ARGUMENTOS SOBRE EL FEDERALISMO ¿QUÉ ES EL FEDERALISMO? 1. Origen Federalismo viene del latín foedus, es decir, pacto. El poeta Joan Maragall lo definía como Unión y Libertad. Es una corriente del pensamiento político y un ideal de organización social que concibe la construcción de un orden mundial mediante un sistema de pactos entre los diferentes pueblos, las diferentes naciones o los diferentes estados. Parte de la persona que libremente se asocia a otras para formar comunidades. La organización social se construye a partir de cesiones libres de soberanía de las comunidades (en forma lateral –municipios- en forma piramidal – regiones, naciones, Estados, entitades supraestatales-). Es la mejor manera de organizar Estados y Uniones de Estados en un mundo de soberanías compartidas e interdependencias crecientes. Federalismo es, al mismo tiempo, autogobierno y cogobierno, es decir, autogobierno de las unidades federadas y participación de éstas en el gobierno de la Federación. 2. Tradición El federalismo tiene una gran tradición en Cataluña y también en España (Valentí Almirall y Pi i Margall). Se ajusta muy bien a los ideales de progreso de libertad, fraternidad y solidaridad. Se trata de aceptar la diversidad para reforzar la unidad. El federalismo ha impregnado al europeísmo a través de la reivindicación de construir unos Estados Unidos de Europa. 3. El federalismo en el mundo Según el Fórum de Federaciones, 28 países, que suponen más del 40% de la población del mundo, se autodenominan federales o están considerados generalmente como federales (Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos de América, Etiopía, Islas Comores, India, Iraq, Malasia, México, Micronesia, Nigeria, Palau, Pakistán, República Democrática del Congo, Rusia, Saint Kitts y Nevis, Sudáfrica, Sudán, Suiza, Venezuela). Casi todas las democracias con gran población o extensión territorial son federales. La Unión Europea tiene un buen número de características federales. 4. Variantes del federalismo. Federalismo asimétrico. El federalismo se presenta en muchas variantes y contextos. La esencia del federalismo es que haya dos niveles de gobierno constitucionalmente establecidos con cierta autonomía real el uno respecto del otro y que los gobiernos de cada nivel sean directamente responsables ante sus electorados respectivos. En términos generales hay dos aproximaciones diferentes a la distribución de poderes dentro del federalismo: el modelo dual y el modelo cooperativo. Muchos países presentan elementos de ambos. El modelo dual (que se ajusta más al planteamiento que hace el PSC) supone atribuir competencias diferentes a cada nivel de gobierno, mientras el modelo cooperativo o integrado supone reconocer muchas competencias compartidas y los gobiernos de las entidades constituyentes (provincias, regiones, comunidades autónomas, Estados) a menudo gestionan políticas elaboradas en el centro. La expresión federalismo asimétrico describe federaciones en las que la distribución de competencias no es uniforme y también federaciones que contienen diferentes realidades nacionales (por ejemplo, en España no todas las Comunidades Autónomas tienen competencias en policía; y en España hay Comunidades con lengua y derecho civil propio y otras que no, las hay que gozan de concierto económico y las hay que no). Para definir mejor esta segunda vertiente, hay quien prefiere la denominación federalismo plurinacional. 5. Bilateralidad La bilateralidad es un mecanismo directo de relación del gobierno central con los gobiernos de las unidades federadas para resolver determinadas cuestiones concretas (por ejemplo, el retorno de los papeles de Salamanca fue negociado directamente entre el gobierno de España y el de la Generalitat; el Estatuto de Cataluña enmarca las relaciones entre la Generalitat y la Administración General del Estado en la llamada Comisión Bilateral). 6. Confederación En estos momentos el derecho internacional no reconoce ninguna confederación (aunque Suiza se denomina Confederación Helvética, es un estado federal). La razón fundamental es que en los sistemas confederales el gobierno central es una creación legal de las unidades constituyentes, que pueden revertir su decisión de compartir soberanías en cualquier momento ya que no pierden nunca la soberanía originaria, la inestabilidad que ello supone y la escasa seguridad jurídica que proporciona explica la ausencia de confederaciones en la actualidad. 