5.9 Políticas de estimulo a la economía La política monetaria consiste en la influencia que el banco central ejerce sobre las tasas de interés, ya sea directamente o a través de decisiones que afectan a la oferta de dinero. La política fiscal del Gobierno consiste en la modificación de las tasas de los impuestos y el aumento o la reducción de los gastos públicos. En cuanto a la política monetaria, un aumento de los tipos de interés tenderá a reducir los gastos de consumo de los hogares, ya que aumenta el costo de los préstamos de consumo y hace más atractivo el ahorro. Asimismo, tienden a reducir la formación bruta de capital fijo, en primer lugar porque la reducción en el gasto de los hogares reduce los incentivos de las empresas para invertir en nuevas plantas y equipo, y segundo porque aumenta los costos de los préstamos. Por razones equivalentes, una disminución de los tipos de interés estimula el gasto de los hogares y las inversiones de las empresas. En el pasado, muchos gobiernos trataban de fomentar las exportaciones y reducir las importaciones por medio de un instrumento de la política monetaria, es decir, la manipulación de las tasa de cambio. Más recientemente, sin embargo, la mayoría de los gobiernos han tratado de mantener sus tasas de cambio estables o dejar esta cuestión en manos del mercado. La política fiscal opera a través de dos canales: el aumento o la reducción de los ingresos y aumentando o reduciendo los gastos. Rebajar las tasas de impuesto sobre la renta tiene un efecto inmediato sobre el gasto de los hogares y un segundo impacto en la formación de capital (con empresas que invierten más para satisfacer la mayor demanda). Rebajar los impuestos sobre los beneficios alienta a los productores a aumentar su producción, ya sea por una mayor inversión o por el aumento de la utilización de la capacidad existente. Las administraciones públicas realizan, corrientes (principalmente sueldos de la tanto gastos administración pública) como gastos en formación de capital (carreteras, ferrocarriles, el desarrollo urbano, etc.). Incrementar estos dos tipos de gastos aumenta automáticamente el nivel de PIB y también produce efectos secundarios en la medida en que una mayor masa salarial del gobierno aumentará los gastos de consumo de los hogares, y la demanda de materiales de construcción estimula la actividad en las industrias que los producen.