38_43_Rev242_Leire.qxd 26/7/07 12:25 Página 38 Técnicas de gestión de la liquidez: un reto en las empresas 38_43_Rev242_Leire.qxd 26/7/07 12:26 Página 39 [ www.estrategiafinanciera.es ] Tesorería La iliquidez es un mal endémico de las empresas que, en ocasiones, puede llegar a obligarlas a echar el cierre. Una correcta gestión de la tesorería ayudará a evitar el riesgo de insolvencia , Leire San José Ruiz de Aguirre Profesora de la Universidad del País Vasco n la actualidad un gran número de empresas españolas, sobre todo pequeñas y medianas, está en situación de iliquidez lo que significa que no disponen de efectivo suficiente para efectuar los pagos en el momento acordado. Esta situación provoca una inestabilidad financiera en la empresa que afecta específicamente a las operaciones de corto plazo, pero que también afecta a las decisiones de largo plazo. La falta de liquidez repercute en la operativa empresarial global, por lo que su solución es un reto para todo director financiero. Las decisiones financieras se toman para distintos horizontes temporales, uno a corto plazo y otro a largo plazo. Las primeras hacen referencia a las decisiones vinculadas al circulante de la empresa, y las segundas determinan la estructura financiera empresarial. Mediante estas decisiones los directores financieros deben establecer la rentabilidad mínima que la empresa quiere obtener, el riesgo máximo asumido y la liquidez necesaria que garantice el buen funcionamiento de la empresa. Si bien existen estudios que analizan unas y otras, se debe destacar que las decisiones financieras a largo plazo (decisiones de inversión, financiación y dividendos), las cuales tienen una relación directa con el doble componente rentabilidad-riesgo, son las que han suscitado un gran interés y para las cuales se ha dedicado la mayoría de estudios. A las decisiones de corto plazo que consideran el componente de la liquidez se les ha dedicado una menor atención, por ello y debido a su repercusión financiera consideramos la necesidad de dedicarles un espacio. E EXCEDENTES Y DÉFICITS DE TESORERÍA poco aplicable en la realidad empresarial. Consiste en poder simultanear las entradas y salidas de flujos de tesorería en el corto plazo, pudiendo así hacer efectivos los proyectos que la empresa determina viables sin que su temporalidad afecte a su operativa diaria de cobros y pagos, debido a que ésta estará sincronizada en todo momento. Además, esta situación teórica a la que nos referimos hace que los costes de oportunidad se reduzcan al mínimo, ya que desaparecen los recursos ociosos de tesorería. Asimismo, los costes de defecto que nos obligan a obtener financiación a corto plazo, imprescindible para poder realizar la actividad de la empresa, desaparecen. No obstante, y como se ha señalado con anterioridad, esta situación difiere mucho de la realidad empresarial, en ella los cobros y pagos no están sincronizados entre sí lo que provoca que existan costes de oportunidad y de defecto. Estos costes deben reducirse al mínimo gestionando, por un lado, los excedentes de tesorería con objeto de rentabilizar sus activos pero sin perjuicio de la liquidez (garantizar la liquidez), y por otro lado, los déficits de tesorería para lograr tener el disponible necesario en el momento adecuado para hacer frente a las obligaciones financieras adoptadas (Figura 1). En este contexto, las empresas deben tomar decisiones que resuelvan los problemas de liquidez, de tal manera que se disponga de la estructura de activos adecuada para que los fondos se generen en el Ficha Técnica AUTORA: San José Ruiz de Aguirre, Leire de gestión de la liquidez: un reto en las empresas FUENTE: Estrategia Financiera, nº 242. Septiembre 2007 LOCALIZADOR: 69/2007 RESUMEN: En el presente trabajo se analizan distintos modelos o técnicas que los directores financieros pueden implantar con objeto de mejorar la liquidez de sus empresas, de tal forma que se garantice la devolución de las deudas en el momento acordado incurriendo en los menores costes (de oportunidad y defecto) posibles. En este sentido, estudiamos la situación a nivel estatal, en la que más de una cuarta parte de las empresas se encuentra en situación de iliquidez o falta de liquidez. Situación que puede provocar una inestabilidad financiera que para algunas empresas será