1. Introducción a la Nueva Economía Keynesiana ² Modelos de Lucas y Sargent y Wallace: vaciado de los mercados, tasa natural de desempleo independiente del ciclo y expectativas racionales. ² En este tema se abandona el supuesto de vaciado de mercados por otro de corte más keynesiano: rigideces en los salarios ² Se justifica el uso de políticas de estabilización. ² Modelo típico de la Nueva Economía Keynesiana (NEK) ² Dentro de la Nueva Economía Keynesiana han surgido distintas líneas de investigación, aunque con un reto común: explicar las razones por la que las políticas monetarias y fiscales pueden no ser neutrales y la existencia de desequilibrios en los mercados de bienes y/o de trabajo. ² Los argumentos utilizados con mayor frecuencia han sido: ¤ las rigideces en los salarios nominales, ¤ rigideces nominales en precios, ¤ competencia imperfecta en el mercado de trabajo y en el de bienes, ¤ fallos de coordinación, ¤ asimetrías en la información y racionamiento del crédito ¤ ineficiencias en el mercado de trabajo. 1 2. Modelos con rigideces salariales: contratos a largo plazo ² Modelo propuesto por Fischer (1977) ² La política monetaria puede afectar al output a corto plazo a pesar de que las expectativas sean racionales. ² Consideremos nuevamente la curva de oferta de Lucas: yts = y + ¯(pt ¡ pt=t¡1 ) + ust ; ¯>0 La única forma que tiene la autoridad monetaria de conseguir que el output corriente se sitúe por encima de su tasa natural es mediante una diferencia entre el nivel de precios y su expectativa. ² La disponibilidad de mejor información es un argumento débil en el que basar la efectividad de la política monetaria. ² El argumento que utiliza Fischer: la existencia de contratos en la economía que mantienen constantes las variables nominales durante cierto tiempo. ² Fischer no proporciona una justificación microeconómica de la existencia de estos contratos nominales, aunque señala la presencia de costes de negociación salarial. 2 2.1 La curva de oferta en un modelo de contratos salariales a largo plazo ² A diferencia del modelo de Lucas, no supondremos problemas de información entre los mercados: ndt = 1¡® 1 ln(1 ¡ ®) +k+ µt ¡ (wt ¡ pt ) ® ® ® nst = n + b1 (wt ¡ pt ) yt = ®kt + (1 ¡ ®)nt + (1 ¡ ®)µ t ¤ wt = wtt¡j = wt=t¡j nt = ndt ² La diferencia más importante con Lucas: se recoge el supuesto keynesiano habitual de rigideces en los salarios nominales. ² Salario negociado ¤ wt=t¡j = fw¤=ndt=t¡j (w¤) = nst=t¡j (w¤)g: ² Derivación de la curva de oferta: (a) Salario de equilibrio en t ndt = nst 3 ® wt¤ = pt + ®b1 + 1 (b) µ ¶ ln(1 ¡ ®) 1¡® +k+ µt ¡ n : ® ® El salario negociado es el el valor esperado en t ¡ j µ ¶ ® ln(1 ¡ ®) ¤ wt=t¡j = pt=t¡j + +k¡n : ®b1 + 1 ® El empleo viene dado por la demanda de trabajo a ese salario µ ¶ ®b1 ln(1 ¡ ®) 1¡® 1 nt = +k+ µt + n ®b1 + 1 ® ® ®b1 + 1 1 + (pt ¡ pt=t¡j ): ® (c) (d) (e) (f) Si la economía no está sometida a ningún shock de oferta, el salario negociado en t ¡ j coincide con el de equilibrio. Si se produce un shock de oferta negativo que no era previsto por los agentes: la demanda de trabajo en t, para cualquier nivel de los salarios nominales, es inferior a la demanda de trabajo prevista en t ¡ j: Utilizando la función de producción obtenemos la oferta agregada: yts = y + ¯(pt ¡ pt=t¡j ) + ust (g) El modelo incorpora la noción keynesiana de que el salario nominal lejos de ajustar instantáneamente para vaciar el mercado de trabajo está fijado de antemano. 4 Gráfico 1: Situación de desempleo en el modelo de Fischer. 5 2.1.1 Implicaciones de política económica 2.1.2 Caso en el que j=1 ² Modelo de oferta y demanda agregada yts = y + ¯(pt ¡ pt=t¡1 ) + ust ytd = v + mt ¡ pt yts = ytd = yt mt = Áut¡1 + "m t : ² Este modelo es en apariencia igual al de Sargent y Wallace. ² Las propiedades de neutralidad y superneutralidad se mantienen. ² A diferencia del modelo de Sargent y Wallace, la pendiente de la curva de oferta (¯ ) es en este caso independiente de los parámetros de política monetaria. 