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PRESENTACION
INTRODUCCION
ASPECTOS SOCIOECONOMICOS
EL PRODUCTO BRUTO INTERNO GLOBAL Y EL SECTOR AGROPECUARIO
COMPORTAMIENTO DE LA SIEMBRA, COSECHA Y PRODUCCION DE LOS PRINCIPALES
PRODUCTOS AGROPECUARIOS POR GRUPOS
COSTOS DE PRODUCCION DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS AGRICOLAS
COMERCIALIZACION AGROPECUARIA
REFORMA AGRARIA
COMERCIO EXTERIOR
PROPIEDAD Y USO DE LA TIERRA
EFECTOS DEL HURACAN GEORGES SOBRE LA AGRICULTURA DOMINICANA
SERVICIOS DE APOYO A LA PRODUCCION
CONSUMO DE BIENES
CREDITO AGROPECUARIO
ANALISIS DE LAS VARIABLES RELACIONADAS CON LOS ASPECTOS HIDRAULICOS
EL SECTOR AGROPECUARIO EN EL MARCO DE LOS ACUERDOS INTERNACIONALES
©2000 SEA, SUB-SECRETARIA DE PLANIFICACION SECTORIAL AGROPECUARIA
PRESENTACION
La Secretaría de Estado de Agricultura pone a disposición del público en general el
Diagnóstico del Sector Agropecuario.
Con este documento los usuarios de las informaciones del sector agropecuario, tendrán la
oportunidad de conocer sobre el comportamiento experimentado por la actividad agropecuaria
durante los últimos diez (10) años.
Propicia es la ocasión para señalar que, inspirado por la actual política de producción del
Gobierno, enfocada hacia la dinamización del aparato productivo nacional, en el pasado año
1998 se continuó el despegue del sector agropecuario dominicano. Este desempeño fue posible
gracias al esfuerzo combinado de las instituciones del sector público con el sector privado en la
ejecución de una política agrícola coordinada. Esta coordinación, contó con el apoyo del
Presidente Dr. Leonel Fernández, fue fundamental para salir exitoso del reto que implicó el paso
del Huracán Georges. La visión que se tiene actualmente de la agricultura respecto a su
capacidad productiva y de expansión, ha sido el agente impulsor del establecimiento de nuevos
programas y proyectos a ejecutarse en los próximos años.
Este año el esfuerzo estuvo dirigido a establecer una política de reactivación de la
economía vía el sector agropecuario, que contribuya a la creación de riquezas y el mejoramiento
de la calidad de vida de la población. El incremento significativo de la producción interna de los
bienes que requiere la población adquiere prioridad en el contexto nacional, por lo que debemos
todos juntos aunar voluntades para desarrollar una agricultura más técnica y más dinámica que
contribuya a mejorar la eficiencia y competitividad productiva que demanda el proceso de
integración económica y apertura de los mercados.
Esperamos que la publicación del diagnóstico del sector agropecuario, se constituya en
un valioso instrumento de consulta que pueda contribuir a edificar y servir de referencia a los
organismos del sector agropecuario y público en general relacionado con la actividad agrícola del
país.
ING. AMILCAR ROMERO P.
Secretario de Estado de Agricultura
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INTRODUCCION
El Diagnóstico del Sector Agropecuario en el proceso de planificación sectorial, es el resultado
de un conjunto de actividades que intervienen en el sector y su interrelación con las variables
macro y micro económicas. Estas actividades sectoriales están estrechamente relacionadas con
el desarrollo global de la economía, la base estructural de la producción, con el origen del
abastecimiento interno y destino de la producción y su comercialización, así como de la oferta
interna de alimentos y la situación nutricional de la población en general.
Con el desempeño mostrado por el sector agropecuario durante el año recién transcurrido se
reconoce ampliamente la importancia que tiene la agricultura en la vida económica del país, por
ser este sector, un gran productor de bienes para el consumo de la población, creador de
empleos y generador de divisas. Además este sector produce la materia prima demandada por
la agroindustria local y los bienes primarios para la exportación, destacando en tal sentido, que
una gran parte de la producción se genera en unidades productivas con superficie sumamente
limitada.
Sin embargo diversos han sido los factores que han incidido para que el ritmo de crecimiento
actual no haya sido congruente con las expectativas de bienestar y satisfacción de las
necesidades esperadas por la población.
El paso del Huracán Georges por el país ocasionó significativos daños a la agropecuaria
nacional, principalmente en las plantaciones de rubros de mayor importancia en la canasta
familiar agropecuaria y en aquellos que están destinados principalmente a la exportación.
La Secretaría de Estado de Agricultura, consciente del rol que le toca desarrollar como institución
rectora del sector agropecuario nacional, ha venido ejecutando actividades de gran importancia
dirigida a crear una visión en perspectiva que nos permita coordinar esfuerzos para producir con
eficiencia y mayor competitividad. En tal sentido, el sector agropecuario en su conjunto estuvo
trabajando continuamente por mejorar el material de siembra, empleando nuevas técnicas de
producción, preparación de tierra así como la inyección de recursos financieros a tiempo.
Las autoridades del sector agropecuario elaboraron y ejecutaron un plan de acción que tenía
como objetivo la rehabilitación y fomento de áreas afectadas por el Huracán Georges. Esto
permitió que la recuperación se hiciera más rápida y eficiente provocando incrementar los niveles
de productividad capaz de propiciar un creciente flujo de inversión hacia el campo para producir
los bienes que demanda el mercado nacional e internacional.
Este documento tiene una importancia especial para la Secretaría de Estado de Agricultura y
para el sector agropecuario en sentido general, en virtud de que viene a constituir el instrumento
básico de consulta para el análisis profundo y minucioso del comportamiento de la agricultura
nacional durante los últimos diez (10) años.
El Departamento de Economía Agropecuaria, espera que este importante instrumento de
consulta, realizado con informaciones provenientes de los diferentes Departamentos de esta
Secretaría de Estado y de las demás instituciones del sector público agropecuario, sirva de
ayuda a todos los interesados en propiciar un desarrollo agrícola sostenible que transforme la
agricultura con miras a reducir la pobreza rural y conservando el medio ambiente.
En tal sentido, sentimos gran satisfacción al poner a disposición del público en general la
publicación del "Diagnóstico del Sector Agropecuario", con la finalidad de mantener el flujo de
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informaciones sobre el comportamiento de la producción agropecuaria nacional. Al tiempo que
queremos dejar constancia de la expresión de agradecimiento a todo el que de una manera u
otra tuvo que ver con la elaboración de este documento y que en las distintas etapas de la
preparación del mismo, prestaron su colaboración, conocimientos y esfuerzos, sin los cuales
esta publicación no hubiera sido posible.
ASPECTOS SOCIOECONOMICOS
2.1 Población Rural
La población en sentido general, se caracteriza por una impresionante movilidad donde hace 20
años el 80% de la población de los países en desarrollo vivía en zonas rurales, para el año 2,000
casi el 40% de la población vivirá en zonas urbanas.
La rápida urbanización del mundo requerirá de una adecuación de las instituciones, los
mercados, las infraestructuras productivas y las políticas alimentarias. Los cambios estructurales
ocurridos en la población hacen también que se modifique la disponibilidad de mano de obra
rural y al mismo tiempo plantean grandes problemas a la seguridad alimentaria de los pueblos.
En el país, la población constituye una variable que sirve como parámetro para tomar medidas
de política económica, por lo que consideramos pertinente darle la importancia necesaria al
comportamiento experimentado en los últimos años. De acuerdo al censo de población y
vivienda realizado en 1993, se determinó una población de 7 millones 089 mil habitantes, de los
cuales el 55% residen en las zonas urbanas y el restante 45% en zonas rurales. De acuerdo a
la tasa de crecimiento de la población dominicana, para el año 1998 existían 8.4 millones, de
los cuales 3.1 millones residían en las zonas rurales. Además, quedó establecido que el
desequilibrio es tal que la mitad de la población está residiendo en cuatro grandes ciudades,
específicamente en el sureste del país, en las que se encuentra el Distrito Nacional.
Sin embargo, el desplazamiento ha sido tal que el 69.5% de la población residía en la zona rural,
en tanto que para 1981 el censo realizado en ese año la situaba en un 48%, lo que indica que la
tendencia que conducía a una movilidad progresiva de la población rural hacia la ciudad.
Actualmente se estima que en las zonas rurales del país, existe escasamente un 37% de la
población total. Estas migraciones se produjeron debido principalmente, a la falta de
oportunidades de empleo en las zonas rurales, lo que afecta considerablemente la agricultura del
país.
El rápido crecimiento de la población y la pobreza rural han provocado una excesiva migración
hacia zonas urbanas con graves consecuencias negativas de carácter social, económico,
ambiental y nutricional.
Se estima que de los sectores más afectados por la pobreza del país, aproximadamente el 60%
de los hogares rurales están por debajo de la línea de pobreza en lo que se refiere a ingresos;
mientras que la mitad de ellos son indigentes. El 39.2% de los hogares rurales no disfrutan de la
satisfacción de sus necesidades básicas, en tanto que en el área urbana solo el 25.3% no la
tiene satisfecha.
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2.2 Empleo, Salario e Ingreso en el Campo Dominicano.
En términos generales para el país, el crecimiento de la población económicamente activa
(PEA) ha sido considerablemente alto, lo que viene a constituir una razón de gran importancia
de que se haya mantenido un alto nivel de desempleo y una ampliación del subempleo. Este
crecimiento está fundamentado no solo en los factores básicos, sino de índole demográfico
relacionado con la natalidad y otro de carácter sociológico relacionado con la integración de la
mujer a la activa productiva.
En 1994 el Banco Central realizó una encuesta de ingresos y gastos, con la medición del
empleo; arrojando que el desempleo se estimaba para el año 1994 en 25.5% para la zona rural
y el promedio nacional fue de 24.8%, de una población proyectada en 7.8 millones de
habitantes. Este mismo estudio reflejó que el ingreso promedio mensual por familia rural
representaba el 53% del monto devengado en la zona urbana.
La Encuesta de Fuerza de Trabajo realizada en el año 1996, por esa misma institución levantó la
segunda, que mostró que la tasa global de participación fue de 52.6%, con variaciones
marcadas de acuerdo a las regiones geográficas. La más alta tasa de participación de la
población se registró en el Distrito Nacional, donde se concentra la mayor oferta de trabajo
disponible con el 59.5% y Santiago con 53.8%. Al mismo tiempo se observó altos niveles de
desocupación por encima del promedio nacional en los centros de mayor concentración
poblacional rural del país, como son sureste y suroeste con 21.7% y 16.2% por ciento,
respectivamente.
El empleo a nivel nacional ha experimentado un significativo incremento como consecuencia de
la inversión que realizan las autoridades dominicanas, de aquí que la tasa de desempleo
actualmente es de las más bajas registradas en el país durante los últimos años. Esta
afirmación es compartida con el Dr. Peter Gregory del instituto para el Desarrollo Internacional de
la Universidad de Harvard, a partir de una exhaustiva evaluación de las encuestas de hogares
que sirven como fuente de información sobre la fuerza laboral, llegando a la conclusión de que la
tasa de desocupación en sentido general, ha sido sobreestimada. El resultado de estas
evaluaciones ha determinado tasas de desocupación muy por debajo de como tradicionalmente
se ha afirmado de que la República Dominicana se caracteriza por niveles altos de desempleo.
El desempleo en la zona rural, estimulado por la política económica aplicada en el sector
agropecuario, había traído como consecuencia el deterioro progresivo del poder adquisitivo de
los grupos de más bajos ingresos, tales como los pequeños y medianos productores; y también,
a los trabajadores agrícolas. Estos últimos se encontraban afectados por la discriminación, con
respecto a los salarios devengados por los trabajadores urbanos. Sin embargo, a partir del año
1997 la población trabajadora ha experimentado mejoría en sus ingresos como resultado del
incremento salarial que se realizó, tanto en el sector público como privado, así como a los
trabajadores del campo.
La política salarial del país ha sido tradicionalmente conservadora, donde la mayoría de las
veces las disposiciones oficiales sólo se refieren al establecimiento de salarios mínimos,
orientados principalmente a proteger el salario real de los trabajadores de menos ingresos, sin
afectar ampliamente los sectores intensivos en mano de obra; el sector agropecuario.
Las autoridades del sector agropecuario tienen actualmente su atención, en la prioritaria tarea de
estimular la creación de empleo productivo. Esto así porque este sector absorbe la mayor
cantidad de mano de obra, como consecuencia de que sus actividades productivas se
encuentran ubicadas en las áreas rurales, donde se concentran la mayor pobreza del país y un
alto nivel de desempleo.
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En los últimos años en el país se había seguido un modelo de desarrollo que afectaba
grandemente el salario y el ingreso de los hombres del campo, caracterizado por la baja
participación de los productores en los márgenes de comercialización.
Actualmente la población trabajadora rural ha visto incrementar sus ingresos como resultado del
aumento experimentado en los salarios en los trabajadores del campo dominicano, y sobre todo,
por los altos precios que reciben los productores agropecuarios por los bienes intercambiados.
Esto viene dada como consecuencia de una mayor participación de los productores en el que se
traduce un cambio experimentado en los márgenes de comercialización de éstos.
En los últimos años, la población rural se había convertido en más pobre, en función del ingreso
real que recibía la población, como resultado de que los cambios registrados en éstos,
mostraban una mayor desigualdad en su distribución, dirigidas principalmente, a favorecer a los
grupos de más altos ingresos de la ciudad, en detrimento de los hombres más pobre del campo.
Actualmente, los salarios que se pagan están considerablemente por encima del salario mínimo
permitido por la ley. De hecho, el salario mínimo agrícola del trabajador del campo que realiza
una jornada completa, está relativamente superior al salario mínimo del sector agropecuario
establecido.
Ante este panorama enfocado, es importante continuar promoviendo una política de inversión en
el campo dominicano, dirigida a incrementar en el número de empleos con una consecuente
revisión de los salarios devengados por los trabajadores rurales. Esta situación podrá ayudar al
mejoramiento considerable de la calidad del empleo agrícola, en términos de la preparación y
destrezas requeridas del trabajador rural, las retribuciones recibidas y la regularidad y
permanencia en el empleo.
2.3 Salud y Vivienda
Para las autoridades actuales, garantizar la salud de la población rural es uno de los
compromisos asumidos y un principio constitucional ineludible, por tal razón, todos los pasos
dirigidos en materia de reformar el sistema de salud actual, constituye uno de los grandes retos
que enfrenta el país hacia la construcción de un modelo de sociedad más justa, que ofrezca a
los campesinos el acceso a los servicios esenciales que le permitan una mayor calidad de vida.
Entre los años de 1989 y 1990 una cantidad considerable de familias (35%), estaban residiendo
en casas inadecuadas. Sin embargo, para 1991 se redujo este panorama a un 15%, mejorando
las condiciones a 40%; principalmente en la zona del Distrito Nacional.
El mejoramiento en las viviendas se correspondió con los niveles de inversión pública dirigida
hacia la construcción de éstas, realizadas durante esos años. No obstante, se registró que las
familias de más bajos ingresos varían en condiciones de hacinamiento, ubicándolo en un 79%.
Esta situación responde a la distribución desigual de las viviendas construidas, siendo este el
patrón en la asignación hasta el año 1996. Este hecho, ha tenido repercusión en los precios de
la vivienda en el país, los cuales se han incrementado en un 6.8% de 1994 a 1996. según
estudio realizado por el Banco Central a final del último año.
La situación de hacinamientos que acaban de ser expuestos en el sector vivienda provocan
problemas en la población que conducen a las enfermedades que están muy relacionadas con la
dieta y los estilos de vida de la persona. De ahí que se considere el alto índice de pobres que
prevalece en la República Dominicana, de acuerdo a investigaciones realizadas por diferentes
instituciones nacionales e internacionales.
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Aunque hay que señalar que en cuanto a los servicios de salud, exhiben un mejoramiento en los
últimos años, debido a los programas de prevención que se vienen ejecutando de forma
sostenida.
2.4 Nutrición
La nutrición constituye, uno de los principales indicadores que se dispone para estudiar la
evolución de la seguridad alimentaria en base al consumo de alimento percápita a nivel
nacional. Este se determina a partir del suministro de energía alimentaria en calorías, sobre las
hojas de balances de alimentos y de datos sobre la población.
La nutrición, al igual que la salud relacionada con las condiciones de vida de las personas, o
sea, con el medio ambiente, los niveles de ingresos, la escolaridad, y la pobreza en sentido
general. En ese sentido, se ha determinado que las mayores tasas de desnutrición se
encuentran concentradas en los barrios de clase baja y la parte rural que es donde se manifiesta
la pobreza en forma alarmante, siendo ésta la causa más importante de la preocupación por una
seguridad alimentaria.
En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación celebrada en Roma en 1996, la FAO publicó un
estudio en el que señalaba que 67 millones de latinoamericanos están desnutridos, ya que el
consumo diario está por debajo de las 2,200 calarías y que la zona del caribe donde está
incluida la República Dominicana, consume tan sólo un 8% de ese total. Por tal razón, el
Gobierno Central consciente de esta realidad, está en búsqueda de lograr un entorno político,
social, económico, pacífico y estable para sentar la base fundamental para lograr una seguridad
alimentaria sostenible y erradicar la mal nutrición de la población más pobre del país.
La eliminación de la mal nutrición del segmento más pobre de la población debe lograrse, no
sólo mediante la ejecución de políticas y programas orientados a elevar la cantidad y mejorar la
calidad de la producción agrícola, sino también mediante la implementación de programas de
generación de empleos e ingresos de los sectores más necesitados. Al mismo tiempo se logra
también, poniendo en mano de los agricultores pobres la tecnología agrícola apropiada y
mejorando el acceso de los sectores de escasos recursos de la población rural, al crédito dirigido
hacia la producción.
2.5 La Pobreza Social
El bienestar de la población es uno de los indicadores sociales que forma parte de un balance
económico de una gestión, en razón de que refleja el nivel de la calidad de vida de la población
en su conjunto. Osea que este indicador registra el grado de satisfacción de sus necesidades.
De aquí que garantizar un máximo grado de bienestar social debe ser en principio, el objetivo
central de la economía tanto por el hecho de que el ser humano y la satisfacción de las
necesidades son la razón de ser del desarrollo económico.
En el país, la pobreza social constituye uno de los problemas principales y más complejos, como
consecuencia de la incapacidad de la economía para la generación de fuentes de trabajo. La
pobreza retarda el desarrollo del país, a la vez que resulta imposible erradicarla sin las
oportunidades económicas que ofrece el empleo productivo. De aquí que ésta (la pobreza) es el
factor económico más importante que impide que mejore el acceso de la población a los
alimentos.
Igualmente, podemos señalar que aproximadamente la mitad de los dominicano no alcanzan los
ingresos suficientes para tener un nivel de vida que le permita cubrir sus necesidades y
mantener una vida decorosa.
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Asimismo, una tercera parte de la población vive en la indigencia, no logrando siquiera los
ingresos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia.
2.5.1Pobreza Rural
El desarrollo económico y social del sector
seguridad alimentaria para toda la población.
varía de un país a otro y dentro de cada país.
desarrollo están mal provistas en lo que
infraestructura de educación.
rural es un requisito decisivo para alcanzar la
La pobreza rural es un fenómeno complejo que
Por lo general, las zonas rurales de los países en
respecta a recursos financieros y técnicos e
Durante la primera mitad de la década actual, se verificó una profunda declinación de los
ingresos que produjo importante reducción del salario real de los trabajadores en general y del
campo en particular. Esta situación de alta tasa de inflación, provocó una situación distributiva
desigual de los ingresos que se hizo más amplia y se incrementaron los niveles de pobreza de la
población rural.
En la zona rural se acentúa la falta de oportunidades de ingresos, la imposibilidad de crear y
mantener sistema de producción, la insuficiencia de productos básicos y de insumos, así como la
falta de redes de distribución de bienes de consumo, el acceso limitado a los servicios públicos y
la mala calidad de esos servicios son aspectos fundamentales que han de tenerse en cuenta en
la implementación de políticas de seguridad alimentaria rural.
Los campesinos se encuentran entre los sectores más afectados por la pobreza del país, se
estima que casi el 60% de los hogares rurales están por debajo de la línea de pobreza en lo que
se refiere a ingresos, mientras que la mitad de ellos son indigentes (es decir reciben ingresos
que bastan sólo para cubrir su alimentación).
El 39% de los hogares rurales no disfruta de la satisfacción de sus necesidades básicas, en tanto
que en el área urbana sólo el 25% no la tiene satisfecha. De ahí, que se requiere de un
esfuerzo especial para sacar de la pobreza a este segmento de la población.
2.5.2 Lucha contra la Pobreza
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EL PRODUCTO BRUTO INTERNO GLOBAL Y EL SECTOR
AGROPECUARIO.
El Producto Bruto Interno mide el valor de los bienes y servicios finales producidos en el interior
del país por los diferentes sectores que intervienen en la actividad económica nacional durante
un año. En ese sentido, hay que consignar que el comportamiento del valor de las diferentes
actividades económicas realizadas en el país durante el período 1989-1998, de acuerdo a datos
preliminares, se caracteriza por un crecimiento sostenido, a excepción del año 1990, cuando se
produjo un descenso de 5.8% con relación al año precedente.
Al medir el comportamiento del PBI en términos de tasa de crecimiento promedio anual, resulta
que hubo un crecimiento de 4.2% en la década. Ahora bien, al comparar los resultados de los
dos últimos años se aprecia que la economía creció en 7.3% en 1998, con relación al año
anterior. Este resultado parte del hecho de que en 1997 los sectores de la economía lograron
producir en valor unos RD$5,326.4 millones, en tanto que en 1998 pasaron a RD$5,712.9
millones a precios del año 1970.
Las actividades productivas que impulsaron este desempeño fueron: Comunicaciones que
crecieron en un 20.6%; construcción un 11.6%; electricidad y agua un 13.7%; además comercio
que escaló un 11.5%; transporte 11.8% y manufactura un 5%. Mientras que el sector
agropecuario sólo creció en 1.0%. Los demás sectores exhiben bajos crecimientos durante la
década.
Entre los principales factores determinantes de este dinamismo en la economía del país que
contribuyeron con este comportamiento, se pueden mencionar: incrementos de los precios
internacionales de productos de exportación; aplicación de la tasa cero para la importación de
insumos, maquinarias y equipos para las actividades agrícola y textil; disponibilidad de materia
prima para diferentes procesos productivos; aumento del crédito, por parte del sector financiero
público y privado y por la dinámica experimentada tanto del sector turismo, como de las zonas
francas.
Evaluando la participación relativa de los sectores productores de bienes y servicios en el PBI
Global del año 1998, se determina que los que sobresalieron en este aspecto fueron:
manufactura con 16.6%; comercio con 12.9%; igualmente dinamizó la economía el sector
construcción con un 12.1%. Mientras que transporte y comunicaciones participaron con 6.9 y
4.7%, respectivamente.
La actividad agropecuaria en su conjunto redujo su participación en el PBI total. De acuerdo a
cifras disponibles en 1998 esta actividad participó con 11.6% en ese indicador macroeconómico,
mostrando una reducción de 0.8% con relación al año anterior cuando se registraron 12.4%. No
obstante este resultado, la tasa de crecimiento del sector agropecuario es positiva, al establecer
la relación en eso dos años, aunque no alcanzó el nivel esperado de acuerdo a la tendencia que
se estaba verificando hasta el mes de septiembre, cuando se interrumpió por el paso del
Huracán Georges por el país, ocasionando daños importantes que afectaron significativamente
la producción agropecuaria nacional.
Sin embargo, a pesar de las grandes pérdidas causadas por el fenómeno mencionado a la
agricultura del país, las autoridades del sector agropecuario en su conjunto, inmediatamente
elaboraron y pusieron en ejecución un Plan de Acción para la recuperación del sector
agropecuario. Esta iniciativa contó con el apoyo pleno del Gobierno Central, y para el cual
destinó los recursos financieros necesarios para el desarrollo de la actividad agrícola; por lo que
sólo se registró una imperceptible reducción en 1998 con relación al año anterior.
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El Plan de Acción de Recuperación y Fomento de Cultivos de Ciclo Corto consistió entre otras
cosas en establecimiento de un programa de financiamiento con rápidos desembolsos a través
del Banco Agrícola a tasa de interés preferencial de 12%; distribución a nivel nacional de
semillas y toda clase de material de siembra y agroquímicos, rehabilitación de platanales, café y
cacao, y realización de servicios de roturación de tierra gratuita a los pequeños y medianos
productores afectados por el fenómeno natural.
Estas acciones fueron realizadas en algunos casos de forma gratuita, y en otros casos a muy
bajo costo. Además, hubo reparación de presas y caminos vecinales y asistencia técnica a los
productores; así como la ejecución de actividades de recuperación de suelos afectados por los
arrastres provocados por las crecidas de los ríos.
Los resultados obtenidos en la agricultura gracias a esa iniciativa, son evidentes, al conseguir
incrementos muy marcados en la producción de rubros agrícolas, tales como la batata que creció
en un 53%; la yuca con 30.40% y el ñame que logró un 21.79%. En igual medida la auyama que
creció en 30%, el tomate de ensalada que registra un 29.7% y el ajo que marca un nivel de 20%.
Otros rubros que incrementaron su producción en el 1998 y que por tal razón contribuyeron con
el aporte positivo del sector agropecuario al PBI total, fueron los tradicionales de exportación
café, cacao y tabaco. el café manifiesta un incremento de 67.31%, el tabaco de 58.71%;
mientras que el cacao se sitúa en 13% en ese año, con relación a 1997.
Entre los factores que propiciaron estos resultados se pueden mencionar: las condiciones
favorables climatológicas prevalecientes durante el año, antes del paso del Huracán Georges,
los buenos precios internacionales, la incorporación de tareas adicionales, una fertilización
adecuada, el control efectivo de plagas y enfermedades como la Broca del café y el Moho Azul y
la rehabilitación de las plantaciones.
Por su parte, la caña de azúcar que también tiene gran impacto en el PBI agropecuario, exhibe
una notable caída en 1998, calculada en 22.71%. Esta caída en la producción obedece a una
disminución del área cultivada de caña, a los conflictos entre los colonos azucareros y
autoridades del Consejo Estatal del Azúcar, por las grandes existencias de azúcar acumuladas,
debido a la gran producción de la zafra pasada en las empresas privadas y por los altos costos
de los insumos agrícolas.
En cuanto a los cereales, el arroz registró una disminución del orden de los 6.7%, por descender
el volumen producido de 7.3 millones de quintales en 1997 a 6.8 millones en 1998. Como
factores determinantes de este desempeño, además de los daños causados por el Huracán, que
afectó la última cosecha del año, está la presencia de plagas y enfermedades que han reducido
la productividad del cultivo.
