Bogotá D - Superintendencia de Sociedades

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220-37372
Asunto: Disminución de capital suscrito con efectivo reembolso de aporte de algunos accionistas.
Procedencia.
Me refiero a su escrito e-mail radicado en esta entidad el día 27 de julio del presente año con el No. 2001-01066063, en el cual consulta si resulta procedente que, por aprobación unánime de los accionistas, se realice una
disminución de capital suscrito con efectivo reembolso de aportes a todos los accionistas, excepto a uno, quien
conservará intacto su aporte y participación en la sociedad.
A efectos de darle respuesta al asunto consultado, esta oficina se permitirá hacer las siguientes precisiones y
consideraciones de orden legal.
Sea lo primero poner de presente que de conformidad con lo establecido en el artículo 122 del Código de Comercio,
el capital social de una compañía deberá fijarse de manera precisa al momento de su constitución, y es susceptible
de aumentarse o disminuirse por medio de la correspondiente reforma estatutaria, aprobada y formalizada
conforme a la ley.
Ahora bien, la reforma estatutaria consistente en la disminución del capital puede implicar un efectivo reembolso de
aportes llevados al fondo social, en cuyo caso requiere autorización por parte de la Superintendencia de Sociedades,
conforme lo dispone el artículo 145 ídem, en concordancia con el numeral 7° del artículo 86 de la Ley 222 de 1995;
pero, de otra parte, puede no implicar devolución de aportes, como cuando la reducción obedece a una medida
enderezada al restablecimiento del patrimonio para enervar la causal de disolución por pérdidas que lo hayan
reducido por debajo del cincuenta por ciento (50%) del capital social, lo cual no requiere autorización por parte de
esta entidad.
A su vez, por constituir el capital social de una compañía la prenda común de garantía de sus acreedores, de su
protección se ocupa el legislador al establecer algunas limitaciones a la restitución y/o reembolso de los aportes, en
los artículos 143 a 147 del Código de Comercio, en el sentido de que los asociados no podrán pedir su restitución ni
el reembolso sino en los casos allí previstos. Sobre este particular punto, valga la pena citar algunos apartes de la
Exposición de Motivos del Proyecto de Código de Comercio de 1958, en lo que hace al principio de intangibilidad del
capital social:
"Porque la disminución de capital no ha de entenderse como una reducción de la cifra
numérica que expresa el capital social, esto es, como una simple reducción del valor
nominal del interés de cada socio en la sociedad; esta reducción no puede entenderse
prohibida en ningún caso, porque de lo que se trata es de impedir que se distribuya,
antes de la liquidación, lo que es la prenda común de los acreedores de la sociedad. Por
eso se habla en el proyecto de disminución de capital con reembolso del interés de los
socios, que puede ocurrir en dos formas: con reembolso parcial del aporte o interés de
todos los socios, o con reembolso total del interés o aporte de alguno o algunos de
ellos… En ambos casos hay, pues, una reducción del capital social, acompañada de una
reducción de los activos sociales, que representa una verdadera reforma del contrato.
Pero esta medida no se permite con igual facilidad en todas las formas de sociedad,
porque si en las de personas es indiferente, hasta cierto punto, por cuanto la única
garantía de los terceros no está constituida por el patrimonio social, en las de capitales
no ocurre lo mismo, y es importante que de este modo no se produzca la insolvencia de
la sociedad… "
Y es que la reducción facultativa del capital, a contrario de la que se impone como consecuencia del ejercicio del
derecho de retiro consagrado en el artículo 16 de la Ley 222 de 1995, tiene plena justificación en el hecho de
"permitir a la sociedad restablecer la relación entre el volumen de las inversiones y la dimensión de la empresa,
liberando recursos financieros no utilizables en esa empresa… ", y procederá su autorización por parte de esta
entidad, en los términos del artículo 145 del C. de Co., cuando se pruebe que la sociedad carece de pasivo externo,
o que hecha la reducción los activos sociales representen no menos del doble del pasivo externo, o que los
acreedores sociales acepten expresamente y por escrito la reducción, cualquiera que fuere el monto del activo o de
los pasivos sociales. Además, si el pasivo externo tiene origen en prestaciones sociales, será necesaria la aprobación
de la competente autoridad del trabajo.
En ese orden de ideas, nada se opone a que una sociedad reduzca su capital reembolsando aportes a todos o a
algunos de los socios y, en este último caso, como es apenas obvio, a quien no se le reembolse conservará intacta
su participación dentro de la composición del capital social.
En los anteriores términos damos respuesta a su consulta, no sin antes advertirle que el alcance del presente
pronunciamiento es el contemplado en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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