UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS “ APROVECHAMIENTO DE LAS BACTERIAS (Pseudomona putida Trv.) COMO PROMOTORES DEL CRECIMIENTO EN JITOMATE (Lycopersicon esculentum Mill.), BAJO SISTEMA DE PRODUCCIÓN HIDROPÓNICO “ TRABAJO DE EXPERIENCIA RECEPCIONAL INGENIERO AGRÓNOMO PRESENTA FRANCISCO RUTILIO DOMINGUEZ ACUA XALAPA, ENRIQUEZ, VER. Enero 2013 II AGRADECIMIENTOS A la Universidad Veracruzana, a través de la Facultad de Ciencias Agrícolas e Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria, por medio de sus maestros, los cuales colaboraron a lo largo de casi cinco años para mi formación académica. Muchas gracias. Al M.C. Alejandro Retureta Aponte Por las facilidades otorgadas y apoyo brindado durante mis dos años de formación en la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria (FISPA). Al Dr. Carlos Ávila Bello Por todo el apoyo y aprendizaje que obtuve en mi estancia en la FISPA. DE MANERA ESPECIAL Al Dr. Roberto Gregorio Chiquito Contreras Por brindarme sus enseñanzas, apoyo, respaldo, amistad, pero sobre todo por creer en mí y por su ayuda brindada en todo momento….mil gracias Doctor. Al Dr. Librado Vidal Hernández Por ser un gran amigo, por su respaldo fraternal, enseñanzas, por confiar en mí y por que se que en todo momento cuento con usted… le expreso mi mayor gratitud. A la M.C. Doris G. Castillo Rocha Por su amistad, enseñanza, apoyo, paciencia, asesoría y revisión de este proyecto… mil gracias. Al Lic. Edmundo Macario Álvarez Por ser un gran amigo, por apoyarme en uno de los momentos más difíciles de mi vida, por confiar en mí y por que se que cuento con su apoyo en cualquier momento….. Gracias. Sein Alarcón Ronquillo Por ser un gran amigo y apoyo en todo este trabajo de investigación por estar en los buenos y malos momentos y apoyarme en cada etapa de la investigación…..gracias amigo. III DEDICATORIA A Dios por ser mi guía en el largo camino de la vida, por darme la Fe, la fortaleza, la salud, la esperanza y entrega para mirar siempre hacia adelante con paso firme en ella. A mi esposa y amiga Gabriela Olvera Saldaña, a ella especialmente le dedico esta Tesis. Por su paciencia, por su comprensión, por su empeño, por su fuerza, por su amor, por ser tal y como es , ……. la amo. Es la persona que más directamente ha sufrido las consecuencias del trabajo realizado. Realmente ella me llena por dentro para conseguir un equilibrio que me permita dar el máximo de mí. Nunca le podré estar suficientemente agradecido. Por estar conmigo en aquellos momentos en que el estudio y el trabajo ocuparon mi tiempo y esfuerzo son evidencia de su gran amor. Por ser parte importante en el logro de mis metas profesionales. ¡Gracias!, por haber sido mi fuente de inspiración en mi deseo de proseguir. A mí Adorado Hijo Francisco Manuel Domínguez Olvera. El es lo mejor que nunca me habia pasado, y ha venido a este mundo para darme el ultimo empujón para terminar el trabajo. Es sin duda mi referencia para el presente y para el futuro. Quien me prestó el tiempo que le pertenecía para terminar y me motivó siempre con sus caricias, alegrías, abrazos y besos cuando más los necesitaba, tus palabras “Te quiero”. Gracias mi peke por el poco tiempo que tuvimos cuando realizaba mi trabajo de tesis. A mis padres Manuel Antonio Domínguez Fermán y Dolores Araminta Acua Domínguez quienes me enseñaron desde pequeño a luchar para alcanzar mis metas. Mi triunfo es de ustedes. ¡Los amo! Por fin lo logramos después de tantos tropiezos, adversidades, fracasos, tristezas siempre estuvieron de una u otra forma apoyándome me siento orgullo de ser su hijo. A mis suegros Don Francisco Gabriel Olvera Bello, María Eugenia Saldaña quien a pesar de no ser parte de su familia siempre me motivaron a seguir adelante, por el apoyo en todos las formas en que se puede ayudar por los buenos consejos y las llamadas de atención. IV CONTENIDO AGRADECIMIENTOS…..……………………………………………………………. III DEDICATORIAS…………..………………………………………………………..... IV ÍNDICE DE CUADROS……………………………………………………………..…IX ÍNDICE DE FIGURAS……………………………………………………………….... X RESUMEN………………………………………………………………………..………....1 I. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…….… 2 1.1. Objetivo general…………………………………………………………..…….….. 4 1.2. Objetivos específicos…………………………………………………….…….…. 4 1.3. Hipótesis………………………………………………………………….…….….. 4 II. REVISIÓN DE LITERATURA………………………………………….………….……5 2.1. Aspectos generales del cultivo de jitomate…………………………….….……..5 2.1.1. Importancia económica…………………………………………………..……...5 2.1.2. Principales países productores de jitomate…………………………..……… 6 2.1.3. Principales estados productores de jitomate………………….………..……..7 2.2. Descripción botánica……………………………………………………..…………8 2.2.1. Sistema radicular………………………………………………………..……….8 2.2.2. Tallo………………………………………………………………………..………9 2.2.3. Estructura floral…………………………………………………………….. ….10 2.2.4. Semilla……………………………………………………………………………11 2.2.5. Fruto…………………………………………………………………………..….11 2.3. Requerimientos edafoclimáticos…………………………………………….........11 2.3.1. Requerimientos climáticos……………………………………………………..11 2.3.2. Requerimientos edáficos……………………………………………………….12 2.4. Calidad de semillas…………………………………………………………………12 V 2.5. Antecedentes de la técnica de cultivo hidroponía………………………………13 2.5.1. Cultivo en hidroponía…………………………………………………………...13 2.5.2. Ventajas del cultivo hidropónico……………………………………………….13 2.5.3. Desventajas del cultivo hidropónico…………………………………………...14 2.5.4. Sistemas hidropónicos………………………………………………………….14 2.5.4.1. Sistema recirculante (NFT)…………………………………………………14 2.5.4.2. Sistema raíz flotante…………………………………………………………14 2.5.4.3. Sistema con uso de sustratos………………………………………………14 2.6. Uso de microorganismos en la agricultura………………………………………15 2.6.1. Interacciones entre bacterias y otros microorganismos del suelo…………15 2.6.2. Bacterias PGPR promotoras de crecimiento de plantas……………………17 2.6.3. Los exudados de la raíz………………………………………………………..17 2.6.4. Factores que influyen sobre los exudados de la raíz y presencia de los microorganismos en el suelo…………………………………………………………….18 2.6.5. Resistencia sistémica inducida por PGPR………………………………….. 20 2.6.6. Morfología bacteriana…………………………………………………………..20 2.6.7. Colonización de la rizósfera……………………………………………………21 2.6.8. Producción de sustancias promotoras del crecimiento……………………..21 2.6.9. Géneros importantes de rizobacterias promotoras del crecimiento……….22 2.6.10. Características del género Pseudomonas………………………………….22 III. MATERIALES Y MÉTODOS………………………………………………………...23 3.1. Ubicación del área de trabajo……………………………………………………..23 3.1.1. Características físicas del invernadero……………………………………….23 3.1.2. Material genético………………………………………………………………..24 3.2. Etapa de laboratorio……………………………………………………………….24 3.2.1. Obtención y propagación de cepas rizobacterianas PGPR………………..25 3.2.2. Método de desinfección de semillas de jitomate…………………………….26 VI 3.2.3. Encapsulado de semillas con las cepas rizobacteriana P. putida .……….27 3.2.4. Germinación de semillas en cajas Petri………………………………….…..28 3.3. Etapa de invernadero………………………………………………………….…..29 3.3.1. Trasplante de semillas germinadas de jitomate en charolas de unicel …..29 3.3.2. Contenedores y sustratos……………………………………………………..30 3.3.3. Trasplante de plántulas de jitomate…………………………………………..31 3.4. Diseño experimental y análisis estadístico………………………………………33 3.5. Manejo y cuidados efectuados en el cultivo de jitomate……………………….35 3.5.1. Establecimiento del tutorado para guiar el crecimiento de la planta………35 3.5.2. Control de enfermedades y plagas……………………………………………36 3.5.3. Podas de brotes auxiliares de las plantas de jitomate ..……………………37 3.5.4. Formula dé fertilización química aplicada a plantas de jitomate ………….37 3.6. Cosecha……………………………………………………………………………..37 3.7. Cuantificación de variables de estudio…………………………………………...38 3.7.1. Porcentaje de germinación…………………………………………………….38 3.7.2. Porcentaje de nacencia………………………………………………………...39 3.7.3. Longitud de planta………………………………………………………………39 3.7.4. Diámetro de tallo………………………………………………………………..40 3.7.5. Peso fresco del tallo, follaje y raíz………………………………………........40 3.7.6. Peso fresco de la planta………………………………………………………..41 3.7.7. Peso seco del tallo, follaje y raíz………………………………………………41 3.7.8. Peso seco de la planta…………………………………………………………41 3.7.9. Longitud radical ..………………………………………………………………42 3.7.10. Volumen radical .……………………………………………………………..42 3.7.11. Peso del fruto ..…………………………………………………………........43 3.7.12. Diámetro del fruto ….…………………………………………………………43 VII 3.7.13. Rendimiento total de frutos .…………………………………………………44 3.7.14. Grados Brix ……………………………………………………………………44 3.8. Determinación de las Unidades Formadoras de Colonias (UFC) ..…………..45 IV. RESULTADOS Y DISCUSIONES………………………………………………….47 4.1. Respuesta de las plantas de jitomate a la inoculación con rizobacterias Pseuodomonas putida……………………………………………………………………47 4.1.1. Porcentaje de germinación…………………………………………………….47 4.1.2. Porcentaje de nacencia………………………………………………………...47 4.1.3. Altura de plantas de jitomate…………………………………………………..48 4.1.4. Diámetro de tallo de plantas de jitomate……………………………………..49 4.1.5. Peso fresco de tallo y follaje de plantas de jitomate………………………..50 4.1.6. Peso fresco de raíz de plantas de jitomate…………………………………..52 4.1.7. Peso fresco de planta…………………………………………………………..53 4.1.8. Peso seco de tallo y follaje de plantas de jitomate………………………….54 4.1.9. Peso seco de raíz de plantas de jitomate……………………………………55 4.1.10. Peso seco de planta…………………………………………………………..56 4.1.11. Cuantificación de diámetro de fruto…………………………………………57 4.1.12. Longitud radical de la planta de jitomate……………………………………58 4.1.13. Volumen de raíz……………………………………………………………….59 4.1.14. Contenido de grados Brix en fruto de jitomate……………………………..60 4.1.15. Cuantificación de rendimiento total en fruto de jitomate por tratamiento..61 4.1.16. Cuantificación de Unidades Formadoras de Colonia (UFC)…………….. 62 V. CONCLUSIONES……………………………………………………………………..64 VI. RECOMENDACIONES………………………………………………………………66 VII. LITERATURA CITADA………………………………………………………………67 7.1 Páginas web………………………………………………………………………. 72 VIII ÍNDICE DE CUADROS Página Cuadro 1. Factores de crecimiento identificados en los exudados de radicales de diferentes plantas………………………………………………………………………….18 Cuadro 2. Categorías morfológicas de bacterias del suelo………………………..21 Cuadro 3. Reactivos químicos empleados para la elaboración de medio de cultivo B – King…………………………………………………………………………………….26 Cuadro 4. Tratamientos evaluados con su respectiva clave………………………35 Cuadro 5. Composición química aplicada en la solución nutritiva al cultivo de jitomate……………………………………………………………………………………37 IX ÍNDICE DE FIGURAS Página Figura 1. Principales países productores de jitomate…………………………………6 Figura 2. Principales estados productores de jitomate………………………………..7 Figura 3. Planta de jitomate…………………………………………………………….8 Figura 4. Sistema radical de una planta de jitomate………………………………….9 Figura 5. Tallo de la planta de jitomate…………………………………………….....10 Figura 6. Estructura floral de la planta de jitomate…………………………………..10 Figura 7. Frutos de jitomate…………………………………………………………….11 Figura 8. Efecto rizosférico: interacción benéfica o dañina entre microorganismos del suelo y las plantas…………………………………………………………………….16 Figura 9. Tipos de interacción que se pueden presentar entre los microorganismos del suelo y las plantas…………………………………………………………………...19 Figura 10. Ubicación geográfica del área de invernaderos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Agrícolas, Campus Xalapa, sitio donde se realizó el trabajo de investigación……………………………………………………………………………...23 Figura 11. Invernadero tipo túnel utilizado para realizar el trabajo de tesis………24 Figura 12. Presentación comercial de la semilla hibrido HMX 0851………………24 Figura 13. Propagación de las cepas PGPR………………………………………...25 Figura 14. Propagación de las cepas en el medio B – King……………………….25 Figura 15. Colocación de las cepas en la estufa bacteriológica…………………..25 Figura 16. Cepas colocadas en la estufa bacteriológica a 28ºC…………………..25 Figura 17. Caldo bacteriano, cepas FCA-8, FCA-56, FCA-60 PGPR……………26 Figura 18. Calibración con el espectrofotómetro a 10 9 células por mL. de las cepas…………………………………………………………………………………….26 Figura 19. Solución A (Agua destilada, Etanol al 30%)……………………………27 Figura 20. Solución B (Agua destilada, Cloro, Tween al 30%)……………………27 Figura 21. Encapsulado de semilla con alginato de sodio…………………………28 Figura 22. Encapsulado de semillas por tratamiento………………………….......28 X Figura 23. Calibración del peso de los tubos antes de meterlo a centrifugar…...28 Figura 24. Aparato de centrifugación……………………………………………….28 Figura 25. Colocación de las semillas………………………………………….