Mercados oficiales de futuros y opciones* LORENA MARTÍ GUTIÉRREZ Agencia Estatal de Administración Tributaria SUMARIO 1. OPERACIONES DESARROLLADAS EN EL MERCADO DE FUTUROS Y OPCIONES.—2. LOS FUTUROS.—3. LAS OPCIONES.— 4. FISCALIDAD DE LOS CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES. A. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. B. Impuesto sobre Sociedades. C. Impuesto sobre la Renta de no Residentes. D. Impuesto sobre el Valor Aña­ dido. E. Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.—BIBLIOGRAFÍA. Palabras clave: Fiscalidad financiera, fiscalidad de futuros y opciones, mercado de futuros y opciones. La historia sitúa el origen del mercado de futu­ ros y opciones en la ciudad de Chicago. Este mer­ cado comenzó a desarrollarse a finales del siglo XIX como consecuencia de la alta variabilidad del pre­ cio de las cosechas: en el otoño, los excedentes provocaban una acentuada caída de precios, y en la primavera, su escasez hacía que los precios crecie­ ran desmesuradamente. Los productores empeza­ ron, por tanto, a negociar el precio por adelantado, con la finalidad de evitar las incertidumbres que pudieran afectar al mismo. Como consecuencia de un proceso de autorre­ gulación destinado a potenciar la negociabilidad de operaciones a plazo, y con la finalidad de dotar de mayor transparencia, liquidez y seguridad al mer­ cado secundario de valores, los mercados organi­ zados de futuros y opciones se crearon en España en 1989, poco antes de la plena entrada en vigor de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores, circunscribiéndose inicialmente a las ope­ raciones sobre deudas del Estado. De esta forma surgen, bajo la supervisión del Banco de España, en noviembre de 1989, el mercado de opciones, regi­ do por Options Market Ibérica (OMIb), y, en marzo de 1990, el mercado de futuros, regido por Merca­ do de Futuros Financieros, S. A. (MEFFSA). Con posterioridad, y al amparo del artículo 77 de la Ley del Mercado de Valores, modificado por la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1990, tanto OMIb como MEFFSA, que pasaban a estar su­ pervisados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, dejaron de ser mercados derivados de deuda del Estado exclusivamente, pudiendo utilizar como activo subyacente el tipo de interés de los préstamos interbancarios a tres meses, y después, divisas. Tras la publicación del Real Decreto 1814/1991, de 20 de diciembre, regulador de los mercados ofi­ ciales de futuros y opciones, la especialización ini­ cial –opciones en OMIb, futuros en MEFFSA– se quiebra con la fusión de las sociedades anónimas rectoras de ambos mercados. De esta forma, bajo la denominación común de MEFF, el mercado con sede en Madrid negocia los futuros y opciones sobre renta variable, mientras que el de Barcelona administra los futuros y opciones sobre tipos de interés y sobre divisas. Hoy por hoy, MEFF es un mercado secundario oficial integrado en Bolsas y Mercados Españoles, bajo la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que realiza una doble activi­ dad como mercado de negociación y como cáma­ ra de compensación de los productos derivados en España, organizando su negociación, liquidación y compensación. Asimismo, hay que indicar que el 6 de febrero de 2004 se creó el Mercado oficial español de Futu­ * Trabajo presentado al V Curso de Alta Especialización en Fiscalidad Financiera celebrado en la Escuela de la Hacienda Pública del Ins­ tituto de Estudios Fiscales en el primer semestre de 2010. 101 Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011 ros sobre Aceite de Oliva (MFAO), supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en el que se negocian contratos de futuros sobre un pro­ ducto no financiero. En la actualidad, se encuentra pendiente de aprobación una nueva regulación de los mercados organizados de futuros y opciones, impulsada por la Dirección General del Tesoro y Política Financie­ ra, que permitirá a MEFF ampliar la gama de acti­ vos sobre los que se puede negociar, y actuar de cámara de contrapartida para derivados de nuevos productos que ahora cotizan en mercados OTC (Over The Counter). 