descubriendo al verdadero enemigo

March 31
DESCUBRIENDO AL VERDADERO ENEMIGO
DISCERNING THE REAL ENEMY
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.El es quien
perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias. Salmos 103:2-3
Por un tiempo, los avances de la ciencia médica, fueron rechazados por el mundo
Cristiano. Los descubrimientos científicos se consideraron como mundanos y fueron
denunciados. Aun en la generación de mis abuelos, algunos condenaban a aquellos
que acudían a los médicos, tildándolos de faltos de fe.
Sin embargo, poco a poco esa mentalidad cambió y hemos llegado al
reconocimiento de que Dios escoge trabajar a través de las manos hábiles de los
médicos. Reconocemos por ejemplo que la penicilina, descubierta por Alexander
Flemming es “un regalo enviado de Dios,” para salvar a millones de vidas de personas
que de otra manera morirían.
Pocas infecciones resisten los antibióticos, y gracias a éstos, las vidas de
muchos infantes han sido libradas. Pero pueden la psiquiatría y la psicología merecer
la misma tolerancia que la medicina? .
El problema no son las disciplinas que he mencionado, sino las teorías y las
prácticas pues algunas de ellas violan los principios de la Palabra de Dios. Es el caso
de algunos siquiatras que defienden principios que están en franco conflicto con la
enseñanza bíblica. No obstante, algunos sacerdotes y ministros, hacen lo mismo! De
hecho existen algunos psiquiatras y psicólogos, hombres de Dios, comprometidos a
los principios Bíblicos como aquellos que los condenan.
Existen ocasiones cuando la asistencia sicológica es vital junto con la
medicación para brindar salud y sanidad a un alma atribulada y Dios puede trabajar
por medio de un siquiatra o un psicólogo con tanta eficacia como lo hace a través de
un cirujano que remueve un apéndice infectado.
Si Dios es el autor de la sanidad integral, asegurémonos de defender lo que
debemos y no atacar a aquellos por medio de quienes Dios puede traer sanidad y
ayuda. Dios es la fuente de curación y ayuda, sea que provenga del púlpito, a través
de la medicina o a través de la psiquiatría basada en principios bíblicos. El enemigo
verdadero, no importa dónde resida, es aquel que viola los principios de las Sagradas
Escrituras. Que Dios nos guarde de “disparar fuego amigable” que destruye a los
nuestros. Piénselo.
Lectura basada: Jonás 1.
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