7. Independencia / secesión Muchas constituciones federales excluyen la posibilidad de secesión (de independencia) de las unidades federadas, pero hay excepciones. El ejemplo más interesante es el que proporciona Canadá donde, para resolver la cuestión planteada por el secesionismo quebequés, se ha establecido que las provincias (nombre que reciben allí las unidades federadas) pueden celebrar referéndums en los que se plantee su secesión (independencia) con condiciones de "claridad", pregunta clara, quórum prefijado y resultado claro. La victoria del "sí" da pie a la apertura de negociaciones para la independencia. De la experiencia canadiense se deducen dos principios esenciales: la eventual secesión debe ser un procedimiento acordado en el marco de la legalidad, no puede ser un procedimiento ni unilateral ni ilegal. Es esta perspectiva la que inspira el reciente acuerdo entre el Reino Unido y Escocia sobre esta cuestión. LA SOLUCIÓN FEDERAL QUE PROPONEMOS 1. España, ¿Estado federal? Aunque muchos expertos consideran que el sistema español es de tipo federal, hay cuestiones que nos separan de los Estados federales más sólidos: la inexistencia de un Consejo Federal (es decir, no disponemos de una verdadera cámara territorial, de un Senado de las Comunidades Autónomas), una gran confusión competencial con un exceso de intervencionismo por parte del Estado, un sistema de financiación poco transparente, y la falta de reconocimiento de la plurilingüismo de España. plurinacionalidad, pluriculturalidad y 2. Balance del Estado de las Autonomías Aunque el balance de más de 30 años de Estado de las Autonomías es eminentemente positivo (nunca en la historia de España había habido un período tan largo de progreso, de descentralización política, de prosperidad económica, de reducción de los desequilibrios territoriales y de reconocimiento del autogobierno de Cataluña), no hay duda de que las relaciones entre Cataluña y España se han visto sometidas en los últimos años a una tensión muy fuerte que ha sido percibida de forma especialmente negativa desde Cataluña. 3. Problemas concretos a resolver El proceso que condujo a la aprobación del Estatuto de 2006, la negociación del nuevo sistema de financiación aprobado en 2009 y la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 sobre el Estatuto han implicado profundas heridas, a las que hay que añadir los incumplimientos de los sucesivos gobiernos de España, las dificultades en materia de infraestructuras (particularmente el retraso con respecto al Corredor Mediterráneo), la percepción de injusticia con respecto a la financiación de la Generalitat porque a pesar de las mejoras obtenidas, después de aplicados los mecanismos de nivelación y solidaridad, Cataluña pierde posiciones en la clasificación de las Comunidades Autónomas en función de sus ingresos disponibles per cápita, mientras se mantiene el privilegio de los sistemas de convenio y concierto, y la ofensiva recentralizadora del gobierno del PP que añade agravios a una situación en la que se percibe un escaso respeto hacia la identidad nacional catalana. 4. La propuesta del PSC Como respuesta a este malestar creciente, el PSC propone una reforma constitucional que haga de España un Estado federal, respetuoso de la realidad plurinacional, pluricultural y plurilingüística de España. En esta reforma habrá que combinar técnicas de federalismo asimétrico y también los necesarios mecanismos bilaterales de relación. El procedimiento de reforma constitucional podrá iniciarse por el Parlament de Catalunya o plantearse directamente en el Congreso. 5. Contenidos de la reforma constitucional La reforma constitucional reconocimiento de la que identidad proponemos nacional asegurará catalana, de el su singularidad en el marco español, que tiene raíces históricas profundas y se manifiesta especialmente en su lengua, cultura, derecho civil e instituciones de autogobierno. Asimismo, la reforma constitucional que proponemos contendrá reglas claras que delimiten con precisión los espacios competenciales del Estado y las Comunidades Autónomas, permitiendo que la Generalitat pueda desarrollar las políticas públicas, procurando la máxima proximidad, eficacia y eficiencia, evitando duplicidades e innecesarias interferencias del gobierno del Estado. Las Comunidades Autónomas podrán representar a España a nivel europeo e internacional en el marco de sus competencias exclusivas. El Senado se convertirá en un Consejo Federal con presencia de los gobiernos de las Comunidades Autónomas. 6. Federalismo fiscal La reforma que proponemos recogerá también técnicas de federalismo fiscal para lograr un trato económico justo, a partir de las cuales la gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los tributos esté a cargo de una Agencia Tributaria consorciada entre el Estado y las Comunidades autónomas que lo soliciten, con unos mecanismos de nivelación y solidaridad transparentes que garanticen el principio de ordinalidad. 7. La regulación de un referéndum sobre la independencia En el marco de la negociación de la reforma de la Constitución que hará de España un Estado federal, que es nuestra propuesta y nuestra prioridad, habrá que abordar también la regulación de un referéndum o consulta específica sobre la independencia. Nosotros preferimos decir a las cosas por su nombre, y evitamos por tanto las expresiones "autodeterminación" o "derecho a decidir" debido a su imprecisión. Habrá que regular este referéndum o consulta específica sobre la independencia con carácter vinculante a partir de la experiencia de la "claridad" canadiense, estableciendo con precisión quién puede pedirlo, qué apoyo debe recoger la petición, la pregunta a formular, el quórum de participación y el apoyo que debe recoger la respuesta favorable a la secesión. La victoria del sí implicaría la negociación de las condiciones de la independencia y la victoria del no implicaría la imposibilidad de volver a convocar un referéndum de estas características en un plazo razonable de tiempo.