1. OPERACIONES DESARROLLADAS EN EL MERCADO DE FUTUROS Y OPCIONES El mercado de futuros y opciones es un merca­ do de derivados en el que se negocian productos cuyo valor depende de la evolución del precio de otro instrumento, denominado activo subyacente. En el mercado oficial de futuros y opciones, y en general, en el de productos derivados, se desarro­ llan operaciones a plazo, en las que transcurre un determinado período de tiempo entre el momento de la formalización del contrato y el de la liquida­ ción, y, en ocasiones, operaciones “a medida”, en las que las partes contratantes eligen libremente el activo subyacente, y determinan su cantidad, pre­ cio, y la fecha de vencimiento. Son, por tanto, operaciones con riesgo de liqui­ dación, pero que pueden ser muy eficientes para la gestión del riesgo, por su elevado grado de apa­ lancamiento financiero. En efecto, los contratos de futuros y opciones permiten comprar y vender el riesgo asociado a un activo subyacente sin modifi­ car la posición en dicho activo, siendo el desembol­ so inicial nulo, en el caso de los futuros, o una prima relativamente pequeña, en el caso de opcio­ nes. Las principales posibilidades de utilización que presentan los mercados organizados de futuros y opciones son: a) Cobertura, reduciendo el nivel de exposi­ ción al riesgo de mercado del activo subya­ cente, previamente existente. a) El riesgo de mercado, también conocido como riesgo de precios, consiste en la posi­ bilidad y, en su caso, probabilidad de dismi­ nución del valor del activo subyacente debido a variaciones en los tipos de interés y de cambio, o a fluctuaciones en los pre­ cios de valores y de commodities. El procedimiento de cobertura consiste, por tanto, en asegurar hoy el precio de las operaciones financieras, activas o pasivas, que van a tener que realizarse en un futu­ ro. La perfección de la cobertura será tanto mayor cuanto más exactamente coincidan para la posición abierta y para la operación de cobertura los importes, las fechas y pla­ zos, y la variabilidad del precio del instru­ mento financiero en el que se registra la posición abierta y del activo subyacente en la operación de cobertura. b) Especulación, aumentando el nivel de expo­ sición al riesgo de mercado previamente existente, con la finalidad de maximizar el beneficio, dadas las expectativas de dife­ rencias de cotización esperadas. c) Arbitraje, consistente en la compra y venta simultánea de un mismo instrumento finan­ ciero en diferentes mercados o diferentes segmentos de un mismo mercado, con el fin de obtener beneficios ciertos, aprove­ chando las imperfecciones del mercado y sin asumir riesgo. Así pues, las operaciones con futuros y opcio­ nes permiten transferir el riesgo desde unidades económicas que no lo desean hacia unidades eco­ nómicas que, a cambio de una rentabilidad dada o esperada, están dispuestas a asumirlo. a) 2. LOS FUTUROS Un futuro es un contrato a plazo negociado en un mercado organizado, por el que las partes acuerdan la compraventa de una cantidad concreta de un valor (activo subyacente) en una fecha futu­ ra predeterminada (fecha de liquidación), a un pre­ cio convenido de antemano (precio de ejercicio). Es decir, se trata de contratos a plazo cuyo objeto son instrumentos de naturaleza financiera (valores, índices, préstamos o depósitos...) o commodities (productos agrícolas, materias primas...). Los futuros son operaciones en firme, de modo que tanto los compradores como los vendedores de futuros asumen obligaciones. Quien compra contratos de futuros, adopta una posición “larga”, por lo que tiene el derecho a reci­ bir en la fecha de liquidación del contrato el activo subyacente objeto de la negociación. Así pues, si una vez llegado el vencimiento, el precio de ejerci­ cio es inferior al precio de liquidación, se generará un beneficio y, en caso contrario, una pérdida. Asimismo, quien vende contratos de futuros adquiere una posición “corta” ante el mercado, 102 Mercados oficiales de futuros y opciones LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ por lo que al llegar la fecha de liquidación del con­ trato deberá entregar el correspondiente activo subyacente, recibiendo a cambio el precio de ejer­ cicio. Ello supone que, si una vez llegado el venci­ miento, el precio de ejercicio es superior al precio de liquidación, se generará un beneficio y, en caso contrario, una pérdida. Las posiciones que, en definitiva, se pueden asumir en un contrato de futuros se recogen en el siguiente cuadro: Posición Contrato de futuros Comprador Vendedor Derecho u obligación de compra o de venta Obligación Obligación Beneficios Ilimitados Ilimitados Pérdidas Ilimitadas Ilimitadas En todo caso, conviene señalar que es posible tomar posiciones de venta de futuros sin necesidad de haberlos comprado previamente, puesto que lo que se negocia es la posición en el contrato por la que el vendedor asume una obligación. En España, los mercados secundarios oficiales de futuros y opciones se encuentran regulados por las disposiciones contenidas en la Ley del Mercado de Valores y su normativa de desarrollo, así como por el Reglamento de Mercado, que tendrá el carácter de norma de ordenación y disciplina de aquéllos. Por ello, en el Reglamento de mercado, se detallan las clases de miembros, con