Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y

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Todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos
art.1 Declaración universal de DD.HH.
PROPUESTAS DE Alex Plans
Esta afirmación es la base sobre la que gira toda la actividad del partido Por un Mundo Más Justo
(M+J). Consideramos que el reconocimiento y respeto de los derechos y libertades esenciales constituye
el ideal común que ha de guiar la actuación de todos los individuos e instituciones.
Aspiramos, por tanto, a conseguir las transformaciones estructurales necesarias para que todos
los habitantes de este país y del mundo ejerzan su derecho a vivir con dignidad, situando la economía
al servicio del desarrollo humano y priorizando la consecución de los DERECHOS HUMANOS como
estrategia social, ya que sólo así podrán sentarse las bases de una sociedad cohesionada.
Desde el partido Por Un Mundo Más Justo entendemos que la construcción de ese nuevo modelo
social y económico más justo es una cuestión de voluntad política. Nuestra generación cuenta con los
medios y los mecanismos necesarios para llevar a cabo los cambios que permitan poner solución a las
situaciones de pobreza y exclusión social que presiden el actual modelo de relaciones internacionales.
Ahora bien, alcanzar el objetivo general planteado exige una labor de incidencia política en el aquí
y el ahora. También en nuestro entorno más cercano se dan, y cada vez más, situaciones de injusticia
social a las que es necesario dar respuesta.
Nuestras instituciones de autogobierno, y particularmente el Parlamento Vasco constituyen un
marco idóneo para adoptar medidas que permitan construir una Euskadi más justa, cohesionada y
solidaria, que sea capaz de ofrecer un modelo de sociedad alternativo que contribuya a poner los
cimientos de ese cambio global necesario.
Por ello, M+J quiere ofrecer a la sociedad vasca un programa dirigido a dar respuesta a la realidad y
necesidades de este país y convocar a todos los ciudadanos y ciudadanas vascas a iniciar un movimiento
que transforme los valores de nuestra sociedad, para construir entre todos una Euskadi Más Justa en un
Mundo Más Justo.
Eliminar la pobreza y la exclusión
En el marco de una sociedad que centre en la Justicia Social Global los objetivos de su desarrollo
económico, la lucha contra el riesgo de pobreza y exclusión social, así como contra la desigualdad
debe convertirse en el eje sobre el que giren el resto de las políticas.
Los procesos de desarrollo global, tecnológico y económico han deparado unas sociedades más
avanzadas, con mayores niveles de bienestar, pero también han generado nuevos fenómenos que
acaban configurándose como procesos de exclusión social.
Este concepto de ‘exclusión social’ representa un salto cualitativo con respecto a la pobreza. Cuando
se emplea el término pobreza únicamente se alude a la carencia de recursos materiales suficientes para
atender las necesidades básicas de una población determinada. Por el contrario, la llamada exclusión
social implica un proceso multidimensional que engloba un cúmulo de circunstancias desfavorables, a
menudo fuertemente relacionadas, las cuales terminan por anular la dimensión de ciudadanía en las
personas y colectivos afectados, pues suponen la separación de una serie de derechos sociales tales
como el trabajo, la educación, la salud, el acceso a la cultura o la participación en la vida política y
económica.
Por otra parte, cuando en los países desarrollados hablamos de pobreza, hemos de hacer notar que
se trata, generalmente, de pobreza relativa, noción ligada a la de desigualdad, que supone una situación
de clara desventaja económica de alguien respecto al resto de su entorno.
En este sentido, debemos denunciar que la política desarrollista, basada en el modelo neoliberal
vigente, ha generado en nuestra sociedad una situación estructural de desempleo, originando bolsas de
pobreza y exclusión que han aumentado alarmantemente en los últimos años como consecuencia de la
situación de crisis económica.
En efecto, según datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN),
en 2010, en el conjunto de España existían 11.666.827 personas (el 25,5% de la población) en situación
de riesgo de pobreza o exclusión social, lo que suponía un aumento del 2,1% del total de la población
respecto al año anterior (1.001.212 personas más).
En Euskadi, esta situación alcanza a 330.692 personas. El 15,6% de la población, frente al 12,6%
en 2009, siendo una de las comunidades en que el incremento de personas en riesgo de pobreza o
exclusión ha sido más pronunciado, lo que demuestra la ineficacia de las políticas adoptadas hasta
el momento y la necesidad urgente de profundizar en los mecanismos existentes con el objetivo de
alcanzar a todos los hogares en riesgo de nuestra sociedad.
No se trata, no obstante, de desarrollar una política asistencial sino bajo el principio básico de
justicia social llevar a cabo una política social e inclusiva que permita ofrecer condiciones de vida
dignas a todos los habitantes de Euskadi.
1.- Inclusión social e igualdad de oportunidades
Para la construcción de una sociedad incluyente, desde M+J creemos que es necesario trabajar
sobre las causas de exclusión, y no tan sólo sobre sus efectos. Para ello se requiere, por parte de los
poderes públicos, el diseño y puesta en práctica de políticas transversales, en las que los Servicios
Sociales participen con prestaciones y servicios que favorezcan la convivencia personal, familiar y social.
Desde M+J apostamos por reconocer el derecho de las personas que se encuentren en situación
de pobreza y exclusión social a vivir con dignidad y a desempeñar un papel activo en la sociedad,
garantizando a todos los ciudadanos la satisfacción de sus necesidades básicas y proporcionándoles el
contexto adecuado para el desarrollo de sus habilidades.
Para ello, proponemos:
1. La implantación en Euskadi de una Renta Básica Universal:
La Renta Básica no constituye un subsidio, sino un derecho de las personas a fin de contar con unos
ingresos que le permitan disfrutar de una vida digna, dotándoles de recursos que les permitan cubrir sus
necesidades esenciales.
Todos los seres humanos somos iguales en dignidad y derechos, y la Renta Básica vendría a dar sentido
a esta afirmación, suponiendo un derecho que todos nosotros, como seres sociales nos reconocemos
mutuamente para vivir en sociedad, favoreciendo la cohesión, eliminando las situaciones de pobreza, y
posibilitando el libre desarrollo personal.
Se trata de poner en valor a la persona en sí misma considerada, y a la aportación que todos los
miembros de la comunidad realizan para el mantenimiento de la misma educándose, formándose,
realizando las tareas domésticas, atendiendo a sus menores, ancianos o enfermos, participando en la
vida social, cultural y política, realizando labores de voluntariado, etc.
La implantación de la Renta Básica Universal requiere a su vez una serie de medidas complementarias
en diversos ámbitos como son el de la fiscalidad, la política de vivienda o empleo, la profundización en la
democracia participativa, o el modelo de consumo y de relaciones sociales y económicas.
Por ello, M+J entiende su programa electoral, no como una suma de propuestas aisladas, sino como un
todo dirigido a implementar una política integral que permita llevar a cabo las transformaciones sociales
necesarias para crear una Euskadi más justa, equitativa y solidaria.
Desde esta perspectiva consideramos que:
· La implantación de la Renta Básica Universal deberá llevarse a cabo de manera progresiva,
ampliando sucesivamente tanto su importe como su grado de cobertura, partiendo del actual
sistema de prestaciones sociales hasta llegar a alcanzar a toda la población.
· En una primera fase, será necesaria la puesta en marcha de programas piloto en distintos
municipios a fin de comprobar sus efectos sobre el mercado laboral y los precios en un contexto
real.
· La Renta Básica no es solo una medida de contenido económico, sino también y, sobre todo,
social. Es preciso establecer mecanismos de corresponsabilidad que permitan implicar a los
ciudadanos y agentes sociales en la gestión de la misma.
· La Renta Básica debe suponer la sustitución progresiva del actual sistema de protección, de
carácter asistencial y condicional, por un nuevo sistema basado en derechos, absorbiendo
prestaciones como la Renta de Garantía de Ingresos, subsidios de desempleo, etc., lo cual
permitirá a su vez establecer un modelo más sencillo, transparente y participativo, reduciendo
significativamente los costes de gestión, eliminando las posibilidades de fraude, y evitando la
llamada “trampa de la pobreza”.
Todo ello, sin perjuicio de que el importe de la Renta Básica pueda ser variable en función de
la edad del perceptor, o de la existencia de prestaciones adicionales que permitan atender de
manera individualizada a determinadas circunstancias personales, como son las derivadas de
enfermedad o incapacidad.
· Apostamos por la extensión de esta medida a la totalidad del Estado y de la Unión
Europea. Entendemos que, en este sentido, es necesario avanzar hacia una gestión compartida
entre el Estado y las Comunidades Autónomas, a fin de cubrir las diferencias regionales en
cuanto al coste de la vida.
→
Por otro lado, al tiempo que se lleva a cabo la implantación de la Renta Básica con carácter
universal, es preciso dar una respuesta inmediata a la creciente situación de desigualdad que se está
produciendo en nuestro país y mantener y mejorar el actual sistema de protección social, a fin de evitar
el coste social que supone el aumento de la pobreza y la exclusión entre la población.
Actualmente, el grado de cobertura de las prestaciones por desempleo alcanza, según la
Memoria Socioeconómica de 2011 elaborada por el Consejo Económico y Social Vasco, al 57% de los
parados. Esto implica que el 43% restante queda excluido de este sistema de protección.
Como complemento, existe en Euskadi la Renta de Garantía de Ingresos, que supuso una
inversión en 2011 de 330 millones de euros por parte de la Administración. Esta prestación, que ha visto
endurecidos los requisitos para su concesión y disminuida su dotación económica para el año 2012 en
un 7%, cubre actualmente a 58.000 ciudadanos vascos. De ellos, 34.000 son personas en edad de
trabajar y el resto, personas mayores que subsisten con pensiones muy bajas, que son complementadas
hasta alcanzar el importe del Salario Mínimo Interprofesional. Esto implica, por tanto, que un número
importante de los desempleados vascos (cerca de 50.000) carece actualmente de ingresos.
Ante esta situación, M+J entiende que el objetivo prioritario inmediato debe ser garantizar unos
ingresos mínimos a todos los ciudadanos vascos que actualmente carecen de ellos, como primer paso
hacia la universalización de la Renta Básica.
Proponemos, por tanto:
2. La ampliación del actual sistema de Renta de Garantía de Ingresos, a fin de garantizar que, además
de los supuestos ya previstos, la misma alcanza a todos aquellos desempleados mayores de 23 años
que hayan agotado su prestación por desempleo o que no tienen derecho a ella, garantizándoles unos
ingresos mínimos que les permitan hacer frente a sus necesidades básicas.
3. Agilizar los trámites para la concesión de la Renta de Garantía de Ingresos y demás prestaciones
sociales existentes, garantizando además que los perceptores reciben de manera efectiva los atrasos
actualmente existentes.