insuperable. Además, establecemos una serie de recomendaciones o acciones que se pueden adoptar para lograr adquirir una situación de liquidez empresarial, así como el caso de la empresa Enron. DESCRIPTORES: Tesorería, iliquidez, modelos, excedentes de tesorería, déficits de tesorería, cash management. TÍTULO: Técnicas La liquidez como parámetro del corto plazo puede definirse como la cualidad generada por los activos (existencias, clientes, tesorería…) para convertirse en dinero efectivo. Estos activos adquieren un grado de liquidez que influye en la toma de decisión, por lo que su medición es interesante con la finalidad de establecer la decisión más acertada. La medición del grado de liquidez se puede efectuar de dos formas, por un lado, por la facilidad que tienen los activos para ser convertidos en dinero a corto plazo, sin que la rapidez de la conversión suponga pérdidas en su valor, y por otro lado, por la certeza de su conversión en dinero sin sufrir pérdidas (Pindado, 2001). Existe una situación ideal en cuanto a la liquidez, si bien esta situación únicamente será teórica y w Nº 242 • Septiembre 2007 Estrategia Financiera 39 38_43_Rev242_Leire.qxd 26/7/07 12:26 Página 40 Tesorería Técnicas de gestión de la liquidez: un reto en las empresas w termina cuál es la situación en España para finalizar con una serie de recomendaciones. Figura 1. Gestión de cobros y pagos MODELOS DE ILIQUIDEZ DECISIONES FINANCIERAS A LARGO PLAZO Decisiones financieras a corto plazo posición diaria tesorería Excedentes Existen diferentes tipos de modelos o técnicas que las empresas pueden utilizar para lograr la liquidez en la empresa, si bien, en este artículo vamos a exponer de forma sencilla únicamente tres de esos tipos; el primero el análisis conjunto del fondo de rotación y de ratios, el segundo la obtención del saldo mínimo ocioso de caja y en tercer lugar un modelo que predice la iliquidez financiera. Déficit Fondo de rotación y ratios Colocación: –Bonos –Obligaciones –Pagarés –Fondos –Opciones –Letras –Cuentas renumeradas Obtener rentabilidad Frente a obligaciones de pago Garantizar liquidez Financiación: –Préstamos a corto –Anticipo clientes –Crédito –Otro endeudamiento a corto Fuente elaboración propia momento necesario para afrontar los desembolsos exigidos por los pasivos. Además, los directores financieros deberán considerar que las decisiones a corto plazo son adoptadas una vez que se han establecido aquellas decisiones financieras del largo plazo, si bien no se deben considerar como secundarias debido a su gran influencia en el valor de la empresa. Al respecto hemos considerado oportuno estudiar la situación de las empresas con domicilio social en España y lo hemos hecho mediante el análisis de los datos recogidos en la base SABI (Sistema de Análisis de Balances Ibéricos) del último año del que se dispone de datos de 2005. Su estudio nos revela que más de una cuarta parte de las empresas españolas tienen problemas de liquidez, determinada ésta por la proporción entre la cantidad de riqueza disponible (activo circulante) y las deudas que habrá que atender a corto plazo (pasivo circulante). Esta situación nos hace plantearnos si realmente las empresas españolas dedican el suficiente tiempo y esfuerzo a la toma de decisiones de corto plazo, y si su gestión de la liquidez es adecuada. Incluso en el caso en el que las empresas españolas dediquen el suficiente tiempo y esfuerzo a la gestión de la liquidez nos debemos preguntar si efectivamente se usan de forma eficiente los recursos disponibles, para lo cual sería recomendable el uso de técnicas o herramientas adecuadas con objeto de eliminar las situaciones de iliquidez de las empresas. Por ello, a continuación se analizan diferentes técnicas y modelos para gestionar la liquidez de la empresa, posteriormente se de- 40 Estrategia Financiera Entre los modelos existentes destacamos el análisis del fondo de rotación junto con el análisis de balances mediante ratios. El fondo de rotación, o también conocido como fondo de maniobra, determina si existen suficientes activos –derechos de cobro futuros-, que puedan hacer frente a todos los pasivos obligaciones de pago futuras–. Se puede definir como la parte de los fondos permanentes que financia los activos circulantes. Para que la empresa sea solvente a corto plazo, es necesario que el fondo