Chapter 6: Marine Coastal Planning

Anuncio
C a pí t u l o
6.
6
ÍNDICE
Ordenamiento
Marino Costero
i.introducción.................................................................................................. 4
A.Conflictos por la competencia de usos en las zonas costeras.......................... 6
B. Principales problemas de degradación de los recursos costeros...................... 8
ii.el manejo de la zona marino costera........................................................... 10
A.El Manejo Costero Integrado........................................................................... 11
B. Casos de Manejo Costero Integrado en Latinoamérica y Europa.................. 15
1) Perú......................................................................................................................... 15
2) Belice....................................................................................................................... 16
3) México..................................................................................................................... 18
4) Colombia................................................................................................................. 20
5) Costa Rica............................................................................................................... 22
6) El Caso Europeo.................................................................................................... 23
iii.gestión basada en el ecosistema................................................................. 27
iv.convención para la conservación de los recursos
vivos marinos antárticos............................................................................. 32
v.ordenamiento marino de la alta mar.......................................................... 34
vi.conclusiones................................................................................................ 38
referencias:................................................................................................. 41
6.
ordenamiento
marino costero
Foto: Dana Murray
2
3
Foto: Dana Murray
i.introducción
L
as zonas marino costeras concentran una importante productividad
económica y una gran riqueza en recursos naturales. En razón de esta
riqueza es que están constantemente sometidas a una fuerte presión
por su utilización y explotación con distintos fines, como los urbanísticos o
pesqueros o incluso como receptoras de vertidos de aguas residuales, entre
otros. Ante esta situación los gobiernos de cada país son llamados a crear y
aplicar herramientas de ordenamiento y manejo costero, con el fin de velar
por la protección efectiva de los mares y, especialmente, de las zonas costeras.
La obligación de proteger el medio ambiente marino costero se encuentra
contenida en distintos convenios e instrumentos de organismos internacionales. Por ejemplo, en el Capítulo 17 de la Agenda 21 del Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de 1992, se establece textualmente
que “se exige a los Estados un nuevo enfoque de la ordenación y el desarrollo del
medio marino y las zonas costeras en los planos nacional, subregional, regional y
mundial, que deben ser integrados en su contenido y estar orientados a la previsión
y la prevención”1.
Más recientemente, durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en el 2012, celebrada en Johannesburgo, se creó el Foro Global sobre
4
los Océanos, las Costas y las Islas (FGO)2. Su objetivo fue sentar las bases
para la inclusión de la perspectiva de los océanos en la Cumbre, llamando la
atención acerca de la importancia económica y social de los océanos, costas
y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PED), así como los graves
problemas que les aquejan.
El FGO es una respuesta a la
necesidad percibida de fomentar el
diálogo intersectorial sobre cuestiones oceánicas entre los gobiernos,
Se reconoce el imperativo
las ONGs, las organizaciones interde tomar un enfoque
nacionales y los sectores privados y
científicos; y de darle a los océanos
ecosistémico e integrado de la
una defensa constante en los más
gobernanza de los océanos en
altos niveles políticos. También se
los planos nacional, regional
ha reconocido en este plano el impey mundial.
rativo de tomar un enfoque ecosistémico e integrado de la gobernanza
de los océanos en los planos nacional, regional y mundial.
Cinco conferencias mundiales ya han sido celebradas por el Foro, en 2001,
2003, 2006, 2008, 2010, además de la Cumbre de Política Oceánica en Lisboa
en el año 2005. La quinta de estas conferencias mundiales, celebrada el año
2010 en la sede de la UNESCO, reunió a 859 expertos de 80 países, representando todos los sectores de la comunidad de los océanos: gobiernos, organizaciones internacionales, ONGs, la industria, los grupos científicos, académicos, museos y acuarios. Se buscó avanzar en la agenda global de los océanos
principalmente en tres cuestiones importantes de política que afectan a los
océanos: el clima y los océanos, la pérdida de la biodiversidad marina, y mejorar la gobernanza de los océanos y las costas.
Los participantes coincidieron en que se requiere una movilización política más fuerte para apoyar plenamente la aplicación de herramientas modernas y principios para manejar los océanos y las zonas costeras, tales como
manejo basado en los ecosistemas, manejo integrado de océanos y costas,
ordenamiento espacial marino y áreas marinas protegidas.
5
A. Conflictos por la competencia de usos en las zonas costeras
Las zonas costeras contienen hábitats diversos y productivos esenciales para
el desarrollo y la subsistencia local de los asentamientos humanos, especialmente de las comunidades indígenas y pueblos pesqueros asentados en ellas.
Es común además que la población asentada en esta delgada y frágil línea de
costa, obtenga además otros beneficios de otras actividades, tales como el
turismo, e incluso, como se verá en el Capítulo 7 sobre la creación de áreas
marinas protegidas (AMPs) en áreas costeras o cercanas a las mismas.
Sin embargo, el hecho de que más de la mitad de la población del mundo viva a menos de 60 kilómetros de la costa, una proporción que podría
elevarse a las tres cuartas partes para el año 20203, resulta en una excesiva
presión sobre estos recursos vitales. La coexistencia de diferentes actores en
las zonas costeras implica la interacción de una variedad de usos y actividades, por tanto el manejo costero que se aplique en esas áreas debe tomar en
cuenta a todos los usuarios en esa zona. Uno de los conflictos más delicados
es el relativo a la competencia por el uso de la tierra y la asignación de los
recursos costeros4. Actividades como turismo, acuicultura, expansión de
puertos o instalaciones industriales entre otras, generan conflictos entre las
comunidades costeras que tradicionalmente dependen de los recursos marino-costeros y los nuevos usuarios5.
Esta competencia por los recursos es lo que ha llevado a cada país
al desarrollo de regímenes jurídicos
adecuados para proteger los ecosistemas, ordenando el uso de los
Más de la mitad de la
recursos pesqueros y marinos en
población del mundo vive
consideración a sus limitaciones bioa menos de 60 kilómetros
lógicas. Finalmente, las autoridades
de la costa, una proporción
pesqueras y ambientales, deben
que podría elevarse a las
coordinar para establecer condiciotres cuartas partes para el
nes que aseguren que las comunidaaño 20206, generando una
des locales y los pescadores y pisciexcesiva presión sobre los
cultores tradicionales respeten las
recursos marinos
limitaciones ecológicas que impone
el entorno costero.
6
Foto: Dana Murray
Una forma de enfrentar este problema es a través del establecimiento
de incentivos o medidas económicas, tales como gravámenes, subvenciones, licencias comerciables, depósitos reembolsables, derechos exclusivos
sobre los recursos e incentivos financieros. En ocasiones resulta difícil
asegurar y monitorear el cumplimiento de este tipo de medidas, viéndose
muchas veces los gobiernos en la necesidad de invertir importantes recursos, para lograr su efectividad.
Las distintas soluciones posibles no son aplicables de manera general a
todos los lugares y situaciones, ni siquiera dentro del mismo país. Al final
del día, la mejor solución dependerá de la habilidad de la autoridad para
adaptar las estrategias generales a las circunstancias concretas, de la mejor
manera posible.
Es importante también que los países apoyen la creación de comités de
pescadores y piscicultores por zonas pesqueras o por tipos de pesquerías, según proceda. Esto último para propiciar el empleo de metodologías participativas en la gestión de los recursos; pero, más aún, para incrementar los niveles
de corresponsabilidad en el manejo de los recursos a nivel local.
7
8
Foto: Dana Murray
B. Principales problemas
de degradación de los
recursos costeros
Las actividades humanas son la
principal fuente de la degradación
de los ecosistemas costeros. Por
ejemplo, los manglares de Latinoamérica, se han afectado por
actividades pesqueras y acuícolas,
así como por la construcción de
desarrollos inmobiliarios en las
costas. Según evaluaciones del
total de manglares de América
Latina de 2008, el 55% se encuentra en estado crítico o en peligro de extinción,
el 30% en situación vulnerable, y sólo un 15% en situación estable7. Estos hábitats, ya de por si extremadamente frágiles, también han sido gravemente dañados por recientes catástrofes naturales, tales como huracanes y tsunamis.
La situación fue reconocida por el texto del Código de Conducta de la FAO8, el
cual recomienda proteger y rehabilitar todos los hábitats críticos para la pesca en
los ecosistemas marinos y de agua dulce, como las zonas húmedas, los manglares,
los arrecifes, las lagunas y las zonas de cría y desove.
Otro de los impactos más agresivos para los recursos costeros es el que resulta de la contaminación procedente de las descargas, ya sea de aguas residuales urbanas, agrícolas e industriales; vertidos al mar de la salmuera procedente
de plantas desaladoras; y vertidos originados por la acuicultura. Los arrecifes de coral son las víctimas más afectadas por este tipo de contaminación,
manifestando el daño a través de un
En Latinoamérica y el
fenómeno conocido como “blanqueaCaribe, se estima que apenas
miento”9. Entre los motivos que se
un 2% de las aguas residuales
discuten como posibles causantes de
reciben un tratamiento
este blanqueamiento, particularmente
adecuado
en el Caribe, están la contaminación y
la acidificación de los océanos10.