Para ello, es necesario establecer una adecuada coordinación entre Lanbide y los Servicios Sociales
municipales, reforzando la dotación de recursos personales y permitiendo que las solicitudes puedan
llevarse a cabo ante los propios Servicios Sociales, a fin de permitir que los ciudadanos reciban el
adecuado asesoramiento y garantizar la accesibilidad y agilidad del sistema, evitando los perjuicios que
la situación actual causa a las personas residentes en pequeños municipios o zonas alejadas.
4. Reforzar los mecanismos de inserción socio-laboral de las personas en riesgo de exclusión.
El traspaso a Lanbide de la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos, que se produjo en diciembre
de 2011, ha originado que la atención se centre exclusivamente en aspectos laborales y causado
ineficiencias y descoordinaciones entre los distintos servicios públicos. Es preciso prestar una atención
integral a la persona que aborde los aspectos psicosociales, además de los económicos y laborales, a
fin de dar una respuesta adecuada a las situaciones de desprotección existentes en nuestra sociedad.
→
Otro de los graves problemas existentes en la sociedad vasca actualmente, es el del acceso
a la vivienda, al que dedicamos un apartado propio en este programa. Sin embargo, aquí hemos de
hacer referencia a la Renta Básica de Emancipación establecida por el Estado y gestionada por las
Comunidades Autónomas.
Esta reconocía una prestación de 210 euros mensuales como ayuda al alquiler a aquellos jóvenes entre
22 y 30 años que no excedan de ciertos niveles de renta y durante un periodo máximo de 4 años. Con la
llegada del gobierno de Mariano Rajoy, se eliminó la concesión de nuevas prestaciones, manteniendo
tan solo las ya existentes. Posteriormente, su cuantía se ha visto reducida en un 30%, quedando en
147 euros mensuales, lo que en la situación actual, puede suponer un grave quebranto para aquellos
jóvenes cuya capacidad para mantener una vida independiente depende en buena medida de esta
prestación.
Ante esto, M+J apuesta por:
5.
Complementar la Renta Básica de Emancipación, garantizando que su cuantía se mantenga en
los 210 euros para los actuales perceptores hasta que los mismos agoten el derecho a esta prestación.
Actualmente, el número de jóvenes vascos que recibe esta ayuda es de 5.600.
→
Finalmente, M+J quiere proponer una batería de medidas complementarias a las ya mencionadas
y que van también dirigidas a hacer frente a las situaciones de exclusión existentes y promover la
igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos:
6. Incrementar el gasto en protección social hasta alinearlo con el promedio de la UE-15 durante
la próxima legislatura, fijándolo en un 27% del PIB (frente al 20% actual), para progresivamente ir
aumentándolo hasta llegar a un 30%.
7. Reformar el Consejo Económico y Social Vasco para garantizar su independencia y la participación
efectiva en el mismo de los representantes de la sociedad civil organizada, priorizando sus trabajos en
los aspectos socialmente más sensibles, tales como la pobreza y exclusión social, la desigualdad, y la
emigración.
8. Mantener informada a la sociedad vasca sobre los problemas vinculados a la pobreza y la
exclusión, llevando a cabo campañas de sensibilización y promoviendo la educación hacia la solidaridad.
9. Ofrecer una política de absoluta transparencia a la sociedad vasca, publicando periódicamente los
indicadores de pobreza y exclusión social.
10.
Construir redes de cooperación para erradicar la exclusión social, con participación de las
distintas administraciones públicas y agentes sociales.
11. Elaborar un Plan Permanente para la Igualdad de Género en el que se ataquen las verdaderas
causas de dicha discriminación, haciendo públicas todas las circunstancias en las que se produzcan
situaciones de discriminación.
12. Imponer la transparencia salarial a las empresas radicadas en Euskadi.
13. Crear la certificación de equidad salarial. Vincular dicha certificación a las ayudas y subvenciones,
así como a la contratación pública que realice el Gobierno Vasco.
14. Apoyar la creación de empleo para colectivos desfavorecidos, especialmente para las personas
con discapacidad y los jóvenes, fomentando la aparción de empresas de inserción e introduciendo
cláusulas sociales para el acceso al empleo en la administración pública y en las empresas privadas.
15. Desarrollar un Plan para la Igualdad de las personas con discapacidad, especialmente destinado
al impulso de la accesibilidad.
2.- Migración
3.- Empleo
El pleno empleo debe ser uno de los objetivos básicos de cualquier partido político que asuma el
gobierno de Euskadi, y dentro de este objetivo debe atenderse especialmente a la creación de puestos
de trabajo para los jóvenes vascos.
Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo
trimestre de 2012, la tasa de paro en Euskadi se sitúa en el 14,56%, lo que supone 151.100
desempleados. Si bien esta tasa de desempleo es notablemente inferior a la media estatal, situada en
el 26,3%, el dato es preocupante, más teniendo en cuenta el actual escenario de recorte de derechos y
prestaciones sociales y precarización del mercado de trabajo.
En este sentido, M+J quiere denunciar ante la sociedad vasca el riesgo de que el trabajo se convierta
en una mercancía al servicio de meros intereses económicos, donde prime el beneficio empresarial
sobre el inalienable derecho a disponer de un empleo estable y digno. El pleno empleo únicamente será
posible si cambian radicalmente las condiciones económicas de nuestra sociedad, en las que prevalece
el beneficio económico sobre la equidad y la solidaridad.
Resulta prioritario, por tanto, dar respuesta a esta situación llevando a cabo una apuesta decidida
por la creación de empleo estable, sin olvidar la necesidad de dar cobertura a todos los desempleados
con el fin de garantizar unos ingresos mínimos a todas las familias vascas y evitar las situaciones de
exclusión.
M+J se compromete con la sociedad vasca a implementar una política de empleo que garantice
un trabajo digno para todos, fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta
acabar con el desempleo estructural, asegurando el nivel de renta, luchando contra la destrucción de
empleo y creando empleo social.
Todas las acciones que se emprendan en la materia irán además encaminadas a lograr la igualdad
efectiva de mujeres y hombres y la no discriminación por razón de sexo, creencias, cultura, etnia o
cualquier otra circunstancia personal o social.
Para conseguir este fin, M+J propone las siguientes medidas:
1. Reconocer el trabajo como un derecho inembargable que debe extenderse a todas las personas
que convivan en el territorio de Euskadi, de manera que dicho derecho pueda ser demandado por
todos los residentes con independencia de su nacionalidad.
El Gobierno Vasco deberá llevar a cabo las actuaciones necesarias a fin de garantizar a aquellos
ciudadanos que lo soliciten un empleo de utilidad pública, que desarrolle actividades social y
ecológicamente sostenibles.
2. Potenciar los contratos laborales indefinidos, eliminando la actual dualidad del mercado laboral,
que discrimina a los trabajadores temporales, principalmente jóvenes y trabajadores poco cualificados.
Actualmente la temporalidad en Euskadi se encuentra en el 20% de los contratos, muy por encima de la
media de la UE, situada en el 14,1%.
3.
Reorientar y fortalecer la negociación colectiva para lograr una mayor implicación de los
trabajadores en la dirección de las empresas.
4. Dotar de mayores recursos a la inspección de trabajo
para aumentar la frecuencia de las
inspecciones y asegurarse de que todos los empresarios contratan a sus empleados conforme a lo
dictado por la ley, lo que ayudaría también a reducir la economía sumergida.
5. Fortalecer el empleo público en las ramas relativas al Estado de bienestar y la prestación de
servicios sociales, haciendo hincapié igualmente en los servicios de proximidad, revirtiendo la actual
situación de congelación y reducción de plantillas.
6. Fomentar el empleo:
· Evaluando las políticas activas de empleo llevadas a cabo hasta el momento, con el fin de
detectar las deficiencias del sistema y lograr una mayor eficacia en las mismas.
· Estableciendo la condición de que únicamente podrán acogerse a las medidas de fomento
del empleo aquellas empresas que no hubieran destruido empleo en términos absolutos, en
un periodo de cinco años, exceptuándose de este requisito las micro y pequeñas empresas,
así como los empleos generados por autónomos y empresas de la economía social, pudiendo
establecerse excepciones puntuales para medianas empresas.
· Delimitando con precisión los colectivos objeto de las ayudas, con el fin de diseñar planes de
incorporación al trabajo concretos para cada colectivo, llevándose a cabo la delimitación de los
mismos en atención al riesgo de exclusión.
· Diseñando medidas específicas para los parados de larga duración, incidiendo en aquellas
familias en que ninguno de sus miembros disponga de empleo.
· Reorientando el excedente laboral derivado del desempleo tecnológico hacia el sector social,
así como el sector de la construcción hacia la rehabilitación de viviendas.
· Creando, en colaboración con las corporaciones locales, una red de viveros de empresas
dirigidos a albergar cooperativas o empresas cuyos titulares se encuentren en situación de
riesgo o exclusión social.
· Desarrollando programas de empleo integrales que contemplen no sólo la formación, sino la
creación de puestos de trabajo mediante la formación de empresas cooperativas.
· Diseñando una formación adaptada para personas emprendedoras vulnerables que posibilite
adquirir conocimientos, competencias y habilidades para poner en marcha y gestionar su propia
empresa, proporcionándoles apoyo técnico para la elaboración de planes de empresa y estudios
de viabilidad y forma jurídica.
· Desarrollando nuevas formas innovadoras de acceso e inclusión laboral, especialmente en
áreas como las nuevas tecnologías de la información o el teletrabajo, también aplicadas para
facilitar procesos de reinserción de profesionales que hayan experimentado una discapacidad
sobrevenida.
7. Desarrollar los recursos humanos:
· Mediante la formación, que se llevará a cabo desde el acceso al colegio, por lo que toda la
política formativa estará unificada mediante una estrecha coordinación entre los órganos
administrativos.
· Racionalizando las actividades de formación que se dan en la actualidad. La formación estará
ligada directamente al empleo, es decir, se fomentará que previamente a la formación se
identifique claramente la necesidad de empleo.
· Acabando con los cursos de formación que constituyen prebendas para determinadas
organizaciones sociales o empresas privadas cuyo negocio es formar, no ayudar a encontrar
empleo, exigiendo una evaluación independiente de los resultados en cuanto al éxito en
la colocación de los estudiantes. De esta manera, los presupuestos en formación podrán
concentrarse en aquellas entidades que garantizan con mayor eficiencia la colocación.
· Fomentando las iniciativas personales que se dirijan a la búsqueda de autoempleo,
incidiendo la formación especialmente en las mismas.
8. Mejorar la financiación de las políticas de empleo, alineando el gasto por desempleado al de
los países de la UE-15 mediante una distribución del gasto en el que primen las medidas proactivas y
específicas frente a las pasivas y genéricas.
