REALIZANDO TRABAJO DIGNO Y DE CALIDAD

ENFOQUE
COMUNITARIO
Una mirada sobre la Responsabilidad Social de la Mina Marlin
M A R Z O
D E
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V O L U M E N
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La Mina Marlin se ha caracterizado por ser uno
de los mejores patronos laborales en la industria
guatemalteca: concede prestaciones por encima
del mercado y genera oportunidades de trabajo para muchas personas, hombres y mujeres, de
las comunidades vecinas al proyecto minero.
Y algo muy particular: también le abre las
puertas a colaboradores de la tercera edad,
quienes de no ser por la mina, quedarían al
margen de la vida laboral.
Estas son algunas historias de personajes que
con esfuerzo y trabajo hacen de la Mina Marlin
una de las mejores empresa de Goldcorp.
REALIZANDO TRABAJO
DIGNO Y DE CALIDAD
MÁXIMO BRAVO:
DEDICACIÓN PROFESIONAL
Don Máximo Bravo Bámaca es un
vecino de la aldea San José Ixcaniche, en San Miguel Ixtahuacán, que
trabaja para Marlin. Se le puede
ver por toda la mina cumpliendo con
afán y profesionalismo sus tareas
de recolección de desechos.
Hace más de 10 años empezó a
trabajar con una empresa contratis-
ta. Cuando esa compañía terminó
sus labores, don Máximo se quedó
sin empleo, pero fue a preguntar si
había trabajo en la mina.
Llegó un día martes y le dijeron
que se presentara el lunes, pues
empezaría a trabajar en el Departamento de Medio Ambiente.
Los primeros trabajos de Bravo
Bámaca tuvieron lugar en los alrededores de la mina, cargando pilones y sembrando árboles como par-
te del compromiso de reforestación.
Al terminar este trabajo, fue trasladado a los viveros que, en ese
entonces, eran simples ensayos. Allí
sembró tomates y fresas.
Ahora, con sus 60 años a cuestas,
se le asignó una tarea más “sencilla
y tranquila”, como don Máximo le
llama: La recolección de desechos.
El señor Bravo es un personaje muy
reconocido y estimado por los jefes
y trabajadores de la Mina Marlin.
Marzo de 2014
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ROSARIO MÉRIDA: “LA
LLAMADA DEL DESTINO”
Desenvolviendo el cargo de asistente de oficina y ocupada en tareas
como pago de planillas y de proveedores, documentación, reportes
y archivo, encontramos a Rosario
Mérida, trabajos a los que le pone
mucha dedicación y empeño.
Oriunda de San Miguel Ixtahuacán, se graduó como maestra en el
año 2003. Ella cuenta que en el
magisterio es difícil conseguir una
plaza, pero tramitó una por contrato y, además, probó suerte dejando
su papelería en la Mina Marlin.
“En enero de 2004 ya estaba
trabajando en una aldea de Concepción Tutuapa, en una comunidad
muy lejana, donde estuve 3 semanas nada más. Abordaba un carro
para un crucero, después otro para
llegar a otro crucero y de ahí caminaba 45 minutos hasta la aldea. Ya
me habían asignado grado, pero
mi familia me decía no te vayás,
está muy lejos, relata Chayito (como
es llamada de cariño por su familia, compañeros y conocidos).
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“Recuerdo que por las noches, la
teja donde vivía se movía bastante
por el fuerte viento que soplaba
allí. La aldea estaba en un cerro
rodeado por ríos y se oía cómo el
agua golpeaba fuertemente las
rocas, pero por la necesidad me
quedé trabajando”.
“En ese entonces sólo en la Policía
Nacional Civil había un teléfono
celular. Una madrugada mi mamá
me llamó, y me dijo: Mirá te están
llamando de la mina, y dicen que
tenés que estar hoy a las 8:00 de la
mañana. Yo no sabía que hacer.
¿Cómo me venía?, pensé. Pues no se
qué vas a hacer, pero venite mija; de
repente te sale trabajo en la mina,
me dijo mi madre”.
“Para mi suerte, una compañera
maestra era novia de un promotor
de salud que tenía motocicleta, y
justamente la había ido a visitar. Le
pedí favor de que me trajera a
San Miguel. Salimos a las 5 de la
mañana. En esa época no existía
asfalto. Había muchas piedras sueltas. Incluso, nos caímos, pero gracias a Dios, llegamos a las 7. Las
oficinas de la mina estaban donde
hoy está el tajo. Asistí a la entrevista y me dijeron que me presentara
el lunes… estaba contratada”.
“Ya ni a traer mis cosas regresé y,
a la fecha, en aquella comunidad
de Concepción Tutuapa siguen mi
ropa y mi catre, pero esa llamada
fue una bendición para mi”.
“Empecé a trabajar para Marlin
el 1 de febrero de 2005 como secretaria de la empresa MEC, la
cual construyó la represa de colas.
Luego pasé a otra compañía:
MWH. En 2007 me adherí al Departamento de Obra Civil”.
“Realmente mi área es el magisterio, pero aquí he aprendido cosas
que jamás pensé. Me siento satisfecha con lo que he logrado y las
metas alcanzadas”.
En un futuro quiero dedicarme a la
docencia porque me gusta, las
oportunidades son escasas, sin embargo quisiera ejercer algún día.
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Marzo de 2014
MAURICIO LINO: LIDER CON VISIÓN
A sus 76 años de vida tiene una sonrisa contagiosa. Este es el relato de Don Mauricio Lino, uno de
los empleados más queridos en la Mina Marlin.
“Yo crecí trabajando en las fincas cafetaleras, en
las haciendas y las algodoneras de Guatemala, un
trabajo muy cansado en el que uno abandona su
casa y sus siembras. En cambio trabajando aquí en
la empresa, estoy al tanto de mis cosas.”
“El 9 de febrero cumplí 10 años de trabajo para
la Mina Marlin. Hasta hace unos años, yo era presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo
(Cocode) de mi comunidad. Estaba solicitando un
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proyecto para abrir la brecha del camino de San
José Ixcaniche hacia Sipacapa, el cual fue aprobado por los ingenieros de la mina”.
“Luego, mandaron el tractor y me dijeron que yo
trabajara con el tractorista mostrándole por dónde
estaban los permisos de paso. Cuando se estaba
terminando la brecha, me dijeron que se acababa
el trabajo, pero que si quería continuar con la empresa, les llevara mi expediente. Así lo hice, y ahora todavía sigo aquí”.
Según estudios, la edad promedio de contratación de personal en Guatemala es hasta los 40
años, una realidad distinta en la Mina Marlin.
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Marzo de 2014
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MARÍA MEJÍA: DE REGRESO AL HOGAR
María Mejía vive en la aldea Ágel de San Miguel Ixtahuacán. En
1995, al terminar su cuarto año de primaria se trasladó a la capital,
donde obtuvo el grado académico de Perito Contador.
Debido a la delincuencia en la ciudad de Guatemala, fue víctima
de un asalto, suceso que la marcó fuertemente. No salía de casa,
sentía miedo y creía que la gente le quería hacer daño.
Fue de esta forma que decidió regresar a San Miguel y con la
ayuda de su madre buscó una oportunidad en la Mina Marlin, donde
le abrieron las puertas a la vida laboral.
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Es una publicación de la Unidad de Comunicación Local y
Regional de la Mina Marlin, operada por Montana
Exploradora de Guatemala, S. A., una subsidiaria de
Goldcorp Inc.
Si desea comunicarse con ENFOQUE COMUNITARIO puede hacerlo a los correos:
[email protected] o [email protected]
MUJER ÚNICA Y VALIOSA
Hace unos años, Mejía estaba pasando
por una situación emocional difícil. Tuvo
algunos problemas de salud que la
llevaron a su hospitalización.
Sin embargo, por esos días, fue designada para participar en el programa Creando Oportunidades (Creating
Choices). María no se sentía bien para
asistir al curso. Le dijeron que fue elegida entre muchas mujeres por sus habilidades y destrezas, y aceptó.
“Antes, me ponía muy nerviosa y tem-
blaba al hablar con otras personas.
Ahora. Confío más en mí misma”.
“Me considero única en el mundo. Me
valoro como mujer, gracias al programa de Goldcorp, nuestra casa matriz”.
Entre otros logros, relata orgullosamente, fue parte de la primera promoción de brigadistas de la Mina Marlin.
Actualmente, es la asistente de Planificación en el área de Mantenimiento
Móvil de la Mina Subterránea donde
ya lleva 9 años. Hoy día estudia la
carrera de Administración de Empresas.