De igual manera se presenta la producción de guineo, la que se redujo en un 17.91%. En este
caso, además de lo que pudo afectarlo el Huracán Georges, fueron seriamente dañados por las
grandes riadas ocasionadas por el río Yaque del Norte, por la caída de algunas plantaciones,
está la falta de mercado para la venta de banano fuera de la cuota de 55 toneladas que el país
vende a la Unión Europea, lo que desalienta al productor de la musácea.
En lo que respecta al subsector pecuario, el crecimiento experimentado en el año 1998 fue
notable en algunos rubros que lo conforman, contribuyendo de este modo con el crecimiento
positivo del sector agropecuario. Ahora bien, en su conjunto el crecimiento es de sólo 0.8%. En
ese sentido, hay que destacar que en lo concerniente a ganadería el mayor incremento fue
alcanzado en la leche, al situarse en 17.91%; la carne de pollo creció en 8.01%; la carne de res
acusa aumento de 5.9%. En tanto que en los huevos y carne de cerdo, registran incrementos de
5 y 2.5%, respectivamente.
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Entre los factores determinantes de ese comportamiento, a pesar de los daños que sufrió la
agropecuaria con el paso por el país del Huracán, se pueden mencionar en sentido general la
reconstrucción de gran parte de la infraestructura instalada, lo que determinó la rápida
recuperación del ritmo de crecimiento que exhibía el sector en los meses anteriores al fenómeno.
En el caso de la leche, se agrega a lo antes mencionado el alto rendimiento de nuevas razas de
ganado que ha adquirido el sector ganadero del país y a la disponibilidad de pastos para el
ganado lechero. En tanto que el pollo y el huevo su crecimientos responde a la gran cantidad de
huevos fértiles y de pollitos bebés para su proceso de producción, que ha adquirido la industria
avícola del país. Además, por la demanda que tiene el pollo para los planes sociales que
desarrolla el gobierno a través del INESPRE.
Mientras que el crecimiento en la carne de res se explica por los recursos frescos que recibió el
sector como parte de los desembolsos del plan de recuperación del sector agropecuario. En
tanto que, el aumento en la carne de cerdo obedece al control de la fiebre porcina y al aumento
de los desembolsos de crédito por parte del Banco Agrícola al sector productivo del rubro.
COMPORTAMIENTO DE LA SIEMBRA, COSECHA Y PRODUCCION DE LOS PRINCIPALES
PRODUCTOS AGROPECUARIOS.
6.1 Cereales
El grupo de cereales abarca un amplio número de cultivos, entre los que sobresalen el trigo,
arroz, avena, maíz, cebada, sorgo, etc. Ellos prácticamente constituyen la base de la
alimentación de la población mundial. De este grupo, por sus características agroclimatológicas
en el país sólo se cultivan con fines comerciales el arroz, maíz y sorgo. A seguidas se ofrece
una retrospectiva del comportamiento de la producción y otras variables relacionadas con ella de
estos cultivos durante los últimos diez años.
6.1.1 Arroz
El arroz es uno de los cultivos de mayor importancia en la agropecuaria y economía nacional por
su gran aporte al producto bruto interno agropecuario y su presencia casi diaria en los platos de
los dominicanos.
A ello se debe agregar que en el proceso de producción y comercialización del cereal se genera
una gran cantidad de empleos tanto directos como indirectos de los cuales se benefician cientos
de familias.
En el decenio 1989-1998 se sembraron un promedio anual de 1.64 millones de tareas de arroz.
Sólo en 1990, 1993 y 1994 la superficie sembrada del cereal se presentó por debajo del
promedio anual en la década. Es oportuno destacar que en los dos últimos años citados, la
siembra del cultivo fue menor al promedio en más de 200 mil tareas. Tal situación tuvo su
explicación en la sequía que azotó el país en 1994 y las dificultades experimentadas por los
productores con el financiamiento a la producción proveniente del Banco Agrícola.
Desde 1995 hasta 1998, sin embargo, cada año el área dedicada a la siembra del cultivo ronda
los 1.7 millones de tareas. En 1998 se registró un leve incremento de 4.7 por ciento, pasando de
1.64 millones de tareas sembradas en 1997 a 1.72 millones en 1998.
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La producción de arroz en el período 1989-1998 promedia los 673 millones de quintales por año.
En el período prácticamente no se registró un crecimiento de la producción, ya que de 6,796,881
quintales producidos en 1989 se pasó a 6,803,740 quintales producidos en 1998, es decir que se
observó un incremento de apenas 6,859 quintales.
Pero la producción no se ha mantenido estable durante toda la década. En 1992 se produjo la
cifra récord de 8.1 millones de quintales y dos años después, en 1994, la cifra más baja del
período. En los demás años la producción obtenida siempre superó los 6 millones de quintales.
Si en el subperíodo 1989-1994 se percibe un comportamiento inestable de la producción de
arroz en el país, en los últimos cuatro años la producción del cereal se ha estabilizado alrededor
de los 6.9 millones de quintales anuales.
En 1998 la producción de arroz disminuyó en unos 49 mil quintales con respecto al nivel
alcanzado en 1997. En términos relativos esa reducción correspondió a un 6.7 por ciento. Este
resultado se debió a los efectos negativos causados por el Huracán Georges sobre la agricultura
nacional en el último trimestre del año pasado y muy particularmente en la región suroeste,
donde el arroz es uno de los principales cultivos de producción de la zona.
En cuanto a los rendimientos del cultivo, éstos promediaron los 4.38 quintales por tarea por año
durante la década 1989-1998. En 1993 el rendimiento del cultivo superó la barrera de los 5
quintales por tarea, siendo éste el mejor desempeño de esta variable durante la serie. El
rendimiento más bajo se registró en el año 1998 cuando por primera vez en el período se
presentó por debajo de los 4 quintales por tarea. Este bajo desempeño hay que relacionarlo con
los daños causados al sector agropecuario por el Huracán Georges en el último trimestre del
año.
6.1.2 Maíz
La superficie dedicada a la siembra de maíz en el decenio 1989-1998 muestra un
comportamiento muy irregular, aunque se percibe una ligera tendencia a la disminución en esos
diez años. La tasa promedio de crecimiento anual fue negativa del orden de 3.1 por ciento.
Luego de que se sembraran más de 600 mil tareas en 1989, en el año siguiente la superficie de
siembra cae significativamente para recuperarse de nuevo en los años 1991 y 1992 cuando se
sembraron alrededor de 550 mil tareas del grano. En 1993 y 1994 la siembra vuelve a caer por
debajo de las 500 mil tareas, pero en 1995 se sitúa por segunda ocasión en el período por
encima de las 600 mil tareas. En los dos últimos años, es decir 1997 y 1998 el área de siembra
de maíz fue de unas 481 mil tareas.
El comportamiento de la siembra de maíz indica que con respecto a la producción de este cereal
no existe una política clara y definida. A finales de la década de los ochenta se impulsó un
amplio programa de incentivo a la producción del grano con el propósito de sustituir las
cuantiosas importaciones que se realizaban. La falta de planificación y una desacertada
administración de los recursos del programa dieron al traste con la iniciativa.
En lo adelante los productores de maíz, pequeños en su mayoría, fueron dejados a su suerte,
teniendo que dedicarse a la siembra del cultivo en condiciones muy desfavorables: bajo
financiamiento, material de siembra de baja calidad, altos costos de producción, mercado muy
limitado, etc.
La producción de maíz exhibe un comportamiento similar a la siembra, en el sentido de que se
presenta con alzas y bajas en el período 1989-1998. Durante este intervalo de tiempo se
registró un decrecimiento de la producción equivalente a 3.7 por ciento promedio anual.
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La producción más alta del período se obtuvo en 1989 con 1.15 millones de quintales del grano
producidos en ese año. En 1994 se registró la producción más baja, que representó un 61 por
ciento del nivel alcanzado en 1989. En este mismo año (1994) se registraron la siembra (445 mil
tareas) y el rendimiento (1.43 qq/ta.) más bajo de la década.
Desde 1995 hasta 1998 la producción muestra un comportamiento más estable con un promedio
anual de 872 mil quintales producidos. En 1998 se verificó una ligera recuperación con respecto
a 1997, ascendente a un 9.1 por ciento.
6.1.3 Sorgo
El sorgo es un cultivo destinado exclusivamente a la alimentación del ganado, por lo que su
producción está estrechamente vinculada al desarrollo de la ganadería y la avicultura en el país.
Por ser un sustituto y complemento a la vez del maíz como alimento para el ganado, su
producción depende de los volúmenes de importación de maíz que se realizan cada año.
El área sembrada de sorgo muestra una acelerada tendencia a disminuir entre los años 1989 y
1991, cuando pasó de 249 mil tareas a 74 mil tareas. Es decir, que se redujo en más de 3 veces
en un lapso de apenas dos (2) años.
Aunque en 1992 se observa una notable recuperación que sitúa la superficie sembrada en 138.6
mil tareas, en los dos años siguientes (1993 y 1994) se presenta una nueva caída en la siembra
del cereal. En el subperíodo 1995-1997 el área de siembra se estabiliza alrededor de las 107 mil
tareas. En 1998 cae a su nivel más bajo de la década (52,495 tareas), que representó el 51.3 por
ciento de lo sembrado en 1997 y el 49.0 por ciento con respecto a la siembra promedio en el
subperíodo 1995-1997.
La producción de sorgo ha experimentado una vertiginosa y considerable caída en los últimos
años. De 1.12 millones de quintales producidos en 1989, la producción del cereal pasó a ser de
apenas 366 mil quintales en 1991, 276 mil quintales en 1994 y 178 mil en 1998.
La reducción de la producción no fue solamente el resultado de una disminución de la superficie
sembrada, sino que los rendimientos del cultivo también se han reducido significativamente.
En 1989 el rendimiento promedio del cultivo se encontraba en 4.04 qq/ta y en el subperíodo
1990-1995 el rendimiento promedio se situó en los 3.12 qq/ta, es decir que se operó una
disminución de casi un quintal por tarea.
En 1998 aún cuando el rendimiento fue aceptable, la producción se redujo debido a la
disminución que se registró en la siembra; en este año se produjeron 178 mil quintales del
cereal, casi tres veces menos que lo producido en 1997.
Sin dudas que los efectos del huracán Georges se dejaron sentir sobre la producción de sorgo,
pero no es menos cierto que la producción del cereal ha sido descuidada en los últimos años, lo
que se demuestra por el comportamiento observado en las variables siembra y rendimiento del
cultivo.
6.2 Raíces y Tubérculos
El renglón de raíces y tubérculos está constituido por rubros de gran importancia en la dieta del
dominicano, como son: yuca, yautía, batata, ñame y papa.
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De igual manera, estos productos han demostrado tener gran participación en las exportaciones
del total de los rubros considerados como no tradicionales de exportación, generando con ello
divisas al país, ingresos a los productores y empleo rural.
6.2.1 Yuca
La yuca durante el período 1989-1998 alcanzó volúmenes de producción satisfactorios,
exhibiendo en algunos años variaciones negativas, aunque las positivas fueron preponderantes.
Esto así, porque durante el período evaluado los niveles cosechados del rubro, experimentaron
crecimientos que en términos promedios, representaron 3.4%.
En los resultados obtenidos, es importante resaltar que en el subperíodo 1989-1992 la
producción del rubro registró un crecimiento de 6.7%, luego verifica en los dos años siguientes
reducciones importantes, recuperándose nueva vez en el año 1995, cuando alcanza los 3.1
millones de quintales.
Al comparar los dos últimos años del decenio evaluado, los datos estadístico evidencian que la
producción del cultivo citado creció significativamente en 1998, con relación al año precedente, al
pasar de 2 millones 138 mil quintales a 2 millones 788 mil en 1998; lo cual equivale a un
incremento de un 30% en términos relativos.
El comportamiento observado anteriormente obedece a diversos factores, como son: el aumento
verificado en el área sembrada del rubro, la distribución oportuna del material de siembra de
óptima calidad. Otro elemento de vital importancia lo constituyó la cantidad de agua caída en los
primeros ocho (8) meses del año 1998, situación que incidió positivamente en el buen desarrollo
del cultivo. Estos factores citados se tradujeron en consecuencia, en un aumento significativo de
los rendimientos/tareas del rubro, para 1998.
6.2.2 Yautía
La yautía es un rubro que en los últimos diez años 1989-1998, ha presentado un comportamiento
irregular, caracterizado por constantes fluctuaciones en los volúmenes de producción. Una
evidencia de esto es que en el primer año del período que se analiza, la producción registró 1
millón 177 mil 263 quintales; mientras que en el último año sólo alcanzó 567 mil 821 quintales,
para verificar en la década evaluada un decrecimiento en términos promedios de 2.1%.
Los volúmenes cosechados más bajos del rubro se alcanzaron durante el subperíodo 1996/98,
representando en promedio unos 574 mil quintales. A partir del año 1994 se aprecia una
significativa recuperación en la producción del rubro, interrumpida en 1998, cuando ésta vuelve a
caer representando tan sólo unos 568 mil quintales.
Al comparar el volumen cosechado de yautía en 1998, con el obtenido en 1997, se manifiesta
una reducción en el mismo en un orden de 41%, es decir de 403 mil quintales en términos
absolutos.
Se considera que la disminución en los volúmenes de producción del rubro en 1998, fue debido a
la reducción del área sembrada en 1997, la cual se redujo en un 35% con relación a 1996, fruto
de la fuerte sequía que se registró en ese año y además, por la falta de mercado internacional;
lo cual desincentivó la siembra del mismo. De igual manera, influyó en este desempeño los
efectos dejados por el Huracán Georges en el último trimestre del año señalado.
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6.2.3 Batata
La batata, que es uno de los tubérculos de gran consumo nacional; muestra un comportamiento
muy variado en los volúmenes producidos, obteniendo resultados de 844 mil 727 quintales en
1989 y 975 mil 182 quintales en 1998, reflejando una tasa promedio de crecimiento de 6.9,
durante el período 1989-1998.
Al desagregar el período en subperíodos, se verifica que en el primer cuatrienio hubo un ritmo de
crecimiento acumulativo anual de 11.2%. En el año 1993 desciende la producción de batata en
un 40.8%, recuperándose en los tres (3) años siguientes, pero en 1997 ocupa la más baja
producción de la década en estudio, al obtenerse unos 637 mil quintales; 283 mil quintales por
debajo de lo producido en el año anterior. Sin embargo, al comparar la producción de los dos
últimos años, se evidencia un crecimiento absoluto de 338 mil 679 quintales en 1998, respecto a
1997, al pasar de 636 mil 503 quintales, producidos en el 1997 a 975 mil 182 quintales en el
último año, lo que en términos porcentual equivale a un 53%.
Este comportamiento en la producción de la batata, que se verifica en el último año, es debido a
la acción oportuna desarrollada por las autoridades del sector y los productores del rubro,
después del paso del Huracán Georges, concerniente a la distribución de material de siembra,
crédito necesario, preparación de terrenos, así como la atención adecuada que se le ha venido
dando al cultivo, fundamentalmente en el control de las plagas y enfermedades.
6.2.4 Ñame
La producción del ñame durante el período 1989-1998, refleja un notable crecimiento sostenido
aunque con algunas variaciones negativas registradas en algunos años, exhibiendo durante el
período bajo estudio un crecimiento, que en términos de tasa promedio representó 9.1%.
Hay que señalar, que en los primeros cinco años de la década se aprecia un decrecimiento en la
tasa acumulativa anual de –7.9%; mientras que el quinquenio siguiente del mismo período se
caracterizó por registrar un crecimiento notable, equivalente a una tasa acumulativa anual de
18%.
Asimismo, al comparar los últimos dos años, en la producción obtenida del rubro se evidencia un
significativo aumento calculado en un 21.8% con relación al año 1997, resultando de un
incremento en términos absolutos de 51 mil 120 quintales.
Entre los factores que han incidido en este desempeño de la producción del ñame, se puede
destacar: el aumento de los créditos otorgados a los productores, la entrega de material de
siembra en tiempo oportuno, y el incremento en los rendimientos y los precios del mercado.
6.2.5
Papa
Al analizar el comportamiento de los volúmenes de producción obtenidos del cultivo de papa, se
aprecia que el rubro en el período 1989-1998, refleja fluctuaciones de considerable magnitud, la
cual arrojaron durante el período decrecimiento que en términos de tasa promedio representaron
(3.9%).
Al evaluar la producción de papa durante el período que se analiza, se puede observar en el
subperíodo 1989-1995, que los niveles de producción se mantuvieron con una tendencia
fluctuante, con un promedio sobre los 650 mil quintales. En tanto que en el año siguiente se
registra una marcada reducción equivalente a un 36.9%.
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Es oportuno afirmar que en el último año del período considerado la producción decreció, al
pasar de 490 mil 472 quintales en 1997 a 375 mil 357 quintales en 1998, para una variación en
términos absolutos de 115 mil 115 quintales, lo que representa en términos porcentual un 23%.
Hay que señalar, que la razón principal de la reducción de los volúmenes de producción en el
año señalado, fundamentalmente ha sido consecuencia de la sequía que retrasó la siembra del
cultivo, que debe realizarse en los meses marzo a septiembre, lo cual provocó la reducción del
área sembrada en 1997; asimismo, los daños causados por el Huracán Georges, que afectaron
muy fuertemente la zona de Constanza; cuando se estaba en la etapa de la cosecha del cultivo
citado.
6.3 Oleaginosas
En el grupo de las oleaginosas se encuentran los cultivos maní y coco; estos productos son
destinados básicamente a la agroindustria del país para ser utilizados como materia prima en la
fabricación de aceites y golosinas. En el caso particular del coco, parte de su producción se
coloca en los mercados de Estados Unidos, Holanda y Canadá, entre otros, e internamente
además de utilizarse en la fabricación de dulces, se industrializa también presentándose como
leche de coco enlatada y la producción de aceite comestible.
6.3.1 Maní
En lo que se refiere a la producción nacional de maní, ésta se ha mantenido con variaciones
significativas con un ritmo descendente durante toda la serie 1989-1998, al pasar de 296,587
quintales en 1989 a 141,800 quintales en 1998, que arroja una tasa de crecimiento acumulativa
anual negativa de (7.90). En el inicio de la década de los noventa la producción de este rubro
comienza a descender, siendo esta reducción más significativa en los años 1993-1994,
alcanzando en el primero el volumen más bajo de la serie bajo estudio, cuando se situó en unos
11,413 quintales.
Sin embargo, a partir del año 1995, la producción comienza a repuntar y para 1998 se observa
un incremento en los volúmenes de producción, a 141 mil 800 quintales, reflejando un aumento
en términos absolutos de 102 mil 913 quintales, es decir de un 264.65%, cuando lo comparamos
con el año anterior.
Es importante resaltar, que los factores que han sustentado la reducción de la producción de
esta oleaginosa, fueron las importaciones de aceite crudo de soya, algodón y girasol, cuyo
incremento anual ha sido notable, lo que provoca que el maní siga perdiendo progresivamente
su importancia relativa en la producción de aceite.
Además se debe señalar el incremento sostenido que ha venido registrando en el país la
producción de palma africana, de la cual también se extraen grasas comestibles.
6.3.2 Coco
Al analizar el comportamiento de la producción de esta oleaginosa durante el período 1989-1998,
las estadísticas muestran una tasa de crecimiento acumulativa anual de 2.89%, al pasar de 169
millones de nueces producidas en 1989 a 218 millones para el último año.
Al comparar la producción de este rubro en el último año, se aprecia que ésta se redujo en 1998
en un 64% con respecto al año anterior, motivado al paso por el país del Huracán Georges, el
cual afectó miles de tareas plantadas del cultivo, llegando a producir 341 mil unidades.
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No obstante al comportamiento señalado anteriormente, se observa que en el subperíodo 19921997 se verificó la mayor producción del período en estudio, siendo el año 1997 cuando se
registró el volumen más alto de producción de coco, alcanzando las 341 mil unidades.
Hay que señalar, que el crecimiento de la producción de este rubro en los últimos seis años de la
década obedece a varios factores que han favorecido a dicho cultivo, entre los que se pueden
mencionar: la incorporación de nuevas áreas de siembra, la introducción de nuevas variedades,
la instalación de viveros en todo el país.
La demanda de coco por nuevas agroindustrias locales para su procesamiento y
comercialización interna como externa. Además, el control de malezas, así como la asistencia
técnica ofrecida por la Secretaría de Estado de Agricultura.
Además de la importancia que tiene el coco como materia prima para varias empresas de
agroindustriales del país, sus frutos, sus hojas y sus troncos se utilizan en la confección de
arreglos y obras de artesanía. Asimismo, este rubro es usado en la fabricación de dulces y
aceite de coco, de amplio consumo entre la población.
6.4 Leguminosas
Las leguminosas a que se hace referencia en este apartado son las habichuelas roja, negra y
blanca y además el guandul.
En la dieta dominicana este grupo es de los principales proveedores de proteína de origen
vegetal. Por su parte, la habichuela roja ha sido el cultivo que históricamente ha ocupado la
posición cimera en cuanto a producción se refiere; esta realidad es avalada por los resultados
del período en estudio (1989-1998) y la preferencia que ha mostrado la población ante sus
características organolécticas en estos años.
6.4.1 Habichuelas
La producción nacional de habichuela roja decreció al ritmo de una tasa acumulativa anual –
6.3% durante el período en estudio, pasando de una producción de 837,426 quintales en 1989 a
463,872 quintales en 1998. Se debe consignar aquí que este comportamiento no fue uniforme
en su tendencia a través de la década 1989-1998. En los años 1990 y 1991 se observa una
disminución de la producción del frijol de 17.0 y 23.6% en comparación a lo producido en 1989;
mientras que en los años 1992 y 1993 la producción de frijol rojo muestra signos de
recuperación, registrando un crecimiento de 12.8 y 18.2 en cada uno de estos años con respecto
a los resultados de 1991.
En la primera mitad del decenio se verificaron el nivel más alto de producción y productividad.
En 1989 se produjeron 837 mil quintales, siendo este año el de mayor producción; aunque este
desempeño obedeció al hecho de que en ese año se cosecharon 836.5 mil tareas. En 1992 se
obtuvo el mejor índice de productividad, que alcanzó el nivel de 1.42 quintales por tarea.
En el segundo lustro de esta década, es decir 1994-1998, la producción de habichuela roja
muestra una tasa de crecimiento negativa (-4.6%). En 1994 la producción registró un
decrecimiento de un 6.0% con respecto al año 1993; mientras que en 1995 la producción registró
un ligero incremento, pasando de 711 mil 300 quintales en 1994 a 723 mil 600 quintales en el
año inmediatamente posterior.
En los últimos tres (3) años de esta serie la producción de la leguminosa exhibe un
comportamiento fluctuante, pues aunque en el año 1995 se presentó un crecimiento de la
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producción con respecto al año anterior, en 1996 la misma decreció a un ritmo de -3.0% en
comparación con el año precedente, pasando de 723 mil 685 quintales en 1995 a 701 mil 287
quintales en 1996.
Uno de los factores de mayor peso en este comportamiento fue el drástico ataque de la Mosquita
Blanca a este cultivo.
Para el año 1997 la producción cae en un 24.5% con respecto al año 1996. En este año la
plaga de la Mosquita Blanca atacó tan fuertemente el cultivo como en el año 1996. Además, fue
el año en que el país fue afectado por una sequía que redujo sensiblemente la disponibilidad de
agua para riego y a su vez la siembra del cultivo.
En el año 1998 con respecto al 1997, la producción se redujo en un 12.0%, siendo estos dos los
años de menor producción del rubro durante la década. Para el año 1998, una de las causas
principales que redujeron el nivel de producción fue el paso por el país del Huracán Georges, el
cual afectó significativamente el área sembrada en la parte alta del rubro en el Valle de San
Juan de la Maguana. Fue éste el año en que menor cantidad de terreno se cosechó durante la
década. Cuando en 1989 se cosecharon 850 mil 270 tareas, en 1998 apenas logró cosecharse
el 52% de esa cantidad, o sea 446,361 tareas.
Cabe destacar el esfuerzo realizado por las autoridades del sector agropecuario para elevar la
productividad de este rubro, que gracias a la política llevada a cabo, estos dos (2) últimos años
están entre los años de mayor productividad del rubro. Sin embargo, es importante destacar el
hecho de que se ha registrado una sistemática reducción de la superficie sembrada en los
últimos años.
El frijol negro decreció a una tasa acumulativa anual de –13.0% durante el decenio 1989-1998.
En el primer lustro hubo fluctuaciones en la producción, siendo el año 1989 en el cual se obtuvo
el mayor nivel de producción (175 mil 827 quintales), pero en el año 1990 cayó estrepitosamente
a 46 mil 514 quintales. Luego sube en 1991 a un ritmo de 44.3% con respecto al 1990 y cae en
el año 1993 con respecto al 1992 a una tasa de 9.0%.
La segunda mitad de la década muestra una franca tendencia hacia la baja. La producción de
1994 fue de 83 mil 319 quintales, mientras que en 1995 se redujo a 53 mil 290 quintales. En los
años siguientes la producción continuó reduciéndose hasta llegar a obtenerse en 1998 una
producción de apenas 50 mil 235 quintales.
Las causas por las cuales se registraron niveles de producción tan bajos del frijol negro son las
mismas que repercutieron sobre la producción de habichuela roja.
De su lado, la habichuela blanca vio crecer su producción a una tasa acumulativa anual de
6.2%, pasando de 12 mil 8 quintales en 1989 a 20 mil 617 quintales en 1998. La producción del
grano muestra una ligera tendencia hacia el incremento de la producción a partir del año 1990.
El año de mayor producción de la década fue el 1995 cuando se produjeron 31 mil 553
quintales. En 1998 la producción cae ligeramente de 23 mil 443 quintales producidos en 1997 a
20 mil 617 en el año 1998, que en términos relativos equivale a un 12.0 por ciento.
6.4.2 Guandul
La producción de este grano exhibe un comportamiento fluctuante pero con una tendencia hacia
la baja durante la década 1989-1998. En este período la producción del grano decreció a una
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tasa acumulativa anual de 4.7%, pasando de 684 mil 292 quintales en 1989 a 442 mil 560
quintales en 1998.
En el año 1991, es cuando se registra el mayor volumen de producción para el período en
estudio, éste alcanzó el millón 46 mil quintales. Para los tres años posteriores, los niveles de
producción de la leguminosa se mantuvieron con inclinaciones hacia la baja.
Es en el año 1995 cuando se registra una recuperación y la producción crece en un 43.0% con
relación al año anterior, al pasar de 469 mil 879 quintales en 1994 a 670 mil 25 quintales en
1996.
El nivel de producción más bajo del decenio se registró en el año 1997 como producto de la
sequía que sufrió el país durante los primeros once meses de ese año.
