Mercados oficiales de futuros y opciones

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Mercados oficiales de futuros y opciones*
LORENA MARTÍ GUTIÉRREZ
Agencia Estatal de Administración Tributaria
SUMARIO
1. OPERACIONES DESARROLLADAS EN EL MERCADO DE FUTUROS Y OPCIONES.—2. LOS FUTUROS.—3. LAS OPCIONES.—
4. FISCALIDAD DE LOS CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES. A. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
B. Impuesto sobre Sociedades. C. Impuesto sobre la Renta de no Residentes. D. Impuesto sobre el Valor Aña­
dido. E. Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.—BIBLIOGRAFÍA.
Palabras clave: Fiscalidad financiera, fiscalidad de futuros y opciones, mercado de futuros y opciones.
La historia sitúa el origen del mercado de futu­
ros y opciones en la ciudad de Chicago. Este mer­
cado comenzó a desarrollarse a finales del siglo XIX
como consecuencia de la alta variabilidad del pre­
cio de las cosechas: en el otoño, los excedentes
provocaban una acentuada caída de precios, y en la
primavera, su escasez hacía que los precios crecie­
ran desmesuradamente. Los productores empeza­
ron, por tanto, a negociar el precio por adelantado,
con la finalidad de evitar las incertidumbres que
pudieran afectar al mismo.
Como consecuencia de un proceso de autorre­
gulación destinado a potenciar la negociabilidad de
operaciones a plazo, y con la finalidad de dotar de
mayor transparencia, liquidez y seguridad al mer­
cado secundario de valores, los mercados organi­
zados de futuros y opciones se crearon en España
en 1989, poco antes de la plena entrada en vigor de
la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de
Valores, circunscribiéndose inicialmente a las ope­
raciones sobre deudas del Estado. De esta forma
surgen, bajo la supervisión del Banco de España, en
noviembre de 1989, el mercado de opciones, regi­
do por Options Market Ibérica (OMIb), y, en marzo
de 1990, el mercado de futuros, regido por Merca­
do de Futuros Financieros, S. A. (MEFFSA).
Con posterioridad, y al amparo del artículo 77 de
la Ley del Mercado de Valores, modificado por la Ley
de Presupuestos Generales del Estado para 1990,
tanto OMIb como MEFFSA, que pasaban a estar su­
pervisados por la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, dejaron de ser mercados derivados de deuda
del Estado exclusivamente, pudiendo utilizar como
activo subyacente el tipo de interés de los préstamos
interbancarios a tres meses, y después, divisas.
Tras la publicación del Real Decreto 1814/1991,
de 20 de diciembre, regulador de los mercados ofi­
ciales de futuros y opciones, la especialización ini­
cial –opciones en OMIb, futuros en MEFFSA– se
quiebra con la fusión de las sociedades anónimas
rectoras de ambos mercados. De esta forma, bajo
la denominación común de MEFF, el mercado con
sede en Madrid negocia los futuros y opciones
sobre renta variable, mientras que el de Barcelona
administra los futuros y opciones sobre tipos de
interés y sobre divisas.
Hoy por hoy, MEFF es un mercado secundario
oficial integrado en Bolsas y Mercados Españoles,
bajo la supervisión de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, que realiza una doble activi­
dad como mercado de negociación y como cáma­
ra de compensación de los productos derivados en
España, organizando su negociación, liquidación y
compensación.
Asimismo, hay que indicar que el 6 de febrero
de 2004 se creó el Mercado oficial español de Futu­
*
Trabajo presentado al V Curso de Alta Especialización en Fiscalidad Financiera celebrado en la Escuela de la Hacienda Pública del Ins­
tituto de Estudios Fiscales en el primer semestre de 2010.
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Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011
ros sobre Aceite de Oliva (MFAO), supervisado por
la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en el
que se negocian contratos de futuros sobre un pro­
ducto no financiero.
En la actualidad, se encuentra pendiente de
aprobación una nueva regulación de los mercados
organizados de futuros y opciones, impulsada por
la Dirección General del Tesoro y Política Financie­
ra, que permitirá a MEFF ampliar la gama de acti­
vos sobre los que se puede negociar, y actuar de
cámara de contrapartida para derivados de nuevos
productos que ahora cotizan en mercados OTC
(Over The Counter).
1. OPERACIONES
DESARROLLADAS EN EL
MERCADO DE FUTUROS Y OPCIONES
El mercado de futuros y opciones es un merca­
do de derivados en el que se negocian productos
cuyo valor depende de la evolución del precio de
otro instrumento, denominado activo subyacente.
