Scientific registration nº : 2434 Symposium nº : 31 Presentation : poster Contribución al conocimiento de la erosión eólica en suelos labrados, en la isla de Fuerteventura (I. Canarias, España) Estimation de l'érosion éolienne de l'île de Fuerteventura (I. canaries, Espagne) Assessment on wind erosion in the Fuerteventura island (Canary I., Spain) RODRIGUEZ RODRIGUEZ Antonio, TEJEDOR SALGUERO María Luisa, JIMENEZ MENDOZA Carmen Concepción, TORRES CABRERA Juan Miguel Dpto. de Edafología y Geología, Facultad de Biología, Avda. Astrofísico Francisco Sánchez s/n, Universidad de La Laguna, 38204, La Laguna, Tenerife, Islas Canarias, España INTRODUCCION La desertificación es uno de los problemas ambientales a los que debe enfrentarse la humanidad en el siglo venidero. Las Islas Canarias no son ajenas a este problema y se considera que la degradación cualitativa y cuantitativa de los suelos es uno de los agentes que con mayor intensidad contribuye al fenómeno. La erosión del suelo condicionada por factores naturales y acelerada por las actuaciones humanas es un proceso que afecta al 40% de la superficie insular. Estos procesos erosivos se deben fundamentalmente a la acción del agua (erosión laminar), aunque en determinadas condiciones, la pérdida de suelo debido a la acción de los vientos (erosión eólica), puede ser importante. Este es el caso de la isla de Fuerteventura y de otras zonas del archipiélago canario, donde su proximidad al continente africano y su topografía llana hace que la incidencia de los vientos alisios, reforzados esporádicamente por invasiones de aire sahariano, sea una constante durante todo el año. Este hecho, unido a que el recubrimiento vegetal sobre el suelo y la humedad edáfica son prácticamente nulos durante todo el año, hace que en estos casos la erosión eólica se constituya en un importante factor de degradación de los suelos y por tanto de desertificación en el contexto general del territorio de las Islas Canarias, y por tanto necesita un mayor conocimiento de los procesos implicados, lo cual es el objetivo de este trabajo. 1 MATERIAL Y METODOS Se realizó una evaluación de los parámetros integrantes de la ecuación de pérdida de suelos por erosión eólica, definida por Woodruff y col. (1965), según la cual la pérdida potencial anual de suelo por efecto del viento (E) es una función de varios parámetros, según la siguiente expresión E = f (I,K,C,L,V) donde I es el factor erodibilidad del suelo, K es el factor de rugosidad de la superficie del suelo, C es el factor climático o erosividad del viento, L es la distancia media recorrida por el viento a lo largo de un campo y V es el recubrimiento vegetal equivalente. Erodibilidad del suelo (I).- Aunque en la ecuación original se considera que este factor depende fundamentalmente del contenido del suelo en partículas sólidas de tamaño superior a 0,85 mm. para este trabajo hemos calculado este factor basándonos en el porcentaje de agregados mayores a 1 mm. (FAO, 1980), siguiendo el trabajo expuesto por Skidmore (1988). Se muestrearon los primeros 10-15 cm. de 91 muestras de suelo y no los 2 cm. superficiales, como propone Skidmore, ya que para evaluar el efecto del laboreo en las pérdidas de suelo por el viento interesa muestrear hasta la profundidad que habitualmente alcanza el arado. Se pesaron entre 0,5-0,6 kg. de suelo, se tamizaron a través de 1 mm. y se calculó el porcentaje de elementos no erodibles del suelo, una vez eliminados los elementos gruesos. Con este valor se determinó la erodibilidad del suelo mediante la tabla elaborada con base en experiencias en túnel de viento con la fracción mayor a 0,85 mm. (Woodruff y col., 1965). Erosividad del viento (C).- Este factor considera la influencia de algunas condiciones climáticas (velocidad del viento, pluviometría y evapotranspiración) en relación al transporte del suelo por el viento. Cuando se aplicó el índice de Chepil en la isla de Fuerteventura se obtuvieron valores entre 200 y 12.000. El motivo de estos desorbitados valores es que el índice de Chepil sólo es aplicable en regiones donde la pluviometría sea superior a 13 mm. en la mayor parte de los meses (Skidmore, 1988), ya que cuando la pluviometría es nula (lo que sucede en muchos meses, en la isla de Fuerteventura) el factor C tiende al infinito. Para evitar este hecho y obtener un factor C más apropiado al funcionamiento de los procesos de erosión eólica en esta isla, se le asignó el valor mínimo de 13 mm. de precipitación, necesario para una adecuada utilización del índice, a todos aquellos meses