En Latinoamérica y el Caribe, se estima que apenas un 2% de las aguas
residuales reciben un tratamiento adecuado11. En el Caribe, entre el 80 y 90%
de las aguas residuales se descargan al mar sin tratamiento alguno. Éste es el
mayor problema ambiental en la costa de la región, ya que las cargas orgánicas
que se están depositando en los cuerpos de agua superan con creces la capacidad de carga de los medios receptores, provocando eutrofización12 y anoxia13
de los sistemas, resultando además en graves problemas para la salud pública.
Del total de las aguas residuales que llegan al mar, 90% lo hacen a través
de los ríos y arroyos, y en algunos casos a través de emisarios submarinos,14
cuando los hay. Razón por la cual debe darse prioridad a los estudios de las
cuencas hidrográficas, en su relación con el manejo de la zona costera. Uno de
los obstáculos para realizar tales estudios es que las cuencas hidrográficas no
necesariamente están bajo la competencia de las mismas autoridades de las zonas costeras, ya sea por la distancia o por la división de competencias entre las
autoridades al interior de cada país. Esto implica que debe hacerse un esfuerzo
adicional para coordinar las acciones entre todas las autoridades involucradas,
sean municipios, gobiernos locales y autoridades nacionales y regionales.
Por otro lado, los crecientes niveles de erosión de la costa, las inundaciones y la inestabilidad de las riberas debido a acciones humanas no planificadas, como las actividades de dragado, deforestación, así como la falta de planificación de la infraestructura costera y la extracción ilegal de arena y otros
materiales de relleno, son problemas igualmente importantes.
Todos estos impactos que afectan la salud de las zonas costeras, según
datos aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tienen
un efecto directo sobre la pesca. A su vez, la disminución de las reservas
pesqueras constituye una amenaza grave para la seguridad alimentaria y las
economías de las comunidades costeras. Por tanto, la gestión eficaz del medio
marino como fuente de reservas, debe empezar en la línea de costa, para lo
cual es imprescindible poner en marcha programas de manejo integrales.
La gestión eficaz del medio marino debe empezar en la línea de
costa por medio de programas integrales
9
El término “Manejo Costero” se utilizó por primera vez en los años setenta,
con la promulgación del Coastal Zone Management Act, la Ley de Manejo de
la Zona Costera en Estados Unidos. Desafortunadamente, en muchos países
todavía falta este tipo de legislación o regulación integrada, que intente ordenar el manejo y uso de los recursos y ecosistemas costeros marinos.
Para desarrollar el concepto de “manejo de las zonas costeras”, es necesario partir por definir el significado de “zona costera”. Según la Estrategia
de Manejo de Recursos Costeros y Marinos del BID para Latinoamérica,
zona costera engloba “tanto los recursos terrestres y marinos, como los ecosistemas que se encuentran en la intersección entre la tierra y el mar, como los deltas
fluviales, las tierras húmedas, las playas y dunas, las lagunas, los estuarios, los
arrecifes de coral y los terraplenes frente a la costa”15. Sin embargo, esta definición, elaborada desde un punto de vista biológico, no siempre coincide
con lo que se le adjudica a la misma área en el plano jurídico, lo cual además
varía de país en país.
Foto: Dana Murray
ii.el manejo de la zona marino costera
Por ejemplo, en
Estados Unidos se
considera que la zona
costera “se extiende mar
adentro hasta el límite
exterior del mar territorial, y tierra adentro
hasta donde sea necesario para controlar los
usos de las tierras costeras que tienen un impacto directo y notable sobre
16
las aguas costeras” . Esta consideración de tierra adentro, aunque imprecisa,
parece acertada en el sentido de que intenta englobar todas las actividades
que pueden afectar los recursos costeros. De todas formas, es preciso establecer límites específicos para la correcta gestión de lugares concretos, pero
estos límites deben ser a la vez suficientemente flexibles, tomando en cuenta de la naturaleza dinámica de la costa. Los límites no deben dividir zonas
naturales. Un estuario por ejemplo, debe gestionarse como un solo hábitat
para un manejo eficaz17.
A. El Manejo Costero Integrado
En el marco de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de
Janeiro en 1992, se recomendó la inclusión del término “Gestión Integrada de
Zonas Costeras” , también denominado “Manejo Costero Integrado” (MCI). Como
se anotó anteriormente, la Agenda 21 también hace referencia a las condiciones necesarias para una gestión eficiente de la zona costera19.
El MCI puede ser definido como “un proceso continuo y dinámico que vincula
al gobierno, a la comunidad, la ciencia y la administración, los intereses comunitarios y los sectoriales en la preparación y la ejecución de un plan integrado para proteger y desarrollar los ecosistemas y los recursos costeros”20. Este proceso implica:
(i) conocer el espacio físico en cuestión; (ii) determinar los usos que inciden en
este espacio; y, (iii) elaborar una planificación de esos usos de manera sostenible, integrando el desarrollo económico, social y de respeto a los ecosistemas.
El MCI tiene como objetivos principales21:
Foto: Dana Murray
10
11
•
promover un plan estratégico para la costa;
•
promover el uso de los recursos costeros siempre que sea sostenible y adecuado ambientalmente;
•
equilibrar la demanda de recursos de la franja costera; y,
resolver los conflictos de competencia.
Para lograr estos objetivos, el MCI enfatiza en la selección de estrategias
y herramientas factibles de manejo que permitan lograr el equilibrio entre las
acciones orientadas a producir resultados visibles de inmediato, con las que
serán rentables en el largo plazo. Para que este manejo sea realmente efectivo,
las autoridades competentes del diseño y ejecución de las estrategias legales e
institucionales deben mantener una adecuada coordinación22.
La Estrategia Europea de Gestión Integrada de las Zonas Costeras, aprobada por el Consejo de la Unión Europea en 2001, propone una interesante
definición para el MCI, entendida como, “un proceso dinámico, pluridisciplinario
e interactivo destinado a fomentar el desarrollo sostenible de las zonas costeras.
Abarca todo un ciclo que incluye la recopilación de información, la planificación,
la toma de decisiones, la gestión y el control de la aplicación. El MCI recurre a la
participación informada y a la cooperación de todas las partes interesadas para
evaluar los objetivos sociales de una
zona costera determinada y adoptar las
medidas oportunas. Se propone equilibrar, a largo plazo, los objetivos ambientales, económicos, sociales, culturales
y recreativos, dentro de los límites que
Para que el manejo sea
establece la dinámica natural”23.
efectivo, las autoridades
El MCI ha sido implementado
competentes del diseño y
en algunos países con la ayuda de
ejecución de las estrategias
expertos pertenecientes al sector
legales e institucionales
privado o instituciones científicas,
deben mantener una
que asesoran a los gobiernos a poadecuada coordinación
ner en práctica esta herramienta de
manejo. En Estados Unidos la Pew
Oceans Commission24, grupo independiente de expertos, elaboró una
12
•
Foto: Dana Murray
serie de informes y recomendaciones tras evaluar la política pesquera a nivel
nacional y determinó mecanismos precisos a ser ejecutados. El resultado de
su trabajo fue una serie de recomendaciones para una nueva política nacional
con miras a restaurar y proteger los océanos y ecosistemas costeros.
Esta Comisión recomendó trabajar hacia cinco objetivos prioritarios25:
•
Declarar una política nacional marina, basada en la protección de
la salud de los ecosistemas y en el uso sostenible de los recursos
marinos. Esta política debe incluir el establecimiento de (i) una
autoridad nacional independiente encargada de la protección del
medio marino, (ii) un sistema de autoridades regionales responsables de la zonificación y gestión local de los ecosistemas marinos
en conjunto con la autoridad nacional, y, (iii) un sistema nacional
de reservas marinas.
•
Restaurar las pesquerías nacionales; para lo cual se debe establecer como objetivo principal de la política de pesca la protección,
mantenimiento, y restauración de los ecosistemas marinos y
las poblaciones objetivos. Esto implica, entre otras medidas, (i)
asegurar que las decisiones sobre uso de los recursos sean tomadas respetando el aseguramiento y la conservación de los recursos
marinos; (ii) implementar los instrumentos de manejo y zonificación basándose en el ecosistema; (iii) regular las artes de pesca
13
que tienen efectos dañinos sobre los ecosistemas marinos, e (iv)
implementar medidas de monitoreo y manejo de la pesca incidental como condición para que se permita la pesca.
•
Ordenar el desarrollo costero, lo cual implica tomar medidas para
prevenir la contaminación producida en cuencas hidrográficas,
identificar y proteger los hábitats importantes para el funcionamiento de los ecosistemas costeros, asegurar que la zonificación
y planes de desarrollo municipales garanticen la protección de los
ecosistemas costeros, y promover la restauración costera.
•
Limpiar las aguas costeras y evitar su contaminación. Por tanto, será necesario revisar, actualizar y fortalecer el régimen legal
para controlar la contaminación, con un enfoque en el manejo
por cuencas y considerando todas las fuentes de contaminación,
particularmente la tóxica, y controlar los impactos de las especies
no nativas y el ruido sobre ecosistemas marino costeros.
Establecer políticas para la acuicultura que garanticen la sustentabilidad de la actividad junto con la protección de los ecosistemas marinos.