En el mercado oficial de futuros y opciones, y en
general, en el de productos derivados, se desarro­
llan operaciones a plazo, en las que transcurre un
determinado período de tiempo entre el momento
de la formalización del contrato y el de la liquida­
ción, y, en ocasiones, operaciones “a medida”, en
las que las partes contratantes eligen libremente el
activo subyacente, y determinan su cantidad, pre­
cio, y la fecha de vencimiento.
Son, por tanto, operaciones con riesgo de liqui­
dación, pero que pueden ser muy eficientes para
la gestión del riesgo, por su elevado grado de apa­
lancamiento financiero. En efecto, los contratos de
futuros y opciones permiten comprar y vender el
riesgo asociado a un activo subyacente sin modifi­
car la posición en dicho activo, siendo el desembol­
so inicial nulo, en el caso de los futuros, o una
prima relativamente pequeña, en el caso de opcio­
nes.
Las principales posibilidades de utilización que
presentan los mercados organizados de futuros y
opciones son:
a) Cobertura, reduciendo el nivel de exposi­
ción al riesgo de mercado del activo subya­
cente, previamente existente.
a) El riesgo de mercado, también conocido
como riesgo de precios, consiste en la posi­
bilidad y, en su caso, probabilidad de dismi­
nución del valor del activo subyacente
debido a variaciones en los tipos de interés
y de cambio, o a fluctuaciones en los pre­
cios de valores y de commodities.
El procedimiento de cobertura consiste,
por tanto, en asegurar hoy el precio de las
operaciones financieras, activas o pasivas,
que van a tener que realizarse en un futu­
ro. La perfección de la cobertura será tanto
mayor cuanto más exactamente coincidan
para la posición abierta y para la operación
de cobertura los importes, las fechas y pla­
zos, y la variabilidad del precio del instru­
mento financiero en el que se registra la
posición abierta y del activo subyacente en
la operación de cobertura.
b) Especulación, aumentando el nivel de expo­
sición al riesgo de mercado previamente
existente, con la finalidad de maximizar el
beneficio, dadas las expectativas de dife­
rencias de cotización esperadas.
c) Arbitraje, consistente en la compra y venta
simultánea de un mismo instrumento finan­
ciero en diferentes mercados o diferentes
segmentos de un mismo mercado, con el
fin de obtener beneficios ciertos, aprove­
chando las imperfecciones del mercado y
sin asumir riesgo.
Así pues, las operaciones con futuros y opcio­
nes permiten transferir el riesgo desde unidades
económicas que no lo desean hacia unidades eco­
nómicas que, a cambio de una rentabilidad dada o
esperada, están dispuestas a asumirlo.
a)
2. LOS
FUTUROS
Un futuro es un contrato a plazo negociado en
un mercado organizado, por el que las partes
acuerdan la compraventa de una cantidad concreta
de un valor (activo subyacente) en una fecha futu­
ra predeterminada (fecha de liquidación), a un pre­
cio convenido de antemano (precio de ejercicio).
Es decir, se trata de contratos a plazo cuyo objeto
son instrumentos de naturaleza financiera (valores,
índices, préstamos o depósitos...) o commodities
(productos agrícolas, materias primas...).
Los futuros son operaciones en firme, de modo
que tanto los compradores como los vendedores
de futuros asumen obligaciones.
Quien compra contratos de futuros, adopta una
posición “larga”, por lo que tiene el derecho a reci­
bir en la fecha de liquidación del contrato el activo
subyacente objeto de la negociación. Así pues, si
una vez llegado el vencimiento, el precio de ejerci­
cio es inferior al precio de liquidación, se generará
un beneficio y, en caso contrario, una pérdida.
Asimismo, quien vende contratos de futuros
adquiere una posición “corta” ante el mercado,
102
Mercados oficiales de futuros y opciones
LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ
por lo que al llegar la fecha de liquidación del con­
trato deberá entregar el correspondiente activo
subyacente, recibiendo a cambio el precio de ejer­
cicio. Ello supone que, si una vez llegado el venci­
miento, el precio de ejercicio es superior al precio
de liquidación, se generará un beneficio y, en caso
contrario, una pérdida.
Las posiciones que, en definitiva, se pueden
asumir en un contrato de futuros se recogen en el
siguiente cuadro:
Posición
Contrato de futuros
Comprador
Vendedor
Derecho u obligación de
compra o de venta
Obligación Obligación
Beneficios
Ilimitados Ilimitados
Pérdidas
Ilimitadas Ilimitadas
En todo caso, conviene señalar que es posible
tomar posiciones de venta de futuros sin necesidad
de haberlos comprado previamente, puesto que lo
que se negocia es la posición en el contrato por la
que el vendedor asume una obligación.
