Defendiendo la Fe Católica

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Defendiendo la Fe Católica
por el Padre Nicholas Gruner, S.T.L., S.T.D. (Cand.)
En esta edición de The Fatima Crusader, nosotros lo ponemos al corriente sobre el ataque
de ciertas autoridades altamente situadas en la Iglesia al propio santuario que conmemora las
apariciones de Nuestra Señora de Fátima. En este suelo sagrado, el mismo Rector del santuario
permitió el sacrilegio de que tuvieran lugar sacrílegos rituales hinduistas en el altar en el sitio
preciso donde Nuestra Señora de Fátima se apareció para pedir la conversión de Rusia y el
triunfo de Su Inmaculado Corazón.
Nosotros examinamos cómo miles de clérigos y laicos católicos tradicionales viajaron a
Fátima en agosto de 2005 para hacer reparación por este sacrilegio, para ser luego hostigados por
el rector y sus secuaces.
¿Qué debemos hacer con esta locura que parece volverse cada vez peor con cada día que
pasa?
Después de cuarenta años de cambios que parecen no tener fin, de rebeliones,
desorientación y escándalo dentro de la Iglesia Católica, todo en nombre de la “renovación” del
Vaticano II, los fieles católicos deben luchar contra la tentación de la desesperanza. “¿Cuándo
terminarán?” nos preguntamos a nosotros mismos.
Con casi todos los que ostentan autoridad acompañando la revolución en la Iglesia y
declarando caduca la Fe de nuestros padres, sería fácil darse por vencido y simplemente aceptar
lo que las autoridades han aprobado o tolerado.
Eso es, verdaderamente, lo que hicieron muchos católicos, a pesar de toda la evidencia de
que los cambios en la Iglesia desde el Vaticano II han sido totalmente desastrosos en todo lo que
se refiere a: bautismos, vocaciones, conversiones, asistencia a Misa, adhesión a la doctrina
católica – en suma, a todas las muestras de la vitalidad de la Iglesia – que han caído en picada
desde el fin del Concilio en 1965.
Pero ninguna autoridad, no importa cuan elevada – ni siquiera el mismo Papa – puede
pedirnos que ignoremos la evidencia ante nuestros sentidos. La Iglesia está claramente en medio
de la peor crisis de Su historia. El propio Papa actual, siendo entonces el Cardenal Ratzinger,
admitió eso.
“Los resultados del Concilio parecen haber contradecido las expectativas
que todos tenían, comenzando con Juan XXIII y Paulo VI… Nosotros hemos
estado enfrentando, en su lugar, un proceso continuo de descomposición que ha
ido avanzando considerablemente sobre la base de apelaciones al Concilio, y así
se ha desacreditado el Concilio ante los ojos de mucha gente.” 1
Contra un hecho no hay argumentos
No hay argumento contra un hecho: la “renovación” de la Iglesia después del Vaticano II
es un catastrófico fracaso. En lugar de una “renovación”, lo que nosotros vemos es un intento de
imponer a la Iglesia una religión íntegramente nueva en lugar de lo que fue transmitido por los
descendientes de los apóstoles durante casi 2.000 años.
1
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
Gracias al “ecumenismo”, al “diálogo”, al “diálogo interreligioso”, y, por supuesto, a la
Nueva Misa, la condición exterior de la Iglesia hoy es tal que los grandes Papas anteriores al
Concilio nunca hubieran reconocido una parroquia católica media como católica.
Aquí también el Cardenal Ratzinger admitió la verdad, pues él escribió el prefacio en
lengua francesa a un libro de Monseñor Klaus Gamber, The Reform of the Roman Liturgy, en el
cual este monseñor hizo la asombrosa sino también verdadera observación sobre el estado de la
Iglesia hoy:
‘Un católico que ha dejado de ser miembro activo de la Iglesia durante la
pasada generación y que, habiendo decidido volver a la Iglesia, quiere volverse
activamente religioso nuevamente, probablemente no reconocería la Iglesia de
hoy como la que había dejado. Simplemente al entrar a una Iglesia Católica,
particularmente si fuera de diseño ultra moderno, se sentiría como si hubiera
entrado a un lugar desconocido, extraño. El pensará que debió haber ido a una
dirección equivocada y que entró accidentalmente a alguna otra comunidad
religiosa cristiana.2
¡No! Uno no puede argumentar contra un hecho. No importa que tales autoridades puedan
decir lo contrario, la revolución en la Iglesia Católica desde el Vaticano II plantea, como todas
las revoluciones, un alejamiento, y un rechazo del pasado, en este caso, de las propias tradiciones
de nuestra Fe.