de rotación sea positivo, por ello, se les debe prestar especial atención a los fondos de rotación negativos, ya que implican en la mayoría de los casos dificultades en la liquidez de la empresa. La imposibilidad de hacer frente a los pagos en el momento de su vencimiento puede ser el detonante para la situación judicial de suspensión de pagos. Figura 2. Fondo de rotación FONDO ROTACIÓN Fondos Propios + Proviciones para riesgos y gastos + Acreedores a largo plazo – Inmovilizado Se define como la parte del activo circulante financiado con capital permanente y hacer referencia a la cantidad de activo circulante que en términos medios se encuentra de manera permanente en la empresa. Se recomienda que sea positivo. El análisis de balance mediante ratios puede realizarse esencialmente mediante el cálculo de dos ratios, el ratio de liquidez general que mide la parte del pasivo circulante que está cubierta con activos circulantes. El segundo, la liquidez inmediata, que mide la capacidad que tiene la empresa para hacer frente a los pagos de muy corto plazo. La utilización conjunta del cálculo del fondo de rotación y los ratios sobre los balances nos permitirá conocer si la empresa se encuentra en situación de iliquidez o no. Si se encontrara en situación de iliquidez se deben analizar las causas de la misma con ob- Nº 242 • Septiembre 2007 38_43_Rev242_Leire.qxd 26/7/07 12:26 Página 41 Tesorería Técnicas de gestión de la liquidez: un reto en las empresas Figura 3. Ratios Ratios LIQUIDEZ GENERAL Activo Circulante / Pasivo Circulante Si el valor del ratio es mayor que uno, el activo circulante supera el pasivo circunlante y normalmente el activo transformado en liquidez será suficiente para atender el pago de las deudas que venzan a corto plazo. Si es menor que uno puede haber problemas para pagar las deudas exigibles a corto plazo LIQUIDEZ INMEDIATA Inversiones Financieras Temporales + Tesorería / Acreedores a corto Es la capacidad de atender a los pagos a muy corto plazo o Ratio de tesorería (también llamado Acid Test). Será menor que la liquidez general y se considera que debería estar en torno a 0,1, si bien no existe teoría específica en la que se sustente dicha recomendación jeto de mejorarla, entre ellas las más comunes pueden ser las siguientes: –Disminución de los activos circulantes. –Aumento del endeudamiento a corto plazo. Estos modelos clásicos, si bien son sencillos de aplicar y nos ofrecen información relevante para la toma de decisiones, tienen el inconveniente de esconder la información relativa a la base del problema, es decir, la liquidez de las distintas partidas que lo constituyen. De esta forma se recomienda su uso junto con algún otro modelo que analice de forma más específica el grado de liquidez de los activos y pasivos circulantes de la empresa, además de efectuar el análisis en un período más corto de tiempo. Modelo de caja: saldo mínimo ocioso Otros modelos se han declinado por determinar el saldo a mantener en caja, defendiendo que éste debe ser positivo para no incurrir en costes de oportunidad. La falta de sincronización entre las entradas y salidas de flujos líquidos hace que uno de los grandes problemas de la liquidez y de la gestión de tesorería sea precisamente éste, determinar cuál es el saldo de caja ocioso mínimo. Esta desigualdad en tiempo y cuantía entre salidas y entradas monetarias da lugar al correspondiente coste de oportunidad, pero también se puede incurrir en un coste de defecto, que en caso de necesitar de más dinero del que tenemos en la cuenta corriente sería un coste de descubierto, y en el caso de incumplir las obligaciones de pago en el momento de su vencimiento habría que estimar el coste que este hecho representa para la empresa. Para evitar cortes o rupturas en el ciclo de explotación por la falta de medios líquidos, los administradores deberán de calcular el montante de efectivo más idóneo para su nivel de actividad, planificar el periodo en el que se efectúan los correspondientes cobros y pagos, además de desarrollar una política de inversión en activos de alta liquidez, de tal forma que puedan convertirse en efectivo con un pequeño coste de transacción y sirvan de soporte a la tesorería mantenida por la empresa. Efectivamente, la capacidad de tomar decisiones y de reaccionar ante determinadas circunstancias se