En España, los mercados secundarios oficiales de
futuros y opciones se encuentran regulados por las
disposiciones contenidas en la Ley del Mercado de
Valores y su normativa de desarrollo, así como por
el Reglamento de Mercado, que tendrá el carácter
de norma de ordenación y disciplina de aquéllos.
Por ello, en el Reglamento de mercado, se
detallan las clases de miembros, con especificación
de los requisitos técnicos y de solvencia que debe­
rán reunir en relación con las diversas actividades
que desarrollen, los contratos, las relaciones jurídi­
cas de la sociedad rectora y de los miembros del
mercado con los clientes que actúen en él, las nor­
mas de supervisión, el régimen de garantías, los
regímenes de contratación, compensación, liquida­
ción y registro de los contratos del correspondien­
te mercado...
En términos generales, las características ope­
rativas que permiten identificar y definir un futuro,
y que, asimismo, se pueden extrapolar a las opcio­
nes, son:
— Las condiciones de los contratos están
estandarizadas por lo que se refiere al tipo
de activo subyacente, su tamaño (canti­
dad) e importe nominal, y fecha de venci­
miento.
— La negociación tiene lugar en mercados
organizados, MEFF, cuya Sociedad rectora
los registrará, compensará y liquidará,
actuando como contraparte en los mis­
mos, siendo comprador para la parte ven­
dedora y vendedor para la parte compra­
dora, eliminando, por tanto, el riesgo de
contrapartida.
— Dado que no es necesaria la búsqueda de
contrapartida, los futuros pueden ser com­
prados y vendidos en cualquier momento
de la sesión de negociación, sin necesidad
de esperar a la fecha de vencimiento.
— La cámara de compensación y liquidación
garantiza a compradores y vendedores
que, en todo momento, podrán llevar a
cabo las operaciones pactadas, es decir, se
convierte en parte vendedora para quien
haya adoptado el compromiso de compra­
dor de futuros, y en parte compradora
ante quien lo haya hecho como vendedor,
de modo que, llegado el día de vencimien­
to, entrega a cada uno lo estipulado. Esta
entrega puede realizarse en efectivo si la
liquidación se realiza por diferencias o bien
en activos si se produce por entrega física.
— Así pues, la Cámara elimina, o al menos,
limita el riesgo de contrapartida. Para ello,
dispone de dos herramientas:
— – el depósito de garantías, es decir, can­
tidad de dinero o activos financieros
que los participantes deben depositar
con ocasión de la apertura de una posi­
ción compradora o vendedora en el
mercado, y
— – las liquidaciones diarias de pérdidas y
ganancias, de forma que cada día, las
posiciones abiertas en contratos de
futuros se valoran a los precios de cie­
rre, abonando las ganancias y cargando
las pérdidas generadas el mismo día. En
el caso de que el cliente no pueda
hacer frente a ellas, la cámara deshace
las posiciones para que la pérdida máxi­
ma en que se incurra sea la de un día.
En definitiva, la contratación en el mercado
organizado de futuros no conlleva, al inicio, ningún
pago o cobro por la posición compradora o vende­
dora adoptada, sin perjuicio de los gastos por
comisiones que corresponda al miembro de mer­
cado y a la Cámara de Compensación, sino la apor­
tación de las garantías requeridas para responder
del cumplimiento de las obligaciones asumidas y, en
su caso, su posterior actualización diaria, según las
variaciones que se vayan produciendo en la posi­
ción en los contratos.
No obstante, una vez tomada posición compra­
dora o vendedora, se van liquidando diariamente
las diferencias, tanto positivas como negativas, que
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Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011
se hayan ido produciendo, tomando como referen­
cia el precio inicial al que se abrió la posición en el
contrato y los sucesivos precios de liquidación dia­
ria del mismo determinados por la Sociedad recto­
ra, hasta la fecha en que se cancele dicha posición
mediante una operación de signo contrario o de
vencimiento del futuro.
Quien interviene en una operación de futuros
carece de la posibilidad de negociar en el mercado
su posición contractual, de modo que lo único que
podrá hacer es abandonar esta posición realizando
una contraoperación de cierre de posición, es
decir, efectuando una operación de signo contra­
rio: si la posición es larga, se venden futuros, y si la
posición es corta, se compran.
Tal y como se señalaba anteriormente, la inter­
vención en el mercado de futuros puede tener por
finalidad la realización de una operación:
— De cobertura, tomando una posición de
signo contrario a la que se desea cubrir, de
manera que los resultados de ambas se
compensen mutuamente, manteniendo al
conjunto indiferente a los movimientos de
precios de mercado.