9. Garantizar la transparencia, coordinación y evaluación de las políticas de empleo, asegurando la
transparencia efectiva de las actuaciones que se lleven a cabo, mediante una definición de objetivos
e indicadores claros y concretos; llevando a cabo una evaluación independiente continua y el análisis
de prospectiva previo a la adopción de cualquier medida y coordinando con los Ayuntamientos y
Diputaciones, para establecer una división racional del trabajo y elaborar programas comunes, evitando
las duplicidades.
10. Crear instrumentos financieros específicos para autónomos, pequeñas y medianas empresas y
empleo social.
11. Llevar a cabo una política fiscal que promueva el empleo estable, incentivando la inversión de
los beneficios de las empresas en actividades productivas.
12. Avanzar hacia unas condiciones laborales que permitan la conciliación de la vida familiar, social y
laboral:
· Reducción progresiva de la jornada y la semana laboral hasta acabar con el desempleo
estructural, acompañada de la prohibición de horas extras, que solo podrán realizarse en caso
de fuerza mayor y ser compensadas en tiempo, y no en dinero.
· Garantizar la compaginación del trabajo y la formación continua, reconociendo a cada
trabajador el derecho a una mañana de formación por semana.
· Potenciar el empleo a tiempo parcial, reconociendo a los trabajadores el derecho a optar por
el mismo en todo momento, con posibilidad de reincorporación a la jornada completa.
· Potenciar los permisos de formación y por causas familiares, mejorando las condiciones de
excedencia, reducción y flexibilidad de horarios, y aumentando los permisos de maternidad y
paternidad.
· Creación de una red pública de escuelas infantiles que permita cubrir las necesidades de
conciliación de la vida laboral y familiar.
Más Derechos Sociales
El derecho a la salud, a la educación y a disfrutar de una vivienda digna constituyen derechos básicos
y su garantía debe convertirse en la primera obligación de cualquier gobierno democráticamente
elegido.
Sin embargo, el grado de cobertura de los mismos existente en la actualidad es muy insuficiente,
pues no cubre las necesidades de la sociedad vasca. Los recortes presupuestarios aprobados por el
Gobierno Vasco en 2012 han supuesto además una reducción de un 0,9% de las partidas destinadas a
sanidad, un 0,5% en las dedicadas a educación, un alarmante 1,7% para los servicios sociales, y un 7% en
las cuantías de las prestaciones sociales, lo que supone dejar de invertir cerca de 300 millones de euros
en los servicios sociales públicos vascos.
Esta situación, como ha advertido el propio Ararteko, puede traer consigo un significativo aumento
de la desigualdad y las bolsas de pobreza en la sociedad vasca. Por tanto, debe considerarse prioritaria
la acción política dirigida a la plena implementación de estos derechos, enfocándola en primer término
hacia los colectivos más desfavorecidos de nuestra sociedad.
M+J apuesta por el blindaje y fortalecimiento de los servicios públicos, concibiéndolos como
una inversión y no como un gasto, y facilitando el acceso a los mismos a toda persona residente en
Euskadi en condiciones de igualdad, evitando las situaciones de discriminación o exclusión.
4.- Educación
El Estatuto de autonomía reconoce que es competencia de Euskadi la enseñanza en toda su
extensión, niveles y grados, modalidades y especialidades, sin perjuicio de las competencias reservadas
al Estado por la Constitución.
El presupuesto del Gobierno Vasco para 2012 destina a Educación, Universidades e Investigación
2.648 millones de euros (un 0,5% menos que el año anterior), lo que supone un 3,96% de nuestro
PIB, lejos de la media de la UE, en la que el gasto público en educación se sitúa en el 5,3%, e incluso
por debajo de la media estatal. Además, somos una de las Comunidades Autónomas que más fondos
públicos destina a financiar la educación privada.
Euskadi gasta menos en educación de lo que le corresponde por su nivel de riqueza. Mientras
nuestro PIB per capita es el 122% del PIB de la UE-15, el gasto en educación pública per capita es solo el
75% de la UE-15.
La educación es, sin duda, uno de los factores más influyentes en la exclusión o inclusión de las
personas, existiendo una estrecha relación entre riesgo de pobreza y nivel educativo. Es también el
primer elemento dinamizador de una sociedad, su capacidad, su sensibilidad, sus cualidades están
vinculadas a su educación.
La apuesta por la democracia participativa conlleva necesariamente reforzar el ámbito educativo,
pues la participación exige no solo garantizar unos recursos formativos mínimos a todas las personas,
sino también las competencias adecuadas para que puedan aportar propuestas que transformen la
sociedad.
Desde estas premisas, en M+J apostamos por reformular el modelo educativo, impulsando una
educación pública inclusiva y de calidad, y proponiendo para ello las siguientes medidas:
1. Incrementar el presupuesto educativo hasta situarlo en la media europea (5,3%).
2. Garantizar a todos los residentes en Euskadi el derecho a una educación de calidad, inclusiva y
gratuita:
· Asegurar la escolarización efectiva de toda persona en edad de enseñanza obligatoria, con la
garantía de que pueda ser en el centro educativo más cercano a su lugar de residencia.
· Asegurar el acceso gratuito a los centros de educación infantil para toda persona en situación
de riesgo de exclusión.
· Establecer mecanismos de coordinación estrecha entre el sistema educativo y los servicios
sociales, con objeto de dar apoyo a las familias así como fomentar espacios no formales de
educación.
· Dotar a los centros educativos de personal especializado, docentes y no docentes, para
trabajar con alumnos en situación de riesgo, tanto por causas económicas como sociales.
· Dotar al profesorado de herramientas para la gestión de la diversidad en el aula.
· Prevenir la segregación educativa y la concentración de alumnado con factores de riesgo
estructural en determinados centros.
· Reducir las tasas de abandono escolar y facilitar la reincorporación al sistema educativo de
aquellas personas que lo han abandonado, con mecanismos de información y asesoramiento.
Actualmente la tasa de abandono escolar prematuro en Euskadi se sitúa en el 12,6%. Si bien esta
cifra es ostensiblemente inferior a la media estatal (28,4%) y se sitúa incluso por debajo de la
media de los países de la UE-15 (15,4%), la Estrategia Europea 2020 incluye el objetivo principal
de reducir el abandono escolar prematuro a menos del 10%, por lo que es necesario continuar
realizando esfuerzos en este sentido.
3. Aportar herramientas, en la Educación Primaria y Secundaria, para que la persona pueda
desarrollarse plenamente tanto a nivel familiar y laboral como social y político:
· Introducción de técnicas de gestión emocional en las escuelas, así como fomento de
la colaboración y el trabajo en grupo, primando la creatividad e imaginación sobre la
memorización.
· Desarrollo de programas de técnicas de estudio para la implementación de hábitos desde
primaria que ayuden a los escolares a desarrollar su aprendizaje de una forma ordenada y
metódica.
· Focalizarse en la comprensión y la colaboración, resolución de problemas individuales y
grupales, gestión colectiva de recursos escasos, conocimiento de uno mismo y relaciones con los
demás.
· Hacer hincapié en la educación para el desarrollo y la paz. Educar personas conscientes y
críticas.
4. Acercar la Universidad a la sociedad, propiciando una mayor utilidad de la misma a través de:
· Fomentar, además de las prácticas en empresas, las acciones de voluntariado en ONGs y
ONGDs vinculándolas con el trabajo académico, favoreciendo tanto el aporte extra de recursos
humanos en el ámbito social y de desarrollo como la sensibilización del sector estudiantil de la
población sobre las deficiencias sociales existentes tanto en su entorno más inmediato como en
el ámbito internacional.
· Dar a conocer desde los distintos ámbitos académicos universitarios – sanitario, educativo,
social, legal, etc. – las situaciones de precariedad que existen en la sociedad y mostrar las
aportaciones que pueden hacerse desde cada disciplina.
· Orientar la realización de trabajos académicos, actualmente tendentes a ser demasiado
teóricos, hacia el conocimiento de nuestro entorno inmediato para que puedan ser de utilidad
en la detección y posterior subsanación de problemáticas concretas que se viven en nuestra
sociedad.
Paralelamente, se potenciará la difusión de los estudios efectuados (tales como trabajos de
fin de carrera o master y tesis doctorales), a fin de que el trabajo realizado pueda revertir
positivamente en la sociedad.
5. Separar la actividad docente de la actividad investigadora, a fin de conseguir la plena dedicación
de los profesionales y garantizar la satisfacción de las necesidades formativas específicas del personal
investigador.
La docencia, sin embargo, puede construirse de otra manera gracias a las nuevas tecnologías. Estrategia
auto-didáctica y formación continua durante la semana laboral acompañada por consejeros en
pedagogía.
6. Aumentar el número de becas de estudio, primando los criterios socioeconómicos en la concesión
de las mismas.
7. Promover la educación no formal como alternativa de ocio y tiempo libre, con el fin de conseguir la
formación integral de niñ@s y adolescentes.
8. Creación de un portal de educación universal con contenidos y materiales gratuitos para todos los
ciudadanos.
5.- Sanidad
La sanidad pública constituye un pilar fundamental del Estado de bienestar, y un medio
indispensable para garantizar el derecho a la salud y la igualdad de todos los ciudadanos. Sin embargo,
en los últimos años, y amparándose en la situación de crisis económica, los distintos gobiernos
han venido desarrollando una política de recortes tanto en las partidas presupuestarias destinadas
a financiar el sistema público de salud como en el acceso a las prestaciones, lo que se ha visto
complementado recientemente con sistemas de copago (“repago”, en realidad) sanitario y farmacéutico
y la exclusión de un amplio número de medicamentos de la financiación pública.
Este tipo de actuaciones resultan inadmisibles, puesto que suponen una limitación de los
derechos de los ciudadanos, incidiendo de manera negativa en su calidad de vida, y perjudicando
proporcionalmente más a quien se encuentran en situación de riesgo, como son los parados,
inmigrantes, ancianos, enfermos crónicos o personas con escasos recursos económicos. Reducir el nivel
de cobertura sanitaria supone incrementar las desigualdades así como el riesgo de pobreza y exclusión
social.
En Euskadi, el Presupuesto del Gobierno Vasco para 2012 contempla un gasto en Sanidad de 3.406
millones de euros, lo que supone un 0,9% menos que el año anterior. Esto implica además que el
esfuerzo económico vasco en sanidad alcanza tan solo el 5,2% de nuestro PIB. Al igual que sucedía en el
campo de la educación, esta cifra se sitúa por detrás de la media estatal (5,8%) y muy lejos de la media
europea, situada en el 7,2%.