con una pluviometría media inferior a ese valor. En el índice de Chepil se utiliza 386 como una constante calculada para las condiciones climáticas de Garden City (Kansas-USA). Como quiera que su utilización conduce a estimaciones muy altas de las tasas de erosión y se desconoce la validez de esta constante en las condiciones climáticas de la isla de Fuerteventura, se modificó el índice de Chepil, excluyendo esta constante de la ecuación aplicada. Para su determinación debido a que los registros de vientos en la isla son escasos, irregulares y se localizan en el centro-norte, se empleó un mapa de isolíneas de velocidades de viento estimadas corregidas con base en los datos medidos reales. En cuanto a los datos de precipitación, se emplearon los de pluviometrías medias mensuales de treinta y cuatro estaciones, con un registro medio entre veinte y treinta años. Los datos de temperatura de la isla son escasos, con series cortas y concentradas en el centro-norte, por lo que se emplearon las temperaturas medias mensuales de tres estaciones representativas. 2 Rugosidad del terreno (K), longitud del terreno en la dirección dominante del viento (L) y recubrimiento vegetal equivalente (V).- Para el cálculo de estos índices se aplicaron las ecuaciones desarrolladas por Williams y col. (Skidmore, 1988). Aplicación del modelo de erosión eólica .- El riesgo de erosión eólica derivada del laboreo se estimó a partir del cálculo de la E3, es decir una función de la erodibilidad del mismo (factor I), la rugosidad del terreno (factor K) y las condiciones climáticas (factor C): E3 = I x K x C, obviando los factores L y V de menor importancia en suelos sometidos a laboreo RESULTADOS Y DISCUSION El rango de valores del factor I oscila entre 0 Tmha-1 (84% de materiales no erodibles) para los suelos del sector de mayor altura de la isla, más húmedos y con mayor contenido en materia orgánica (Camborthids) y las 695 Tmha-1 (0,6% de materiales no erodibles) para los suelos de los jables (Torripsamments). Se estudió también la relación entre el factor I, el % de elementos no erodibles y el % de agregación mayor a 1 mm con el tipo de suelo y diferentes parámetros edáficos. Con respecto a la textura existe una clara tendencia a un descenso del porcentaje de agregación a medida que ésta es más gruesa, ya que desciende el contenido de arcilla y la capacidad para formar agregados. De esta manera, los mayores porcentajes de agregación se presentan en los suelos arcillosos y los menores en los arenosos. En los suelos de Fuerteventura los valores bajos de materia orgánica, similares en toda la isla, no constituyen un parámetro tan determinante en la agregación como parece serlo la textura. Igualmente la estructura también es, a grandes rasgos, un buen indicador del grado de agregación en los suelos. La estructura poliédrica, característica de los suelos arcillosos, presenta los mayores valores de agregación. Sin embargo, la estructura particular, casi siempre con texturas arenosas, tiene el menor grado de agregación. Por otra parte, la salinidad del suelo no presenta ninguna relación con el porcentaje de agregación mayor a 1 mm (coeficiente de correlación = -0,09). Unicamente se observa una tendencia al descenso del porcentaje de agregados a medida que aumenta la salinidad. Los porcentajes de agregación con una CEes < 5 dSm-1 oscilan entre 0 y 80%, mientras que con una CEes > 60 dSm-1 oscilan entre 10 y 40%. Parte de esta baja relación entre la agregación del suelo y la salinidad podría atribuirse a un error de muestreo, ya que en la muestra total se incluyó el sello superficial, lo que podría sobreestimar el porcentaje de agregación, al considerar al sello como fracción agregada. Al agrupar las muestras según el tipo de suelo en función de su erodibilidad, aplicando el test de la U de Mann-Whitney por tratarse de datos no paramétricos (no se ajustan a una distribución normal), se pueden separar dos grupos de suelos en cuanto a su sensibilidad a la erosión eólica: - Erodibilidad moderada y alta: Paleargids, Calciorthids y Paleorthids - Erodibilidad muy alta: Torripsamments y Calciorthids con una delgada capa de arena en superficie. La similitud de suelos tan distintos como los Paleargids, los Calciorthids y los Paleorthids en cuanto a su erodibilidad, aunque tengan el mismo régimen hídrico, muestra que la clasificación de suelos tiene una escasa correspondencia con este tipo de parámetros. En efecto, la clasificación de los Aridisoles se basa en horizontes situados 3 generalmente en profundidad, por lo que no guarda