— Especulativa, en función de las expectativas
existentes sobre la evolución del precio
del activo subyacente. Así, si las expectati­
vas son alcistas, se comprarán contratos
de futuros, mientras que si aquéllas son
bajistas la estrategia será vender contratos
sobre ese subyacente.
Por último, hay que señalar que los futuros,
como instrumentos estandarizados, coexisten con
otros contratos “a medida” negociados fuera del
mercado (Over the Counter, OTC), como los contra­
tos a plazo sobre tipos de interés o FRA, en los que
no existe ninguna cámara o institución que contro­
le las operaciones. Tan sólo existe el acuerdo con­
tractual entre las partes en lo referido al nominal, la
fecha de vencimiento, plazo, condiciones de liqui­
dación, etc., por lo que el riesgo de contrapartida o
de incumplimiento es asumido por ambas partes.
3. LAS
OPCIONES
Una opción es un contrato que otorga a su
comprador el derecho, pero no la obligación, a
comprar o vender una determinada cuantía de acti­
vo subyacente, a un precio determinado, llamado
precio de ejercicio, en un período de tiempo esti­
pulado o vencimiento.
Así, en el momento del vencimiento, el com­
prador de la opción decidirá si le interesa o no ejer­
citar su derecho, en función de la diferencia entre
el precio fijado para la operación (precio de ejerci­
cio o strike) y el precio que en ese momento tenga
el subyacente en el mercado de contado.
Las opciones son operaciones condicionales. La
simetría de derechos y obligaciones existente en los
contratos de futuros, en los que las dos partes se
obligan a efectuar la compraventa al llegar la fecha
de vencimiento, se rompe en las opciones, puesto
que una de las partes, la compradora de la opción,
tiene el derecho, pero no la obligación de comprar
o vender (según el tipo), mientras que el vendedor
de la opción tiene la obligación de vender o com­
prar, si el comprador decide ejercer su derecho.
Esa diferencia de derechos y obligaciones gene­
ra la existencia de la prima, el precio de la opción,
que es el importe que el comprador de la opción
abonará al vendedor por obtener ese derecho.
La prima es realmente el objeto de negociación,
y su formación depende, fundamentalmente, del
precio y volatilidad del subyacente, el precio de
ejercicio, el tipo de interés, los dividendos que, en
su caso, genere el subyacente antes de la fecha de
ejercicio, y el tiempo que resta hasta la fecha de
vencimiento de la opción.
El comprador de opciones sólo tiene derechos
y ninguna obligación, por lo que sus pérdidas esta­
rán limitadas a la prima pagada. Por el contrario, el
vendedor de opciones cobra la prima, pero sólo
tiene obligaciones, por lo que asume la posibilidad
de soportar pérdidas ilimitadas. El vendedor de la
opción siempre cobra la prima, independientemen­
te de que el comprador ejerza o no su derecho.
En las opciones, no es necesario comprar prime­
ro para posteriormente vender, sino que es posible
vender primero y, en su caso, luego comprar.
Las opciones pueden clasificarse, atendiendo,
fundamentalmente, a diferentes criterios, no exclu­
yentes entre sí:
1) Según el momento en el que puede ejercer­
se, se diferencia entre la opción europea,
que sólo puede ejercerse en la fecha de
vencimiento, y la opción americana, que
puede ejercerse en cualquier momento
hasta la fecha de vencimiento.
2) Según el derecho que otorga, se distingue
entre opción de compra o call, y opción de
venta o put.
2) En las opciones call, el comprador adquiere
el derecho, aunque no la obligación, a com­
prar el activo subyacente al precio de ejer­
cicio en o antes de la fecha de vencimiento
establecida, en función de que se trate de
opciones europeas o americanas, a cambio
del pago de una prima.
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Mercados oficiales de futuros y opciones
LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ
2)
El vendedor call, por su parte, asume la
obligación de vender el activo subyacente
al precio de ejercicio en o antes de la fecha
de vencimiento establecida, en función de
que se trate de opciones europeas o ame­
ricanas, a cambio del cobro de una prima.
En las opciones put, el comprador adquiere
el derecho, aunque no la obligación, a ven­
der el activo subyacente al precio de ejer­
cicio en o antes de la fecha de vencimiento
establecida, en función de que se trate de
opciones europeas o americanas, a cambio
del pago de una prima.
El vendedor put, en cambio, asume la obli­
gación de comprar el activo subyacente al
precio de ejercicio en o antes de la fecha
de vencimiento establecida, en función de
que se trate de opciones europeas o ame­
ricanas, a cambio del cobro de una prima.
