El propietario de dos fundos puede enajenar uno, reservando sobre

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LAS COSAS
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El propietario de dos fundos puede enajenar uno, reservando sobre este
fundo una servidumbre en provecho de aquél que la retiene para sí; entonces
hay deductio o retentio servitutis.
Los procedimientos que permitían establecer una servidumbre de una u otra
manera, han variado según las épocas.
Según el antiguo derecho civil, una servidumbre rural o urbana podía ser
directamente creada:
a) Por in jure cesio, era el modo ordinario de constitución entre vivos.
b) Por adjudicatio, pronunciada por el juez entre dos fundos comprendidos
en un proceso de partición o de deslinde.
c) Por testamento, en virtud de un legado per vindicationem.
Además, hay que añadir la mancipatio, aunque con una aplicación más limitada,
porque no podía servir para constituir directamente más que las servidumbres
rurales, que son únicamente “res mancipi”. Pero enajenando un fundo itálico,
podía el propietario reservar sobre este fundo, en beneficio de algún otro fundo,
alguna servidumbre urbana o rural, puesto que el fundo itálico es “res mancipi”
y no la servidumbre que es entonces objeto de la mancipación, pues éstos eran
los únicos modos, porque la tradición no era aplicable a las cosas incorporales,
ocurriendo lo mismo con la usucapion.
Conclúyese, que antiguamente, ciertas servidumbres podían ser usucapidas, acaso
por haber sido primeramente tratadas como cosas corporales y confundidas
con los fundos de que eran objeto. Por otro lado, los procedimientos de derecho
civil, siendo inaplicables a los fundos provinciales, no podían servir para crear
servidumbres. Sin embargo, se llegó a establecer una relación análoga, entre dos
fundos de esta índole por un modo indirecto: pactionibus et estipulationibus,
ya que las partes regulaban, con la ayuda de una convención o pacto, la extensión
y las condiciones de la servidumbre, y por una estipulación, el que había permitido
o prometido la servidumbre, se obligaba a observar la convención y a pagar a la
otra una indemnización, para el caso en que se opusiera al ejercicio de la citada
servidumbre. Pero este procedimiento no tenía por efecto constituir un derecho
real de servidumbre, porque solo creaba un lazo o vínculo personal entre las
partes. De hecho, resultaba entre los fundos, mientras no cambiaban de dueño,
una relación equivalente a una servidumbre.
El derecho pretoriano, hacia el fin del Siglo I de nuestra era y posteriormente,
vino a prevalecer una idea nueva. Los jurisconsultos admiten que el ejercicio del
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