Mi testimonio como mujer separada Que se acuerden de nosotras ya es un triunfo, ha sido una bendición. Yo llevaba tiempo demandando algo para nosotras hace tiempo y al final gracias al Padre Miguel llegó. Es una suerte haberme encontrado con todas vosotras, personas maravillosas q a pesar de nuestras heridas seguimos ahí con fuerza y confiando y, sobre todo, hablamos el mismo lenguaje, escuchándonos aprendemos las unas de las otras y nos animamos. Yo por ejemplo noto que no estoy sola en este barco y antes sí, porque por mucho que explicara no me comprendían. Ahora las heridas de una son de todas y gracias a las dichosas nuevas tecnologías estamos ahí en cuanto nos necesitamos dándonos apoyo y consuelo. Y al final siguiendo el mismo camino hacia Jesús, siempre confiando en El. Podría seguir y seguir. Un beso Isabel