Así pues, el vendedor de opciones, ya sean
éstas call o put, asume mucho más riesgo
que el comprador, ya que sus posibilidades
de pérdida son ilimitadas (si el comprador
desea ejercer su derecho, está obligado a
comprar o a vender), mientras que el impor­
te de las ganancias está limitado a la prima.
En síntesis, las posiciones que se pueden
asumir en un contrato de opciones se reco­
gen en el siguiente cuadro:
Una determinada opción puede cambiar su
situación a lo largo del tiempo, en función
del comportamiento del precio del subya­
cente respecto al precio de ejercicio.
Al igual que en los futuros, la intervención en el
mercado de opciones puede tener por finalidad la
2)
realización de una operación:
— De cobertura, tomando una posición de
signo contrario a la que se desea cubrir. La
cobertura de un activo subyacente se
podrá efectuar mediante la compra de una
opción put, cuyo precio de ejercicio sea lo
más cercano posible al precio actual del
2)
subyacente, o bien vender una opción call.
— Especulativa, en función de las expectativas
existentes sobre la evolución del precio
del activo subyacente.
— Así, cuando un inversor compra una
opción call espera que el valor del subya­
2)
cente suba en los mercados, es decir, tiene
expectativas alcistas. Si llegada la fecha de
vencimiento, su apuesta resulta acertada y
el precio de subyacente es superior al pre­
cio de ejercicio fijado en el contrato, le
interesará ejercer la opción, ya que puede
comprar el activo subyacente más barato.
2)
Por el contrario, si el precio no sube como
esperaba, y el precio de ejercicio es mayor
que el del activo subyacente, no ejer­
Opción call
Opción put
cerá la opción y perderá la inversión
Posición
realizada, esto es, la prima.
Comprador Vendedor Comprador Vendedor
De modo similar, un inversor com­
Derecho u obligación de
compra o de venta
Derecho Obligación Derecho Obligación prará una opción put cuando tenga
expectativas bajistas. Si el precio del
Beneficios
Ilimitados
Prima
Ilimitados
Prima
Pérdidas
Prima
Ilimitadas
Prima
Ilimitadas subyacente disminuye, le interesará
ejercer la opción y vender al precio de
3) En función de la relación del precio de ejer­
ejercicio, que es superior. En caso contrario, no la
cicio respecto del precio del subyacente,
ejercerá, y perderá la prima.
se distingue entre:
Por la similitud, en cuanto al funcionamiento de
3) – Opciones in the money, cuando su ejer­
las opciones, cabe efectuar una sucinta referencia a
cicio en el momento actual, genera
los warrants, que pueden ser definidos como valo­
beneficios a su tenedor.
res negociables que otorgan a sus titulares, previo
pago de un precio (prima), el derecho pero no la
3) – Opciones out the money, cuando su
obligación de comprar (call warrant) o vender (put
ejercicio inmediato, genera pérdidas a
warrant) una cantidad de activo subyacente (ratio
su tenedor, por lo que no se ejercerán.
del warrant), a un precio determinado (precio de
3) – Opciones at the money, cuando su ejer­
ejercicio o strike), durante un período o una fecha
cicio inmediato no genera beneficios,
definidos de antemano.
dado que el precio de ejercicio y el del
El derecho que tiene el titular del warrant
subyacente son coincidentes.
puede
ser ejercitado en cualquier momento o sólo
PE <PS
PE =PS
PE >PS
a la fecha de vencimiento, dependiendo de las con­
Call In the money At the money Out the money
diciones de la emisión.
Put Out the money At the money In the money
Así pues, el objeto del warrant es la cesión de un
PE: precio de ejercicio. PS: precio del activo subyacente.
derecho de compra o venta, previo pago de una
105
3)
Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011
prima, sobre un activo subyacente a un precio
determinado. En función de la cotización alcanzada
por el valor, el titular hará o no efectivo su derecho
de compra o venta, determinándose el importe de
la liquidación por la diferencia entre ambos.
Los warrants son opciones materializadas en
títulos emitidos por entidades privadas, general­
mente, entidades financieras, admitidas a cotiza­
ción en Bolsa. Son productos apalancados, de
modo que es posible obtener altas rentabilidades
en relación con la inversión realizada (prima).
4. FISCALIDAD
DE LOS CONTRATOS DE
FUTUROS Y OPCIONES
A diferencia de lo que sucede en relación con
las inversiones en otros productos financieros de
diversa naturaleza, tales como los seguros, valores
de renta fija o variable, depósitos, instituciones de
inversión colectiva o planes de pensiones, la nor­
mativa tributaria contiene pocas referencias a los
instrumentos derivados.