……29 Figura 26. Semillas por tratamiento en cajas petri…………………………………29 Figura 27. Esterilización del sustrato en la autoclave…………………………….29 Figura 28. Sustrato esterilizado……………………………………………………..29 Figura 29. Semillas germinadas de jitomate……………………………………….30 Figura 30. Charola germinadora de semillas………………………………………30 Figura 31. Fungicida comercial……………………………………………………..31 Figura 32. Desinfección del sustrato……………………………………………….31 Figura 33. Sustrato de tepetzil en bolsa…………………………………………….31 Figura 34. Contenedores para el trasplante……………………………………..…31 Figura 35. Plántulas de jitomate………………………………………………….…32 Figura 36. Sustrato húmedo…………………………………………………………32 Figura 37. Planta de jitomate trasplantada…………………………………………32 Figura 38. Distribución de los tratamientos en bloques al azar…………………..33 Figura 39. Establecimiento de tutorado…………………………………………….36 Figura 40. Colocación de tutorado a la planta de jitomate………………………..36 Figura 41. Colocación de trampa amarillas……………………………………..…36 Figura 42. Plantas de jitomate podadas en etapa de fructificación……………...37 Figura 43. Cosechas de frutos de jitomate durante el desarrollo del experimento..38 Figura 44. Cuantificación de la variable germinación de semillas de jitomate…….38 Figura 45. Cuantificación de la variable nacencia de plántulas de jitomate……….39 Figura 46. Cuantificación de la variable altura de planta mediante un flexómetro..39 Figura 47. Cuantificación de la variable diámetro de tallo mediante un vernier digital………………………………………………………………………………………40 XI Figura 48. Cuantificación de peso fresco de tallo, follaje y raíz por medio de una balanza granataria monoplato de tres brazos…………………………………….……40 Figura 49. Cuantificación de peso seco de tallo, follaje y raíz mediante una balanza granataria monoplato de tres brazos……………………………………………….….41 Figura 50. Cuantificación de la longitud de raíz, mediante la cinta métrica……………………………………………………………………………………42 Figura 51. Cuantificación de volumen radical…………………………………………42 Figura 52. Cuantificación de peso fresco del fruto mediante una balanza digital ……………………………………………………………………………………………43 Figura 53. Cuantificación de diámetro del fruto mediante un vernier digital………..43 Figura 54. Cuantificación de rendimiento total de frutos……………………………..44 Figura 55. Cuantificación de grados Brix por medio de refractómetro……………..44 Figura 56. Cantidad de colonias formadas por tratamiento en caja petri…………..45 Figura 57. Cuantificación de la variable UFC mediante el contador de colonias…………………………………………………………………………………..46 Figura 58. Determinación de altura de planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida…………………………………………………………………..49 Figura 59. Determinación de diámetro de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida……………………………………………………………..50 Figura 60. Peso fresco de tallo y follaje de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida………………………………………………………………51 Figura 61. Peso fresco de raíz de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida…………………………………………………………………..53 Figura 62. Determinación de peso fresco de planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida………………………………………………………………54 Figura 63. Peso seco de tallo y follaje de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida……………………………………………………………………55 Figura 64. Peso seco de raíz de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacteria P. putida………………………………………………………………….…56 Figura 65. Peso seco de planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida……………………………………………………………………………………..57 XII Figura 66. Diámetro de fruto de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida………………………………………………………………..…58 Figura 67. Longitud radical de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida………………………………………………………………………………….59 Figura 68.Volumen radical de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida………………………………………………………………………………….60 Figura 69. Concentración de azúcares en fruto de jitomate obtenido de las plantas biofertilizadas con rizobacterias P. putida……………………………………………..61 Figura 70. Rendimiento total de fruto de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida…………………………………………………………………..62 Figura 71. UFC 10-7 de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida……………………………………………………………………………………..63 XIII Aprovechamiento de las bacterias (Pseudomonas putida Trv.) como promotores del crecimiento en jitomate (Lycopersicon esculentum Mill.), Bajo sistema de producción hidropónico. RESUMEN Son tan evidentes los daños que el hombre ha tenido sobre la naturaleza en general, y los recursos naturales en particular, que en los últimos años la búsqueda de alternativas socioeconómica y ecológicamente viables encaminadas hacia el desarrollo sostenido de nuestros sistemas de producción agrícola, pecuaria y forestal se han intensificado, y es precisamente aquí donde la biofertilización y el uso de hongos, bacterias y algas han llegado a ocupar un sitio privilegiado, al ser incorporados en nuestros agroecosistemas pueden llegar aumentar notablemente la fertilidad de los suelos y, por ende, contribuir al incremento sustancial de sus rendimientos. El presente estudio se realizo en dos fases: la primera en el Laboratorio de Química de la Facultad de Ciencias Agrícolas, Campus Xalapa de la Universidad Veracruzana y la segunda en el invernadero I de la misma facultad. Se evaluó el efecto de la inoculación con rizobacterias promotoras del crecimiento (PGPR) y su forma de aplicación (encapsulado de semillas) en plantas de jitomate (Lycopersicon esculentum Miller) en la etapa de semillero, así como el vigor y rendimiento de las plantas. Las rizobacterias utilizadas fueron Pseudomonas putida (cepa FCA – 8, FCA – 56, FCA – 60). Para este trabajo el diseño experimental fue bloques al azar 10 X 5, siendo la unidad experimental de 250 plantas distribuidas en 6 camas ordenadas en 5 bloques. La dosis de fertilización que se manejo en los 10 tratamientos es del 75% de la solución nutritiva. La biofertilización de las plántulas incremento la potencialidad de producción en el cultivo, así como la disponibilidad y absorción de nutrimentos como el nitrógeno, fosforo y potasio además de servir como agentes de biocontrol de microorganismos fitopatógenos y producir hormonas vegetales en la rizósfera, lo cual promovió el crecimiento de las plantas. Se incremento significativamente el porcentaje y la uniformidad de la germinación y emergencia, crecimiento vegetativo, reducción del ciclo agrícola, incremento de la producción así como resistencia a organismos patógenos. Los resultados demuestran que la cepa con mayor efecto sobre el crecimiento de las plantas de jitomate fue P. putida (cepa FCA– 56b), así como en las variables: diámetro de fruto, contenido de azucares (grados Brix), longitud de raíz; mientras que la combinación de las 3 cepas FCA – Mix (liquido bacteriano) obtuvo el mejor resultado en las variables: Rendimiento, Peso fresco del tallo y volumen de raíz. Con los resultados obtenidos se concluye que la respuesta de las plántulas de jitomate a la inoculación con rizobacterias es positiva. Palabras clave: Encapsulado, inoculación, rizobacterias, rendimiento, vigor. 1 I. INTRODUCCIÓN El sistema de producción de jitomate (Lycopersicon esculentum Mill.) bajo condiciones de invernadero en México es relativamente nuevo, generando un impacto importante en los últimos años, por su incremento, superficie cultivada, productividad, rentabilidad y calidad del producto. El rendimiento promedio obtenido bajo este sistema es entre 5 a 8 kg/planta, superando tres veces el que se obtiene a campo abierto que esta entre 1.5 y 2kg/planta (Jaramillo et al., 2006). En México la producción de tomate en 2008, fue de 2.3 millones de toneladas (SIACON, 2008). Se reporta una gran diversidad de especies hortícolas de suma importancia para la alimentación de la población mundial, de las cuales dos de ellas son consideradas que contribuyen el 50% de la producción mundial: la papa y el jitomate. Esto revela la importancia del jitomate no solo en el comercio, sino también en el sistema alimentario mundial (Ponce, 2003). En México, Sinaloa es el principal estado productor de jitomate (Lycopersicon esculentum, Mill.). Con respecto a Veracruz los municipios con mayor producción de jitomate son Actopan, Emiliano Zapata, Alto Lucero, Puente Nacional, Paso de Ovejas (SIAP, 2010). México ocupa el décimo segundo lugar mundial como país productor de jitomate, con una producción de 2.26 millones de toneladas. El 70% de la producción se concentra en los estados de Sinaloa (35%), Baja California (9%), Michoacán (8%) San Luis Potosí (6%) Jalisco (5%) y, logrando ocupar el tercer lugar a nivel mundial como país exportador, con volúmenes cercanos a las 600 mil toneladas anuales. Estas representan el 10% de su producción, con destino al mercado vecino: los Estados Unidos de América y el resto es consumido por los mexicanos, quienes lo tienen integrado en su dieta alimentaria en forma abundante (FAO, 2008). De acuerdo con la Asociación Mexicana de Horticultura protegida, A. C., (AMHPAC, 2010) la agricultura protegida en México es una de las actividades dentro del sector agropecuario más dinámicas, con un crecimiento anual de 15%, para el 2010 se reportaron 15 300 ha, distribuidas en 24 estados del país. El rendimiento es variable dependiendo del nivel tecnológico, en el nivel bajo se produce 2 aproximadamente 120 t ha-1, en el intermedio de 200 a 250 t ha -1, y en el de tecnología alta llega a obtener hasta 600 t ha -1 (SAGARPA, 2008). La profundidad es un factor crítico que determina la tasa de emergencia. Si la siembra de la semilla se hace demasiado superficial, pueden quedar en la capa superior que se seca con rapidez, si es demasiado profunda se retrasa la emergencia de las plántulas, la profundidad de la siembra varia con la clase y tamaño de las semillas. Cuando es necesario la exposición a la luz las semillas se deben de sembrar a poca profundidad (Hartmann y Kester, 2001). Una estrategia para incrementar la potencialidad de producción en cultivos tan importantes como el jitomate es mediante la utilización de cepas bacterianas, específicamente las rizobacterias promotoras de crecimiento en plantas (PGPR). Actualmente se han desarrollado diversas técnicas biológicas muy prometedoras que incluyen la aplicación de sustancias como aceites esenciales y microorganismos antagonistas que se perfilan como alternativas a los fungicidas (Wang et al., 2008). Algunas bacterias como las metilotroficas o Methylobacterium sp. son de importancia por su propiedad de regeneración de tejido, síntesis de fitohormonas y vitaminas, así como el estimulo de germinación de semillas y más recientemente se ha reportado su capacidad para inducir, proporcionar efectos de respuestas defensivas en plantas contra fitopatógenos (Madhaiyan et al, 2004). La aplicación de las PGPR, en una especie hortícola de importancia económica como lo es el jitomate (Lycopersicon esculentum Miller), donde la semilla tiene un alto valor comercial, puede llegar a incrementar significativamente su porcentaje de germinación, vigor, densidad de follaje y tamaño, lo cual pudiere conferir a la plántula mayores probabilidades de resistir el trasplante y, por ende, disminuir las pérdidas financieras tan costosas que ésta labor agrícola conlleva. Con base a lo anterior, en el presente trabajo se evaluó la respuesta de plantas de jitomate a la inoculación con rizobacterias de la especie Pseudomonas putida mantenidas en un sistema de producción hidropónica. El desarrollo de la hidroponía dio inicio desde el momento en que se llevaron a cabo los primeros estudios en fisiología vegetal y específicamente de la nutrición 3 vegetal (Alcantar y Trejo, 2007). La producción comercial de cultivos hidropónicos tiene aproximadamente 70 años de haberse iniciado, anteriormente se consideraba como un complemento y en ciertos casos como un sustituto de los métodos tradicionales de cultivo, debido a que se puede realizar en todas aquellas partes en donde el suelo no es fértil o cuyo acondicionamiento resulta costoso, además se puede realizar en cualquier condiciones de clima (Zarate, 2005). 1.1. Objetivo general Determinación del potencial agronómico de la biofertilización de plantas de jitomate con tres cepas rizobacterianas de Pseudomonas putida, bajo un sistema de producción hidropónica en invernadero 1.2. Objetivos específicos Evaluar la capacidad germinativa de semillas de jitomate bioacondicionadas mediante el encapsulamiento con las cepas rizobacterianas FCA-8, FCA-56, FCA60 Cuantificar el crecimiento y rendimiento de fruto de plantas de jitomate biofertilizadas con las cepas rizobacterianas FCA-8, FCA-56, FCA-60 1.3. Hipótesis La biofertilización de plantas de jitomate con rizobacterias de la especie Pseudomonas putida mediante la técnica de encapsulado de semilla promoverán la germinación, crecimiento y producción de fruto, bajo un sistema hidropónico en condiciones controladas. 