O-12: OPCIÓN POR CRISTO I. PRESENTACIÓN En tiempos de Jesús, Él invitó a hombres concretos a seguirlo; algunos le respondieron, otros no. A lo largo de la historia siguen existiendo hombres y mujeres que vuelven a sentir esa llamada y responden, optan por Cristo sirviendo en algo a la sociedad. Trataremos de profundizar qué es lo que hace a esos hombres y mujeres responderle a Dios y optar por Cristo. II. PUNTO DE PARTIDA ¿Para ti qué significa optar por Cristo? ¿Qué hombres o mujeres admiras tú a causa de la opción que han hecho por Cristo?, ¿por qué? ¿Por qué crees tú que hay gente que no logra optar y decidirse por Cristo? 1 III. ILUMINACIÓN Jesús salió de nuevo bordeando el lago; la gente acudía en masa y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: - Sígueme. Se levantó y lo siguió. (Mc 2, 13-14) Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su hermano Andrés que estaban echando una red en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: - Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en su barca repasando las redes, y en seguida los llamó; dejaron a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros y se marcharon con El. (Mc 1, 16-20) ¿Qué es lo que hizo a esos hombres optar por Cristo? ¿Cuáles eran las implicaciones de esa opción? Estaba Jesús saliendo al camino, cuando se le acercó uno corriendo, se le arrodilló y le preguntó: - Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? Jesús le contestó: - ¿Por qué me llamas bueno?, Nadie es bueno más que uno, Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. El declaró: - Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven. 2 A esto, Jesús se le quedó mirando, le tomó cariño y le dijo: - Una cosa te falta: ve a vender lo que tienes y dáselo a los pobres, que Dios será tu riqueza; y, anda, sígueme a mí. A estas palabras el otro frunció el ceño y se marchó entristecido, pues tenía muchas posesiones. (Mc 10, 17-23) ¿Por qué este joven no pudo optar por Cristo? ¿Qué te puede impedir a ti optar por Cristo? dijo: Después invitó a la gente a reunirse con sus discípulos, y les - El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Pues quien quiera asegurar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi y por la buena noticia, la salvará. A ver, ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si malogra su vida? Y ¿qué podrá dar para recobrarla? Porque si uno se avergüenza de mí y de mis palabras entre la gente idólatra y pecadora, también este hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles. (Mc 8,34-38) La palabra "radical" es una palabra sospechosa. Y hoy más aún, por sus connotaciones políticas. Un radical es un extremista. Un insensato, un imprudente. Lo contrario del equilibrio. No así en la espiritualidad cristiana. En la línea del seguimiento de Cristo, el cristiano debe ser radical y en cambio, un cierto "equilibrio" puede ser ambiguo. En el lenguaje evangélico, radical es el que va a la raíz, el que asume la enseñanza de Jesús con todas sus consecuencias. (Segundo Galilea) 3 Para nosotros los cristianos, la opción de Cristo ha de ser nuestra opción. No hay duda. Otros también optan por el Reino, sin ser cristianos, sin la explicitud con la que nosotros podemos y debemos optar. Porque para nosotros el Reino tiene nombre de Reino. El Reino es para nosotros vivencia de Jesús, palabra de Jesús, praxis de Jesús... Esa es la ventaja que nosotros los cristianos tenemos. Otros dirán justicia, liberación, independencia, comida, dignidad humana, libertad, solidaridad, fraternidad, esperanza, proceso histórico...También están diciendo Reino ¿no? Nosotros tenemos la ventaja de que Dios nos dio para todas esa palabras clave y su versión en carne y hueso, en sangre y muerte, en utopía anticipada, en resurrección: Jesús. (Pedro Casaldáliga) IV. COMPROMISO 1. ¿Qué condiciones nos plantea Jesús para optar por Él? 2. ¿Qué es lo que te impulsa a ti para optar por Cristo? 3. ¿Qué renuncias concretas te pide a ti esa opción? 4