especificación de los requisitos técnicos y de solvencia que debe­ rán reunir en relación con las diversas actividades que desarrollen, los contratos, las relaciones jurídi­ cas de la sociedad rectora y de los miembros del mercado con los clientes que actúen en él, las nor­ mas de supervisión, el régimen de garantías, los regímenes de contratación, compensación, liquida­ ción y registro de los contratos del correspondien­ te mercado... En términos generales, las características ope­ rativas que permiten identificar y definir un futuro, y que, asimismo, se pueden extrapolar a las opcio­ nes, son: — Las condiciones de los contratos están estandarizadas por lo que se refiere al tipo de activo subyacente, su tamaño (canti­ dad) e importe nominal, y fecha de venci­ miento. — La negociación tiene lugar en mercados organizados, MEFF, cuya Sociedad rectora los registrará, compensará y liquidará, actuando como contraparte en los mis­ mos, siendo comprador para la parte ven­ dedora y vendedor para la parte compra­ dora, eliminando, por tanto, el riesgo de contrapartida. — Dado que no es necesaria la búsqueda de contrapartida, los futuros pueden ser com­ prados y vendidos en cualquier momento de la sesión de negociación, sin necesidad de esperar a la fecha de vencimiento. — La cámara de compensación y liquidación garantiza a compradores y vendedores que, en todo momento, podrán llevar a cabo las operaciones pactadas, es decir, se convierte en parte vendedora para quien haya adoptado el compromiso de compra­ dor de futuros, y en parte compradora ante quien lo haya hecho como vendedor, de modo que, llegado el día de vencimien­ to, entrega a cada uno lo estipulado. Esta entrega puede realizarse en efectivo si la liquidación se realiza por diferencias o bien en activos si se produce por entrega física. — Así pues, la Cámara elimina, o al menos, limita el riesgo de contrapartida. Para ello, dispone de dos herramientas: — – el depósito de garantías, es decir, can­ tidad de dinero o activos financieros que los participantes deben depositar con ocasión de la apertura de una posi­ ción compradora o vendedora en el mercado, y — – las liquidaciones diarias de pérdidas y ganancias, de forma que cada día, las posiciones abiertas en contratos de futuros se valoran a los precios de cie­ rre, abonando las ganancias y cargando las pérdidas generadas el mismo día. En el caso de que el cliente no pueda hacer frente a ellas, la cámara deshace las posiciones para que la pérdida máxi­ ma en que se incurra sea la de un día. En definitiva, la contratación en el mercado organizado de futuros no conlleva, al inicio, ningún pago o cobro por la posición compradora o vende­ dora adoptada, sin perjuicio de los gastos por comisiones que corresponda al miembro de mer­ cado y a la Cámara de Compensación, sino la apor­ tación de las garantías requeridas para responder del cumplimiento de las obligaciones asumidas y, en su caso, su posterior actualización diaria, según las variaciones que se vayan produciendo en la posi­ ción en los contratos. No obstante, una vez tomada posición compra­ dora o vendedora, se van liquidando diariamente las diferencias, tanto positivas como negativas, que 103 Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011 se hayan ido produciendo, tomando como referen­ cia el precio inicial al que se abrió la posición en el contrato y los sucesivos precios de liquidación dia­ ria del mismo determinados por la Sociedad recto­ ra, hasta la fecha en que se cancele dicha posición mediante una operación de signo contrario o de vencimiento del futuro. Quien interviene en una operación de futuros carece de la posibilidad de negociar en el mercado su posición contractual, de modo que lo único que podrá hacer es abandonar esta posición realizando una contraoperación de cierre de posición, es decir, efectuando una operación de signo contra­ rio: si la posición es larga, se venden futuros, y si la posición es corta, se compran. Tal y como se señalaba anteriormente, la inter­ vención en el mercado de futuros puede tener por finalidad la realización de una operación: — De cobertura, tomando una posición de signo contrario a la que se desea cubrir, de manera que los resultados de ambas se compensen mutuamente, manteniendo al conjunto indiferente a los movimientos de precios de mercado. — Especulativa, en función de las expectativas existentes sobre la evolución del precio del activo subyacente. Así, si las expectati­ vas son alcistas, se comprarán contratos de futuros, mientras que si aquéllas son bajistas la estrategia será vender contratos sobre ese subyacente. Por último, hay que señalar que los futuros, como instrumentos estandarizados, coexisten con otros contratos “a medida” negociados fuera del mercado (Over the Counter, OTC), como los contra­ tos a plazo sobre tipos de interés o FRA, en los que no existe ninguna cámara o institución que contro­ le las operaciones. Tan sólo existe el acuerdo con­ tractual entre las partes en lo referido al nominal, la fecha de vencimiento, plazo, condiciones de liqui­ dación, etc., por lo que el riesgo de contrapartida o de incumplimiento es asumido por ambas partes. 