considera como una tarea fundamental para los directivos de empresas. En muchas ocasiones, esta labor sólo será posible realizarla adecuadamente si de forma anticipada se conoce la evolución previsible de los hechos venideros y su incidencia en la compañía. Entre los hechos que deben ser analizados destacamos la fluctuación de los tipos de interés, ya que estos afectarán de forma directa en la liquidez de la empresa. La dirección del negocio, por consiguiente, y ante la importancia que la tesorería tiene para la supervivencia empresarial, debe considerar tarea prioritaria la gestión de la misma. Por ello, la previsión futura de la tesorería, no sólo a corto plazo sino también a largo plazo, debe enmarcarse dentro de la gestión previsional del negocio. Además, si la empresa no prevé las necesidades de tesorería futuras, puede verse inmersa en graves problemas de iliquidez. Hasta la mitad de los años ochenta la rigidez del sistema financiero español estrechaba el margen de actuación de la gestión de tesorería, cobrar y pagar teniendo en cuenta la liquidez eran sus principales objetivos. La traslación de este proceso de gestión al ámbito operativo se da mediante los modelos aportados por Baumol (1952) y Miller y Orr (1966). El primero aplica el modelo general de existencias de Wilson a la gestión de la caja, determinando de forma previa el nivel de caja que se incrementa instantáneamente para hacer frente a los pagos producidos de forma regular en el tiempo. Sin embargo, Miller y Orr exponen un modelo en el que los saldos de caja no son predecibles, además de no ser constantes ni periódicos. Sin embargo, se preestablecen unos márgenes, uno superior y otro inferior, determinando el momento en el que la variable cash flow que es aleatoria debe disminuir o incrementar. Otros investigadores Hunault (1984) y Bachiller, Lafuente y Salas (1987) entre otros, han contribuido con sus estudios en esta dirección, analizando estos modelos y aportando nuevas perspectivas a los mismos. En el caso del primero, construye un nuevo modelo a medio camino entre las hipótesis de Baumol y Miller y Orr, suponiendo que los flujos son parcialmente previsibles. De esta manera, cada saldo está compuesto por una parte conocida con certeza y una parte aleatoria, cuya media puede estimarse con cierta aproximación. En el caso del segundo, determina que el modelo de Miller y Orr es el más flexible adaptándose relativamente bien a la situación de una buena parte de las pequeñas y medianas empresas. Los modelos señalados analizan la gestión de la liquidez, la cual hace hincapié en la gestión de los cobros y pagos de tesorería, sin embargo el sistema financiero se ha ido liberalizando (se han liberalizado los mercados, se ha transformado el mercado monetario, ha aumentado la complejidad y volatilidad de los mercados de divisas, se ha internacionalizado y w Nº 242 • Septiembre 2007 Estrategia Financiera 41 38_43_Rev242_Leire.qxd 26/7/07 12:26 Página 42 Tesorería Técnicas de gestión de la liquidez: un reto en las empresas w globalizado la economía...). Con el paso del tiempo se han ido creando instrumentos de cobro y pago más novedosos y complejos (dinero electrónico, tarjetas de crédito y pago...), llevándonos hacia una gestión de la liquidez más flexible y compleja. No sólo es interesante conocer las variables que influyen en la iliquidez de la empresa sino también el obtener un modelo que pueda predecir la iliquidez empresarial. Por ello, el modelo que a continuación se expone trata de obtener ecuaciones mediante las cuales se pueda predecir la iliquidez empresarial y su posterior riesgo de insolvencia, para así poder adoptar decisiones financieras tanto a corto como a largo plazo que permitan reconducir su situación financiera. Porque cuando se habla de iliquidez se dice que la empresa tiene con qué pagar pero no en efectivo, tiene cuentas por cobrar o inventarios, si bien la insolvencia es un problema más grave que hace referencia a la situación en la que la empresa no tiene activos para hacer frente a las obligaciones de pago de cada momento. Modelo de previsión de insolvencia financiera La iliquidez, como ya se ha dicho, puede derivar en insolvencia financiera, para pronosticar esta situación existen distintos métodos si bien el más conocido es el modelo Z-Altman. El desarrollo de este modelo