4 II. REVISIÓN DE LITERATURA 2.1. Aspectos generales del cultivo jitomate 2.1.1. Importancia económica La superficie de cultivo en invernadero, ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años lo que ha permitido alcanzar mayores rendimientos, en épocas y condiciones que difícilmente se lograrían a campo abierto (García, et al., 2010).En México, desde 1976 al 2004, ha tenido un aumento considerable en superficie bajo invernadero (Urrutia, 2003). A finales del 2003 la superficie con estructuras de protección rondaba las 1500 hectáreas y de estas en torno al 70% se cultivaban con tomate con diferentes tipos. La cosecha y comercialización de jitomate son actividades que generan 72 mil empleos directos y aproximadamente 10.7 millones de empleos indirectos (SAGARPA, 2010). La producción mundial en el 2010 fue de 124, 548, 597 toneladas, concentrándose en cuatro países: China (33.63%), Estados Unidos (10.36%), India (9.62%) y Turquía (8.07%), México ocupo el lugar número 10 con una producción correspondiente al 2.41% del volumen total mundial. La superficie cosechada en el mundo ha tenido modificaciones, en este sentido, China ha incrementado su producción y superficie plantada; por el contrario, México ha incrementado los rendimientos y disminuido la superficie cosechada (FAOSTAT, 2011). A nivel nacional, es el principal producto hortícola de exportación ya que representa el 37% del valor total de las exportaciones de legumbres y hortalizas y el 16% del valor total de las exportaciones agropecuarias, sólo superada por el ganado vacuno. Para el 2008, según datos preliminares, la producción nacional de jitomate fue de 2.3 millones de toneladas, lo que represento un decremento del 4.1% respecto al año anterior, y un 11.2% con respecto a 2006. En el periodo comprendido entre 2002 y 2008, la producción presentó una Tasa Mundial Anual de Crecimiento (TMAC) del 2.6%. para 2009 se estimó un crecimiento de 2.7% en la producción, ubicándola en 2.4 millones de toneladas (Sectorial, 2009). 5 El jitomate es una de las principales hortalizas cultivadas en el mundo, además de ser una de las de mayor valor económico; su demanda crece constantemente y con ella la producción del mismo, así como su comercio (FAO, 2007). 2.1.2. Principales países productores de jitomate El jitomate se cultiva en diversos países, no obstante más del 50% de la producción se concentra en cinco países: China (26.7%), Estados Unidos (9.1%), Turquía (7.9%), India (6.8) y Egipto (6%). Como se muestra en la figura 1. Figura 1. Principales Países Productores de jitomate (Financiera Rural, datos del SIAP 2009). En la República Mexicana la producción de jitomate en 2008, según datos preliminares fue de 2.3 millones de toneladas, lo que representó un decremento del (-) 4.1% respecto al año anterior, y un 11.2% con respecto a 2006. En el periodo comprendido entre 2002 y 2008, la producción presenta una Tasa Media Anual de Crecimiento (TMAC) del 2.6%. Para 2009 se estimo un crecimiento de 2.7% en la producción, ubicándola en 2.4 millones de toneladas. Si bien existe producción de jitomate rojo en todas las entidades del país, seis son las que concentran más del 69% de la producción nacional como se observa en la (Financiera Rural, datos del SIAP 2009). 6 2.1.3. Principales estados productores de jitomate Si bien existe producción de jitomate en todas las entidades del país, seis son las que concentran más del 69% de la producción nacional. Sinaloa (36.6%), Baja California (8.9%), Michoacán (7.6%), San Luis Potosí (5.9%), Jalisco (5.3%), Baja California Sur (4.8%), resto del país (30.9%). Como se muestra en la figura 2. Figura 2. Principales Estados Productores de Jitomate (Financiera Rural, datos del SIAP 2009). El estado de Sinaloa es el principal productor a nivel nacional, en 2008 se estima que produjo 852.7 mil toneladas, lo que representa el 36.6% de la producción nacional. Durante el periodo 2000-2008 la producción presentó una tendencia creciente ubicando así la TMAC en 4.5% (Financiera Rural, datos del SIAP 2009). Baja California como segundo estado productor de jitomate, entre el año 2002 y 2008 registró una TMAC de 0.9%. Al cierre de 2008, se estima que la producción total fue de 206.2 mil toneladas, 5.0% superior a la producción registrada en el 2007 (Financiera Rural, datos del SIAP 2009). Michoacán, en 2008 se estima que produjo 175.7 mil toneladas, lo que representa una caída del 21.9% respecto al año anterior. La TMAC en el periodo 2002-2009 se ubicó en - 5.5% reflejo de una tendencia a la baja en la producción (Financiera Rural, datos del SIAP 2009). Al igual que en otros estados productores, en Veracruz el cultivo del jitomate constituye una gran importancia económica ya que es una fuente de empleo en las 7 zonas donde se cultiva. Se estima que para la producción de 75,000 hectáreas de tomate se necesitan 172,000 trabajadores lo que ha originado un fuerte movimiento de personas originarias del estado de Veracruz. Los principales municipios productores de jitomate en Veracruz son: Emiliano Zapata, Actopan, Puente Nacional, Alto Lucero, San Andrés Tuxtla, Juan Rodríguez Clara, Isla, Paso de Ovejas, Manuel Fabio Altamirano, Ursulo Galván y otros (SIAP, 2009). 2.2. Descripción botánica La planta de jitomate es perenne de porte arbustivo que se cultiva como anual. Puede desarrollarse de forma rastrera, semierecta o erecta, como se muestra en la figura 3. Existen variedades de crecimiento limitado (determinadas) y otras de crecimiento ilimitado (indeterminadas).1 Figura 3. Planta de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 2.2.1. Sistema radicular El sistema radical del jitomate consta de una raíz principal típica de origen seminal y numerosas raíces secundarias y terciarias. La raíz principal o pivotante puede alcanzar hasta 60 cm de profundidad. 1 www.bolsamza.com.ar/mercados/horticola/tomatetriturado/ficha.pdf. (Página consultada el día 08 de agosto del 2012). 8 Sin embargo, cuando la planta se propaga mediante trasplante, como sucede generalmente, su crecimiento se ve parcialmente detenido, en consecuencia se favorece el crecimiento de raíces secundarias laterales, las cuales se desenvuelven entre los 5 y 70 cm de la capa del suelo, adventicias como se muestra en la figura 4. Generalmente la parte basal del tallo en condiciones adecuadas de humedad y textura del suelo, tiende a formar raíces (Gaspar, 2008). Figura 4. Sistema radical de una planta de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 2.2.2. Tallo Representa el eje sobre el cual se desarrollan hojas, flores y frutos; el diámetro oscila de 2 a 4 cm y el porte puede ser de crecimiento determinado (tallo que al alcanzar un determinado número de ramilletes detiene su crecimiento) e indeterminado (tallo que no detiene su crecimiento). Los tallos son pubescentes en toda su superficie. En las axilas de las hojas del tallo principal surgen los tallos secundarios que son eliminados mediante poda para una buena conformación de la planta, como se muestra en la figura 5. El desbroté debe ser oportuno, sobre todo el brote inmediato inferior al racimo, el cual surge con gran vigor (Gaspar, 2008). 9 Figura 5. Tallo de la planta de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 2.2.3. Estructura floral El jitomate es una planta hermafrodita que presenta flores bisexuales en forma de racimo simple, en la base de la planta o ramificado en la parte superior. Las flores son pequeñas, pedunculadas de color amarillo, formando corimbos axilares; el cáliz tiene cinco pétalos, corola soldada interiormente, con cinco pétalos que conforman un tubo pequeño, los cinco estambres están soldados, el estilo a veces sobresale de los estambres, el ovario contiene muchos óvulos. El número de flores depende del tipo de jitomate, como se muestra en la figura. En el jitomate de grueso calibre el ramillete tiene de 4-6 flores; en jitomates de calibre mediano aumenta de 10-12 flores por ramilletes y en jitomates tipo cereza o cherry no es extraño que se desarrollen hasta 100 flores por racimo (Gaspar, 2008). Figura 6. Estructura floral de la planta de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 10 2.2.4. Semilla La semilla es de forma lenticular, con dimensiones aproximadas de 5 x 4 x 2 mm y está constituida por embrión, endospermo y testa o cubierta seminal. El embrión lo forma una yema apical, dos cotiledones, hipócotilo y radícula. La testa o cubierta seminal es de un tejido duro e impermeable (Gaspar, 2008). 2.2.5. Fruto Los frutos son bayas carnosas con formas lisas, asurcadas y aperado e intensidad de coloración rojiza, con cavidades o lóbulos internos variables, en donde se desarrollan las semillas de forma reniforme y aplanada (Gaspar, 2008). El fruto puede ser bilocular o plurilocular que puede alcanzar un peso que oscila entre unos pocos gramos hasta 600 gramos, como se muestra en la figura 7. Está constituido por el pericarpio, tejido placentario y semillas. El fruto puede recolectarse separándolo por la zona de abscisión del pedicelo (Figura 7), como ocurre en las variedades industriales, en las que es indeseable la presencia de parte del peciolo o bien puede separarse por la zona peduncular de unión entre el fruto y la planta (González, 2004). Figura 7. Frutos de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 2.3. Requerimientos edafoclimáticos 2.3.1. Requerimientos climáticos El jitomate es un fruto que puede alcanzar un peso entre unos pocos miligramos y 600 gramos. La temperatura óptima de desarrollo oscila entre 20 y 30 ºC durante el 11 dia y entre 1 y 17 ºC durante la noche; temperaturas superiores a los 30 y 35 ºC afectan la fructificación, por mal desarrollo de óvulos y al desarrollo de la planta en general y el sistema radicular en particular (SAGARPA, 2010). Temperaturas inferiores entre 12 – 15 ºC también originan problemas en el desarrollo de la planta. A temperaturas superiores a 25 ºC e inferiores a 12 ºC la fecundación es defectuosa o nula. La maduración del fruto esta muy influida por la temperatura en lo referente tanto a la precocidad como a la coloración, de forma que valores cercanos a los 10 ºC así como superiores a los 30 ºC originan tonalidades amarillentas (Corpeño, 2004). La humedad relativa óptima oscila entre un 60% y un 80%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento del fruto y dificultan la fecundación, debido a que el polen se compacta, abortando parte de las flores. El rajado del fruto igualmente puede tener su origen en un exceso de humedad edáfica o riego abundante tras un período de estrés hídrico. También una humedad relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor. Valores reducidos de luminosidad pueden incidir de forma negativa sobre los procesos de la floración, fecundación así como el desarrollo vegetativo de la planta. En los momentos críticos durante el período vegetativo resulta crucial la interrelación existente entre la temperatura diurna y nocturna y la luminosidad (Muñoz, 2003). 2.3.2. Requerimientos edáficos En cuanto a suelos la planta de jitomate no es muy exigente excepto a lo que se refiere al drenaje, aunque se desarrolla también en suelos de textura silíceo arcillosa y ricos en materia orgánica. No obstante se desarrolla perfectamente en suelos arcillosos enarenados. En cuanto a pH, los suelos pueden ser ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos cuando están enarenados. Las especies cultivadas en invernadero son las que mejor toleran las condiciones de salinidad tanto del suelo como del agua de riego (Everhart, 2003). 2.4. Calidad de semillas La viabilidad puede expresarse como el porcentaje de germinación, que indica el número de plantas producido por un número de semillas. Son características adicionales de alta calidad de germinación rápida, el crecimiento vigoroso de las 12 plántulas y un aspecto normal de ella. El vigor de las semillas y de las plántulas son atributos importantes de calidad, la tasa de germinación y el vigor reducido con frecuencia están asociados (Hartmann y Kester, 2001). 2.5. Antecedentes de la técnica de cultivo hidroponía El cultivo hidropónico es anterior al cultivo en tierra, pero como herramienta de cultivo, muchos creen que empezó en la antigua Babilonia, en los Jardines Colgantes que se listan como un de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, en lo que probablemente fuera uno de los primeros intentos exitosos de cultivar plantas hidropónicamente. Los cultivos hidropónicos pueden ser definidos como la técnica de crecimiento de las plantas sin usar suelo, aunque se pueden utilizar materiales inertes como la grava, arena, turba, vermiculita, entre otros, a los cuales se le adiciona una solución nutritiva que contiene todos los elementos esenciales por la planta para su normal crecimiento y desarrollo, aunque por definición, el verdadero cultivo hidropónico seria solamente en solución (Resh, 2006). 2.5.1. Cultivo en hidroponía La palabra Hidroponía se deriva del griego Hydro (agua) y Ponos (trabajo) lo cual significa “trabajo en agua”. La hidroponía es una técnica que permite cultivar y producir planta sin emplear suelo o tierra. Con la técnica de cultivo sin suelo se obtienen hortalizas de excelente calidad y sanidad, y se asegura un uso más eficiente del agua y fertilizantes (Rodríguez et al., 2004). 2.5.2. Ventajas del cultivo hidropónico 1. Permite aprovechar suelos o terrenos no adecuados para la agricultura tradicional. 2. No contamina el medio ambiente. 3. Menor consumo de agua y fertilizantes. La técnica es muy apropiada en zonas donde hay escasez de agua. 4. Crecimiento más rápido y vigoroso de las plantas debido a que en un sistema hidropónico el agua y los nutrientes están más disponibles. 5. La producción es intensiva, lo que permite tener mayor número de cosechas por año (Rodríguez et al., 2004). 13 2.5.3. Desventajas del cultivo hidropónico 1. El desconocimiento del manejo agronómico puede reducir significativamente los rendimientos. 2. El desconocimiento del sistema hidropónico apropiado para producir un determinado cultivo. 3. La falta de constancia y dedicación en los labores culturales pueden provocar una fuerte pérdida de plantas (Rodríguez et al., 2004). 2.5.4. Sistemas hidropónicos 2.5.4.1. Sistema recirculante (NFT) El terminó NFT son la iníciales de Nutrient Film Technique que significa “la técnica de la película nutriente”. Es un sistema de cultivo en agua, donde la solución nutritiva circula continuamente por una serie de canales de cultivo, donde desarrollan las raíces de las plantas. Es un sistema de producción comercial en países como Australia, Japón, Brasil, y es muy usado para cultivar hortalizas de hoja como lechuga, albahaca y apio. También se puede cultivar jitomate, melón y fresa (Rodríguez et al., 2004). 2.5.4.2. Sistema raíz flotante Es un sistema hidropónico por excelencia porque las raíces de las plantas están sumergidas parcialmente en solución nutritiva (Rodríguez et al., 2004). 2.5.4.3. Sistema con uso de sustratos Constan de los siguientes elementos; cultivo, sustrato, contenedor o recipiente, drenaje, solución nutritiva. Es el sistema más de riego más usado a nivel mundial, principalmente con lana de roca (“rock wool”). La lana de roca es un sustrato obtenido por fusión de la roca, la cual luego es hilada en fibras y embolsado en bloques y planchas. La solución nutritiva o el agua es suministrada a cada planta a través de goteros conectados en mangueras de goteo de polietileno color negro. El riego se hace aplicando pequeñas cantidades de solución nutritiva directamente en la zona radicular. El sistema es muy usado para la producción de cultivos de fruto como jitomate, pimiento, melón, pepinillo y sandia (Rodríguez et al., 2004). 14 2.6. Uso de microorganismos en la agricultura El empleo de algunos microorganismos juegan un papel fundamental en la descomposición de materia orgánica y con ello en el mejoramiento nutricional de los suelos. Los principales grupos de microorganismos que intervienen activamente en tal función son: bacterias, actinomicetos, hongos, algas y protozoarios; los cuales requieren de un medio ambiente especifico para su óptimo desarrollo. El uso de microorganismos en la agricultura ha sido aprovechado desde años atrás, debido a que las asociaciones que se producen entre plantas y microorganismos del suelo han sido reconocidas como benéficas (Dardanelli, 2010). Actualmente el uso de biopreparados, a partir de microorganismos ha constituido alternativas más prometedoras dentro del contexto agrícola mundial. La rizósfera de las plantas es una zona de intensa actividad microbiana donde la biomasa lleva a cabo intensos intercambios complejos mutuamente beneficiosos y perjudiciales e incluso neutrales; donde cada uno de estos organismos juega un papel importante (Dardanelli, 2010). Entre ellos, las bacterias asociativas consideradas como promotoras del crecimiento vegetal (BPCV) se destacan por sus efectos beneficiosos tanto para las plantas como para los ecosistemas (Hernández, 2006), estimulando directa o indirectamente el crecimiento de las plantas, a través de diversos mecanismos, como el aporte de nitrógeno por el proceso de fijación biológica, nutrimentos, incremento en el volumen de la raíz, inducción de resistencia sistémica a patógenos, inhibición del crecimiento de organismos antagónicos e interacción sinérgica con otros microorganismos del suelo (LoredoOsti, 2004). 2.6.1 Interacciones entre bacterias y otros microorganismos del suelo La conjunción de estos mecanismos de acción ha dado como resultado la promoción evidente del crecimiento en plantas; se ha observado un incremento en la emergencia, el vigor y el peso de plántulas, un mayor desarrollo en sistemas radiculares y un incremento hasta el 30% en la producción de cultivos de interés comercial, tales como papa, rábano, jitomate, trigo, soya (Jiménez, 2001). Por lo cual los microorganismos obtienen a cambio diferentes compuestos orgánicos, 15 tales como aminoácidos, azucares, vitaminas, ácidos orgánicos, auxinas, y los flavonoides, a los que se les han identificado como posibles exudados de las raíces de las plantas (do Vale Barreto, 2010). Sin embargo es necesario tener en cuenta que aun cuando las BCPV pueden ser de vida libre o asociativas, su relación con el desarrollo depende de su establecimiento y persistencia a lo largo de la estación de crecimiento (Loredo-Osti, 2004). Proceso de respuesta de plántulas de jitomate (Lycopersicon esculentum Miller) a la inoculación con rizobacterias del crecimiento (PGPR) en la etapa de semillero, como se muestra en la figura 8. Efectos de los microorganismos: Primer efecto: Activación de los microorganismos del suelo para crecer en torno a las raíces. Mejoran la nutrición y la salud de la planta. Naturaleza de las comunicaciones: Consecuencia: Se desarrollan interfaces entre partículas de suelo y raíces que afectan a los microorganismos. Se produce un “dialogo” mediante señales químicas y bioquímicas entre los microorganismos y las plantas. Interacciones: Las raíces, microorganismos y constituyentes del suelo interactúan. Figura 8. Efecto rizosférico: interacción benéfica o dañina entre microorganismos del suelo y las plantas (Barea, 1998). 16 2.6.2. Bacterias PGPR promotoras de crecimiento de plantas En la actualidad, las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR) medida por la resistencia sistémica inducida (ISR) ha recibido considerable atención debido a los enfoques biológicos para controlar plagas y enfermedades (Madhaiyan, 2006). Se conoce un gran número de bacterias de vida libre o asociativa que fijan N 2, pero sólo algunas destacan por su potencial como biofertilizante u promotoras de crecimiento. Entre los géneros más conocidos están Azotobacter, Beijerinckia, Derxia y Azospirillum, dentro del grupo de las aeróbicas; en las aerobias facultativas se presentan Enterobacter, Pseudomonas y Bacillus, los géneros Metanobacterium, Clostridium y Desulfovibrio son anaerobios (Ferrera – Cerrato, 1995; citado por Rodríguez, 1995). En este contexto Philips y Teuber (1992) señalan que la fijación de nitrógeno atmosférico, está asociada con la interacción que se presenta entre el cultivo hospedero y la cepa bacteriana. Las principales actividades benéficas de las rizobacterias PGPR (plant growth promoting rhizobacteria) del suelo sobre el desarrollo de las plantas son: producción antibióticos, solubilización de fósforo, fijación de nitrógeno atmosférico, síntesis de fitohormonas y producción de sustancias promotoras del crecimiento (Madhaiyan, 2006). 2.6.3. Los exudados de la raíz Uno de los fenómenos más interesantes que se llevan a cabo en el ambiente rizosférico se relaciona con la cantidad y variedad de sustancias orgánicas que de manera directa o indirecta tienen influencia positiva o negativa sobre los microorganismos que ahí habitan, siendo frecuente el exudado de carbohidratos del tipo de los monosacáridos, disacáridos, trisacáridos u oligosacaridos, así como también el que sale de sus vasos o continentes con el fin de promover al crecimiento y desarrollo de hongos, bacterias, actinomicetos, algas, protozoos, nematodos e insectos (Cuadro 1). 17 Cuadro 1. Factores de crecimiento identificados en los exudados de radicales de diferentes plantas (Rovira, 1965 citado por Ferrera – Cerrato, 1995). FACTORES DE CRECIMIENTO PLANTA Biotina Lino, arroz, frijol, maíz, chícharo, alfalfa, tomate y algodón Tiamina Lino, arroz, frijol, maíz, chícharo y algodón Factor “M” Pino, chícharo y tomate Pantotenato Trébol, alfalfa y tomate Niacina Trébol, alfalfa y tomate Colina Algodón Inositol Algodón Piridoxina Algodón Acido p-aminobenzoico Algodón Acido N-metil nicotínico Rábano 2.6.4. Factores que influyen sobre los exudados de la raíz y presencia de los microorganismos en el suelo El establecimiento de la flora microbiana adecuada en el suelo depende de los compuestos orgánicos liberados por el ápice y la zona de elongación de las raíces de las plantas, donde también se consideran de suma importancia los elementos que los pelos radicales aportan (Muñoz, 1993). A pesar de que la asociación entre estos microorganismos y las plantas puede llegar a ser favorable (benéfica), desfavorable (dañina) o neutra (Figura 9), casi 18 siempre su interacción tiende a la conservación de un estado homeostáticamente equilibrado (Mozafar et al., 1992). BENÉFICAS FIJACIÓN DE NITROGÉNO PROMOCIÓN DE CRECIMIENTO BIOCONTROL ESTABILIZACIÓN DE SUELO ANTIBIOSIS ABSORCIÓN DE AGUA CICLO DE NUTRIENTES SIMBIOSIS INFECCIÓN RIZOSFERA FITOTOXICIDAD LIBERACIÓN DE ENZIMAS DAÑINA ADHESIÓN COMPETENCIA ALELOPATÍA NEUTRAL O VARIABLE Figura 9. Tipos de interacción que se pueden presentar entre los microorganismos del suelo y las plantas (Mozafar et al., 1992). 19 2.6.5. Resistencia sistémica inducida por PGPR Actualmente se conocen dos vías de defensa sistémica; la resistencia sistémica adquirida SAR (Systemic Acquired Resistance) y la resistencia sistémica inducida ISR (Induction of Systemic Resistance) que pueden diferenciarse en función de la naturaleza de la sustancia desencadenante y las vías de reglamentación involucrados. La SAR puede ser desencadenada por la exposición de la planta a microorganismos virulentos, no virulentos y no patógenos; dependiendo de la planta y los elicitores, esta vía requiere un tiempo de establecimiento para la acumulación de proteínas relacionadas con la patogénesis y el acido salicílico. La ISR es potenciada generalmente por rizobacterias promotoras de crecimiento vegetal (PGPR). A diferencia de la SAR, la ISR no implica la acumulación de proteínas relacionadas con la patogénesis o acido silicilico, sino utiliza las vías reguladas por jasmonato y etileno (Choudhary, 2007). 2.6.6. Morfología bacteriana En la actualidad se reconocen alrededor de 1600 especies de bacterias, de las cuales unas 200 producen enfermedades en las plantas y otras guardan una importante relación con el reciclaje de la materia orgánica, la fijación de nitrógeno atmosférico disponible para las plantas y la fertilidad del suelo (López, 1992). Estos microorganismos procariotas que carecen de pigmentos de ficobilina, y que no contienen clorofila –o que en caso de poseerla no liberan oxigeno como resultado de la fotosíntesis (Cronquist, 1992), presentan las siguientes formas básicas en tamaños que fluctúan entre 0.4 a 3.0 µm (López 1992): Cocos. En forma de esfera o elipsoides. Bacilos. Células cilíndricas y alargadas. Esta es la forma más común de las bacterias. Espirilos. De forma espiral o de coma (vibriones) que no forman agrupaciones definidas, sino que solo se compactan. Pleomórficos. Bacilos cortos que cambian de forma a cocos. Otra forma de agrupar a las bacterias es mediante la tinción de Gram, la cual se presenta en el cuadro 2, (Alexander, 1994). 20 Cuadro 2. Categorías morfológicas de bacterias del suelo. Categorías de bacterias Bacilos no formadores de esporas Gram positivos Gram negativos Bacilos formadores de esporas Bacterias pleomórficas 2.6.7. Colonización de la rizósfera Estas rizobacterias colonizan inmediatamente a la rizósfera de las raíces de las plantas cuando entran en contacto con ellas, y a partir de ahí empiezan sus funciones para promover el crecimiento (Sikora, 1992). Así, Kloepper et al. (1980) ha llegad a comprobar que la colonización de la rizósfera y el rizoplano de las plantas por estos microorganismos procariotas es esencial para que exista una respuesta positiva en el crecimiento de las plantas. Con relación a ello, Schippers et al. (1991) aseveran que la densidad poblacional existente en la rizósfera es realmente importante, ya que si la población bacteriana es mayor, el efecto en el crecimiento de las plantas se maximiza. 