No obstante, se detalla, a continuación, el régi­
men fiscal aplicable a los instrumentos derivados,
tanto desde el punto de vista de la imposición
directa como de la indirecta.
A. Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas
La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de
modificación parcial de las leyes de los Impuestos
sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes
y sobre Patrimonio, regula el tratamiento fiscal de
las rentas derivadas de las inversiones efectuadas en
los mercados de futuros y opciones en el artículo
37.1 m) estableciendo: “en las operaciones realiza­
das en los mercados de futuros y opciones regula­
dos por el Real Decreto 1814/1991, de 20 de
diciembre, se considerará ganancia o pérdida patri­
monial el rendimiento obtenido cuando la operación
no suponga la cobertura de una operación principal
concertada en el desarrollo de las actividades eco­
nómicas realizadas por el contribuyente, en cuyo
caso tributarán de acuerdo con lo previsto en la Sec­
ción III de este Capítulo”, refiriéndose esta última a
los rendimientos de actividades económicas.
Así, cuando una persona física, que no desem­
peña una actividad económica, interviene en el
mercado de futuros y opciones, las rentas genera­
das, positivas o negativas, tendrán la consideración
fiscal de ganancias o pérdidas patrimoniales, forman­
do parte de la base del ahorro, y sometidas a tribu­
tación al tipo del 19 por 100 por los primeros
6.000 euros y al 21 por 100 en adelante, cualquie­
ra que sea la finalidad de la operación.
Sin embargo, cuando el contribuyente desarro­
lle una actividad económica, la calificación fiscal de
las rentas será la de rendimientos de actividades eco­
nómicas, o ganancias o pérdidas patrimoniales, según
la finalidad de la operación:
— Si desea cubrir un riesgo sobre un elemen­
to afecto a la actividad empresarial utili­
zando futuros y opciones (función de
cobertura), las rentas generadas tendrán la
consideración fiscal de rendimientos de
actividades económicas, estando sujetos, en
consecuencia, a un tipo progresivo dentro
de la base general.
— Si efectúa una operación especulativa o de
arbitraje en el mercado de futuros y opcio­
nes, las rentas obtenidas (positivas o nega­
tivas) se califican, fiscalmente, como
ganancias o pérdidas patrimoniales, forman­
do parte de la base del ahorro, y someti­
das a tributación al tipo del 19 por 100 por
los primeros 6.000 euros y al 21 por 100
en adelante.
La calificación fiscal otorgada a estas rentas
determina la inexistencia de retenciones a cuenta
sobre las mismas.
No obstante, no se computarán en el Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas las ganancias
patrimoniales derivadas del fallecimiento del con­
tribuyente ("plusvalía del muerto")
Cuando las inversiones en futuros y opciones
tienen lugar en el mercado organizado (MEFF), en
el que, como se indicó anteriormente, se practican
liquidaciones diarias de pérdidas y ganancias, cabe
plantearse si la imputación fiscal también debe rea­
lizarse día a día, tomando en consideración las osci­
laciones del mercado que generan flujos positivos o
negativos, o si, por el contrario, la imputación no
debe hacerse hasta el momento del vencimiento o
liquidación de la operación. El criterio de imputa­
ción fiscal depende de la finalidad especulativa o de
cobertura de la misma.
En el supuesto de operaciones de cobertura de
riesgos, la imputación de los rendimientos se efec­
tuará con el mismo criterio que los resultados de la
operación principal que se pretende cubrir. Ello
supone que la imputación se ajustará, de forma
paralela y concordante, con la contabilización de
los ingresos o gastos de la operación cubierta.
En el caso de operaciones especulativas o de
arbitraje, la consulta de la Dirección General de
Tributos V0606-05, de 11 de abril, en línea con lo
indicado en una consulta anterior de 29 de junio de
106
Mercados oficiales de futuros y opciones
LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ
1995, señala: “(...) En el caso de que las rentas pro­
cedentes de los referidos contratos de futuro y de
opción deban calificarse como ganancia o pérdida
patrimonial, ésta ha de entenderse obtenida, a
efectos del impuesto, al vencimiento de dichos
contratos o al cierre de la posición si se produce
con anterioridad, ya que será este el momento en
que se habrá producido la alteración en la compo­
sición del patrimonio del contribuyente, la cual
vendrá determinada por la extinción del contrato
de futuro o de opción previamente suscrito (...).”
En consecuencia, cuando los contratos de futu­
ro adquiridos en el mercado oficial de futuros y
opciones financieros se mantengan hasta su venci­
miento por su titular adquirente, es decir, siempre
que con anterioridad no se hubiesen cancelado
mediante su venta, la totalidad de la ganancia o
pérdida patrimonial generada desde su adquisición
deberá imputarse al período impositivo en que
dicho vencimiento se haya producido, indepen­
dientemente de la mecánica de liquidaciones dia­
rias de pérdidas y ganancias del contrato.
Del mismo modo, en el caso de opciones de
compra adquiridas en el mercado oficial de opcio­
nes y futuros que se mantenga hasta su vencimien­
to, el ejercicio automático de la misma como
consecuencia del vencimiento dará lugar, en ese
momento, a una alteración patrimonial que deberá
imputarse al período impositivo en que haya venci­
do la opción.
Asimismo, conviene indicar que, de acuerdo
con la Consulta 0211-00 de la Dirección General
de Tributos de 10 de febrero de 2000, las opera­
ciones sobre futuros y opciones quedan enmarca­
das dentro de la categoría de “instrumentos
financieros”, por lo que no resulta aplicable lo dis­
puesto en el artículo 33. 5 f) de la Ley 35/2006: “No
se computarán como pérdidas patrimoniales (...)
las derivadas de las transmisiones de valores o par­
ticipaciones admitidos a negociación en alguno de
los mercados secundarios oficiales de valores defi­
nidos en la Directiva 2004/39/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo de 21 de abril de 2004 rela­
tiva a los mercados de instrumentos financieros,
cuando el contribuyente hubiera adquirido valores
homogéneos dentro de los dos meses anteriores o
posteriores a dichas transmisiones.”
El tratamiento fiscal de las comisiones satisfe­
chas por la intermediación financiera y el servicio
de liquidación depende de la finalidad de la opera­
ción realizada en el mercado, de modo que ten­
drán la consideración de gasto deducible, en el
caso de operaciones de cobertura, e incrementa­
rán el valor de adquisición a efectos del cálculo de
la ganancia o pérdida patrimonial, si se trata de
operaciones especulativas o de arbitraje.
Por lo que se refiere a la tributación de los
warrants, conviene señalar que las rentas derivadas
de su titularidad se califican como ganancias o pér­
didas patrimoniales, formando parte de la base del
ahorro, y sometidas a tributación al tipo del 19 por
100 por los primeros 6.000 euros y al 21 por 100
en adelante. Tales rendimientos no están sujetos a
retención a cuenta.
Los warrants tienen la consideración de valores
negociables, por lo que, a diferencia de los futuros
y opciones financieras, resulta aplicable la norma
cautelar relativa a valores homogéneos, contenida
en el artículo 33. 5 f) de la Ley 35/2006, transcrita
anteriormente.
No obstante, al igual que en el caso de futuros
y opciones financieras, no se computarán en el
Impuesto las ganancias patrimoniales derivadas del
fallecimiento del contribuyente (“plusvalía del
muerto”).
B.
Impuesto sobre Sociedades
El artículo 10. 1 del Real Decreto Legislativo
4/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Socie­
dades, señala: “La base imponible estará constituida
por el importe de la renta en el período impositivo
minorada por la compensación de bases imponibles
negativas de períodos impositivos anteriores.”
Siendo el régimen de estimación directa de la
base imponible el aplicable de forma general, la
misma se calculará, de conformidad con el artículo
10. 3 del Real Decreto Legislativo 4/2004, “corri­
giendo, mediante la aplicación de los preceptos
establecidos en esta Ley, el resultado contable
determinado de acuerdo con las normas previstas
en el Código de Comercio, en las demás Leyes rela­
tivas a dicha determinación y en las disposiciones
que se dicten en desarrollo de las citadas normas”.
La normativa reguladora del Impuesto sobre
Sociedades no regula expresamente el régimen fis­
cal aplicable a las empresas que invierten en futu­
ros y opciones, por lo que para la incorporación de
las rentas en la base imponible del Impuesto deben
seguirse las reglas o normas contables recogidas en
el Plan General de Contabilidad y en la normativa
del Banco de España.
La calificación de los rendimientos derivados de
operaciones con opciones y futuros financieros
obtenidos por los sujetos pasivos del Impuesto
sobre Sociedades es, por tanto, irrelevante a la
hora de su integración en la base imponible.
