Los líderes de la Iglesia

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Los líderes de la Iglesia
n
Debido a que Jesús eligió a Pedro
para dirigir la Iglesia, cada Papa es la cabeza visible de la Iglesia en la tierra. (CIC 880)
n Los obispos comparten con el
Papa la responsabilidad de dirigir
y guiar a la Iglesia. (CIC 884)
El Catecismo afirma que el
magisterio o la autoridad de la
Iglesia para enseñar tiene un
carisma especial conferido por
Cristo para cumplir sus funciones.
(CIC 890)
El Directorio afirma que, como
catequista, usted trabaja junto con
su obispo y su párroco para
garantizar que todos los niños
oigan la Buena Nueva de Jesús.
(DGC 222–224)
Libros
Spirit with Us: Faith Stories for Young
Children. Judith Dunlap and Mary
Cummins Wlodarski. Explora la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia. Saint Anthony Messenger Press.
This Is Our Church: A Guide for
Children. James A. Comiskey. Enseña a
los niños a apreciar cada una de las áreas y los objetos de una iglesia.
Liturgical Press.
Recursos para el catequista
Visite www.osvcurriculum.com
para encontrar un plan interactivo de la lección, recursos para el capítulo y actividades.
En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche
en oración con Dios. Al llegar el día llamó a sus discípulos y
escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles.
Lucas 6, 12–13
Los obispos y los sacerdotes
Para permanecer unida y funcionar con eficacia, la Iglesia necesita
un buen liderazgo. Todos los miembros bautizados del Cuerpo de
Cristo, con sus diferentes talentos, comparten la responsabilidad de
mantener la vida espiritual y temporal de la Iglesia.
Los principales maestros son los obispos y los sacerdotes, a quienes
Dios llama a dirigir por el poder del Espíritu Santo. Ellos son los
pastores que guían al rebaño y cuidan su salud espiritual. Su primera
tarea es predicar la Buena Nueva de Jesucristo.
La colegialidad
Un grupo colegiado funciona como un todo corporativo en el que
todos los miembros tienen la misma autoridad y el mismo poder. Todo
el conjunto de los obispos del mundo, llamado a veces colegio
episcopal, constituye un grupo colegiado. El conjunto de los obispos
desempeña su función en unión con el Papa para preservar la esencia
educadora y sacramental de la Iglesia. La gran cantidad y la diversidad
de los miembros de este grupo son signos de
la universalidad de la Iglesia. Cada obispo
ejerce el ministerio en su diócesis así como
también dentro del grupo colegiado.
El obispo de Roma, el Papa, ocupa el
lugar principal entre todos los obispos y
es la cabeza del colegio episcopal. Es el
signo visible de la unidad de la Iglesia
en todo el mundo.
Reflexionar ¿Cómo se apoyan
mutuamente usted y sus colegas en su ministerio?
238A Capítulo 10
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CÓMO ENSEÑAR EL CAPÍTULO 10
LOS NIÑOS OPINAN
Los líderes de la Iglesia
Los maestros
No hace mucho tiempo, la mayoría de los católicos
estadounidenses solo podían enterarse acerca del Papa y
de sus enseñanzas a través de la lectura; hoy día, la
mayoría de los estudiantes de este nivel han visto y
escuchado al Papa en televisión.
Anime a los niños a ir más allá de su comprensión
limitada de la autoridad y analizar cómo enseñan y guían
los líderes. La obediencia, la humildad y el deseo de
aprender son cualidades que las personas deben
conservar a medida que crecen.
• Los estudiantes de este nivel pueden pensar que el
único cometido de las personas con autoridad es
premiar o castigar su comportamiento. Señale que, sin
importar nuestra edad, todos debemos escuchar a
quienes tienen autoridad.
• Asegúrese de que los niños puedan reconocer los
nombres y las caras de los líderes importantes de la
Iglesia. La página de Internet de su diócesis puede ser
de gran utilidad.
• Necesito que me guíen. Diríjame con su ejemplo.
• Me gusta trabajar con otros. Organice
actividades en grupo.
• Me resulta más fácil obedecer a las
personas que se interesan por mí. Muestre un interés sincero.
FORTALEZA PARA EL ESPÍRITU
Motivaciones tabú
Usted probablemente tuvo muchas razones que lo
motivaron a ingresar al ministerio catequístico. La base
principal de todo ministerio es el llamado de Dios a
servirte y servir a su Iglesia. El amor a Cristo y a los
demás, es también una fuerza que motiva a comunicar
la Buena Nueva y a trabajar en el Reino de Dios. Dedique
un tiempo a pensar en otras razones que lo motivaron a
convertirse en catequista. El proceso de descubrir y
entender las razones reales de su compromiso como
catequista pueden ayudarlo a profundizar la
comprensión de su labor. Aún las razones que
aparentemente no son las ideales, resultan importantes
y dignas de examen.
Reflexionar ¿Cuáles son las motivaciones que
estimulan su espírito a la enseñanza?
Espíritu Santo, tú eres el primer maestro. Guía a todos los líderes de
tu Iglesia, y guíame cuando proclame tu Buena Nueva. Amén.
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