Sin embargo, con el resultado de las iniciativas del sector agropecuario oficial de apoyo directo a
los productores, por el repunte de este producto en las exportaciones no tradicionales, la
producción de esta leguminosa, a pesar del paso por el país del Huracán Georges y los efectos
negativos que causó sobre la agropecuaria nacional, en el año 1998 la producción creció a una
tasa de un 32.0% con relación a 1997.
Los niveles de exportación de este rubro crecieron en un 21.0% en 1998 con relación al 1997, al
pasar de 7 mil 022 T.M. en 1997 a 8 mil 499 T.M. en el año siguiente; las exportaciones de
guandul representaron para el país en el último año unos 7 millones 115 mil dólares por ese.
Esta situación coloca a este rubro entre los más dinámicos del sector de exportación de los
productos no tradicionales; tanto en lo que respecta al volumen como en el valor.
6.5 Vegetales
Este renglón de productos comprende los cultivos cebolla, ajo, ají, berenjena, auyama, tomate de
ensalada y tomate industrial. Estos rubros agrícolas tienen una fuerte incidencia en la
producción nacional y en el consumo de la familia dominicana. Este grupo de cultivos representa
una de las principales fuentes de vitaminas y minerales en la dieta de la población dominicana.
6.5.1 Cebolla
Las estadísticas muestran que la producción nacional de cebolla exhibe un comportamiento
decreciente para el período 1989-1998, registrando en términos acumulativos anual una tasa
negativa de 0.81 durante la década analizada, al pasar la producción de 571 mil 645 quintales en
1989 a 531 mil 475 quintales en 1998.
Al comparar la producción alcanzada durante el 1998 con la cosechada en el año anterior, se
aprecia que la misma registró un aumento de 0.15%, al pasar de 530 mil 663 quintales en 1997 a
531 mil 475 en 1998.
Los volúmenes producidos de este rubro muestran un comportamiento estable en los últimos
cuatro años, no obstante que los rendimientos por unidad de superficie cosechada,
específicamente en los últimos cinco años, han verificado una notable mejoría, llegando a
representar 10.75 quintales por tarea a diferencia de los 8.65 quintales por tarea promedio
registrado para los años anteriores.
Hay que señalar que en 1989 y 1993 se obtuvieron los niveles de producción más bajos del
decenio.
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Entre los factores que han favorecido a la producción de cebolla tenemos la incorporación de
nuevas áreas de siembra, el control de plagas, así como la asistencia técnica ofrecida por las
autoridades a pequeños y medianos productores del bulbo.
6.5.2 Ajo
La producción nacional de ajo para el período 1989-1998 tuvo un incremento satisfactorio al
presentar una tasa de crecimiento acumulativo anual, de 6.7%, al pasar de un volumen de 72 mil
045 quintales obtenidos en 1989 a 118 mil 615 quintales en 1998. Sin embargo, durante todo el
período se observa un comportamiento fluctuante, con altas y bajas en los niveles de producción
anuales.
En el inicio del período bajo estudio y en el año 1992 es cuando se obtienen los más bajos
volúmenes de producción, sin embargo para el año 1990 la producción nacional de ajo alcanzó
los niveles más altos del decenio, registrando 133 mil 63 quintales.
En 1998 con respecto a 1997 se aprecia una variación positiva, representando la misma un 13%,
al producirse en 1998 15 mil 741 quintales más que en 1997.
Algunos factores que han incidido en el comportamiento irregular de la producción de ajo son los
elevados costos de producción, altos volúmenes de importación, escasos recursos financieros,
así como la presencia de plagas y enfermedades que afectan el cultivo.
6.5.3 Ají
Es una de las hortalizas que más consume la población dominicana. Existe una clasificación
variada de este rubro, como son: ají cubanela, pimentón dulce y picante. El comportamiento de
la producción nacional de este cultivo mantiene un desarrollo satisfactorio para la serie en
estudio (1989-1998), al presentar una tasa de crecimiento acumulativa anual de 4.11%, al pasar
de 179 mil 240 quintales obtenidos en 1989 a 257 mil 489 quintales producidos en 1998.
El mayor dinamismo del rubro se verificó en el año 1998, en donde se mantuvo el más alto
rendimiento por unidad de superficie cosechada, llegando a 7.03 quintales por tarea, como
consecuencia de una producción ascendente a los 257 mil 489 quintales versus un área
cosechada de 36 mil 627 tareas.
A pesar de que el cultivo mantiene niveles de crecimientos de la producción en todo el período
evaluado, hay que señalar que en los años 1989-1991 la producción se mantuvo por debajo de
los 200 mil quintales, representando las cifras más bajas de la década. La producción del 1998
tuvo un descenso de 15 mil 720 quintales, al presentar 257 mil 489 en 1998 con respecto al 1997
cuando se produjeron 273 mil 209 quintales de ají.
Las causas fundamentales que ha propiciado que el producto no haya registrado mayores
volúmenes cosechados y áreas sembradas, está asociado a la presencia en el país de la plaga
denominada Mosca Blanca (Bemisia Tabaci), que a pesar de los grandes esfuerzos que han
hecho las autoridades competentes del sector para controlarla, la propagación de ésta ha sido de
tal magnitud que ha provocado en consecuencia la veda en las zonas más afectadas, teniendo el
rubro que ser sustituido por otro cultivo alternativo.
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6.5.4 Berenjena
Los volúmenes producidos de berenjena durante el período 1989-1998 exhiben una ligera
disminución, al registrar una tasa de crecimiento anual negativa de 1.27%, al pasar de 164 mil
882 quintales para el año 1989 a 159 mil 729 quintales en 1998.
No obstante, hay que señalar que en el subperíodo 1992-1994 la producción nacional de
berenjena alcanzó volúmenes satisfactorios, llegando a representar para el subperíodo un
crecimiento de 56.6% en términos relativos en comparación al volumen promedio producido en el
subperíodo 1989-1991. En los cuatro años subsiguientes se evidenció un rezago en la
producción de la hortaliza con respecto a los niveles alcanzados en promedio en los años 19921994.
Al comparar la producción de berenjena alcanzada en los años 1997 y 1998, se aprecia un ligero
aumento de 2 mil 660 quintales, gracias a un incremento de la superficie sembrada y la
productividad del cultivo. El comportamiento de la producción del rubro verificado en los últimos
años es debido a diversos factores, tales como: los limitados recursos económicos destinados a
pequeños y medianos productores y la falta de un programa eficaz para erradicar la presencia de
plagas y enfermedades que afectan el cultivo.
6.5.5 Auyama
La auyama representa uno de los vegetales de mayor complemento alimenticio de la dieta diaria
de la población dominicana, caracterizada por el alto valor nutritivo que posee. La producción
nacional de este producto en el decenio 1989-1998 se caracterizó por una constante variación,
en donde no se vislumbró una tendencia definida, registrando una tasa de crecimiento
acumulativa anual negativa de 4.1% durante el período analizado, al pasar la producción de 522
mil 982 quintales en 1989 a 361 mil 731 quintales en 1998.
El mayor dinamismo del rubro se verificó en el año 1989, cuando también se obtuvo el más alto
rendimiento por unidad de superficie cosechada (8.56QQ/Ta), como consecuencia de una
producción ascendente a los 522 mil 982 quintales versus un área cosechada de 61 mil 129
tareas.
En 1992 la producción de la hortaliza cae extraordinariamente, obteniéndose el nivel más bajo
del período (253 mil 973 quintales). Un año después, se observa una leve recuperación en la
producción del rubro, obteniendo un volumen de 370 mil 32 quintales, manteniendo su ritmo de
crecimiento hasta alcanzar un nivel satisfactorio en 1997 con una producción de 455 mil 487
quintales.
Al relacionar el volumen producido en 1998 con el de 1997, se verifica que hay un descenso de
93 mil 756 quintales, producto de una reducción tanto del área sembrada como cosechada.
6.5.6 Tomate de Ensalada
El tomate de ensalada o de mesa, ocupa uno de los primeros lugares, tanto en consumo como
en comercialización dentro de las hortalizas en la República Dominicana. La producción
nacional de este rubro en el período 1989-1998 ha estado matizada por registrar altos y bajos,
exhibiendo durante los años de estudio una tasa de crecimiento acumulativa anual negativa de
4.78%, al pasar la producción de 275 mil 668 quintales en 1989 a 179 mil 111 quintales en 1998.
Para los años 1993 y 1996, la producción del cultivo alcanzó los más altos volúmenes de la serie
en estudio, verificándose en ambos años una producción por encima de los 300 mil quintales,
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como consecuencia de un aumento de las áreas de siembra, proporcional al rendimiento
obtenido. Debemos señalar que en 1995, fue donde se experimentó mayor descenso relativo en
los niveles de producción durante el decenio, obteniéndose tan sólo 131 mil 135 quintales.
Entre los factores que han obstaculizado el desarrollo del cultivo se citan: los daños
ocasionados por la presencia de plagas como la Mosca Blanca, que ha afectado
significativamente la hortaliza, el mal manejo de plaguicidas y los elevados costos de
producción.
Por otra parte, cuando relacionamos los niveles de producción registrados en el 1998 respecto a
1997, se aprecia un ligero aumento de 41 mil 253 quintales, por el hecho de que en 1997 se
produjeron 137 mil 858 quintales de tomate, mientras que en 1998 la producción ascendió a 179
mil 111 quintales.
6.5.7
Tomate Industrial
La producción nacional de tomate industrial durante el período 1989-1998 ha presentado
constantes variaciones en los volúmenes de producción, con una tasa de crecimiento de 4.0% en
términos acumulativos anual durante el referido período; al pasar de 2 millones 890 mil 295
quintales en 1989 a 4 millones 175 mil 60 quintales en 1998.
Este rubro es de gran utilidad como materia prima en el sector agroindustrial, para el
procesamiento y elaboración de pasta de tomate y otros productos.
En los años 1989 y 1990 los niveles de producción de la hortaliza alcanzaron cifras importantes,
las cuales fueron interrumpidas en 1991, para continuar con su ritmo de crecimiento a partir del
1992 hasta alcanzar sus niveles más óptimos en 1997 con un volumen de producción de 5
millones 455 mil quintales.
El comportamiento ascendente de la producción del rubro obedece a diversos factores como
son: los esfuerzos realizados por parte del sector oficial (SEA), la Asociación de Fabricantes de
Conservas del Agro (AFCONAGRO) y medianos y pequeños productores del rubro con el interés
de cambiar las variedades tradicionales y aplicar nuevas y avanzadas tecnologías que incluyen
el manejo integrado en la parte fitosanitaria, para enfrentar con éxito la gran cantidad de plagas y
enfermedades que atacan al cultivo.
Al comparar los volúmenes cosechados de esta hortaliza en 1998 con los alcanzados en el año
precedente, se aprecia que hubo una disminución de 23.5%, fruto de pasar de 5 millones 455 mil
quintales a 4 millones 175 mil 60 quintales.
6.6 Musáceas
Se analizará aquí el comportamiento de la producción de plátanos y guineos por la importancia
que revisten desde el punto de vista de su incidencia en la dieta diaria del dominicano y el aporte
en divisas que hacen estos rubros a la balanza comercial por concepto de su exportación.
6.6.1 Plátano
Entre las viandas de producción nacional el plátano tiene un sitial privilegiado en la canasta
familiar agropecuaria, ya que es el producto de mayor consumo en ese renglón. Además, este
rubro involucra una gran cantidad de productores de casi todas las zonas agrícolas del país.
Aunque este rubro puede cultivarse en todas las zonas agrícolas del país, los niveles de
producción de importancia se registran en la zona sur y en el Cibao.
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En la década 1989-1998 la producción del vívere registró un descenso en la producción a una
tasa acumulativa anual de –0.9%. Esto implicó que la producción pasara de 1,141 millones de
unidades en 1989 a 1,053 millones en 1998.
Si se analiza la década bajo estudio por subperíodos, se puede observar que en el primer lustro
del decenio (1989-1993), la producción observa una tasa de crecimiento promedio anual 3.4%, al
pasar la producción a 1,547 millones de unidades en 1993, siendo este el año de mayor
producción del lustro y de la década.
Por el contrario, para la segunda mitad del período el desempeño de la producción decreció a
una tasa promedio anual de un 0.1%, lo que implicó que de una producción de 1,060 millones en
1994 pasara a 1,053 millones en 1998, siendo este último año el de menor producción de la
década. Esto es explicable dado que en el mes de septiembre del año pasado el país fue
azotado por el huracán Georges, causando graves daños a la agropecuaria nacional y sobre
todo a la producción de plátanos.
Es necesario señalar que en los últimos dos años del período, a pesar de la sequía del año 1997
y la reducción del área de siembra para dedicarla al cultivo de tabaco por el repunte que tuvo
este producto en los mercados internacionales y el azote del país por el huracán Georges el año
pasado, las autoridades del sector agropecuario han hecho un gran esfuerzo por minimizar los
efectos de estos fenómenos adversos a la agropecuaria. Esto lo evidencia el hecho de que en
estos dos últimos años se logró reducir la tasa de decrecimiento de la producción 4.0 y 2.0%
para 1997 y 1998, respectivamente.
6.6.2 Guineo
Es notable el crecimiento que ha registrado la producción de guineo en el decenio 1989-1998,
dado que la producción creció a una tasa acumulativa anual de un 3.0%, como resultado de que
en 1998 se produjeron 13,054 millones de racimos contra 9,969 millones de racimos en 1989.
El volumen de producción del rubro mostró altibajos en su desempeño a través de la década. En
el subperíodo 1989-1991 la producción del rubro no superó los diez millones de racimos, siendo
el último año, 1991, el de menor producción, en el cual se obtuvieron 8,886 millones de racimos.
En los años comprendidos entre el 1992 y 1995, la producción de guineos experimentó un
decrecimiento, dado que el volumen producido en 1995 se redujo a una tasa acumulativa anual
de 1.5%; en 1992 creció a una tasa anual de 90.1%, al pasar de 16,897 millones en 1992 a una
caída de 14 millones 740 mil 74 en el año 1996. No obstante, para el año 1993 se logró la
mayor producción de ese cuatrienio, en el cual se obtuvieron 18,788 millones de racimos.
En el año 1996 la producción fue de 16 millones de racimos, mientras que en 1997 se redujo a
15 millones 894 mil racimos. Por último, en 1998 se acentúala reducción, donde la producción
sólo alcanzó 13 millones de racimos.
Esta importante reducción en la producción es atribuida a la sequía que castigó al país durante el
1997 y los efectos de la devastación del Huracán Georges durante el último trimestre del año
1998; además de las fuertes inundaciones ocasionadas por el río Yaque del Norte.
6.7 Productos Tradicionales de Exportación
Los productos que conforman este renglón son: caña de azúcar, café, cacao y tabaco, rubros
que tienen gran incidencia en la economía dominicana, por su contribución en la generación de
empleos y divisas. Por tal razón, el comportamiento de su producción en volumen y valor se
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refleja de manera significativa en la rigidez o en la dinámica que registre la estructura productiva
de la agricultura del país.
Es importante señalar, que en el caso particular de los rubros que integran este renglón de
productos, durante el año 1998, los niveles de producción alcanzados no fueron afectados
significativamente por los efectos devastadores dejados por el paso del Huracán Georges en el
último trimestre del año citado, en virtud de que su producción ya se había recolectado casi en
su totalidad, de acuerdo al ciclo de producción de estos cultivos.
6.7.1 Caña de Azúcar
Los volúmenes cosechados de caña de azúcar durante el período 1989-1998 exhiben un
comportamiento fluctuante, tanto en un orden positivo como negativo, arrojando en el período
citado en promedio, un crecimiento negativo de 1.8%.
En el subperíodo 1989-1992 la producción de caña de azúcar muestra niveles que registran muy
ligeras variaciones, acentuándose éstas en un orden descendente de 16.0 y 14.0% en los años
1994 y 1996. Luego, en los dos años posteriores la producción se recupera de manera
sostenida, al registrar aumentos de 13.0 y 10.0%, respecto a 1995 y nueva vez en 1998 se
verificó una reducción en el dulce de un 22.7%, al establecer comparaciones con el año
precedente.
Los factores que han contribuido con el desempeño señalado hasta 1995, se citan: bajos niveles
de productividad, disminución del área cultivada de caña, altos costos de los insumos agrícolas,
así como los constantes conflictos suscitados entre los colonos azucareros y autoridades del
Consejo Estatal del Azúcar (CEA), por el pago de las deudas contraídas por el organismo
estatal, con este sector.
En los años 1996 y 1997 gran parte de estos factores negativos que gravitaban en la producción
nacional del rubro citado comenzaron a mejorar, como es el caso del pago parcial de la deuda
atrasada contraída con los colonos; el aumento verificado en el precio pagado por toneladas
métricas de caña cortada a los braceros o jornaleros, lo cual se tradujo en consecuencia en un
incremento en los niveles de producción del dulce.
Para 1998 la zafra azucarera, a nivel general mantuvo desde su inicio una tendencia negativa
con relación a la obtenida el año anterior, debido fundamentalmente a que tres ingenios del
Consejo Estatal del Azúcar no se incorporaron a la molienda y al retraso en la entrada en
operaciones del Ingenio Río Haina.
Esta situación a su vez, fue motivada por la falta de recursos financieros del CEA, para continuar
con el pago de las deudas contraídas con los colonos, los suplidores y los trabajadores y por
parte del sector privado, en virtud de que las grandes existencias de azúcar acumuladas por la
gran producción de la zafra del año pasado, cantidad que se consideraba suficiente para
abastecer al mercado local y cumplir con la cuota establecida en el mercado preferencial
norteamericano.
Por esta razón este sector no realizó en 1998 un mayor esfuerzo, para obtener mayores
volúmenes de producción del dulce.
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6.7.2 Café
El comportamiento observado en la producción de café, a través de los años 1989-1998 arroja
en términos promedio un incremento de 6.5%. En los primeros años de la serie evaluada, ésta
presenta estancamiento en virtud de que las variaciones registradas no revisten gran magnitud.
Es a partir de 1994, cuando se aprecian variaciones significativas en los volúmenes cosechados
del grano aromático, con una reducción de 29.3% en 1994 con relación a 1993; para luego
verificar en los dos años siguientes aumentos de 29.7 y 21%, respectivamente, con relación a la
recolectada en 1994.
Esta tendencia creciente que exhibía la producción de café a partir de 1995 fue interrumpida en
el año 1997, por efecto de la gran sequía registrada durante ese año alcanzando unos 750 mil
quintales, en contraste con 1 millón de quintales registrados en el año precedente,
recuperándose nueva vez en el año 1998, al obtenerse 1.2 millones de quintales; lo cual
representa para este último año con relación al 1997, un incremento de 67%, el mayor registrado
en la década en estudio.
Los factores que favorecieron el desempeño verificado durante 1998 en el rubro citado, se
destacan: el incremento de los precios, en el mercado internacional, los cuales se estimaron en
un 18.3%; las condiciones climatológicas que permitieron la buena floración y desarrollo del
grano de café. Así también, los programas de rehabilitación y renovación de las plantaciones
existentes fueron más efectivos, además del control de plagas roedoras y de la Broca del Café,
entre otros.
6.7.3 Cacao
Es otro de los rubros tradicionales de exportación, cuya producción durante el período 19891998 ha exhibido un comportamiento de cierta estabilidad, verificando en términos promedio en
la década, un incremento de 3.7%.
El ritmo de crecimiento de la producción del grano se tornó más acelerado a partir de 1994,
observándose una interrupción en 1997 al verificar una reducción del orden de 16.7%, con
relación a la obtenida el año anterior.
Al establecer comparaciones entre los volúmenes cosechados del rubro del 1998 y 1997, se
aprecia que la cacaocultura dominicana retomó su ritmo creciente, al verificar una cosecha de
1.3 millones de quintales en 1998, contra 1.1 millones registrados en 1997.
Es oportuno señalar, que con la oferta del rubro citado el país se colocó en 1998 como el
segundo productor de América Latina, que a su vez le generó cuantiosas divisas, al registrar
ventas del producto muy superiores a las verificadas en años anteriores.
Es importante resaltar, algunos de los factores internos que incidieron en el repunte presentado
por este rubro, entre los que se destacan: el mejoramiento progresivo de la calidad del grano,
debido a la introducción de semillas híbridas genéticamente mejoradas de alto rendimiento, los
programas de mejoramiento cacaotalero ejecutado por el Gobierno, resistentes a plagas y
enfermedades; la eficiente ejecución del programa de control de ratas y carpinteros, y la
capacitación a los cacaocultores dominicanos.
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6.7.4 Tabaco
La producción nacional de tabaco durante el período 1989-1998, experimentó incrementos que
en términos promedios representaron un 14%, verificándose a partir de 1995 un crecimiento
acelerado, en donde la producción alcanzó en esos cinco (5) años en promedios, unos 644
millones de quintales, contra 329 millones en promedios, cosechados en los años 1991-1994.
Durante el último año de la serie evaluada, fue donde la producción de tabaco registró su cifra
récord de la década bajo análisis, unos 941mil quintales; mientras que en 1997 alcanzó unos 593
mil quintales, significando esto un incremento de 59% en 1998, respecto a lo verificado el año
anterior.
En la expansión de la producción de tabaco, fue determinante el aumento verificado en el área
sembrada, pasando ésta en promedio en el subperíodo 1991-1994 de 249 mil tareas a 339 mil
tareas durante los años 1995-1998, representando un incremento del segundo período, con
relación al primero, de un 36%.
Este incentivo a la siembra del rubro en los años citados, obedece a la gran demanda de
cigarros a nivel internacional, que provocó a su vez, una mayor demanda de éste para su
procesamiento industrial, a nivel nacional.
De igual manera, este impulso verificado en la producción de tabaco fue sustentado por el
incremento registrado en los precios internacionales del rubro, que se tradujo en un significativo
aumento en el precio pagado al productor nacional.
Asimismo, por un mayor control del Moho Azul u otras enfermedades propias del cultivo a través
de una efectiva aplicación de pesticidas; y por una mayor disponibilidad de recursos financieros
por parte del productor del rubro.
6.8 Producción Pecuaria
La producción pecuaria nacional representa una actividad de gran importancia, no tan solo por el
suministro directo de alimentos y pieles, sino también por su contribución social y económica,
fundamentalmente al desarrollo agropecuario sostenible y la seguridad alimentaria familiar.
En este apartado, se analizará el comportamiento registrado de la producción de los principales
rubros que conforman el subsector pecuario para el período 1989-1998, los cuales son:
producción carne de res, cerdo y pollo; así como la leche y huevos.
6.8.1 Carne de Res
La evolución de la producción de carne de res durante la década 1989-1998, arrojó una tasa de
crecimiento acumulativa anual de apenas 0.7%, como consecuencia del estancamiento
experimentado en los volúmenes producidos de 1 millón 590 mil quintales en 1989 a 1 millón 349
mil quintales de carne en 1998.
Es notorio el débil desempeño mostrado por nuestra industria pecuaria en el renglón de carne de
res, debido a la falta de competitividad y productividad verificada en los bajos volúmenes de
producción y rentabilidad del rubro.
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Al realizar un análisis más detallado se puede observar que, después de la gran caída registrada
en 1990, cuando la producción de carne de res descendió 400 mil quintales, respecto al año
previo, la actividad cárnica mantuvo una tendencia ascendente hasta el año 1996, siendo este
último el año de mayor nivel producido del alimento, con 1 millón 631 mil quintales.
A partir del año señalado, la producción de carne de res ha estado experimentando contracción,
debido a los altos costos de producción y el acceso limitado a recursos financieros suficientes
que le permitieran al sector, elevar los niveles de productividad y competitividad.
Esto se corrobora al observar la tendencia del rubro para los últimos tres (3) años (1996-1998);
ya que se aprecia una notable reducción en los niveles de producción hasta finalizar el año 1998
con tan sólo 1 millón 693 mil quintales, el cual representa una disminución de 6.9%, respecto a
la producción del año 1997, que alcanzó 1 millón 598 mil quintales.
No obstante, es importante resaltar los esfuerzos desplegados por el sector oficial y los
productores privado con el objetivo de impulsar el desarrollo y la competitividad de este renglón,
dirigido hacia la construcción de infraestructura física, la distribución de alimentos balanceados
para el ganado; así como la puesta en marcha del Laboratorio Veterinario Central de la
Secretaría de Estado de Agricultura. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para lograr el
desarrollo sostenible de esta actividad de gran importancia para el país.
Al mismo tiempo, cabe señalar que existen factores que han estado incidiendo de manera
negativa, y le han restado competitividad a la producción de res, conllevando a que muchas
empresas que dependen de la carne reduzcan sus niveles de capacidad, afectando a decenas
de trabajadores que laboran en el subsector. Estos elementos se traducen en: restricción de la
oferta del producto, a lo que se agrega la falta de recursos económicos y financieros necesarios,
elevadas tasas de interés para préstamos de desarrollo y expansión de infraestructura y el
desabastecimiento de materias primas, entre otros.
De igual forma, repercutió considerablemente en el suministro de carne de res para el año
(1998), el sacrificio del ganado que no alcanzó el peso promedio, por la escasa disponibilidad de
pastos, como consecuencia de la sequía que azotó al país en el 1997.Es necesario además, que
se incluya dentro de los elementos que han afectado al rubro, la falta de mercado externo para
colocar parte de la producción; y la práctica de políticas comerciales restrictivas que imponen
otros países; que contrastan con el nuevo esquema de integración comercial regional e
internacional.
6.8.2 Carne de Cerdo
Es otro renglón de la pecuaria de significativa importancia en la canasta familiar, y para las
empresas embutidoras que dependen preponderantemente de la oferta del producto.
Para la década 1989-1998, la producción de carne de cerdo aumentó satisfactoriamente,
contribuyendo en un sólido resultado que acusó una tasa anualizada de crecimiento de 6.7%, al
pasar de 340 mil quintales en 1989 a 607 mil quintales de carne en 1998; siendo este último, el
año récord en cuanto a volúmenes de producción de carne de cerdo durante la serie.
Al igual que la carne de res, la producción de cerdo descendió en el 1990 respecto al año
anterior en un 33.5% considerado el menor nivel del período analizado con 226 mil quintales.
Sin embargo, a partir de este rendimiento se ha observado un notable repunte en la producción
de carne de cerdo en el lapso comprendido entre 1992-1998.
Es importante destacar que, no obstante verificarse una mejoría en la oferta anual del producto
durante el período bajo análisis, el mismo no ha sido suficiente para abastecer efectivamente la
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demanda interna, ya que en algunos años, específicamente el 1998, se ha tenido que recurrir a
importaciones para suplir la demanda local del producto, en particular a las empresas
embutidoras.
