Finamex: el deterioro del peso mexicano en un entorno global complejo Las inversiones en México estuvieron, al igual que el resto de los activos financieros del mundo, expuestas a un entorno global que se fue deteriorando a lo largo del año pasado y el comienzo de éste. En 2014, existían grandes expectativas para el crecimiento global que finalmente decepcionaron. A esto se fueron añadiendo otros elementos que complicaron el escenario: guerra de precios del petróleo y amenaza de depreciación del Yuan chino, entre otros. La economía mexicana destaca en la región latinoamericana, ya que las respuestas de política económica de las autoridades financieras fueron las acertadas; sin embargo, dado que estamos inmersos en la globalización, el peso mexicano sufrió en paralelo con las demás monedas emergentes para mantener competitiva a nuestra economía. Hoy en día, en Finamex estamos preparados para un comienzo de año difícil que pudiera prolongarse a lo largo del 2016. Estamos en una situación privilegiada para aprovechar nuevas oportunidades de inversión. La experiencia señala que el peor momento para vender es cuando los precios de los activos se han ajustado a la baja, y que es mejor confiar en los expertos en inversiones que estamos preparados para capturar las oportunidades de inversión. Finalmente, las políticas monetarias laxas del mundo desarrollado crearán las condiciones para una recuperación de la economía global y México está bien posicionado para beneficiarse. A continuación presentamos un recuento de lo ocurrido y las perspectivas. 1 Grandes expectativas de crecimiento global y alzas de tasas de la Fed para 2015 En el segundo semestre de 2014, las expectativas de crecimiento económico para 2015 reflejaban gran optimismo. En julio de ese año, el FMI estimaba un crecimiento para la economía global de 4%, muy por encima del 3.4% esperado para 2014. El crecimiento vendría tanto de países desarrollados como de países emergentes. Para los primeros se estimaba un crecimiento de 2.4% y para los segundos de 5.2%, ambos por encima de lo anticipado para 2014 en julio de ese año de 1.8% y 4.6%. Estados Unidos pasaría de un crecimiento proyectado de 1.7% a 3% para 2014, mientras que México de 2.4% a 3.5%. El crecimiento esperado para la economía estadounidense, que contribuye casi un cuarto de la economía global, sentaría las bases para el comienzo de la normalización de la política monetaria de ese país en 2015, mientras que el del resto del mundo sería suficiente para soportar mayores tasas de interés. De igual manera, el crecimiento esperado para las economías emergentes, sería suficiente para enfrentar la salida de capitales de cartera esperada por el alza de la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal. La expectativa de que la Reserva Federal sería el primer banco central en subir su tasa de referencia en 2015 ocasionó un movimiento de apreciación generalizada del dólar contra todas las monedas del mundo y contra todas las materias primas (“commodities”), incluido el petróleo y el peso mexicano. Como se muestra en la Gráfica 1, dicho movimiento empezó en la segunda mitad de 2014 cuando se observa la apreciación del dólar contra una canasta de monedas y la caída de un índice de mercancías. En un principio, ambos indicadores se movieron como espejo. Gráfica 1. Dólar americano y el precio de las materias primas (enero 2014 = 100) 130 120 110 100 90 80 70 60 Índice de materias primas (CRY Index) Índice del USD contra una canasta de monedas (DXY Index) Fuente: Elaboración propia con datos de Bloomberg. 2 01/2016 11/2015 09/2015 07/2015 05/2015 03/2015 01/2015 11/2014 09/2014 07/2014 05/2014 03/2014 01/2014 50 La gran decepción en crecimiento económico y guerra de precios en el mercado petrolero La realidad en 2015 fue completamente distinta a la anticipada en la segunda mitad de 2014, cuando comenzó la apreciación generalizada del dólar estadounidense contra todas las monedas y contra todas las materias primas. El FMI estima que la economía global creció en 2015 3.1%, de haber proyectado 4% en julio de 2014. Las economías desarrolladas crecieron 1.9% mientras que la mayor decepción se observó en economías emergentes, las cuales tuvieron un avance de 4.0%. Por su parte, la economía estadounidense creció 2.5%, igual que la mexicana, pero menos de lo que se anticipaba (3.0 y 3.5% respectivamente). El consumidor americano no tuvo el dinamismo esperado y la apreciación del dólar frenó a los sectores manufacturero y exportador estadounidenses. Los países emergentes resintieron el menor crecimiento de Estados Unidos y la caída en los precios de las materias primas, especialmente los países exportadores de las mismas. Así, dada la globalización, el menor comercio internacional afectó el crecimiento económico del mundo y, a su vez, retroalimentó la caída en los precios de las materias primas. Las políticas monetarias laxas del Banco Central Europeo y del Banco Central de Japón no fueron suficientes para contrarrestar la desaceleración global. Inclusive la Reserva Federal postergó hasta diciembre pasado la primera alza de tasas. En la segunda mitad de 2014, la OPEP decidió no bajar la producción de sus miembros para acomodar el incremento en la oferta de petróleo proveniente de Estados Unidos, y con ello mantener su participación de mercado iniciando una guerra de precios. Así, los precios de la energía en el mundo que venían bajando por la apreciación generalizada del dólar, aceleraron su caída, situación que a la fecha continúa. La caída en los precios de la energía aceleró también los problemas de crecimiento económico y la depreciación de las monedas de aquellos países exportadores de petróleo. Además, los menores precios de la energía y de todas las materias primas ocasionaron presiones deflacionarias en la economía global. La amenaza de una devaluación del Yuan chino La economía