10 DEL 29 AL 12 DE DICIEMBRE DE 2009 laicos El porqué del Congreso Diocesano de Laicos El documento «Laicos cristianos, sal y luz del mundo» que fue el mensaje emitido por la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar el 11 de mayo de 2008 con motivo de Pentecostés, fue la llama que prendió la mecha y me inspiró a presentar a la Comisión Permanente del Secretariado de Movimientos y Asociaciones de Apostolado Seglar (SMA), al cual pertenezco, la idea para celebrar un Congreso de Laicos en nuestra diócesis de Orihuela-Alicante. Dicha idea fue trasladada por el SMA a la Delegación Diocesana de Laicos y se formó una Comisión Preparatoria, de la que formé par- te, que se encargó de elaborar un proyecto. Una vez que el proyecto está puesto en marcha y que el mensaje del citado documento de Pentecostés-2008 sobre la misión de los laicos cristianos empieza a caminar deseo en estas paginas de NOTICIAS DIOCESANAS, comentar los párrafos más significativos del E l cristiano injertado en Cristo en virtud del sacramento del Bautismo, debe permanecer en Él y vivir según sus enseñanzas, cumpliendo en todo momento la voluntad del Padre celestial «El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15, 5). En dicho lema se nos recuerda el encargo hecho por el Señor a sus discípulos de ser «luz del mundo y sal de la tierra». El Evangelio nos exige la actuación, la presencia en el mundo y el testimonio en la vida pública de nuestro entorno. Para que el diálogo entre Dios y el hombre, creado a su imagen y semejanza, encuentre la respuesta adecuada, es necesario que cada bautizado asuma la urgencia de revisar su espiritualidad y de renovar su formación cristiana, entendiendo esta formación como «un continuo proceso personal de maduración en la fe y de configuración con Cristo, según la voluntad del Padre, con la guía del Espíritu Santo» (ChL 57). Los temas que centrarán el Congreso, se llamen como se llamen las ponencias y las comisiones, talleres o experiencias, serán básicamente cuatro: Espiritualidad, la oración y el encuentro personal con Dios en Jesucristo. El conocimiento y acercamiento a los diversos carismas espirituales que enriquecen a los movimientos, asociaciones y grupos parroquiales de nuestra diócesis. Formación, profundizar en el mensaje del Evangelio, así como de los documentos emitidos por el Concilio Vaticano II y de la Doctrina Social de la Iglesia y en los documentos relativos a los laicos. Acción apostólica y social, que nace del compromiso personal, del impulso espiritual, de la caridad y del conocimiento doctrinal. Asociacionismo laical, «porque donde están dos o más reunidos en mi nombre, citado documento, para que nos sirva de recordatorio, de oración y de meditación, sobre la importancia del trabajo que todos los laicos de nuestra diócesis, acompañados de nuestros párrocos y consiliarios, vamos a realizar durante el proceso congresual y en el Acto del Congreso. ciedad española, desde la Iglesia tal vez no hemos prestado la suficiente atención y dedicación a la formación de los adultos bautizados. XMiembros del apostolado seglar. «El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí no podéis hacer nada» allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18, 20). La unión hace la fuerza y la unión y la fuerza en el Espíritu de Cristo es incontenible. Por eso tenemos el deber y el derecho de aportar a los demás laicos de nuestra diócesis todo lo que cada uno ya posea y pueda obtener en espiritualidad, conocimientos y apostolado con este Congreso El ejercicio de nuestra misión pastoral en la diócesis y el contacto directo con la vida parroquial nos permite constatar que bastantes cristianos viven de una fe heredada, pero no personalizada. Se han conformado con las enseñanzas recibidas de sus padres en el hogar familiar o en los primeros años de catequesis, pero no se han planteado concretamente lo que significa creer y seguir a Jesucristo. Este párrafo fue uno de los que más me impulsaron a proponer la idea de la convocatoria del Congreso de Laicos. Para facilitar de una manera general a todos los laicos de la diócesis los cauces necesarios para que alcancemos la formación integral, hemos de ver la situación general de los mencionados temas, hemos de juzgar como ayudar y que nos ayuden en cada una de nuestras carencias, hemos de actuar, acompañados de nuestros sacerdotes para corregir dichas carencias, pero también hemos de orar, meditar y contemplar las situaciones como si presentes nos encontráramos en cada uno de los casos, para con la ayuda del Señor, transmitir y darnos a conocer unos a otros nuestros carismas ya que «somos diferentes caminos para llegar al mismo sitio» Las causas de esta realidad, podemos señalar que, además de la ruptura de la cadena en la transmisión de la fe en el seno de la familia y de los sucesivos procesos de secularización que está padeciendo la so- La verdad es que si falla la cadena de transmisión de la fe en la familia, se pierde la transmisión del cristianismo. Los padres y los abuelos son lo que transmiten y mantienen la fe y las costumbres y las prácticas religiosas en la familia. Por ello no hemos de descuidar la misión de ser catequistas y formadores en la fe a las parejas de novios que contraen matrimonio, así como a los padres que solicitan el Bautismo de sus hijos, y a los niños en su despertar religioso, así se podrá lograr cristianos adultos formados en la fe. Y para todo esto el Congreso de Laicos puede ser de gran ayuda y orientación en la formación de los formadores. Teniendo esto en cuenta, y escuchando la voz de Dios desde la realidad descrita, estaremos de acuerdo en que es muy urgente emprender una formación cristiana integral de los miembros de nuestras comunidades y de los alejados de la Iglesia, para que descubran su vocación, reaviven su pertenencia a la comunidad cristiana y se conviertan en evangelizadores. Los miembros laicos de las comunidades parroquiales, secretariados diocesanos, movimientos y asociaciones de apostolado seglar, cofradías, etc acompañados de nuestros párrocos y consiliarios, debemos participar activamente en las encuestas, y en los debates de las ponencias que se nos remitirán, por parte del Obispado durante el proceso congresual y posteriormente en el Acto del Congreso, para lograr una cosecha abundante y ser «sal y luz en el corazón del mundo». Julio Pillet Comisión Permanente del SMA