ESTIRAMIENTO DE LOS MÚSCULOS ISQUIOTIBIA

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ESTIRAMIENTO DE LOS MÚSCULOS ISQUIOTIBIALES MEDIANTE CORRIENTE ELÉCTRICA.
Resumen
Antonio Morral Fernández
Imma Pérez Albero
Cristina Gómez Infante
Centro de Fisioteràpia “Salut i Esport”.
Santa Perpètua de Mogoda. (Barcelona)
EUIFN Blanquerna. Universitat Ramon
Llull.
Contacto
[email protected]
La técnica del estiramiento muscular mediante corriente eléctrica combina la electroestimulación muscular eléctrica con los principios fisiológicos descritos por
Sherrington.
OBJETIVO: Evaluar el aumento de la flexibilidad de los músculos isquiotibiales tras un
estiramiento mediante corriente eléctrica.
METODOLOGIA: Estudio de casos sin grupo control.
Pacientes: 15 futbolistas mayores de 25 años con antecedentes de lesiones musculares en ambos isquiotibiales. N=30.
La flexibilidad de los m. isquiotibiales se midió mediante el test de Lasegue.
ANALISIS ESTADÍSTICO: Se compararon los grados en el test de Lasegue antes del
estiramiento y después del estiramiento mediante la prueba no paramétrica de
Wilcoxon.
RESULTADOS: Todos los futbolistas aumentaron los grados en el test de Lasegue. La
media pasó de 44,8 º antes del estiramiento a 88,7º después del estiramiento
(p<0,05).
CONCLUSION: Esta experiencia carece de grupo control y por tanto no representa ninguna evidencia científica. Esta experiencia es un punto de partida para el diseño
de un ensayo clínico aleatorio que permita evaluar la eficacia del estiramiento muscular mediante corriente eléctrica.
Introducción
Es una de las lesiones mas frecuentes en el mundo del deporte es la lesión de los
músculos isquiotibiales [7,24]. La epidemiología de la lesiones musculares ha sido
muy estudiada en el “fútbol australiano”, siendo la lesión de los m. isquiotibiales la
más frecuente [3,22]. En la etiología de estas lesiones existen mecanismos intrínsecos (características físicas/ biomecánicas individuales) y extrínsecos (aspectos relacionados con el tipo de deporte) [23].
En las ligas de fútbol inglesa (Premier and Football League), se analizaron 92 clubes
durante las temporadas 1997-1998 y 1998-1999. La lesión de isquiotibiales fue la
lesión más frecuente [27], ocupando el 12 % del total de lesiones.
En dichas ligas inglesas, las lesiones en los m. isquiotibiales representan un tercio del
total de lesiones musculares.Y con un alto porcentaje de recidivas [5].
El bíceps femoral esta afectado en el 53% de las lesiones de los m. isquiotibiales [27].
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La edad superior a 25 años [4,9] y haber tenido lesiones musculares previas [1,10]
son factores de riesgo para tener recidivas o nuevas lesiones musculares.
Los resultados de un estudio en la liga sueca de fútbol [16] indican que si un futbolista tiene una lesión en los músculos isquiotibiales es muy probable que sufra la
misma lesión en las temporadas siguientes. La globalidad biomecánica y propioceptiva [21], en especial el equilibrio lumbo-pélvico [19], son muy importantes en la
prevención y tratamiento de esta lesión. En el fútbol, las técnicas de estiramiento
son un factor protector en las lesiones de los m. isquiotibiales [5,6]. Los estiramientos aumentan la flexibilidad muscular de los isquiotibiales y disminuyen la resistencia pasiva que ofrecen al ser estirados [4].
En el “fútbol australiano”, el trabajo excéntrico reduce el riesgo de lesión en los m.
isquiotibiales [8]. En un ensayo clínico realizado en la liga de fútbol sueca, se analizaron dos programas preventivos. Los resultados mostraron que el trabajo excéntrico es superior a los estiramientos pasivos [2]. En otro estudio [20] realizado en
la liga sueca de fútbol femenino se comprobó que una pobre relación de los m.
isquiotibiales respecto a los m. cuadriceps es un factor de riesgo. A la misma conclusión se llega en otra publicación muy reciente [17] y recomienda el trabajo muscular de los isquiotibiales (aumentar su ratio respecto a los cuadriceps) para prevenir lesiones en los m. isquiotibiales y en el ligamento cruzado anterior.
Hay que seguir investigando en nuevas técnicas preventivas para disminuir el índice de lesiones en los músculos isquiotibiales[18].
