LA REGULACIÓN COMO SISTEMA… Seguramente el tema a desarrollar que tiene que ver con el título de la nota, tenga relación con una actitud hacia la vida. Tenga que ver con la libertad. En nuestro país claramente subyace una concepción estatista, donde todo se le pide al Estado. Somos de vociferar por nuestros derechos. Solo por los mismos. Las obligaciones nos atañen poco. Claramente cuando hay algún llamado laboral de algún ente u organismo estatal, se presenta una multitud de personas jóvenes, que seguramente vean en el Estado una suerte de refugio seguro para su vida futura. Son formas de proceder, estoy constatando una realidad. El tema viene a cuento porque Doing Business, publicación insignia del Banco Mundial, emite informes anuales que miden las regulaciones que favorecen la actividad empresarial y aquellas que las restringen. Doing Business presenta indicadores cuantitativos sobre las regulaciones empresariales y la protección de los derechos de propiedad que pueden compararse entre 189 economías. La publicación citada analiza las regulaciones que afectan a 11 áreas del ciclo de vida de una empresa. Diez de estas áreas se incluyen en la clasificación del año en curso sobre la facilidad para hacer negocios: ellas son, apertura de una empresa, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, registro de propiedades, obtención de crédito, protección de los inversionistas minoritarios, pago de impuestos, comercio transfronterizo, cumplimiento de contratos y resolución de insolvencia. También se mide la regulación del mercado laboral aunque este año no lo hizo. Pues bien las principales economías del mundo donde existe facilidad para hacer negocios son: Singapur, Nueva Zelanda, Hong Kong, Corea del Sur, Noruega , EE.UU, Reino Unido, Finlandia. Uruguay figura en el puesto 82, mitad de tabla, mientras que Venezuela en el 182 y Argentina en el 124. En esta carrera de obstáculos, la ley de inclusión financiera y la ley que reformó el sistema de prevención y control del lavado de activos (nos hemos referido a ambos temas), son más trabas para un inversor donde le sobran plazas donde invertir su dinero. En lo personal lo vivo todos los días con lo que le sucede a los socios promotores. La gremial en nombre del socio que solicitó nuestro apoyo tiene que realizar un seguimiento en el lugar público que sea en la búsqueda de la agilización del trámite que corresponda. Y el éxito es dispar. Las trabas, las regulaciones, se suceden. Y muchas veces se da lo que hemos escrito desde estas páginas: cuando no existe respuesta ante un planteo concreto. La indiferencia es la peor de las respuestas…y vaya si tendremos ejemplos. El burócrata se sienta en su poltrona y allí dirige los tiempos de las decisiones; lástima que estos tiempos no están en consonancia con la urgencia del promotor que invierte su dinero, que da trabajo y que además con la pesada carga impositiva le paga el sueldo al citado burócrata…Luce paradojal…!!! A vía de ejemplo, la Oficina del Inversor de la Agencia Nacional de Vivienda ha dado ejemplo de cómo se debe trabajar, en una actitud diligente, comprensiva y de respeto hacia el promotor. Ni que hablar la oficina que dirige la representante empresarial en el BPS, directora Elvira Domínguez. Pura eficiencia y vocación de servicio. En definitiva actuar como se debe actuar forma parte de la condición humana. Y en ese tema, el tango Cambalache nos ilustra debidamente… Aníbal Durán Hontou