107
Cuadernos de Formación. Colaboración 7/11. Volumen 12/2011
De este modo, los resultados obtenidos por
estas operaciones, bien sean meramente especula­
tivas, bien respondan a concretas políticas de ges­
tión del riesgo de la actividad empresarial, quedan
sujetas al tipo de gravamen previsto en el artículo
28 del Real Decreto Legislativo 4/2004, si bien no
estarán sometidos a retención a cuenta.
En cuanto a los warrants, conviene señalar que
la prima pagada por su adquisición no tiene la con­
sideración de gasto fiscalmente deducible sino que
constituirá el valor de adquisición del warrant que
deberá activarse dentro de su balance. Si se produ­
ce la transmisión o el ejercicio del warrant, la dife­
rencia entre el valor de adquisición y el precio de
transmisión tendrá la consideración de renta grava­
ble en el Impuesto sobre Sociedades, al tipo reco­
gido en el artículo 28 del Real Decreto Legislativo
4/2004.
C. Impuesto sobre la Renta de no
Residentes
El Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de
marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido
de la Ley del Impuesto sobre la Renta de no Resi­
dentes, establece dos regímenes de tributación
diferentes en función de que los contribuyentes
por este Impuesto actúen o no mediante estableci­
miento permanente.
Para aquellos obligados tributarios que actúan
mediante establecimiento permanente, el artículo
18 del Real Decreto Legislativo 5/2004 efectúa una
remisión global a la normativa del Impuesto sobre
Sociedades para la determinación de la base impo­
nible, por lo que resulta aplicable lo indicado en la
letra B anterior.
En relación con los obligados tributarios que
actúan sin mediación de establecimiento perma­
nente, el artículo 24 del Real Decreto Legislativo
5/2004 recoge un principio general de aplicación
de la normativa del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas, siendo entonces de aplicación, lo
indicado en la letra A anterior.
D. Impuesto sobre el Valor Añadido
Están sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido,
según el artículo 4. 1 de la Ley 37/1992, de 28 de
diciembre, reguladora de dicho impuesto, “las
entregas de bienes y prestaciones de servicios reali­
zadas en el ámbito espacial del impuesto por empre­
sarios o profesionales a título oneroso, con carácter
habitual u ocasional, en el desarrollo de su actividad
empresarial o profesional, incluso si se efectúan en
favor de los propios socios, asociados, miembros o
partícipes de las entidades que las realicen”.
La calificación de la operación efectuada con
futuros y opciones financieros como entrega de
bienes o como prestación de servicios dependerá
de si se produce o no la entrega de los bienes o
activos sobre los que se hayan concertado las ope­
raciones y que, en consecuencia, actúan como
“subyacente” de las mismas.
En cualquier caso, tales operaciones relativas a
futuros y opciones financieros, al igual que las rea­
lizadas con warrants, quedan amparadas en la exen­
ción que el artículo 20.Uno. 18.o de la Ley 37/1992
establece para las operaciones financieras.
E. Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados
El artículo 7. 5 del Real Decreto Legislativo
1/1993, de 24 de septiembre, por el que se aprue­
ba el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados, dispone que las operaciones reali­
zadas por empresarios o profesionales en el ejerci­
cio de su actividad empresarial o profesional, así
como aquellas que constituyan entregas de bienes
o prestaciones de servicios sujetas al Impuesto
sobre el Valor Añadido no estarán sujetas por el con­
cepto de “transmisiones patrimoniales onerosas”.
Por tanto, dado que las operaciones con
warrants, futuros y opciones están sujetas, aunque
exentas, del Impuesto sobre el Valor Añadido, no tri­
butarán tampoco por el Impuesto sobre Transmisio­
nes Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
De la misma manera, no estarán sujetas a la
modalidad de “Actos Jurídicos Documentados”,
puesto que las operaciones de warrants, futuros y
opciones financieros no se encuadran en ninguno de
los supuestos gravados como documentos mercan­
tiles del artículo 33 del Texto Refundido de la Ley.
Finalmente, hay que señalar que el rápido cre­
cimiento de los mercados de futuros y opciones
financieros, como mercados de cobertura de ries­
gos complementarios a los de contado, ha sido una
tendencia constante en los últimos años, contribu­
yendo en gran medida al desarrollo financiero y
económico del país.
En este sentido, y con ocasión de la futura regu­
lación del mercado de derivados, la ampliación de
subyacentes e instrumentos a negociar por MEFF
generará, posiblemente, un incremento sustancial
de las transacciones desarrolladas en tales merca­
dos, como herramientas para proteger y agilizar el
proceso de toma de decisiones de inversión y
financiación ante un contexto de incertidumbre en
los diversos sectores económicos.
108
Mercados oficiales de futuros y opciones
LORENA M ARTÍ G UTIÉRREZ
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