ninguna relación con las características de los horizontes superficiales. Otros suelos (Torriorthents y Gypsiorthids), cuyo tamaño de muestra no ha permitido realizar el análisis estadístico, se han agrupado con los Paleargids, Paleorthids y Calciorthids por la similitud de sus horizontes superficiales y de sus valores similares del factor I. Los Torripsamments son los suelos con mayor erodibilidad, con valores de I entre 400 y 700 Tmha-1año-1, para las arenas móviles, y en torno a 150 Tmha-1año-1, para las arenas ligeramente cementadas. Con similar erodibilidad se encuentran los Calciorthids sobre los que se dispone una delgada capa de arenas en superficie, generalmente procedente del mar o de los jables cercanos, con valores de I entre 150250 Tmha-1año-1. Por último, señalar que los Camborthids ustérticos del Pico de Jandía, representados por una sola muestra, constituyen el único tipo de suelos con una erodibilidad nula. Se trata de los suelos menos erodibles de la isla y por ello se ha considerado como un grupo distinto. En ello probablemente no sólo intervenga su textura arcillosa sino también el contenido en materia orgánica (en torno a un 4%) y la presencia de esmectitas en la fracción arcilla. En síntesis, se pueden agrupar los suelos de la isla de Fuerteventura según su erodibilidad eólica del siguiente modo: Baja: Camborthids ustérticos Moderada-Alta: Paleargids, Paleorthids, Calciorthids, Gypsiorthids y Torriorthents. Muy alta: Torripsamments y Calciorthids con una capa de arenas calcáreas en superficie. Con respecto a la erosividad del viento (factor C), se ha observado que los periodos de mayor velocidad del viento se corresponden con la primavera y el verano, debido al reforzamiento de las componentes norte y noreste que llegan a alcanzar en el mes de julio una frecuencia próxima al 80%. Los vientos de componente norte y noreste no solo son los más frecuentes durante el verano, sino también durante todo el año con una frecuencia media próxima al 55%. Además al presentar unas velocidades medias alrededor de 6,3-7 ms-1 pueden considerarse como las componentes de mayor potencial erosivo. Los vientos de componente noroeste y oeste, aunque menos frecuentes (15% y 8% respectivamente), por su velocidad media cercana a los 7 ms-1, también presentan un alto potencial erosivo. El resto de las orientaciones de los vientos presentan frecuencias casi siempre inferiores al 5% y velocidades comprendidas entre los 1,6 ms-1 y los 4,4 ms-1 que contribuyen de manera más limitada a los procesos de erosión eólica de la isla. A partir de los valores medios de vientos asignados a cada estación pluviométrica y la temperatura media para la isla se calculó el factor climático para todas las estaciones con registro pluviométrico, elaborándose un mapa de isolíneas del factor C mediante un método de interpolación kriging. Empleando el índice de Chepil modificado, la mayor parte de las estaciones de la isla presentan un valor C alto y algunas moderado o muy alto. El hecho de que las máximas velocidades de viento se produzcan en los meses de julio y agosto, cuando menor es la pluviometría, explican los elevados valores del factor C obtenidos. Por consiguiente, tanto la aridez característica de Fuerteventura como el régimen de vientos, 4 cuya velocidad máxima coincide con los meses más secos, hacen que la erosividad del viento sea alta o muy alta en la mayor parte de la isla. Por estos motivos, los meses comprendidos entre abril y septiembre son los que presentan mayor riesgo de erosividad por el viento. Por lo tanto, en el diseño de prácticas de control de los procesos de erosión eólica en la isla de Fuerteventura es preciso: - Reducir en lo posible el laboreo del suelo en las estaciones de primavera y verano. - Diseñar barreras o franjas que reduzcan la velocidad del viento. Estas deben orientarse en dirección perpendicular a la dirección de los vientos más erosivos. Basándonos en los datos disponibles y como hemos comentado, las barreras deben orientarse preferentemente perpendiculares a las componentes Norte y Noreste que son los que presentan mayor potencial erosivo. El factor de rugosidad del terreno (factor K), se basa en la altura y el espaciado de los surcos y camellones. Para su cálculo en los suelos labrados de la isla se consideró una altura estándar de 10 cm para el camellón y un espaciado entre camellones de 40 cm, considerando además que éstos se disponen de modo perpendicular a la dirección de los vientos dominantes. Aplicando las fórmulas de Skidmore (1988), se obtuvo un valor