se efectuó a partir de una muestra de empresas de EEUU. Este análisis concluyó que existían 22 razones financieras para que las empresas llegaran a la quiebra, si bien éstas se clasificaron en cinco categorías estándar: liquidez, rentabilidad, apalancamiento, solvencia y actividad que fueron representadas en una función: Z = 1.2 X1 + 1.4 X2 + 3,3 X3 + 0,6 X4 + 0.99 X5 Donde: X1 = Capital de trabajo/Activo total. X2 = Utilidades retenidas/Activo total. X3 = Utilidades antes de intereses e impuestos/Activo total. X4 = Valor de mercado del capital/Pasivo total. X5 = Ventas/Activo total. El resultado indica que, Si Z ≥ 2.99, la empresa no tendrá problemas de insolvencia en el futuro; si Z ≤ 1.81, entonces es una empresa que de seguir así, en el futuro tendrá altas posibilidades de caer en insolvencia. El modelo considera que las empresas se encuentran en una "zona gris" o no bien definida si el resultado de Z se encuentra entre 1.82 y 2.98. 42 Estrategia Financiera LA ILIQUIDEZ EN LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS La muestra utilizada para analizar la situación en España ha sido la base de datos SABI en la que a fecha actual están 984.569 empresas que presentan cuentas anuales normales o abreviadas en el registro. De todas ellas un 36% tiene problemas de iliquidez, concretamente 181.541 empresas. Se ha obtenido una muestra representativa a partir de la población, seleccionando de forma aleatoria un total de 1.000 empresas para proceder al análisis de su situación conjunta y poder efectuar recomendaciones que permitan adoptar decisiones a los directores financieros con objeto de disminuir su situación de iliquidez. El análisis conjunto de los datos medios obtenidos determina que por término medio las empresas españolas con iliquidez tienen un fondo de rotación negativo. Esto significa que tienen sus inversiones a corto plazo financiadas con el corto plazo, si bien parte de la inversión a largo plazo se financia también con el corto. Esto implica que la devolución de créditos a corto dependa directamente de la capacidad de los activos en convertirse en disponible lo que hace que muchas de ellas tengan que sobrevivir en una situación de inestabilidad financiera constante. Respecto a la liquidez que estas empresas no alcanzan el mínimo recomendado en cuanto a la liquidez general, si bien obtienen grados de liquidez inmediata adecuados. Esto significa que obtienen tesorería suficiente para hacer frente a sus deudas de corto plazo, bien porque obtienen los fondos monetarios mediante la enajenación de activos fijos o bien porque renegociar sus deudas a corto y a largo plazo. Esta última opción supone un alto coste para la empresa ya que depende de la fluctuación de los tipos de interés. Alta volatilidad en tipos de interés podría provocar una mayor descompensación futura en las entradas y salidas de tesorería pudiendo provocar la entrada de la empresa en una situación de insolvencia financiera. DATOS MEDIOS DE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS Fondo de rotación medio = -274,2922 miles euros Ratio de liquidez general = 0,6072 Ratio de liquidez inmediata = 0,1425 Tesorería = 51.495,2372 miles de euros CONCLUSIÓN Un porcentaje muy alto de empresas españolas sufre problemas de liquidez continuados, pudiendo determinar que es el “modus vivendi” de las mismas. Esta situación de inestabilidad financiera puede llevar a las empresas a la insolvencia financiera y su posterior Nº 242 • Septiembre 2007 38_43_Rev242_Leire.qxd 26/7/07 12:26 Página 43 Tesorería Técnicas de gestión de la liquidez: un reto en las empresas quiebra por lo que se recomienda la implantación de modelos o técnicas específicas que mejoren la liquidez empresarial. Entre ellas, destacamos el cash management (al respecto puede consultarse Becerra, 1992; Arellano, 1994; Tusell, 1994; Cortés, 2002; San José, L., 2006; entre otros) que corresponde a la obtención del disponible necesario, en el momento adecuado, al menor coste posible, para lo cual se planifica la tesorería, se decide qué financiación e inversión a corto plazo realizar, se analizan las relaciones con las entidades financieras y se gestionan los riesgos. Además, el seguimiento y el análisis de la gestión del circuito de cobros y pagos es esencial, junto con la cultura empresarial. DIEZ CLAVES PARA NO INCURRIR EN LA ILIQUIDEZ 1. Aumento de los activos circulantes para inyectar liquidez a la empresa mediante la generación de fondos vía enajenación de activos. 