Autor: Luis Antonio Adrián Bianchi DGL-04-01017-02 ACCIONES COMPETITIVAS "En los deportes no es importante ganar sino competir, en los negocios lo importante no es competir sino ganar” Una característica central de la competencia es que las empresas implicadas son mutuamente dependientes: sienten los efectos de los movimientos de unas y otras y hay propensión a reaccionar ante ellos. Esta situación de oligopolio es análoga al clásico «dilema del prisionero». Las acciones «malas» o «irracionales» de los competidores con frecuencia hacen fracasar los «buenos» movimientos estratégicos. Así, únicamente puede asegurarse el éxito si los competidores optan por respuestas no destructivas. Inestabilidad del Sector Industrial: Probable guerra competitiva Cuanto mayor sea el número de los competidores, será más equilibrado su poder relativo, más estandarizados sus productos, más elevados sus costes fijos y otras condiciones que los inclinen a tratar de llenar su capacidad, y cuanto más lento sea el crecimiento del sector, mayor es la probabilidad de que haya repetidos esfuerzos de las empresas de buscar su propio interés. “En términos generales, tanto los movimientos ofensivos como defensivos son más arriesgados si las condiciones favorecen una rivalidad intensa.” Emprenderán acciones como bajar ligeramente los precios, donde las represalias casi seguras provocarán continuos ataques vengativos que mantendrán bajos los beneficios. De manera análoga, cuanto más diversos o asimétricos sean los objetivos y perspectivas de los competidores, serán mayores sus intereses estratégicos en el negocio en particular y mientras menos segmentado esté el mercado, más difícil será interpretar con propiedad los movimientos de los otros y mantener un resultado cooperativo. Hablando en términos generales, tanto los movimientos ofensivos como defensivos son más arriesgados si estas condiciones favorecen una rivalidad intensa. Movimientos competitivos En un oligopolio, la empresa depende parcialmente del comportamiento de sus rivales. El objetivo de una empresa es no desestabilizar el sector y evitar una guerra costosa —que acarrea malos resultados a todos— y al mismo tiempo situarse (desempeñarse) mejor que otras empresas. La empresa puede utilizar los recursos y aptitudes superiores para forzar un resultado favorable a sus intereses; y soportar las posibles represalias. Este método sólo es posible si la empresa es netamente superior y puede mantenerse estable en las nuevas condiciones. Algunas empresas consideran los movimientos competitivos como un juego de fuerza bruta: se agrupan todos los recursos para atacar al pág. 1 CLASE EJECUTIVA 2004 © Luis Antonio Adrián Bianchi © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva. Autor: Luis Antonio Adrián Bianchi DGL-04-01017-02 rival. Hay que decir que, normalmente, todos los recursos no bastan para asegurar un buen resultado si los competidores son rudos, o peor aún, si están desesperados. Por otra parte, aunque se tengan muchos puntos fuertes, una guerra es muy costosa, también para el ganador, y es mejor evitarla. Los movimientos competitivos son también un juego de cortesía. El juego puede estar estructurado y los movimientos seleccionados y ejecutados para maximizar los resultados, sin que se inicie una batalla de represalias. Los movimientos competitivos en un oligopolio, son una combinación de fuerza bruta, que la empresa reúne, aplicada con finura. Movimientos cooperativos o no amenazadores Para mejorar la posición relativa de la empresa en un sector hay que buscar, en primer lugar, movimientos estratégicos que no amenacen objetivos de los competidores. Se pueden distinguir tres categorías de este tipo de movimientos: • Movimientos que mejoren la posición de la empresa y de los competidores, aunque ellos no los sigan. • Movimientos que mejoren la posición de la empresa y las de los competidores, sólo si un número elevado de ellos los siguen. • Movimientos que mejoren la posición de la empresa debido a que los competidores no los seguirán. “En la mayoría de los sectores industriales hay movimientos que si los siguieran las empresas, todas saldrían beneficiadas.” El primer caso es el que comporta menor riesgo si dichos movimientos son advertidos. Existe el peligro de que las acciones que se emprendan disminuyan su rendimiento y el de los competidores (campaña de publicidad inapropiada, mala estructura de precios, etc.). Estas consecuencias no deseadas son fruto de estrategias pasadas débiles. El segundo caso es más común. En la mayoría de los sectores industriales hay movimientos que si los siguieran las empresas, todas saldrían beneficiadas. Por ejemplo, si todas las empresas redujeran la garantía, reducirían sus costes y aumentaría la rentabilidad. Otro ejemplo es el cambio en los costes que exige un ajuste en los precios. Lo que suele ocurrir es que algunas las empresas no lo siguen, porque, aunque mejoren su rentabilidad no es óptimo para ellas, por tienen un producto más fiable y perderían ventaja competitiva; o simplemente porque ven la oportunidad de mejorar su posición, suponiendo que las demás lo seguirán. pág. 2 CLASE EJECUTIVA 2004 © Luis Antonio Adrián Bianchi © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva. Autor: Luis Antonio Adrián Bianchi DGL-04-01017-02 Antes de elegir un movimiento de este tipo hay que evaluar: el impacto que tendrá sobre cada uno de los competidores importantes y los motivos que puedan tener para no seguirlo. La tercera categoría implica encontrar movimientos a los que no reaccionen los competidores por no percibir la necesidad de hacerlo. Los movimientos serán percibidos como no amenazadores si: • Los competidores no lo notan porque los ajustes son en su mayor parte internos para la empresa que los hace. • Los competidores no están interesados en ellos, debido a sus propias percepciones o suposiciones respecto al sector y la forma de competir en él. • Los objetivos de los competidores, medidos por sus propios criterios, apenas son afectados. La ejecución de movimientos para mejorar la posición de todos, requiere que los competidores entiendan que el movimiento no es una