Gasto familiar - Colegio de Contadores Públicos de México

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ANÁLISIS Y OPINIÓN
Gasto
familiar: Una
problemática
real de las
donaciones
efectuadas
por las
personas
físicas
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C.P. Roberto López Ortiz, Integrante de la
Comisión de Investigación Fiscal del Colegio
de Contadores Públicos de México, A.C.
Octubre 2014
De acuerdo con lo que establece la Ley del
Impuesto sobre la Renta (LISR) al respecto,
las personas pueden efectuar donaciones en
favor de sus familiares por consanguineidad
(en línea recta) o a su cónyuge, sin que se
considere que existe un ingreso para el perceptor de las mismas, lo cual tampoco implicaría la aplicación de una deducción adicional
para el donante. No obstante, para que esto
sea así, la operación deberá estar debidamente soportada de acuerdo con lo señalado en las disposiciones legales
INTRODUCCIÓN1
C
uando se hace referencia a un donativo, usualmente se entiende que una persona moral o
física entrega una cantidad disponible de
efectivo o un bien (cierto) a otra persona, sin el cobro
de una contraprestación.
Ahora bien, aun cuando existen diversos tipos de
donativos –como es el caso de aquellos efectuados
en favor de entidades que cumplen con ciertos requisitos para ser consideradas por las autoridades
fiscales como donatarias autorizadas– una de las
formas más comunes de donativos se presenta en
el supuesto en el que una persona física entrega una
cantidad en efectivo a su cónyuge, con la finalidad de
que dicho monto sea utilizado por éste para asumir
los gastos familiares en que se incurra, tales como:
erogaciones por concepto de renta, comida y vestido,
entre otros.
Bajo este último supuesto, es preciso mencionar
que los ingresos obtenidos por la persona que entrega las cantidades a su cónyuge por el desarrollo
de las actividades que realice para subsistir (ejemplo:
prestación de un servicio personal independiente o
servicio personal subordinado), debieron gravarse
con el impuesto sobre la renta (ISR), de acuerdo a
lo establecido en la ley de la materia.
En términos generales, el remanente que resulte
de disminuir el ingreso obtenido por la persona física
con el ISR causado será la cantidad que debiera ser
incorporada a la economía familiar de dicha persona, y que se utilizará para efectuar las erogaciones
requeridas para su bienestar.
Con base en lo anterior y en el entendido de que
las cantidades que ingresan a la economía familiar ya
debieron haber pagado el ISR, el hecho de que una
persona le entregue un cierto monto a su cónyuge
o incluso a alguno de los ascendientes o descendientes que formen parte de su núcleo familiar, no
debería ser considerado nuevamente como “ingreso
gravable”.
No obstante, en la práctica entendemos que las
autoridades fiscales en ocasiones determinan “presuntivamente” ingresos a cargo de las personas
que reciben cantidades de su cónyuge para realizar
1
erogaciones requeridas para cubrir el gasto familiar,
los cuales derivan en un ISR a cargo de quien los
recibe, aun cuando ya fue gravado a quien las otorga.
EFECTOS FISCALES DE LA DONACIÓN
De acuerdo con lo establecido en el Código Civil
Federal (CCF), una “donación” es un contrato mediante el cual una persona transfiere gratuitamente a
otra una parte o la totalidad de sus bienes presentes,
es decir, aquéllos con los que cuenta en el momento
de la donación.
Por otra parte, de conformidad con la LISR, si bien
una donación efectuada por una persona física en
beneficio de alguno de sus familiares no es un concepto deducible para quien transmite los bienes, los
donativos obtenidos por el referido familiar sí podrán
ser considerados ingresos exentos para efectos de
dicho impuesto, siempre y cuando se encuentre en
alguno de los siguientes supuestos:
1. Si el valor de los donativos no excede de una cantidad aproximada de $73,600 (tres salarios mínimos
generales elevados al año), o
2. Si la donación fue efectuada por una persona
física en favor de su cónyuge, de sus ascendientes
en línea recta (papás, abuelos, etcétera) o de sus
descendientes en línea recta (hijos, nietos, etcétera).
Con respecto al segundo supuesto de exención,
resulta claro que a través de las disposiciones fiscales el legislador pretendió dar cabida al concepto de
“economía familiar”.
Por ello, de acuerdo con la LISR las personas pueden realizar donaciones en favor de sus familiares
por consanguineidad (en línea recta) o a su cónyuge
sin que se considere que existe un ingreso para el
perceptor de las mismas, lo cual tampoco implicaría la aplicación de una deducción adicional para el
donante.
FORMALIDADES DE LAS DONACIONES
Con el objetivo de que el donante y el familiar que
reciba el donativo no generen efectos fiscales –tal y
como fue mencionado–, la operación deberá estar
debidamente soportada de acuerdo con lo establecido en las disposiciones legales.
Lo expresado en este artículo es opinión del autor y no precisamente la del Colegio de Contadores Públicos de México, A.C.
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En caso contrario, las autoridades fiscales pudieran
determinar que se está en presencia de una operación distinta que pudiera generar efectos fiscales
diversos a los que corresponden a una donación,
principalmente para quien recibe el donativo.
En este sentido, de acuerdo con lo dispuesto en
el CCF, cuando una persona pretenda donar bienes
muebles,2 estará a lo siguiente:
1. La donación verbal únicamente tendrá efectos
legales cuando se refiera a bienes muebles cuyo valor
no exceda de $200.
2. En caso de que el valor de los bienes se encuentre en el rango de $200 a $5,000, la donación
deberá efectuarse por escrito.
3. Si el valor de los bienes muebles excediera de
$5,000, la donación de los mismos deberá soportarse mediante escritura pública.