Y no importa que “autoridad” lo diga, la Iglesia está en crisis porque los mandatos de
Fátima no han sido obedecidos. Estos no han sido obedecidos porque la consagración de Rusia
no ha sido llevada a cabo, a pesar de la ceremonia de 1984 en la cual Rusia nunca fue
mencionada. Aunque la “autoridad” parlotee sobre el “milagro” en Rusia, en el mundo real
nosotros podemos ver que desde 1984 Rusia se ha convertido en una dictadura neo-stalinista,
sostenedora del aborto, y aliada de China Roja. En la Rusia de hoy, la Iglesia Católica sufre una
persecución tan severa que incluso el Vaticano ha protestado seriamente porque eso “recuerda
las prácticas deplorables de la era soviética”.3
Desorientación diabólica
Que incluso las más altas autoridades de la Iglesia hayan aprobado el desastre de los
pasados 40 años, no es razón para seguir acompañándolo. Nosotros deberíamos recordar que esta
no es la primera vez en la historia de la Iglesia que su liderazgo ha sucumbido a lo que la
Hermana Lucía llamó con justicia “desorientación diabólica”.
Nosotros podemos ver nuestra actual situación en la descripción del Cardenal Newman de
la crisis arriana en Siglo IV, cuando casi todos los obispos o bien aceptaron o se prestaron a la
herejía que enseñó falsamente que Cristo no es verdadero Dios y verdadero hombre.
Un gran número de obispos faltó en su confesión de la Fe… Ellos
hablaban en forma diferente, uno contra el otro; no hubo ningún testimonio firme,
invariable, consistente durante aproximadamente sesenta años, después [del
Concilio] de Nicea [a.D. 325]. Hubo falsos Concilios, obispos infieles; hubo
debilidad, temor a las consecuencias, descarrío, engaño, alucinación,
interminable, desesperanzada, extendiéndose en casi todos los rincones de la
Iglesia Católica. Los comparativamente pocos que permanecieron fieles fueron
desacreditados y arrojados al exilio; el resto fueron embusteros o engañados.4
Preste atención a la frase de Newman “los comparativamente pocos que permanecieron
fieles fueron desacreditados y arrojados al exilio…” ¿No es precisamente eso lo que nosotros
2
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
vemos hoy en el caso de los comparativamente pocos que permanecieron fieles a lo que ahora es
denigrado por los “embusteros o engañados” de nuestro tiempo como “Catolicismo pre-Vaticano
II”?
¿No vemos nosotros que el Centro de Fátima y los sacerdotes fieles a lo largo de la
Iglesia, incluyéndome, son perseguidos y exiliados por los obispos liberales e incluso por ciertos
elementos de la burocracia Vaticana, mientras que los “embusteros y engañados” permanecen
como los poseedores y guardianes de la “verdadera religión”. Tal como en el tiempo de Arrio,
cuando San Atanasio, quien encabezaba la oposición al arrianismo, fue exiliado cinco veces por
sus “hermanos obispos” y fue “excomulgado” con una sentencia “confirmada” por el Papa
Liberio;
Así, nosotros hoy vemos sacerdotes ortodoxos, castos y militantes
declarados “excomulgados” o “suspendidos” por ofensas no existentes,
mientras aquellos que procuran destruir la Iglesia son mimados, elogiados e
incluso promovidos a altos oficios.
Por eso, algunas personas dicen que yo estoy “suspendido” por un delito que ni siquiera
saben especificar – porque no se ha cometido ningún delito. Además de las declaraciones
públicas contra mí, hay una campaña privada de murmuraciones en la que este o aquel sacerdote
u obispo, repitiendo las mismas mentiras, están actuando como si tuvieran algún gran peso de
autoridad detrás de ellos, cuando en realidad se basan nada más que en prejuicios estúpidos.
Uno recuerda una observación del Prof. Philip Davidson en su estudio monumental sobre
el uso de la propaganda en la Revolución Americana: la forma más efectiva de atacar el orden
establecido y justificar la rebelión no es “la razón, o la justicia, o incluso el propio interés, sino el
odio. Un odio irracional, una repugnancia ciega, se despierta no contra las políticas sino contra la
gente”.5
La política del odio
Y los sostenedores de la revolución en la Iglesia dentro del “respetable” Establishment
católico están apenas demasiado felices de cooperar en esta política eclesiástica de odio. En los
foros de preguntas y respuestas de EWTN, por ejemplo, los “expertos” teólogos de EWTN,
encabezados por su “Vice Presidente para la Teología”, un Sr. Colin Donovan hizo más de 66
referencias solo a mi persona como “suspendido”, “cismático”, “desobediente”, “desleal al Papa”
y otros epítetos sin ninguna base en la realidad. Esa campaña de odio resultó finalmente
demasiado para un seguidor de EWTN, quien criticó a EWTN (y al Sr. Donovan en particular)
en su propio sitio web:
“¿Qué está haciendo realmente el Padre Gruner para ser digno de tan alto
nivel de atención y censura? El Sr. Donovan difama sin evidencia. Esa en una
conducta traicionera y falta de caridad… Usted debería avergonzarse de usted
mismo.
