El respeto por las diferencias individuales El término respeto es muy conocido y utilizado por la sociedad en general, representa uno de los principales ideales de toda comunidad y un reto conseguirlo. Muchos autores han tratado de definir su concepto, y para resumirlo, podríamos decir que “es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece una reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo” (Fuente: Wikipedia). Si lo unimos con otra variable como son las diferencias individuales, vemos que adquiere un nuevo significado y se convierte en un tema de vital importancia en la educación de los hijos. Cada uno de nosotros, tiene un distintivo único, incomparable con el de otro ser humano, la huella dactilar. Esto permite que se nos pueda identificar como personas únicas e irrepetibles. En el desarrollo psicológico, que está determinado por factores hereditarios (genéticos y naturales) y ambientales (aprendizaje, medio externo), las diferencias Individuales son un hecho. En un mismo grupo de edad y sexo, con una educación similar, se pueden observar las diferencias individuales en niveles emocionales, cognitivos y conductuales: cada persona piensa y procesa la información de una manera determinada. De esta forma, vemos que aun existiendo unas bases comunes, el resultado es diferente. Tomando en consideración lo antes mencionado, sabemos que cada niño es original. A través de la escucha sincera, el diálogo y el compartir tiempo con ellos, les ofrecemos un espacio para el desarrollo integral de su personalidad. Cuando hablo con los padres, hay una reflexión principal que procuro dejar en ellos, que es la de conciliar su hijo “ideal” (esa idea de cómo será su hijo que se construye desde el preciso momento en que conocen que serán padres) con el hijo “real” que está a su lado. De esta forma, los podremos motivar a superarse y desde el respeto a sus diferencias individuales, seremos los pilares en su formación. Psic. Clin. Brenda Bucheli DOBE Primaria