Cuando comparamos el nivel producido de carne de cerdo de 1998 con relación a lo obtenido en
1997, evidenciamos un incremento en la producción del rubro de un 2.5%, al pasar de 592 mil
quintales a 607 mil quintales en 1998.
No obstante experimentarse este aumento en la producción de cerdo en 1998, el país registró
situaciones críticas que afectaron en alguna medida al sector pecuario. Entre estos factores
restrictivos tenemos el resurgimiento de enfermedades como el Cólera Porcino, que obligó a las
autoridades a sacrificar miles de cerdos, con el objetivo de controlar la situación; provocando una
disminución de la población porcina. También, cabe señalar la presencia del Huracán Georges,
que afectó considerablemente las materias primas y alimentos utilizados en la industria cárnica,
así como la infraestructura de las granjas porcinas del país.
6.8.3 Carne de Pollo
La carne de pollo es uno de los principales rubros pecuarios que componen la canasta familiar
de los dominicanos. La actividad productiva es altamente tecnificada, alcanzando niveles de
rendimientos satisfactorios, como resultado de una alta conversión del rubro en carne, que le
permite un buen grado de competitividad.
La producción nacional para el período 1989-1998 acusó una tasa de crecimiento acumulativa
anual de 1.9%, al pasar de 3 millones 150 mil quintales en 1989 a 3 millones 725 mil quintales de
carne blanca en 1998.
Hasta mediados de la década bajo estudio, la industria avícola nacional exhibió un excelente
dinamismo, lo que la ubica en el renglón principal de los rubros que conforman el subsector
pecuario, en cuanto a su contribución directa de alimentos, empleos e ingresos a productores y
granjeros locales.
Sin embargo, para el año 1994 la producción de carne blanca registró una caída pronunciada,
alcanzando la cifra de 3 millones 120 mil quintales, es decir un descenso de 25% con relación al
año anterior, cuando se obtuvo la mayor cantidad producida de la serie. A partir de entonces, el
proceso de desarrollo de la actividad avícola se ha mantenido a ritmo ascendente; no obstante
presentarse factores que han limitado su efectiva expansión en el mercado interno.
Al comparar la producción (3.6 millones) de carne de pollo del año 1998, respecto al año
anterior, se verificó un incremento de 6.2%, o sea 181 mil quintales de carne más de lo obtenido
en 1997.
Este leve incremento en los niveles de producción registrado fue alcanzado, no obstante
presentarse en el país diversos factores que afectaron considerablemente la industria avícola
nacional, ocasionando la pérdida de millones de pollos, reducción de la productividad de huevos
fértiles y la sobre población que hubo en varias granjas que aumentó las enfermedades y
problemas sanitarios.
Estos factores adversos a la producción avícola fueron: la sequía que afectó al país en 1997,
cuyas consecuencias permanecieron hasta los primeros meses del año 1998; las elevadas
temperaturas que se registraron en el segundo cuatrimestre de ese año y que provocaron la
muerte de más de 70 mil pollos en varias granjas del país. También hay que señalar los
estragos ocasionados por el Huracán Georges a la infraestructura de la industria avícola
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nacional, provocando la muerte de 6.2 millones de pollos, 205 mil reproductoras y las pérdidas
de 103,000 quintales de alimentos y materias primas.
Debido a estos factores señalados, se pronosticó una caída de 6.8% en la producción de la
carne blanca para 1998, que de acuerdo a las estimaciones previas a la llegada del Huracán
Georges, ésta alcanzaría los 120.5 millones de unidades. Cifra que se elevó considerablemente
después del paso del Huracán señalado.
6.8.4 Producción de Leche
La leche representa un alimento fundamental para la nutrición y desarrollo de los seres
humanos. Sin embargo, a pesar de esta gran importancia que reviste este rubro, la industria
lechera nacional se encuentra en una situación de estancamiento, imposibilitando que los niveles
de producción obtenidos sean suficientes para abastecer el mercado local, conllevando a que el
país tenga que recurrir a la importación del apreciado alimento, para satisfacer la demanda
interna.
Esto se corrobora, cuando analizamos la tendencia de la producción de leche para el período
1989-1998, ya que nos muestra una caída en su tasa anualizada de 0.3%, al descender de 358
millones de litros en 1989 a 350 millones en 1998.
Hasta el año 1995, la producción nacional del rubro en cuestión se mantenía a ritmo
ascendente, aunque de poca significación si tomamos en consideración la tasa de crecimiento
demográfica del país. La tasa anualizada de producción durante el subperíodo 1989-1995 fue de
2.6%, al pasar de 358 millones de litros en 1989 a 418 millones de litros en 1995, alcanzando
este último año el máximo nivel obtenido de la década.
Al comparar la producción del año 1998 respecto a la del año previo (1997), se aprecia un
notable repunte de un 17.8%, es decir 53 millones de litros más del alcanzado en 1997. Este
aumento satisfactorio registrado en la producción de este renglón básico alimenticio fue
obtenido, no obstante presentarse en el país factores climáticos y atmosféricos que causaron
estragos considerables al sector agropecuario, como fueron: la sequía que afectó al país en
1997, las elevadas temperaturas que afectaron los alimentos para el ganado y los daños
ocasionados por Huracán Georges en 1998.
6.8.5 Producción de Huevos
Renglón de la pecuaria que muestra el mayor nivel de crecimiento y dinamismo durante la
década 1989-1998, arrojando una tasa anualizada de crecimiento de 4.9%, al pasar de 600
millones de unidades en 1989 a 925 millones en 1998, representando este último el mayor
volumen de la serie analizada.
Debido a esta tendencia favorable del comportamiento exhibido por el producto, le ha permitido
al país ser autosuficiente en cuanto a la producción de huevos para consumo; aunque no lo es
para la producción de huevos fértiles, los cuales son utilizados para la producción de pollos de
engorde; y que regularmente deben importarse determinadas cantidades.
Sin embargo, desde el último cuatrimestre del año 1996, la industria avícola nacional está
experimentando situaciones críticas, debido a la sobreproducción de huevos registrada como
consecuencia de la reducción verificada en las ventas del producto hacia Haití, debido a la
agudización de la crisis política en la vecina República.
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Muestra de esto se verificó a mediados del año 1998, cuando el excedente de oferta del rubro
que no pudo ser comercializado a ese país, deprimió los precios internos en granja, provocando
pérdidas cuantiosas a granjeros dedicados a esta actividad, así también provocó la salida del
negocio de pequeños y medianos productores.
Al comparar la producción del año 1998 respecto a la registrada en el año precedente, se
aprecia un aumento de aproximadamente un 9%; o sea de una producción de 881,9 millones de
unidades en 1997 ascendió a 926.0 millones en 1998
COSTOS DE PRODUCCION DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS
AGRICOLAS
Los costos de producción de los distintos productos agrícolas alimenticios, sirven de base para
establecer niveles de rentabilidad, así como la competitividad en correspondencia con los gastos
en lo que incurriría el productor en una actividad agrícola interna alternativa. También, éstos
hacen posible determinar los precios a que se pueden comercializar los productos y así reflejar
los beneficios que podrían obtener los productores en su actividad de producir rubros
alimenticios.
En los costos de producción de los cultivos agrícolas están contenidos los costos fijos y los
costos variables, así como también otros que participan de manera directa o indirecta en la
producción del producto final.
Para el presente análisis solamente se toman en cuenta los costos variables de producción de
los diferentes cultivos agrícolas alimenticios temporeros no intercalados con otros cultivos, los
cuales son utilizados como instrumento para el diseño de políticas agrícolas, con el objetivo
básico de lograr un desarrollo agropecuario sostenible en el pais.
En ese sentido, las instituciones públicas y privadas que financian el fomento y la producción
agropecuaria, usan los costos de producción para instrumentar sus políticas de créditos hacia el
sector, ya que con los mismos pueden programar y planificar su cartera crediticia. De ahí que,
los costos de producción representan un valioso mecanismo para el incentivo a la producción
agrícola, ya que permiten medir la gestión de producción en sentido general.
Los costos totales de producción de los cultivos agrícolas manifiestan el comportamiento de cada
uno de sus componentes, como son: fertilizantes, pesticidas, semillas, mano de obra, el semillero
cuando el cultivo requiere de la producción de plántulas para la siembra, el costo financiero, los
gastos de administración, el seguro agrícola, o sea, todos los requerimientos de los cultivos
durante el ciclo vegetativo que permita obtener una producción exitosa de los mismos.
Durante los años 1989-1998, los costos de producción promedio de los principales rubros
agrícolas registraron una tendencia de crecimiento acelerado en los primeros tres (3) años del
período. A partir de ahí, los costos de algunos cultivos muestran fluctuaciones muy marcadas,
mientras que otras siguieron creciendo en forma sostenida pero de manera muy poco
significativa, principalmente en los tres (3) últimos años de la década. En tanto que, hay
productos que muestran descenso en su costo de producción en el 1999.
Estos últimos resultados obedecen a las medidas de política fiscal y monetaria tomadas por las
autoridades, entre las cuales se pueden mencionar la aplicación de la tasa cero a los insumos,
maquinarias y equipos utilizados en la actividad productiva del sector agropecuario, lo que ha
repercutido en la reducción de los precios de los pesticidas y fertilizantes. Además, influyó la
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reducción producida en los precios de los combustibles, pero de manera especial en el costo del
dinero, cuando la tasa de interés en el mercado financiero público estuvo en 12% en el último
cuatrienio de 1999.
Analizando el comportamiento de los costos promedio por grupo de cultivos durante el período
en análisis, en los cereales se observa que en éstos crecieron a una tasa de 15%, al pasar de
RD$254.49 promedio por tarea en 1989 a RD$909.79 en 1999. Destacándose que en ese grupo
de manera individual vieron crecer su costo el arroz en 17% acumulativo anual, al pasar de
RD$4610.24 en 1989 a RD$1845.42 por tarea en 1998, mientras que el maíz y el sorgo
presentan tasas de crecimiento en menor proporción con 12% y 14% acumulativo anual,
respectivamente.
Al analizar el comportamiento del costo por cultivo y subperíodos, se observa que el arroz en el
trienio 1989-1991 presenta un crecimiento bastante significativo con una tasa de 68%; similar
comportamiento manifiestan el maíz y el sorgo con 56% y 77%, respectivamente.
Sin embargo, en los dos siguientes subperíodos, en el trienio 1992-1994 y el cuatrienio 19941998, estos cereales presentan un comportamiento más moderado en el crecimiento de sus
costos, al presentar los cultivos de arroz y maíz tasas de 1% y 4% en el trienio 1992-1994; y de
6% para el arroz, 0.2% el maíz y de 10% para el sorgo en el cuatrienio 1995-1999. Al comparar
los costos de producción de estos cultivos del año 1998 con el año 1997, se observa que en el
arroz su costo varía en escasamente un 3% y en el sorgo 4%, mientras que en el cultivo de
maíz varía de manera negativa en un 12%.
En lo que respecta al grupo de las leguminosas comestibles, durante el período en estudio se
verifica que sus costos expresan una tasa de crecimiento de 17% acumulativo anual, al pasar su
costo promedio por tarea de RD$165.81 en el 1989 a RD$660.42 en el 1999. Al analizar el costo
promedio de este grupo de cultivos por subperíodos, se observa que en el trienio 1989-1991,
manifiesta un aumento bastante significativo al presentar una tasa de crecimiento 70% anual, al
pasar éste de RD$165.81 promedio por tarea en 1989 a RD$4710.19 en 1991. En el subperíodo
siguiente 1992-1994, presenta una tendencia creciente menos importante que en el anterior, al
exhibir una tasa de 5% acumulativa anual. Sin embargo, en el cuatrienio siguiente el
comportamiento del costo promedio muestra una tasa negativa de crecimiento de 0.3% anual.
En lo que respecta al comportamiento del costo de producción por cultivo, se observa que
exhiben tasas de crecimiento muy significativas, presentando la habichuela negra y el guandul
las mayores tasas de crecimiento con un 18% acumulativa anual cada uno, mientras que la
habichuela roja lo hizo en un 16% anual.
En ese mismo orden, al analizar el desempeño de los costos promedio del grupo de cultivos
raíces y tubérculos, se observa que durante el período en estudio muestran en promedio una
tasa de crecimiento de un 17% acumulativo anual, al pasar su costo promedio de RD$539.87 en
1989 a RD$2,163.10 por tarea en 1999. Se puede verificar, que en ese período el costo de
producción por tarea de la yautía y batata en 20%, el de la papa el ñame en 16% y el de yuca en
13% acumulativo anual.
Al comparar el costo de estos cultivos, se comprueba que entre 1997 y 1998 se experimentan
variaciones poco significativas. En el caso de la papa, el ñame y la yuca su incremento en el
costo es menor al 1%; en tanto que la yautía y la batata varían en 2 y 6%, respectivamente.
En lo concerniente al grupo de las musáceas plátano y guineo, el costo promedio registra una
tasa de crecimiento de 11% acumulativa anual durante el decenio en análisis, al pasar el costo
promedio de RD$621.29 en 1989 a RD$1,637.43 promedio por tarea en 1999. Durante este
mismo período, el plátano manifiesta una tasa de 11% de crecimiento acumulativo anual en su
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costo de producción por tarea. En lo que respecta al guineo, presenta una tasa de crecimiento
de 12% acumulativa anual en el referido período en estudio.
En ese mismo orden, al observar la variación experimentada en los costos de las musáceas en
los dos últimos años, se verifica que durante 1998 los mismos varían 11% en el plátano y 4%
en guineo con relación al 1998.
En el mismo contexto se analiza el grupo de los vegetales, conformado por cultivos que
requieren para su producción un alto nivel tecnológico en uso de insumos, en el sistema de
preparación del terreno y de mano de obra con cierta especialización. Por la cual, revelan los
mismos altos costos de producción, como son los casos del ajo, cebolla, berenjena, ají, repollo,
tomate de ensalada y zanahoria, entre otros.
El conjunto de rubros alimenticios vieron crecer el costo promedio durante la década en estudio
en 13% acumulativo anual, al pasar de RD$785.40 promedio por tarea en 1989 a RD$2,278.84
en 1999. Asimismo, ese grupo de cultivo de manera individual verificaron tasas de crecimiento
entre 7% y 18% durante este mismo período, comprobándose que el tomate de ensalada crece
en 18%, el ají en 14%, el ajo en 11%, la berenjena en 7%, la cebolla en 12%, el repollo y la
zanahoria en 13%, respectivamente.
No obstante, en este mismo grupo de cultivo, al comparar su costo de producción en el año
1998 con respecto a 1997 se observa que los costos de los tomates de ensalada e industrial se
redujeron en 6% y 3% respectivamente, mientras que el de cebolla descendió en 4%.
COMERCIALIZACION AGROPECUARIA
La comercialización entendida como la distribución de los bienes y servicios producidos, es una
de las fases más importantes en el proceso producción-consumo.
La comercialización de los productos agrícolas en el país se rige por la interacción de las fuerzas
de oferta y demanda libremente en el mercado. Sin embargo, el Estado mantiene una mínima
participación en la comercialización de importantes productos alimenticios por medio del Instituto
de Estabilización de Precios (INESPRE).
Este organismo se dedica fundamentalmente a la compra de productos agrícolas locales y a la
venta de los mismos a precios razonables en los sectores populares de Santo Domingo y otras
ciudades del interior.
Además, en momentos de escasez y carestía de los productos de mayor demanda y consumo
de la población, como son arroz, carne de pollo, habichuela, entre otros, el INESPRE dispone su
importación para hacer frente al desabastecimiento y mantener una oferta regular de dichos
productos.
Las actividades del INESPRE experimentaron una enorme caída entre los años de 1992 a 1997.
Dicha situación fue el resultado de la estrangulación económica a que fue sometido el organismo
durante esos años, el mal manejo administrativo de los pocos recursos que recibía y generaba y
a la fuerte campaña llevada a cabo en el último año de ese período, demandando el cierre o
redefinición de las funciones del organismo.
Desde marzo de 1997 el Gobierno Central a través de la Secretaría de Estado de Agricultura y el
Instituto de Estabilización de Precios puso en marcha el “Programa Alimento Para Todos”
(PROALTO). A inicios del año 1998 el Programa pasó a ser dirigido y operado solamente por el
INESPRE.
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Es por ello que en 1998 tanto las compras como las ventas realizadas por el INESPRE
mostraron un espectacular incremento si se les compara a las realizadas en 1998. En el
transcurso de 1998 las compras del Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE) totalizaron
RD$1,042,484,482.00, mientras que hasta septiembre de 1997 el Instituto no había realizado
operaciones de compra o venta de productos alimenticios.
Las compras de productos locales ascendieron a RD$301,436,683.93, que representaron un
29% del total destinado a las compras; mientras que en las importaciones se invirtieron
RD$741,047,799.00, equivalentes a un 71%. El mayor desembolso en la compra de productos
locales recayó en el ajo y la habichuela, los cuales absorbieron 96 y 84 millones de pesos
respectivamente, es decir el 31 y 28 por ciento del total invertido en las compras locales. Otros
rubros de producción nacional adquiridos por el organismo fueron el arroz y la leche líquida, que
absorbieron el 15.4 y 13.0 por ciento, respectivamente.
En el grupo de los productos importados por el INESPRE, sólo dos productos, el arroz y el pollo,
absorbieron el 92% del valor total de las importaciones realizadas. A la compra de arroz en el
exterior se destinaron 409.4 millones de pesos, equivalente al 55.1%, mientras que a la compra
de pollo se dedicaron 275.26 millones de pesos, igual a un 37%.
Las ventas en 1998 ascendieron a RD$1,346,794,099.86, que comparado con las compras
totales arroja beneficios brutos por el orden de los RD$304,309,618.00. Los productos que
generaron mayores volúmenes por concepto de las ventas realizadas fueron el arroz con
RD$783,772,279.95, es decir un 59.2 por ciento de las ventas totales; de su lado, las ventas de
carne de pollo ascendieron a RD$313,723,177.61, equivalente a un 22%. Es decir que sólo las
ventas de estos dos productos generaron ingresos por encima del 80 por ciento de las ventas
totales realizadas por el organismo en 1999.
Para el cumplimiento de los objetivos sociales del Programa Alimentos para Todos, en 1998 el
INESPRE instaló 682 puestos fijos de venta de productos alimenticios y 461 unidades móviles a
nivel nacional. Por otro lado, el Instituto canalizó ventas de distintos productos al comercio
organizado (comerciantes mayoristas y detallistas) por un valor cercano a los 500 millones de
pesos.
10.1 Comportamiento de los Precios
La conformación y comportamiento de los precios tienen una relevancia particular en una
economía regida por las fuerzas de oferta y demanda, por lo que merecen ser analizados en
detalle. En este análisis se hará referencia al comportamiento de los precios de los principales
productos alimenticios de origen agropecuario durante los últimos diez años, poniendo particular
énfasis en los resultados de los últimos dos años.
10.1.1 Precios a Nivel de Finca
En 1998 los precios de los principales productos agropecuarios en términos generales, no
mostraron cambios sustanciales. A nivel de finca el índice de precios presenta un leve
incremento de 3.9% con respecto a 1998. Los precios del ají cubanela y el tomate industrial
presentaron incrementos de 69.2 y 310.2 por ciento, respectivamente, para ser los rubros que
exhibieron el mayor crecimiento. Otros productos que vieron aumentar sus precios ( entre 15 y
23 por ciento) fueron el tomate de ensalada, remolacha y yautía blanca. Un reducido grupo de
productos experimentó incrementos en sus precios por debajo del 15 por
ciento.
Otros rubros, sin embargo, reportaron caídas extraordinarias en sus precios. Entre éstos están
la batata y la yuca, que disminuyeron en 35.0 y 21.4 por ciento, respectivamente. La habichuela
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roja y la zanahoria se inscriben dentro de los productos que mostraron bajas más moderadas de
entre 10 y 12 por ciento.
A nivel de los productores, el precio del arroz creció a un ritmo de 15.6 por ciento anual en el
período 1989-1999. Desde 1990 cuando los precios del cereal presentaron un incremento de
casi el 100 por ciento con relación al año anterior, el precio del arroz en este nivel de
comercialización presenta ritmos de crecimiento menos acelerado.
Desde 1993 hasta 1998 los precios del cereal se estabilizaron alrededor de los $370.0 pesos el
quintal. Respecto a 1997, en 1998 el precio promedio del arroz en finca registró una leve baja
(2.3%).
Desde 1989 a 1998 la tasa de crecimiento promedio anual del precio de los plátanos a nivel de
finca ascendió a 21.2 por ciento. Se debe señalar que los precios del plátano dependen
básicamente de los niveles de producción del mismo; es por ello que en el período bajo análisis,
los precios exhiben un comportamiento fluctuante durante estos diez últimos años, lo cual se
corresponde con el comportamiento exhibido por la producción de la musácea.
En los años 1990 y 1991, el precio de los plátanos presenta aumentos significativos si se
comparan a 19810. Este considerable incremento se debió al proceso inflacionario que vivió el
país en dichos años y que tuvo su repercusión en los precios de muchos bienes y servicios. A
partir de 1992 y hasta 1994 los precios se mantienen más o menos estables con una ligera
tendencia alcista y en 1995 el millar de plátanos se cotizó por primera vez por encima de los mil
pesos.
La buena producción de 1996 deprimió los precios en forma significativa y pasaron a venderse
en un 35 por ciento por debajo de su precio del año anterior. Sin embargo, los efectos de la
sequía del año 1997 y del Huracán Georges en 1998 provocaron que los precios se dispararan
una vez más por encima de los mil pesos el millar. En 1998 se produjo un leve incremento de
4.0 por ciento con relación a 1998.
La yuca es otro producto que goza de gran popularidad en el consumo de la población
dominicana, ya que se presenta como un sustituto de primer orden del plátano. La tasa de
crecimiento promedio anual registrada por el precio del tubérculo a nivel de finca en el período
1989-1998 ascendió a 18.3 por ciento. Los precios de la yuca varían en función de los niveles
de producción local y en cierta medida de la producción de plátanos.
En 1991, sin embargo, como consecuencia de la inflación registrada en ese año, en el precio de
la yuca se verificó un incremento de más del 100 por ciento con respecto al año precedente. En
los años siguientes se observan fluctuaciones en los precios del tubérculo. En 1997 el quintal de
yuca se vendió por encima de los $200 pesos a nivel de finca. Se debe recordar, que durante
todo ese año el país fue afectado por una fuerte y prolongada sequía que redujo enormemente la
producción de éste y otros cultivos agrícolas. En 1998 la producción logró recuperarse y los
precios disminuyeron en un 21.4% en comparación al año anterior.
10.1.2 Precios a Nivel Mayorista
A nivel del comercio mayorista los precios de los principales productos agropecuarios crecieron
en apenas 0.6 por ciento en 1998 con respecto a 1997, es decir que prácticamente
permanecieron en el mismo nivel. Ahora bien, al hacer un análisis detallado del comportamiento
de cada producto en particular, se observa que el tomate industrial, el ají cubanela y el aguacate
registraron aumentos que sobrepasaron el 50 por ciento.
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Otro pequeño grupo de productos compuesto por el tomate de ensalada, la carne de res,
huevos, naranja dulce y piña registraron incrementos entre 18 y 25 por ciento. Las demás alzas
que se observaron en los precios de otros productos comercializados en este nivel, no
superaron el 13%.
A nivel del comercio mayorista, el precio del arroz creció a una tasa promedio anual de 13 por
ciento en el decenio 1989-1998, un ritmo de crecimiento similar al observado a nivel de
productores. En el subperíodo 1989-1991, los precios del cereal mostraron una tendencia
creciente como resultado del proceso inflacionario que caracterizó la economía nacional en
dichos años.
Cuando a partir de 1992 se aplican una serie de medidas económicas conocidas como ajustes
estructurales (control del gasto público, no emisión de dinero inorgánico, entre otras), el precio
del arroz exhibe un comportamiento más estable con relación a los años precedentes.
En el subperíodo 1992-1998 el precio promedio de un quintal de arroz ascendió a
un RD$400.00, oscilando entre los RD$327.98 de 1993 y RD$472.17 de 1999. En 1998 se
registró un leve incremento de 2.13 por ciento en el período del arroz con relación a 1998.
Por otro lado, productos de mayor demanda en el consumo popular vieron decrecer o mantener
invariables sus precios en 1998 con relación a 1998. El grupo de los productos que
experimentaron bajas apreciables en sus precios lo encabezan la batata (49.2%), repollo y
berenjena. Los llamados víveres blancos (papa, yautía blanca, ñame y yuca) también
presentaron bajas, aunque más moderadas.
En su comercialización al por mayor, los precios de la habichuela roja muestran una tasa de
crecimiento promedio anual de 10.7% en los diez que van de 1989 a 1999. Luego de verificarse
un significativo aumento en 1990 con relación al año precedente, los precios de la leguminosa
exhiben un comportamiento irregular, aunque en los últimos tres años de la serie se observa una
clara inclinación a la baja. Así, en 1998 se presenta una disminución de más de $100.0 pesos el
quintal, equivalente a un 10.5 por ciento en términos relativos.
En el nivel mayorista el millar de plátanos empezó a ofertarse sobre los mil pesos desde 1992 y
sólo la gran producción de 1996 hizo descender el precio a RD$852.94/millar. Sin embargo, en
1997 y 1998 se verifica un repunte en los precios que los lleva a cotizarse casi a $2,000.00
pesos el millar. En este último año se produjo un aumento del precio de 5.6% con respecto a
1998.
10.1.3 Precios a Nivel Detallista
El índice de precios a nivel detallista en 1998 ascendió a 103.78 por ciento, representando un
incremento de 3.78% con relación a 1998. En este nivel de comercialización al igual que en los
anteriores, las alzas de mayor proporción se observaron en el ají cubanela y los tomates, tanto
de ensalada como industrial. Luego del paso del Huracán Georges por el país hacia finales de
septiembre, estos vegetales llegaron a venderse entre $30 y $40 pesos la libra.
Los plátanos y las carnes también aumentaron de precios, sobre todo en el último trimestre del
año 1998, debido a los estragos causados por el fenómeno meteorológico sobre la producción
de estos rubros.
De los productos que vieron disminuir sus precios, el más notable es la batata, que en algunos
meses del año se estuvo ofertando hasta a $0.80 centavos la libra. La yuca, yautía blanca y
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papa también se vendieron a un precio promedio inferior en 1998 con respecto a 1998. Dos
productos que casi siempre están presentes en la dieta diaria del dominicano, como el arroz y la
habichuela roja, reportaron ligeras bajas en sus precios de venta al consumidor.
Por la importancia que revisten tanto en el consumo de la población como en la actividad
económica del sector agropecuario, veamos cuál ha sido el comportamiento de los precios de
algunos productos en los tres niveles de comercialización durante los diez (10) últimos años.
En la comercialización del cereal al detalle, en los diez años que van de 1989 a 1998, la tasa
promedio anual de crecimiento de los precios del mismo fue del orden de los 15.4 por ciento,
prácticamente a un ritmo similar que a nivel de finca. En el subperíodo 1989-1992 el precio del
arroz muestra un acelerado crecimiento que lo lleva de RD$1.63 la libra en el primero de estos
años, a RD$4.23/libra en el último año, es decir un incremento relativo del 160.0 por ciento.
Sin embargo, desde 1993 hasta 1998 los precios presentan una tendencia alcista pero más
moderada, incrementándose en un 38.5 por ciento en 1998 con respecto a 1993. En 1998 la
libra de arroz se estuvo ofertando en promedio a RD$5.46, es decir un 2.7 por ciento por debajo
del precio promedio registrado en 1997, cuando se vendió a RD$5.61/libra.
La habichuela roja junto al arroz son los productos alimenticios que mantienen una presencia
casi diaria en la dieta del dominicano. El precio de la leguminosa a nivel de productores en la
década 1989-1998 creció a una tasa promedio anual de 12.1 por ciento.
En los primeros cinco años se observa una tendencia de acelerado crecimiento del precio del
grano, que lo llevó de RD$287.07 por quintal en 1989 a RD$944.65 por quintal en 1993, es decir
a un ritmo promedio anual de 15.2 por ciento. En los restantes cinco años, sin embargo, es decir
a partir de 1994 se puede notar un comportamiento fluctuante, aunque con una ligera tendencia
a la baja.
En el quinquenio 1994-1998 la tasa de crecimiento del precio de la habichuela roja fue negativa
del orden de los 5.5 por ciento. En 1998 con respecto a 1997 también se verificó un
decrecimiento en el precio del rubro de 12.2 por ciento.
Al consumidor la libra de habichuela roja estuvo llegando a RD$12.58 en promedio en 1999.
Esto representa una reducción en el precio de la leguminosa de 10.7 por ciento con respecto a
1998. En el período 1989-1998 se registró una tasa de crecimiento promedio anual de 11.4 por
ciento.
En 1990 el precio del grano se elevó en más de un 100%, ofertándose a RD$10.18 la libra. En
los años siguiente el precio se estabilizó alrededor de los $13.0 pesos por libra, hasta que en
1994 experimentó un considerable aumento que lo situó en RD$15.67/libra. Desde 1995 hasta
1998 el precio de la habichuela roja muestra variaciones poco significativas, cotizándose entre
los RD$12.58 y RD$13.88 la libra.
El plátano es un rubro de alto consumo y de gran popularidad en los sectores de ingresos bajos.
En 1997 la producción nacional de la musácea se vio seriamente afectada por la fuerte y
prolongada sequía que afectó el país durante ese año.
En 1998 la producción se recuperó extraordinariamente hasta que en septiembre de ese año se
presentó el Huracán Georges, que devastó prácticamente todas las plantaciones del cultivo en la
región sur del país. Esto provocó que en los últimos tres meses del pasado año la oferta del
rubro se redujera drásticamente y con ello sobreviniera una subida de los precios.
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Los precios del plátano en los niveles de comercialización mayorista y detallista durante la
década 1989-1998 muestran un comportamiento similar que a nivel de finca, aunque en ambos
casos la tasa de crecimiento promedio anual fue inferior. En el nivel mayorista la tasa promedio
anual de crecimiento de los precios fue de 19.7 por ciento y 18.5 por ciento a nivel detallista.
En el nivel mayorista de comercialización, los precios del vívere crecieron a un ritmo de 17.7%
promedio anual durante el decenio 1989-1999. En 1991 los precios aumentaron
considerablemente con relación al año 1990, pero volvieron a caer un año después, es decir en
1992, lo cual es una muestra del comportamiento fluctuante de los precios del tubérculo en el
período citado. En 1998 se produjo una reducción en los precios de la yuca con relación a 1997,
pasando de RD$255.45 a RD$234.24 el quintal; en términos relativos esta disminución fue igual
a 19.7 por ciento.
En la comercialización al detalle, los precios de la yuca mostraron una tasa de crecimiento
promedio anual menor que en los niveles finca y mayorista, ya que fue del orden de los 15.6 por
ciento. En 1991 la yuca alcanzó su precio más alto del período, llegando a venderse a $5.00
pesos la libra. Un año después, sin embargo, la yuca se ofertaba a RD$1.35 por libra. En 1998
los precios experimentaron una ligera baja, equivalente a 7.8 por ciento en comparación a los
resultados de 1998.
En su venta al detalle, el precio del plátano casi se duplica en 1990- con relación a 19810.
Desde entonces (1990), el precio del rubro se sitúa por encima del peso la unidad, cotizándose
en algunos años a más de RD$1.50 por unidad. En 1996 se registró una caída significativa con
relación al año precedente, pero en 1997 y 1998 la unidad de plátano pasó a venderse a más de
$2.00 pesos en promedio.
El incremento que se produjo en 1998 con respecto a 1997 fue de 15 por ciento, situación que
tuvo lugar debido a los efectos causados por el Huracán Georges sobre las plantaciones de la
musácea y que provocaron un aumento de su precio en los últimos tres meses del año.
10.2 Costo de la Canasta Familiar Agropecuaria
La canasta familiar agropecuaria es el valor del conjunto de productos alimenticios no
industrializados de origen agropecuario de consumo diario por la población. El valor promedio
anual de la canasta agropecuaria en 1998 se situó en los RD$2,559.60, lo que representa un
incremento en términos absolutos de $138 pesos, es decir de 5.7 por ciento con relación a 1997,
que como puede notarse es inferior al índice inflacionario del año, que fue de 8.8 por ciento.
El aumento del costo de la canasta agropecuaria pudo haber sido menor o inclusive no haber
tenido lugar de no haberse presentado en el mes de septiembre del año 1998 el Huracán
Georges, que provocó grandes daños a la producción agropecuaria.
Los productos que requirieron de una mayor cantidad de dinero para su adquisición en 1998 con
relación a 1997 fueron el ají cubanela y el tomate de ensalada. A éstos le siguieron los plátanos,
el ñame y las carnes, tanto res y cerdo como de pollo.
Otros productos con un alto peso en el gasto en alimentos de la población, como el arroz, las
habichuelas, yuca, papa, ajo y cebolla fueron adquiridos con una menor cantidad de recursos, lo
que permitió compensar el aumento de los gastos en la compra de los rubros mencionados en el
párrafo anterior.
La tasa de crecimiento promedio anual del valor de la canasta familiar agropecuaria en la década
1989-1998 ascendió a13.4%. 1993 y 1996 fueron los años de mejor desempeño, ya que en
estos años el valor promedio de la canasta agropecuaria registró una disminución en
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comparación a los años precedentes. En sentido general, en el período bajo análisis se percibe
una tendencia de ligero incremento en el costo de la canasta agropecuaria.
XII REFORMA AGRARIA
Una de las herramientas fundamentales para el mejoramiento de las condiciones de vida de las
familias campesinas es la Reforma Agraria, ya que a través de la misma se logran soluciones
socioeconómicas a los hombres y mujeres del campo, esto con la incorporación de grandes
extensiones de tierra a la producción agropecuaria, garantizándole así al productor rural, el
sustento alimenticio y seguridad de ingresos, para satisfacer las demás necesidades de la
familia.
El Instituto Agrario Dominicano (IAD) es el organismo del Estado que se encarga de la captación
de terrenos para los asentamientos de los campesinos; asimismo el otorgamiento de título a los
parceleros, con el objetivo de que puedan lograr financiamiento agropecuario, para un mejor
desarrollo del agro dominicano. Por tal razón, el Instituto Agrario Dominicano, es el encargado
de aplicar e implementar y darle seguimiento a las leyes agrarias del país.
El IAD no sólo contribuye con las diferentes actividades ya mencionadas anteriormente, sino
también al fortalecimiento de las organizaciones campesinas, la capacitación técnica a los
parceleros y la realización de diferentes actividades culturales.
Durante los años 1989-1998, la superficie distribuida, los parceleros asentados y la carga familiar
beneficiadas, registraron crecimientos que en términos acumulativos anual representaron 45, 13
y 12%, respectivamente.
Al considerar el comportamiento del IAD En los dos últimos años del período evaluado, se
observa que las actividades realizadas evidencian un incremento en 1998, con relación al
pasado año en la superficie distribuida, reflejando ésta en términos absolutos un aumento de
505,068 tareas, al pasar de 247 mil 099 tareas en 1997, a 752 mil 162 tareas en 1998; asimismo,
en el número de asentamientos realizados de parceleros asentados y carga familiar beneficiada.
Con el resultado señalado, se aprecia que los asentamientos realizados por este organismo,
para el año 1998 sobrepasaron las expectativas trazadas, al incrementarse en un 474 %
respecto al año anterior, esto se reflejó en la expansión de la superficie distribuida a nivel
nacional, la cual registró un incremento de 204%, beneficiando indirectamente a 9,882 personas,
más que las registradas en el año anterior.
Es importante significar, que en este extraordinario aumento verificado en las actividades citadas
durante el año 1998, se aprecia que se registraron asentamientos en una superficie de 33,667
tareas, en la cual se reubicaron 5,677 parcelas con unos 3,432 dependientes.
Los resultados alcanzados en los últimos dos años de la superficie distribuida a parceleros,
reflejan que las autoridades están aplicando en forma correcta los procedimientos establecidos,
para así cumplir con el bienestar social de los campesinos dominicanos.
Hay que destacar el esfuerzo que realizó el IAD en 1992, al fomentar la producción de los
diferentes cultivos que inciden en la alimentación del pueblo dominicano. En tal sentido, se
sembraron 1,407,632 tareas de arroz y maíz; logrando una producción total de 8,457,138
quintales. De estos rubros, el más destacado es el arroz, con un volumen cosechado de
7,650,865 quintales; luego tenemos la habichuela roja, la de mayor tareas sembradas y la de
más quintales cosechados del grupo de las leguminosas.
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Otros cultivos fomentados fueron de la familia de la musáceas, de las cual forman parte el guineo
y el plátano, que registraron siembras en un orden de 19,633 y 78,031 tareas, para generar una
producción de 6,767,219 racimos y 643,069 millar de unidades, respectivamente; así también el
renglón de raíces y tubérculos conformado por la yuca, batata y yautía, que son rubros de gran
consumo en la dieta de los dominicanos. De igual manera, se fomentaron las hortalizas como la
auyama y la cebolla alcanzando producción en un orden de 266,588 y 321,588 quintales,
respectivamente.
COMERCIO EXTERIOR
Las transacciones comerciales de productos de origen agropecuario del país con el exterior, a
través de las exportaciones e importaciones, reflejan la dinámica de la economía dominicana.
Por esa razón, se hace necesario considerar en este análisis, el comportamiento de las mismas,
durante el período 1989-1999.
14.1 Exportaciones de Productos Agropecuarios
Las exportaciones agropecuarias continúan representando un renglón de singular importancia en
la captación de divisas para el país. Hacemos esta aseveración en virtud de que, la contribución
del sector agropecuario (productos tradicionales, los agropecuarios y los no tradicionales) en el
total de divisas generadas por las exportaciones nacionales, alcanzó durante los últimos cuatro
(4) años del período evaluado, un promedio de aproximadamente 44%.
En el año 1998, según cifras obtenidas hasta el mes de octubre, fue donde se registró la mayor
contribución del sector agropecuario en el total nacional de divisas captados del subperíodo
citado, alcanzando un 47%, contra 42% verificado el año anterior.
14.1.1
Productos Tradicionales de Exportación
14.1.1.1 Azúcar de Caña
Constituye el principal renglón de los productos tradicionales de exportación, por su importancia
económica y social en el país. Para el período 1989-1998, el ritmo de los volúmenes de
exportación de azúcar y sus derivados acusó una tasa de crecimiento acumulativa anual
negativa de 5%, debido al descenso registrado en las cantidades exportadas de 708 mil 600
toneladas métricas en 1989 a 431 mil 556 toneladas métricas en 1999. Mientras que la tasa
definida por la evolución de los ingresos percibidos por exportación fue de –4%, al pasar de
US$197.1 millones a US$138.7 millones en 1999.
De acuerdo al comportamiento de las variables consideradas durante la serie tenemos que, el
año 1989 representó el de mayor nivel de exportación del dulce, cuyas cifras fueron descritas en
párrafo anterior; a partir de ese año la tendencia de la actividad exportadora de la nación
mantuvo oscilando en los 4 y 5 millones de toneladas métricas y US$1.5 millones en ingresos de
divisas.
Referente al desempeño exhibido por el azúcar y sus derivados en el año 1998, se aprecia una
extraordinaria caída tanto en volumen y valor cuando los relacionamos con el año 1998. Con
este descenso ocurrido en el último año analizado, el país retrocede al nivel registrado en 1990.
La reducción verificada en las cantidades exportadas se cifró en 116 mil 669 toneladas métricas,
al pasar de 548 mil 225 toneladas métricas de azúcar en 1997 a 431 mil 556 toneladas métricas
en 1998; mientras que la factura de exportación pasó de US$189.4 millones a US$138.7 en
1998, equivalente a una caída de 27%.
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Entre las causas que han incidido negativamente en la producción y exportación del dulce se
encuentran: disminución en la cuota del mercado preferencial norteamericano en un 9.6%,
disminución en el volumen de producción de azúcar crudo, como consecuencia de que tres
ingenios no participaron en la molienda del producto y al retraso en la entrada en operaciones
del Río Haina y Porvenir; así como por la sobre producción de la zafra 1996/97 de parte de las
empresas del sector privado. Cabe mencionar también, los problemas técnicos y operacional del
emporio estatal que se traduce en bajos niveles de rentabilidad y productividad; asociados a la
falta de recursos financieros, que imposibilita el cumplimiento de las obligaciones contraídas con
los colonos suplidores y trabajadores.
14.1.1.2 Café
Para el período bajo estudio (1989-1998), las exportaciones de café registraron un débil
comportamiento en cuanto a volúmenes vendidos en el exterior, arrojando una tasa de
crecimiento acumulativa anual negativa de apenas 0.57%, al descender de 26,400 TM en 1989 a
25,086 TM en 1999. Sin embargo, las divisas generadas evolucionaron satisfactoriamente
acusando una tasa anualizada de 2.8%, al pasar de US$64.7 millones en 1989 a US$83.2
millones en 1999.
Al analizar la trayectoria del grano aromático durante la serie en cuestión, se aprecia que en
1990 se registró el máximo nivel de exportación, alcanzando las 32,112 toneladas métricas,
reportándole al país divisas en el orden de US$52.5 millones. A partir de entonces, la actividad
exportadora de café se ha mantenido en un nivel que oscila dentro de la banda de 20 mil y 27 mil
toneladas métricas anual exportadas durante el subperíodo 1991-99.
Al comparar el volumen exportado del año 1998 con el de 1997, el rubro registró un
repunte de un extraordinario 37.3%, al aumentar de 18,409 toneladas métricas en 1997 a 25,085
toneladas métricas en 1999. En términos monetarios, el grano reportó US$83.2 millones,
representando el valor récord por exportaciones ocurrido para la década. Esto equivale a un
incremento de 24.1% respecto a los ingresos generados en 1998.
Las causas que han dado origen a este extraordinario desempeño de las exportaciones
nacionales de café se citan: el fuerte incremento de las producciones de café en cerezo,
favorecida por el aumento de los precios en el mercado internacional, el buen clima que
prevaleció durante los primeros meses del año cafetalero 1997/99.
De igual manera, la implementación de programas técnicos que permitieron un control efectivo
de plagas y enfermedades que afectan a las plantaciones, como es el caso de la Broca del Café.
14.1.1.3 Tabaco
La exportación de tabaco ha sido variable durante la década 1989-1998, registrando una tasa de
crecimiento acumulativa anual negativa de 2.7%, como consecuencia de la caída experimentada
en los volúmenes de exportación de 13,700 toneladas métricas en 1989 a 10,682 toneladas
métricas en 1999.
Sin embargo, las divisas generadas por dicho concepto tuvieron una evolución contraria
a la registrada por las cantidades exportadas, al pasar de US$19.4 millones en 1989 a US$28.6
millones en 1998, acusando una tasa de crecimiento acumulativa anual positiva de 4.6%.
Al examinar el comportamiento del producto durante la serie bajo análisis, podemos
apreciar que el año de mayor nivel de exportación de tabaco se registró en 1990, época en que
el país comercializó la cantidad de 15,136 TM, reportando divisas por US$18.1 millones. Desde
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entonces, el rubro se ha mantenido fluctuando en un nivel menor que el año señalado;
promediando las 10 mil toneladas, durante el subperíodo 1991-99.
No se presenta el mismo comportamiento el caso en las divisas generadas, ya que las
cotizaciones de los precios internacionales del tabaco en rama han alcanzado niveles favorables
que han permitido mayores ingresos a la nación.
Al comparar la variación registrada de las exportaciones de tabaco en 1998 con el 1997, se tiene
que las mismas descendieron en un 15%, al caer los volúmenes de 12,632 toneladas métricas
en 1997 a 10,682 toneladas métricas en 1999. Mientras que el valor de dichas exportaciones se
incrementó en 21%, al aumentar de US$22.7 millones en 1997 a US$28.6 millones en 1999.
Es preciso señalar que, no obstante verificarse un incremento en la producción de tabaco para la
cosecha 1997/98, motivada por la expansión de un 57% de la superficie cosechada, derivado de
la incorporación de nuevos productos en la actividad, incentivados por los atractivos precios que
se pagaran hasta el mes de marzo, a nivel local e internacional, el volumen exportado del
producto registró una reducción de 15%. La misma se debió al impasse suscitado entre los
productores y los exportadores, en vista de que estos últimos pagaron un precio en finca inferior
a lo establecido, ocasionando retrasos en la entrega del tabaco para exportación.
14.1.1.4 Cacao
Durante la década 1989-1998, la exportación de cacao crudo mantuvo un comportamiento
satisfactorio, registrándose para la serie una tasa de crecimiento acumulativa anual de
aproximadamente un 5%, al aumentar los volúmenes de exportación de 38,400 TM en 1989 a
59,292 TM en 1999.
Por su parte, las divisas generadas por concepto de exportación del grano acusaron una
tasa acumulativa anual de 9%, al pasar de US$42.7 millones en 1989 a US$92.6 millones en
1999.
Al analizar la evolución de las exportaciones de cacao durante el período bajo estudio,
se observa que a partir del año 1992 la comercialización del producto en el sector externo
mantuvo una tendencia de constantes aumentos, promediándose para el subperíodo 1992-96 un
volumen de exportación de 49 mil toneladas métricas.
Este dinamismo se vio interrumpido en el año 1997, cuando la comercialización
internacional del cacao crudo experimentó una caída estrepitosa respecto al año previo en un
16%. Sin embargo, el valor por exportación apenas descendió un 4% respecto al nivel de
ingresos generados en 1997.
En otro orden, al comparar el volumen exportado del año finalizado (1998) y los ingresos
de divisas generados con el registrado en 1997, tenemos que las variables señaladas registraron
significativos aumentos, representando cifras récord que superaron las reportadas en épocas
anteriores. Los volúmenes vendidos en el exterior se incrementaron en un 37.1%, al pasar de
43,561 TM en 1997 a 59,292 TM en 1999. Mientras que las divisas reportadas pasaron de
US$55.6 millones en 1997 a US$92.6 millones en 1998, equivalente a un 67.6%.
Este buen desempeño de las exportaciones del grano se obtuvo, no obstante,, los productores
dedicados a esta actividad padecer las limitaciones que se presentan en el manejo de post
cosecha, lo que disminuye la calidad del grano, debido a la insuficiencia de instalaciones físicas,
como cajas de fermentación, secaderos manuales, automáticos o a pleno sol que garanticen el
mantenimiento en óptimas condiciones la recogida de las cosechas del producto.
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A pesar de las limitaciones señaladas que obstaculizaron el desarrollo sustentable de la actividad
cacaotera, es preciso mencionar los factores que motivaron el repunte de las exportaciones del
producto, a partir del año señalado, entre los que se destacan: el reforzamiento de plantaciones
y control de plagas, apoyo sistemático a las actividades de extensión y capacitación de manejo
de cultivo, llevada a cabo por la SEA conjuntamente con los productores. También, el
incremento de un 24% en los precios pagados a nivel de finca, que contribuyó en el aumento del
volumen exportado.
14.2.1 Productos no Tradicionales
14.2.1.1 Raíces y Tubérculos
Dentro de los rubros que conforman esta categoría de productos se analizan batata, yuca,
yautía, ñame y papa. Para el período 1989-1998, el ritmo de ventas de estos rubros en el
comercio exterior refleja pronunciados descensos, siendo la papa y la yuca los que
experimentaron las mayores caídas durante la serie; acusando una tasa acumulativa anual
decreciente de 38 y 30% respectivamente, siendo en término de valor monetario de 31 y 30% en
igual orden.
De igual forma, registraron declives en los niveles exportables la yautía y batata con un
4% y 1% respectivamente. Mientras que el ñame, es el único renglón de las raíces y tubérculos
que mostró un leve crecimiento en su tasa anualizada de 0.2%.
En lo que respecta a la generación de divisas, el ñame verificó la mayor tasa del período
en cuestión, con un 11%, seguido por la batata y la yautía con 5y 3%, respectivamente.
Es importante destacar, que no obstante estos rubros acusar tasas de crecimiento
negativas durante la década, los mismos exhibieron incrementos satisfactorios en el año 1998,
cuando los comparamos con los niveles exportados en el año anterior (1997).
Podemos observar, que tanto la yuca y el ñame representaron los rubros de mayor
aumento con 165% y 19%, respectivamente, es decir, de 102.4 T.M. de yuca en 1997 ascendió a
271.6 T. M. En 1998; mientras que el ñame pasó de 557.8 T. M. a 661.1 T. M. en 1999.
Mientras que en cuanto a generación de divisas se incrementaron en 166% y 56% en igual
orden, al pasar de US$29,281 a un valor extraordinario de US$78,010 para la yuca; y de
US$347,648 a US$540,531 en el caso del ñame.
De estos rubros, solamente la papa registró una caída pronunciada con un 47% en sus
volúmenes exportados, siendo un 66% en lo que respecta a la generación de divisas, o sea de
US$17,994 generado en 1997, éstos cayeron en 1998 a tan sólo US$6,163.
14.2.1.2 Musáceas
El renglón musáceas está integrado por el plátano y el banano, siendo este último el principal
rubro de exportación, debido a sus mejores niveles de competitividad a nivel mundial y a su gran
demanda por la Comunidad Económica Europea.
No obstante esto, el banano está dando señales de estancamiento en cuanto a los volúmenes de
exportación, lo que ha conllevado a los sectores del país involucrados en esta actividad, a
implementar políticas de desarrollo que tiendan a elevar los niveles de productividad y
competitividad que le permitan a la nación obtener la posición preponderante que años atrás
ocupaba en el mercado internacional.
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Esto se corrobora cuando analizamos el subperíodo1994-1998, época en que los
volúmenes exportados cayeron en un 34%, debido al descenso registrado de 95,128.5 T.M. de
banano en 1984 ( siendo ésta la mayor cantidad exportada durante la década 1989-1998), a
63,179.5 T.M. en 1999. Mientras que las divisas generadas por este concepto bajaron en 23%,
al pasar de US$18.1 millones en 1994 a US$14.1 en 1999.
Al comparar los volúmenes exportados del año 1998 con relación al precedente, se aprecia se
verificó una caída de 690.8 T.M. de banano, al pasar de 63,8610.3 T.M. en 1997 a 63,179.5 T.
M. en 1999. Sin embargo, no ha sido el caso en ingresos de divisas, ya que las mismas
repuntaron un 35%, al pasar de US$10.8 millones en 1997 a US$14.1 millones en 1999.
Este aumento saludable en el ingreso de divisas se debió, a los buenos precios internacionales
de la fruta que prevaleció en ese año; lo que permitió a la República Dominicana aprovechar esa
coyuntura estacional.
Sin embargo, es necesario señalar factores que conllevaron a que el producto no tuviera
un mejor desempeño el año recién finalizado como fueron: los efectos provocados por el
Huracán Georges, destruyendo el 80% de las plantaciones bananeras así como por las
presiones que están ejerciendo los países de Centroamérica para que la Comunidad Europea
redefina su política de régimen de importación de banano al mercado europeo de los 12 países
ACP que gozan de una buena cuota y franquicia arancelaria favorable.
En lo concerniente al plátano, su exportación presenta marcadas fluctuaciones para el
período 1989-1998, oscilando las 2 mil y 4 mil toneladas métricas anual. Para el período en
cuestión, el ritmo de exportación de plátanos acusó una tasa anual negativa de 6%, al caer las
cantidades de 4,469.9 T.M. en 1989 a 2,628.4 T.M. en 1999.
Al comparar las exportaciones de plátanos realizadas en 1998 respecto al año anterior,
observamos que las mismas realizaron los niveles que han caracterizado la serie, el cual es 2 mil
toneladas métricas; representando una caída en los volúmenes reportados en un 56%,
equivalente a 3,300.3 T.M. de plátanos menos de lo exportado en 1997, que había ascendido a
5,928.7 T. M. en el año señalado. Mientras que las divisas cayeron a US$670,350, esto es
US$1.2 millones menos de lo generado en 1998.
Gran parte de la caída registrada se debió fundamentalmente a los embates ocasionados por el
Huracán Georges, provocando pérdidas cuantiosas al 90% de las plantaciones de plátanos en
las zonas de mayor producción del país.
14.2.1.3 Leguminosas
Dentro de este grupo alimenticio se ha considerado el guandul, por ser el rubro de mayor
importancia en el comercio exterior dominicano. Para la década 1989-1998, las exportaciones
de la leguminosa mencionada registraron una tasa de crecimiento anualizada de 7%, al caer las
cantidades exportadas desde 17,037.7 T M en 1989 a 8,785.9 TM en 1999. En términos
monetarios, la tasa de crecimiento arrojó –4%, al cifrar US$11.4 millones en 1989 y US$8.3
millones en 1999.
Cuando analizamos el comportamiento del producto durante la serie, los años 1989 y 1995 se
destacan en el sentido de que cifraron los máximos niveles de exportación ascendentes a las 17
mil y 16 toneladas métricas. Con la particularidad de que, no obstante superar el 1989 con 1 mil
toneladas métricas exportadas, los reportes monetarios al país fueron menores, con una
diferencia de US$2.3 millones de lo generado en 1995, cuando se obtuvo la suma de US$13.7
millones. Esto se explica por los buenos precios internacionales de la leguminosa durante los
últimos cinco años.