Estos datos desmontan por sí solos la idea que se pretende inculcar en la población desde
determinados sectores acerca de la insostenibilidad del sistema de salud pública y muestran que el
mantenimiento y mejora de la sanidad vasca es, de nuevo, una cuestión de de prioridades y decisiones
políticas.
Así, M+J apuesta por garantizar una cobertura sanitaria universal y gratuita para el conjunto de la
población, corrigiendo las desigualdades existentes en materia de salud que hacen que determinados
grupos de población tengan una menor atención sanitaria, menos esperanza de vida, mayor morbilidad
y, en consecuencia, menor calidad de vida.
Planteamos, además, un enfoque amplio sobre la salud que tenga muy presente tanto los factores
ambientales y psicosociales como la promoción de la salud y la prevención, poniendo especial atención
en mejorar las condiciones sanitarias de aquellos colectivos sociales con mayores carencias.
Para ello, proponemos:
1.
Incrementar progresivamente el gasto público en sanidad hasta alcanzar el 7% del PIB, con el
fin de garantizar la gratuidad y universalidad del sistema, y hacer frente a la necesidad de mayores
atenciones que el envejecimiento de la sociedad vasca pueda suponer.
2. Reconocer el derecho a la asistencia sanitaria en igualdad de condiciones a todos los residentes en
Euskadi, con independencia de su situación laboral, nacionalidad o cualquier otra circunstancia. Todo
residente tendrá derecho a su Tarjeta Individual Sanitaria.
Se garantizará además el acceso a la atención sanitaria a los desplazados con las mismas condiciones
y garantías que los residentes, y se exigirá del Ministerio de Sanidad que lleve a cabo las actuaciones
necesarias para garantizar el cumplimiento de este derecho en todas las CC.AA. de acuerdo con lo
establecido en la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.
3. Garantizar la gratuidad del sistema sanitario en el momento de uso. Rechazamos cualquier
modalidad de copago en la sanidad pública. Este tipo de medidas no han demostrado ningún efecto
sobre la contención de la demanda inapropiada y sí sobre la equidad y la accesibilidad, además de tener
elevados costes de gestión.
4. Establecer la dedicación exclusiva del personal sanitario que trabaja en el sistema de salud
pública, evitando la desviación de recursos hacia el sector privado. Al mismo tiempo, es necesario
liberar al personal sanitario de la realización de tareas administrativas, a fin de mejorar la prestación del
servicio y aumentar el tiempo disponible para atender a los pacientes.
5.
Aumentar el número de plazas hospitalarias en la sanidad pública, con el fin de converger
progresivamente con la media de la UE. El número de camas por cada 1.000 habitantes se ha ido
reduciendo en Euskadi de manera continuada hasta situarse en 3,6, muy lejos de las 5,35 camas/1.000
habitantes que representa la media europea. A esto hay que añadir el peso especialmente relevante de
la sanidad privada, que acapara el 30% del total.
6.
Potenciar la Atención Primaria de Salud, mejorando su dotación presupuestaria y de personal,
dado que el buen funcionamiento de la misma supone la clave para garantizar la accesibilidad y
eficiencia del sistema sanitario.
7.
Racionalización del gasto farmacéutico, rechazando la aplicación de las nuevas medidas de
copago establecidas por el Gobierno español. Para ello apostamos por las siguientes medidas:
· Potenciar la coordinación con el Estado y las demás CC.AA. para establecer centrales de
compras que permitan aprovechar las ventajas de las economías de escalas para la adquisición
de medicamentos y tecnología.
· Introducción de la receta electrónica en la totalidad del sistema sanitario vasco.
· Receta exclusivamente de la medicación necesaria, por unidades, y modificación del
envase de los medicamentos, a fin de dispensar únicamente las dosis prescritas, evitando e
desperdicio de medicamento actual y la automedicación.
· Potenciación de los fármacos genéricos, siendo de obligada prescripción siempre que existan
los mismos. Adicionalmente, es preciso llevar a cabo un control estricto de las políticas de
marketing de las empresas farmacéuticas y las actividades de formación y esponsorización
realizadas por la industria.
· Introduccion de las hierbas medicinales como aliadas a los medicamentos y para tratamientos
concretos.
8.
Dotar de mayor transparencia al sistema de salud, mejorando los mecanismos de información
existentes y la coordinación entre distintas áreas de la Administración.
9.
Tomar medidas de atención específicas dirigidas a aquellos grupos que tienen más dificultades
en el acceso al sistema de salud o que requieren de una especial atención (personas con discapacidad,
personas con problemas de salud mental, personas con enfermedades raras y crónicas, personas con
drogodependencias, población reclusa, personas sin hogar, minorías étnicas, etc.).
10.
Intensificar las campañas preventivas y de educación en hábitos de vida saludables,
dirigiéndolas especialmente a las personas que tienen peor calidad de vida.
11. Intervenir en contextos insalubres, mejorando los equipamientos y resolviendo los problemas
estructurales que precarizan la salud de las personas.
6.- Vivienda
El artículo 47 de la Constitución española reconoce el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar
de una vivienda digna y adecuada. Impone además a los poderes públicos el deber de promover las
condiciones necesarias y establecer las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando
la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
Diversos tratados internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos reconocen
igualmente el derecho de todas las personas a un nivel de vida adecuado, incluyendo la vivienda entre
los derechos que deben serles garantizados.
Sin embargo, la política de vivienda llevada a cabo hasta el momento ha fomentado la especulación
y propiciado el boom inmobiliario, convirtiendo el acceso a la vivienda en uno de los mayores problemas
para los ciudadanos vascos, particularmente para los más jóvenes.
En efecto, según la Estadística de Oferta Inmobiliaria correspondiente al primer trimestre de 2012,
elaborada por el Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno Vasco, el precio
medio por metro cuadrado útil de la vivienda usada se situaba en Euskadi en los 3.837 euros, mientras
que en el caso de la vivienda libre alcanzaba los 3.765 euros (en torno a un 70% más que la media
estatal), ocupando de manera destacada el primer puesto en el ranking de Comunidades Autónomas.
Esta situación se reproduce en el mercado de alquiler, con una oferta escasa (apenas el 5,3% del
total de viviendas ofertadas) y con precios desorbitados, que sitúan la renta media en 895 euros al mes.
Frente a esto, nos encontramos con que en el parque vasco de viviendas existen cerca de 45.000
viviendas vacías (el 4,6% del parque inmobiliario) y más de 29.500 segundas residencias.
El volumen conjunto de estos dos tipos de residencia viene a coincidir con el volumen de la demanda
de vivienda en Euskadi, por lo que la intervención sobre las mismas debe ser prioritaria, adoptando
medidas de fomento y disuasorias que permitan poner estas viviendas al servicio de las necesidades
sociales.
M+J apuesta por reconocer el acceso a la vivienda como un verdadero derecho social, poniendo en
valor el artículo 47 de la Constitución y desarrollando políticas que garanticen de manera efectiva este
derecho, eliminando la especulación y garantizando la socialización de las plusvalías urbanísticas e
inmobiliarias:
1. Elaboración de una Ley de Vivienda Social que reconozca el derecho de toda persona mayor de 18
años a una vivienda digna y adecuada en régimen de alquiler como un derecho subjetivo exigible ante
los tribunales, sin que la renta mensual exceda en ningún caso del 30% de sus ingresos.
2. Desarrollo de un Servicio Público de Vivienda encargado de coordinar la actuación de las distintas
administraciones en materia de vivienda y urbanismo; y dirigido a garantizar un Parque Público de
Vivienda en Alquiler que satisfaga las necesidades habitacionales de la ciudadanía vasca.
Dicho servicio público de vivienda constituirá el cauce único a través del cual se dará satisfacción a las
necesidades de la ciudadanía vasca en materia de vivienda.
La ley garantizará la participación en los órganos de representación y dirección de este servicio de los
representantes de la sociedad civil y la debida participación social en los procesos de elaboración de sus
planes estratégicos de actuación, que serán de obligado cumplimiento para todas las administraciones
públicas.
M+J se compromete a dotar al Servicio Público de Vivienda de los recursos económicos necesarios para
llevar a cabo sus funciones.
3. Reorientación de la política pública de vivienda, de manera que toda nueva construcción que se
produzca en el marco de la intervención pública sea adjudicada exclusivamente en régimen de alquiler
o mediante otras figuras análogas, como el derecho de superficie.
4. Avanzar hacia un nuevo modelo de asignación de las viviendas públicas mediante sistema de
baremación, tomando en consideración criterios como la escasez de recursos, riesgo de exclusión,
desempleo, número de hijos….
5. Movilizar viviendas vacías y subocupadas, mediante la adopción de las siguientes medidas:
· Recargo del IBI para las viviendas no ocupadas. M+J propondrá los cambios normativos
necesarios para que todas aquellas viviendas en las que no conste empadronamiento vean
recargada la cuota del Impuesto sobre Bienes Inmuebles en un 200%.
Impulsaremos igualmente la aplicación de esta medida respecto a los locales comerciales
desocupados.
· Requisa Temporal. El Servicio Público de Vivienda tendrá la facultad de requisar
temporalmente viviendas vacías o subocupadas en aquellas localidades donde las tasas de
necesidad de vivienda y de presencia de viviendas vacías y subocupadas así lo legitimen (tasas
de desocupación superiores al 5%).
La requisa se llevará a cabo por un periodo de 5 años prorrogables con el fin de poner dichas
viviendas a disposición de los ciudadanos en régimen de alquiler social. Los ingresos obtenidos
en tal concepto, una vez descontados los gastos en que la administración haya incurrido, serán
puestos a disposición del propietario de la vivienda.
· Edificación forzosa. El Servicio Público de Vivienda tendrá capacidad para intervenir
directamente en relación con aquellas promociones de vivienda cuya finalización haya sido
artificialmente detenida por los promotores con la finalidad de mantener el nivel actual
de precios, pasando en tales casos el suelo y las edificaciones a ser de titularidad pública y
destinándose las viviendas correspondientes a alquiler social.
· Fomento e intermediación. En paralelo a las intervenciones arriba mencionadas, el Servicio
Público de Vivienda llevará a cabo una labor de fomento e intermediación dirigida a facilitar
la salida al mercado de alquiler de las viviendas vacías o subocupadas, mediante la revisión y
mejora de los programas ya existentes.
6. Reconocimiento de la posibilidad de crear viviendas en locales comerciales vacíos en aquellos
municipios donde la demanda de alquiler social exceda del parque de viviendas existente.
7.- Aumentar el control y sanción del incumplimiento de la normativa en materia de declaración de
los contratos de arrendamiento y depósito de fianza a fin de garantizar un control exhaustivo de la
situación de los inmuebles y evitar el fraude fiscal en la materia.
8. Incremento del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales en el caso de venta de vivienda
usada, gravando las plusvalías de manera decreciente en el tiempo (comenzando por cantidades
cercanas al 100% durante los primeros años), a fin de evitar la especulación inmobiliaria con un bien
básico como es la vivienda.
9. M+J promoverá además la modificación a nivel estatal de la legislación hipotecaria introduciendo
las siguientes novedades:
· Limitación tanto de los plazos máximos de amortización (20 años) como del ratio de
endeudamiento máximo (30% de los ingresos).
· Modificación de los procedimientos de ejecución hipotecaria, sustituyendo la subasta judicial
de la vivienda por sistemas de venta directa, eliminando la necesidad de previa consignación de
importe alguno para concurrir al proceso de adjudicación, a fin de evitar el perjuicio patrimonial
que el sistema actual supone para el hipotecado.
· Reconocimiento de la posibilidad de extinción de la deuda mediante la dación en pago.
· Reconocimiento del derecho de la persona desahuciada a seguir viviendo en su domicilio a
cambio de un precio de alquiler social.
10.
Reorientar la actividad constructora y promotora hacia la rehabilitación de viviendas,
potenciando la mejora en la calidad social, ambiental y energética de las edificaciones.
11.
Potenciar el control e inspección de la calidad de las viviendas en uso, sancionando
efectivamente el incumplimiento de las condiciones de higiene y seguridad mínimas.
12. Favorecer el desarrollo de la autoconstrucción dirigida a atender las necesidades de vivienda
habitual.
13. Llevar a cabo un proceso de relocalización y reestructuración urbana con el objetivo de convertir
las grandes aglomeraciones en pequeñas ciudades sostenibles y habitables.
Economía al servicio de las personas
M+J considera que toda política económica debe estar orientada a la consecución de un modelo de
sociedad equitativa, solidaria y justa que potencie el desarrollo humano, eliminando las desigualdades
entre las personas.
El gasto público debe tener como finalidad esencial la eliminación de la pobreza y de la situación
de precariedad que afectan a un porcentaje considerable de familias, mantener y profundizar en los
derechos sociales de los ciudadanos y ciudadanas y desarrollar un tejido productivo que ponga la
economía al servicio del interés general, garantizando un empleo digno a todas las personas.
La lucha contra el fraude, a todos los niveles, debe ser otra de las prioridades de las
administraciones públicas. Para ello, deben consignarse fondos suficientes para garantizar la efectividad
de las medidas adoptadas en la materia. Especial hincapié debe hacerse así mismo en la concienciación
ciudadana acerca de las consecuencias sociales negativas que se derivan de las prácticas fraudulentas.
Se hace también necesario redefinir el modelo impositivo de forma que la distribución de la carga
tributaria se ajuste estrictamente a las exigencias de igualdad, generalidad y progresividad proclamadas
en el artículo 31 de la Constitución.
En este sentido, debe denunciarse la injusticia inherente al actual sistema, que no reparte el peso
contributivo proporcionalmente entre familias y empresas y, dentro de estas, según sus beneficios
reales.
M+J apuesta por un modelo de sociedad que conciba la economía como un medio al servicio de
las personas. A tal fin, resulta imprescindible dar la vuelta a cinco características del modelo económico
actual:
1.- Frente a la especulación, fuente de inestabilidad, proponemos ESTABILIDAD ECONÓMICA,
favoreciendo la economía productiva sobre la economía financiera y especulativa.
2.- Frente a la desregulación, REGULACIÓN de los mercados económicos y financieros.
3.- Frente al consumismo, apostamos por el CONSUMO RESPONSABLE.
4.- Frente al individualismo es necesaria la COHESIÓN SOCIAL.
5.- Frente a la opacidad, buscaremos TRANSPARENCIA.
7.- Reorientación de los presupuestos desde la
perspectiva del impacto social
El déficit público se ha convertido, en los últimos años, en una de las principales causas de
preocupación por parte de los dirigentes políticos y económicos, repercutiendo en los medios de
comunicación de manera destacada y trasladando dicha preocupación a la sociedad. La deuda
pública existente se achaca a un excesivo gasto público, proponiendo una política de fuertes recortes
presupuestarios dirigidos, principalmente, a los capítulos de gastos sociales e inversión.
Sin embargo, es fácil demostrar que la deuda actual no se debe a un desmedido aumento del gasto
público, sino a la política de rescates bancarios, que ha llevado a que buena parte de la deuda privada
se transforme, por esta vía, en deuda pública. Esta circunstancia ha venido además acompañada de una
política fiscal regresiva y de un elevado fraude fiscal.
M+J rechaza estas medidas dirigidas a socializar las pérdidas del sector financiero y culpabilizar
a los asalariados de los efectos de la crisis del sistema económico basado en un modelo neoliberal,
insolidario, dogmático y sin futuro. Los ciudadanos no somos culpables de esta crisis.
Frente a esto, afirmamos que otro modelo político y económico es posible. Apostamos por una
política de ingresos y gastos acorde con la demanda social, basada en la solidaridad redistributiva y la
lucha contra el fraude, reorientando el gasto hacia las políticas sociales y garantizando unos servicios
públicos universales y de calidad.
Para garantizar unos presupuestos equilibrados y socialmente justos, M+J propone las siguientes
medidas:
1. Llevar a cabo una auditoría de la deuda pública vasca con intervención de los agentes sociales y
exigir al Estado la realización de una auditoría propia, a fin de determinar, con absoluta transparencia,
su alcance, causas y responsables y delimitar la deuda injusta e ilegítima, y que, por tanto, no debe ser
soportada por los ciudadanos.
2. Alinear el gasto en protección social con el promedio de la UE-15 durante la próxima legislatura,
fijándolo en un 27% del PIB (frente al 20% actual), para progresivamente ir aumentándolo hasta llegar a
un 30%.
3. Apostar por una viabilidad económica a largo plazo, reforzando presupuestariamente aquellas
partidas destinadas a educación, sanidad, vivienda, investigación, etc., alineando el gasto con los países
socialmente más avanzados de Europa.
4. Promover una política de empleo orientada hacia las actividades sociales que alcance un 15% de
los empleos, considerando tanto los empleos del sector privado como del sector público.
5. Dar máxima prioridad a una política de gasto público que promueva las inversiones productivas,
condicionando las ayudas y bonificaciones de las empresas a la creación real de empleo.
6. Reducción drástica de aquellas partidas presupuestarias cuya aportación social es cuestionable
(fomento de la inversión inmobiliaria, consumo de bienes importados con implicaciones negativas –
petróleo, energía, textil, vehículos de lujo…-)
7. Adoptar una política estricta de austeridad y coherencia en el gasto público en compromisos
institucionales, eventos (congresos, recepciones, etc.) y demás cuestiones de índole estética y
costumbrista.
8. Prohibición de concesión de subvenciones o acceso a otros fondos públicos por cualquier medio
(incluida la esponsorización) para entidades que mantengan deudas con la Seguridad Social o la
Hacienda Pública.
8.- Fiscalidad Justa
La construcción de un sistema fiscal justo constituye un paso indispensable para conseguir una
sociedad cohesionada, que garantice a todos los ciudadanos la satisfacción de sus necesidades básicas
y la prestación de unos servicios públicos de calidad que contribuyan a eliminar las situaciones de
desigualdad.
Para ello, resulta prioritario recuperar una política contributiva que reparta las cargas fiscales en
función del nivel de renta y patrimonio de las personas, evitando la utilización de impuestos indirectos,
como el IVA, para aumentar los ingresos.
En 2011 la suma recaudada en Euskadi en concepto de impuestos concertados fue de 11.481
millones de euros, representando la recaudación en concepto de IVA el 35,7% del total, lo que muestra
la regresividad del sistema. Este tipo de estrategia fiscal resulta socialmente inaceptable, ya que la carga
impositiva recae, proporcionalmente en mayor medida, sobre los ciudadanos con menos ingresos. Es
también imprescindible recuperar la contribución de las empresas a los ingresos públicos, atendiendo a
los beneficios de las mismas.
M+J apuesta por un sistema impositivo basado en los principios de igualdad y progresividad, y
con prevalencia de la imposición directa frente a la indirecta, que permita llevar a cabo una política
redistributiva dirigida a favorecer la cohesión e inclusión social y a la eliminación de la pobreza.
Para ello, proponemos:
1.
Trasladar el debate sobre la fiscalidad al Parlamento Vasco, haciendo uso de la Ley de
Armonización, garantizando así la publicidad y transparencia del mismo y la homogeneidad entre los
distintos Territorios Históricos, frente al actual sistema, donde las decisiones se toman en el Órgano
de Coordinación Tributaria, entre los Diputados Forales de Hacienda y el Consejero de Hacienda del
Gobierno Vasco.
2. Reformular los impuestos concertados para adoptar un sistema tributario socialmente más justo,
en el que se incremente en mayor medida la contribución de quien más tiene y reduciendo el peso de
los impuestos indirectos:
· Reformar el IRPF, igualando la contribución de la rentas del capital a las rentas del trabajo y
aumentando los tipos impositivos para las rentas más altas.
· Restablecer de manera efectiva el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto de Donaciones
y Sucesiones, manteniendo la exención de las rentas más bajas.
· Incrementar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales por las plusvalías generadas por
la venta de vivienda, para evitar la especulación inmobiliaria.
3. Eliminar aquellas deducciones y reducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades que tienen como
resultado que las grandes empresas paguen un tipo impositivo real menor que el de las PYMES, así como
aquellas otras excepciones o desgravaciones que no estén directamente vinculadas a la creación de
empleo.
4. Reformar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles a fin de establecer una recarga del 200% de su
importe para las viviendas y locales vacíos.
5. Eliminar los privilegios fiscales de las SICAV y otras figuras jurídicas similares, que permiten a sus
propietarios retrasar indefinidamente el pago de impuestos sobre el capital.
6. Implantar una ayuda destinada a disminuir la cuota de autónomos para aquellos ingresos de
escasa cuantía, a fin de estimular el alta, así como facilitar los pagos fiscales a PYMES con problemas
económicos.
7. Ofrecer ventajas fiscales a las inversiones social y ecológicamente responsables y las rentas del
trabajo más bajas.
8. Instar al Gobierno español a promover la implantación de un Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales (Tasa Tobin) en el conjunto de la UE, cuyo importe deberá destinarse íntegramente a
políticas sociales.
Hasta su aprobación, solicitaremos al Gobierno la adopción de dicha medida a nivel estatal.
→
Otro punto de actuación preferente debe ser la lucha decidida contra el elevado fraude fiscal
existente en Euskadi, y que se estima en 2.500 millones de euros anuales de acuerdo con los informes
del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) y los estudios de la Universidad del País
Vasco, concentrándose especialmente en las rentas altas y no salariales.
Es una grave injusticia social consentir la economía sumergida, no solo por las pérdidas de ingresos
públicos, sino también por lo que supone de degradación y falta de derechos de las personas que lo
practican. El fraude del IVA, conocido por todos y consentido por los actuales gobernantes, es otro de
los graves problemas de nuestra economía, así como el dinero depositado en paraísos fiscales y que no
tributa en nuestro país o las evasiones de capital privado que se están produciendo desde el inicio de la
crisis.
Frente a esta situación, M+J impulsará las siguientes medidas:
1. Puesta en marcha de un Plan Integral de lucha contra el fraude, que coordine a todas las
instituciones vascas dotándolas de medios económicos y técnicos adecuados para perseguir el fraude
fiscal, aumentando el cuerpo de inspectores fiscales y llevando a cabo la interconexión informática de
las bases de datos tributarias de las Haciendas forales.
2. Rechazo de la amnistía fiscal e imprescriptibilidad de las rentas no declaradas. Promoveremos
igualmente el aumento de las sanciones penales por delitos fiscales.
3. Garantizar el control minucioso de todos aquellos patrimonios que superen los 300.000 euros y a
las personas físicas y jurídicas que ingresen más de 100.000 euros anuales.
Promoveremos además una modificación de Ley Orgánica de Protección de Datos con el fin de poder
hacer pública la información sobre los mayores patrimonios de bienes y servicios básicos, así como la
eliminación del secreto bancario y la obligación de informar sobre cuentas y valores en el extranjero.
4. Seguimiento del movimiento de billetes de 500 euros e impulso y fomento del dinero electrónico, a
fin de facilitar el control del fraude fiscal.
5. Promover un acuerdo en la Unión Europea para evitar la libre circulación de capitales hacia
paraísos fiscales, así como la actividad en suelo europeo de empresas o filiales con sede en esos
países.
En tanto esto se consigue, publicar una lista de empresas que operan en Euskadi y lo hacen también,
directamente, o por medio de filiales, en paraísos fiscales, a fin de informar de dicha práctica a la
población.
Se concentrarán las inspecciones a estas empresas y se excluirá a las mismas de la posibilidad de
contratación pública y del acceso a subvenciones o beneficios fiscales.
9.- Economía social
La economía social comprende el conjunto de las actividades económicas y empresariales que,
en el ámbito privado, llevan a cabo aquellas entidades que persiguen bien el interés colectivo de sus
integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos.
En Euskadi, según datos del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, en
2008 el conjunto de la economía social daba empleo a un total de 62.615 personas (de los que 50.359
correspondían a sociedades cooperativas), representando el 6,3% del total de empleos existentes.
La gran mayoría de estos empleos se situaban en el sector servicios (30.353) e industrial (29.922),
mientras que la importancia del sector de la construcción (2.120 empleos) y, especialmente, primario
(220) era prácticamente testimonial.
M+J apuesta por potenciar la economía social, fomentando las actuaciones empresariales
centradas en la solidaridad, interna y externa, que favorezcan el compromiso con el desarrollo local,
la igualdad de oportunidades, la cohesión social, la inserción de grupos excluidos, la generación de
empleo estable y de calidad y la sostenibilidad medioambiental.
Para ello, proponemos:
1. Potenciar las cooperativas y pequeñas y medianas empresas como elementos integradores de la
sociedad y generadores de empleo y estabilidad social.
En particular, se fomentará la creación de cooperativas de productores, particularmente en el sector
primario, así como de sociedades cooperativas pequeñas en el ámbito del pequeño comercio, mediante
un sistema integral de ayudas, información y asesoramiento.
2. Crear un instrumento financiero específico para el apoyo a la implantación y desarrollo de
las empresas de economía social, que incluya tanto medidas formativas como técnicas, laborales y
económicas, estas últimas a través de una financiación preferente y directa.
3. Establecer medidas fiscales que favorezcan la implantación de las entidades de economía social,
incluyendo tanto las referidas al IRPF como al impuesto sobre sociedades.
4. Coordinar planes de actuación conjunta con las Corporaciones Locales, destinados a la priorización
del desarrollo de la economía social.
5. Establecer cláusulas en los concursos públicos de la administración que favorezcan la adjudicación
a empresas sociales, así como priorizar este tipo de empresas en la convocatoria de subvenciones
públicas.
6. Conectar a los productores con los pequeños comerciantes, para que así puedan competir en
precios con las grandes superficies, gracias a la eliminación de intermediarios.
7. Fomentar la creación de grupos de consumo y su contacto y relación directa con cooperativas de
productores.
8. Rechazar las medidas de liberalización de los horarios comerciales, a fin de proteger al pequeño
comercio frente a las grandes cadenas y superficies, y garantizar la conciliación de la vida familiar, social
y laboral, evitando igualmente la precarización del mercado de trabajo que supondría una ampliación de
los horarios.
9. Establecimiento de controles de calidad relativos a la Responsabilidad Social Corporativa, que
permitan evaluar el impacto ambiental y social de las empresas.
10.- Finanzas éticas
11.- Contratación y compra pública ética y sostenible
1. Seguimiento exhaustivo del cumplimiento del presupuesto presentado.
2. Rechazo de las desviaciones presupuestarias en las contratas publicas.
3. Fomentar la creación de join ventures de PYMES para las obras publicas, como alternativa a la
situación preponderante actualmente, en que las grandes empresas se adjudican los contratos públicos
y los subdividen en multitud de subcontratas.
Otra política es posible
12.- Pacto anticorrupción
Como primer paso hacia esa nueva forma de hacer política, M+J promoverá el establecimiento de
un compromiso político con el resto de partidos con la finalidad de excluir la corrupción de la práctica
política diaria. Entre las medidas a adoptar se incluirá la exclusión de cualquier imputado de las listas
electorales, así como su cese inmediato de cualquier cargo de responsabilidad.
13.- Reforma de la legislación electoral
1. Adopción de la circunscripción única para las elecciones al Parlamento Vasco, a fin de garantizar que
el voto de todos los ciudadanos tiene el mismo valor.
2.-
Sustitución del sistema D’hondt por un sistema de distribución de escaños estrictamente
proporcional.
3. Eliminación del porcentaje mínimo de votos para acceder al reparto de escaños.
4. Rechazo de la exigencia de presentar avales para concurrir a las elecciones por parte de los partidos
extraparlamentarios.
5. Cómputo de los votos en blanco para la asignación de escaños, quedando en su caso vacíos los
asientos que correspondan.
6. Implantación de listas abiertas que permiten elegir a las personas y supresión de las listas
cerradas y bloqueadas que obligan a elegir partidos políticos.
7.
Incorporación en la legislación electoral de la prohibición absoluta de incluir imputados,
procesados y/o condenados en las listas electorales.
8. Eliminación de todo tipo de subvención pública destinada a la propaganda electoral.
9. Reparto igualitario de los espacios de propaganda electoral tanto en los medios de comunicación
como en los espacios públicos.
10. Reducción drástica de las cantidades máximas que los partidos políticos pueden gastar en
campaña y propaganda electoral.
11. Prohibición de buzoneo de papeletas y propaganda electoral, dado el gasto desmesurado que
esto supone y su impacto ambiental. (Alex Plans: Hay mucha gente que la única publicidad electoral que
recibe es por buzoneo. Creo que es importante respetar el derecho de estas personas a recibir panfletos
electorales. Propongo eliminar el punto 11 y dejar la solución a la raíz del problema que está en el punto
8. Es más, por coherencia con el punto 12, es en todos los ámbitos donde se deberían presentar todas
las candidaturas en condiciones de igualdad no sólo un portal público electoral online, tanto en peneles
de cartelería, también debería enviarse mediante correo postal un dossier de todas las candidaturas que
pueda recibir toda esa gente que no se conecta a interenet ni ve la tele, anuncios de TV -franja horaria
de audiencia igual para todos-.)
12. Creación de un portal web público electoral que ante la celebración de comicios recoja en
condiciones de igualdad los datos aportados por las distintas candidaturas tales como el perfil de los
candidatos, programa electoral, video promocional, enlace a su Web, datos de contacto, etc. a fin de
permitir a los ciudadanos conocer con facilidad y en profundidad las distintas opciones políticas.
14.- Acabar con los privilegios de los políticos
1. Ligar el sueldo de los cargos públicos al Salario Mínimo Interprofesional, con un tope de 5 veces el
SMI para los miembros del Parlamento y el Gobierno Vasco.
2. Eliminación de todo ingreso adicional
en concepto de dietas, gastos de libre disposición o
representación, suplementos en especie o por pertenecer a la mesa, comisiones determinadas o ejercer
portavocías, y cualesquiera otros distintos del propio sueldo de parlamentario.
3. Incompatibilidad absoluta con otros sueldos por ostentar varios cargos públicos, desempeñar
funciones retribuidas dentro del propio partido político, o ejercer actividades privadas.
4. Aumentar los criterios de incompatibilidad e inelegibilidad para cargos públicos, especialmente
en cuanto al desempeño anterior y posterior de determinadas actividades privadas, eliminando
la posibilidad de ocupar en el corto plazo puestos de asesoramiento en grandes empresas, que en
la práctica suponen el aprovechamiento de la etapa como cargos públicos para generar tráfico de
influencias.
5. Establecer un periodo mínimo de 8 años para ex cargos electos para poder acceder a cargos
de libre designación o para ascensos en la función pública que no se provean estrictamente por
criterios de antigüedad, para evitar la práctica habitual de colocar a compañeros de partido que no
han conseguido renovar la confianza de los ciudadanos en órganos como el Tribunal de Cuentas u otros
similares, poniendo así en cuestión la necesaria independencia de los mismos.
15.- Participación ciudadana
Desde M+J apostamos por el desarrollo de una democracia de nuevo cuño, participativa y no
representativa, en la que los ciudadanos intervengan asiduamente en la vida pública y en la toma de
decisiones que afectan al conjunto de la comunidad, convirtiéndose en los principales protagonistas
de las transformaciones que hagan posible una sociedad incluyente.
Para que esta participación sea efectiva es imprescindible no solo establecer los mecanismos legales
adecuados, sino también generar el convencimiento de que la deliberación pública y la interacción
social, la aceptación y el respeto por el pluralismo ideológico, son valores y prácticas positivas y
esenciales para vivir en democracia.
Desde esta perspectiva, M+J ofrece las siguientes propuestas:
1. Difundir los derechos políticos y formar al ciudadano para que los conozca y ejercite, garantizando
que las herramientas de participación ciudadana resultan accesibles a los sectores más excluidos de la
población.
2.
