera h.^•ya sido motivo de la inm•ediata transformacicín en regadío de una extensa zona antes dc secano. Se expl.ota la remolacha azucarera en 27 provincias españolas, en ]as cuales de- d^ principios de siglo ha venido aumentando su cultivo incesant^emente, al mismo tiempo que iba elevándose el consumo de azúcar, que comenzó siendo de 4,66 kilogramos por habitante y año en 1900, ]legaba en 1910 a 6,09, -6- y a G,57 en 192U, para alcanzar en 1930 la cifl•a de 11,71 kilogramos. A pesar de ello, aún ocupaba España, en 1930, el 19 lugar del consumo del azúcar por habitante entre los 28 países europeos, lo que da idea del aumento que cabe esperar del cultivo de esta sacarífera. La evolución de su importancia en España puede apreciarse en el siguiente cuadro : A \ Cl ti 1901-1910 (promedio da loa diez aSos) ......... 1911-1920 (promedlo de !os diea aIIos) ......... 1921-1930 (promedio de loe diea aRoe) ......... 1931 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1932 ................................................................ 1934 ... . . . .. .. ... . . . . . .. . ... ... . .. .... ......... . .. ... ............... 19 35 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tui^^^Ibdnv 732.427 942.440 1.628.b63 2. 3B í. 219 2.877.771 2.300.+394 1. b 78. 675 Aefiriéndose al último año consignado, no obstante el gran descenso provocado por el "stock" de azúcar que existía y por Ias circunstancias que precedieron a nuestra guerra de liberación, se cultivó la remolacha azucarera en 71.482 hectáreas, de ellas 59.032 en regadío y 12.450 en secano, reuniéndose al descenso en la superficie cultivada una merma en la producción, que fué de 24.160 kiiogramos de promedio por hectárea en regadío y 12.099 en secano, rendimientos bajos con respecto a años anteriores, debido principaImente a las grandes invasiones de "pulg^uilla", que destrozaron las plantaciones tardías ; a las de Clean^ss, que asolaron loa re- molachares de Aragón, Navarra y Rioja, particularmente en esta últíma comarca, y a la de Cas^si^da vittata, que afectó de un modo in tenso a los cultivos de la provincia de Granada. A pesar de tod^o ello, aún alcanzó la r:•,molacha producida en c^icho año, al precio medio de 79,50 pesetas la tonelada que regía en aquella época, a la considerable cifra de 125.343.093 pesetas, mientras en 1932, año de mayor producción, llegó a importar la cosecha 229.860.831 pesetas. Todos los datos consignados refiérense a la remolacha entregada en fábrica, y a ellos habría que añadir el valor, nada despreciable, de los cuellos y hojas como alimento del ganado, o como abon^o. También es necesario tener en cuenta las producciones de remolacha forrajera, que en el año anterior a la guerra se cultivó en 9.280 hectáreas de secano y 5.843 de regadfo, con una producción de 404.609 toneladas ,y un valor de 21.693.774 pesetas. Basta lo dícho para convencerse de la gran influencia que tiene la remolacha en nuestra economía, y lo que aún cabe esperar de ella, pues si bien es cierto que despué$ de la guerra ha tenido un notable descenso, es indudable que, una vez se normalicen las circunstancias, al restablecerse la paz en el mundo, volverá a adquirir su cultivo la misma marc.ha ascendente. Constantemente causan daños los insectos y otros parásitos en gran parte de esta riqueza, y en ettos encuentra el agricultor un implacable enemigo, que con frecuencia destruye sus siembras, a lo cual aún habría que añadír los producidos por enfermedades criptagámicas, que no son objeto de este trabajo {1), Todo lo cual se traduce en una pérdida anual de bastantes millones de pesetas, y hasta que, en ocasiones, al encontrar la plaga condiciones favorables para su propagación, revista caracteres de catástrofe, lle ^ gando a ser, dada la importancia de la rezrlolaeha, una verdadera calamidad públic^^ Por todas estas razones nos ha parecido del mayor interés recopilar los datos que poseemos ref^erentes a las plagas específicas o frecuentes en la remolacha, producidas por insectos y gusanos que s^on las que a continuación describimos. (1) Puede coneultarae a eate reapecto el cate^iamo agrícola número 18 de la colección Calpe: Enjermedaaex criptog8mic<ta tte [a remola.cha, por R. (ionxúlez N'ragoeo. (Madrfd, 1921; reimpreao en 19'3b.)