del factor K de 0,5 para todos los suelos considerados. En el caso de los Torripsamments y Calciorthids con arenas calcáreas en superficie, debido a su textura arenosa, la morfología resultante del laboreo se destruye con rapidez, desapareciendo los surcos y camellones y alisándose la superficie por lo que se le considera suelo liso, asignándole el valor de 1. La cartografía de riesgo de erosión eólica, a escala 1:100.000, se ha realizado con base en los valores obtenidos para el suelo labrado, ya que al tratarse de la mayor alteración de la superficie constituye el máximo riesgo esperado. Los valores de E3 obtenidos únicamente tienen un carácter cualitativo de la sensibilidad a la erosión eólica de los suelos en los distintos sectores de la isla y en ningún caso deben considerarse como tasas reales de pérdida de suelo . En la Tabla 1 se presenta las superficies correspondientes a cada uno de los grados de riesgo de erosión (los malpaíses ocupan un 3%). Tabla 1 Tmha-1año-1 0-10 10-50 50-150 > 150 Grado de riesgo Bajo Moderado Alto Muy alto Superficie 0,1% 20,1% 71,1% 5,7% Los Torripsamments destacan como los suelos más sensibles a la acción del viento con un riesgo de erosión muy alto. El resto de los suelos mantiene un riesgo de erosión eólica alto y ocasionalmente muy alto, con una ligera tendencia al descenso a medida que nos aproximamos a la zona central de la isla. En esta zona, con una pluviometría sensiblemente superior, el riesgo de erosión eólica es moderado y en ocasiones alto. Con ello se ha obtenido una primera aproximación a la distribución de los procesos de erosión y la identificación de aquellas zonas de mayor riesgo. 5 CONCLUSIONES Los suelos de la isla de Fuerteventura se pueden considerar estables desde el punto de vista de la erosión eólica. Esta estabilidad se la proporciona el pavimento de piedras que los cubre y el sellado superficial. Ambos determinan, independientemente de otros factores, que el riesgo de erosión eólica de los suelos naturales sea ligero o nulo. Sin embargo, cuando estas características de la superficie son modificadas, por laboreo o sobrepastoreo, el riesgo de pérdida de suelo por efecto del viento puede ser alto o muy alto. Las condiciones climáticas caracterizadas por la ausencia de precipitaciones, la mayor parte del año, y la elevada velocidad de los vientos favorecen ese alto riesgo de erosión. Desde el punto de vista metodológico, parece que la Ecuación de Pérdida de Suelos por Erosión Eólica de Woodruff, con las modificaciones realizadas, reproduce bastante fielmente las condiciones reales de erosión por el viento observadas en la isla, para suelos sometidos regularmente a laboreo. Sin embargo creemos necesario el diseño de un factor climático de erosividad del viento adaptado a condiciones de aridez con varios meses de pluviometría cero o en todo caso inferior a 13 mm. y una mejor definición del factor I para suelos de regiones áridas, salinos, carbonatados, con baja estabilidad estructural y con alta tendencia al sellado superficial, que incorpore la estabilidad mecánica de la costra de sellado. BIBLIOGRAFIA FAO. 1980. Metodología provisional para la evaluación de la degradación de los suelos. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación- FAO. Roma: 86p+ mapas. SKIDMORE, E.L. 1988. Wind erosion. En: R. Lal (Ed.) Soil Erosion Research Methods. Soil and Water Conservation Society, Iowa: 244p. TORRES CABRERA, J.M. 1995. El suelo como recurso natural: Procesos de degradación y su incidencia en la desertificación de la isla de Fuerteventura. Tesis Doctoral. Dpto. de Edafología y Geología. Universidad de La Laguna. 560p.+ Mapas. WOODRUFF, N.P. & SIDDOWAY, F.H. 1965. A wind erosion equation. Soil Sci.Soc.Am.Proc. 29:602-608. AGRADECIMIENTOS Este estudio ha sido subvencionado por la Dirección General de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Educación y Ciencia (Proyecto nº PB88-0424): “Contribución al estudio de los procesos de desertización en las Islas Canarias: erosión y erosionabilidad de los suelos de origen volcánico” y por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno Autónomo de Canarias (Proyecto nº 17/31.07.89): “Estudio de los procesos de desertificación en las Islas Canarias: Cartografía de la erosión y erosionabilidad de los suelos de origen volcánico”. Keywords : wind erosion, soil degradation, Fuerteventura, Canary Islands Mots clés : érosion éolienne, dégradation des sols, Fuerteventura, îles Canaries Palabras clave: Erosión eólica, degradación de suelos, Fuerteventura, Islas Canarias 6