Como puede verse, gran parte de esta política para la protección de los
mares tiene que ver con el manejo costero integrado, y las recomendaciones
podrían también implementarse en otros países.
En América Latina, el BID ha
llevado a cabo estudios para la orientación de programas de manejo costero26 desde principios de 1995. Por
ejemplo, en 1998 presentó la Estrategia para el Manejo de Recursos Costeros
y Marinos en Latinoamérica y el Caribe27, a través de la cual se pretendía
incidir en la mejora de la calidad de
vida de las comunidades dependientes de los recursos costeros y apoyar
a los Estados ribereños a alcanzar
niveles de desarrollo sostenibles.
•
Foto: Dana Murray
14
Esta estrategia, que es parte de
un programa de intervención del
BID, resalta la necesidad de llevar
a cabo una serie de actividades e
implementar nuevas técnicas para
lograr una ordenación costera efectiva. Propone las siguientes medidas a
ser adoptadas por los países: planes
de manejo costero, zonificación de
usos, protección de áreas marinas,
manejo y restauración de hábitats
costeros, control de la contaminación
costera, estabilización de las riberas,
reglamentación para un libre acceso, fortalecimiento de la capacidad
institucional y de coordinación entre
las instituciones nacionales competentes, manejo comunitario, estrateFoto: Dana Murray
gias para la resolución de conflictos y
evaluación de impacto ambiental28.
Además del programa del BID, existen numerosos esfuerzos de diferentes
países, a nivel nacional, por mejorar la gestión en las zonas costeras, algunos
de los cuales se mencionan a continuación:
B. Casos de Manejo Costero Integrado en Latinoamérica y Europa
1)Perú
El litoral marítimo de Perú se extiende por más de 3,000.00 kilómetros,
a través de los cuales concurren diferentes factores de orden natural que lo
determinan, tales como formaciones geológicas, afloramientos marinos y
sistemas de corrientes marinas, como el fenómeno de “El Niño”. Junto a ellos,
influyen los factores de orden humano, representados por actividades económicas y sociales, que van desde primarias y de subsistencia, a grandes instalaciones industriales y portuarias, pasando por playas, balnearios29 y centros
recreativos y turísticos.
15
Perú ha actuado a nivel internacional, nacional y local en la formulación
de políticas de gestión ambiental orientadas a las zonas marino-costeras. A
nivel internacional, en 1981 adoptó junto con Chile, Colombia, Ecuador y
Panamá, el Convenio y el Plan de Acción para la Protección del Medio Marino
y Áreas Costeras del Pacífico Sudeste, que conforma el marco subregional para
la preservación del medio marino y las áreas costeras.
2)Belice
A partir de 1989 el Manejo de Zonas Costeras (MZC) en Belice pasó a ser
responsabilidad de una unidad integrada en el Departamento de Pesca, que
trabaja a través de Comités Técnicos. La base normativa de la planificación es
la “Ley de Manejo de Zonas Costeras de 2000”,30 que define las políticas, estrategias y líneas de gestión y conservación de los recursos costeros de esta nación.
La planificación se desarrolla en dos fases: la primera a través de la aprobación
de la “Estrategia Nacional Integrada de Gestión de Zonas Costeras de Belice”,31 y
la segunda mediante las líneas regionales, que aplican los nueve planes de las
regiones costeras más la política para los Cayos32.
Para la puesta en marcha de la planificación en las zonas costeras, la Ley
del año 2000 creó una estructura institucional constituida por la Autoridad de
Manejo de Zonas Costeras (MZC)33 y su brazo técnico, el Instituto de MZC.
Estos organismos están encargados de apoyar en la distribución, el uso sostenible y la planificación sostenible de los recursos de la costa de Belice, a través
del aumento de los conocimientos en el área y la construcción de alianzas para
el beneficio de los habitantes de Belice y de la comunidad global. La Autoridad de MZC supervisa la correcta implementación de la planificación llevada
a cabo por agencias gubernamentales y no gubernamentales, mientras que
el instituto trabaja de manera conjunta con un Consejo Asesor, compuesto
por representantes del gobierno, del sector privado, ONG y academia, que lo
asesoran y le facilitan la coordinación entre agencias.
La Estrategia Nacional mencionada en párrafos anteriores, dedica gran parte de su esfuerzo a fomentar el conocimiento y el uso sostenible de los recursos
costeros, especialmente los pesqueros. Este interés se manifiesta en actividades
concretas; entre ellas la coordinación en labores de investigación entre el Departamento de Pesca, las cooperativas pesqueras y el Instituto de MZC.
En Belice, La Estrategia Nacional busca fomentar el
conocimiento y el uso sostenible de los recursos costeros,
especialmente los pesqueros
Se observa a través del análisis de la política de manejo costero llevada a
cabo en Belice, que se ha destinado mucho esfuerzo en la creación de instituciones que realicen la labor de gestionar la costa, basándose en un sistema de
descentralización regional. El manejo del sector pesquero es el más desarrollado, como demuestra la puesta en marcha en el 2001 de los Planes de Manejo de Pesquerías. El motivo de centrarse de manera más intensa en las pesquerías procede del hecho de que el organismo encargado de realizar la labor
de manejo de zonas costeras es el Departamento de Pesca de este país.
Tomando como base la Estrategia Nacional, en el año 2011 la Autoridad
de Manejo Costero Integrado y su Instituto iniciaron un proceso participativo
para la creación del Plan Nacional de Manejo Costero34. En el proceso participaron diversos sectores incluidos ONG, universidades, gobierno y comunidades. El Plan que se encuentra en su fase final de revisión35, pretende conver-
Foto: Pixabay
16
17
tirse en una herramienta proactiva para resolver problemas marino costeros
que vaya más allá de los mandatos institucionales y jurisdiccionales. Además,
el Plan presenta un cronograma específico con objetivos y medios claros para
monitorear y valorar su cumplimiento. Una vez aprobado, este Plan se podrá
convertir en un ejemplo de cómo llevar a la práctica la visión del MCI.
3)México
México ha desarrollado en su ordenamiento jurídico un instrumento que se
puede considerar como una herramienta de MCI: el Ordenamiento Ecológico del
Territorio (OET). La Ley General de Equilibrio Ecológico regula esta figura y la
define como “el instrumento de política ambiental cuyo objeto es regular o inducir el
uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la protección del medio
ambiente y la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir de los análisis de las tendencias del deterioro y las potencialidades de
aprovechamiento de los mismos”36. El OET busca ser un instrumento de carácter
preventivo vinculado con la planificación ambiental, mediante el cual puedan
determinarse los usos óptimos para el territorio, en función de sus características y posibilidades ambientales, contribuyendo a inducir el manejo de los
recursos naturales y el desarrollo urbano y productivo de los mismos.
El Ordenamiento Ecológico del
Territorio se divide en cuatro categorías: (i) territorial, (ii) regional, (iii)
local y (iv) marino. Este último tiene
por objeto “establecer lineamientos y
En México, el OET busca ser
previsiones a las que deberá sujetarse la
un instrumento de carácter
preservación, restauración, protección
preventivo vinculado con la
y aprovechamiento sustentable de los
planificación ambiental
recursos naturales existentes en áreas o
superficies especificas ubicadas en zonas
marinas mexicanas, incluyendo zonas
37
federales adyacentes” . Para tal fin, debe delimitarse la zona que abarca el programa de ordenamiento y determinarse cuáles son las zonas ecológicas, considerando las características, disponibilidad y demanda de los recursos naturales, así
como el tipo de actividades productivas desarrolladas en dicha área, y los requisitos bajo los cuales se autoriza el desarrollo de éstas actividades.
18
Foto: Pixabay
En noviembre de 2006 se aprobó el Ordenamiento Ecológico Marino
del Golfo de California, y en noviembre de 2012 el Ordenamiento Ecológico
Marino del Golfo de México y el Caribe38. Ambos Ordenamientos pretenden
orientar las actividades productivas; definir las densidades e intensidades
del uso turístico; ubicar la infraestructura portuaria de carreteras y servicios;
apoyar los programas de ordenamiento pesquero; definir el emplazamiento
de la acuicultura y regular la actividad agrícola y ganadera. De esta manera
podrá sentar las bases para que en fases sucesivas se construya un Programa
de Desarrollo Regional Sostenible, con una visión de largo plazo que incorpore
el “Manejo Integrado de la Zona Costera”39.
Sumado a lo anterior, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), reconociendo la necesidad de coordinar las acciones de las
dependencias y entidades de la Administración Pública Federal relativas a la
formulación e instrumentación de las políticas nacionales para la planeación,
ordenación y desarrollo sustentable de los mares y costas del territorio nacional, creó la Comisión Intersecretarial para el Manejo Sustentable de Mares
y Costas40. En ella están representadas los sectores, entre otros de medio
ambiente, turismo, transporte y comunicaciones, pesca y marino.
19
Foto: Steve Jurvetson
“Entre sus objetivos principales destacan dotar a México de una
política nacional en materia de mares
y costas, fundamentada en principios
de sustentabilidad ambiental, incentivos al fomento productivo, competitividad económica y desarrollo
social bajo un enfoque ecosistémico;
impulsar una gobernabilidad amplia,
coordinada y consensuada, que siente
las bases de los diversos usos y las acciones apropiadas para la resolución
de conflictos entre usuarios de zonas
costeras y marinas”41.
4)
Colombia
Las políticas en torno al MCI en Colombia, se iniciaron con la elaboración
de la Política Nacional Ambiental de Zonas Costeras de 1997, la cual se aprobó por el Consejo Nacional Ambiental en diciembre de 2000. La finalidad de
esta Política fue propiciar formas mejoradas de gobierno que armonizaran y
articularan la planificación del desarrollo costero sectorial y la conservación y
restauración de los bienes y servicios que proveen sus ecosistemas. Este documento es un apoyo a la generación de conocimiento, que permita la obtención
de información estratégica para la toma de decisiones de manejo integrado de
estas áreas, y el impulso de procesos de autogestión comunitaria y de aprendizaje, que permitan integrar a los múltiples usuarios de la zona costera en la
gestión de su manejo sostenible42.
La Política se subdivide en varias líneas:
•
Política Nacional del Océano y de los Espacios Costeros –
PNOEC, 2007.
•
Documento base para la elaboración de la Política Nacional de
Ordenamiento integrado de la Zona Costera de Colombia.
•
Política Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los
espacios oceánicos y zonas costeras insulares de Colombia.
20
Como resultado de la implementación de la Política de MCI, se han puesto
en marcha varios proyectos43, entre los cuales destacan el MCI de la Unidad
Ambiental Costera del Darién, el Programa Piloto Nacional de Adaptación al
Cambio Climático (INAP)44, la consolidación del Sistema de Información Ambiental Territorial SIAT, y la planificación Eco-regional para la Conservación
de la Biodiversidad in situ Marino Costera Colombiana45.
Dentro de los proyectos más destacados por su posible impacto en amenazas a los ecosistemas marinos están:
•
Construcción de capacidad de adaptación ante el acelerado
aumento del nivel del mar en Colombia. Este proyecto tiene
como meta primordial el desarrollo y la implementación de una
herramienta de planificación a ser utilizada por diferentes tomadores de decisiones, que permita evaluar medidas de adaptación
tendientes a contrarrestar los efectos del aumento del nivel del
mar en dos áreas identificadas como criticas: Cartagena de Indias
en el Caribe y Tumaco en el Pacífico.
•
Actualización y ajuste del diagnóstico y zonificación de los
manglares de la zona costera colombiana. El objetivo de este
proyecto es planificar y gestionar de forma integrada los ecosistemas de manglares comprendidos desde el tajamar occidental de
Bocas de Ceniza hasta la población de Galerazamba, para lograr su
uso sostenible, manejo y conservación”46.
Foto: Pixabay
21
5) Costa Rica
A pesar de ser un país pequeño con un área terrestre de 51,100 km2,
Costa Rica posee 1,228 km de costa y 580 mil km2 de espacio marino bajo
su jurisdicción. En la última década, se ha incrementado el desarrollo de la
zona costera y las actividades marítimas relacionadas con el turismo, pesca y
urbanización. Como una forma de proteger los ecosistemas marino costeros,
existen dos modelos de gobernanza que toman como base los principios del
MIC: las Áreas Marinas de Uso Múltiple (AMUM) y las Áreas de Marinas de
Pesca Responsable (AMPR).
Las AMUM se crean como un modelo de gestión y gobernanza del espacio
marino en el que coexisten diferentes actividades de aprovechamiento y conservación de una forma organizada47. Dentro de las AMUM hay áreas marinas
protegidas, áreas de pesca y otras zonas que no pertenecen a ninguna de estas
categorías, conocidas como zonas de influencia. Debido a las distintas actividades que se dan dentro de las AMUM, también existen diferentes instituciones
competentes que deben velar por la conservación de los recursos de esas áreas.
Las AMUM son coordinadas
por una Comisión Interinstitucional
en la que participan representantes
del Gobierno con competencia en la
zona y miembros de la sociedad civil.
Las Comisiones deben elaborar los
planes de acción para la gestión de
En Costa Rica, existen
las AMUM y recomendar actividalas Áreas Marinas de Uso
des de conservación, restauración,
Múltiple (AMUM) que
aprovechamiento y zonificación de
contienen áreas marinas
las actividades del área. Actualmente
protegidas, áreas de pesca
existen cinco AMUM representando
y otras zonas que no
el litoral Pacífico y Caribe costarricenpertenecen a ninguna de
se: Pacífico Norte, Golfo de Nicoya,
estas categorías, conocidas
Pacífico Sur, Caribe Norte, Caribe Sur
como zonas de influencia
e Isla del Coco.
Por su parte, las Áreas Marinas
de Pesca Responsable (AMPR) fueron
creadas en el año 2008 por el Insti-
22
Foto: Hani Amir
tuto Costarricense de
Pesca y Acuicultura
(INCOPESCA48 con
el objetivo de regular
la pesca y asegurar el
aprovechamiento de
los recursos pesqueros
a largo plazo. Este
modelo de gobernanza
toma sus principios del
Código de Conducta
para la Pesca Responsable de la FAO.
El INCOPESCA declara un AMPR después
de que cumpla con una
serie de requisitos presentados por organizaciones pesqueras. Entre estos
requisitos están: un registro que demuestre la importancia biológica y económica de la creación del AMPR, un estudio de la línea base socioeconómica de
los miembros de la organización pesquera, y una zonificación participativa
apoyada por INCOPESCA.
Las AMPR se rigen por un Código de Ética para la Pesca Responsable, el
cual es un instrumento voluntario creado por las organizaciones pesqueras.
El Código tiene como fin el aprovechamiento sostenible del recurso pesquero.
Además por medio de un proceso participativo entre la comunidad, la organización pesquera y el INCOPESCA, se realiza una zonificación del área llamado
Plan de Ordenamiento Pesquero.
6) El Caso Europeo
Las regiones costeras de la Unión Europea (UE), al igual que en los demás
países costeros del mundo, están sometidas a una constante presión. De hecho, los últimos registros poblacionales demuestran que, “hoy en día, prácticamente la mitad de la población de la Unión reside en una franja de 50 Km.
en torno a la costa”49. Industrias como la pesca, el transporte marítimo y el
turismo compiten fuertemente por encontrar espacio en los 89 mil kilómetros
23
estimados de litoral, a lo largo del cual también se encuentran algunos de los
hábitats naturales más frágiles y valiosos del continente50. En el año 2000, la
UE presentó una Estrategia para la Gestión Integrada de las Zonas Costeras,51
que fue fruto de las conclusiones y resultados obtenidos durante la ejecución
del Programa de Demostración de la Comisión Europea sobre Ordenación
Integrada de las Zonas Costeras. Este Programa le permitió a la Comisión
observar los problemas específicos de 35 zonas representativas de toda Europa, obteniéndose una visión general de los problemas de la costa europea que
también puede servir como modelo para otros países.
Los principios rectores de esta Política, que sirven como guías para la
actuación de todos los Estados miembros en materia marino costera, se resumen en los siguientes:
•
Disponer de una perspectiva amplia para abordar los problemas
marino costeros;
•
Utilizar información técnica como base de las decisiones a ser
aceptadas, lo cual incluye recolección de datos, elaboración de
bases de datos e indicadores, flujo de información entre actores y
el empleo de técnicas de evaluación integrada;
24
Promover el conocimiento de los procesos naturales costeros aceptando que “el éxito de la gestión de la zona costera depende sobre
todo del conocimiento de los procesos y las dinámicas naturales”52;
Adopción de decisiones que no comprometan el uso y disponibilidad de estos recursos a futuro; aplicación de metodologías participativas de trabajo que permitan la adopción de medidas de modo
democrático y transparente; involucramiento de las instancias
administrativas competentes y relacionadas; promover la aplicación del MIC a nivel regional53 utilizando el planteamiento de
“mares regionales” en las medidas que afectan la costa en países
ribereños (ejemplo Mar Báltico y Mar Mediterráneo).
En muchas regiones de la UE la pesca excesiva ha sido culpable de una reducción espectacular de las poblaciones de peces, lo que a su vez ha provocado
pérdidas económicas y pérdida de empleos. Esta situación ha resultado en el
desplazamiento de los habitantes de zonas costeras, modificándose el carácter
fundamental de muchas regiones del litoral. Algunas regiones han intentado
encontrar alternativas a la industria pesquera para reactivar la economía local,
pero el proceso no ha sido nada fácil, y en muchas zonas sigue habiendo pocas
posibilidades de empleo fuera de la pesca. La creciente explotación del borde
marítimo (edificaciones frente al
mar, puertos deportivos y atracaderos y navegaciones de recreo, entre
otros), ha ido reduciendo los lugares
En Europa, las edificaciones
de acceso para las comunidades pesqueras y va provocando la desaparifrente al mar, puertos
ción de los hábitats marinos (zonas
deportivos y atracaderos
de alimentación y reproducción),
y navegaciones de recreo,
junto con un deterioro de la calidad
entre otros, han reducido los
del agua y daños al medio ambiente
lugares de acceso para las
costero en general.
comunidades pesqueras y
En varios capítulos de esta puprovocan la desaparición de
blicación se ha hecho referencia a la
los hábitats marinos
Política Pesquera Común (PPC) de la
UE, como un instrumento de políti
Foto: Brocken Inaglory
•
•
25
ca que determina directrices para la
aplicación de medidas tendientes a la
pesca sostenible La Política Pesquera
Común (PPC) y la MCI se relacionan
en dos aspectos fundamentales54:
a) El libre acceso a la pesca ha dado
lugar a una excesiva capitalización,
la sobrepesca, el agotamiento de los
recursos, conflictos y, en última instancia, a problemas socioeconómicos
para los pescadores; y b) La desaparición de los hábitats de los peces y el
deterioro de la calidad del agua, por
presiones ambientales presentes en
otros sectores, ha tenido gran impacto sobre los recursos pesqueros.
Por ello, la UE está interesada en
Foto: Dana Murray
integrar en la PPC consideraciones
ambientales, que obliguen a considerar los impactos directos e indirectos
de las actividades pesqueras y de la acuicultura, sobre la flora y fauna marinas, así como sobre las cadenas alimenticias y los hábitats. Por otro lado, la
viabilidad de la pesca y la acuicultura dependen de la existencia de recursos
marinos de calidad, lo que a su vez depende fundamentalmente del estado
del ambiente marino.
Luego de este recorrido por algunas de las iniciativas de MCI llevadas a
cabo por diferentes países del mundo, puede observarse que la descentralización de funciones entre las distintas entidades gubernamentales es una
técnica ampliamente utilizada. Creemos que puede funcionar bien, siempre
y cuando la prioridad esté en la conservación y restauración de los recursos
y ecosistemas marinos, y no en la extracción y comercialización excesiva de
ellos. Además, la coordinación interinstitucional y la participación ciudadana
en los procesos de planificación para el MCI son clave para que estos esfuerzos
sean eficientes. Este modelo de manejo de las zonas costeras implementado
adecuadamente puede contribuir a la protección de los recursos marino costeros y minimizar los impactos del cambio climático.
26
iii.gestión basada en el ecosistema
Recientes informes de la Comisión Pew para los Océanos (Pew Oceans Comission)55, de la Comisión del Gobierno de Estados Unidos para la Política Oceánica (US Commission on Ocean Policy)56 y de organizaciones no gubernamentales como WWF, han llamado la atención respecto de la necesidad de diseñar
sistemas de “Gestión Basada en el Ecosistema (GBE)”, para dar protección efectiva a los océanos. En opinión de WWF, “la Gestión Basada en el Ecosistema
para los océanos supone un enfoque que tendrá éxito donde otras iniciativas
han fracasado”57.
Según WWF, “la Gestión Basada en el Ecosistema para los océanos supone
un enfoque que tendrá éxito donde otras iniciativas han fracasado”
La GBE reconoce que los recursos marinos deben manejarse de forma integrada, armonizando las regulaciones y coordinando competencias entre autoridades. Los impactos humanos como el desarrollo costero, las pesquerías,
la acuicultura y la contaminación, suceden simultánea y acumulativamente en
los océanos. Por ello es necesario crear y aplicar un ordenamiento ecológico
basado en una visión holística que considere todos los impactos que sufre el
ecosistema, en vez de analizar y evaluar cada actividad de manera aislada58.
En relación con la pesca, la GBE reconoce la interdependencia de los
componentes de los ecosistemas, los impactos acumulativos de las actividades
humanas y trata de estudiar el impacto que sufren las poblaciones de peces
por la degradación de los
hábitats. Para ello se deben
analizar las implicaciones
de estas amenazas, pero
sin olvidar que ante todo se
deben fomentar las técnicas preventivas para evitar
estos problemas.
De acuerdo con la
WWF, para diseñar una
GBE aplicable a una pesquería, deberían observarse
los siguientes pasos59:
Foto: Pixabay
27
Foto: Dana Murray
•
Preparar un mapa de las eco-regiones: especies, hábitats y características oceanográficas;
•
Identificar a los actores y sus intereses específicos (aquellos directamente interesados y/o afectados por la pesca);
•
Establecer los valores de los ecosistemas: hábitats, especies y usos;
•
Determinar los riesgos potenciales de la pesca que puedan afectar
los valores del ecosistema;
•
Establecer objetivos y metas para elementos específicos del ecosistema;
•
Establecer estrategias para conseguir las metas;
•
Centralizar y armonizar la información existente mediante el diseño de un sistema efectivo de información, incluyendo la vigilancia de los stocks e indicadores ecológicos;
•
Establecer las necesidades y prioridades de investigación e información;
•
Diseñar procesos de evaluación, ejecución y revisión de las
acciones; y,
•
Diseñar e implementar paquetes de información y educación en
GBE para pescadores y gestores; que incluya la identificación completa de los usuarios de los recursos y su participación efectiva en
la aplicación de los programas y en la toma de decisiones.
28
En cuanto a la metodología, WWF concluye que hay tres elementos operacionales necesarios para asegurar el éxito de esta aproximación: (i) desarrollar un modelo que se base en indicadores de éxito claros; (ii) delimitar claramente el ámbito
en el cual se va a desarrollar el sistema de manejo, tanto en lo espacial como en las
funciones y factores socioeconómicos; e, (iii) involucrar a todos los actores con el
fin de acordar metas, logros y aspiraciones para la administración del recurso.
Para propiciar la puesta en práctica de los principios de la GBE en materia
pesquera, la FAO elaboró el “Enfoque de Ecosistemas en la Pesca (EEP)”, que se
define como el “enfoque que procura equilibrar diversos objetivos sociales, teniendo
en cuenta los conocimientos y las incertidumbres sobre los componentes bióticos,
abióticos y humanos de los ecosistemas y sus interacciones, y aplicar a la pesca un
enfoque integrado dentro de límites ecológicos fidedignos”60.
El concepto de EEP aparece incorporado en diversos instrumentos internacionales normativos, tanto vinculantes como no vinculantes, antiguos y
recientes61. De hecho es posible encontrar referencias a este enfoque desde
el año 1972, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
hasta la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, celebrada el año
2002. Sin embargo, para que el EEP sea operacional, sus principios deben
estar adecuadamente desarrollados en normas vinculantes de Derecho Internacional y evidentemente integrados en los ordenamientos nacionales.
Actualmente, sin embargo, el EEP se desarrolla
principalmente a través de
instrumentos voluntarios,
como el Código de Conducta
para la Pesca Responsable,62
motivo por el cual es imprescindible trabajar prontamente en la incorporación
nacional vinculante de este
concepto63.
Además de los principios
de la EEP, otros principios de
la ordenación convencional,
como el análisis por especie,
Foto: Dana Murray
29
Foto: Dana Murray
deben seguir utilizándose pero de forma más amplia de tal forma que incluyan
las relaciones entre diferentes componentes del ecosistema y los impactos que
pueden sufrir. Se deben considerar especialmente los siguientes factores64:
•
Reducir el esfuerzo pesquero;
•
Asegurar que las condiciones económicas promuevan la pesca
responsable;
•
Tener en cuenta los intereses de los pescadores, incluídos los que
practican la pesca de subsistencia, la artesanal y la de pequeña
escala;
•
Preservar la biodiversidad de los hábitats y ecosistemas acuáticos, proteger las especies en peligro y restablecer las poblaciones
agotadas;
•
Evaluar el impacto ambiental negativo sobre los recursos y corregirlo;
•
Reducir al mínimo la contaminación, los desperdicios, los descartes, las capturas por artes de pesca perdidas o abandonadas,
las capturas de especies que no son objeto de pesca y los efectos
sobre las especies asociadas o dependientes; y,
•
Ampliar la participación de las partes interesadas.
30
Como queda expresado, el primer paso para lograr un modelo de GBE es
dotar a los Estados de una “Ordenación Pesquera Basada en el Ecosistema”, que
no busque sustituir los planes pesqueros tradicionales, sino reforzarlos para
reducir las incertidumbres relativas a la adopción de decisiones en materia de
ordenamiento marino costero65.
Una vez determinados los objetivos que persigue el ordenamiento
pesquero basado en el ecosistema, es necesario establecer indicadores
de sostenibilidad que respondan a los objetivos y elementos de especial
interés del ecosistema. Estos indicadores deben basarse en los mejores
datos científicos disponibles, y en un sistema apropiado de vigilancia, a fin
de disponer de la información necesaria para seguir de cerca el estado del
ecosistema, con miras a evaluar periódicamente su situación y los factores
que influyen en él66.
Es innegable que los cambios que exige la transición a la ordenación
pesquera, basada en el ecosistema, implican compromisos y cambios de costumbres por parte de pescadores artesanales e industriales. A pesar de que la
necesidad de asignar explícitamente los derechos de los usuarios en las pesquerías es generalmente aceptada, cada vez que se establece una contraprestación a cambio surge debate. Sin embargo, es importante reconocer que dicha
inversión se compensará a largo
plazo. En cualquier caso, no se espera que los cambios y costos recaigan
exclusivamente en el sector pesquero,
sino que deberían ser distribuidos
de modo equitativo entre todos los
La transición a la ordenación
usuarios de los recursos del ecosispesquera, basada en
tema y, por consiguiente, entre los
el ecosistema, implica
beneficiarios del bienestar suplemencompromisos y cambios de
tario que se creará. Esto último es la
costumbres por parte de
aplicación del principio de que “todo
pescadores artesanales e
usuario de un recurso deberá pagar
industriales.
por el costo marginal social total a
largo plazo que implica dicho uso y
sus servicios conexos, incluyendo los
costos del tratamiento asociado”67.
31
iv.convención para la conservación de los
recursos vivos marinos antárticos
La Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Antárticos (CCRVMA)68 es un tratado precursor del enfoque del ecosistema en la pesca.69 El
objetivo general de la Convención es la conservación de la vida marina del
Océano Austral, lo cual incluye su uso sustentable. Todos los Estados miembros de esta Convención 70 forman parte de un Comité Científico. De forma
paralela, existe una Comisión que promover la explotación racional de los
recursos marinos del Océano Austral. Los Estados a través del Comité Científico, recomienda a la Comisión medidas para el desarrollo pesquero sostenible
y la protección de ecosistemas. Para dicha finalidad, una multitud de datos
ha sido recopilada a partir de las investigaciones científicas realizadas por los
barcos de los miembros de la Convención71.
El Continente Antártico, también llamado el Sexto Continente, está formado por alrededor de 13 millones de kilómetros cuadrados de hielo72. Este
inmenso bloque de hielo que contiene importantes reservas de petróleo, cobre
y otros valiosos recursos, ha sido destino de muchas expediciones pesqueras,
que en su afán por la explotación de recursos, han impactado indiscriminadamente las poblaciones de focas, ballenas y krill (Euphasia superba)73. La última
de estas especies, el krill, tiene una importancia estratégica por constituir la
base alimenticia de otras especies, como por ejemplo ballenas (Eubalaena australis), focas (Phoca vitulina) y algunas aves.
Como ya se mencionó, la
CCRVMA fue el primer tratado
internacional que adoptó el enfoque ecosistémico, estableciendo
los principios de conservación que
deberán aplicarse a los recursos
marinos en el área de la Convención. Estos principios son74:
•
•
prevención de la disminución del tamaño o población
de cualquier especie;
Foto: Pixabay
mantenimiento de las relaciones ecológicas entre poblaciones
recolectadas, dependientes y afines de los recursos vivos marinos
antárticos y recuperación de las poblaciones disminuidas; y,
prevención de cambios o minimización de riesgos de cambios en
el ecosistema marino.
Para cumplir con estos ambiciosos propósitos, algunas de las medidas
adoptadas por la CCRVMA, desde 1980 para cumplir con la GBE son75:
•
•
Establecimiento de límites precautorios en las capturas.
•
Implementación de medidas para limitar la pesca incidental.
•
Prevención o minimización de cambios riesgosos que puedan
alterar los ecosistemas.
•
Monitoreo preventivo de actividades que puedan dañar ecosistemas o alterar las relaciones de poblaciones dependientes entre si.
Creación del Programa “Seguimiento del Ecosistema”, que tiene
por objeto manejar la “incertidumbre”76 en las estimaciones que
se utilizan para establecer medidas de manejo77.
Aunque el sistema de la CCRVMA se considera ejemplar, aún tiene mucho
por mejorar. Se considera, por ejemplo, que el establecimiento de medidas
regulatorias, tales como los límites de captura, debe conjugarse con aspectos
fundamentales, como la educación a los pescadores y el establecimiento de
un sistema de monitoreo y vigilancia78 acompañado de sanciones,79 para el
•
Foto: Pixabay
32
33
caso que se detecten incumplimientos. También, debe establecerse un control
absoluto de la pesca “no reglamentada y no reportada”,80 ya que ésta afecta las
estimaciones en que se basa el Comité Científico para establecer medidas y aumenta la mortalidad de las especies. Adicionalmente, deben fijarse sanciones
serias para los países miembros que incumplan con las medidas propuestas
por el Comité Científico81.
Para concluir cabe hacer presente que ni la GBE ni las técnicas de
manejo que han surgido de ella, tales
como la ordenación pesquera basada
en el ecosistema, pretenden sustituir
Se debe reforzar los métodos
los planes tradicionales. La idea más
actuales para reducir las
bien es superponerse a ellos, de maincertidumbres que hoy
nera de reforzar los métodos actuales
pesan sobre el proceso de
reduciendo las actuales incertidumadopción de decisiones en
bres que hoy pesan sobre el proceso
materia de ordenamiento.
de adopción de decisiones en materia
de ordenamiento82.
v.ordenamiento marino de la alta mar
El Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR)
regula las cuestiones relativas a la alta mar, a nivel internacional. Pese a su
existencia, los conflictos entre Estados por la pesca en alta mar aún están a
la orden del día, al contraponerse las distintas naciones con sus deseos de
afianzar sus posiciones individuales en torno a la conservación y ordenamiento de las poblaciones de alta mar. Todo esto ha derivado en enfrentamientos que impiden la convivencia en torno al principio de libertad que
establece la CONVEMAR.
El derecho que regula los recursos vivos del mar es un tema del ordenamiento internacional altamente influenciado por los intereses económicos
estatale83. Especialmente desde la década de los 90, la actividad pesquera se
ha intensificado más allá de la zona económica exclusiva de cada país (ZEE),
34
Foto: Dana Murray
aumentando la necesidad de algunas naciones de trasladarse a otras zonas
en alta mar, particularmente en el Pacífico norte, el Atlántico sur, el Océano
Índico y algunas zonas del Pacífico Sur84.
Los conflictos surgen principalmente entre los Estados dedicados a la
pesca de altura85, y aquellos Estados con inversiones importantes en el sector,
como Canadá, Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Noruega y algunos países archipielágicos del Pacífico. En tal sentido, se afirma que parte del
conflicto se concreta en una lucha a escala mundial de intereses económicos
en la industria pesquera86. Países costeros, especialmente Argentina, Chile y
Canadá, han luchado por articular legalmente el concepto de exclusividad en
el aprovechamiento de las especies. Sostienen dichas naciones que la presión
sobre los recursos de alta mar ejercida por los Estados que pescan a distancia,
amenaza la sostenibilidad de ciertas poblaciones, como las transzonales y las
especies altamente migratorias, situación que pondría en peligro su propio
derecho a explotar tales reservas en las zonas sometidas a su soberanía o jurisdicción. Estos Estados afirman que, a falta de una reglamentación internacional efectiva en el área de alta mar, las medidas a aplicarse deberían ser las
establecidas por el Estado costero, para las mismas especies en su ZEE87.
35
Ante esta situación se ha gestado, por parte de algunos países, la idea de
la necesaria revisión y desarrollo del “Derecho del Mar”, incorporando nuevas
propuestas de espacios marítimos bajo la competencia de los Estados ribereños. Dentro de estas teorías vale la pena citar la propuesta por Chile, denominada “Mar Presencial” y la de “Mar de Intereses”, de autoría argentina.
Según la propuesta chilena, el Mar Presencial sería: “aquella parte de la alta
mar existente para la comunidad internacional, entre el límite de la ZEE continental de Chile y el meridiano que, pasando por el borde occidental de la plataforma
continental de la Isla de Pascua, se prolonga desde el paralelo de África hasta el
polo sur”88. Esta propuesta no niega el principio de libertad de los mares, pero
puede entenderse como una pretensión por parte de Chile de transponer sus
competencias en la ZEE sobre un espacio de libertad. En agosto de 1991,
Chile modificó su Ley General de Pesca y Acuicultura de 1989 para instaurar la
noción de mar presencial como un nuevo espacio marítimo.
Por su lado, Argentina incorporó a su ordenamiento el concepto de Mar
de Intereses Argentinos. En 1991 modificó su Ley de Pesca en relación con las
líneas de medición de los espacios marítimos, haciendo extensiva la aplicación
de la legislación nacional sobre la conservación de ciertas especies que habitan
más allá de las 200 millas. Un proyecto de ley confirma la extensión de la jurisdicción nacional argentina más allá del límite exterior de su ZEE, sobre los
recursos migratorios o que pertenezcan a una misma población o poblaciones
de especies asociadas. De este modo,
Argentina se atribuiría la facultad de
regular las poblaciones de alta mar
y el derecho a sancionar las infracciones de los buques extranjeros a
su legislación interna89. Esta reguUn régimen que regule la
lación todavía no se ha desarrollado,
pesca en alta mar significaría
entre otras cuestiones por resultar
el fin de la libertad en
incompatible con determinados
relación a esta actividad, y
aspectos del Acuerdo de 1995, sobre
podría adoptar diferentes
la Conservación y Ordenación de las
formas
Poblaciones de Peces Transzonales y
las Poblaciones de Peces Altamente
Migratorios.
36
Las posiciones contrapuestas de
Chile y Argentina permiten concluir
que, desgraciadamente, los verdaderos
motivos y consecuencias de ambas
posturas enfrentadas encuentran explicación en el interés económico, más
que en la conservación.
A raíz de todos los conflictos que
surgen en torno a la utilización de
los recursos de alta mar, se plantea si
la solución no se haría más efectiva
a través de un cambio en el régimen
jurídico de alta mar, limitando las
libertades de las diferentes naciones en aguas internacionales90. Un
régimen que regule la pesca en alta
mar significaría el fin de la libertad
en relación a esta actividad, y podría
adoptar diferentes formas: 91
Foto: Dana Murray
•
los derechos sobre los océanos
podrían distribuirse entre las naciones del mundo;
•
un organismo internacional podría gobernar todas las actividades
pesqueras; o,
quizá la solución más viable, todos los pesqueros podrían ser
obligados a registrar sus barcos ante los países firmantes de los
acuerdos regionales.