2. Reestructuración de pasivos a mayor plazo. 3. Adelantar los cobros y retrasar los pagos en la medida de lo posible. 4. Sistematizar los cobros y pagos. 5. Establecer un control a ser posible diario y en fecha valor del nivel de tesorería. 6. No incurrir en descubiertos no controlados. 7. Invertir los excedentes de tesorería en activos con alta rentabilidad, siempre y cuando el riesgo de iliquidez pueda ser soportado por la empresa. 8. Gestionar los déficits de tesorería estableciendo la financiación a la que se puede recurrir de forma previa. 9. Establecer mecanismos de previsión y control del saldo de tesorería. 10. Gestionar los riesgos de tipo de interés y tipo de cambio. BIBLIOGRAFÍA • Arellano, I. (1994): “Conozca los 10 principios de un verdadero cash management”, Estrategia Financiera, Nº 96, mayo, pp. 11-18. • Bachiller, A., Lafuente, A. y Salas, V. (1987): Gestión económico-financiera del circulante, Pirámide, Madrid. • Baumol, W.J. (1952): “The transactions demand for cash: an inventory theoretic approach”, The Quarterly Journal of Economics, Vol. 66, Nº 4, November, pp. 545-557. • Becerra, M. (1992): “Cash management, política interna y motivaciones”, Estrategia Financiera, Nº 72, marzo, pp. 18-23. • Cortés, J.C. (2002): “Gestión de tesorería de la A a la Z”, Ciss, Valencia. • Hunault, P. (1984): Gestión de tesorería día a día, Deusto, Bilbao. • Miller, H. y Orr, D. (1966): “A model of the demand for money by firms”, Quarterly Journal of Economics, Vol. 80, Nº 3, August, pp. 413-435. • Pindado, J. (2001): Gestión de tesorería en la empresa. Teoría y aplicaciones prácticas, Ediciones Universidad Salamanca, Salamanca. • San José, L. (2006): La influencia y utilización de las tecnologías de la información y la comunicación en el desarrollo de la gestión de tesorería. Ediciones Universidad del País Vasco, Bilbao. • Tusell, P. (1994): “La gestión de tesorería: un factor de competitividad”, Estrategia Financiera, Nº 92, enero, pp. 11-15. 9 ENRON UN GIGANTE CON PIES DE BARRO Enron nació en 1985, fruto de la fusión de Houston Natural Gas e InterNorth, durante los primeros años de la liberalización del mercado energético. En julio de 2001 Enron tenía un valor de mercado de 38.000 millones de dólares. Cuatro meses después, apenas valía nada. Enron se convierte en una compañía de intermediación del riesgo y se salía de lo habitual. En lugar de unir a compradores y vendedores, contrataba directamente con ambos. Esto exige una liquidez enorme o un rápido acceso a los mercados crediticios. Carecía de liquidez, por lo que tenía que recurrir a los bancos. Debido a que ya tenía una cantidad importante de deuda en su balance, para tener acceso a nuevas líneas de crédito, necesitaba mantener, a cualquier precio, una buena calificación crediticia. Su estructura de capital estaba compuesta por mucha deuda y muy poco capital. Esta empresa obtenía grandes beneficios, algunos logrados con ayuda del maquillaje de la contabilidad y otros mediante la ingeniería financiera, así su cotización era alta y adquiría ratings de créditos altos gracias a los cuales lograba renegociar su deuda, incluso adquirir nueva para poder seguir con su actividad. Esta situación se hacía insostenible debido a su frágil estructura financiera, la cual empezó a agrietarse a mediados del año 2000, cuando el estallido de la burbuja de Internet hizo que la bolsa de Nueva York cayese en picado, arrastrando consigo la cotización de Enron. Esta caída de la cotización disparó las cláusulas de repago de la deuda adquirida, haciendo que no pudiera afrontar los pagos. Además, este hecho hace que se active una cadena de sucesos, se hace muy difícil la obtención de financiación, renegociar la deuda previamente contraída es imposible, las principales agencias crediticias degradaron la deuda de la empresa a “bonos basura”, las exigencias de pagos a corto plazo son ineludibles y los proveedores no conceden ampliaciones de pagos. Así, una iliquidez momentánea le lleva a la insolvencia. El 2 de diciembre de 2003 sin tener con qué hacer frente a sus deudas Enron presenta ante el juez la solicitud de suspensión de pagos. Nº 242 • Septiembre 2007 Estrategia Financiera 43