amenaza: los movimientos pueden ser simples adaptaciones a cambios producidos en el sector. Movimientos amenazadores “Muchos movimientos que mejoran significativamente la posición de una empresa sí constituyen amenazas para los competidores. Por tanto, la clave del éxito de dichos movimientos es pronosticar e influir en las represalias.” Muchos movimientos que mejoran significativamente la posición de una empresa sí constituyen amenazas para los competidores. Por tanto, la clave del éxito de dichos movimientos es pronosticar e influir en las represalias. Para considerar los movimientos amenazadores hay que responder a las preguntas: • ¿Qué probabilidad hay de que se den las represalias? • ¿Qué tiempo tardarían en llegar las represalias? • ¿Qué efectividad potencial tendría? • ¿Con qué agresividad responderá el competidor? • ¿Hay capacidad de influir en las represalias? El retraso en las represalias depende de: • demora con que los competidores perciban el movimiento inicial, • tiempo necesario para ejercer la represalia estratégica, • incapacidad para determinar con precisión las represalias • retrasos causados por objetivos en conflicto o mezcla de motivos combinados • si el competidor contesta con rapidez y energía lesiona otra parte de su negocio. pág. 3 CLASE EJECUTIVA 2004 © Luis Antonio Adrián Bianchi © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva. Autor: Luis Antonio Adrián Bianchi DGL-04-01017-02 Movimientos defensivos Hasta ahora nos hemos referido a movimientos ofensivos, pero puede ser igualmente importante la necesidad de impedir o defenderse de los movimientos de los competidores. Una buena defensa es la de crear una situación en la que los competidores —después de hacer el análisis descrito con anterioridad— concluyan que no es prudente hacer movimientos ofensivos. La defensa más efectiva es impedir totalmente la batalla. Para impedir un movimiento, es necesario que los competidores esperen represalias con un alto grado de seguridad, y que éstas serán efectivas. Si un movimiento no puede impedirse existen otros métodos para la defensa: Respuesta inmediata: si ante un movimiento del competidor, la empresa, de forma inmediata y segura, ejerce represalia en su contra, esta acción disciplinaria puede inducir en el agresor la idea que siempre habrá represalias. Cuanto más específicamente se dirija la acción al iniciador y no a otros, la probabilidad de que sea efectiva aumenta. Privación de una base: una vez que el competidor ha ejercido el movimiento, la privación de una base adecuada para que alcance sus objetivos, unida a la expectativa de que la situación continuará, puede obligar al competidor a retirarse. Compromiso “El compromiso puede garantizar la rapidez y energía con que se responderá a los movimientos ofensivos; y ser la piedra angular de la estrategia defensiva.” Establecer un compromiso es una forma de comunicar inequívocamente las intenciones y objetivos de la empresa. El compromiso puede garantizar la rapidez y energía con que se responderá a los movimientos ofensivos; y ser la piedra angular de la estrategia defensiva. Los competidores se enfrentan a la incertidumbre respecto a las intenciones de una empresa; la comunicación del compromiso reduce la incertidumbre y hace que los competidores fijen sus estrategias contando con esos supuestos, y así se evita la guerra. Hay tres tipos distintos de compromisos, cada uno enfocado a una disuasión distinta: • Que la empresa apoye de forma inequívoca un movimiento que está haciendo. • Que la empresa ejercerá represalias si el competidor hace ciertos movimientos. • Que la empresa no emprenderá ninguna acción lesiva o desistirá de una concreta. pág. 4 CLASE EJECUTIVA 2004 © Luis Antonio Adrián Bianchi © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva. Autor: Luis Antonio Adrián Bianchi DGL-04-01017-02 • Puede denominarse también crear confianza. Esta forma de compromiso puede ser importante para calmar batallas competitivas. Comunicando el compromiso La comunicación del compromiso puede hacerse mediante una variedad de mecanismos: • Activos, recursos... para llevar a cabo rápidamente el compromiso (tener capacidad suficiente para cumplir los compromisos en todo momento). • Clara intención de llevar a la práctica un compromiso (una forma de hacerlo es mediante un patrón de comportamiento congruente). • Incapacidad para retroceder o la resolución moral percibida de no dar marcha atrás. • Habilidad de la empresa para detectar movimientos ocultos (si el competidor cree que puede “engañar” sin ser descubierto, puede verse tentado a hacerlo). La confianza como compromiso El estudio se ha centrado en la comunicación de un compromiso para aferrarse a él o para ejercer represalias, pero en algunas situaciones las empresas encuentran conveniente hacer compromisos para no llevar a cabo un movimiento dañino o poner fin a una agresión. Aun cuando esta acción pueda parecer fácil, por lo general los competidores son cautos ante un gesto conciliatorio de una empresa, en especial si han sido atacados por ella en el pasado. “Por lo general los competidores son cautos ante un gesto conciliatorio de una empresa, en especial si han sido atacados por ella en el pasado.” Una forma persuasiva de comunicar confianza es que la empresa emprenda palpablemente alguna acción en detrimento suyo y en beneficio de los competidores. Nota sobre la Información y el secreto La información es vital para los movimientos tanto ofensivos como defensivos. En ocasiones, la emisión selectiva de información puede servir a propósitos muy útiles, en los indicadores de mercado, en la comunicación del cometido y en asuntos similares; pero a menudo, la información sobre planes e intenciones puede facilitar a los competidores la formulación de su estrategia. El descubrimiento selectivo de la información respecto a sí misma es un recurso vital que tiene la empresa para hacer movimientos competitivos. La exposición de cualquier información sólo debe hacerse como parte integral de la estrategia competitiva. pág. 5 CLASE EJECUTIVA 2004 © Luis Antonio Adrián Bianchi © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva.