Parece, pues, incuestionable que á la conveniencia esencial de

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INTRODUCCIÓN.
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Parece, pues, incuestionable que á la conveniencia esencial de variarle por los
males que ofrece, se une la necesidad impuesta por las circunstancias de la
concurrencia y de la emancipación. Algunas personas, temerosas de un cambio
para el cual no se hallan preparadas, fijan su vista en una gran potencia que
ofrece el amalgama monstruoso de la democracia y de la esclavitud, y confiadas
en que los intereses allí comprometidos no permitirán á su gobierno el adherirse
á la grande alianza europea en favor de la libertad de los negros, imaginan hallar
un apoyo en el sistema de resistencia que el mismo puede oponer á las medidas
adoptadas contra la esclavitud. Pero esta esperanza es tan ilusoria como peligrosa:
ya porque la isla de Cuba se encuentra en circunstancias mui diferentes para
resistir, ya porque su mismo interés le aconseja ceder, ya en fin porque los
estados del sur de la confederación americana si en el dia se oponen á la libertad
de sus esclavos, al convenir en la supresión del tráfico sancionaron todas las
consecuencias inevitables que hacia ella conducen. A las causas activas que deja­
mos bien explicadas se agrega en los Estados Unidos otra, que no solamente
pondrá un término á la esclavitud sino que también hará desaparecer de su suelo
la casta de color; á saber: el sentimiento de desden con que es tratada por la blanca,
que si parece confundido con el menosprecio que la inspira la condición esclava,
resalta con todos los caracteres de la preocupación cuando se funda en el color. Los
negros lo saben y los blancos no lo niegan. La separación establecida entre ambos
existe permanente desde la cuna al sepulcro, y la misma religión, tan poderosa
en aquel pueblo, tiene que separar sus templos para que cada raza preste adora­
ciones al Dios de la igualdad y de la tolerancia. Consecuencia de esta preocupación
fué por una parte el entusiasmo con que se prestaron los negros libres á emigrar
de un pais que los menospreciaba, tan luego como las colonias inglesas organi­
zaron y ennoblecieron el trabajo de sus hermanos, y de la otra la indiferencia y
hasta el interés con que los blancos vieron hacerse esta emigración \ De consi­
guiente, nos parece que si aquel pais puede resistir mas tiempo la medida de la
libertad general de sus esclavos, se prepara para ello y no piensa en conservar
la población emancipada.
Entre tanto, la sostitucion del trabajo libre aí trabajo forzado verificada en todas
las colonias inglesas, de ser una tendencia de la opinión pasó á ser generalmente
considerada como un término al cual es preciso llegar. La Francia, que por el
número de los esclavos de sus posesiones en las Antillas y la importancia comercial
4
Dos americanos, MM. Peck y Príce, fueron delegados á
la Guyana para instruirse sobre las ventajas que obtenían
Unidos: Testimonios
recojidos
en las Antillas
tercera publicación, pág. 3 8 1 , 390, etc.
los emigrados, con el fin de favorecer su salida de los Estados
TOMO I .
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1'
PARTE.
XIX
inglesas,
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