84 LATERCERA Sábado 3 de septiembre de 2016 Sociedad Espectáculos Alex Bowen: “No es correcto que yo sea el culpable de la caída del área dramática de TVN” R Constructed reality se llama el formato que busca imponer en la pantalla chica. R “Quedarse pegado en lo de siempre porque es lo que funciona es algo muy flojo”, dice. RR Alex Bowen, en su productora BowenDDRío. FOTO: RICHARD ULLOA Dusanka Obilinovic AREA DRAMATICA DE TVN Luego del caos que significó la salida de María Eugenia Rencoret de TVN, a fines de 2013, fue Alex Bowen el hombre que asumió el rol de director del área dramática del canal. Diez meses después de asumir el cargo, y con dos teleseries de bajo rendimiento al aire, fue despedido. Hoy, cien por ciento dedicado a BowenDDRío, la productora que tiene junto al actor Pablo Díaz desde hace cuatro años, recuerda esa etapa en Bellavista 0990 y explica: “Yo me sentía absolutamente cómodo como director del área dramática, tenía un contrato por dos años, pero a mí me tocó el vendaval que significó toda la gente yéndose a Mega, y no fue fácil. Mi actual relación con TVN es súper buena. Trabajo con ellos como un proveedor, por decirlo de alguna manera, y tengo muy buena relación con todos con los que trabajé. No tengo ningún conflicto con ellos, y me imagino que ellos tampoco conmigo. Salió tanta gente, y yo fui uno más”. Comenta que va seguido al canal estatal, y uno de los motivos es que es su productora la que está realizando Un diablo con ángel, la serie nocturna que protagonizan Benjamín Vicuña y Daniel Muñoz, y que pronto saldrá en pantalla. Aunque fue sindicado por algunos como el culpable de la caída del área dramática de TVN, Bowen asegura que todo aquello es un capítulo cerrado. Sin embargo, se da el tiempo para aclarar algunos puntos. “Verlo así, es una mirada muy cortoplacista. Efectivamente, me tocó enfrentar el comienzo de la tormenta, y prueba de “Después de mí, pararon seis meses y no lograron levantar” Alex Bowen Director ello es que cuando salgo yo, cambian a todos y no logran salir de la crisis”, dice y agrega: “Que sea yo el culpable de esa caída, no es correcto. Alcancé solo a hacer dos proyectos. Fue muy breve, demasiado. Llegué y ya me estaba yendo. Estuve ocho meses sin jefe. Llego, y Marcelo Bravo (director de programación) se va a las dos semanas, y a los ocho meses llega Nicolás Acuña, y a los dos meses que llega, el Nico me despide. No alcancé a entrar cuando ya estaba saliendo”. Recuerda que todo eso se dio cuando apareció en Mega Las mil y una noches, fenómeno televisivo al que no supieron hacerle frente, a pesar de posicionar el lema “las nocturnas son de TVN”. “Cuando aparece la primera turca, nosotros estábamos con Vuelve temprano en 20 puntos de rating. Pero a la semana ya estábamos en 18, luego en 16, y la turca subiendo todos los días. No había manera de pararla”, reflexiona. Hablar de eso, lo lleva de inmediato a rememorar también lo que ocurrió con Caleta del sol, su primera teleserie vespertina, y la que luego de tres meses quedó en la historia de la señal como la menos vista de TVN. “Para mí estuvo prohibido no tener ninguna teleserie en pantalla, me pedían que como fuera saliéramos empalmados porque no podíamos parar. Después de mí, pararon seis meses y no lograron levantar”, afirma. Nuevos aires Su paso por TVN a cargo de una de las áreas más importantes, hace que Bowen sea tajante a la hora de declarar que no quiere volver a trabajar en un canal de televisión, y que su fin principal es hacer crecer su productora y sus nuevos proyectos, el que incluye un nuevo formato: constructed reality. “Es una realidad construida. Lo que busca es mezclar el docurreality y la ficción. Este es un formato alemán que tiene 10 años y que no ha entrado todavía a Latinoamérica. A nosotros nos pareció un formato muy atractivo y en la situación que está nuestra televisión ahora, donde necesita renovarse y refrescar la pantalla, es perfecto”, dice. Usando este formato, ya tiene un piloto grabado con casos cotidianos y es el que está presentando en los canales confiado de que es un formato atractivo para los ejecutivos y los televidentes al tener como virtud, según explica, “la autenticidad. Son capítulos autoconclusivos, como Lo que callamos la mujeres, por ejemplo, pero acá no hay actores ni actrices, sino gente que hizo un casting y a la que le gusta actuar. Por esto mismo, sus caras no se repiten jamás. No hay una puesta en escena, buscamos que todo parezca real, como si fuera un reality. De hecho, los micrófonos se ven, no los escondemos”. “Quedarse pegado en lo de siempre porque es lo que funciona es algo muy flojo. Abrirnos a nuevas posibilidades en la televisión es lo que necesitamos”, cierra Bowen. b