2.6.8. Producción de sustancias promotoras del crecimiento El efecto benéfico directo de las rizobacterias PGPR en las plantas es la promoción del crecimiento mediante la generación de metabolitos secundarios, de sustancias reguladoras del crecimiento como las giberelinas, citocininas y auxinas. Se cree que las fitohormonas participan en diferentes patrones de crecimiento en la raíz y la planta, también llamados reguladores vegetales de crecimiento por su rol en dicho efecto, existe también evidencia que las hormonas de crecimiento producidas por algunas bacterias también pueden intervenir en el crecimiento de la planta anfitriona; además está establecido que la relación del suelo con la asociación 21 planta – bacteria incluye grupos Gram – y Gram + simbióticos y bacterias fijadoras de nitrógeno todas estas pueden sintetizar fitohormonas (Madhaiyan, 2006). 2.6.9. Géneros importantes de rizobacterias promotoras del crecimiento Dentro de los géneros más importantes en este tipo de rizobacterias se encuentran: Azotobacter (Katznelson, 1965), Clostridium (Burr y Caesar, 1984), Rhizobium (Carillo y Peralta, 1988), Enterobacter (Kapulnik, 1991), Bacilus (Mahaffe y Backman, 1993), Pseudomonas (Dandurand y Knudsen, 1993), Serratia (Raupach et al., 1996), Azoarcus, Zoogloea y Klebsiella (Malik et al., 1997) y Bradyrhizobium (Dashti et al., 1997), entre otros. 2. 6. 10. Característica del género Pseudomonas El género Pseudomonas esta caracterizado por ser Gram negativo, tener tres flagelos polares, ser aeróbica facultativa y en algunas cepas se presenta fluorescencia. Ciertas especies de este género, provocan pudriciones blandas, marchitez y manchas foliares. El grupo fluorescens presenta respuesta (+) a la oxidasa y a la deshidrolasa de arginina, y respuesta (-) a la hipersensibilidad en tabaco (López, 1994). Otros aspectos interesantes de la especie P. flurescens, es la producción de pigmento fluorescente pyoverdina y la formación de hielo a temperaturas de 2 a 3 grados centígrados, a está capacidad se le llama nucleadora activa de hielo (López, 1994). Sin embargo a P. flurescens se le reconoce más como bacteria saprofita, aunque existen reportes de efectos patógenos en champiñón y ajo (Thorn y Tsuneda, 1996). 22 III. MATERIALES Y MÉTODOS 3.1. Ubicación del área de trabajo El trabajo se llevó a cabo en dos etapas: La primera se realizó en el laboratorio de Química Agrícola y la segunda en condiciones de invernadero, ambas instalaciones pertenecientes a la Facultad de Ciencias Agrícolas Campus Xalapa de la Universidad Veracruzana. Ubicado en la zona norte, en las coordenadas 19° 32’ latitud norte y 96° 55’ longitud oeste a una altura de 1,460 metros sobre nivel del mar. El clima es templado húmedo-regular con una temperatura promedio de 18°C, su precipitación pluvial media anual es de 1,509.1 mm. Facultad de Ciencias Agrícolas, Campus Xalapa Figura10. Ubicación geográfica del área de invernaderos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Agrícolas, Campus Xalapa, uno de los sitios donde se realizó el trabajo de investigación (Google earth 2009). 3.1.1. Características físicas del invernadero El invernadero en donde se realizó el experimento es de tipo túnel con un área de 144m2 como se muestra en la figura 11, con una altura en el centro de la estructura de 3 m. Cuenta con 8 camas distribuidas en todo el invernadero. 23 Figura 11. Invernadero tipo túnel utilizado para realizar el trabajo de tesis (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.2. Material genético Se utilizaron semillas de jitomate (Lycopersicon esculentum Miller) del híbrido HMX 0851 de la compañía Harris Moran Mexicana, S.a. de C.V. De tipo saladette con 90% de poder germinativo, como se observa en la figura 12. Este híbrido es de crecimiento determinado, posee un potencial de rendimiento muy alto prácticamente en amplias zonas productoras de México. Figura 12. Presentación comercial de la semilla hibrido HMX 0851 (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). . 3.2. Etapa de laboratorio 24 3.2.1. Obtención y propagación de cepas rizobacterianas PGPR En esta investigación se evaluaron tres cepas bacterianas de la especie P. putida (cepas FCA-8, FCA-56 y FCA-60), las cuales fueron proporcionadas por el Laboratorio de Química Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana. Las tres cepas de forma individual fueron colocadas en el interior de matraces Erlenmeyer de 125mL., los cuales contenían medio de cultivo B-King liquido con la finalidad de promover su crecimiento (figuras 13, 14,15, 16,17, 18). Posteriormente fueron colocadas para estimular la tasa de crecimiento en una estufa bacteriologica a temperatura de 28ºC durante 120 horas. Fig.13. Propagación de las cepas PGPR. Fig.14. Propagación de las cepas en el Medio B- King. Posteriormente fueron colocadas para promover su crecimiento en una estufa bacteriológica a temperatura de 28º C durante 120 horas. Fig.15.Cepas colocadas en la estufa bacteriológica a 28 ºC (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) Fig.16 Cepas colocadas en la estufa (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 25 Al cabo de este tiempo, se observó la presencia de una coloración verdosa, característica que permite distinguir el crecimiento bacteriano, con el caldo bacteriano obtenido se procedió a calibrar su concentración de 109 células por mililitro, esto con ayuda de un espectrofotómetro digital. Fig.17. Caldo bacteriano, cepas Fig.18. Calibración con el espectrofotómetro FCA-8, FCA-56, FCA-60 PGPR. a 109 células x mL., de las cepas. (Fotografía tomada por Domínguez, (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). F., 2012). En el cuadro 3 se muestran los reactivos y cantidades necesarias para la preparación de medio de cultivo B- King líquido. Cuadro 3. Reactivos químicos empleados para la elaboración de medio de cultivo B-King. Reactivo Cantidad para 1000 mL. Glicerol 10 mL. Peptona 15 g. Fosfato de Potasio Dibásico 1.5 g. Sulfato de Magnesio 1 mL. 3.2.2. Método de desinfección de semillas de jitomate 1. Se desinfectaron las semillas de jitomate con la Solución A como se observa en la figura 19, al 30% de Etanol con agua destilada, agitándose por 90 segundos. Una vez terminado el tiempo se le retiró el Etanol y se adicionó la solución B como se observa en la figura 20, de Hipoclorito de sodio, agua destilada y Tween 20 al 30% y se estuvo agitando durante un periodo de cinco minutos. 26 2. Al finalizar se enjuagaron las semillas con agua destilada estéril en periodos de un minuto durante tres ocasiones. Fig. 19. Solución A (Agua destilada, Fig. 20. Solución B (Agua destilada, Etanol al 30%), (Fotografía Hipoclorito de sodio,(Tween al 30%). tomada por Domínguez, F., 2012). (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 3.2.3. Encapsulado de semillas con las cepas rizobacteriana de P. putida Para el encapsulado de semilla se preparó 0.12 g de Alginato de Sodio en 8 mL de una solución de cloruro de sodio, la mezcla se depositó en un vaso de precipitado de 50 mL., añadiéndole al final la cepa rizobacteriana (previamente crecida en medio de cultivo B-king liquido) de forma individual indicada para cada tratamiento como se observa en figura 21. Las semillas a tratar se colocaron en el interior del vaso de precipitado con la finalidad de lograr que las células bacterianas se impregnaran sobre la testa de las semillas, las cuales con la mezcla de alginato de sodio con cloruro de sodio quedaron recubiertas para garantizar una abundante inoculación, finalmente las semillas fueron transferidas para su encapsulamiento a otro vaso de precipitado que contenía una solución de cloruro de calcio, dando a la formación de una perla transparente como se observa en la figura 22. Una vez finalizado la inoculación en líquido se procedió a centrifugar el medio con las rizobacterias para obtener la pura pastilla de bacterias como se observa en las figuras 23 y 24, y realizar el mismo proceso de formación de perla. 27 Fig. 21. Encapsulado de semilla con alginato de sodio (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) Fig. 22. Encapsulado de semillas por tratamiento (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 23. Calibración del peso de los tubos Fig. 24. Aparato de centrifuga. antes de meterlo a centrifugar (Fotografía (Fotografía tomada por Domínguez, tomada por Domínguez, F., 2012) F., 2012) 3.2.4. Germinación de semillas en cajas Petri Se colocaron 25 semillas por tratamiento a evaluar y de forma individual en cajas Petri las cuales se acondicionaron en su interior con una capa fina de algodón totalmente humedecido con agua destilada estéril (figuras 25 y 26). Posteriormente se procedió a colocar las cajas Petri en el interior de una estufa bacteriológica calibrada a una temperatura de 28ºC, durante siete días que duró el proceso germinativo de las semillas. 28 Fig. 25. Colocación de las semillas en cajas Petri (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 26. Semillas por tratamiento en cajas Petri (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.3. Etapa de invernadero 3.3.1. Trasplante de semillas germinadas de jitomate en charolas de unicel Se trasplantaron las semillas germinadas en dos charolas de unicel de 200 cavidades las cuales fueron llenadas con una mezcla de sustrato a base de lombricomposta y agrolita en relación 1:1, el sustrato obtenido de la mezcla fue previamente esterilizado en autoclave a una temperatura de 120 ºC durante dos horas (figura 27). Posteriormente se dejó ventilar a temperatura ambiente durante 3 días para eliminar los gases tóxicos generados por el proceso de esterilización (figura 28). Fig. 27. Esterilización del sustrato en la autoclave (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 28. Sustrato esterilizado (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 29 Se colocó una semilla germinada por cavidad a una profundidad de 0.5 cm, finalmente la charola conteniendo las semillas, como se observan en las figuras 29 y 30, fueron regadas diariamente hasta por 29 días con agua corriente hasta obtener plántulas de 25 cm de altura, con la finalidad de reducir el estrés provocado por el trasplante. Fig. 29. Semillas germinadas de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 30. Charola germinadora de semillas (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.3.2. Contenedores y sustratos Para el trasplante de las plántulas de jitomate, se utilizó Tepetzil como sustrato, tiene alta porosidad y poco peso. Presenta partículas de varios tamaños, buena retención de humedad, buena aireación y drenaje apropiado, pH cercano al neutro, baja capacidad amortiguadora y buena estabilidad. (Velasco, 2006 citado por Landa, 2009). El tepetzil utilizado fue desinfectado con fungicida (ingrediente activo benomil) de nombre comercial “Antrak”, con una dosis de 0.5 g por litro como se observa en la figura 30. En una cama de 6 m., se depositó 15 litros del fungicida en riegos frecuentes con una regadera de 8 litros como se observa en la figura 31, una vez finalizada se procedió a tapar con plástico para su desinfección que tuvo una duración de 7 días para su uso. 30 Fig. 31. Fungicida comercial (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 32. Desinfección del sustrato (Fotografía tomada por Domínguez, 2012). El sustrato ya desinfectado fue colocado en el interior de bolsas plásticas negras de polietileno con dimensiones de 35 x 35 cm con capacidad de 4 kg, las cuales fueron empleadas como contenedores para el trasplante de las plantas de jitomate (figuras 32 y 33). Fig. 33. Sustrato de tepetzil en bolsa (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 34. Contenedores para el trasplante (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.3.3. Trasplante de plántulas de jitomate Veintinueve días después de la siembra, se realizó el trasplante, se consideró la presencia del primer par de hojas verdaderas (figura 34), se realizaron aplicaciones de un fertilizante foliar denominado GRO-GREEN (20 – 30 – 10), a concentración de 0.15% durante el proceso de crecimiento. 