3. LAS OPCIONES Una opción es un contrato que otorga a su comprador el derecho, pero no la obligación, a comprar o vender una determinada cuantía de acti­ vo subyacente, a un precio determinado, llamado precio de ejercicio, en un período de tiempo esti­ pulado o vencimiento. Así, en el momento del vencimiento, el com­ prador de la opción decidirá si le interesa o no ejer­ citar su derecho, en función de la diferencia entre el precio fijado para la operación (precio de ejerci­ cio o strike) y el precio que en ese momento tenga el subyacente en el mercado de contado. Las opciones son operaciones condicionales. La simetría de derechos y obligaciones existente en los contratos de futuros, en los que las dos partes se obligan a efectuar la compraventa al llegar la fecha de vencimiento, se rompe en las opciones, puesto que una de las partes, la compradora de la opción, tiene el derecho, pero no la obligación de comprar o vender (según el tipo), mientras que el vendedor de la opción tiene la obligación de vender o com­ prar, si el comprador decide ejercer su derecho. Esa diferencia de derechos y obligaciones gene­ ra la existencia de la prima, el precio de la opción, que es el importe que el comprador de la opción abonará al vendedor por obtener ese derecho. La prima es realmente el objeto de negociación, y su formación depende, fundamentalmente, del precio y volatilidad del subyacente, el precio de ejercicio, el tipo de interés, los dividendos que, en su caso, genere el subyacente antes de la fecha de ejercicio, y el tiempo que resta hasta la fecha de vencimiento de la opción. El comprador de opciones sólo tiene derechos y ninguna obligación, por lo que sus pérdidas esta­ rán limitadas a la prima pagada. Por el contrario, el vendedor de opciones cobra la prima, pero sólo tiene obligaciones, por lo que asume la posibilidad de soportar pérdidas ilimitadas. El vendedor de la opción siempre cobra la prima, independientemen­ te de que el comprador ejerza o no su derecho. En las opciones, no es necesario comprar prime­ ro para posteriormente vender, sino que es posible vender primero y, en su caso, luego comprar. Las opciones pueden clasificarse, atendiendo, fundamentalmente, a diferentes criterios, no exclu­ yentes entre sí: 1) Según el momento en el que puede ejercer­ se, se diferencia entre la opción europea, que sólo puede ejercerse en la fecha de vencimiento, y la opción americana, que puede ejercerse en cualquier momento hasta la fecha de vencimiento. 2) Según el derecho que otorga, se distingue entre opción de compra o call, y opción de venta o put. 2) En las opciones call, el comprador adquiere el derecho, aunque no la obligación, a com­ prar el activo subyacente al precio de ejer­ cicio en o antes de la fecha de vencimiento establecida, en función de que se trate de opciones europeas o americanas, a cambio del pago de una prima. 104 Mercados oficiales de futuros y opciones LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ 2) El vendedor call, por su parte, asume la obligación de vender el activo subyacente al precio de ejercicio en o antes de la fecha de vencimiento establecida, en función de que se trate de opciones europeas o ame­ ricanas, a cambio del cobro de una prima. En las opciones put, el comprador adquiere el derecho, aunque no la obligación, a ven­ der el activo subyacente al precio de ejer­ cicio en o antes de la fecha de vencimiento establecida, en función de que se trate de opciones europeas o americanas, a cambio del pago de una prima. El vendedor put, en cambio, asume la obli­ gación de comprar el activo subyacente al precio de ejercicio en o antes de la fecha de vencimiento establecida, en función de que se trate de opciones europeas o ame­ ricanas, a cambio del cobro de una prima. Así pues, el vendedor de opciones, ya sean éstas call o put, asume mucho más riesgo que el comprador, ya que sus posibilidades de pérdida son ilimitadas (si el comprador desea ejercer su derecho, está obligado a comprar o a vender), mientras que el impor­ te de las ganancias está limitado a la prima. En síntesis, las posiciones que se pueden asumir en un contrato de opciones se reco­ gen en el siguiente cuadro: Una determinada opción puede cambiar su situación a lo largo del tiempo, en función del comportamiento del precio del subya­ cente respecto al precio de ejercicio. Al igual que en los futuros, la intervención en el mercado de opciones puede tener por finalidad la 2) realización de una operación: — De cobertura, tomando una posición de signo contrario a la que se desea cubrir. La cobertura de un activo subyacente se podrá efectuar mediante la compra de una opción put, cuyo precio de ejercicio sea lo más cercano posible al precio actual del 2) subyacente, o bien vender una opción call. — Especulativa, en función de las expectativas existentes sobre la evolución del precio del activo subyacente. — Así, cuando un inversor compra una opción call espera que el valor del subya­ 2) cente suba en los mercados, es decir, tiene expectativas alcistas. Si llegada la fecha de vencimiento, su apuesta resulta acertada y el precio de subyacente es superior al pre­ cio de ejercicio fijado en el contrato, le interesará ejercer la opción, ya que puede comprar el activo subyacente más barato. 2) Por el contrario, si el precio no sube como esperaba, y el precio de ejercicio es mayor que el del activo subyacente, no ejer­ Opción call Opción put cerá la opción y perderá la inversión Posición realizada, esto es, la prima. Comprador Vendedor Comprador Vendedor De modo similar, un inversor com­ Derecho u obligación de compra o de venta Derecho Obligación Derecho Obligación prará una opción put cuando tenga expectativas bajistas. Si el precio del Beneficios Ilimitados Prima Ilimitados Prima Pérdidas Prima Ilimitadas Prima Ilimitadas subyacente disminuye, le interesará ejercer la opción y vender al precio de 3) En función de la relación del precio de ejer­ ejercicio, que es superior. En caso contrario, no la cicio respecto del precio del subyacente, ejercerá, y perderá la prima. se distingue entre: Por la similitud, en cuanto al funcionamiento de 3) – Opciones in the money, cuando su ejer­ las opciones, cabe efectuar una sucinta referencia a cicio en el momento actual, genera los warrants, que pueden ser definidos como valo­ beneficios a su tenedor. res negociables que otorgan a sus titulares, previo pago de un precio (prima), el derecho pero no la 3) – Opciones out the money, cuando su obligación de comprar (call warrant) o vender (put ejercicio inmediato, genera pérdidas a warrant) una cantidad de activo subyacente (ratio su tenedor, por lo que no se ejercerán. del warrant), a un precio determinado (precio de 3) – Opciones at the money, cuando su ejer­ ejercicio o strike), durante un período o una fecha cicio inmediato no genera beneficios, definidos de antemano. dado que el precio de ejercicio y el del El derecho que tiene el titular del warrant subyacente son coincidentes. puede ser ejercitado en cualquier momento o sólo PE <PS PE =PS PE >PS a la fecha de vencimiento, dependiendo de las con­ Call In the money At the money Out the money diciones de la emisión. Put Out the money At the money In the money Así pues, el objeto del warrant es la cesión de un PE: precio de ejercicio. PS: precio del activo subyacente. derecho de compra o venta, previo pago de una 105 3) Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011 prima, sobre un activo subyacente a un precio determinado. En función de la cotización alcanzada por el valor, el titular hará o no efectivo su derecho de compra o venta, determinándose el importe de la liquidación por la diferencia entre ambos. Los warrants son opciones materializadas en títulos emitidos por entidades privadas, general­ mente, entidades financieras, admitidas a cotiza­ ción en Bolsa. Son productos apalancados, de modo que es posible obtener altas rentabilidades en relación con la inversión realizada (prima). 4. FISCALIDAD DE LOS CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES A diferencia de lo que sucede en relación con las inversiones en otros productos financieros de diversa naturaleza, tales como los seguros, valores de renta fija o variable, depósitos, instituciones de inversión colectiva o planes de pensiones, la nor­ mativa tributaria contiene pocas referencias a los instrumentos derivados. No obstante, se detalla, a continuación, el régi­ men fiscal aplicable a los instrumentos derivados, tanto desde el punto de vista de la imposición directa como de la indirecta. A. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre Patrimonio, regula el tratamiento fiscal de las rentas derivadas de las inversiones efectuadas en los mercados de futuros y opciones en el artículo 37.1 m) estableciendo: “en las operaciones realiza­ das en los mercados de futuros y opciones regula­ dos por el Real Decreto 1814/1991, de 20 de diciembre, se considerará ganancia o pérdida patri­ monial el rendimiento obtenido cuando la operación no suponga la cobertura de una operación principal concertada en el desarrollo de las actividades eco­ nómicas realizadas por el contribuyente, en cuyo caso tributarán de acuerdo con lo previsto en la Sec­ ción III de este Capítulo”, refiriéndose esta última a los rendimientos de actividades económicas. Así, cuando una persona física, que no desem­ peña una actividad económica, interviene en el mercado de futuros y opciones, las rentas genera­ das, positivas o negativas, tendrán la consideración fiscal de ganancias o pérdidas patrimoniales, forman­ do parte de la base del ahorro, y sometidas a tribu­ tación al tipo del 19 por 100 por los primeros 6.000 euros y al 21 por 100 en adelante, cualquie­ ra que sea la finalidad de la operación. Sin embargo, cuando el contribuyente desarro­ lle una actividad económica, la calificación fiscal de las rentas será la de rendimientos de actividades eco­ nómicas, o ganancias o pérdidas patrimoniales, según la finalidad de la operación: — Si desea cubrir un riesgo sobre un elemen­ to afecto a la actividad empresarial utili­ zando futuros y opciones (función de cobertura), las rentas generadas tendrán la consideración fiscal de rendimientos de actividades económicas, estando sujetos, en consecuencia, a un tipo progresivo dentro de la base general. — Si efectúa una operación especulativa o de arbitraje en el mercado de futuros y opcio­ nes, las rentas obtenidas (positivas o nega­ tivas) se califican, fiscalmente, como ganancias o pérdidas patrimoniales, forman­ do parte de la base del ahorro, y someti­ das a tributación al tipo del 19 por 100 por los primeros 6.000 euros y al 21 por 100 en adelante. La calificación fiscal otorgada a estas rentas determina la inexistencia de retenciones a cuenta sobre las mismas. No obstante, no se computarán en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas las ganancias patrimoniales derivadas del fallecimiento del con­ tribuyente ("plusvalía del muerto") Cuando las inversiones en futuros y opciones tienen lugar en el mercado organizado (MEFF), en el que, como se indicó anteriormente, se practican liquidaciones diarias de pérdidas y ganancias, cabe plantearse si la imputación fiscal también debe rea­ lizarse día a día, tomando en consideración las osci­ laciones del mercado que generan flujos positivos o negativos, o si, por el contrario, la imputación no debe hacerse hasta el momento del vencimiento o liquidación de la operación. El criterio de imputa­ ción fiscal depende de la finalidad especulativa o de cobertura de la misma. En el supuesto de operaciones de cobertura de riesgos, la imputación de los rendimientos se efec­ tuará con el mismo criterio que los resultados de la operación principal que se pretende cubrir. Ello supone que la imputación se ajustará, de forma paralela y concordante, con la contabilización de los ingresos o gastos de la operación cubierta. En el caso de operaciones especulativas o de arbitraje, la consulta de la Dirección General de Tributos V0606-05, de 11 de abril, en línea con lo indicado en una consulta anterior de 29 de junio de 106 Mercados oficiales de futuros y opciones LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ 1995, señala: “(...) En el caso de que las rentas pro­ cedentes de los referidos contratos de futuro y de opción deban calificarse como ganancia o pérdida patrimonial, ésta ha de entenderse obtenida, a efectos del impuesto, al vencimiento de dichos contratos o al cierre de la posición si se produce con anterioridad, ya que será este el momento en que se habrá producido la alteración en la compo­ sición del patrimonio del contribuyente, la cual vendrá determinada por la extinción del contrato de futuro o de opción previamente suscrito (...).” En consecuencia, cuando los contratos de futu­ ro adquiridos en el mercado oficial de futuros y opciones financieros se mantengan hasta su venci­ miento por su titular adquirente, es decir, siempre que con anterioridad no se hubiesen cancelado mediante su venta, la totalidad de la ganancia o pérdida patrimonial generada desde su adquisición deberá imputarse al período impositivo en que dicho vencimiento se haya producido, indepen­ dientemente de la mecánica de liquidaciones dia­ rias de pérdidas y ganancias del contrato. Del mismo modo, en el caso de opciones de compra adquiridas en el mercado oficial de opcio­ nes y futuros que se mantenga hasta su vencimien­ to, el ejercicio automático de la misma como consecuencia del vencimiento dará lugar, en ese momento, a una alteración patrimonial que deberá imputarse al período impositivo en que haya venci­ do la opción. Asimismo, conviene indicar que, de acuerdo con la Consulta 0211-00 de la Dirección General de Tributos de 10 de febrero de 2000, las opera­ ciones sobre futuros y opciones quedan enmarca­ das dentro de la categoría de “instrumentos financieros”, por lo que no resulta aplicable lo dis­ puesto en el artículo 33. 