elevado nivel de consumo en bienes duraderos y perspectivas

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ELEVADO NIVEL DE CONSUMO EN BIENES DURADEROS Y
PERSPECTIVAS CONSUMISTAS PARA LA SEMANA SANTA
1. ÍNDICE DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR MADRILEÑO: ESTADO DE
ÁNIMO SIN CAMBIOS
Como sucediera ya el año pasado por estas fechas, la oleada de marzo de la
Encuesta de la Cámara apenas registra cambios en el comportamiento del Índice
de Confianza del Consumidor Madrileño respecto a enero, aunque su tendencia es
ligeramente alcista. De hecho, el ICCM se coloca en marzo de 2006 en los 82,8
puntos, cinco décimas menos que en la oleada anterior, pero, en todo caso,
superior al promedio de los que se vienen registrando desde septiembre del
pasado año, bastante alejado del nivel "normal" de 100, que se perdió en el
verano de 2001. (Gráfico 1)
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La tasa interanual del ICCM en esta oleada es ligeramente positiva, con una
ganancia de 1,2 puntos respecto a la medición del mismo mes de 2005. Sin
embargo, y con perspectiva histórica reciente, el valor actual del ICCM es el
segundo más bajo de una oleada de marzo del último quinquenio, situándose a
casi veinte puntos del alcanzado por este índice en 2001, que fue el mejor del
último lustro. (Gráfico 2)
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El relativo estancamiento del ICCM se explica, en primer lugar, por el
comportamiento netamente diferenciado de los subíndices que miden la
percepción de la situación económica del país (IEP) y la de las economías
familiares (IEF). En el primer caso (65,9 puntos) se mantiene casi invariable el
registro de enero, con ligera tendencia al alza - tres décimas -, aunque pierde
fuelle en la comparación interanual (1,5 puntos menos que en marzo de 2005). En
relación a las economías domésticas, el valor de ahora (93 puntos) es dos puntos
inferior al del pasado enero, aunque mejora tres puntos con respecto a marzo de
2005. Con todo ello, y respecto a la última oleada, disminuye relativamente la
distancia que separa ambos subíndices – 27 puntos frente a 29 en enero –,
aunque supera la registrada hace un año: 23 puntos en marzo de 2005. (Gráfico 3)
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Se puede decir, por tanto, que la confianza depositada en las economías familiares
- aunque sufre una ligera merma respecto a las habituales posiciones optimistas
de primeros de año – mantiene su tendencia positiva y pujante respecto a la
percepción de la marcha de la economía general del país, lo que en buena medida
explica los elevados niveles de consumo doméstico.
También se registra en esta oleada – como sucediera en la de marzo de 2005 - un
comportamiento contradictorio de los subíndices temporales. Así, el que mide el
pasado reciente, el Retrospectivo, con sus 69 puntos pierde más de cuatro
respecto a enero pasado, mientras que el subíndice de Expectativas (89,8) registra
casi tres de ganancia desde la última oleada. Situación positiva cara al futuro
próximo que se refrenda con el comportamiento del subíndice de Momento de
Compra - que mide la oportunidad actual y futura de adquirir bienes duraderos -,
ya que con sus 84,4 puntos gana más de tres desde enero, situándose así en la
mejor posición de las últimas cuatro oleadas. Sin embargo, sufre una merma
interanual de similar cuantía (87,7 en marzo de 2005).
En relación a estos tres subíndices, y con perspectiva histórica, hay que
destacar la prevalencia del optimismo respecto a lo que puede deparar el futuro
inmediato sobre lo acontecido en el pasado reciente, en todas las oleadas
previas a la primavera de la última década, destacando, eso sí, la tendencia
declinante de sus valores a partir de los máximos registrados a finales de los
años 90 del siglo pasado. Si bien es cierto que el de Momento de Compra
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repunta positivamente a partir de la oleada de marzo 2002, aproximándose con
ello más a las expectativas optimistas de futuro que a los comportamientos
retrospectivos. (Gráfico 4)
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El conjunto de datos descrito hace que el grupo de los hogares madrileños
"expansivos" frente al consumo se mantenga sin cambios apreciables respecto a
la oleada precedente, con una ligera merma de algo más de un punto – habitual
tras los excesos navideños -, abarcando ahora a un 54,5 % de las familias (en
enero último suponía casi un 55,7 %), pérdida de la que se benefician más los
hogares “estabilizados” - 12,6% ahora frente al 11,6% en enero - que los
“restrictivos” (32,9%), pues apenas suben dos décimas desde enero.