Como se ha señalado antes, los países con intereses pesqueros, de alguna
manera ya han iniciado una reforma del régimen legal de alta mar. Un ejemplo
es el caso de la ampliación de la ZEE por un estado ribereño, como en el caso
de Chile. La CONVEMAR permite esta posibilidad de manera indirecta, ya que
aunque la ZEE de un país termina en las 200 millas, los países tienen derechos
exclusivos sobre los recursos mineros de la plataforma continental, hasta una
distancia de 350 millas mar adentro92.
•
37
vi.conclusiones
Los efectos directos de la pesca sobre los ecosistemas son ampliamente conocidos. Algunos de los más graves son la modificación de la composición por
especies y de la diversidad genética de las comunidades, en razón de la pesca
selectiva de determinadas especies y categorías de tamaño; la mortalidad
incidental de las especies no elegidas debido a la escasa selectividad de ciertas
artes de pesca y de las artes de pesca perdidas o abandonadas; y los efectos
nefastos sobre los fondos marinos, causados por redes de arrastre y dragas,
entre otros.
Una vez examinadas las características y necesidades del ordenamiento
marino costero, se puede concluir que efectivamente existe la necesidad de
implementar sistemas de Manejo Costero Integrado (MCI) para reducir estas
amenazas. Ejemplos de este tipo de reglamentación ya existen a nivel nacional en las legislaciones de diversos países, y también en esfuerzos regionales,
como es el caso europeo.
Los principios que inspiran la aplicación del MCI apelan a la gestión eficaz
del ecosistema en su conjunto, lo cual implica otorgar importancia no sólo a
los aspectos ambientales, sino integrar también los aspectos sociales, económicos y de planificación, en un enfoque holístico y de largo plazo. El objetivo
central del ordenamiento pesquero basado en el ecosistema es obtener los
El objetivo central del
ordenamiento pesquero
basado en el ecosistema
es obtener los máximos
beneficios de todos los
ecosistemas marinos de
manera sostenible
Foto: Dana Murray
máximos beneficios de todos los ecosistemas marinos de manera sostenible,
para lo cual es necesario mantener (o restablecer) el ecosistema, sus hábitats y
la diversidad biológica en un nivel que permita sustentar a todas las especies.
La implementación de un sistema basado en el MCI implica un cambio de
paradigma respecto del sistema que ha imperado históricamente en la legislación pesquera, ya que tradicionalmente el ordenamiento pesquero se ha
concentrado en las especies por separado, generalmente la población objetivo
de la captura, dejando de lado la preocupación por cualquier otra especie que
resulte afectada como consecuencia de la captura de la especie objetivo. Dicho
cambio resulta cada día más urgente, pudiendo afirmarse que la falta de visión
ecosistémica en la regulación pesquera a nivel internacional, ha sido uno de
los factores responsables por el fracaso del ordenamiento pesquero convencional, que actualmente se evidencia a nivel global.
A través de los estudio de casos, se observa que los mecanismos de MCI
basados en la cooperación interinstitucional entre distintas entidades gubernamentales y privadas, enriquecen las estrategias de manejo y contribuyen con la
generación de responsabilidad de parte de los usuarios de los recursos marinos.
Así las cosas, su implementación se evidencia cada vez más necesaria.
Foto: Dana Murray
38
39
Por lo anterior, para lograr un ordenamiento efectivo y sostenible de
nuestros mares, es necesario: i) que la ordenación de los ecosistemas se centre
primeramente en la protección y conservación de su estructura y funciones, a
través del manejo de sus componentes biofísicos y, ii) que la ordenación de la
pesca enfatice la necesidad de proporcionar alimentos, ingresos o medios de
vida a las personas.
Lo que pretende el enfoque de ecosistemas en la pesca es precisamente combinar estos dos paradigmas distintos pero relacionados entre sí. La
Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos
(CCRVMA) es un buen ejemplo del compromiso internacional por aplicar el
enfoque de ecosistemas a los recursos pesqueros, pero, como se explicó anteriormente, aún queda mucho espacio para perfeccionarla.
Finalmente, la protección jurídica de alta mar sigue siendo un tema pendiente para el derecho internacional. Los esfuerzos de foros internacionales
durante los últimos años han evidenciado la multitud de intereses que existen
sobre los recursos en alta mar y la forma en que las estrategias empleadas han
tropezado con los intereses particulares de las flotas nacionales. Culminar
con éxito la inconclusa tarea de proteger los recursos de alta mar constituye
uno de los desafíos más importantes para lograr el manejo sustentable de la
pesquería a nivel global.
referencias:
1
Capítulo 17, Agenda 21 (PNUMA). “Protección de
los Océanos y de los Mares de todo tipo, Incluidos
los Mares Cerrados y Semicerrados, y de las Zonas
Costeras, y Protección, Utilización Racional y
Desarrollo de sus Recursos Vivos”.
2
WORLD OCEAN PACK. Disponible en <http://
oceaninfopack.worldoceannetwork.org/esp/index.
php?page=home&id=266&typepage=menu_top_
title&idParent=3> [Ultima visita 15 de mayo de
2013].
3
ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS, UN.
Agenda 21. Párrafo 17.3. Disponible en <http://
www.unep.org/documents.multilingual/default.
asp?documentid=52> [Última visita 16 de mayo de
2013].
4
FAO. Código de Conducta para la Pesca Responsable. El artículo 10.1.3. hace referencia a esta
situación estableciendo como recomendación que
“los Estados deberían, según proceda, elaborar marcos
institucionales y jurídicos con el fin de determinar los
posibles usos de los recursos costeros y regular el acceso
a los mismos, teniendo en cuenta los derechos de las
comunidades costeras de pescadores y sus prácticas
habituales en la medida en que sean compartidas con
el desarrollo sostenible”.
5
6
La protección
jurídica de
alta mar sigue
siendo un tema
pendiente
para el derecho
internacional
7
8
Por ejemplo, los pescadores tradicionales que han
venido aprovechando la productividad natural de
los arrecifes de coral y no han podido asegurarse
los derechos necesarios para su bienestar futuro,
están expuestos a que su productividad se vea amenazada por otros usuarios, por ejemplo, el turismo
y la extracción de coral. También, la pequeña acuicultura costera ha sido durante mucho tiempo una
práctica tradicional y sostenible en muchos países,
pero se está viendo desplazada en los últimos
tiempos por las actividades industriales.
ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS, UN.
Agenda 21. Párrafo 17.3. Disponible en <http://
www.unep.org/documents.multilingual/default.
asp?documentid=52> [Última visita 16 de mayo de
2013].
WWF. OLSON, et al. 1995 A Conservation Assessment of Mangrove Ecosystems of Latin America
and The Caribbean. Citado en BID, Estrategia para
el Manejo de los Recursos Costeros de América
Latina y el Caribe. Washington, 1998. Disponible
en: <http://www.iadb.org/sds/doc/1102spa.pdf>.
[Última consulta: 25 de abril de 2008].
FAO. Código de Conducta para una Pesca Responsable. Artículo 6.8.
9
Los corales contienen algas microscópicas que
se llaman “zooxantelas”. Estas algas aportan
alimentos al coral y contribuyen a su vivo colorido.
El aumento de las temperaturas en los océanos
hace aumentar el estrés en los corales, expulsando
a las zooxantelas lo que provoca la pérdida de su
color o “blanqueando”. Si no se restaura la capa de
zooxantelas, el coral muere.
10 WESTMACOTT, S., TELEKI, K., WELLS, S &
WEST, J. M. (2000) Manejo de arrecifes de coral blanqueados o severamente dañados. UICN, Gland, Suiza
y Cambridge, Reino Unido. vii + 36 p. El aumento
de dióxido de carbono en la atmósfera conlleva
a la acidificación de los océanos, reduciendo la
capacidad de los corales de crecer y de reparar su
estructura. Conforme las temperaturas oceánicas
se elevan y la acidez oceánica aumenta afectando
las colonias coralinas.
11 PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL
MEDIO AMBIENTE, PNUMA. Oficina Regional
para América Latina y el Caribe GEO América Latina y el Caribe - Perspectivas del medio ambiente
2000. Autores varios. Impreso por Observatorio
del Desarrollo. San José, Costa Rica. Año 2000.
12 Incremento de sustancias nutritivas en aguas
dulces de lagos y embalses, que provoca un exceso
de fitoplancton.
13 Falta casi total de oxígeno en la sangre o en tejidos
corporales.
14 Grandes tuberías submarinas utilizadas para descargar vertidos a mayor distancia de la costa, por
ejemplo aguas residuales, sustancias procedentes
de la desalación de aguas marinas (salmuera), etc.
15 BID, Bank Strategy Paper. Strategy for Coastal and
marine Resources Management in Latin America
and the Caribbean. Washington DC, Diciembre de
1998- N. ENV-129. Pp.8.
