READQUISICIÓN DE ACCIONES Concepto 2007032359-00 del de 2007. Síntesis: La regla consagrada en artículo 70 de la Ley 510 de 1999 fue derogada tácitamente por el artículo 42 de la Ley 964 de 2005. Este precepto fija los parámetros que deben seguir los emisores para la readquisición de acciones propias transadas en el mercado de valores y precisa que a las instituciones sometidas a la inspección y vigilancia de la antigua Superintendencia Bancaria no se les aplican las reglas en él contenidas. «(…) damos respuesta a su consulta alusiva al alcance de la regla contenida en el artículo 70 de la Ley 510 de 1999 frente a la prohibición de adquirir acciones propias impuesta a los establecimientos bancarios por la letra b) del artículo 10 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero. En primer lugar, es del caso recordar que la Ley 510 de 1999 dictó disposiciones relacionadas con el ejercicio de las actividades financiera, aseguradora y bursátil; y en lo concerniente a esta última el artículo 70 1 estableció para las sociedades emisoras de acciones inscritas en el Registro Nacional de Valores la facultad de readquirir las acciones de los poseedores que no hubieran ejercido los derechos consagrados en la ley o en los estatutos sociales durante un término de veinte años, previa aprobación de la asamblea de accionistas de la respectiva entidad, con sujeción al procedimiento indicado en la aludida reglamentación. Consideramos que con la expedición de la mencionada previsión el legislador no instituyó una excepción aplicable a la prohibición ordenada a los bancos en la letra b) del artículo 10 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero. Ello, por cuanto la disposición de la Ley 510 de 1999 es de naturaleza permisiva y general, toda vez que concede una facultad al común de los emisores con acciones inscritas en el mercado de valores 2 , mientras la norma del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero es especial y de orden restrictivo, puesto que prohíbe la celebración de una operación determinada a una clase específica de entes jurídicos que revistan la condición de establecimientos bancarios (y por remisión del art. 213 del mismo cuerpo normativo a otras vigiladas), cuya actividad es de carácter especial y reglada, en razón del interés comprometido en su ejercicio. Debe destacarse además que las entidades destinatarias de la prohibición en comento (art. 10, lit. b del EOSF) constituyen apenas un segmento de las compañías que conforman el universo 1 Este precepto fue establecido por el legislador a fin de facilitar la administración diligente de las sociedades por acciones que ostentaban la condición de emisoras del mercado público de valores y procurar, a través de dicho mecanismo, que los poseedores de títulos de participación en tales compañías cumplieran con la obligación social inherente al derecho de propiedad privada garantizada por el artículo 58 de la Constitución Política (ver Gaceta del Congreso de mayo 12 de 1998). 2 Sin consideración a la naturaleza de los mismos ni a las restricciones a las cuales de modo particular estén sometidos. de sociedades habilitadas para ofrecer sus acciones en el mercado público de valores. No obstante y sin perjuicio de lo manifestado, es de advertir que a raíz de la promulgación y entrada en vigencia de la regulación general de las actividades propias del mercado de valores, contenida en la Ley 964 de 2005, concretamente por virtud de lo dispuesto en el artículo 42 de dicho ordenamiento, la regla consagrada en artículo 70 de la Ley 510 de 1999 se derogó tácitamente. Lo anterior, teniendo en cuenta que el citado precepto de la nueva ley establece los parámetros que deben seguir los emisores para la readquisición de acciones transadas en ese mercado para el ejercicio de dicha prerrogativa, puntualizando que a las instituciones sometidas a la inspección y vigilancia de la Superintendencia Bancaria, hoy Superintendencia Financiera, no se les aplican las reglas allí indicadas. El texto de la norma en referencia es del siguiente tenor: “Artículo 42. Readquisición de acciones y enajenación posterior. Las sociedades inscritas podrán readquirir sus acciones con sujeción a lo dispuesto en el artículo 396 del Código de Comercio, siempre que la readquisición se realice mediante mecanismos que garanticen igualdad de condiciones a todos los accionistas. En estos casos, el precio de readquisición se fijará con base en un estudio realizado de conformidad con procedimientos reconocidos técnicamente. “La enajenación de las acciones readquiridas por las sociedades inscritas deberá realizarse mediante mecanismos que garanticen igualdad de condiciones a todos los accionistas sin que resulte necesaria la elaboración de un reglamento de suscripción de acciones. “Parágrafo. Lo dispuesto en el presente artículo no será aplicable a las entidades sujetas a la inspección y vigilancia de la Superintendencia Bancaria”. Como se observa, la norma de la Ley del Mercado de Valores que se refiere a la readquisición de acciones de las entidades que tienen inscritos títulos de ese tipo para negociarse en el sistema es lo suficientemente clara al señalar que las entidades vigiladas por la antigua Superintendencia Bancaria y que hoy en día supervisa esta Autoridad, no pueden hacer uso de tal mecanismo legal. (…).»