Resulta evidente que con base en los precios actuales de los productos, la entrega de cantidades
efectuada por una persona en favor de su cónyuge
cuya finalidad sea cubrir los gastos de índole familiar,
probablemente nos llevaría al extremo de que mes a
mes se debieran contratar los servicios de un notario
público para documentar dichos traspasos de dinero
(si los montos entregados exceden de $5,000).
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De acuerdo con lo anterior, en la práctica pudieran
presentarse ciertas distorsiones derivadas de la
complejidad para soportar que los traspasos de
efectivo entre miembros de una familia son parte
de una misma unidad (“economía familiar”) y, por
tanto, esto derivaría en una duplicidad en el pago
del ISR a cargo de dicho núcleo familiar, lo cual quebrantaría el principio de proporcionalidad tributaria.
comida, vestido, habitación y asistencia en caso de
enfermedad, de acuerdo a las posibilidades del
que debe otorgarlos y a las necesidades de quien debe
recibirlos”, señalando de manera expresa que se deberán otorgar, entre otros, en los siguientes supuestos:
1. Entre cónyuges.
2. Entre padres e hijos, y
3. Entre los ascendientes y descendientes más
próximos por grado.
Cabe señalar que el CCF no establece algún requisito formal que defina la existencia de los alimentos
(ejemplo: establecerse en un convenio o escritura
pública), salvo en el caso en que un juez emita una
resolución para el aseguramiento de los alimentos;
caso distinto al que se analiza en el presente artículo.
En este sentido, la LISR prevé que se consideran
como ingresos exentos aquellos montos que se perciban en concepto de alimentos para las personas
físicas que tengan el carácter de acreedores alimentarios, en términos de la legislación civil aplicable.
Asimismo, de conformidad con lo establecido en
el CCF, tanto el cónyuge como los descendientes o
ascendientes en línea recta son acreedores alimentarios en la medida de sus necesidades, por lo que los
ingresos que éstos reciban por concepto de alimentos
para dar cumplimiento con la obligación de otorgar
comida, vestido, habitación y asistencia en caso de
enfermedad a su familia, estarán exentos del ISR.
Asimismo, las familias estarían sujetas a un costo
adicional, debido a que deberían incurrir en honorarios notariales para soportar que una donación cumple con los requisitos para ser un ingreso exento, de
acuerdo con lo dispuesto en la LISR.
No obstante en virtud de que ni las disposiciones
fiscales ni legales establecen –en la mayoría de los
casos– alguna formalidad que se deba cumplir para
soportar la entrega de alimentos, se podría generar
una controversia con las autoridades fiscales, debido
a que la persona pudiera no contar con elementos
que, a discreción de dichas autoridades, sean “suficientes” para comprobar fehacientemente que las
cantidades hubieran sido entregadas bajo el concepto de alimentos.
ENTREGA DE CANTIDADES COMO ALIMENTOS
CONCLUSIONES
Por otro lado, el CCF define el término “alimentos”,
mismo que hace referencia a “la obligación de dar
La aplicación estricta de las disposiciones fiscales
vigentes respecto a las cantidades que entrega una
2
La emisión de dichas cantidades fue previa al 1 de enero de 1993, fecha en la que se eliminaron “tres ceros” del valor de la
moneda nacional, por lo que en un extremo las autoridades fiscales pudieran interpretar que las cantidades vigentes son: (i) 20
centavos como límite para la donación verbal de bienes muebles; (ii) de 20 centavos a $5 para la donación por escrito, y (iii) a
partir de $5 la donación sería mediante escritura pública
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persona a su cónyuge, ascendientes o descendientes
en línea recta, lleva a distorsiones en virtud de que se
estarían gravando dos veces los ingresos obtenidos
por una familia. Por ello, las cantidades que una persona entregue a alguno de los antes mencionados,
y que formen parte del núcleo familiar, no deberían
considerarse como ingresos gravables.
En caso de que esas cantidades fueran entregadas
a su familiar bajo el concepto de “donaciones”, deberán estar soportadas mediante escritura pública en
tanto sea superior a $5,000, lo cual implicaría que
la familia incurriera en gastos notariales periódicos.
Por otro lado, en caso de que esos montos se entregaran bajo el concepto de “alimentos”, las disposiciones
fiscales y legales vigentes no establecen la forma en la
cual deberán documentarse esas cantidades, por lo que
pudiera dar lugar a alguna controversia con las autoridades fiscales por no estar debidamente soportadas.
Al respecto, considero conveniente que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emita reglas de carácter general mediante las cuales esas
autoridades fiscales definan el tratamiento que
deberá otorgarse a las cantidades entregadas por
una persona a algún miembro de su familia para
cubrir los gastos de vivienda, vestido, comida o
asistencia. Dichas reglas considero debieran amparar lo siguiente:
1. En caso de que las autoridades fiscales discurran
que tales montos deberán ser considerados como
“donaciones”, sería conveniente que éstas otorgaran
facilidades en cuanto a la forma de documentarlas,
a fin de que no deban soportarse de manera forzosa
a través de una escritura pública.
2. En caso de que dichas autoridades consideren
que esas cantidades deberán ubicarse bajo el concepto de “alimentos”, entonces se deberán establecer los requisitos formales a cumplir, para que éstos
sean ingresos exentos para quien los recibe, tal como
pudiera ser definiendo que la entrega de esas cantidades sean efectuadas mediante transferencia electrónica realizada desde la cuenta bancaria de quien
otorga las cantidades directamente a la cuenta de
su cónyuge o mediante cheque nominativo expedido
en favor del receptor de las referidas cantidades, así
como la elaboración de un convenio entre las partes
en el que se defina la forma en la cual se entregarán
los ingresos obtenidos a alguno de los miembros de
la familia, quien se encargará de administrar los ingresos familiares para cubrir los gastos de la misma,
entre otros mecanismos. •
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