china, igual que la economía global, está viendo sus perspectivas de crecimiento económico disminuidas. El Yuan chino se mantuvo prácticamente sin cambio en este proceso de ajuste de todas las monedas emergentes hasta el 11 de agosto del año pasado (ver Gráfica 2). El ajuste de la moneda ha sido bastante menor al del resto de las demás monedas de mercados emergentes (ver Cuadro 1), y existe la amenaza de que el gobierno chino, que todavía mantiene un tipo de cambio “controlado”, intente devaluar su moneda para no perder competitividad con el resto de los mercados emergentes. Sin duda, una desaceleración de la economía china, la mayor economía emergente y la segunda economía del mundo, está contribuyendo a una mayor caída de los precios de las materias primas, acelerando el círculo vicioso de devaluación de monedas emergentes. El FMI anticipa que la economía china se desacelerará a 6.3% y 6% en 2016 y 2017 respectivamente, después de haber experimentado un crecimiento de 6.9% en 2015. 3 Gráfica 2. Yuan chino 6.7 6.6 6.5 6.4 6.3 6.2 6.1 01/2016 11/2015 09/2015 07/2015 05/2015 03/2015 01/2015 11/2014 09/2014 07/2014 05/2014 03/2014 01/2014 6 Yuan CNY Fuente: Bloomberg. México y la respuesta de las autoridades financieras La economía mexicana, inmersa en la globalización, también ha sufrido del menor comercio internacional, de la desaceleración del sector de la manufactura estadounidense y de los menores ingresos petroleros. La respuesta de las autoridades ha sido privilegiar la estabilidad financiera con recortes al gasto público, ventas de dólares de la reserva internacional para proveer liquidez al mercado y la oportuna contratación de las coberturas petroleras para este año y el pasado. México tiene la mejor combinación de baja inflación y perspectivas de crecimiento económico en la región de Latinoamérica. La estabilidad financiera, junto con la reforma energética, crearán las condiciones para atraer mayores flujos de inversión extranjera directa. La reforma energética no sólo atraerá inversión en el sector energético sino en otros al proveer energía a precios competitivos. De igual manera, ésta contribuyó a bajar la inflación a niveles históricamente bajos, compensando los impactos de la devaluación de la moneda. Las exportaciones de la manufactura en México, que en los primeros 11 meses de 2015 sumaron 311.6 miles de mdd, son 14 veces más grandes que las exportaciones petroleras (22.2 miles de mdd en el mismo periodo), por lo que las autoridades financieras no deberían impedir la depreciación del peso, ya que competimos en la economía global con el resto de los países emergentes y todas las monedas se están depreciando (ver Cuadro 1). El objetivo prioritario de la política económica de cualquier país es mejorar el empleo y el bienestar de la población. En un contexto de baja inflación, conviene una moneda débil que apuntale al sector exportador en un escenario global competido e incierto. Para impedir que la depreciación sea desordenada y afecte de manera permanente las expectativas de inflación, el Banco de México ha intervenido en los mercados de divisas con diferentes mecanismos de venta de dólares. 4 Cuadro 1. Desempeño de monedas emergentes en USD Perspectivas hacia adelante Las políticas monetarias de los bancos centrales del mundo desarrollado seguramente seguirán laxas y la Reserva Federal se retractará de los aumentos de tasas que tenía previstos para este año, por lo que las tasas de interés permanecerán bajas, igual que la inflación mundial. El mercado petrolero seguirá sobre-ofertado y presionado a la baja, tanto por mayor oferta de petróleo de Irán como por menor demanda. El riesgo para el crecimiento económico sigue siendo a la baja y, de igual manera para las monedas de mercados emergentes, incluido el peso mexicano. Las bolsas de valores seguirán reflejando las menores perspectivas de crecimiento económico. En este entorno, México con certeza mantendrá su competitividad económica con objeto de no afectar negativamente el flujo de exportaciones del país, lo cual tendría un impacto dañino al empleo. Por ello, el peso mexicano seguirá la suerte del resto de las monedas con las cuales competimos en los mercados globales de exportación. La caída en el precio del petróleo finalmente limitará la oferta de aquellos productores con costos más altos de producción, equilibrando el mercado posiblemente en 2017. Las bajas tasas de interés finalmente harán que la economía de Europa se recupere y empate su política monetaria con la de la Reserva Federal, neutralizando la fortaleza del dólar. Las mejores perspectivas de crecimiento del mundo desarrollado en los próximos años, crearán así un círculo virtuoso para el crecimiento global, mejorando de igual manera las bolsas de valores y las monedas emergentes. En este escenario, México será la economía mejor posicionada 5 para beneficiarse de la recuperación del sector de la manufactura de Estados Unidos, del precio del petróleo y de los beneficios de las reformas estructurales que ya están en marcha. Inversiones de Finamex Casa de Bolsa Al día de hoy, en Finamex hemos tomado todas las medidas necesarias para frenar los impactos negativos en las inversiones que mantiene la clientela, ocasionados por la depreciación de nuestra moneda, la volatilidad de los mercados bursátiles y los movimientos bruscos de las tasas de interés. Actualmente, las inversiones que manejamos, en carteras, en fondos de inversión o en otros instrumentos, están suficientemente líquidas para aprovechar las múltiples oportunidades que se van a presentar en el mercado mexicano, ocasionadas por la volatilidad que continuará en los próximos meses. Recomendamos a todos nuestros inversionistas mantener sus posiciones actuales en Finamex y dejar que el grupo de profesionales logre tomar ventaja de las oportunidades que se irán presentando en los próximos meses. 6