(4 O LA PURGA DEL MAR Ó HEMATOTALASIA 447 T a m b i é n informan que la sardina se alimenta con los restos or~ gánicos que arrastran en suspensión los Rolleiros, grandes t e m o - linos formados por el encuentro y la lucha de varias corrientes. Y que además deben alimentarse, pues se encuentra siempre envuelta en ellas, de unas como venas ó vetas, veas, negruzcas ó rojizas que aparecen en el mar traídas por los fuertes nortes, pero que desconocen no sólo su causa y procedencia, sino q u e también su composición y contenido. Afirman, sí, que no es como alguien cree, lo que llaman a purga do mar; éste es un fen ó m e n o general que da un color rojo é intransparente á toda la extensión de la Ría, y aquéllas son como fajas sueltas, á la v e n tura, sin orden ni dirección alguna. Del alimento vegetal ó de las otras clases que los ictiólogos indican, no se registran observaciones; pero de suponer es que consistan en que éstas no se hacen ni por personas ni con elementos convenientes para obtener resultados más amplios, seguros y técnicos. V e a m o s ahora lo que sobre otro punto interesantísimo de la vida, y propagación y conservación de la sardina, hemos recogido de muchos pescadores de la Ría, sobre el desove. Parece se verifica de E n e r o á Abril, y creen que, como el d e las Piardas, Bogas y otros peces, se realiza en los Sedales de la Ría y en los bajos fondos arenosos, no distantes de la costa. Llaman Seda/es á los fondos cubiertos de Seda, el alga marina de forma de espadaña, aquellos que, apreciados en conjunto y dentro de la Ría, constituyen una faja llamada 0 cordón q u e la rodea toda, con una anchura q u e parece relacionada íntimamente con la profundidad, pues apenas la descubren las mareas más bajas, ni se encuentra más allá de cierto número de brazas; en el fango de las m a y o r e s profundidades ya no se cría, no hay vegetación. Dicen que era frecuente, en no m u y lejano t i e m p o , ir á largar las r e d e s á los Setales de hacia Rajóo y Sanjenjo, p o r q u e allí se cogía siempre sardina; en xaneiro hay que arrimarse a os Sedales, y que esto era en tiempo del desove, y precisamente p o r eso mismo, y que, efectivamente, la sardina recogida en tal época y en distintos sitios era la que tenía los ovarios en el último período del desarrollo. ' Mem. E. Soc. esp. Hist. nat., x, 1918.