En la perspectiva histórica reciente, este Índice del Comportamiento del
Consumidor - síntesis de las principales decisiones y tendencias del consumo
privado de los hogares madrileños - es muy similar al de 2002 y, con ello, el
segundo mejor de los últimos cinco años en este mes. En concreto, el balance
entre hogares expansivos y restrictivos alcanza, en marzo de 2006, los 23
puntos a favor de los primeros, cuando hace un año la distancia apenas era de
la mitad, diez puntos. (Gráfico 5)
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La distribución territorial de los indicadores del estado de ánimo arroja un
panorama más homogéneo que de costumbre: en todas las zonas, los
entrevistados con talante positivo se sitúan en el entorno del 38-40%, sin apenas
variaciones. Aunque la merma anímica general se hace notar, si se recuerda
que hace ahora dos años - marzo de 2004 - el grupo de los positivos superaba
en todas ellas el 50% de la muestra. (Gráfico 6)
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Por otra parte, se constata una relación estrecha y creciente entre el estado de
ánimo y la predisposición al consumo. Así, entre los mas optimistas, el 68%
(58% en marzo 2005) se muestra expansivo, frente a sólo el 33 % entre quienes
registran las posiciones anímicas más pesimistas. (Gráfico 7)
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2. TONO VITAL DEL MERCADO: RÉCORD DE COMPRAS EN UNA OLEADA
DE MARZO DEL ÚLTIMO QUINQUENIO
El estancamiento anímico hace que el número de hogares que declara haber
efectuado alguna compra de bienes duraderos en marzo de 2006 alcance al
43,2% del total de la muestra; 2,5 puntos porcentuales por debajo de la medición
realizada en enero último, aunque en paralelo supone dos puntos por encima
del registro del mismo mes de 2005. Con ello, la presente oleada se sitúa en la
mejor posición de compras de bienes duraderos de un mes de marzo del último
quinquenio, superando la cifra hasta ahora “récord” de 2001 (42% de hogares
compradores). (Gráfico 8)
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En todo caso, el ligero descenso del consumo duradero respecto a enero
pasado se reparte de manera desigual entre los distintos capítulos del gasto.
Mejoran las compras en electrodomésticos y se mantienen en vivienda –
confirmando las previsiones efectuadas en la última oleada de la Encuesta -,
mientras descienden las adquisiciones de automóviles y muebles.
En concreto, en electrodomésticos los datos recogidos en esta oleada (31,7%
de hogares compradores) suponen una mejora de solo un punto porcentual
respecto a la medición precedente, pero un aumento más que notable - casi
ocho puntos - sobre la oleada de marzo de 2005, situándose con ello en la mejor
posición de últimos cinco años.
En el caso de la vivienda, los datos recogidos en esta oleada - 2,8% de hogares
compradores - repiten los de enero, situándose con ello en una posición
ciertamente moderada respecto a las de los meses de marzo del último
quinquenio, y muy lejos, desde luego, del récord de 2004, con 4,3% de ventas.
En automóviles se produce una caída de dos puntos porcentuales, pasando a
un 8% de hogares compradores frente a los 10% de enero, lo que es coherente
con los descensos registrados en las matriculaciones habidas en el mercado
automotor nacional. Sin embargo, eso no impide que los valores de esta oleda
mejoren en casi un punto los del año anterior y con ello se sitúen en la mejor
posición del ultimo quinquenio en las recogidas de los meses de marzo.
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En muebles se registran ligeros descensos respecto a enero (16,9% ahora
frente a 19% entonces), pero notables mejoras en la comparativa interanual
(14,7% en marzo de 2005). Con ello, también en este capitulo la medición actual
es la mejor del último lustro.
Por territorios, es la Corona Noroeste – con mucha diferencia - la que “tira del
carro del consumo” de bienes duraderos: de hecho, más de un 54% de sus
hogares (46% en marzo 2005) ha realizado alguna compra de este tipo. Frente a
ello, en los ocho distritos del Sureste capitalino, las compras afectan al 42% de
los hogares (38% en 2005), 12 puntos porcentuales por debajo de la zona líder.
Cara al futuro próximo, los datos de esta oleada no parecen apuntar a un
mantenimiento al alza del consumo de bienes duraderos, previsión de la que
saldría mejor parada – como es habitual en estas mediciones preprimaverales la vivienda de veraneo, y, en menor medida, los electrodomésticos.
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3. TERMÓMETRO DEL NIVEL DE VIDA: VACACIONES DE SEMANA SANTA
DE TONO CONSUMISTA
El consumo cotidiano reciente muestra un inhabitual panorama consumista en
los meses de marzo que además -y como es norma - tenderá a incrementar sus
perspectivas cara a la Semana Santa. De hecho, el índice sintético del
Termómetro del Nivel de Vida de los madrileños se sitúa en el nivel 102,1 - casi
1,5 puntos más que en enero (100,9) y mas de cuatro por encima de la posición
de marzo del año pasado (97,7). (Gráfico 9)
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En relación al bimestre pasado se observa que la reducción de gastos ha
afectado en general, a aquellos que más se dispararon durante las Navidades:
alimentación, restaurantes-sobre todo- y ocio en general.
Con relación a las previsiones primaverales para los próximos dos meses, se
apunta una mejora relativa del consumo cotidiano con la vista puesta en las
próximas vacaciones. Así, será especialmente acusada el incremento del gasto
en ocio, restaurantes, gasolina y, desde luego, en vestimenta, sintomático del
equipamiento para el cambio de estación. Como viene siendo habitual, son
sobre todo las familias jóvenes y con hijos, y especialmente las residentes en la
Corona metropolitana sur y este, las que presentan mejores perspectivas de
compras en vestimenta y calzado.
Si comparamos estas previsiones con las de marzo de los últimos años, se
confirma el tono especialmente consumista ya comentado. En casi todos los
capítulos analizados se observa una tendencia creciente de gasto, incluidos los
más festivos característicos de estas fechas. (Gráfico 10)
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Este tono consumista va a afectar al ahorro. Ello explica que las previsiones
correspondientes al bimestre próximo caigan casi once puntos respecto a las de
enero – frente a siete del año pasado -, alcanzando con ello un nivel medio
inferior al registrado en los meses de marzo de los últimos años.
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