5 f) de la Ley 35/2006: “No se computarán como pérdidas patrimoniales (...) las derivadas de las transmisiones de valores o par­ ticipaciones admitidos a negociación en alguno de los mercados secundarios oficiales de valores defi­ nidos en la Directiva 2004/39/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 21 de abril de 2004 rela­ tiva a los mercados de instrumentos financieros, cuando el contribuyente hubiera adquirido valores homogéneos dentro de los dos meses anteriores o posteriores a dichas transmisiones.” El tratamiento fiscal de las comisiones satisfe­ chas por la intermediación financiera y el servicio de liquidación depende de la finalidad de la opera­ ción realizada en el mercado, de modo que ten­ drán la consideración de gasto deducible, en el caso de operaciones de cobertura, e incrementa­ rán el valor de adquisición a efectos del cálculo de la ganancia o pérdida patrimonial, si se trata de operaciones especulativas o de arbitraje. Por lo que se refiere a la tributación de los warrants, conviene señalar que las rentas derivadas de su titularidad se califican como ganancias o pér­ didas patrimoniales, formando parte de la base del ahorro, y sometidas a tributación al tipo del 19 por 100 por los primeros 6.000 euros y al 21 por 100 en adelante. Tales rendimientos no están sujetos a retención a cuenta. Los warrants tienen la consideración de valores negociables, por lo que, a diferencia de los futuros y opciones financieras, resulta aplicable la norma cautelar relativa a valores homogéneos, contenida en el artículo 33. 5 f) de la Ley 35/2006, transcrita anteriormente. No obstante, al igual que en el caso de futuros y opciones financieras, no se computarán en el Impuesto las ganancias patrimoniales derivadas del fallecimiento del contribuyente (“plusvalía del muerto”). B. Impuesto sobre Sociedades El artículo 10. 1 del Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Socie­ dades, señala: “La base imponible estará constituida por el importe de la renta en el período impositivo minorada por la compensación de bases imponibles negativas de períodos impositivos anteriores.” Siendo el régimen de estimación directa de la base imponible el aplicable de forma general, la misma se calculará, de conformidad con el artículo 10. 3 del Real Decreto Legislativo 4/2004, “corri­ giendo, mediante la aplicación de los preceptos establecidos en esta Ley, el resultado contable determinado de acuerdo con las normas previstas en el Código de Comercio, en las demás Leyes rela­ tivas a dicha determinación y en las disposiciones que se dicten en desarrollo de las citadas normas”. La normativa reguladora del Impuesto sobre Sociedades no regula expresamente el régimen fis­ cal aplicable a las empresas que invierten en futu­ ros y opciones, por lo que para la incorporación de las rentas en la base imponible del Impuesto deben seguirse las reglas o normas contables recogidas en el Plan General de Contabilidad y en la normativa del Banco de España. La calificación de los rendimientos derivados de operaciones con opciones y futuros financieros obtenidos por los sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades es, por tanto, irrelevante a la hora de su integración en la base imponible. 107 Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011 De este modo, los resultados obtenidos por estas operaciones, bien sean meramente especula­ tivas, bien respondan a concretas políticas de ges­ tión del riesgo de la actividad empresarial, quedan sujetas al tipo de gravamen previsto en el artículo 28 del Real Decreto Legislativo 4/2004, si bien no estarán sometidos a retención a cuenta. En cuanto a los warrants, conviene señalar que la prima pagada por su adquisición no tiene la con­ sideración de gasto fiscalmente deducible sino que constituirá el valor de adquisición del warrant que deberá activarse dentro de su balance. Si se produ­ ce la transmisión o el ejercicio del warrant, la dife­ rencia entre el valor de adquisición y el precio de transmisión tendrá la consideración de renta grava­ ble en el Impuesto sobre Sociedades, al tipo reco­ gido en el artículo 28 del Real Decreto Legislativo 4/2004. C. Impuesto sobre la Renta de no Residentes El Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de no Resi­ dentes, establece dos regímenes de tributación diferentes en función de que los contribuyentes por este Impuesto actúen o no mediante estableci­ miento permanente. Para aquellos obligados tributarios que actúan mediante establecimiento permanente, el artículo 18 del Real Decreto Legislativo 5/2004 efectúa una remisión global a la normativa del Impuesto sobre Sociedades para la determinación de la base impo­ nible, por lo que resulta aplicable lo indicado en la letra B anterior. En relación con los obligados tributarios que actúan sin mediación de establecimiento perma­ nente, el artículo 24 del Real Decreto Legislativo 5/2004 recoge un principio general de aplicación de la normativa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, siendo entonces de aplicación, lo indicado en la letra A anterior. D. Impuesto sobre el Valor Añadido Están sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido, según el artículo 4. 