6 2.1.3 Caso en el que j=2 ² Función de oferta: yts = y + ¯(pt ¡ pt=t¡2) + ust: ² Teniendo en cuenta que las perturbaciones de oferta se encuen- tran autocorrelacionadas ust = ½ust¡1 + "st; el modelo se puede resolver en la forma habitual: yt = y + µ(mt ¡ mt=t¡2 ) + ut; en donde ut = ½2 ust¡2 + 1 ("st + ½"st¡1) 1+¯ ² Es fácil comprobar que en este caso la política monetaria antici- pada en t ¡ 1 sí que influye en la desviación del output respecto a su tasa natural (yt ¡ y ) 2 s mt = Áut¡1 + "m t = Á½ ut¡3 + Á ("st¡1 + ½"st¡2 ) + "m t ; 1+¯ mt=t¡2 = Á½2ust¡3 + 7 Á ½"st¡2 1+¯ mt ¡ mt=t¡2 = yt = y + Á s "t¡1 + "m t 1+¯ 1 s 1 2 s + + ½ u (µÁ + ½)"st¡1 + µ"m ": t¡2 t 1+¯ 1+¯ t ² Aunque los individuos anticipan en t ¡ 1 un componente impor- tante de mt, no pueden alterar sus contratos nominales para t debido a que fueron negociados en t ¡ 2. ² Si la oferta monetaria aumenta en t; aun sinedo un cambio an- ticipado, y con ella los precios, el salario real cae aumentando el empleo. 8 2.2 La política monetaria óptima con salarios nominales rígidos ² Supongamos que el objetivo de la política de estabilización es la minimización de la amplitud del ciclo representada por la varianza del output. ² Elección de Á que minimiza la varianza del output ² El el modelo de L-S-W este problema era irrelevante: la política monetaria anticipada no tiene efectos reales. ² En el modelo de Fischer µ ¸2 ¶2 1 1 ¾ 2"s : (µÁ + ½) ¾ 2"s + ½4¾ 2u + var(yt) = µ 2¾ 2"m + 1+¯ 1+¯ · ¤ ² La elección de la regla monetaria óptima, Á , en este caso da lugar a un valor igual a: ½ Á¤ = ¡ < 0: µ ² El valor de Á influye en la varianza del output, sino que la elección de la política óptima da lugar a un comportamiento anticíclico (Á¤ < 0) de la oferta de dinero: ¤ Dada la autocorrelación positiva en ust , un elevado valor "st¡1 , que da lugar a un aumento de ut¡1; anuncia un valor positivo de ut . Las autoridades esperan en t ¡ 1 un aumento del output en t por encima de su valor natural. ¤ Para estabilizar el output, el gobierno reduce la oferta mo9 netaria provocando una contracción de la demanda en t : @mt /@ut¡1 = Á¤ < 0. ¤ Como "st¡1 se observa en t ¡ 1, si todos los trabajadores ne- gociasen en t ¡ 1 los salarios que van a percibir en t, esta política anticipada no tendría efectos reales. ¤ En este modelo los trabajadores negocian en t¡2 sus contratos para t. A pesar de observar en t¡1 el cambio en mt no pueden renegociar sus salarios. La caída en mt da lugar a una caída en pt y a un incremento en el salario real, por lo que su empleo cae y con ello el output. ¤ Se contrarresta el shock positivo de oferta estabilizándose el output. ² Resulta conveniente destacar que este resultado sobre la capaci- dad de la política monetaria anticipada de afectar el nivel de actividad se debe a la presencia simultánea de autocorrelación en ut, y de inercia en wt. 10 2.3 Evidencia empírica y conclusiones ² Los primeros intentos de apartarse del paradigma walrasiano en el mercado de trabajo, pero utilizando el supuesto de expectativas racionales, consistieron en la utilización de rigideces en los salarios nominales. ² El modelo de Fischer (1977) es muy similar formalmente al de Sargent y Wallace (1975), pero incorpora el supuesto de que los salarios nominales se negocian con antelación a la determinación de la política monetaria anticipada. ² Cualquier perturbación posterior a la que se puede ver sometida la economía ocasiona un desequilibrio en el mercado de trabajo. ² Fischer demostró que la proposición de irrelevancia de la política monetaria anticipada que aparecía en el modelo de Sargent y Wallace (1975) no se debía al supuesto de expectativas racionales, sino al de equilibrio walrasiano de los mercados. ² Crítica: no se adecúa bien a la evidencia empírica disponible. En este modelo el salario real es contracíclico cuando la evidencia empírica, en todo caso, parece ser la contraria. ² Sin embargo, el hecho de que en este modelo la política mone- taria pueda influir sobre la varianza del output es un resultado para el cual la evidencia empírica parece favorable. 11 Gráfico 2: Oferta y demanda agregada en el modelo de Fischer con perturbaciones autocorrelacionadas. 12