31 Figura 35. Plántulas de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Se realizo el trasplante de las plántulas ubicadas en la charola germinadora procurando extraerlas con el cepellón completo para trasplantarlas en las bolsas de polietileno destinadas para dicho propósito las cuales habían sido regadas previamente hasta punto de saturación de agua corriente (figuras 35 y 36). Fig. 36. Sustrato húmedo (Fotografía Tomada por Domínguez, F., 2012) Fig. 37. Planta de jitomate trasplantada (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 32 3.4. Diseño experimental y análisis estadístico Para este trabajo el diseño experimental fue bloques al azar 10 X 5, siendo la unidad experimental de 250 plantas distribuidas en 6 camas ordenadas en 5 bloques figura 38. Bloque1 FCA – 8a Bloque II Bloque III FCA - 8b FCA – 60a FCA – t2 FCA - 56b FCA – 8b FCA – 8b FCA – Mixto b FCA – t1 FCA – Mixto b FCA – 60a FCA – Mixto b FCA – 60b FCA – t2 FCA – 8a FCA – 8a FCA – 8a FCA -56a FCA – t1 FCA – 60b FCA – 56b FCA – 56b FCA – t1 FCA – t2 FCA – 60a FCA – 56a FCA – Mixto a FCA – Mixto a FCA – Mixto a FCA – 60b FCA – 56a FCA – t1 (Alginato sin bacterias) P. putida cultivo bacteriano FCA – 56a P. putida cultivo bacteriano FCA – 60 a P. putida cultivo bacteriano FCA – t2 (semilla normal) FCA – Mixto b (8, 56, 60) P. putida sedimento bacteriano FCA – 8b sedimento bacteriano FCA – Mixto a (8, 56, 60) P. putida cultivo bacteriano FCA – 60b sedimento bacteriano FCA – 56b sedimento bacteriano 33 Bloque IV Bloque V FCA - Mixto b FCA – Mixto a FCA - t2 FCA – t2 FCA – 8a FCA – 56b FCA – Mixto a FCA – Mixto b FCA – 60a FCA – 60b FCA – 56b FCA - tI FCA – 8b FCA – 8b FCA – 56a FCA – 56a FCA - tI FCA – 60a FCA – 60b FCA – 8a FCA – 8a P. putida cultivo bacteriano FCA – t1 (Alginato sin bacterias) FCA – 56a P. putida cultivo bacteriano FCA – t2 (semilla normal) FCA – 60 a P. putida cultivo bacteriano FCA – 8b sedimento bacteriano FCA – Mixto a (8, 56, 60) P. putida cultivo bacteriano FCA – 60b sedimento bacteriano FCA – Mixto b (8, 56, 60) P. putida sedimento bacteriano FCA – 56b sedimento bacteriano Figura 38. Distribución de los tratamientos en bloques al azar 34 La dosis de fertilización que se maneja en los 10 tratamientos es del 75% de la solución nutritiva. A continuación en el cuadro 4, se indica los tratamientos evaluados con su respectiva clave. Cuadro 4. Tratamientos y dosis evaluados con sus respectivas claves. Dosis Tratamiento Claves 1 75% P. putida – 8 caldo bacteriano FCA- 8a 2 75% P. putida – 56 caldo bacteriano FCA- 56a 3 75% P. putida – 60 caldo bacteriano FCA- 60a 4 75% P. putida – Mixta caldo bacteriano FCA Mixta – a 5 75% Testigo 1 (Alginato sin bacteria) FCA – t1 6 75% Testigo 2 ( semilla normal) FCA – t2 7 75% P. putida – 8 sedimento bacteriano FCA – 8b 8 75% P. putida – 56 sedimento bacteriano FCA – 56b 9 75% P. putida – 60 sedimento bacteriano FCA – 60b 10 75% P. putida – Mixta sedimento bacteriano FCA – Mixto b Los datos obtenidos en las diferentes variables de estudio, fueron analizados en el software estadístico S.A.S para Windows, realizando su respectivo análisis de varianza y comparación de medias Tukey (α = 0.05). 3.5. Manejo y cuidados efectuados en el cultivo de jitomate Conforme las plantas alcanzaban cierta altura fue necesario la colocación de un tutorado, actividad que consistió en sujetar las plantas desde la base del tallo hasta la parte más alta de la planta, con la finalidad de mantener la planta erguida y evitar que las hojas así como los frutos estén en contacto con el suelo, mejorando la aireación, la realización de labores culturales y cosecha. 3.5.1. Establecimiento del tutorado para guiar el crecimiento de la planta. 35 Se utilizo el sistema tradicional en el cual cada planta está guiada por medio de un hilo de “rafia”, tomando como soporte la estructura superior del invernadero (figuras 39 y 40). Fig. 39. Establecimiento de tutorado (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). Fig. 40 Colocación de tutorado a la planta de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.5.2. Control de enfermedades y plagas. Durante la realización del experimento se realizaron 6 aplicaciones de fungicida preventivo para evitar problemas de hongos en las plantas de jitomate, solo se presento un problema fitosanitario durante la etapa de floración que fue la presencia de mosquita blanca (Bemisia tabaci) la cual fue controlada mediante la instalación de trampas amarillas (figura 41) y aplicaciones de insecticida orgánico específicos para este insecto. Figura 41. Colocacion de trampas amarillas (Fotografia tomada por Domínguez, F., 2012). 36 3.5.3. Podas de brotes auxiliares de las plantas de jitomate. Eliminación de brotes para favorecer el desarrollo del tallo principal facilitar la ventilación, así mejorar el vigor de los frutos. Se realizaron podas para retirar hojas dañadas. Durante la etapa de floración y amarre de fruto se realizaron 6 podas de brotes en todas las plantas. Figura 42. Plantas de jitomate podadas en etapa de fructificación (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.5.4. Formula de fertilización química aplicada a plantas de jitomate. Para la nutrición de las plantas se ocupo una solo dosis que consistía al 75% de la solución nutritiva aplicada como se muestra en el cuadro 5. Cuadro 5. Composición química aplicada en la solución nutritiva al cultivo de jitomate. Nombre comercial Fertilizante Cantidad por L. Nitrato de calcio Ca(N03)2 1.074 g Nitrato de magnesio (Magnisal) Mg(NO3)2 0.712 g Nitrato de potasio KNO3 0.288 g Fosfato monopotásico (MKP) KH2PO4 0.263 g Ultrasol micro Micronutrientes 0.02 g 3.6. Cosecha La cosecha se realizó a los 78 días después del trasplante, los cortes se efectuaron cada semana conforme la madurez fisiológica de los frutos de jitomate (figura 43), 37 se obtuvieron 8 cortes. En cada corte los frutos fueron etiquetados de acuerdo al tratamiento y repetición al que correspondían. Esto con la finalidad de efectuar correctamente la toma de datos para las variables peso fresco y diámetro de frutos. Figura 43. Cosechas de frutos de jitomate durante el desarrollo del experimento (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.7. Cuantificación de variables de estudio, 3.7.1. Porcentaje de germinación Se determinó el porcentaje de semillas germinadas de jitomate de un total de 250, para todo el experimento, las cuales se colocaron en las cajas Petri hasta la salida de la radícula (Figura 44). Figura 44. Cuantificación de la variable germinación de semillas de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 38 3.7.2 Porcentaje de Nacencia Se determinó después de la germinación de las semillas de las cajas Petri al trasplante en charolas germinadoras para observar cuantas de las semillas germinadas sobrevivían al trasplante (Figura 45). Figura 45. Cuantificación de nacencia de plántulas de jitomate (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.7.3. Longitud de planta Esta variable se determinó midiendo con un flexómetro a partir de la base del tallo hasta el ápice de la planta (Figura 46). Figura 46. Cuantificación de la variable altura de planta mediante un flexómetro (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 39 3.7.4. Diámetro de tallo El diámetro de tallo se consideró a 10 cm por arriba de la base conformada por el tallo y raíz, la lectura se realizó con un vernier digital (Figura 47). Figura 47. Cuantificación de diámetro de tallo mediante un vernier digital (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.7.5 Peso fresco del tallo, follaje y raíz El peso de materia fresca del tallo, follaje y raíces, se realizó por separado, el tallo junto con el follaje y las raíces únicamente, estos se colocaron sobre una balanza granataria monoplato de tres brazos (OHAUS) cuya unidad de medida fue el gramo (Figura 48). Figura 48. Cuantificación de peso fresco de tallo, follaje y raíz por medio de una balanza granataria monoplato de tres brazos (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 40 3.7.6. Peso fresco de la planta El peso de materia fresca de planta, se realizó por separado, la parte aérea y raíz, se colocaron sobre una balanza granataria, cuya unidad de medida fue el gramo y posteriormente los valores obtenidos por cada sección se sumó, obteniendo el total de materia fresca por planta (Figura 48). 3.7.7. Peso seco del tallo, follaje y raíz Al concluir la determinación del peso fresco, el tallo con el follaje y las raíces fueron colocados en bolsas de papel con medidas de 20 x 30, las cuales fueron colocadas en una estufa de secado, a temperatura de 70ºC durante 144 horas, hasta obtener un peso seco constante. Al concluir el tiempo antes señalado, se cuantificó el peso seco mediante una balanza granataria monoplato de tres brazos (OHAUS) cuya unidad de medida fue el gramo granataria digital (Figura 49). Figura 49. Cuantificación de peso seco de tallo, follaje y raíz mediante una balanza granataria monoplato de tres brazos (Domínguez, 2012) 3.7.8. Peso seco de la planta El peso de materia seca de la planta, se realizó por separado, la parte aérea y raíz, se colocaron sobre una balanza granataria monoplato de tres brazos (OHAUS) cuya unidad de medida fue el gramo y posteriormente los valores obtenidos por cada sección se sumó, obteniendo el total de materia seca por planta (Figura 49). 41 3.7.9. Longitud radical Se midió el largo de la raíz principal o pivotante hasta la parte terminal mediante una cinta métrica cuya unidad de medida es el cm. (Figura 50). Figura 50. Cuantificación de la longitud de raíz, mediante la cinta métrica (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 3.7.10. Volumen radical Esta variable se midió en una probeta graduada de 1000 mL. de capacidad, dentro de la cual se sumergieron las raíces (Figura 51). Figura 51. Cuantificación de volumen radical (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 42 3.7.11. Peso del fruto El peso del fruto se determinó por medio de una balanza granataria digital, considerando como unidad de medida el gramo (Figura 52). Figura 52. Cuantificación de peso fresco del fruto mediante una balanza digital (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 3.7.12. Diámetro del fruto Las medidas obtenidas se realizaron por medio de un vernier digital, para esta variable se tomo el fruto por el pedúnculo de forma vertical y, en la parte central de éste se colocó el vernier y se cuantificó su diámetro (Figura 53). Figura 53. Cuantificación de diámetro del fruto mediante un vernier digital (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 43 3.7.13. Rendimiento total de frutos La determinación de rendimiento total de frutos en cada uno de los tratamientos se realizó por medio de una balanza digital, considerando como unidad de medida el gramo (Figura 55). Figura 54. Cuantificación de rendimiento total de frutos (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 3.7.14. Grados Brix El porcentaje de azucares presentes en el fruto de jitomate, se determinó con ayuda de un Refractómetro portátil (marca Atago modelo 114684), para ello fue necesario extraer un segmento de la pulpa del fruto, el cual fue ligeramente molido con la finalidad de extraerle el jugo, del cual se tomó una gota para colocarla en el refractómetro y proceder a cuantificar el porcentaje de azucares (Figura 54). Figura 55. Cuantificación de grados Brix por medio de refractómetro (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012) 44 3.8. Determinación de las Unidades Formadoras de Colonias (UFC) Procedimiento: 1. Se colectó una muestra de 3 g de raíz fresca de la planta de jitomate por tratamiento. Posteriormente se colocaron en caja Petri la cual contenía 20 mL. de solución salina (NaCl) al 0.85%. Las raíces fueron maceradas (molidas) con ayuda de una varilla de vidrio, del caldo obtenido se colectó 1 mL. y fue depositado en un tubo de ensayo que contenía 9 mL. de solución salina estéril (0.85%), el tubo con 10 mL. de volumen, fue sometido a agitación durante 1 minutos en un vórtex (Barnstead Thermolyne Maxi Mix II). 2. De cada tubo conteniendo la muestra en volumen de 10 mL. se procedió a realizar diluciones en serie, transfiriendo 1 mL. a otro tubo con 9 mL. de NaCl. Cada transferencia corresponde a dilución de 1 en 10, y se repitió este procedimiento de dilución hasta alcanzar la dilución 10 -5. 3. De las diluciones 10-8, 10-7 por separado, se tomó 0 .1 mL. con ayuda de una micropipeta, posteriormente sobre una placa de caja Petri conteniendo medio de cultivo B-king (sólido), se depositó el contenido, finalmente con ayuda de una asa bacteriológica de distribuyó en toda la caja con movimientos en zig-zag. Utilizando un marcador indeleble a cada una de las cajas se etiquetó de acuerdo al tratamiento y dilución correspondiente. Se colocó en una estufa bacteriológica para su incubación a 25°C por 48 horas. Una vez pasado el tiempo de incubación de procedió a observar si hubo o no presencia de colonias en cada tratamiento (figura 56). Figura 56. Cantidad de colonias formadas por tratamiento en caja petri (Fotografía tomada por Domínguez, F., 2012). 