Con respectos a las leyes de Jametz, tenemos que tener cuidado con espiritualizarlas tanto que nos aislemos emocional y espiritualmente del mundo, cayendo en el mismo error de los que piensan que separándose físicamente del mundo y yéndose a un desierto y viviendo una vida monástica tendrán mucho más éxito en vivir en kedusháh. Al discutir las leyes de Jametz y Matzah, relacionados íntimamente con el moed de Pésaj, aprendemos que es la voluntad del Eterno que entendamos bien la manera cómo debemos vivir los hijos e hijas de Israel. En otras palabras, debemos cuidarnos de excluirnos tanto de los demás que nos hagamos un desierto para nosotros mismos, pensando que tendremos así mejores oportunidades de no pecar contra el Eterno. Esto es incorrecto porque al momento que asumimos esa posición, mental y eventualmente, física, nuestra obediencia no tendrá la riqueza de aquella que viene como resultado de la elección del camino tipificado por el Matzá, entre varios caminos, incluyendo el jametz y lo que representa. Es cuando uno vive junto a (no revuelto con) los demás, trabajando con ellos, luchando con ellos, sufriendo con ellos, haciendo negocios con ellos y exponiéndose a los mismos problemas que ellos, enfrentando las mismas tentaciones y debilidades que los que me rodean, es decir, exponiéndome a ser jametz, y no obstante mostrándome obediente a la Torah, es decir, buscando siempre ser Matzá, que la luz fluye de nosotros y los hombres la ven y glorifican a nuestro Padre que está en los cielos. Debemos siempre recordar que el Matzá está hecho de una sustancia que tiene el potencial de ser jametz, sin embargo, por las leyes de Pésaj, es preservada de ser jametz para cumplir con el mandamiento de korbán Pésaj. Entre las Leyes de Jametz podemos destacar siete pasos, que son los siguientes: 1. Búsqueda del Jametz 2. Anulando el Jametz 3. Eliminando el Jametz de tu posesión. 4. Deshaciéndote del Jametz 5. Derivando beneficios del Jametz 6. Mezclas que pueden contener Jametz 7. Vendiendo el Jametz en la posesión de uno. Leyes de Jametz. Las Escrituras nos piden que no tengamos jametz en nuestra posesión durante Pésaj y el resto de los 7 días de los panes sin levadura. Jag Hamatzot. Dice la Torah: “Siete días comeréis panes sin levadura y así el primer día causaréis que no haya levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel… Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura…” (Shemot 12:15,16). Desde que el korbán Pésaj hay que comerlo con panes sin levadura (matzot) se sigue que cuando el 14 de Aviv arribe, no podrá haber jametz en nuestra posesión. La Torah dice: “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego y panes sin levadura con hierbas amargas lo comerán” (Shemot 12:8). Esto nos lleva al concepto de Bedikat Jametz, “Búsqueda del Jametz”. Desde el punto de vista de la Halajah, jametz es todo grano sujeto a fermentación en cualquier forma. Por extensión, cualquier cosa que esté fermentada, aun sin ser grano, podría ser considerada jametz. Esto tiene que ver con sólidos y con líquidos. Por ejemplo, una camisa “almidonada”, es considerada que contiene jametz. Una bebida fermentada, (cerveza, vino, etc.) es considerado que contiene jametz. Desde el punto de vista de la Torah, eliminando cualquier cosa comprendida dentro del concepto jametz, cumple el mandamiento bíblico. Los amoraim[1] llegaron a la conclusión de que basta que una persona diga: “Me propongo que no haya jametz en mi posesión para korbán Pésaj”, ha cumplido con el precepto de la Torah. Sin embargo, el concepto de “bitul” (renunciación y anulación mental) depende mucho del grado de luz y estado mental de la persona al momento de confesarlo y ante el temor de que una persona estuviera haciendo algo mecánicamente, sin tener plena conciencia de fe de lo que hace podría acarrear sobre sí juicio en vez de bendición, los jueces establecieron una cerca alrededor de este mandamiento a fin de proteger al pueblo de violar la Torah. Además de esto, uno pasa todo el tiempo comiendo jametz y de pronto llega toda una semana donde jametz está prohibido. Esto significa que no estamos acostumbrados a vivir sin jametz y tal costumbre podría llevarnos a pensar que no es tan importante, después de todo, que nos deshagamos de cada partícula de jametz y entonces violemos el mandamiento por nuestra negligencia. A fin de proteger el pueblo de violar el mandamiento, los jueces decretaron que era importante establecer estas ordenanzas para ayudarles en el cumplimiento del mandamiento que dice: No será hallado jametz en tu posesión. Esto es lo que explica la halajah que establece que el jametz no debe ser ni visto ni estar presente en tu propiedad (en tu casa mayoritariamente) durante los 8 días de fiesta (1 día por korbán Pésaj y 7 días por Matzot, panes sin levadura). Estas dos cosas actúan como un muro de protección de violar el mandamiento que dice: “Guardaréis la fiesta de panes sin levadura” (Shemot 12:17). Este mandamiento vino luego de anunciar que Pésaj debe ser comido sin jametz (12:8), por lo tanto, aquí los jueces han interpretado que está presente el principio de bedikat Jametz (Búsqueda del Jametz). Por supuesto, desde los días de Shamai y Hillel, grandes controversias existieron acerca del tema. Recordemos que la Torah no demanda la búsqueda del jametz, sino su eliminación. Pero los jueces interpretaron que es imposible eliminar el jametz si primero usted no lo busca y lo detecta. ¿Cómo vas a echar fuera algo si no lo buscas donde esté visible o escondido al ojo? Por lo tanto, el mandamiento de buscar jametz es una derivación lógica del mandamiento bíblico. Ahora bien, una vez que lo hemos encontrado, ¿cómo podemos estar seguros que lo hemos eliminado? Los jueces antiguos determinaron que la mejor forma de eliminarlo es quemándolo, específicamente todo aquello que pueda ser quemado. A los efectos de sacar todo el jametz en la posesión de uno, es costumbre en Israel que al menos el día previo al 14 de Aviv, la mujer limpie bien su casa. Algunas lo hacen varios días antes, para ir por partes. Es el tiempo de limpiar, arreglar, pintar, y dejar todo listo para korbán Pésaj. Como eso requiere tiempo, los preparativos deben comenzar tan pronto se acerca Aviv. Y como el 1ro. de Aviv es año nuevo para nosotros, entonces para recibir el nuevo año debemos prepararnos para limpiar bien la casa, comprar las cosas nuevas que haya que comprar, arreglar lo que haya que arreglar, y pintar todo lo que sea necesario de tal manera que embellezcamos el mandamiento según la capacidad y recursos de cada uno. Es creído que cuando un hijo de Israel por su amor a HaShem se propone guardar Sus mandamientos, es asistido por los malajim que vienen en su ayuda para sostenerlo y darle las fuerzas. ¿Cuántos malajim entran en acción para el festival de Pésaj? ¿Cuántos malajim entrarán en tu casa estos días mientras te esfuerzas en cumplir los mandamientos del festival de nuestra redención? Depende de ti [1] Pesajim 4b