EXPRESIÓN GRÁFICA – PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS: EXPERIENCIA DE UNA SÍNTESIS. Javier BONED, Carlos ROSA Escuela Técnica Superior de Arquitectura Universidad de Málaga Resumen Se plantea proporcionar una introducción al proceso del proyecto arquitectónico, acercando al alumno al análisis de las circunstancias parciales que participan en el mismo, para poder alcanzar una solución expresada gráficamente y mediante el uso de maqueta en un tiempo concreto. Se pretende enseñar al alumno a empezar a expresarse gráficamente, concepto éste algo más amplio que dibujar. Al mismo tiempo que se inicia en el proceso de proyecto, el alumno aprende a dibujar pensando. La expresión gráfica y plástica será el apoyo necesario que sintetice de manera legible todo el proceso y el resultado del proyecto, síntesis legible de todas las variables estructuradas y valoradas. Se lleva a cabo un control documental mediante maquetas, perspectivas, plantas, secciones y alzados. Se plantea un orden discursivo que capacite para una definición y representación documental del orden global del proyecto. Cada proyecto cuenta con una clase inicial de apoyo, y con clases teóricas durante el desarrollo que permitan ampliar e ilustrar la visión del alumno sobre los objetivos de cada proyecto. Con ello, se fomenta el interés sobre el proceso de proyectación sirviéndose de las técnicas de fotografía, vídeo y presentaciones para incorporarlas como análisis del proceso al final de los trabajos. Palabras Clave: análisis, expresión, proceso, pensamiento, variables, control documental, proyectación, sintesis. 1. Objetivos El objetivo global es llegar a definir proyectos con enunciados sencillos que fomenten la búsqueda de soluciones muy parciales desde los principios básicos de la arquitectura, desde su ideación hasta su definición y síntesis final. El trabajo se concreta sobre tres aspectos que deben favorecer la acción de manera que el alumno se enfrente a los principios básicos de la arquitectura: construcción, forma y función. Para conseguirlo, en cada uno de ellos se resolverá cada principio de manera aislada, intentando explorar sus propios límites. Estos tres aspectos son: *IDEACIÓN: Capacidad de generar conceptual e intencionalmente idea y argumento. Primeras fases del proyecto imaginario, el proyecto como orden imaginario. Referencias visionarias, arquitectónicas y utópicas. El proceso de proyecto como suma de trasformaciones y argumentos. El espacio arquitectónico y la experiencia visual, como primera aproximación. La construcción y la arquitectura. El soporte como límite y posibilidad del proyecto. La forma y la arquitectura. La cultura como sustrato inteligible de la arquitectura en un contexto y época. La función y la arquitectura. Espacio y actividad. Necesidad y usuario. * PRODUCCIÓN: Capacidad de proceso y transformación dentro de una lógica operativa del proyecto como organización espacial. Niveles comprensivos del proyecto arquitectónico. Acción transformativa material mediante la experimentación con maquetas conceptuales. La coherencia en el significado. Entornos y bordes. Comprensión de la actividad / función, introducción al programa de uso. *INTERPRETACIÓN: El proyecto como síntesis comprensiva de un proceso de diseño. Orden discursivo que explique el orden global del proyecto. Niveles de proyecto: Orden espacial, constructivo y formal. Orden geométrico, compositivo y global y proporción. Funcionalidad entendiendo el concepto de habitar como relación entre la actividad y su espacialidad. 2. Descripción de los trabajos Estos aspectos se desarrollan a lo largo de tres trabajos o ejercicios: 1.- El ejercicio de la “construcción” pretende introducir al alumno en la realidad más material y por tanto limitada de la arquitectura. Los alumnos deben construir con sus manos modelos de cartón o corcho, a escala real y con unas limitaciones dimensionales. Los objetivos serían tan simples como conseguir las torres más altas, o los arcos que salven mayor luz. (Figs. 1 y 2) Fig. 1. Trabajo sbre la construcción (torres) Fig. 2. Trabajo sobre la construcción (arcos) 2.- El ejercicio de “la forma” debe introducir al alumno en la relación entre cultura, contexto histórico, corporeidad y espacialidad de la arquitectura. El alumno debe entender que todo momento histórico genera sus propias formas como síntesis de la cultura en la que se desarrolla. Los alumnos deben trabajar sobre las formas de casas del siglo XX, convenientemente explicadas y situadas históricamente, sobre las que levantarán planimetrías y axonometrías para proponer como proyecto la creación de un volumen expresado gráficamente y mediante maqueta que recoja el lenguaje estudiado y explore sus límites. (Figs. 3 y 4) Fig. 3. Trabajo sobre la forma (casa Tugendhat) Fig. 4. Trabajo sobre la forma (casa Schroeder) 3.- Con el ejercicio de la función el alumno debe investigar sobre la arquitectura como necesidad del ser humano. Como la función es capaz de dar respuesta a las diversas actividades llegando a poder definir el objeto arquitectónico u ocultándose dentro del mismo. Se trabajará también sobre varias viviendas unifamiliares del siglo XX, dibujándolas en planta y analizando las relaciones entre los distintos usos. Se propondrá un proyecto a dos niveles, por un lado se intervendrá con una pequeña reforma o ampliación, en las viviendas estudiadas, que se adapte a la nueva necesidad, alterando o potenciando la relación con los distintos usos previos. (Figs. 5 y 6) Fig. 5. Trabajo sobre la función (casa Kaufmann) Fig. 6. Trabajo sobre la función (casa Kaufmann) Tratamos de mostrar al alumno una introducción a tres aspectos básicos de la arquitectura, construcción, forma y función, de una manera parcial y aislada, en busca de vislumbrar los distintos caminos que puede desarrollar la arquitectura, y fomentar la inquietud del alumno