Alex Bowen: “No es correcto que yo sea el culpable

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LATERCERA Sábado 3 de septiembre de 2016
Sociedad
Espectáculos
Alex Bowen: “No es
correcto que yo sea el
culpable de la caída del
área dramática de TVN”
R Constructed reality se
llama el formato que
busca imponer en la
pantalla chica.
R “Quedarse pegado en lo
de siempre porque es lo
que funciona es algo
muy flojo”, dice.
RR Alex Bowen, en su productora BowenDDRío. FOTO: RICHARD ULLOA
Dusanka Obilinovic
AREA DRAMATICA DE TVN
Luego del caos que significó
la salida de María Eugenia
Rencoret de TVN, a fines de
2013, fue Alex Bowen el
hombre que asumió el rol
de director del área dramática del canal. Diez meses
después de asumir el cargo,
y con dos teleseries de bajo
rendimiento al aire, fue despedido.
Hoy, cien por ciento dedicado a BowenDDRío, la productora que tiene junto al
actor Pablo Díaz desde hace
cuatro años, recuerda esa
etapa en Bellavista 0990 y
explica: “Yo me sentía absolutamente cómodo como director del área dramática,
tenía un contrato por dos
años, pero a mí me tocó el
vendaval que significó toda
la gente yéndose a Mega, y no
fue fácil. Mi actual relación
con TVN es súper buena. Trabajo con ellos como un proveedor, por decirlo de alguna manera, y tengo muy
buena relación con todos con
los que trabajé. No tengo ningún conflicto con ellos, y me
imagino que ellos tampoco
conmigo. Salió tanta gente,
y yo fui uno más”.
Comenta que va seguido al
canal estatal, y uno de los
motivos es que es su productora la que está realizando Un diablo con ángel, la
serie nocturna que protagonizan Benjamín Vicuña y
Daniel Muñoz, y que pronto saldrá en pantalla.
Aunque fue sindicado por
algunos como el culpable de
la caída del área dramática
de TVN, Bowen asegura que
todo aquello es un capítulo
cerrado. Sin embargo, se da
el tiempo para aclarar algunos puntos. “Verlo así, es
una mirada muy cortoplacista. Efectivamente, me
tocó enfrentar el comienzo
de la tormenta, y prueba de
“Después de mí,
pararon seis meses y
no lograron levantar”
Alex Bowen
Director
ello es que cuando salgo yo,
cambian a todos y no logran
salir de la crisis”, dice y agrega: “Que sea yo el culpable
de esa caída, no es correcto.
Alcancé solo a hacer dos proyectos. Fue muy breve, demasiado. Llegué y ya me estaba yendo. Estuve ocho meses sin jefe. Llego, y Marcelo
Bravo (director de programación) se va a las dos semanas, y a los ocho meses llega
Nicolás Acuña, y a los dos
meses que llega, el Nico me
despide. No alcancé a entrar
cuando ya estaba saliendo”.
Recuerda que todo eso se
dio cuando apareció en
Mega Las mil y una noches,
fenómeno televisivo al que
no supieron hacerle frente,
a pesar de posicionar el lema
“las nocturnas son de TVN”.
“Cuando aparece la primera
turca, nosotros estábamos
con Vuelve temprano en 20
puntos de rating. Pero a la
semana ya estábamos en 18,
luego en 16, y la turca subiendo todos los días. No había manera de pararla”, reflexiona.
Hablar de eso, lo lleva de
inmediato a rememorar
también lo que ocurrió con
Caleta del sol, su primera
teleserie vespertina, y la que
luego de tres meses quedó en
la historia de la señal como
la menos vista de TVN. “Para
mí estuvo prohibido no tener ninguna teleserie en
pantalla, me pedían que
como fuera saliéramos empalmados porque no podíamos parar. Después de mí,
pararon seis meses y no lograron levantar”, afirma.
Nuevos aires
Su paso por TVN a cargo de
una de las áreas más importantes, hace que Bowen sea
tajante a la hora de declarar
que no quiere volver a trabajar en un canal de televisión, y que su fin principal
es hacer crecer su productora y sus nuevos proyectos, el
que incluye un nuevo formato: constructed reality.
“Es una realidad construida.
Lo que busca es mezclar el
docurreality y la ficción.
Este es un formato alemán
que tiene 10 años y que no
ha entrado todavía a Latinoamérica. A nosotros nos
pareció un formato muy
atractivo y en la situación
que está nuestra televisión
ahora, donde necesita renovarse y refrescar la pantalla, es perfecto”, dice.
Usando este formato, ya
tiene un piloto grabado con
casos cotidianos y es el que
está presentando en los canales confiado de que es un
formato atractivo para los
ejecutivos y los televidentes
al tener como virtud, según
explica, “la autenticidad.
Son capítulos autoconclusivos, como Lo que callamos
la mujeres, por ejemplo,
pero acá no hay actores ni
actrices, sino gente que hizo
un casting y a la que le gusta actuar. Por esto mismo,
sus caras no se repiten jamás. No hay una puesta en
escena, buscamos que todo
parezca real, como si fuera
un reality. De hecho, los micrófonos se ven, no los escondemos”.
“Quedarse pegado en lo de
siempre porque es lo que
funciona es algo muy flojo.
Abrirnos a nuevas posibilidades en la televisión es lo
que necesitamos”, cierra
Bowen. b
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