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En otro orden, el desempeño exhibido por las exportaciones del rubro durante los últimos
dos (2) años (1997 y 1998), se mantuvo constante en las 8 mil 700 toneladas métricas. Sin
embargo, las divisas generadas registraron un aumento satisfactorio de un 9%, al pasar la
facturación exportable de US$7.7 millones en 1997 a US$8.3 millones en 1999. Esto es debido
a lo explicado anteriormente, por el efecto positivo de los niveles de precios internacionales.
14.2.1.4 Frutas
Esta categoría de productos está conformada por lechosa, aguacate, cítricos, piña fresca,
melones y mangos. Para el período 1989-1998, la tendencia de exportación de estos productos
reflejan ciertas fluctuaciones, debido a que están condicionadas a las situaciones económicas y
climáticas que se presentan durante el año en el país. De los rubros mencionados, tres
alcanzaron los dos (2) dígitos en cuanto a sus tasas de crecimiento acumulativa anual, como
fueron mango, aguacate y lechosa, con 19, 13 y 11.5% respectivamente; mientras que, cítricos y
melón acusaron tasas de 6% y 2%, según el orden establecido.
Sin embargo, es cuestionable el comportamiento mostrado por la piña fresca que
continuó su descenso en cuanto a volúmenes exportables; y por ende ingresos de divisas que
años atrás se caracterizaba por su rol efectivo en la participación económica de los rubros no
tradicionales de exportación. Esto es así, ya que para el período en cuestión, la tasa de
crecimiento acumulativa de la piña fue de (-27%) en volumen exportado y –21%, en lo que
respecta a ingresos de divisas.
Los factores que están influyendo negativamente en la producción y exportación de la
fruta, cabe mencionar reducción de la rentabilidad y productividad de las empresas dedicadas a
esta actividad, la salida del mercado de empresas importantes en el ramo; así como
disminuciones de las áreas de siembra. También es preciso señalar la falta de ejecución de una
política agroindustrial que permita el desarrollo sostenible del cultivo, con miras hacia una
expansión comercial internacional.
Al comparar el resultado de las exportaciones realizadas de las frutas en 1998 con
relación a 1997, se aprecia una caída estrepitosa de las variables analizadas para la mayoría de
los rubros bajo estudio que son melón con 46%, piña 39%, cítricos y aguacate con 12 y 5%,
respectivamente. Solamente el mango registró un excelente resultado de 19% en los niveles de
exportación y un extraordinario aumento en divisas de 57%. Mientras que la lechosa registró un
leve incremento de tan sólo 1% en volumen exportado y de 9.3 en lo concerniente a divisas
generadas por dicho concepto.
14.2.1.5 Vegetales
Para el estudio del grupo vegetales, se consideró nueve (9) rubros, de los cuales seis (6)
registraron tasas de crecimiento anualizadas positivas, como fueron la tayota con 51%, cebolla
27%, apio y repollo con 22 y 16%, respectivamente. Mientras que berenjena y ajíes registraron
apenas 1% para ambos productos.
Por su parte la auyama, acusa una tasa de crecimiento de 10%; cilantro y tomate
acusaron tasas de crecimiento negativas en el orden de 7 y 5%, respectivamente.
En lo relativo a divisas devengadas por concepto de exportación, la tayota y cebolla
fueron los de mayor nivel de crecimiento con tasas de 59 y 49%, respectivamente; seguidos por
los rubros repollo con 14% y la berenjena con 12%.
Para 1998, las exportaciones de los vegetales continuaron en ascenso, al relacionarlo
con los resultados obtenidos en 1998. Salvo el rubro repollo, que tras un comportamiento
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satisfactorio durante la década fue el que registró la mayor caída para el año finalizado con 72%,
continuando con ajíes y cilantro. Este último mantiene su tendencia decreciente, con una
disminución de 56%, mientras que el ají se contrajo en 33%.
Sin embargo, no obstante el tomate y la auyama acusar tasas de crecimiento
acumulativa anual negativa para la serie 1989-1998, sobresalieron entre los rubros de mayor
desempeño en los dos (2) últimos años. Tenemos que el tomate registró un incremento de
457%, cebolla 185% y tayota de 62%. En lo relativo a divisas generadas durante el último año
(1998), tenemos que la cebolla y tayota fueron los productos que acusaron el mayor incremento
en divisas ingresadas con 1,100% y 330.6%.
14.2.2
Análisis de Mercado del Banano
El banano es uno de los productos que ha tomado gran importancia en la economía nacional, por
ser uno de los productos no tradicionales de exportación que generan mayor cantidad de divisas
por este concepto y contribuye a la generación de empleos.
En lo que se refiere al comercio de la musácea, el país suscribió el convenio de Lomé IV
en 1989, con la Comunidad Económica Europea y el Grupo ACP del Caribe. Por medio a este
convenio el país obtuvo acceso al mercado comunitario europeo en lo referente al banano y se le
asignó una cuota bajo la cual, el banano que entre a la Comunidad Económica Europea en el
marco de esa cuota tiene un precio preferencial.
Dada la importancia que fue tomando este rubro, en el año 1992 el Poder Ejecutivo creó la
Comisión Nacional de Política Bananera, la que tiene como objetivo preservar, fiscaliza y regular
las actividades productivas y el mercado del banano. Esta Comisión está presidida por el
Secretario de Estado de Agricultura.
Las expectativas creadas a partir de la fecha y los beneficios que se derivaron del Convenio, hizo
que se incrementaran las áreas de siembra; en consecuencia, se incrementó la producción y la
exportación del banano extraordinariamente; de manera que en 1994 se obtuvo 113 mil T.M. en
una superficie de 100 mil tareas. De la cantidad producida se exportaron 95 mil T. M., lo que
constituyó un 85% de la producción del año. El valor de estas exportaciones ascendió a
US$18.1 millones.
Para el año 1995 en virtud del Reglamento CEE-400/95, se asignó a la República
Dominicana una cuota de 55 mil T. M. de bananos para exportar a la Unión Europea; de manera
tal que esta cantidad equivale al 61% del total de la cuota que corresponde a los países ACP no
tradicionales.
Dado el alto costo que representa la producción de este rubro, por la demanda intensiva
de alta tecnología, su venta en la Unión Europea fuera de los beneficios de la cuota, representa
pérdidas.
La zona de mayor producción de banano para fines de exportación es la región Noroeste
del país, principalmente en Montecristy, donde se encuentra el proyecto estatal La Cruz de
Manzanillo, con una superficie de 10 mil tareas y la Provincia Valverde Mao.
Estas provincias están dotadas de las condiciones agroclimatológicas favorables para el
desarrollo del cultivo, además de conjugarse esto con una infraestructura de producción
avanzada y la especialización de los productores y por la cultura de producción que tienen los
mismos de este rubro.
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Otra zona productora de guineo, aunque en menor escala, es la suroeste, específicamente en la
Provincia de Azua. La producción de esta zona es, principalmente, en base a agricultura
orgánica y por ende goza de gran demanda en la Comunidad Europea, por la tendencia en los
países desarrollados a consumir productos obtenidos bajo este régimen de producción, no
obstante, los productores que tienen acceso a mayor información sobre el comercio de este
rubro en los mercados internacionales, son los de la zona Noroeste, por estar mejor
organizados. La actividad bananera en su proceso de producción y exportación, genera una
empleomanía directa a unas 50 mil personas.
En el año 1997 se exportaron hacia la Unión Europea y otros países que compran el
banano, unas 63 mil 8610.6 T.M. del rubro; esta cantidad sobrepasó en 8 mil 8610.6 T. M., la
cuota preferencial asignada a nuestro país por la Comunidad Europea. Hay que reseñar, que
esta cuota tiene la flexibilidad de que puede fluctuar en más o menos un 10% de su volumen
total.
Para el año que recién finaliza, el país introdujo a la Unión Europea 62 mil 922.2 T. M. de
banano. En el trimestre abril-junio fue la época de mayor exportación, en la cual se exportó un
volumen superior a las 24 mil T.M. de banano. Mientras que el subperíodo de menor flujo de
exportaciones fue el trimestre octubre-diciembre, en el cual salieron del país sólo 7 mil 361.6 T.
M. dirigida hacia ese destino.
En ese mismo orden hay que señalar que, después del paso por el país del Huracán Georges
se logró hacer un contrato comercial con Puerto Rico, que le permitió a los productores
asociados colocar a precios mucho más competitivos que el de los operadores europeos unas 20
mil cajas de banano por semana. Esto constituye un volumen mensual de 1,454.55 T. M.
Este hecho constituyó un efecto muy positivo, ya que hizo posible que compradores europeos
estén pagando el banano dominicano más caro, por el hecho de Puerto Rico haber entrado al
mercado.
Se estima que la producción de banano ascenderá a 440,740 T. M. para el 1999, concentrando
los mayores niveles de producción, en los dos primeros trimestres del año. Ambos subperíodos
podrían reportar volumen de producción por el orden de 113 mil T. M. La menor producción
podría registrarse en el último trimestre del año, con un volumen de 106 mil T. M.
Además, se estima que para el 1999 las exportaciones de banano a la Unión Europea,
superaría las realizadas en 1998 en aproximadamente un 10%. Dado que las exportaciones de
1998 alcanzaron un volumen total de 62,922.2 T. M., mientras que para este año se espera que
el volumen supere las 69,395 T. M.
La Comisión Nacional de Política Bananera, hace grandes esfuerzos por colocar a los
productores nacionales en mejor poder de negociación de su producto. Con una visión de futuro
se analizaron las perspectivas de este mercado en la reunión que se celebró el pasado mes de
diciembre de 1998, donde se consideró que aunque el mercado puertorriqueño reportó buenos
beneficios no es permanente, por lo que no se deben crear grandes expectativas sobre el
mismo.
Además, otro aspecto que es objeto de análisis por la Comisión de Política Bananera, es
el hecho de que se debe tomar muy en cuenta, que en un futuro no lejano el país participará en
un mercado abierto en la Unión Europea, donde se tendrá que compartir el escenario con otros
países productores más grandes que el nuestro y toda la consecuencia que esto acarrea.
Esta aseveración se fundamenta en las constantes solicitudes que han hecho países
productores tradicionales de banano latinoamericano y los Estados Unidos a la Organización
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Mundial del Comercio (OMC), para que la Unión Europea modifique el Reglamento 404/93
relativo al régimen de comercialización del banano.
En el año 1998, el Consejo de la Unión Europea modificó el reglamento, acogiéndose a las
recomendaciones del Organo de Solución de Diferencia (OSD) de la Organización Mundial del
Comercio (OMC) para este producto. En esta modificación no se contempló la eliminación de
cuota, lo que se acordó que un nuevo contingente arancelario de 353,000 toneladas métricas lo
relacionado con las licencias y el arancel en sí.
En lo que respecta al pago de arancel, las medidas tomadas favorecen a la República
Dominicana, ya que la decisión adoptada por el Consejo fue conocer el derecho de acceso libre
de los impuestos para los proveedores no tradicionales para el contingente autónomo de las
nuevas 353,000 toneladas métricas y los países terceros sólo deben pagar 75 ECUS de arancel
por toneladas.
En igual medidas, se aprobó que para la cantidad importada fuera de cuota, los
proveedores ACP tradicional y no tradicional podrán exportar con el pago de 100 ECUS de
arancel por tonelada, mientras los países terceros deben pagar 200 ECUS por tonelada.
La República Dominicana apoyó el nuevo régimen para la política de comercialización
del banano aprobado por el Consejo Europeo.
14.3 Análisis de las Importaciones de Productos Agropecuarios (1989-1998).
Las importaciones agropecuarias constituyen una variable de significativa importancia para
analizar el comportamiento de nuestro sector externo, con una participación destacada dentro
del total de las compras realizadas en el exterior. Además, las importaciones proporcionan
parámetros sobre estacionalidad en la producción de rubros agrícolas, que por su gran demanda
afectan la disponibilidad de los mismos permitiendo dar alertas con el propósito que se reduzcan
la vulnerabilidad alimentaria del país.
Generalmente, en la producción nacional se presentan desfases entre disponibilidad versus
demanda, siendo acentuada esta situación en los bienes agropecuarios de gran consumo
nacional, dentro de las cuales se destacan los cereales, las grasas comestibles, leguminosas,
vegetales y la leche. Dentro del comportamiento que exhiban las importaciones se observan los
cambios ocurridos en el balance del comercio exterior agropecuario, que desde la década de los
años noventa se configura una tendencia creciente de importaciones de productos
agropecuarios.
14.3.1 Maíz
Las importaciones de este cereal responden al rol que juega como insumo vital en un sector de
constante expansión como la industria avícola, de ahí que los volúmenes importados en el
decenio 1989-1998 muestran una tendencia creciente.
Para 1989 las importaciones de maíz alcanzaron los 6 millones 913 mil quintales, pasando a 14
millones 267 mil quintales en 1998, equivalente este crecimiento a un 106%, lo que representa
un incremento en términos absolutos de 7 millones 540 mil quintales de maíz. Para los dos
últimos años (1997-1998), las importaciones del cereal reflejaron la misma tendencia observada
a lo largo del período bajo estudio, ya que en 1997 registraron 11 millones 541 quintales,
aumentando en 1998 a 14 millones 267 mil quintales, lo que representa un incremento de 24%
respecto al 1998.
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14.3.2 Trigo
Al analizar el comportamiento de las importaciones de trigo en el período 1989-1998, las mismas
verificaron promedios anuales de 4.4 millones de quintales, registrándose en 1994 el mayor
volumen importado de 5.1 millones de quintales, correspondiéndole al 1998 el año de más bajas
importaciones del período bajo estudio con 1.9 millones de quintales.
En los primeros dos años de la serie evaluada, las importaciones de trigo se incrementaron en
un 2%, al pasar de 4.2 millones de quintales en 1989 a 4.3 en 1990. Similar comportamiento se
verificó en el gasto en divisa, los cuales se incrementaron en un 6% pasando de 41.9 millones de
dólares en 1989 a 44.3 millones de dólares en 1990.
Este comportamiento refleja estabilidad en los volúmenes importados del cereal en virtud de que
los mismos no sufrieron variaciones bruscas, salvo la caída en el volumen importado en 1999.
En cuanto al crecimiento, medido en términos de tasa promedio anual las importaciones de trigo
lo hicieron a un ritmo negativo de (39%) en el decenio 1989-1998, significando una erogación en
promedio general de 36 millones de dólares en dicho período. Correspondiéndole al año 1991 el
de mayor erogación de divisas con 44.1 millones de dólares.
En el subperíodo 1996-1998 los volúmenes importados crecieron a una tasa promedio anual
negativa (37%), al pasar de 3.8 millones de quintales en 1996 a 1.9 millones de quintales en
1999. En cuanto a la erogación de divisas por este concepto en el trienio arriba señalado, se
observa un descenso del orden de (62%), al pasar de 37.1 millones de dólares en 1996 a 13
millones de dólares en 1999.
14.3.3. Arroz
Las importaciones de este importante cereal de la dieta diaria de la población dominicana,
manifiesta la ausencia de un patrón definido, dado que los volúmenes importados están sujetos a
las variantes que se observan en la producción nacional de año a año. En la década 1989-1998
las importaciones de arroz registran una tasa acumulativa anual de 5%, al pasar de 791 mil
quintales en 1989 a 1,252 mil quintales en 1999. Debiendo señalar, que en la serie bajo estudio
el mayor volumen importado correspondió a este último año.
En el primer trienio (1989-1991) las importaciones de arroz registraron una tendencia decreciente
al presentar una tasa de crecimiento promedio negativa de (17%). Sin embargo, dicha tendencia
se revierte a partir del año 1995 con incrementos continuos en los volúmenes importados, con la
sola excepción del año 1996 cuando solo se importaron 62 mil quintales del cereal en el año
No obstante, para 1998 las importaciones del cereal descienden en un 25%, con relación a las
realizadas en 1998. Esto así, por el hecho que en el 1998 el país compró en el exterior 1 millón
252 mil quintales, en tanto que el año anterior las cifras disponibles se situaron en 1 millón 681
mil quintales de arroz importado.
Este comportamiento registrado en los volúmenes importados del cereal en 1998, obedece a que
en los últimos tres (3) meses del año se mantuvo un inventario sobre los 2 millones de quintales
del rubro. Este hecho es resultado de las medidas estratégicas tomadas por las autoridades del
sector, después del paso por el país del Huracán Georges, tendente a mantener la oferta
necesaria de los productos de gran consumo nacional, como es el caso del arroz; a sabiendas
que el mismo sufrió grandes daños por fenómeno natural.
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14.3.4 Habichuela Roja
Este rubro está clasificado entre los de mayor sensibilidad, dado el rol que los consumidores
dominicanos le asignaron como productos de la canasta de consumo básica. El comportamiento
de las importaciones de esta leguminosa durante el período 1989-1998, observa un curso
caracterizado por fluctuaciones continuas de un año a otro, en función de que dichas
importaciones se realizan de forma puntual para suplir los déficit provocado por la estacionalidad
propia de dicho cultivo, ante una demanda que la producción nacional no cubre a cabalidad.
Para los primeros cuatro años las importaciones de la leguminosa decrecieron en promedio a
una tasa de un (30%), al pasar de 362 mil quintales en 1989 a 222 mil quintales en 1992. En el
trienio 1995-1997 se observa en el comportamiento de las importaciones un incremento de un
88% en términos de tasa de crecimiento promedio.
En los últimos dos años de la serie las importaciones de este producto registraron la misma
tendencia de crecimiento reflejándose en un incremento promedio anual del orden de 66%, por el
hecho que en 1997 las compras de habichuela en el exterior fueron de 549 mil quintales y de
913 mil quintales en 1999. El incremento que se observa en las importaciones de habichuela,
conllevó a un gasto en divisas de alrededor de US$20 millones de dólares promedio anual.
14.3.5 Leche
Dentro de las importaciones pecuarias, la de leche ocupa un lugar preponderante por ser en este
producto donde se manifiesta mayor sesgo entre la producción y el consumo, la cual induce a
suplir dicha brecha con masivas importaciones, creándose las condiciones para que ante un
escenario de liberalización gradual de comercio exterior, se sucedan debates entre los actores
principales: los productores nacionales y el sector importador.
En el decenio bajo estudio (1989-1998) las importaciones de leche registraron incrementos
continuos, como lo refleja el comportamiento de la tasa de crecimiento promedio 58% anual, que
se sitúa al pasar los volúmenes importados de 42 mil quintales en 1989 a 825 mil quintales en
1999.
El gasto en divisa que generó el comportamiento observado en las importaciones de leche
durante la década, hace que las mismas se incrementen a una tasa de crecimiento anual de
60%, cuando de US$1.3 millones que se requerían para comprar el rubro pecuario en 1989 se
elevaron a US$88 millones en 1999.
Durante el ciclo 1992-1994, las importaciones de leche crecieron a una tasa promedio anual de
9.5% con registro de 397 mil quintales en 1992 y pasar a 467 mil quintales en 1994, igual
comportamiento se verificó en los requerimientos de divisas para dicho ciclo, al pasar de US$33
millones 700 mil en el primer año a US$42 millones 400 mil en 1994, como queda expresado en
una tasa de crecimiento de 26%.
En el año 1997 se registró el mayor volumen de importación del período bajo estudio con 847 mil
quintales, superior en un 3% al volumen importado en el 1998, cuando en ese año se registran
825 mil quintales. La misma tendencia se verificó en los gastos en divisas, los cuales
disminuyeron en 4%, debido a que con US$88 millones se adquirió la leche en el mercado
exterior en el 1998, necesitando unos US$91 millones en 1997 para realizar la compra.
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14.3.6 Ajo
Este rubro se caracteriza porque los volúmenes de producción no satisfacen la demanda
nacional. Entre otros factores se señala el ciclo productivo del cultivo, que está bien definido
para una época del año, provocando una demanda insatisfecha que se suplen con importaciones
que conllevan a fuertes erogaciones en dólares.
En el período 1990-1998 las importaciones de ajo manifiestan una clara tendencia a
incrementarse, como lo revela la tasa de crecimiento promedio de dicho intervalo, la cual creció
en un 35% al variar de 11 mil quintales en 1990 a 124 mil quintales en 1999. Precisamente en
1990 se registró el mayor volumen de importación del subperíodo indicado con tan solo 11 mil
quintales.
Para los últimos cuatro años de 1995-1998 las importaciones de ajo mantuvieron la tendencia
inicial, al incrementarse en un 3% en términos de tasa acumulativa anual con registro inicial de
112 mil quintales en 1995 al final del intervalo con 124 mil quintales. En tanto que, al relacionar
el 1998 con 1997 el incremento en el volumen importado es de 38%. Mientras que las
erogaciones necesarias para cubrir dichas importaciones para los últimos dos años del período
bajo estudio, disminuyeron en un 37%, al pasar de US$6 millones 18 mil en 1997 a US$3
millones 873 mil en 1999.
14.3.7 Cebolla
Otro rubro cuyas importaciones en los últimos años resultan significativas es la cebolla, y esto
obedece a dos razones: por un incremento en la demanda y porque la producción nacional del
bulbo no registró los niveles de productividad satisfactorios.
En el período bajo estudio 1989-1998, solo están disponibles las estadísticas de importación de
cebolla desde el 1995-1998, observando en esos años un incremento en términos de tasa
acumulativa anual de 77% al pasar de 61 mil quintales en 1995 a 338 mil quintales en 1999. De
igual manera se registró un incremento en el gasto en divisas para el mismo período de 393% al
verificarse en 1995 erogaciones en divisas por un valor de US$349 mil y terminar registrando
US$7 millones 800 mil. De la serie 1995-1998 este último año fue el de mayor importación con
337 mil quintales originando un gasto en divisa de US$8.8 millones.
14.3.8 Grasas Comestibles
El comportamiento registrado por las importaciones de grasas comestibles para la década 19891998, se caracterizó por un constante crecimiento expresado en una tasa de crecimiento
promedio anual de 11%, al pasar de 1 millón 128 mil quintales en 1989 a 1 millón 623 mil
quintales en 1999.
En la serie bajo estudio, el año donde hubo mayor volumen importado de grasa comestible fue
1994 con 1 millón 686 mil quintales, lo que representó un incremento de un 68% respecto al año
anterior. De otro lado, durante el período en consideración, el año de menor importación fue el
de 1995 con una reducción del orden del 47% respecto al año precedente, al pasar de 1 millón
686 mil quintales en 1994 a 889 mil quintales en 1995. Retomándose a partir de ese año el ritmo
anterior, al incrementarse en un 71% en el 1998.
En los últimos dos años del período que se analiza, las importaciones se mantuvieron creciendo
a un ritmo menor que el anterior crecimiento del año 1996, tan sólo ascender a una tasa
promedio de 3%, en cuanto a las divisas necesarias para hacer las compra en el exterior, el
incremento en 1998 fue de un 2% con relación al año anterior. Esto se explica porque en 1997
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los requerimientos en divisas para importar grasas fueron US$410.8 millones y para el año
siguiente, 50.7 millones.
PROPIEDAD Y USO DE LA TIERRA
La tierra constituye para el hombre que la trabaja la base de su estabilidad económica y
fundamento para un progresivo bienestar de la familia rural. Sin embargo, a medida que la
población aumenta, la disponibilidad de tierra cultivable por habitantes disminuye. Un millón de
hectáreas de tierra cultivables desaparecen definitivamente cada año por la acción del hombre.
De aquí que se impulsen programas de reforma integral orientados hacia una efectiva
transformación de las estructuras del sistema actual de tenencia de la tierra.
El país dispone de una superficie total de 42.6 millones de tareas de uso agrícola, de las cuales
21.0 millones de tareas son tierras agrícolas cultivadas que representan el 55% de la superficie
total, mientras que el 19.0 millones son dedicadas a pasto y 2.6 millones constituyen los
bosques, montes y otros.
De acuerdo al último censo agropecuario realizado en el país en 1981, el 32% de los terrenos
dedicados a la agricultura se usaban en la plantaciones de caña de azúcar. Sin embargo, como
consecuencia del deterioro que en los últimos años había experimentado este rubro de la
agropecuaria dominicana, el área había sido significativamente reducida, y gran parte de esta
tierra ha sido utilizada para otros fines, a partir de la política de diversificación de los terrenos
cañeros.
De acuerdo a la misma fuente de los cultivos perennes el café ocupa un 10%, cacao 9% y el
resto lo constituyen otros cultivos arbóreos como frutales y coco.
EFECTOS DEL HURACAN GEORGES A LA AGRICULTURA DOMINICANA
5.1 Evaluación de Daños Ocacionados por el Huracan Georges
Con el paso del Huracán Georges, la agricultura del país sufrió enormes daños como
consecuencia de los fuertes vientos y las inundaciones que afectaron gran número de
plantaciones agrícolas, árboles y frutas. En igual medida a la avicultura, la ganadería y la
silvicultura del país. De igual manera, la población rural fue notablemente afectada no solamente
por las pérdidas en el aspecto productivo, sino también en lo referente a caminos vecinales,
carreteras, presas, canales de riego, viviendas, o sea, en sentido general.
De acuerdo a la evaluación realizada por esta Secretaría de Estado de Agricultura, las pérdidas
en la agropecuaria a nivel nacional por los efectos del huracán, representaron en valor monetario
alrededor de unos RD$6,700 millones. En términos de superficie se perdieron unas 3,037,863
tareas de cultivos de gran consumo nacional.
Presentando las pérdidas agrícolas en las diferentes regionales, tanto a nivel de superficie como
en valor, se demuestra el alcance de las mismas si se toma en consideración la especificidad de
la producción de muchos cultivos por regional.
En la Regional Central fueron afectadas unas 828 mil 814 tareas, perdiéndose de las mismas
247 mil 094 tareas. De este resultado fueron afectados en mayor proporción los rubros: plátano,
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guineo, remolacha, tomates de ensalada e industrial, repollo, papa, ajíes y cebolla. En tanto que,
en términos de valor la pérdida significó unos RD$415 millones 265 mil, equivalente al 9% de las
pérdidas en el renglón agrícola.
Asimismo, en lo que respecta a la Regional Norte, las pérdidas causadas por el fenómeno
atmosférico fueron las menos cuantiosas, representando tan sólo el 6.4% del monto agrícola. En
cuanto a la superficie, de un total de 828 mil 814 tareas, sólo fueron afectadas un 30%. Los
cultivos que más sufrieron pérdidas fueron el plátano, arroz, café, yuca, aguacate, entre otros.
En la Regional Norcentral el huracán ocasionó daños de mucha significación, situándose la
misma en pérdidas de valor en unos RD$663 millones 151 mil. Al momento del paso del
huracán, en esta regional habían unas 804 mil 756 tareas, de las cuales fueron afectadas 389 mil
535 tareas, lo que significa un 48% del total en cultivo. Los rubros agrícolas más afectados en
esta Regional fueron el plátano, yuca, guineo, café y arroz.