Sería importante iniciar líneas de investigación encaminadas a prevenir las lesiones
recidivantes en los músculos isquiotibiales sobretodo en deportistas mayores de 25
años [10].
En el centro de fisioterapia “Salut i Esport” tratamos cada temporada un gran
número de lesiones musculares. La lesión de los músculos isquiotibiales en futbolistas es la más frecuente. El número de recidivas es muy alto, sobretodo en los futbolistas de mayor edad. No conocemos ningún protocolo de tratamiento o prevención de lesiones musculares que incluya los estiramientos musculares mediante
corriente eléctrica.
En las bases de datos electrónicas Medline, Embase, Cinahl, Pedro y Cochrane Library no
aparece ningún artículo sobre estiramientos musculares mediante electroestimulación.
En la revista española Fisioterapia aparecen 2 artículos [25,26] que describen y presentan resultados clínicos sobre el estiramiento de los músculos isquiotibiales
mediante corriente eléctrica.
La técnica combina la electroestimulación muscular eléctrica con los principios descritos por el fisiólogo inglés Charles Scott Sherrington (1857-1952):
1. La inhibición del tono muscular post contracción isométrica.
2. La inhibición del tono muscular del músculo antagonista debido a una contracción del músculo agonista.
Las bases fisiológicas de esta técnica son la suma de distintas variables. La contracción muscular de los isquiotibiales producida por la estimulación eléctrica, la
información sensitiva de los mecanorreceptores y fundamentalmente la hiperestimulación de los órganos tendinosos de Golgi (OTG). La información aferente
enviada por los OTG inhibirá la actividad de las motoneuronas del asta anterior de
la médula espinal, produciendo una disminución del tono muscular de los isquiotibiales. Con el tono muscular disminuido, los m. isquiotibiales opondrán menor resistencia al ser estirados. Durante la técnica, el paciente contrae su músculo cuadriceps y el fisioterapeuta ejerce una fuerza para aumentar la distancia entre origen e
inserción muscular. Evaluar el aumento de la flexibilidad de los músculos isquiotibiales tras un estiramiento mediante corriente eléctrica en futbolistas mayores de 25
años con antecedentes de lesiones musculares en los isquiotibiales.
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Esta experiencia es un punto de partida para el diseño de un ensayo clínico aleatorio que permita evaluar la eficacia del estiramiento mediante corriente eléctrica
en la prevención de lesiones recidivantes de los músculos isquiotibiales en futbolistas mayores de 25 años.
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Métodos
Participantes: Participaron en el estudio 15 futbolistas masculinos no profesionales
(categoría regional). Edades comprendidas entre los 26 y 34 años (media 29 años).
Todos los futbolistas habían sufrido al menos una lesión en ambos músculos isquiotibiales. En el momento de realizar el estudio los participantes no presentaban ninguna
patología, estaban asintomáticos y recuperados de sus antiguas lesiones.
Figura 1
Presentaban una pobre flexibilidad de los músculos isquiotibiales. Utilizando un término común en el mundo del fútbol, los participantes tenían los “isquios cortos”. En el
test de Lasegue, la tirantez dolorosa (la primera sensación de molestia) aparecía en
todos los futbolistas antes de los 65 º (media 44,8º). El estiramiento se realizó en
ambas extremidades, N=30.
Equipamiento: Para el estudio se utilizó el equipo de electroterapia “Megasonic 313”
de Electromedicarin. La flexibilidad de los m. isquiotibiales se midió mediante el test de
Lasegue con un goniómetro standard.
Procedimiento: La técnica se iniciaba con 10 minutos de bicicleta estática, sin resistencia y a una intensidad que permitiera al futbolista hablar sin dificultad.
Figura 2
Después de la bicicleta, el participante se colocaba en decúbito supino sobre una camilla y se media la flexibilidad de los 2 músculos. isquiotibiales mediante el test de
Lasegue, controlando las compensaciones y anotando los grados a los que el futbolista refería la primera sensación de molestia (una tirantez en la cara posterior del
muslo).(figura 1)
La flexibilidad de los músculos isquiotibiales puede medirse a través del test de Lasegue
[12,13,14,15] aunque hay autores que defienden la colocación del paciente en decúbito
supino con el ángulo coxo-femoral a 90 grados y medir la flexibilidad de los m. isquiotibiales mediante el ángulo femoro-tibial al realizar una extensión activa de la rodilla [11].
Tras aplicar el test de Lasegue colocamos los electrodos en la cara posterior del
muslo.(figura 2)
Utilizamos 3 electrodos adhesivos. Uno de 50 cm cuadrados situado a nivel proximal
y dos de 25 cm cuadrados situados a nivel distal. (figura 2). Los parámetros eléctricos
utilizados fueron: (figura 6)
Figura 3
-Forma del pulso : pulso rectangular compensado simétrico.
