COLEGIO SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN PAUTAS EDUCATIVAS EN LA ADOLESCENCIA Potenciar el deporte.Este aleja de las drogas, constribuye a un mayor desarrollo físico y motriz, ayuda a valorar la salud, educa en el trabajo en equipo y en el esfuerzo diario e impulsa hacia la consecución de metas. Fomentar la creatividad, el arte, el teatro, los temas científicos, históricos, filosóficos……a través de grupos que atiendan sus intereses y aficiones. La excesiva dependencia paterna dificulta la maduración afectiva y social; por su parte, el autoritarismo o la superprotección generan apatía o rebeldía, fracaso escolar o depresión. Los padres no deben sentirse victimas, ni culpables de los problemas de sus hijos, siempre que obren correctamente, aunque los resultados no sean los esperados. Disciplina y autoridad deben caminar de la mano de diálogo, paciencia, comprensión, flexibilidad y cariño. Hay que potenciar la capacidad de esfuerzo y amor propio, sin colocar el listón tan alto que resulte imposible alcanzar los objetivos, ni tan bajo que ahoguemos toda motivación o estímulo de vida. No se debe abusar del castigo.Resultan más útiles el refuerzo positivo y los contratos de modificación de conducta. Actuar siempre como modelos positivos. Lo que se hace influye más de lo que dice. Hay que mostrarse tranquilo y relajado para que la conducta sea imitada. Orientar, nunca imponer, en cada una de las opciones que su hijo tendrá que hacer a lo largo de su vida académica. Las pautas de comportamiento arbitrarias y contradictorias generan desconcierto, casi tanto como la ausencia de normas, que puede generar egoismo, irresponsabilidad, conflicto y desorganización. No es bueno invadir la intimidad del adolescente con supervisiones constantes de sus espacios personales, ni un control excesivo de cuanto hacen. Eduquemos en la toma de decisiones, en el valor del esfuerzo y superación personal, en la asunción de las consecuencias de su conducta y en el sentido de la responsabilidad. Reforcemos siempre sus conductas positivas, sus logros y sus actitudes correctas. Tener una visión positiva de la vida, de las personas y de su hijo. Aceptarle como es.