En el mismo contexto se analiza la Regional Nordeste, verificándose que fueron afectados por el
huracán 773 mil 503 tareas, equivalente al 27% de las tareas existentes antes del paso del
fenómeno. En términos de valor, los daños fueron de RD$949 millones 832 mil, que
representan el 22% del total de las pérdidas agrícolas en todo el país. Los cultivos más
afectados en esa regional, fueron el arroz, habichuelas roja y negra, plátano, guineo, yuca,
yautía y auyama.
En la Regional Este el total de la superficie afectada por la misma causa fue de 653 mil 60
tareas, sufriendo daños los cultivos batata, ñame, yuca, yautía, cacao, arroz, maíz, habichuela
negra, entre otros. En cuanto al valor, la pérdida fue de RD$476 millones 35 mil, representando
esto el 11% del total de las pérdidas.
En ese mismo orden, hay que destacar que la Regional Suroeste fue grándemente afectada, por
el hecho que sufrió daños por un valor de RD$604 millones 862 mil, que representan el 16% del
total de las pérdidas agrícolas. En cuanto a la áreas afectadas, las mismas fueron unas 567 mil
778 tareas, lo que representa el 49% de la superficie en cultivo al momento del paso del
huracán, que eran 1 millón 160 mil 493 tareas en existencia, afectando a los cultivos arroz, maíz,
sorgo, leguminosas comestibles, hortalizas, musáceas, café, raíces y tubérculos, entre otros.
En lo que respecta a la Regional Sur, el fenómeno provocó daños significativos, además de la
agricultura, en infraestructura de riego, en viviendas, en caminos vecinales y carreteras. La
pérdida en valor a la agricultura asciende a los RD$796 millones 916 mil, equivalentes al 18% del
valor total.
En la superficie afectada, ésta registró un 46% del área total en existencia, que eran 953 mil 958
tareas, antes del paso del huracán. Entre los rubros que fueron afectados se encuentran
plátano, guineo, habichuelas roja, negra y blanca, así como yuca, batata, hortalizas, cebolla,
entre otros.
En lo referente a la Regional Noroeste, ésta fue la menos afectada por dicho fenómeno,
alcanzando en términos de valor una pérdida de RD$78 millones 596 mil, representando tan sólo
2% del monto agrícola. En términos físicos, ésta manifiesta daños en 38 mil 299 tareas,
representando el 8% de una superficie en cultivo de 506 mil 302 tareas. Entre los cultivos que
sufrieron mayores daños fueron las musáceas, plátano y guineo, así como el arroz y la yuca.
5.2. Acciones Ejecutadas para la Recuperación del Sector Agropecuario
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Como consecuencia del desastre ocasionado por el Huracán Georges, las autoridades del
sector agropecuario se embarcaron en la ejecución de un “Plan de Rehabilitación y Fomento de
Rubros Alimenticios, en respuesta a los daños causados por este fenómeno natural. Este es un
plan de ciclo corto que contempló acciones de apoyo a la producción, con siembra de cultivos
afectados, con el objetivo de mantener adecuadamente abastecidos los mercados con productos
de consumo de la canasta familiar agropecuaria.
Las condiciones de infraestructura de la agricultura dominicana siguen en condiciones de
recuperar el terreno perdido y de fortalecer las superficies sembradas que resistieron los
embates, las cuales constituyeron la oferta que estuvo abasteciendo el mercado en los meses
siguientes al paso del fenómeno natural. En tanto que, la recuperación de la superficie afectada
requirió algunas acciones de apoyo a la producción consistentes con el objetivo de mantener un
nivel adecuado de abastecimiento del mercado.
Entre las acciones puestas en ejecución por el sector agropecuario en su conjunto, se destacan:
El programa de compra de productos comestibles afectados por el ciclón, que tenía como
objetivo retirar de las fincas las ofertas disponibles como consecuencia de la caída de platanales
y otros rubros, a fin de evitar mayores pérdidas al productor y a la vez garantizar que estos
lleguen al mercado de una manera apropiada hasta el consumidor.
Asimismo, la ejecución de un programa de ventas con el objetivo de garantizar el abastecimiento
a nivel detallista, mientras se restablecen los canales normales de comercialización de
productos, sobre los cuales había buenos niveles de inventario.
Con el propósito de reiniciar las actividades de siembra fomento de la agricultura en la zonas
afectadas, así como otras que presentan condiciones óptimas para el fomento de cultivos
seriamente dañados por el ciclón, se ejecutaron diversas acciones, las que requerían de una
inversión de RD$353.0 millones para su ejecución en los siguientes 60 días. Estas acciones
serán las siguientes:
a)
Crear un Fondo Especial en el Banco Agrícola para el Fomento de Víveres y
Hortalizas, el cual tuvo una duración de tres meses
b)
Ante la emergencia que implica para la agricultura un fenómeno de esta naturaleza
que afecta plantaciones, caminos, sistema de riego, drenajes y todas las condiciones de
infraestructura de producción, fue necesario el apoyo de brigadas de trabajadores que ayudaron
a restablecer rápidamente las condiciones generales de producción, a fin de que las acciones de
apoyo para la siembra y rehabilitación de cultivos pudieran realizarse lo antes posible.
c)
Ejecución de un programa de preparación de tierras en las regiones aptas para la
siembra inmediata de los cultivos alimenticios mas afectados por el ciclón. En tal sentido, la SEA
concentró los equipos del PROSEMA en estas áreas, igualmente se reparó la flotilla existente y
se adquirieron equipos adicionales para completar el parque de maquinaria necesaria para los
esfuerzos que había que realizar en ese momento.
d)
Realizar un programa de recolección y distribución de Material de Siembra, a fin de
evitar la pérdida del material de siembra disponible en esos momentos, así como garantizar a los
productores material de siembra para las nuevas siembras que se realizarían.
e)
A fin de que se lograran los resultados esperados de las acciones de rehabilitación
de platanales, las brigadas utilizadas por la SEA para apoyar a los productores de plátanos, se
ejecutó un programa de fertilización tendente a asegurar los resultados productivos esperados
en los platanales rehabilitados.
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f)
En vista de los daños ocasionados en las zonas de producción hortícolas, se llevó a
cabo la ejecución de un programa de fomento de hortalizas, las cuales tuvo como resultado una
rápida respuesta con productos de ciclo corto para el mercado.
g)
El fomento de la siembra de habichuelas y otras leguminosas, constituyó una de
las prioridades en los esfuerzos para asistir la agricultura de las zonas agrícolas más afectadas.
h)
Ante la emergencia que implica para la agricultura un fenómeno de esta naturaleza
que afectó las plantaciones de café y cacao, se contó con el apoyo de brigadas de trabajadores
que ayudaron a restablecer rápidamente la producción. Esto con el fin de que las acciones de
apoyo para la siembra y rehabilitación de éstos pudieran realizarse lo antes posible, de manera
que no afectará el ingreso de divisas por concepto de exportación de estos dos productos
tradicionales.
La ejecución de este conjunto de programas tenía como propósito reiniciar rápidamente las
actividades de producción agrícola, a fin de poder garantizar a la población el nivel de
abastecimiento de todos los bienes de la canasta alimenticia agropecuaria.
Como ya indicamos, el conjunto de estas acciones requerirá un apoyo financiero de RD$353.0
millones para ser ejecutados en los siguientes 60 días, de conformidad con el Plan de
Rehabilitación y Fomento de Rubros Alimenticios de Rápida Respuesta para Satisfacer
Demanda por Efectos del Ciclón Georges. Para tal efecto, el sector agropecuario dispuso de
financiamiento con recursos frescos a una tasa preferencial de 12% de interés, roturación de
tierra gratuita, así como la disponibilidad de material de siembra en cantidad y calidad
suficientes.
Los resultados de este plan comenzaron a sentirse en los mercados, con una importante
reducción en los precios de la mayoría de los bienes de consumo de la población dominicana.
No obstante, debemos hacer constar que junto a estas acciones de corto plazo, continúan los
proyectos de mediano y largo plazo que ejecuta esta Secretaría de Estado y las demás
instituciones del sector, orientados todos a lograr el fomento y la transformación de la agricultura
dominicana, a fin de hacerla cada día más próspera y competitiva para beneficio de los
productores agropecuarios y de toda la sociedad dominicana.
SERVICIOS DE APOYO A LA PRODUCCION
Dentro de las políticas que ejecuta la SEA en el sector agropecuario, una de las más importantes
es la de los servicios de apoyo a la producción agropecuaria, dirigida principalmente a apoyar a
los pequeños y medianos productores. De esa manera, la SEA participa directamente en el
mejoramiento de la calidad de vida de los agricultores y la familia rural, poniendo a disposición
de los productores, los servicios de suministro de semillas de alta calidad, tanto de granos
básicos como de material vegetativo, mecanización agrícola, ofrecen a precios asequibles los
insumos agroquímicos y generación y transferencia de tecnología, así como la distribución de
biológicos producidos en el Laboratorio Veterinario Central.
Estos servicios están orientados, específicamente a áreas determinadas de fomento y
producción de este importante sector de nuestra economía. En ese sentido, la SEA facilita
simientes de granos básicos a precios asequibles y material de siembra gratis; roturación y
preparación de terrenos a precios adecuados, las condiciones económicas de los productores;
ventas de agroquímicos y otros insumos que benefician de manera directa a los productores más
necesitados. Igualmente, la SEA suministra a los productores más necesitados, pequeñas
maquinarias, implementos y equipos agrícolas que son utilizados en el proceso de producción,
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los que de manera directa inciden en el aumento de la producción de alimentos para la
población.
También, la SEA facilita a los productores tecnologías modernas en los diferentes
cultivos, que procuran incrementar la rentabilidad, la competitividad y la sostenibilidad de la
producción agropecuaria; el servicio de extensión y capacitación agropecuaria, focalizados en el
fortalecimiento de los conocimientos, sistemas de producción modernos, así como en sanidad
vegetal y animal.
Estas actividades se efectúan en el marco del accionar y de las funciones de la SEA, que
es el de fomentar y contribuir con el aumento de la producción agropecuaria, para de esa
manera fortalecer y asegurar el suministro permanente de alimentos que cubra una demanda
que se incrementa de manera continua en el país.
7.1 Distribución de Semillas y Material de Siembra
La Secretaría de Estado de Agricultura, a través de los Departamentos de Producción y de
Semillas, distribuye materiales de siembra y granos básicos a pequeños y medianos productores
de rubros alimenticios, tales como habichuela roja, blanca y negra, guandul, maíz, esquejes de
yuca, hábanas de batata, cepas de plátano y guineo, semillas y plántulas de las diferentes
hortalizas, así como plantas de frutales.
Durante el año 1998, la SEA distribuyó entre los productores agrícolas 40 mil 044 quintales
de semillas de habichuela roja, 4 mil 932 quintales de habichuela negra y 2 mil118 quintales de
habichuela blanca, 11 mil 671 millares de cepas de plátano, 401 mil millares de cepas de
guineo, 5 mil 689 camionadas de esquejes de yuca, 2 mil 409 camionadas de hábanas de
batata, así como 66 mil 501 libras de las diferentes hortalizas, y más de 440 mil 821 plantas de
diferentes frutales.
Es importante destacar, que por los efectos ocasionados por el Huracán Georges los cultivos
de las musáceas en el país, principalmente en la zona Sur, fueron duramente afectados; como
medida para contrarrestar esto, la SEA enfatizó su interés de aumentar la producción de estos
rubros alimenticios, distribuyendo hasta el mes de diciembre unos 11 mil 671 millares de cepas
de plátanos y 401 mil millares de cepas de guineo, superando con esto lo realizado en el año
1997 en un 40% y 63% entre uno y otro cultivo, respectivamente.
En lo que respecta a las leguminosas, las semillas distribuidas en el presente año superan
en un 77% a las distribuidas en 1997, absorbiendo la habichuela roja el 80% del total de
semillas distribuidas en este grupo de cultivos. El 20% se distribuye entre las habichuelas negra,
blanca y el guandul, expresados en 10%, 4% y 7%, respectivamente.
En lo relacionado con las raíces y tubérculos, la SEA distribuyó 5 mil 689 camionadas de
esquejes de yuca y hábanas de batata, contribuyendo con la siembra de 239 mil 820 tareas, lo
que manifiesta el importante aporte de la SEA en el renglón de producción de víveres para la
población en los próximos meses.
En los rubros alimenticios que componen las hortalizas, la SEA distribuyó un total de 66 mil
532 libras de semillas, unas 17 mil 554 libras superior a las distribuidas en el año 1998;
representando éstos un 74% en término relativo. Cabe señalar, que de este volumen distribuido,
las regionales mayormente beneficiadas fueron la Central 8 mil 411 libras, Suroeste 10 mil 948
libras, Norcentral 8 mil 774 libras y Sur 6 mil 064 libras.
Es importante destacar que el cultivo de cilantro fue de los más beneficiados en esta distribución
con un total de 14 mil 684 libras de semillas, cebolla 11 mil 607 libras, zanahoria 9 mil 060 libras,
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remolacha 7 mil 440 libras, molondrón 6 mil 651 libras, representando esto el 74% de la
distribución de semillas de este grupo; mientras que el 26% le corresponde a los cultivos tales
como ajíes, auyama, berenjena, tomate industrial, rábano, lechuga, apio, entre otros.
El número de beneficiarios por este programa durante el 1998 fue de 138 mil 844 productores
entre pequeños y medianos, representando esto un incremento de 21% más que el número de
beneficiarios el año anterior. Se puede observar que los Centros de PROSEMA localizados en
las regionales con mayores niveles de pobreza, beneficiaron al mayor número de productores,
como es el caso de San Juan de la Maguana, Barahona, Dajabón, Baní y Azua, que concentran
el 66% del total de beneficiarios y el restante 34% se distribuye entre los centros localizados en
San Francisco de Macorís, Moca, Higuey y La Vega, respectivamente.
El promedio de la superficie roturada por beneficiario en los diferentes centros del
PROSEMA oscila en 17.6 tareas a nivel nacional, lo que refleja que el programa beneficia a los
productores de más bajos recursos económicos. Es importante resaltar que durante el mes de
noviembre el programa roturó 589 mil 722 tareas que representa el 26% del total roturado
durante el año 1999. En lo que respecta al número de productores beneficiados, durante el mes
de noviembre se atendieron unos 35 mil 841 que representa el 25.8% de los 138 mil 844
beneficiados durante el año.
Este impulso reflejado en los últimos meses del año, manifiesta que en comparación con los
demás meses, fue el resultado del programa de preparación de tierra gratuita en las regiones
aptas para la siembra inmediata de los cultivos alimenticios más afectados por el Huracán
Georges a través del plan de rehabilitación y fomento de rubros de ciclo corto.
Cabe resaltar que el programa consta con una existencia de 722 maquinarias, de las cuales
385 son tractores, 268 rastras y 30 arados, los cuales constituyen el 94.5% de la existencia del
parque de maquinarias del PROSEMA.
7.5 Actividades de Generación y Transferencia de Tecnología
La Subsecretaría de Estado de Investigación, Extensión y Capacitación Agropecuaria, en su
política de seguimiento al programa de Vuelta al Campo durante el 1998 orientó sus actividades
a fortalecer, dinamizar y actualizar al personal técnico. El objetivo fue dirigido a lograr
condiciones óptimas de poder brindar a los productores un servicio eficiente y adecuado a las
exigencias de los mercados nacionales e internacionales.
El Departamento de Extensión y Capacitación Agropecuarias (DECA), durante el período 1997
hasta julio de 1998 desarrolló un programa de capacitación, extensivo a técnicos extensionistas,
cuya temática y contenido se recogen en 6 módulos aplicados, los cuales se seguirán aplicando
a aquellos técnicos que no tuvieron la oportunidad de participar en ellos.
Durante el 1998 este departamento desarrollo actividades entre los pequeños y medianos
productores, logrando así beneficiar alrededor de 1 millón 544 mil 234 personas en 1 millón 148
mil 471 actividades. Las actividades más destacadas están las visitas a fincas 619 mil 068;
visitas a hogares 271 mil 1610. Además, con el objetivo de enseñar técnicas modernas a
productores, los técnicos extensionistas desarrollaron 14 mil 424 demostraciones de métodos,
logrando con estas actividades beneficiar a unos 618 productores sobre la temática de manejo
de post cosecha en tabaco, desinfección cepas en musáceas, métodos de siembra de yuca,
control del piogán con fechormona, control del gusano cogollero y de flota, entre otros.
Asimismo, se realizaron 5 mil 714 demostraciones de resultado, sobre recomendaciones
tecnológicas, las cuales participaron unos 18 mil 438 productores, destacándose las actividades
tales como control de plagas con insecticida natural, uso adecuado de pesticidas para el control
de áfidos, corte de esqueje y forma de siembra en el cultivo de la yuca, entre otros.
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Durante el año 1998, acudieron en busca de informaciones y/o requisición de asistencia 212 mil
032 productores. Se realizaron además, 83 días de campo con una asistencia de 3 mil 964
productores; se desarrollaron también 99 encuentros, mil 286 jornadas educativas; 192 talleres;
se dictaron mil 860 charlas; se instalaron 41 parcelas demostrativas, 52 giras, se construyeron
359 huertos, se formalizaron 10 mil 547 reuniones y 6 mil 989 visitas a asociaciones. Las
actividades realizadas a nivel de productores fueron 2 mil 347 con una cantidad de beneficiarios
de 34 mil 169 agricultores, mientras que las actividades realizadas a técnicos fueron unos mil
589, siendo beneficiados unos 15 mil 020 técnicos.
En lo que respecta a la investigación agropecuaria; cuya misión básica es producir y validar
tecnología para satisfacer las necesidades de las diferentes categorías de usuarios. El
Departamento de Investigaciones cuenta con un sistema operativo compuesto por seis (6)
Centros Regionales de Investigación y Estaciones Experimentales; en la Regional Central se
encuentran ubicados los Centros CESDA y CENIP, además las Estaciones El Escondido en Baní
y Sabana Larga en Ocoa. El CESDA se fundamenta en ofrecer servicio especializado en el área
de suelos, protección vegetal y en frutales.
Las actividades de investigación de este centro descansan en el desarrollo de Germoplasma en
maíz y sorgo. Se realizaron ctividades de multiplicación de semillas básicas en guandul,
musácea, yuca, maíz y en hortalizas (molondrón, berenjena y auyama). El CENIP desarrolla
actividades de investigación, principalmente en nutrición animal. Posee estaciones para ganado
de leche y doble propósito, así como módulos de caprino y cunícola.
En la Regional Suroeste se encuentran los Centros CIAZA y CIAS. En lo que respecta al CIAZA,
sus actividades de investigación se concentran en musáceas, hortalizas, leguminosas, manejo
de agua y suelo y en la protección vegetal; mientras que el CIAS se fundamenta en el desarrollo
tecnológico de leguminosas comestibles.
En la Regional Noroeste se encuentran los Centros CEDIA, las Estación Hortícola de Constanza;
en el CEDIA se desarrolla tecnología en el cultivo de arroz, enfatizándose en áreas, tales como
mejoramiento, manejo de agua y suelo, manejo de cultivos, protección vegetal y
socioeconómica; mientras que en la estación se realiza investigación sobre el cultivo de papa.
En la Regional Nordeste está ubicado el CENDETECA, que tradicionalmente sólo se ocupa de
generar tecnología al cultivo de cacao. Mientras que para la regional Norte está localizado el
CENDA.
Otras de las actividades relevantes de este departamento se encuentran las III Reuniones del
Consejo Directivo, Consulta Nacional del Cardí, la elaboración de su Primer boletín. Sus logros
se encuentran la validación de los ensayos de investigación en el Subproyecto PRODAS,
liberación de 4 nuevas variedades de habichuela roja; tres roja moteados y una negra;
distribución de semilla mejorada de papa en Ocoa y Constanza, la creación de una red de
frutales y el inicio del Proyecto de Investigación de Musáceas.
En lo relacionado con Organización Rural se desarrollaron a nivel nacional un total de 3 mil 044
actividades, asistiendo a unas mil 825 organizaciones rurales de distintos niveles, beneficiando
a un total de 561 mil 507 personas entre los cuales 29 mil 055 mujeres y 27 mil 502 hombres.
En lo relacionado con el Control de Vertebrados y Plagas, se desarrollaron actividades de
control de ratas en áreas cultivadas de arroz, con el objetivo de disminuir la incidencia de éstas
en un área de 185 mil 174 tareas de arroz y 247 mil 528 tareas de cacao, beneficiando a unos
6,188 productores nacionales. Se realizaron además, decomisos de productos agrícolas, así
como investigación de plantas y semillas para su introducción al país y exportación de éstas; se
expidieron 24 certificaciones de renovación de registro de productos de un total de 56 sometidos,
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cinco certificaciones a empresas representantes y dos registros de fumigadora; se concedieron
243 permisos de importación de pesticidas; 29 permisos de importación de materia prima, 7
permisos de importación de muestra y 40 jornadas de capacitación sobre manejo de plaguicidas.
En la actividad de Cuarentena Vegetal, realizaron 33 mil 221 revisiones de vuelo; 18 mil 274 en
exportaciones; 6 mil 370 guía de no objeción; 4 mil 384 revisiones de barcos; 4 mil 445
importaciones y 1,444 cartas de no objeción, entre otras actividades. Al mismo tiempo, la
División de entomología realizó actividades tales como control del Chinche Marrón de Arroz,
brigadas técnicas de fumigación; participación en conferencia sobre Cochinilla Rosada,
instalación y supervisión de 10 puntos de chequeo cuarentenario en Bonao, Hato Nuevo, Cotuí,
Baní y Hacienda Estrella.
CONSUMO DE BIENES
El consumo aparente de los principales productos agropecuarios es analizado en este acápite, a
través de los indicadores consumo percápita anual, consumo recomendado y consumo diario
percápita, en gramos/día.
Esta variable está directamente asociada al volumen de producción obtenido; a los niveles de
ingresos disponibles; a las preferencias o gusto de los consumidores, así como a los volúmenes
importados y exportados de bienes agropecuarios.
El comportamiento del consumo percápita de los principales productos que conforman la dieta de
la población dominicana, presenta variaciones que difieren de un producto y otro,
significativamente. En el caso particular del arroz y la habichuela roja, que son los rubros
agrícolas de mayor demanda nacional, muestran que el nivel de consumo del primero verificó
durante el período 1989-1998, un ligero incremento de 0.5% en términos promedio.
En el caso del segundo rubro, éste igualmente presenta durante la década una variación positiva
en un orden del 2%, medido en términos promedio. De igual manera, productos tales como la
yuca en un 1.8%, papa 11%, guineo 2.4% y el plátano en 3.5%.
Es importante significar, que uno de los factores que influye de manera objetiva en el
comportamiento del consumo en la serie evaluada, lo constituye el costo de la canasta familiar
agropecuaria; cuyo comportamiento en el período analizado ha verificado constantes
fluctuaciones, alcanzando en promedio un crecimiento de 14%. Esto contribuyó a que el
consumo de los bienes agropecuarios no haya verificado un mayor crecimiento durante el
período considerado.
Con relación al comportamiento del consumo percápita registrado en los dos últimos años de la
serie bajo estudio, se aprecian incrementos de importancia en el consumo de habichuela roja,
pasando de 0.13 quintales en 1997 a 0.17 en 1998; de papa al pasar de 0.09 a 0.14 quintales,
yuca de 0.27 a 0.34 y la batata de 0.06 a 0.09 quintales.
Asimismo, se verificó reducción en el consumo percápita de arroz, yautía y guineo,, en tanto se
mantuvo invariable el consumo de plátano en los dos años citados.
En términos generales, el aumento verificado en el consumo percápita de los rubros agrícolas
citados, obedece en algunos casos, al incremento registrado en los niveles de producción y en
otros a las importaciones realizadas de productos, para suplir la demanda nacional, de manera
satisfactoria.
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En cuanto al consumo percápita de los productos de origen pecuario durante el período 1989-98,
se aprecia incrementos en la carne de pollo, que en términos promedio significó un 2.7%,
igualmente incrementos se observan en la carne de res y cerdo. Mientras que el consumo de
leche y huevo, verificaron variaciones apenas perceptibles, en vista de que en el caso específico
del huevo se mantuvo en los últimos seis (6) años del período evaluado en 0.11 (miles de
unidades).
Entre los factores que propiciaron este comportamiento en el período bajo análisis, se
encuentran el incremento de la oferta interna de estos rubros, así como en la leche se añade
además, el componente importado. En tanto que, en el rubro carne de pollo en 1998 incidió de
manera significativa el componente citado, debido a los efectos dejados por el Huracán Georges
en la Industria avícola nacional, en los últimos meses del año señalado.
Un aspecto importante de señalar, es el que se refiere al comportamiento del consumo percápita
en gramos/día versus el consumo recomendado; ya que nos aproxima a tener una visión del
peso específico de los patrones de consumo de la población y de las variaciones ocurridas en
sus preferencias alimenticias. La interpretación se hace más compleja, toda vez que una serie
de variables confluyen en la interpretación del comportamiento del consumo anteriormente
señalado.
El comportamiento del arroz, en términos de consumo percápita gramos/día registró un
descenso de un (4%), en relación al año 1997, al caer a 123 gramos/día en 1998, lo que produjo
un déficit de (5.0) gramos/día, con relación al consumo recomendado.
Para el caso de los rubros papa, carne de res, guineo, carne de pollo, carne de cerdo, leche y
huevos, el consumo percápita superó significativamente al consumo recomendado.
Los rubros cuyo consumo percápita se mantuvieron por debajo del consumo recomendado en
1998, fueron: el arroz ya citado, la habichuela roja con un consumo percápita gramos/día
deficitario en (5.9), el guandul cuyo consumo registró 3.7 gramos/día versus un 28.0 gramos/día
de consumo recomendado, lo cual arroja un déficit de (210.7) gramos/día.
Otro rubro con déficit fue el ñame, al registrar un consumo de 3.7 gramos/día versus 15.0
gramos/día de consumo recomendado, con el consiguiente déficit de (12.3) gramos/día. De igual
manera registraron déficit la yuca, yautía y batata.
El comportamiento observado en la relación del consumo recomendado versus el realizado para
la mayoría de los rubros, obedece a la persistencia en los patrones de consumo, en una
población con segmentos importantes con bajo nivel educativo nutricional, al incremento en el
costo de la canasta familiar y a cierta rigidez en la distribución del ingreso nacional.
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CREDITO AGROPECUARIO
El crédito es una herramienta importante para el desarrollo del sector agropecuario, al permitir la
introducción a las actividades productivas técnicas agrícolas capaz de incrementar la producción
y productividad agropecuaria, traduciéndose esto en elevados niveles de ingresos para el
productor. Además, el crédito permite desarrollar un buen proceso de comercialización rural.