en cada uno de estos. El curso se plantea a modo de laboratorio donde se trata de preparar un escenario para que el alumno desaprenda lo asimilado sobre las edificaciones con las que coexiste día a día, y crear las condiciones para que aparezca una línea conductora capaz de dotarle de un criterio para aproximarse a la complejidad del proyecto arquitectónico. Abordamos el curso a partir de principios básicos de la arquitectura: construcción, forma y función, estudiados cada uno de ellos desde un punto de vista parcial y aislado, indagando hasta el límite cada una de las cuestiones, evitando en todo momento relacionarlas entre sí . Así, la expresión gráfica y plástica, dibujo y maqueta, se pone al servicio del hacer proyectual, y se convierte en el instrumento gráfico y expresivo necesario para sintetizar todo el proceso de cada uno de los ejercicios, aspectos parciales de la arquitectura. El levantamiento de maquetas estimulará la comprensión del concepto sobre el que exploramos. Pretendemos hacer brotar la semilla de la idea, la búsqueda intencionada del concepto. El proyecto como síntesis comprensiva de un proceso de indagación e investigación, suma de transformaciones y argumentos, de la cuestión planteada. El alumno debe ordenar el discurso que explique de forma global los niveles del proyecto. Se tratan aisladamente cada uno de los aspectos parciales de la arquitectura, para engendrar el camino de búsqueda de los límites de cada uno de estos principios básicos, Construcción, Forma y Función, dentro de un marco de introducción a la arquitectura. El ejercicio de la Construcción pretende introducir al alumno en la realidad más material y por tanto limitada de la arquitectura. El ejercicio de la Forma, introduce al alumno en la relación entre cultura y contexto histórico. El momento histórico genera sus propias formas como síntesis de la cultura que desarrolla. En el ejercicio de la función, el alumno deberá investigar sobre la arquitectura como necesidad del ser humano, como capacidad de dar respuesta a las diversas actividades, que hoy requieren una nueva mirada. Se analizan los factores que de muy diversa naturaleza hoy intervienen en la arquitectura y que acaban por configurar el universo que rodea a los espacios funcionales. 3. Resultados y conclusiones. El dibujo arquitectónico ha sido siempre elevado a categorías cercanas a la sublimación, actuando en último extremo como salvaguarda, centinela preciso y tecnificado de una determinada condición de “mago”, testimonio del oficio y del prestigio social del arquitecto. Este carácter mixtificado del dibujo ha sufrido por fortuna toda una serie de evoluciones y contrapuntos en la enseñanza en los primeros cursos de la Carrera, gracias a las asignaturas de “Análisis de formas arquitectónicas”, que han ido introduciendo paulatinamente una metodología cercana a los procesos creativos, y que han ido adaptándose a las teorías que afectan a la pedagogía del dibujo y del proyecto arquitectónico. Al incorporar al proceso proyectual este proceso gráfico, o mejor dicho, al alternar en una misma asignatura las acciones de representar y de proyectar, se propicia un avance cualitativo importantísimo en la pedagogía arquitectónica de estos primeros ciclos. La plataforma de partida de este curso, basándose en la trilogía vitrubiana, (solidez, utilidad, belleza) ha insistido desde un principio en este nuevo concepto de “producción”, frente al viejo de “buen resultado”. Así, la noción evolutiva del proyectar, de atender al “proceso creativo”, entiende que la solución está determinada por la idoneidad de la secuencia operativa que la sustenta, lo que resta valor automáticamente al concepto de dicha solución como justificación. La expresión gráfica, desprovista así de su aura y categoría como “a priori”, actúa en el alumno como necesidad idiomática de producción, accediendo a ella no por imposición tecnocrática sino como libre búsqueda de los códigos necesarios y suficientes para desarrollar su propio proceso de creación. Esto permite, paradójicamente, una sistematización de las soluciones gráficas, que actúan no ya como revelación sino como una “poética de catálogo” disponible, servidora siempre de una voluntad de uso racional, que incidirá en la “presentación” final como inequívoca acentuación personal, con su correspondiente “estructura narrativa” como estrategia. El profesor, manejando leves indicaciones, tan sólo tiene que estar atento a condiciones de congruencia, de pertinencia de lenguajes, siendo todos válidos siempre que las reglas del juego sean asumidas. Se profundiza en los sistemas, a través de ejemplos concretos. Estos, después de ser analizados, se revelarán a su vez como proceso o como fragmento conceptual, parte de un entramado más complejo. El descubrimiento de esta multiplicidad permite desde un principio entablar discursos sectoriales, clarificadores, didácticos, sobre la manera de proyectar y la actividad intelectual y creativa que ello supone. Así, la forma arquitectónica va surgiendo desde diversos aspectos parciales.. Porque el hecho incuestionable es que el alumno produce “formas”, pues “forma” es la configuración inicial, instrumental, sobre la que poder establecer una base común de debate intelectual y crítico. La didáctica actúa desde la visión parcial o estanca de su producción. Lo que se demanda de cada una son aspectos radicalmente distintos, no intercambiables, sino puramente específicos. Esta escisión de la forma arquitectónica inicial opera en el alumno a la larga como necesidad de integración en el proyecto, que inevitablemente seguirá siendo una fusión de todos los aspectos estudiados. Este análisis primero y seccionador podría llegar a convertirse en secuencia metodológica y proyectual en los futuros cursos. Al menos ésta ha sido nuestra intención pedagógica, con unos resultados mucho más que satisfactorios.