“Estoy avergonzado de haber apoyado a EWTN durante años con mis oraciones,
con mis fondos y nuestras visitas. Estoy avergonzado de lo que está haciendo
nuestra Iglesia a la gente que cree en la continuidad histórica de nuestra Fe y en
la importancia de la liturgia al transmitir esa Fe. Estoy avergonzado por la forma
en que Roma está volviendo la espalda a la sangre de los mártires. Estoy
avergonzado por mi propia participación en liturgias alocadas y en heréticas CCD
[clases de Doctrina Católica Cristiana].”6
Este católico angustiado expresa perfectamente nuestros propios sentimientos sobre lo
que hoy se está haciendo no solo contra mi persona sino también contra otros buenos sacerdotes,
3
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
por parte de aquellos que se encubren en autoridad y prestigio (la cual, ante Dios y ante los
hombres, no merecen ni tienen), tal como hicieron los fariseos de antaño.
Todavía hay esperanza
Pero nosotros podemos consolarnos en el hecho que hay un precedente histórico de
nuestra situación. Tal como la Iglesia sobrevivió a la crisis arriana y a la violenta persecución de
los fieles católicos, así, Ella sobrevivirá la presente, aún más grande crisis. Pues la promesa de
Nuestra Señora, “Al fin, Mi Corazón Inmaculado triunfará, el Santo Padre me consagrará Rusia,
Rusia será convertida y un cierto período de paz será dado al mundo,” no dejará de cumplirse. Al
fin, Su Corazón Inmaculado triunfará, y todo lo que estuvo extraviado en la Iglesia será puesto
otra vez como es debido. Dios mismo lo pondrá en su lugar, y no de otra manera. La única
pregunta pendiente es cuánto la Iglesia y el mundo deberán sufrir antes que Dios exija
obediencia de Sus súbditos indisciplinados. Nosotros con temor tememos la aniquilación de
naciones que Nuestra Señora advirtió que sería la consecuencia si la obediencia fuera demorada
demasiado tiempo.
De esta manera, en esta edición de The Fatima Crusader hay esperanza junto con malas
noticias. Usted leerá como un poco numeroso clero y laicos fieles pueden marcar una diferencia
al ponerse de pie ante los abusos de autoridad en la Iglesia, como lo hicieron en Fátima cuando
hicieron reparación por el sacrilegio en esos santísimos lugares. Y en la historia de Santa Teresa
de Avila y de San Juan de la Cruz usted encontrará inspiración en el poder de la devoción
espiritual para vencer todos los obstáculos.
Por lo tanto, tenga esperanza en medio del desastre. Y déjelos tratar de desacreditar y
exilar a los buenos católicos mientras puedan. Pues los días de los revolucionarios están
contados, mientras que la restauración de la Iglesia es inevitable. Hasta entonces, nosotros
necesitamos obedecer a Nuestra Señora de Fátima, promover todo su Mensaje de Fátima y
aferrarnos a lo que nos ha sido transmitido, y a lo que fue confirmado para nuestro tiempo tan
dramáticamente en el Mensaje de Fátima.
Notas:
1. L’Osservatore Romano, 11/9/84.
2. Mons. Klaus Gamber, The Reform of the Roman Liturgy: Its Problems and Background
(Harrison, NY: Foundation for Catholic Reform, 1993), p. 107.
3. CWN informe de noticias, 4/12/02,
http://www.cwnews.com/news/viewstory.cfm?recnum=17908
4. John Henry Newman, On Consulting the Faithful in Matters of Doctrine (Kansas City: Sheed
and Ward, 1961), p. 77.
5. Davidson, Philip, Propaganda and the American Revolution, (Univ. N. Carolina Press:
Chapel Hill, NC, 1941), p. 139
6. Comentarios pegados de John Turner, Ph. D.
4
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
El Padre Gruner continúa trabajando
Para difundir mundialmente el urgente Mensaje de Fátima:
Continuando con la investidura del Escapulario Marrón,
el Padre bendice largas filas de files, y les dedica sus libros.
El Padre en su lugar, el 22 de agosto de 2005, preparándose para
unirse a la procesión al sitio del Santuario de de Fátima para hacer
reparación por las atrocidades cometidas allí.
5
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
El Padre Gruner es fotografiado aquí en Ávila durante una
peregrinación reciente del Centro de Fátima a Portugal/España.
6
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
http://www.fatima.org/span/crusader/cr81/cr81pg03.pdf
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