El crédito agropecuario es canalizado al productor a través de instituciones financieras públicas y
privadas. Sin embargo, las instituciones públicas son las que dedican la mayor cantidad de su
cartera de crédito al sector agropecuario nacional, destacándose entre éstas el Banco Agrícola
que ofrece toda su cartera a pequeños y medianos productores, principalmente a los de la
Reforma Agraria, a baja tasa de interés y con garantía prendaria.
Otras Instituciones del Estado que ofrecen financiamiento al sector agropecuario son: Banco
Central, a través del Departamento de Desarrollo y Financiamiento de Proyectos (DEFINPRO), y
el Banco de Reservas, usando como intermediario al Banco Agrícola de la República
Dominicana.
De las instituciones privadas que se destacan en esta actividad están los Bancos Comerciales y
de Desarrollo, Asociaciones de Ahorros y Préstamos, Financieras, entre otros.
La Cartera de crédito que la banca privada mantuvo para prestar al sector agropecuario durante
la década 1989-1998 creció a un promedio anual de unos 12%, sobresaliendo la de los bancos
comerciales que se situó en una tasa de crecimiento promedio anual de 17%.
En igual medida, cuando se comparan los dos últimos años del período se exhibe un crecimiento
en la cartera total de 17% y en las de los bancos comerciales de unos 4.0%.
El monto total de la cartera agropecuaria de la banca formal en el 1997 fue de RD$5,2110.6
millones, mientras en 1998 alcanzó los RD$6,129.2 millones, significando que hubo un
incremento en el último año de 17% de los créditos destinados al sector agropecuario por esas
instituciones financieras. Ahora bien, esos montos representan una participación de sólo 10%,
por el hecho que el monto total de la cartera de crédito de esas instituciones fue de
RD$52,460.9 y 63,977.5 millones , respectivamente.
En cuanto a la cartera crediticia del Banco Agrícola, las cifras disponibles en los diez años que
se analizan, registran crecimiento promedio anual de unos 12%. Mientras que la variación
porcentual de dicha cartera de 1998 en relación al año anterior es de 66%, al pasar de RD$1,200
millones consignados en 1997, a RD$1,990 millones el siguiente año.
En lo que respecta al Departamento de Desarrollo y Financiamiento de Proyectos (DEFINPRO)
del Banco Central, los desembolsos destinados a la agropecuaria muestran crecimiento
sostenido en los dos últimos años muy evidente, dándose esta situación principalmente en el
subsector pecuario, al situarse en RD$72.7 millones en promedio; mientras que para el agrícola
el promedio fue de RD$30.9 millones. Estos recursos llegaron al productor agropecuario a
través de las intermediarias financieras a una tasa de interés de un 15% anual, con plazo de 18
meses para cultivos de ciclo corto y con período de gracia hasta de tres años para otras
actividades productivas del sector.
En el contexto de acción del Banco Agrícola se consideran tres modalidades, a través de las
cuales se determina el financiamiento que el Banco destina al productor agropecuario nacional,
siendo éstas las formulaciones, los desembolsos y las recuperaciones.
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Con relación a los créditos formalizados, los mismos se comportaron durante los años 19891998 con crecimiento promedio anual de un 18%. En tanto que al evaluar el desempeño de los
dos últimos años, se obtiene que en el 1998 hubo un incremento del orden de los 88% con
relación al año anterior, porque de RD$1,259.4 millones formalizados en 1989 ascendieron a
RD$2,3510.1 millones el último año de la década.
En lo concerniente a los créditos desembolsados por el Banco Agrícola, los datos disponibles
demuestran que el crecimiento en el período que se analiza, alcanzó una tasa de crecimiento
promedio anual de 17%. Ahora bien, al desagregar el período se verifica que en los primeros
cinco años, el comportamiento del crédito fue fluctuante, por el hecho que en los dos primeros
años mantuvo un promedio sobre los RD$6,600 millones, manteniendo niveles elevados a partir
de ahí hasta lograr posesionarse sobre los RD$1,164.9 millones en 1994, lo que representó un
acumulativo anual de un 11%. Luego, los desembolsos descienden en los dos años siguientes,
pero se recuperan hasta situarse en 1998 en el mayor monto desembolsado por el Bagrícola en
su historia, al llegar a los RD$1,869.5 millones equivalente a los 68% por encima a los prestados
en 1997 que fueron RD$1,114.2 millones. Este resultado representa el 80% de los créditos
formalizados por el Bagrícola en 1999.
El incremento tan marcado que se verifica en el financiamiento agrícola para las actividades
agropecuarias en el 1998, obedece a la política trazada por el Estado con la finalidad de que el
Banco Agrícola retome el papel que éste debe jugar con el productor dominicano, para que se
obtengan buenos niveles de producción, productividad y rentabilidad agropecuaria. Para tal
propósito se implementó la unificación de la tasa de interés, para los sectores reformados y
privados en un 18% y en 12% para proyectos especiales.
Además, de esto hay que consignar los grandes aportes que hace el Gobierno Central a esa
entidad como los hechos para poner en ejecución el Plan Nacional de Emergencia, para la
recuperación del sector agropecuario, el que surgió a iniciativa del gobierno y diseñado por las
autoridades del sector agropecuario después del paso del Huracán Georges por el país, siendo
entregados los recursos en este caso a todos los sectores productivos con tasa de interés
subsidiadas a un 12%.En igual manera, el incremento del desembolso responde a la
recuperación oportuna del crédito y al incremento en la captación de ahorros por parte de las
autoridades crediticias del Bagrícola.
Con la cantidad de recursos desembolsados durante la década considerada, se ha sembrado
una superficie que ha crecido a una tasa promedio de 0.8% durante el transcurso de esa época.
Debiendo señalar las fluctuaciones bastante pronunciadas que se verificaron en el período,
siendo la más notable el descenso que se produce en 1995 calculado en un 37%, cuando
después de cinco años de mantenerse el desempeño sobre las 1 millón 500 mil tareas en
promedio, pasa a 873,981 tareas las financiadas ese año. Sin embargo, para el penúltimo año
hay una recuperación retomando el millón de tareas hasta alcanzar en 1998 las 1,665,499
tareas, equivalentes el aumento a 55% con relación al año anterior.
De los recursos financieros que destinó el Banco Agrícola al sector agropecuario durante la
década 1989-1998, alrededor de un 50% en promedio fue aportado al sector de la Reforma
Agraria Nacional. En ese sentido, hay que subrayar que los créditos formalizados para ese
sector crecieron a nivel de 12% acumulativo anual en los diez años que se están considerando.
En tanto que, en el 1998 esta categoría del crédito creció en 25%, al estimar formalizar 600.5
millones en ese año contra RD$482.2 millones que se formalizaron en 1998.
Dentro de ese mismo escenario se consideran los desembolsos, los que mantuvieron un
crecimiento sostenido hasta 1994, calculado en un 22% acumulativo anual, por pasar de
RD$2210.8 millones prestados en 1989 a los productores reformados, a RD$621.7 en 1994. A
partir de ahí los desembolsos se sitúan en los RD$400 millones en promedio durante los tres
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años siguientes, para dar un salto significativo en 1998 cuando se estima que las cifras
alcanzarán RD$520.2 millones.
Con los desembolsos realizados por el Bagrícola, le fue posible al sector reformado sembrar una
superficie por encima de las 700 mil tareas promedio durante los primeros seis años del período.
Se presenta un rezago en los tres años siguientes, pero en el año 1998 exhibe incrementos en el
orden de los 29%, con relación al año anterior, por llegar a las 504,425 tareas las financiadas en
ese año, mientras en el año 1997 fueron solo 392,440 tareas.
Los créditos totales desembolsados por el Banco Agrícola en 1998, beneficiaron al subsector
agrícola con RD$1,527.8 millones equivalente al 82% del total; mientras que al subsector
pecuario, le fue asignado el 19.29% del total desembolsado, equivalente al monto de RD$332.9
millones.
Los datos estadísticos registrados en 1998, reflejan que hubo crecimiento en la asignación de
recursos en ambos sectores productivos al compararlos con los resultados de 1998. En el
subsector agrícola el crecimiento es notable, ya que en 1997 los desembolsos fueron de
RD$857.7 millones, en tanto que con el año siguiente hubo una expansión del orden de los 72%,
ya que alcanzaron RD$1,527.8 millones.
A nivel de producto se verifica un marcado incremento de los desembolsos en 1998 con relación
al año anterior. Tales son los casos del plátano, donde los recursos crecieron en un 516%; en la
yuca a un 431%; de igual manera para la yautía con 229%; la batata que registra 194%; la
cebolla unos 167% y el arroz un 5%.
Otros cultivos para los cuales se aumentó la asignación de recursos fueron la habichuela roja
con 162% y el café y cacao con 230 y 50%, respectivamente, se hace oportuno señalar que
estos rubros recibieron atención especial para los desembolsos consignados en el Plan de
Emergencia, debido a los daños que sufrieron las plantaciones, y porque la estrategia elaborada
por las autoridades del sector era recuperar en el menor tiempo posible la producción de los
productos de primera necesidad en el consumo nacional.
En relación al subsector pecuario, las cifras disponibles sobre los recursos desembolsados
evidencian un crecimiento en 1998 con relación al año precedente de 30%,ya que los mismos
durante 1997 fueron de RD$255.1 millones, mientras que llegaron a RD$332.9 millones en ese
año.
De los productos componentes de este subsector que incrementaron su asignación de recursos
en 1998 están el ganado de leche con un 95%, el de carne con 17%, también los de doble
propósito que crecieron en 5%. En el mismo contexto estuvo la parte avícola que registra
aumentos en 81%.
Para el Bagrícola realizar sus funciones como institución Crediticia de fomento a la producción
recibe recursos de diferentes fuentes como son: del Gobierno Central, del Banco Central, del
Banco de Reservas, por la captación de ahorros, por el Programa de Alquileres, de organismos
internacionales y por las recaudaciones de los préstamos otorgados.
En ese sentido, hay que destacar el aporte del Gobierno al Banco en el 1998, el que alcanzó en
total RD$843 millones, siendo de los mismos para gastos de capital unos RD$699 millones y
para gastos corrientes RD$144 millones. Mientras que por captación de ahorros fueron RD$98
millones; del Programa de Alquiler entraron RD$82.9 millones; de Organismos Internacionales
RD$11.7 millones y por las recaudaciones el Banco recibió RD$1,057.8 millones.
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Las recaudaciones son la principal fuente de ingreso del Banco Agrícola y el indicador de la
buena administración de la institución crediticia. Durante la década 1989-1998 los resultados en
términos de tasa de crecimiento promedio anual lo sitúan en un 13%.
La variación registrada en esta categoría del crédito en los dos últimos años del período en
términos relativo fue de 35%, al pasar de RD$781.3 millones recuperados en 1997 a RD$1,057.8
millones en el 1999. Sin embargo, el índice de recuperación con relación a los desembolsos en
1998 se redujo a un 57%, ya que en el pasado año fue de 70%. Claro, hay que tomar en
consideración los daños ocasionados a la agropecuaria por el Huracán Georges.
El desempeño del financiamiento a la agropecuaria nacional en 1998 fue bastante significativo, y
de seguro se recibirán respuestas favorables de las actividades financiadas. Por tal razón, es
oportuno sugerir que se incrementen las facilidades crediticias al pequeño y mediano productor,
para que puedan producir en el tiempo oportuno, y con los requerimientos tecnológicos básicos
que le permitan producir con eficiencia y calidad como lo requieren los nuevos tiempos, a
sabiendas que la banca formal presta interés y con garantía hipotecaria.
ANALISIS DE LAS VARIABLES RELACIONADAS CON LOS ASPECTOS
HIDRAULICOS
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), es la institución pública del sector
agropecuario que tiene como función básica el manejo y conservación de los sistemas de riego
del país, así como trazar los diseños y ejecución de las política sobre riego y construcción de las
infraestructuras hidráulicas que realiza el Gobierno central. Durante más de tres décadas, el
INDRHI ha venido desarrollando obras de canalización y almacenamiento de agua con el
propósito fundamental de ser utilizada en el abastecimiento de agua potable a la población, para
el manejo de riego a una inmensa extensión de terreno agrícolamente cultivables; así como para
la producción de energía eléctrica.
En la actualidad, el país dispone de una capacidad de embalse y almacenamiento de agua en
operación para riego, agua potable y generación eléctrica de 1 millón 589 mil 364 metros
cúbicos, en catorce (14) presas y embalses en operación y en construcción unas tres (3) presas
y embalses con una capacidad de 373.46 metros cúbicos en las de Monción, Guanajuma y Río
Cenoví en Los Limones (Salcedo), lo que representa en un futuro inmediato 1 millón 962 mil 824
metros cúbicos.
De la capacidad total de las presas y embalses en operación, las de Hatillo, Sabana Yegua, Bao,
Jiguey, Valdesia y Taveras representan el 810.3% y el Restante 11.7% se distribuye entre las
presas de Sabaneta, Rincón, Aguacate, Controembalse de Las Barías, López-Angostura, entre
otras.
La capacidad de agua y almacenamiento está distribuida en la Presa de Hatillo 3710.28 millones
de metros cúbicos; Sabana Yegua 354.20, Bao 243.88; Jiguey 168.25; Valdesia 138.54;
Taveras 138.54; Sabaneta 67.28; Rincón 60.09; Aguacate 4.30; el Contraembalse de las Barías
3.00; López-Angostura 4.40; Maguaca 14.0; Cachuey 17.00 y Mijo (Monte Plata) 2.26; así como
las Presas en construcción Monción 370; Guanajuma 2.0 y Río Cenoví en Los Limones
(Salcedo) 1.46 millones de metros cúbicos.
Cabe destacar que en condiciones favorables la capacidad instalada de las hidroeléctricas es de
355.4 Mega Wats. Esto indica el gran esfuerzo que han desplegado nuestros gobiernos en la
última década para incrementar y mejorar la producción y capacidad de embalse, fruto del cual
se hace necesario el reforzamiento de las Juntas de Regantes con las Asociaciones de Usuarios,
logrando de esta manera un uso más eficiente y racional de los sistemas de riego y de los
recursos esenciales agua-suelo, para lograr conseguir que la producción y productividad agrícola
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permitan el retorno esperado de las inversiones que se han realizado en estas importantes
infraestructuras.
Analizando la evolución de la superficie irrigada en el período en estudio 1989-1998, podemos
observar que durante el transcurso de los años 1989 hasta el 1995, se percibe un crecimiento
muy tímidamente, resaltándose 1995, donde se registra el tareaje más alto irrigado. Sin
embargo, en los últimos tres años se registraron los tareajes más bajos de la década. Si
comparamos el 1998 con el año 1997, podemos darnos cuenta que éste aumentó unas 229,261
tareas más que el año anterior. Esto representa un total de 9% en término relativo. El área
utilizada en 1998 representa el 63% del área total bajo riego.
Dentro de los distritos de riego que incrementaron su área irrigada en el 1998 en comparación
con el 1997, se encuentran: Bajo Yaque del Norte con un 33%, Alto Yaque del Norte 23%,
Ozama-Nizao 32%, Valle de Azua 14.6% y Yuna-Camú 4.8%; mientras que los demás distritos
tuvieron un crecimiento negativo.
Los cultivos que fueron más beneficiados durante el 1998 con las áreas irrigadas se encuentran
arroz, papa, hortalizas, habichuela, sorgo, maíz, auyama, yuca, batata, plátano y guineo, entre
otros.
Podemos señalar además, que en relación al número de usuario, esto se refleja de la misma
manera que el comportamiento del área irrigada, cuando observamos el período 1992-1998, se
muestra un pequeño incremento año tras año hasta 1996 cuando alcanzó su más alto nivel,
luego baja en 1997 y se recupera para el 1998, llegando a alcanzar 76 mil 072 usuarios, con un
incremento de mil 278 usuarios, representando 1.68%; lo que significa que el promedio de
superficie irrigada fue de 30.18 tarea por usuario de riego.
Los distritos con mayor número de usuario en ese orden, se encuentran Bajo Yuna, Alto Yaque
del Norte, Valle San Juan, Ozama-Nizao, Lago Enriquillo, Yuna-Camú, Bajo Yaque del Norte,
Yaque del Sur, Valle de Azua y la Unidad Operativa del Este, los cuales integran los diez (10)
distritos de riego de la estructura irrigable del INDRHI.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), cuenta en la actualidad con una
capacidad de infraestructura de riego de 3 mil 650 km. de canales primarios y secundarios,
además de 38 km. en construcción. Estos canales cuentan con un caudal promedio agregado
3
de 130 M /segundo; de igual manera el INDRHI cuenta con una cantidad de 198 bombas de
agua instaladas para reforzar y ampliar el sistema de regadío en el país. De estas bombas
existen en la actualidad 177 en operación; mientras 21 están en proceso de rehabilitación para
ser integradas al sistema.
El INDRHI maneja una gran infraestructura para el área irrigable, apoyados por los embalses,
presas y bombas instaladas en los diez (10) distritos de riego a nivel nacional, los cuales cuentan
3
con un caudal de 647.86 M /segundo, en 2 mil 073.3 km. de canales para irrigar unos 3 millones
185 mil tareas de riego.
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EL SECTOR AGROPECUARIO EN EL MARCO DE LOS ACUERDOS
INTERNACIONALES
El proceso de globalización, con su consecuente apertura dentro del contexto de transformación
acelerada en que se desenvuelve el mundo contemporáneo, hace necesario que los países
estén en capacidad de dar respuestas ágiles para evitar quedar aislado. A partir de esta
premisa, es que las autoridades del gobierno dominicano se plantearon la necesidad de adoptar
una política de acercamiento regional con el propósito de insertarnos en la economía global.
Esta estrategia está cimentada en una visión que está consciente de las limitantes geopolíticas
de países como República Dominicana, cuyo peso específico no gravita de manera determinante
en las grandes decisiones del ámbito internacional, pero que nos brindan la oportunidad de
ampliar nuestra presencia concertando fuerzas estratégicas en el ámbito externo, impulsando
conjuntamente las reformas económicas, políticas e institucionales a nivel interno.
Para la primera etapa, el país se planteó una estrategia negociadora orientada a concertar
acuerdos de libre comercio con Centroamérica y CARICOM, con el objetivo de ampliar mercados
y la capacidad exportadora de la región. Agotada esta primera etapa, el país estará en mejores
condiciones para las negociaciones pendientes en el ALCA.
Desde un principio, las actuales autoridades del gobierno dominicano se plantearon la
organización institucional para preparar las negociaciones, con la creación de Comisión Nacional
de Negociaciones Comerciales (CNNC), investida de las formalidades legales para realizar las
correspondientes coordinaciones interinstitucionales. Asimismo, ésta tenía el mandato para la
integración de un Comité Consultivo de la Sociedad Civil, con lo cual se asegura la participación
en las negociaciones de todos los sectores nacionales.
A su vez, el comité consultivo se organizó en grupos de trabajo especializados en función de los
temas que abarca un acuerdo de libre comercio: Salvaguardas, Subsidios, Antidumping, Medidas
Fitozoosanitarias, Políticas de Competencias e inversión, entre otros.
15.1 Acuerdo sobre Agricultura ( ASA ) y su Impacto en el Sector
Agropecuario
El sector agropecuario, conjuntamente con los demás sectores de la economía del país, se
conduce hacia un proceso de ordenamiento y adecuación hacia la apertura de los mercados
regionales y mundiales mejora de la eficiencia productiva y competitiva del sector . Para esto el
país participó activamente en las negociaciones multilaterales de la Ronda Uruguay del GATT
que culminaron con el establecimiento de la Organización Mundial del Comercio ( OMC ), donde
los países participantes acogieron crear un marco jurídico mas amplio y transparente para el
desenvolvimiento del comercio internacional.
El Acuerdo Sobre Agricultura ( ASA ) ha sido concebido como parte de un proceso de
incorporación progresiva del comercio de productos agropecuarios a las normas y disciplinas
multilaterales. El ASA viene a ser uno de los resultados más importantes de la Ronda Uruguay
para nuestros países, prevé en sus objetivos, establecer un sistema de comercio agrícola
equitativo a nivel mundial, orientado a eliminar el proteccionismo y las distorsiones del mismo y
adopta compromisos con respecto al acceso a los mercados, en materia de ayuda interna y con
respecto a la subvenciones a las exportaciones.
Los Compromisos asumidos por el país en su oferta de acceso a los mercados presentada
durante la Ronda Uruguay, le permitieron consolidar un tope arancelario de 40%, en tanto que el
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país no consignó compromiso en materia de ayuda interna, ni de subvenciones a las
exportaciones.
Actualmente el Acuerdo sobre Agricultura está pasando por un proceso de consulta y reuniones
con miras a una revisión, en virtud del Artículo XX, parte 12, que incluyó una cláusula de
continuación del proceso de reforma, reconociendo que el logro de los objetivos de reducciones
sustanciales y progresivas de ayuda y la protección es un proceso continuo y que las
negociaciones seguirían un año antes del término del período de aplicación.
15.2 Rectificación Técnica de Ocho ( 8 ) Productos Agropecuarios
Como consecuencia de la reacción de los sectores productivos del país, a partir de la
consolidación de un arancel máximo de 40 % para todas las importaciones, se reclamo del
gobierno medidas de mayor nivel de protección a los productores locales . En tal sentido, el
sector agropecuario nacional se vio en la necesidad de identificar, entre los mecanismos de
protección disponible en la OMC, que permitieran que el país pudiera solicitar una concesión a
los compromisos asumidos en el marco de la Ronda Uruguay del GATT.
El Mecanismo de protección arancelario identificado fue el arancel - cuota que consiste en
mantener el arancel vigente hasta un determinado nivel de importación y se activa a partir de un
volumen establecido, aplicando un arancel cuota superior, para cada producto. En tal sentido el
Gobierno Dominicano sometió a la Secretaria de la OMC una Rectificación Técnica de los
acuerdos previamente firmados para ocho productos agropecuarios considerados más sensibles
de la economía del país : Arroz, Ajo, Azúcar Carnes de pollo, Cebolla, Habichuelas, Leche y
Maíz.
Esta solicitud que fue puesta a circular entre los miembros de la OMC, condujo a una
negociación bilateral con los Estados Unidos, como principal suplidor para siete (7) productos y
con Dinamarca y Holanda de la Unión Europea, y por Nueva Zelandia, para el caso de la leche.
Este trajo como consecuencia que el país tuviera que negociar bilateralmente con estos países a
fin de determinar un volumen de importación y un arancel para cada uno de los productos, de los
cuales ellos son los principales suplidores al mercado dominicano.
Las negociaciones con respecto a la leche concluyeron en el mes de octubre de 1998, con el
sometimiento ante la Secretaría de la OMC, con el Memorandum de entendimiento con la Unión
Europea y Nueva Zelandia. A partir de este entendimiento nuestra misión permanente ante la
OMC le hizo la correspondiente notificación el día 3 de noviembre de 1998, lo que permitió que la
rectificación técnica entrara en vigencia a partir del 3 de febrero del presente año 1999 para los
ocho (8) productos sensibles de la economía nacional.
Para los sectores productivos del país, la Rectificación Técnica implica un mecanismo de
protección arancelaria para los ocho (8) productos antes mencionados, que permitirá, con la
introducción de un elemento de gradualidad arancelaria, ajustarse a las nuevas condiciones del
mercado internacional.
15.3 Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
En las negociaciones que llevan a cabo para la formación del Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), se ha basado en la conformación de nueve (9) grupos de negociación, entre
los cuales se encuentra el Grupo de Negociación de Agricultura. El sector agropecuario ha
participado en las reuniones convocadas por este grupo de negociación. Las negociaciones en
esta área comprende la identificación y el desarrollo de las medidas necesarias para facilitar el
comercio, siguiendo y examinando profundamente las disposiciones contenidas en el Acuerdo
sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC.
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En tal sentido, este grupo de negociación deberá asegurarse de que las medidas sanitarias y
fitosanitarias no se apliquen de manera que constituyan un medio de discriminación arbitraria o
injustificable entre países o una restricción encubierta al comercio internacional, a efecto de
prevenir las prácticas comerciales proteccionistas y facilitar el comercio en el hemisferio.
15.4 Sector Agropecuario y Tratado de Libre Comercio con Centroamérica
La República Dominicana está embarcada en un proceso de negociación, basándose en el
principio de estricto apego a las Constituciones y Leyes de los países. Con la firma de este
acuerdo, las partes se proponen lograr intensificar y diversificar las relaciones comerciales,
estimulando la complementariedad de sus economías, dirigido principalmente a incrementar las
oportunidades de exportación de bienes y servicios, a través de su liberalización y eliminación de
las distorsiones al comercio y atraer mayores flujos de inversiones extranjeras mediante
mecanismos de protección y promoción de dichas inversiones.
Para el país, esta Acuerdo constituye un paso trascendental y firme hacia una integración
económica, demostrando así, que estamos firmemente dispuestos a abandonar el aislamiento
que mantuvimos durante las últimas décadas y que nuestra nación se está insertando de manera
gradual y prudente en la economía global. La participación del sector agropecuario nacional en
todas las rondas de negociaciones estuvo dirigida a lograr un mejor acuerdo para la aplicación
de las medidas sanitarias y fitosanitarias. En este sentido, en el sector agropecuario que las
partes podrán de conformidad con el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias de la OMC, establecer, adoptar, mantener o aplicar cualquier medida sanitaria y
fitosanitaria, necesaria para la protección de la vida y la salud humana (inocuidad de los
alimentos) y animal o para preservar los vegetales en sus territorios, aún aquellos sean más
estrictos que una medida, norma, directriz o recomendación internacional.
Asimismo, cada parte se asegurará de que cualquier medida sanitaria y fitosanitaria que adopte,
mantenga o aplique; esté basada en principios científicos y que no restrinja el comercio más allá
de lo necesario.
15.5 Tratado de Libre Comercio entre CARICOM y República Dominicana
En términos generales, este acuerdo es de alcance global para iniciar un proceso de apertura del
comercio con las islas más grandes (Jamaica, Trinidad-Tobago, Barbados, Guyana y Surinam),
con tratamiento diferenciado para los países de menor desarrollo (Estados del Caribe Oriental),
en lo relativo a la reducción de aranceles.
Dentro de este contexto, la República Dominicana sometió en las negociaciones con CARICOM,
la degravación inmediata con opción como la de otorgar un plazo hasta el 2005 para la
reciprocidad de los países menos desarrollados. Actualmente, estamos en un proceso de
discusión de una Lista Negativa de productos sensibles en la economía de las partes, pendiente
a que éstos se determinen mediante una metodología aceptada por ambas partes y para este fin
requiere la apertura de una zona de libre comercio entre las partes, cuyo instrumento básico será
el acceso a los mercados, basado en reglamentaciones consistentes con los acuerdos OMC
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