Venta del local arrendado a oficina de farmacia

 Venta del local arrendado a oficina de farmacia
La venta a un tercero del local donde se halla inmersa la oficina de farmacia, es una
situación incómoda para el farmacéutico, y no exenta de peligro.
La actual Ley de Arrendamientos Urbanos 29/1994 de 24 de Noviembre, tras los
problemas que existieron en este sentido con la ley anterior, incluyó la posibilidad
de que los contratos de alquiler se pudiesen inscribir en el registro de la Propiedad,
situación que recomiendo vivamente al farmacéutico, por un principio de mínima
prudencia. Es verdad que el coste en ocasiones es elevado (me remito al capítulo
de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados),
pero las ventajas que ofrece son indudables.
¿En qué situación arrendaticia queda la oficina de farmacia en la que el
propietario del local haya procedido a su enajenación o venta?
El adquirente de la finca arrendada quedará subrogado en los derechos y
obligaciones del arrendador salvo que concurran en el adquirente los requisitos del
artículo 34 de la Ley Hipotecaria. Pero si el comprador ha adquirido la finca de
buena fe y no conocía que contenía una oficina de farmacia, (por no estar el
contrato de arrendamiento inscrito en el Registro de la Propiedad), podrá proceder
a la extinción del contrato. Esta es la razón por la que hay que ser prudente e
inscribir los contratos de arrendamiento en dicho Registro ya que la seguridad
jurídica que nos proporciona es plena.
Así, se pretende frecuentemente desahuciar al farmacéutico por el adquirente del
inmueble, basándose en no reconocer el contrato:
"...se interpuso demanda en ejercicio de acción reivindicatoria contra A.R, siendo
objeto el local sito en ..., dedicado a oficina de farmacia, en virtud del contrato de
arrendamiento celebrado el 15 de junio de 1994..." "...mediante el presente
recurso de apelación, en tanto que la posesión del arrendatario es directa, es
jurídicamente derivada de la del propio arrendador, sin que pueda alegar que ha
perdido dicha posesión al ser vencido en juicio, sin audiencia alguna de quien
dispuso de la cosa como dueño al arrendarla" (Audiencia Provincial de Murcia.
AC 1998\4071).
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