Impulsar desde las instituciones públicas un servicio de consulta gratuito que facilite la
comprensión y estudio de la legislación vigente por parte de los ciudadanos.
3. Establecer procedimientos efectivos para la rendición de cuentas por parte de los representantes
electos, acerca de sus actuaciones y de la coherencia de sus votos con los programas electorales, así
como establecer comisiones de investigación parlamentaria a petición de los ciudadanos.
4. Incluir en la legislación medidas de control que permitan deponer a los representantes que
no ejerzan bien sus funciones o incumplan de manera no motivada y aceptable sus compromisos
electorales.
5. Revisar la legislación existente en materia de iniciativa legislativa popular y derecho de petición
para facilitar su acceso a los ciudadanos.
6. Revisar los procedimientos de elaboración de las leyes, potenciando la utilización de mecanismos
de consulta y participación social.
7. Fomentar la participación ciudadana en política, mediante la adopción como práctica habitual de la
consulta popular sobre ámbitos de decisión de especial trascendencia.
8. Facilitar, igualmente, la presentación por parte de los ciudadanos de propuestas de consulta
popular con carácter vinculante.
9. Establecer mecanismos de participación ciudadana en la elaboración de los presupuestos de las
administraciones públicas vascas.
10. Dotar de mayores recursos y mejorar la financiación de los Ayuntamientos a fin crear un sistema
de gestión local cercana al ciudadano, controlado por técnicos.
11. Aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación al servicio de la
participación ciudadana, permitiendo el voto telemático a la ciudadanía en las decisiones plenarias del
Parlamento Vasco, descontando esos votos del poder de representación de los representantes electos.
12. Fomentar el desarrollo y utilización de la administración electrónica posibilitando la participación
ciudadana a gran escala de manera sostenible.
13. Fomentar los espacios de reflexión, en las universidades y en otros foros sociales, en los
que se dé pie a la participación ciudadana sobre los debates legislativos, propuestas de ley y demás
actuaciones.
14. Fomentar la participación e incorporación de las personas mayores y de la juventud en la vida
social y política.
15.- Impulsar la participación de las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana y en
los procesos de toma de decisiones, potenciando la participación política, sindical y asociativa de las
mujeres.
16.- Ley de transparencia
Desde el convencimiento de que la transparencia constituye el instrumento principal que, en una
sociedad democrática, permite el control por parte de los y las ciudadanas de las actuaciones públicas
y privadas, fomenta la participación ciudadana en las decisiones políticas, evita, con mayores garantías
que cualquier otro instrumento, el fraude y la corrupción, y pone en evidencia la especulación y las
malas prácticas financieras y económicas, M+J propone a la sociedad vasca las siguientes medidas:
1. Promulgar una Ley sobre el derecho y el deber de transparencia que incluirá todas aquellas
medidas necesarias para dotar de la máxima transparencia a la vida política, social y económica vasca,
específicamente en los siguientes ámbitos:
· A nivel del sistema financiero: sobre la Banca Pública Vasca, Cajas de Ahorros y demás
instituciones financieras autonómicas.
· A nivel de la actividad económica: sobre el funcionamiento de las empresas, especialmente las
transnacionales.
· A nivel de política presupuestaria, facilitando el acceso por parte de los ciudadanos a los datos
relativos a la ejecución de los presupuestos públicos, permitiéndoles conocer en todo momento
cómo y dónde se gasta el dinero público.
· A nivel de la deuda autonómica, para lo cual se realizarán las correspondientes auditorías con
intervención de los distintos agentes sociales, a fin de que los ciudadanos puedan conocer su
alcance real, causas y responsabilidades, determinando la deuda injusta e ilegítima.
2.
Reformar el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas con el fin de asegurar su efectiva independencia
y una correcta fiscalización de la gestión económica y financiera del sector público vasco, así como
de aquellas personas físicas y jurídicas que reciben fondos públicos, particularmente los partidos
políticos, garantizando la absoluta transparencia de sus cuentas. Se realizará una auditoría anual de la
financiación de todas las fundaciones relacionadas con los partidos políticos.
3. Evaluación continua de las políticas económicas, tanto en cuanto a sus efectos macroeconómicos
como microeconómicos.
Dicha evaluación se extenderá también a la actividad económica privada, con especial referencia al
funcionamiento del sistema financiero y a la actividad en el exterior de las empresas transnacionales.
Tendrá también especial relevancia el seguimiento de los códigos de responsabilidad, como la RSC, de
las empresas transnacionales.
4. Adicionalmente, se creará un organismo evaluador independiente, que coordine los sistemas
existentes, actualice las metodologías de evaluación, elabore criterios e índices comunes y desarrolle
códigos de buenas prácticas. Dicho organismo contará con la participación de la ciudadanía y sus
organizaciones representativas.
17.- Medios de comunicación al servicio de los
ciudadanos
Si hablamos de democracia participativa y de generación de tejido social como pilares para la
construcción del modelo de sociedad desde el ciudadano, este esfuerzo requerirá una respuesta
complementaria desde las administraciones públicas que permita participar y auditar la gestión de los
recursos públicos.
Es por tanto que la comunicación al servicio de lo público debe ser el fin principal de los actuales
medios y soportes informativos, fomentando el conocimiento de los derechos de los ciudadanos
ante la actuación de las administraciones, garantizando su independencia y justo uso de los recursos
económicos que exige su funcionamiento, así como transmitiendo de manera limpia, clara y directa el
qué, el cómo y el porqué de las decisiones gubernamentales.
Desde el partido Por Un Mundo Más Justo, proponemos las siguientes medidas:
1.
Implantación, difusión y exigencia de aplicación de un código ético de tratamiento de la
información, por parte de los responsables políticos y medios de comunicación, realizado por
profesionales independientes del ramo y sometidos al control ciudadano.
2. Impulsar la utilización interactiva de las tecnologías de la información y la comunicación para
facilitar la participación y comunicación con los ciudadanos.
3. Dedicar un canal dentro de la parrilla de la Televisión Digital Terrestre para que los ciudadanos
puedan hacer un seguimiento en tiempo real de las sesiones del Parlamento vasco y sus comisiones,
con posibilidad de comunicación interactiva.
4. Potenciar el acceso a los medios de comunicación de la ciudadanía y los distintos colectivos
sociales mediante la cesión de espacios dentro de los medios de comunicación públicos para que sean
utilizados y autogestionados por los mismos.
5. Favorecer programas con contenido educativo y solidario, apostando por los contenidos propios
frente a la subcontratación de programas de productoras privadas.
6. Proyectar películas y dibujos animados en versión original subtitulada (V.O.S.) para fomentar el
aprendizaje de idiomas.
7. Garantizar el cumplimiento de los horarios de protección infantil, evitando la proyección de
programas violentos o sexistas.
8. Abrir espacio de sensibilización en los distintos medios públicos, a través de la comunicación
acerca de los proyectos de desarrollo llevados a cabo por la Agencia Vasca de Cooperación, ofreciendo
una información contextualizada de los problemas y distintas circunstancias políticas, sociales, culturales
y económicas de los países receptores.
9. Reducir el gasto en publicidad, permitiendo únicamente la difusión de materiales publicitarios
derivados de campañas públicas de interés general o proyectos privados sin fines lucrativos.
Modelo de desarrollo alternativo.
18.- Comercio Justo y consumo responsable
El consumo responsable se constituye como una herramienta imprescindible para garantizar la
protección del medio ambiente y, lo que es aún más importante, el respeto a los derechos de todas las
personas que han intervenido en la cadena de producción de los bienes que consumimos.
El comercio justo avala el trato ético en las relaciones comerciales con los países empobrecidos.
Trabaja con pequeños productores del Sur logrando salarios y condiciones de trabajos dignos, la
erradicación de la explotación infantil, la igualdad de mujeres y hombres, el respeto del medio
ambiente; fomenta a su vez el funcionamiento democrático, la relación comercial a largo plazo para
asegurar un desarrollo sostenido; permite el pago de una parte del coste por adelantado, para evitar el
endeudamiento del productor; destina parte de los beneficios a la comunidad para sanidad, educación,
etc.; informa al consumidor final garantizando estas exigencias. Así, el comercio justo es considerado
por numerosos organismos internacionales como una herramienta eficaz en la lucha contra la pobreza,
ofreciendo un modelo económico más humano y ecológico.
M+J apuesta por primar y potenciar el consumo responsable y el comercio justo mediante las
siguientes actuaciones prioritarias:
1. Promover el conocimiento y uso por parte de los ciudadanos de los establecimientos y productos
de comercio justo, mediante campañas de sensibilización y dotándolos de un sello oficial específico que
garantice dicho comercio.
2. Promover el comercio de proximidad y las cadenas cortas de comercialización:
· Desarrollar políticas económicas que favorezcan el consumo del comercio local y del
comercio de barrio, así como el comercio justo en las importaciones de productos no
abundantes localmente.
· Promover la introducción de monedas locales y sistemas monetarios complementarios para
favorecer el comercio local y regional.
Este tipo de proyectos nacen para devolver a la ciudadanía la capacidad de crear el dinero y por
tanto movilizar la economía, de modo de que el dinero vuelva a ser ese medio de intercambio
para el que se creó, y no el fin último de de todo en que lo han convertido. Todos los seres
humanos tenemos capacidades para crear “economía”. Si el problema es que no hay dinero,
entonces creémoslo nosotros sin esperar a que no sabemos quien en no sabemos donde tome
las decisiones al respecto en base a intereses distintos de los de la sociedad.
· Promover las cadenas cortas de comercialización, impulsando iniciativas como “Kilómetro 0”.
· Promover la creación de un Impuesto fásico independiente del IVA, que grave más las
cadenas largas de comercialización, con varios intermediarios, que las cadenas cortas.
3. Implantar el comercio justo en los organismos públicos:
· Llevar a cabo políticas ejemplares desde los organismos públicos, con consumo preferente de
productos de comercio local y comercio justo.
· Promover la obtención por parte de los municipios vascos del status de “Ciudad por el
Comercio Justo” colaborando con ellos en la aprobación de resoluciones favorables al Comercio
Justo y comprometiendo al sector privado y organizaciones en la introducción de este tipo de
productos en su consumo interno.
4. Implantación en la sociedad:
· Educar en valores en los centros educativos, mostrando como el consumo responsable mejora
la difícil situación en la que viven las personas de otros países y alertando sobre los peligros del
modelo de desarrollo consumista actual.
· Publicitar y divulgar el comercio justo, para que su demanda por parte de la ciudadanía sea la
que canalice y posibilite la oferta de este tipo de comercio que respeta los Derechos Humanos.