1 de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, reguladora de dicho impuesto, “las entregas de bienes y prestaciones de servicios reali­ zadas en el ámbito espacial del impuesto por empre­ sarios o profesionales a título oneroso, con carácter habitual u ocasional, en el desarrollo de su actividad empresarial o profesional, incluso si se efectúan en favor de los propios socios, asociados, miembros o partícipes de las entidades que las realicen”. La calificación de la operación efectuada con futuros y opciones financieros como entrega de bienes o como prestación de servicios dependerá de si se produce o no la entrega de los bienes o activos sobre los que se hayan concertado las ope­ raciones y que, en consecuencia, actúan como “subyacente” de las mismas. En cualquier caso, tales operaciones relativas a futuros y opciones financieros, al igual que las rea­ lizadas con warrants, quedan amparadas en la exen­ ción que el artículo 20.Uno. 18.o de la Ley 37/1992 establece para las operaciones financieras. E. Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados El artículo 7. 5 del Real Decreto Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre, por el que se aprue­ ba el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, dispone que las operaciones reali­ zadas por empresarios o profesionales en el ejerci­ cio de su actividad empresarial o profesional, así como aquellas que constituyan entregas de bienes o prestaciones de servicios sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido no estarán sujetas por el con­ cepto de “transmisiones patrimoniales onerosas”. Por tanto, dado que las operaciones con warrants, futuros y opciones están sujetas, aunque exentas, del Impuesto sobre el Valor Añadido, no tri­ butarán tampoco por el Impuesto sobre Transmisio­ nes Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. De la misma manera, no estarán sujetas a la modalidad de “Actos Jurídicos Documentados”, puesto que las operaciones de warrants, futuros y opciones financieros no se encuadran en ninguno de los supuestos gravados como documentos mercan­ tiles del artículo 33 del Texto Refundido de la Ley. Finalmente, hay que señalar que el rápido cre­ cimiento de los mercados de futuros y opciones financieros, como mercados de cobertura de ries­ gos complementarios a los de contado, ha sido una tendencia constante en los últimos años, contribu­ yendo en gran medida al desarrollo financiero y económico del país. En este sentido, y con ocasión de la futura regu­ lación del mercado de derivados, la ampliación de subyacentes e instrumentos a negociar por MEFF generará, posiblemente, un incremento sustancial de las transacciones desarrolladas en tales merca­ dos, como herramientas para proteger y agilizar el proceso de toma de decisiones de inversión y financiación ante un contexto de incertidumbre en los diversos sectores económicos. 108 Mercados oficiales de futuros y opciones LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ BIBLIOGRAFÍA ABELLO RIERA, J.; OLLER MACÍA, J., y VILA SANTANDREU, J. (1992): Introducción a las opciones financieras, edit. EADA ges­ tión, Barcelona. ADELL, R., y ROMERO, R. (1997): Los contratos de futuros y opciones financieras, edit. Pirámide, Madrid. COLBURN, T. J. (1992): Opciones sobre futuros: un negocio fabuloso, edit. Gesmovasa, Madrid. BORREL, M., y ROA, A. (1990): El mercado de futuros, edit. Expansión, Madrid. FERNÁNDEZ, P. (1996): Opciones, futuros e instrumentos derivados, edit. Deusto, Bilbao. FÉRNANDEZ, P., y PALAU, J. (1990): El mercado de futuros, edit. Expansión, Madrid. FREIXAS, Xavier (1990): Los futuros financieros, edit. Alianza, Madrid. GÓMEZ LÓPEZ, R., y ROPERO GARCÍA, M. A. (2001): “Algunas ventajas del uso de derivados financieros”, Revista Econo­ mistas Málaga, Colegio de Economistas de Málaga, núm. 7. Guía Informativa de la CNMV: Qué debe saber de... Opciones y Futuros. PELLICER, M. (1992): Los mercados financieros organizados en España, Servicio de Estudios Económicos del Banco de España. VALERO, F. J. (1999): Mercados de futuros en instrumentos financieros. Pirámide. 109