TEXTO 9: Para Kant el principio causal no proviene de la costumbre o de la experiencia. Para Hume la causalidad deriva de la experiencia, para Kant es anterior a ella y fundamenta la posibilidad de la misma. “Pues bien, en Kant , si entendemos la experiencia en el sentido genuino de su filosofía crítica y no como simple rapsodia de percepciones, sucede lo contrario: La causalidad es anterior a la experiencia, no siendo ésta posible sin ella: Así, pues, sólo porque nosotros sometemos la sucesión de los fenómenos y, con ello, todo cambio a la ley de la causalidad, es posible la experiencia misma, es decir, el conocimiento empírico de los fenómenos; en consecuencia éstos sólo son posibles como objetos de experiencia según esta ley. Por eso, páginas después, volverá a oponerse a posturas como las de Hume que quieren ver en la relación causal el resultado de una experiencia acumulativa: esto no pasaría de una regla empírica (contingente) que sólo valdría para un uso puramente empírico (contingente también). Es decir, la relación causal no sería el contenido formulado en un principio sintético a priori universal y necesario. Ni sería el principio rector de la sucesión objetivamente determinada de los fenómenos en el tiempo. Y de no contar con un principio así, la experiencia objetiva no es posible. O sea, “el principio de la relación causal en la sucesión de los fenómenos tiene, pues, valor con anterioridad a todos los objetos de la experiencia (bajo las condiciones de la sucesión), porque él mismo es el fundamento de la posibilidad de una tal experiencia”.” La conclusión nos parece que o puede ser más clara: que para Hume la causalidad se constituye y adquiere su validez en la experiencia; por el contrario, para Kant la experiencia presupone la categoría de causalidad y se funda en ella” S. Rábade Romeo, Hume y el fenomenismo moderno. Editorial Gredos, Madrid, 1975 pp. 457-58.