LAS COSAS • 285 El propietario de dos fundos puede enajenar uno, reservando sobre este fundo una servidumbre en provecho de aquél que la retiene para sí; entonces hay deductio o retentio servitutis. Los procedimientos que permitían establecer una servidumbre de una u otra manera, han variado según las épocas. Según el antiguo derecho civil, una servidumbre rural o urbana podía ser directamente creada: a) Por in jure cesio, era el modo ordinario de constitución entre vivos. b) Por adjudicatio, pronunciada por el juez entre dos fundos comprendidos en un proceso de partición o de deslinde. c) Por testamento, en virtud de un legado per vindicationem. Además, hay que añadir la mancipatio, aunque con una aplicación más limitada, porque no podía servir para constituir directamente más que las servidumbres rurales, que son únicamente “res mancipi”. Pero enajenando un fundo itálico, podía el propietario reservar sobre este fundo, en beneficio de algún otro fundo, alguna servidumbre urbana o rural, puesto que el fundo itálico es “res mancipi” y no la servidumbre que es entonces objeto de la mancipación, pues éstos eran los únicos modos, porque la tradición no era aplicable a las cosas incorporales, ocurriendo lo mismo con la usucapion. Conclúyese, que antiguamente, ciertas servidumbres podían ser usucapidas, acaso por haber sido primeramente tratadas como cosas corporales y confundidas con los fundos de que eran objeto. Por otro lado, los procedimientos de derecho civil, siendo inaplicables a los fundos provinciales, no podían servir para crear servidumbres. Sin embargo, se llegó a establecer una relación análoga, entre dos fundos de esta índole por un modo indirecto: pactionibus et estipulationibus, ya que las partes regulaban, con la ayuda de una convención o pacto, la extensión y las condiciones de la servidumbre, y por una estipulación, el que había permitido o prometido la servidumbre, se obligaba a observar la convención y a pagar a la otra una indemnización, para el caso en que se opusiera al ejercicio de la citada servidumbre. Pero este procedimiento no tenía por efecto constituir un derecho real de servidumbre, porque solo creaba un lazo o vínculo personal entre las partes. De hecho, resultaba entre los fundos, mientras no cambiaban de dueño, una relación equivalente a una servidumbre. El derecho pretoriano, hacia el fin del Siglo I de nuestra era y posteriormente, vino a prevalecer una idea nueva. Los jurisconsultos admiten que el ejercicio del