45 Transcurrido el tiempo de incubación se procedió a realizar el conteo de UFC reveladas en cada caja Petri como se muestra en la figura 57. Para esto se utilizó un contador de colonias SOL-BAT S.A Figura 57. Cuantificación de la variable UFC mediante el contador de colonias (Fotografía tomada por Fernández y Martínez, 2010) 46 IV. RESULTADOS Y DISCUSIONES 4.1. Respuesta de las plantas de jitomate a la inoculación con rizobacterias Pseudomonas putida Las plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias de la especie Pseudomonas putida, mostraron una respuesta favorable al crecimiento, desarrollo y rendimiento del cultivo durante los 4 meses que se mantuvo en invernadero, tiempo correspondiente a su ciclo fenológico. Respecto a los tratamientos evaluados, destacó el que presentó plantas biofertilizadas, mismas que fueron fertilizadas químicamente con un 75% de la dosis comúnmente empleada para este cultivo, a continuación se describen los resultados obtenidos en cada variable de estudio. 4.1.1. Porcentaje de germinación Favoreciendo este resultado al encapsulado que se le realizo a las semillas de jitomate, por lo que posiblemente este pudo haberles proporcionado una adecuada condición de humedad y temperatura para promover que las rizobacterias colonizaran mejor la raíz de las plántulas de jitomate. Por otra parte, Olsen y Misaghi (1984) evaluaron el potencial germinativo de P. fluorescens en guayule (Parthenium argentatum), y en sus resultados encontraron que el uso de esta rizobacteria incrementó el número de plántulas en semillero, lo cual les hace suponer que ello depende tanto el tipo de bacteria utilizada, como del método usado para la inoculación de las semillas. 4.1.2. Porcentaje de nacencia Se puede afirmar que el uso de las rizobacterias P. putida, incrementa de manera positiva el porcentaje de vida de las plántulas de jitomate. Resultados similares fueron encontrados por Höfte et al (1991) al observar que semillas de maíz tratadas con cepas de P. fluorescens (ANP15), P. oreginosa (/NSK2) más un periodo de frio de 4ºc durante 10 días, incrementaron su nacencia hasta un 30 a 60 %. Dileep y Dube (1992) confirmaron que la inoculación de 47 semillas de garbanzo y soya con P. fluorescens (cepa RBT13) incrementó la emergencia en un 23.6 y 36.6 por ciento, respectivamente. Por ello, los mencionados autores sugieren que el uso de Pseudomonas como una rizobacteria promotora del crecimiento, puede tener éxito asegurado para mejorar algún aspecto agronómico relacionado con estas plantas. 4.1.3 Altura de plantas de jitomate En altura de planta el análisis estadístico no indicó la presencia de diferencias significativas (Figura 58). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA – 60a (P. putida cultivo bacteriano) con una altura promedio de 178cm, superando al testigo 1 alginato sin bacterias) en un 4.54% y al testigo 2 (semilla normal) en un 12.32%. Si bien las demás inoculaciones lograron promover positivamente el crecimiento de plantas de las cuales las cepas FCA – 56a, FCA- 56b, FCA-60b lograron superar al testigo. Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar al testigo. Aunque sus resultados son aceptables. Al respecto Bautista (2010), al evaluar el efecto de rizobacterias del género Pseudomonas en plantas de pepino menciona que este tipo de microorganismos si lograron la promoción del crecimiento y desarrollo de manera favorable. Por su parte Díaz (1998), menciona que la biofertilización de plantas de lechuga con rizobacterias del genero Pseudomonas logro estimular el crecimiento de plantas de forma favorable destacando sobre el testigo de manera significativa. En este sentido, Daft (1991) opina que es imprescindible considerar también el tipo de suelo o sustrato, el pH, el contenido de agua y su fertilidad, ya que generalmente estos son algunos factores que determinan la capacidad infectiva de los microorganismos de la rizósfera. Finalmente y por lo citado con antelación, cabe destacar que Plascencia (1995) asevera que microorganismos como bacterias y hongos pueden llegar a reducir el crecimiento de las plántulas, sobre todo porque estos usan parte de la energía y de los nutrimentos durante las fases iniciales de colonización de raíces. 48 Figura 58. Determinación de altura de planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.4. Diámetro de tallo de plantas de jitomate En diámetro de tallo, el análisis estadístico indica que no hay diferencias significativas (Figura 59). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano) con un diámetro promedio de 1.124 cm, superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 1.07% y al testigo 2 (semilla normal) en un 2.93%. Si bien las demás inoculaciones lograron promover positivamente el crecimiento de plantas, solo el tratamiento FCA-Mixt b (P. putida 8, 56, 60 sedimento bacteriano) logro superar a los testigos. Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar al testigo 1 y 2, pero sus resultados son aceptables. Al estudiar diferentes cepas de Pseudomonas en el cultivo de pepino, los resultados obtenidos evidenciaron una estimulación en el grosor del tallo, materia seca, sólidos solubles, índice de madurez (Bautista 2010). Diversos reportes realizados en portainjertos de Citrus volkameriana, en el cual se evaluó el potencial 49 de rizobacterias del genero Pseudomonas, se encontró que cepas bacterianas mostraron efectos favorables sobre la variable crecimiento y desarrollo vegetativo de los citrus (Francisco, 2010). Figura 59. Determinacion de diámetro de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes d acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.5. Peso fresco de tallo y follaje de plantas de jitomate Respecto al peso fresco de tallo y follaje de plantas, el analisis estadistico indicó que no existen diferencias estadisticas significativas (Figura 60). Sim enbargo, el mejor tratamiento fue la cepa FCA-Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), al registrar un peso promedio de 508.31g., superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 2.71% y al testigo 2 (semilla normal) en un 11.37%. Cabe resaltar que al igual que las anteriores variables antes referidas, los demas tratamientos que implicaron biofertilizacion, promovieron positivamente la ganancia de masa en las plantas en general. Diversos trabajos de investigacion realizados en jitomate con rizobacterias del género Pseudomonas, demuestran efectos favorables sobre la variable de peso 50 fresco del follaje y tallos (Fernández y Martínez, 2010). Realizando estudios sobre rizobacterias del genero Pseudomonas en cultivo de pepino se comprobó que existe una estimulacion en el crecimiento vegetal obteniendo resultados favorables en el peso fresco de tallos y follaje (Bautista, 2010). Por su parte Muñoz (1993) encontró que la inoculacion con Azospirillum sp. y Pseudomonas sp. incrementaron en 23 por ciento la parte aérea en plantas de maíz con respecto al testigo sin inocular. Otro estudio donde Staley et al. (1992) evaluaron la inoculacion de alfalfa (Medicago sativa) y trebol (Lotus corniculatus) con rizobacterias PGPR de Pseudomonas putida, reportó un efecto nulo en el incremento del peso fresco de la raíz de la alfalfa, pero diferencias considerables en el aumento de la biomasa radical en el trébol a 11 semanas de haberse iniciado el experimento. Estos resultados son parecidos a los encontrados por Probanza et al. (1996), quienes probaron 27 rizobacterias PGPR (cepas de P. fluorescens, B. pumilus y B. licheniformis) en Almus glutinosa, observando que solo tres cepas de B. pumilus y una de B. lucheniformis incrementaron los parámetros de parte aérea hasta en un 163 por ciento comparandolos con el testigo. Figura 60. Peso fresco de tallo y follaje de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. 51 putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.6. Peso fresco de raíz de plantas de jitomate En peso fresco de raíz el análisis estadístico indica que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 61). Resultando como mejor tratamiento FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano), con un peso promedio de 91.696 g., superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 13.45% y al testigo 2 (semilla normal) en un 6.47%. Las demás inoculaciones lograron promover positivamente por la ganancia de masa en las plantas, solo el tratamiento FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano) logro superar a los testigos. Estudios similares fueron encontrados por Kloepper y Schroth (1978) al probar la influencia de las PGPR en rábano (Raphanus sativus), observando un incremento de hasta un 56.7 por ciento en invernadero y de un 176 por ciento en campo debido a la eficiencia de estas rizobacterias. Otro estudio por Enebak et al. (1997) apoya los resultados obtenidos para esta variable, ya que encontraron que plántulas de Pinus taeda y Pinus elliottii inoculadas con PGPR incrementaron considerablemente su peso tanto en la parte aérea como en la raíz, sugiriendo que el potencial de estas rizobacterias es importante para la producción de especies forestales en su etapa de semillero debido a su efecto en la velocidad de germinación e incremento de biomasa. El uso de P. fluorescens encapsulado no solo incrementa considerablemente el peso fresco de las raíces en trigo, sino también acrecienta la sobrevivencia de la rizobacteria en condiciones de temperatura adversa (Elsas et al., 1992). Estudios realizados sobre rizobacterias del género Pseudomonas en cultivos de pepino se comprueba que existe una estimulación en el crecimiento vegetal obteniendo resultados favorables en el peso fresco de raíz (Bautista, 2010). 52 Figura 61. Peso fresco de raíz de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acurdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.7. Peso fresco de planta En peso fresco de planta el análisis estadístico indicó que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 62). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA – Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano) con un peso promedio de 592.14 g. superando al testigo 1 (alginato sin bacteria) en un 2.85% y al testigo 2 (semilla normal) en un 9.14%. Si bien las demás inoculaciones lograron promover positivamente la ganancia de masa en las plantas, éstas no alcanzaron a superar a los testigos, tal y como se muestra en la figura 62. Estudios realizados en inoculaciones en lechuga con rizobacterias en dos tipos de suelo, donde mostraron diferencias significativas en peso fresco y seco de las plantas (Díaz, 1998). 53 Figura 62. Determinación de peso fresco de planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.8. Peso seco de tallo y follaje de plantas de jitomate En peso seco de la parte aérea de la planta el análisis estadístico indicó que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 63). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA-60b (P. putida sedimento bacteriano) con un peso promedio de 202.95 g. superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 16% y al testigo 2 (semilla normal) en un 27%. Si bien las demás inoculaciones lograron promover positivamente el crecimiento de plantas, solo los tratamientos con las cepas FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano) lograron superar a los testigos. Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar al testigo aunque sus resultados son favorables. Estudios realizados en jitomate demostraron que las rizobacterias del género Pseudomonas tuvieron un efecto favorable en la planta incrementando su producción de materia seca (Fernández y Martínez, 2010). Así mismo en los estudios realizados en pepino por Bautista, (2010). 54 Figura 63. Peso seco de tallo y follaje de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.9. Peso seco de raíz de plantas de jitomate En peso seco de raíz de la planta el análisis estadístico indica que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 64). Resaltando como mejor tratamiento la cepa FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano) con un peso promedio de 11.668 g., superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 12.84% y al testigo 2 (semilla normal) en un 8.62%, seguido por los tratamientos FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), que también superaron a los testigos. . Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar al testigo pero sus resultados son aceptables. Estudios realizados sobre rizobacterias del género Pseudomonas en cultivos de pepino se comprobó que existe una estimulación en el crecimiento vegetal obteniendo resultados favorables en el peso seco de raíz (Bautista, 2010). Muñoz (1993) inoculó maíz con Azospirillum brasilense (cepa UAP-253) y Pseudomonas putida (cepa UAP-207), encontró un incremento de 65 por ciento en la masa seca radical que el autor atribuyó al efecto sinérgico que ambas rizobacterias mostraron cuando se les asoció. En otro estudio donde Glick et al. (1997) probaron la 55 respuesta de plántulas de canola en semillero a diferentes tratamientos (aplicación de MgSO4 e inoculación con la rizobacteria P. putida (cepa GR12-2) y una mutante de esta especie (GR12-2/acd68), encontraron que la principal diferencia entre los resultados obtenidos fue el incremento del peso fresco y seco de sus raíces. Resultados similares fueron encontrados por Chanway (1988) en plantas de lenteja inoculadas con rizobacterias PGPR, donde el incremento en el peso seco de la raíz fue mayor de 16 por ciento en comparación con el testigo. Así, y al igual que otros de los autores mencionados, el investigador en turno asevera que estos microorganismos son eficaces en la promoción del crecimiento vegetal y, en algunos casos, les beneficia el nitrógeno fijado por ellos en el suelo. Figura 64. Peso seco de raíz de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacteria P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.10. Peso seco de planta Para peso seco de planta el análisis estadístico indica que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 65). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA – 60b (P. putida sedimento bacteriano) con un peso promedio de 208.29 g. superando al testigo 1(alginato sin bacterias) en un 12.46% y al testigo 2 (semilla normal) en un 22.23%. Cabe resaltar que al igual que las anteriores variables antes referidas, los demas tratamientos que implicaron biofertilizacion, promovieron positivamente la ganancia de masa en las plantas en general. 56 Estudios realizados en inoculaciones en lechuga con rizobacterias en dos tipos de suelo, donde mostraron diferencias significativas en peso fresco y seco de las plantas (Díaz, 1998). Figura 65. Peso seco de planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤ 0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.11. Cuantificación de diámetro de fruto La evaluación del diámetro de fruto de jitomate indica que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 66). En contraste, la prueba de medias Tukey, señala a la cepa FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano) como el mejor tratamiento al promover el mayor diámetro promedio (5.015 cm), superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 1.84% y al testigo 2 (semilla normal) en un 2.26%, seguido por el tratamiento representado por la cepa FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano) con un incremento respecto al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 1.94% y al testigo 2 (semilla normal) en un 2.36%. Si bien las demás inoculaciones lograron promover positivamente el crecimiento de plantas, solo los tratamientos con las cepas FCA-60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), superaron también a los testigos. Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar a los testigos pero sus resultados son aceptables. 57 Reportes realizados en jitomate, en el cual se estudió la inoculación de rizobacterias del género Pseudomonas, mostraron efectos favorables sobre la variable diámetro de fruto (Romero y Cruz, 2005 y Fernández y Martínez, 2010). Figura 66. Determinación de diámetro de fruto de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.12. Longitud radical de la planta de jitomate Para longitud radical el análisis estadístico indica que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 67). En contraste, la prueba de medias Tukey, señala a la cepa FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano) como el mejor tratamiento al promover la mayor longitud promedio (41.796 cm), superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 9.23% y al testigo 2 (semilla normal) en un 16.97%, seguido por los tratamientos representados por las cepas FCA-Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA-60b con un incremento respecto al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 1.91% y al testigo 2 (semilla normal) en un 9.14%. Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar a los testigos pero son aceptables. 58 Hernández (1998), refiere que la influencia de la inoculación en el desarrollo y funciones de la raíz, es probablemente uno de los factores de mayores beneficios para los cultivos, pudiendo desempeñar un papel rector en este efecto la producción de sustancias reguladoras del crecimiento por las especies inoculadas o por las propias raíces, como una reacción a la colonización bacteriana Figura 67. Longitud radical de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.13. Volumen de raíz La variable volumen radical de planta de jitomate indica que no existen diferencias estadísticas significativas (Figura 68). En contraste, la prueba de medias Tukey, señala a la cepa FCA-Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), como el mejor tratamiento al promover el mayor volumen promedio (60.328 cm3), superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 25.69% y al testigo 2 (semilla normal) en un 13.40%. Si bien las demás inoculaciones lograron promover positivamente el crecimiento de plantas de las cuales las cepas FCA – 60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano) lograron superar a los testigos. Para el uso de los demás tratamientos inoculados éstas no alcanzaron a superar a los testigos pero sus resultados son aceptables. 59 Al respecto, algunos trabajos señalan que las biofertilizaciones con microorganismos benéficos como las rizobacterias en particular de las especies P. fluorescens y P.putida han obtenido diferencias e incremento de peso fresco y volumen de raíces (Berg, 2009; Lambers et al., 2009). Figura 68. Volumen radical de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.14. Contenido de grados Brix en fruto de jitomate Para la variable grados Brix en fruto el análisis estadístico indica la presencia de diferencias estadísticas significativas (Figura 69). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano) con un contenido de azucares de 6%, superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 17.64% y al testigo 2 (semilla normal) en un 9.09%, como se muestra en la figura 65. Estudios realizados sobre rizobacterias del género Pseudomonas en cultivos de pepino se comprobó que existió una estimulación en frutos obteniendo resultados favorables en la calidad de ellos (Bautista, 2010). Los grados Brix (%), es una cualidad que permite conocer la concentración de azúcares presente en el fruto, ésta cambiará considerablemente entre frutos de distintas especies. Esta variable no sólo es importante como parte de los componentes principales del fruto, sino que tiene un papel decisivo en el sabor (Hernández et al., 2002). 60 Figura 69. Concentracion de azúcares en fruto de jitomate obtenido de las plantas biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras diferentes son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.15. Cuantificación de rendimiento total en fruto de jitomate por tratamiento Para el rendimiento total de frutos por tratamiento no se tuvieron diferencias significativas (Figura 70), resultando como mejor tratamiento la cepa FCA-Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), con un peso promedio de 1877.7g promedio por planta durante los 8 cortes, superando al testigo 1 (alginato sin bacterias) en un 14.9% y al testigo 2 (semilla normal) en un 3.13%, como se muestra en la figura 70. En este caso del rendimiento coincide con lo señalado por Díaz 1998, en donde muchas Rizobacterias han sido aplicadas a raíces de diferentes especies vegetales, demostrando ser capaces de colonizarlas y estimular el rendimiento de los cultivos, a través de la producción de hormonas vegetales. Así como demuestra Alba 2004, en su estudio, realizado con chile tipo Choleño bacillus con la aplicación de rizobacterias del genero Pseudomonas que estimularon al desarrollo vegetativo obteniendo un alto rendimiento de producción. 61 Figura 70. Rendimiento total de fruto de la planta de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras iguales no son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA-8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCAMixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 4.1.16. Cuantificación de unidades formadoras de colonia (UFC) Para la variable U.F.C. el análisis estadístico indica la presencia de diferencias estadísticas significativas en la 10-7(Figura 71). Resultando como mejor tratamiento la cepa FCA – Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano), dejando muy por debajo a las demás cepas como se muestran en las figuras 71 y sobre todo al testigo dejándonos en claro que este tratamiento no fue inoculado con ninguna cepa. Se sabe que la variación de la población de bacterias entre los tratamientos puede estar influenciada por la “rizodepocitación” (es decir cambios cuantitativos en exudados, lisados, mucílago, secreciones, células muertas y vasos conductores) (Campbell y Greaves, 1990), así como para las especies de cultivos y las diferencias entre una región y otra. 62 Figura 71. UFC 10-7 de plantas de jitomate biofertilizadas con rizobacterias P. putida. Medias con letras diferentes son significativamente diferentes de acuerdo a Tukey (P≤ 0.05). FCA-8a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-56a (P. putida cultivo bacteriano), FCA-60a (P. putida cultivo bacteriano), FCA- Mixt a (8, 56, 60 P. putida cultivo bacteriano), FCA- t1 (alginato sin bacterias), FCA- t2 (semilla normal), FCA8b (P. putida sedimento bacteriano), FCA-56b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- 60b (P. putida sedimento bacteriano), FCA- Mixt b (8, 56, 60 P. putida sedimento bacteriano). 63 V. CONCLUSIONES La inoculación con rizobacterias promotoras del crecimiento (PGPR) presentaron un efecto tan marcado sobre las plántulas de jitomate, que llegaron a provocar cambios morfológicos y fisiológicos que pueden tener implicaciones positivas a largo plazo en la supervivencia, crecimiento, desarrollo y producción de las plantas en campo. En si, todas las plántulas inoculadas con rizobacterias PGPR produjeron incrementos en longitud radical, volumen radical y en la producción de biomasa (peso fresco y seco del follaje y raíz), lo cual sugiere que su asociación con las plántulas valoradas es aconsejable. Con referencia a los mecanismos responsables de los efectos benéficos observados, cabe destacar que la producción de hormonas reguladoras del crecimiento vegetal (citocininas, auxinas, giberelinas), la fijación biológica del nitrógeno o la producción de otros compuestos orgánicos (p. ej. los antibióticos) iniciaron cuando los microorganismos entraron en contacto con la rizósfera de las raíces y las colonizaron. La cepa rizobacteriana FCA – 60a promovió los mejores resultados en las variables de estudio: altura de plantas, diámetro de tallo, peso seco de raíz, cuantificación de diámetro de fruto. La cepa rizobacteriana FCA – Mixt a, promovió los mejores resultados en las variables de estudio: peso fresco de tallo y follaje, peso fresco de planta, volumen de raíz, cuantificación de rendimiento total en fruto. Se considera imprescindible tratar de determinar el efecto de estos microorganismos en otros cultivos, ya que pudieran presentar una selectividad hacia un tipo específico de plantas donde los beneficios de estos pudieren ser más trascendentales. El uso de las rizobacterias PGPR no sólo se centra en la producción de plántulas de buena sanidad, calidad y vigor pues al ser capaces de disminuir el uso excesivo de insumos agrícolas como fungicidas, antibióticos y fertilizantes químicos, se convierte en una alternativa biotecnológica más 64 cuya misión es minimizar los altos costos ecológicos, económicos y sociales que los actuales procesos agroproductivos demandan para la satisfacción de nuestras crecientes necesidades alimentarias. 65 VI. RECOMENDACIONES En lo relacionado con el invernadero es necesario aumentar la altura del plástico, ya que en temporadas de calor la temperatura aumento hasta los 45ºC. Establecer un sistema de riego que favorezca el rendimiento del cultivo. Realizar reinoculaciones de las rizobacterias en etapa de floración y amarre de fruto para obtener mayor rendimiento de cosecha. Monitorear plagas y enfermedades periódicamente en cada etapa fenológica del cultivo. Realizar podas para disminuir la pérdida de energía y obtener un mayor vigor de la planta. Establecer el cultivo de jitomate durante un año para cuantificar el rendimiento total de cosecha. 66 VII. LITERATURA CITADA Alba, H. R. 2004. “Rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal y su influencia en el crecimiento y producción de chile choleño (Capsicum sp) en invernadero”. Tesis de licenciatura. Programa educativo Ingeniero Agrónomo. Universidad Veracruzana. Alcántar G. G., Trejo – Téllez L. I. 2007. Nutrición de cultivos. Editorial MundiPrensa. Colegio de Postgraduados. México. 454 p. Alexander, M. 1994. Introducción a la microbiología del suelo. Esperanza García (ed.). AGT. México. 491 p. Bautista, M. P. 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