-Duración del pulso: 300 microsegundos.
-Frecuencia de los pulsos: 50 Hz. sin trenes, es decir sin tiempos de pausa.
-Intensidad de los pulsos: Muy elevada, con el objetivo de reclutar el mayor número
de fibras musculares (sumación espacial). La intensidad oscila entre los 50-80 miliamperios, aunque este parámetro es muy relativo ya que depende en gran medida de la
resistencia que ofrece la piel a la corriente eléctrica.
Figura 4
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Colocación del paciente: En decúbito supino, el fisioterapeuta realiza una flexión de la
articulación coxo-femoral y una extensión de la articulación femoro-tibial, con el objetivo de separar el origen y la inserción de los isquiotibiales (recorrido externo) El
paciente describe una sensación molesta de tirantez. Evitaremos las compensaciones,
si es necesario fijaremos al paciente en la camilla mediante cinchas.
Son necesarios dos fisioterapeutas, uno para regular la intensidad del generador eléctrico y otro para colocar al paciente en posición de partida, evitar compensaciones y
ejercer la fuerza para estirar el músculo. Puede ser necesario un tercer fisioterapeuta
para evitar compensaciones. (figura 3)
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niciamos la electroestimulación sobre el músculo en recorrido externo, de forma progresiva aumentamos la intensidad eléctrica hasta que el paciente note una gran ten-
sión tetánica sobre los músculos isquiotibiales. En ese momento, el paciente debe realizar una contracción del músculo cuadriceps y simultáneamente el fisioterapeuta estira de forma progresiva el músculo. (figura 4)
La técnica tiene una duración aproximada de 10 segundos. Durante estos 10 segundos la intensidad de la corriente eléctrica se aumenta gradualmente. Finalizamos la técnica interrumpiendo de forma brusca el estímulo eléctrico y manteniendo 1-2 segundos el músculo en recorrido externo. Se repite el proceso en la otra extremidad.
Al finalizar el estiramiento mediante corriente eléctrica se repite de nuevo el test de
Lasegue en ambas extremidades y en las mismas condiciones aplicadas en la valoración inicial. Por ejemplo, si en la valoración inicial, el deportista necesitó cinchas para
evitar compensaciones, en la valoración final se aplicaban otra vez las cinchas. Se anotaban los grados a los que el futbolista refería la primera sensación de molestia (una
tirantez en la cara posterior del muslo).
Figura 5
Análisis estadístico
Se compararon los grados en el test de Lasegue antes del estiramiento y después del
estiramiento.
El análisis de los datos se realizó con el programa SPSS (versión 10.1) y se usó la prueba no paramétrica de Wilcoxon
Resultados
Figura 6
Tras el estiramiento con corriente eléctrica, todos los futbolistas aumentaron los grados en el test de Lasegue. Es decir, tras el estiramiento con corriente eléctrica, la primera sensación de molestia (tirantez en la región posterior del muslo) aparecía más
tarde. Las diferencias entre los valores pre-estiramiento (before) y post-estiramiento
(after) fueron estadísticamente significativas (p<0,05). La media pasó de 44,8 º antes
del estiramiento a 88,7º después del estiramiento
Todos los deportistas, al finalizar el estiramiento, se mostraron sorprendidos por las
ganancias obtenidas. 10 futbolistas consideraron que la técnica es dolorosa.
7 futbolistas presentaron ligeras molestias musculares en ambos muslos a las 24-48
horas del estiramiento, estas molestias fueron definidas como leves y no interfirieron
en sus actividades laborables y/o deportivas. No hemos observado ningún otro efecto secundario ni complicación.
Test de Lasegue - Figura 7
Conclusión
En el grupo de futbolistas estudiados, existe un aumento considerable de la flexibilidad de los músculos isquiotibiales después de un estiramiento mediante
corriente eléctrica.
La técnica es rápida, fácil de aplicar y no tiene efectos secundarios.
Esta experiencia carece de grupo control y por tanto no representa ninguna evidencia científica.
No tenemos datos, pero creemos que es importante mantener las ganancias
obtenidas realizando ejercicios convencionales de estiramiento (figura 5).
Este trabajo es un punto de partida para el diseño de un ensayo clínico aleatorio que permita evaluar la eficacia del estiramiento mediante corriente eléctrica
en la prevención de lesiones recidivantes de los músculos isquiotibiales en futbolistas mayores de 25 años.
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