Trastornos Alimentarios y Depresión. 2 Trastorno INTRODUCCIÓN. El ser humano día a día se ve influenciado por todo el medio que le rodea. En la sociedad actual, los cambios en los roles de género y el impacto de los medios de comunicación han influido en la población de manera que muchos individuos han adoptado formas de comportamiento para ajustarse a las exigencias impuestas por dichos factores. Uno de los principales problemas que enfrenta la comunidad en general es la cultura de la dieta y la salud mal encaminada. Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son manifestaciones extremas de una variedad de preocupaciones por el peso y la comida, experimentados por mujeres y hombres. Éstos incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y tentativamente el trastorno por atracón. Aunque los manuales de diagnóstico no lo incluyan dentro de su clasificación, la obesidad mórbida también puede considerarse un TCA. Todos éstos son problemas emocionales serios que pueden llegar a tener consecuencias fatales. Si bien es cierto que los esfuerzos por estudiar los TCA no son recientes, es en los últimos años donde se ha hecho más controversia al respecto. Hasta se han publicado casos de personas dedicadas al espectáculo y los deportes que son o fueron víctimas de estos padecimientos, por lo que muchos conocen la existencia de los desórdenes del comportamiento alimentario. Pero como suele ocurrir en muchos de los trastornos psicológicos, la información que se ofrece a la población por parte de profesionales de la salud es poca, por lo que la gente tiene un conocimiento limitado o nulo sobre el tema. En el caso de la población estudiantil, cuyas edades por lo general incluyen el grupo más vulnerable en cuanto a TCA se refiere, pocas veces tienen acceso fácil a información preventiva que les permita conocer qué son estos trastornos, u orientación sobre a dónde acudir en caso de estar en riesgo o presentar un desorden alimenticio, esto a pesar de que en las escuelas se proponga el impartir charlas sobre los padecimientos a nivel orgánico y psicológico a los que son potencialmente propensos. En muchos de los casos, un trastorno psicológico no se presenta de manera aislada, por lo que se hace difícil el poder hacer un diagnóstico diferencial entre ellos. La presencia de dos o más enfermedades independientes en un mismo sujeto se le denomina comorbilidad. Los TCA tienen alta comorbilidad con otros trastornos psicológicos, entre ellos los afectivos, principalmente depresión. Son dos los puntos de Trastornos Alimentarios y Depresión. 3 Trastorno vista los que intentan explicar el curso de dicha comorbilidad. Uno es que los síntomas depresivos son consecuencia de la conducta inadecuada de los pacientes anoréxicos y/o bulímicos, y por otro lado esta la postura de que la depresión en muchos casos puede ser primaria a la patología alimentaria. Sin embargo, de lo que no hay duda, es de la alta frecuencia con que se presentan ambas patologías. A pesar de que es un tema que pudiera estar en boga por las características de la sociedad, es poco lo que se ha podido avanzar en materia de investigación, sobre todo en nuestra comunidad. Es por ello que en el presente trabajo se hace revisión histórica y teórica de los TCA desde distintos enfoques, estudios sobre los índices de los mismos tanto en población general y de riesgo, así como su comorbilidad con el trastorno depresivo, todo ello como evidencia empírica que nos lleva al objetivo de la investigación.