Durante el mes de Julio manteníamos posiciones largas en acciones españolas contra venta del índice S&P500, pensando que las nuestras estaban depreciadas relativamente y todas ofrecen un dividendo superior a éstas. Tras el acuerdo del segundo rescate a Grecia y dado que los resultados anunciados de las compañías, decidimos cerrar el índice vendido y seguir comprados de las españolas, pensando que puedan tener recorrido cara a fin de año. Pero la rebaja de rating a EEUU, produjo un encadenamiento de ventas en todas las bolsas mundiales durante los primeros días de agosto, que junto con las declaraciones contradictorias de los políticos europeos y los miedos a que Italia, España, necesitaran de una ayuda especial, hundieron el Ibex desde 10.200 a 7800. Alrededor del 25pct. Dado que el nivel de apalancamiento no era exagerado, hemos comprado valores bancarios, que entendíamos estaban exageradamente castigados, y hemos vendido los índices nuevamente, aprovechando la recuperación de las bolsas el último día del mes, que desde mínimos ha sido en torno al 10pct. En divisas, mantuvimos posiciones largas en Eur/chf pues pensamos que el Banco Nacional Suizo sería beligerante con la apreciación irracional que sufrió esta divisa, pero fuimos ejecutados por la mitad de la posición produciendo una pérdida adicional en la cartera. En bonos obtuvimos unos resultados positivos. Aunque creemos que las rentabilidades tan bajas son insostenibles a largo plazo, preferimos esperar antes de tomar una postura en contra de los mismos. Cara al último trimestre, pensamos que los mercados pueden seguir siendo muy volátiles, por lo que seguiremos con un fondo comprador de valores, cubiertos con ventas de índices e ir saliendo de unos u otros en función de los movimientos de mercado. En divisas, pensamos que el eur/doll seguirá mantenido entre 1.40/1.45, cuyo valor seguimos pensando es excesivo para nuestra divisa, pero dados los problemas americanos con su propia deuda, su necesidad de un dólar débil y la diversificación en la cartera de divisas de los países asiáticos, no aconsejan de momento apostar por un euro más barato.