· Realizar campañas de sensibilización sobre el actual modelo de despilfarro y especulación,
promoviendo su sustitución por otro en el que prevalezca el consumo inteligente, de calidad y
no de cantidad, y la producción con respeto por las personas y por el medio ambiente.
· Control de la publicidad engañosa y persecución de la fraudulenta, así como promoción de
espacios “libres de publicad”.
5. Primar y potenciar el consumo responsable:
· Trabajar con todos los actores sociales y económicos e implementar una política de
consumo integral, que englobe todos los eslabones de la cadena y cuyo núcleo se halle en la
sostenibilidad social y medioambiental, a partir de una ciudadanía activa y bien formada.
· Fomentar la constitución de grupos de consumo responsable y cooperativas de productores y
el contacto y relación entre ambos.
· Fomentar los bancos de tiempo y las asociaciones de trueque.
· Regular el mercado para que sea la demanda de bienes de consumo la que genere la oferta
y no se creen desde el libre mercado necesidades ficticias en la población, sino que sean las
necesidades reales de ésta las que lleven a ofertar lo necesario para cubrirlas.
· Gravar el exceso de consumo de energía o recursos naturales agotables como la electricidad o
el agua.
6. Potenciar el arbitraje de consumo, vinculando las concesiones administrativas, contratos públicos y
subvenciones a la sumisión por parte de las empresas a un sistema de arbitraje.
7. Promover el funcionamiento e implantación en la sociedad vasca de asociaciones de consumidores,
así como de otras organizaciones que tengan por finalidad la defensa de los consumidores y usuarios,
potenciando su intervención en la elaboración de las normas que les afectan.
19.- Ordenación del territorio y urbanismo
20.- Medio rural
21.- Sostenibilidad medioambiental
No podemos trabajar la equidad sin considerar la sostenibilidad como eje de toca acción a realizar.
Nuestro trabajo por la justicia de los ciudadanos de ahora no puede desarrollarse sin entender la
dimensión del tiempo y la obligación que tenemos de no vivir por encima de nuestras necesidades.
El consumo a ritmos acelerados hace que vivamos en un planeta con cada vez menos recursos donde las
oportunidades de tener garantías de una vida digna se ven limitadas por cuestiones medioambientales.
Nuestro papel es revertir estos fenómenos a fin de garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
Desde el partido Por Un Mundo Más Justo apostamos por la sostenibilidad medioambiental y,
consecuentemente, proponemos:
22.- Soberanía alimentaria y de los recursos naturales
Sociedad global
Desde el partido Por Un Mundo Más Justo apostamos por una sociedad vasca abierta, no ajena
ni indiferente ante las situaciones de injusticia, pobreza, exclusión y ausencia de respeto hacia los
Derechos Humanos universales que se producen en el mundo.
Una sociedad que permita, desde lo local, influir en lo global, contribuyendo a una mejora
efectiva de las duras condiciones de vida en los países del Sur y a una acción eficaz en favor de los
empobrecidos, con el objetivo de hacer del mundo un lugar donde todo ser humano tenga la posibilidad
de desarrollarse libremente.
Cada vez más, en un mundo globalizado, las políticas de nuestros gobiernos afectan a los países y
regiones empobrecidas y se constata como las acciones locales provocan y posibilitan transformaciones
globales. Como ciudadanos del mundo, tenemos la capacidad de demandar una visión más amplia y a
más largo plazo a nuestros gobiernos, para resolver el problema global más grave con el que se enfrenta
sin duda el ser humano actualmente: la pobreza.
Hoy vivimos en un momento histórico en el que existen recursos naturales, económicos, financieros,
políticos, culturales y sociales suficientes para dar respuesta con creces a las necesidades de las
personas de nuestro mundo, sin exclusión alguna. Esta falta de acceso a estos recursos para tantos
millones de personas es un problema de falta de voluntad política.
Por eso desde M+J trabajamos para propiciar desde Euskadi una transformación de la sociedad
internacional que permita dar voz a quienes hoy no la tienen, recuperando así el verdadero sentido de la
política: la búsqueda del bien común.
23.- Cooperación al desarrollo
En 1970, la Asamblea General de Naciones Unidas vino a recoger en su Resolución 2626 el
compromiso por parte de los países económicamente desarrollados de incrementar su Ayuda Oficial al
Desarrollo hasta alcanzar, a más tardar en 1975, el 0,7% de su Producto Interior Bruto.
Desde entonces, el cumplimiento de esta resolución se ha convertido en una de las grandes
aspiraciones de la sociedad civil organizada. También las distintas fuerzas políticas han recogido de
manera recurrente esta propuesta en sus programas electorales, fijando sucesivamente distintos plazos
para alcanzar esa cifra.
Así, en Euskadi, la Ley 1/2007, de 22 de marzo, de Cooperación para el Desarrollo, establecía para
el año 2012 el compromiso de destinar a cooperación el 0,7% de los presupuestos totales de las
administraciones vascas.
Sin embargo, llegado el momento, nos encontramos con un incumplimiento claro por parte de
nuestras instituciones.
En particular, en el caso del Gobierno Vasco, la cantidad destinada a cooperación se ha visto
congelada por cuarto año consecutivo en la cifra del 0,49% de su presupuesto, lo que supone a su vez
una disminución de su importe total, dados los recortes presupuestarios llevados a cabo.
Como consecuencia, la Agencia Vasca de Cooperación ha retrasado una vez más la fecha prevista
para el cumplimiento de este compromiso hasta 2015, si bien la evolución de las políticas públicas en
la materia durante el periodo 2008-2012 muestra un claro estancamiento (desde el 0,45% en 2008 al
0,49% actual) en cifras aún muy lejanas al esperado 0,7%.
M+J denuncia que el incumplimiento reiterado de esta medida supone una demostración más de la
falta de voluntad de los representantes políticos en la resolución del problema estructural de la pobreza
y la desigualdad global y se compromete a impulsar una política de cooperación al desarrollo que
garantice tanto el incremento de la cantidad como de la calidad de la Ayuda Oficial al Desarrollo.
Para ello, se proponen las siguientes actuaciones:
1. Financiación de la cooperación.
· Dar cumplimiento inmediato a la Ley 1/2007, garantizando que, a pesar de la crisis económica,
al menos el 0,7% de los presupuestos anuales del Gobierno Vasco se destinan a cooperación al
desarrollo.
· Priorizar en los proyectos de cooperación los destinados a garantizar el derecho a la
alimentación y la seguridad alimentaria.
· En segundo lugar, los destinados a prestar una atención preferente a la infancia dentro de los
programas de ayuda.
· En tercer lugar, los dirigidos al fortalecimiento institucional de los países receptores.
2. Evaluación permanente e independiente de la cooperación.
· Incluir en los proyectos a financiar los resultados de desarrollo humano que se pretenden
alcanzar.
· Publicar las formulaciones completas de los programas y proyectos que se financian, los
informes de seguimiento correspondientes y las evaluaciones externas realizadas.
· Constituir un organismo evaluador independiente, cuyo ámbito alcance a todos los
organismos, administraciones, empresas o particulares que financien proyectos de cooperación
con el fin de evaluar permanentemente la eficacia y eficiencia de las actuaciones llevadas a
cabo.
· Los organismos públicos publicarán criterios concretos y objetivamente medibles para la
selección de los canalizadores y receptores de su ayuda, relacionados con el respeto de los
Derechos Humanos y la eficacia y transparencia de su gestión.
3. Coordinación y planificación de la política de cooperación:
· Avanzar hacia una cooperación más madura que de el salto de una política de cooperación a
una política de desarrollo global sostenible.
· Garantizar la participación de la sociedad civil en los procesos de desarrollo.
· Crear marcos de asociación con fecha y estrategia de salida.
· Establecer un marco de la cooperación vasca que evite las duplicidades e ineficiencias
existentes, y ataque los vicios ocultos de la cooperación bajo los que se encuentran intereses
económicos o particulares.
4. Educación y sensibilización en valores:
· Incluir como actividad curricular la participación en actividades solidarias, destinadas a la
cooperación.
· Fomentar la participación en actividades solidarias y de cooperación, no solo en el ciclo
educativo, sino también en las empresas privadas y en las Administraciones Públicas.
5. Impulso del tercer sector:
· Promover una mayor profesionalización y especialización de los organismos públicos
vinculados al desarrollo.
· Definir un marco de financiación para este sector en el que se consideren las subvenciones
públicas, los incentivos fiscales y la facilitación de financiación privada, tanto de las empresas
como de particulares. Con este fin, se promoverán las auditorías públicas, la transparencia y el
compromiso de las organizaciones del tercer sector.
24.- Defensa y promoción de los Derechos Humanos
25.- Modelo económico internacional
M+J considera que para la construcción de un mundo más justo resulta imprescindible una
reformulación del modelo económico de relaciones internacionales. Reivindicamos la necesidad
de avanzar hacia una fiscalidad y un sistema de comercio e inversiones más justo, transparente y
sostenible, cuyas reglas y principios respondan a objetivos comunes y no a los intereses particulares de
unos pocos.
Por ello, nos comprometemos con la sociedad vasca a llevar a cabo desde nuestras instituciones
una labor de incidencia política dirigida a promover la adopción a nivel internacional, y particularmente
dentro de la Unión Europea, de medidas dirigidas a:
1. La creación de condiciones en el ámbito internacional que faciliten la consecución de Sistemas
Fiscales Justos, incluyendo la creación de una autoridad tributaria multilateral.
2. La implantación de un Impuesto a las Transacciones Financieras internacionales (Tasa Tobin).
3. La implantación de un Euro-impuesto sobre la deuda de los bancos que penalice a aquellos que
más se endeudan, poniendo en peligro el sistema financiero y la economía real.
4. La eliminación de los paraísos fiscales, ya que los mismos amenazan la estabilidad financiera,
fomentan la evasión y el fraude fiscal, sirven para el blanqueo de capitales ilícitos y generan pobreza en
los países del Sur.
5. Impedir las operaciones especulativas con productos básicos mediante la reforma de los mercados
de futuros internacionales.
6. Apoyar mediante un trato comercial preferencial a los Estados frágiles y a aquellos en situación de
emergencia humanitaria.
7. Establecer un modelo de inversión extranjera más responsable, transparente y equilibrado, que
garantice un retorno económico y social mayor para el conjunto de la sociedad a través de un aumento
en el control y en la rendición de cuentas sobre el impacto de las inversiones extranjeras en la población
y en los recursos naturales del país en el que se invierte.
8. Aplicar íntegra y estrictamente la Ley 53/2007, sobre el control del comercio exterior del material
de defensa, respecto al comercio de armas.
9. Apoyar que el Tratado Internacional sobre Comercio de Armas sea un instrumento efectivo de
control (con mecanismos de vigilancia y sanción) sobre todo tipo de armas.
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