16 Ley de Gestión de Zonas Costeras de 1972. Estados
Unidos. Disponible en:
<http://www.cr.nps.gov/local-law/FHPL_CstlZoneMngmt.pdf>. [Última consulta: 25 de abril de
2008].
17 Lecciones del Programa de Demostración de la
Comisión Europea sobre la gestión Integrada de las
Zonas Costeras (GIZC), 1997-1999. p. 36.
18 ICZM según las siglas anglosajonas, “Integrated
Coastal Zone Management”. Por otra parte, la
Gestión Integrada de Zonas Costeras ha sido
objeto de atención en diversos documentos como
la Agenda XXI (Capítulo 17), y Código de Conducta
para la pesca responsable; en este último consta
Foto: Carlos Octavio Uranga
40
41
Foto: Asbjørn Hansen
marinas, teniendo en cuenta la contaminación, la
erosión marina, la perdida de recursos y la destrucción de los hábitat.
(f) Dar a las personas, los grupos y las organizaciones interesados, en la medida de los posible, acceso
a la información pertinente y oportunidades de
que sean consultados.”
20 Grupo Mixto de Expertos sobre los Aspectos
Científicos de la Contaminación del Mar, GESAMP,
1997. The Contributions of science to Integrated
Coastal Management. GESAMP. Report and Studies No. 61 FAO, Roma.
21 OCDE, Gestión de zonas costeras, políticas integradas. Ediciones Mundiprensa, Madrid, 1995.
22 LE SANN, Alain. Du nord au Sud. Pêcher pour vivre. Disponible en: < http://pechedev.free.fr/livre.
htm >. [Última consulta: 27 de enero de 2014].
en su Artículo 6.9. “Los Estados deben asegurar que
sus intereses pesqueros, incluyendo a la necesidad de
conservación de los recursos, se tomen en cuenta en la
utilización múltiple de las zonas costeras y se integren
en la ordenación, la planificación y el desarrollo de la
zona costera”.
19 La Agenda 21 establece como Programa A, la
Ordenación integrada y desarrollo sostenible de
las zonas costeras y las zonas marinas, entre ellas
las zonas económicas exclusivas (Párrafo 17.5), y
como objetivo de este programa varios aspectos
relativos al Manejo Costero Integrado.
“17.5 Los Estados ribereños se comprometen a
proceder a una ordenación integrada y a un desarrollo sostenible de las zonas costeras y del medio
marino sujetos a su jurisdicción nacional. Para tal
fin es necesario, entre otras cosas:
“(a) Crear un proceso integrado de formulación de
políticas y adopción de decisiones, en que participen todos los sectores interesados, para fomentar
la compatibilidad y el equilibrio entre los distintos
usos.
23 ESTRATEGIA EUROPEA DE ZONAS COSTERAS,
COM (2000) 547 final. Disponible en:
<http://ec.europa.eu/environment/iczm/pdf/
exsum_es.pdf>. [Última consulta: 2 de mayo de
2013].
24 Esta Comisión está formada por un grupo independiente que, tras la revisión de la mejor información
científica disponible y de innumerables contactos
y entrevistas alrededor del país, presentó sus recomendaciones formales al Congreso y a la Nación en
junio de 2003. Está conformada por personas procedentes de diferentes sectores, tanto del gobierno,
como del sector científico y académico, organizaciones no gubernamentales, empresas privadas, y
otros miembros elegidos por su conocimiento en
aspectos científicos, ambientales, económicos, políticos y sociales relacionados con asuntos pesqueros. Disponible en: <http://www.pewtrusts.org/
our_work_detail.aspx?id=130> [Última consulta:
12 de setiembre de 2013].
25 PEW OCEANS COMMISSIONS. America’s Living
Oceans. Charting a course for sea change. Report to
the Nation, Recommendations for a New Policy, 2003.
p. 102-126.
(b) Determinar los usos actuales y proyectados de
las zonas costeras y sus interacciones.
26 BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO
(BID). Disponible en:
(c) Concentrarse en problemas bien definidos relacionados con la ordenación de las zonas costeras.
<http://www.iadb.org/aboutus/index.cfm?language=Spanish>. [Última consulta: 2 de mayo de 2013].
(d) Adoptar enfoques preventivos y precautorios
en la planificación y la ejecución de los proyectos,
de forman que incluyan la evaluación previa y la
observación sistemática de los efectos ambientales
de los grandes proyectos.
27 BID. Bank strategy Paper. Strategy for Coastal and
marine Resources Management in Latin America and
the Caribbean. Washington DC, Diciembre de 1998N. ENV-129.
(e) Promover el desarrollo y la aplicación de
métodos, tales como la contabilidad de los recursos
y la contabilidad ambiental en el plano nacional,
que reflejen los cambios de valor resultantes de
los distintos usos de las zonas costeras y las zonas
42
28 BID. Bank strategy Paper. Strategy for Coastal and
marine Resources Management in Latin America
and the Caribbean. Washington DC, Diciembre de
1998- N. ENV-129. (versión en español) pp.23.
29 Un balneario es un edificio con baños medicinales
en el que también se puede dar hospedaje.
30 COASTAL ZONE MANAGEMENT AUTHORITY &
INSTITUTE. Coastal Zone Management Act. Belize. Disponible en: <http://www.coastalzonebelize.
org> [Última consulta: 21 de julio de 2014]
31 Estrategia Nacional Integrada de Gestión de Zonas
Costeras de Belice. Disponible en: <http://www.
coastalzonebelize.org/publications/czmai_strategy_new.pdf> [Última consulta: 25 de abril de
2008].
32 Los principales cayos de Belice son (1) Northern
Cayes, (2) Caye Caulker, (3) Belize City Cayes, (4)
Turneffe Isles Cayes, (5) Lighthouse Reef Cayes,
(6) Dangriga/Glover’s Reef Cayes, (7) Placencia/
Laughing Bird Cayes, y (8) Southern Cayes
33 COASTAL ZONE MANAGEMENT AUTHORITY &
INSTITUTE. Belize. Disponible en:
<http://www.coastalzonebelize.org/?page_id=313>
[Última consulta: 19 de setiembre de 2013]
34 COASTAL ZONE MANAGEMENT AUTHORITY.
Disponible en: < http://www.ambergristoday.
com/content/community-bulletin/2013/april/29/
public-consultation-belize-integrated-coastal-zone-manageme > [Última consulta: 26 de setiembre
de 2013].
35 El borrador del Plan. Disponible en: <http://www.
coastalzonebelize.org/?page_id=681> [Última
consulta: 26 de setiembre de 2013].
36 Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección
al Ambiente. México. Artículo 3º fracción XXIII.
Disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/pdf/148.pdf>. [Última consulta: 2 de
mayo de 2013].
37 Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente. Artículo 20 Bis 6. Disponible en: <http://
www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/148.pdf>.
[Última consulta: 2 de mayo de 2013].
41 PRESIDENCIA DE MEXICO. Comunicado de prensa, lunes primero de diciembre de 2008. Disponible
en: <http://www.presidencia.gob.mx/prensa/semarnat/?contenido=40587>. [Última Consulta: 27
de agosto de 2009].
42 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MARINAS Y
COSTERAS JOSÉ BENITO VIVES. Disponible en:
< http://www.invemar.org.co/pcategorias.jsp?idcat=104 >. [Última consulta: 2 de mayo de 2013].
43 Ibid.
44 Texto del Programa y resultados disponibles en: <
http://cambioclimatico.invemar.org.co/piloto-nacional-de-adaptacion-inap1>. [Última consulta: 23
de setiembre de 2013].
45 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MARIANAS
Y COSTERAS JOSÉ BENITO VIVES DE ANDRÉIS.
Investigación para Gestión Marina y Cosera GEZ.
Disponible en < http://www.invemar.org.co/noticias.jsp?id=2843&idcat=104 >. [Última consulta: 2
de mayo de 2013].
46Ibid.
47 CAJIAO, V. Manual de Legislación Marino Costera
y Pesquera de Costa Rica. Fundación MarViva. San
José, 2010. Disponible en: < http://www.marviva.
net/index.php/es/nuestro-trabajo/publicaciones >.
[Última consulta: 27 de setiembre de 2013]
48 Ver Acuerdo de Junta Directiva de INCOPESCA N0
138-2008 del 04 de abril de 2008. Y Decreto Ejecutivo N0 35502-MAG del 01 de octubre de 2009.
49 La Unión Europea apuesta por las Zonas Costeras.
Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Luxemburgo, 2001. Disponible
en: < http://ec.europa.eu/environment/iczm/pdf/2000brochure_es.pdf > [Última consulta: 27 de
38 Programa de Ordenamiento Ecológico Marino y
Regional del Golfo de México y Mar Caribe. Acuerdo de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos
Naturales. Acuerdo del 24 de noviembre de 2012.
Disponible en: <http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5279084&fecha=24/11/2012>
[Última consulta: 18 de setiembre de 2013]
39 Mar de Cortés, el Ordenamiento Ecológico Marino.
Una Estrategia para el Desarrollo Sustentable.
Instituto Nacional de Ecología (INP). México.
Disponible en:
<http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/
gacetas/276/mcortes.html> [Última consulta: 2 de
mayo de 2013].
40 Acuerdo por el que se crea con carácter permanente la Comisión Intersecretarial para el Manejo
Sustentable de
Mares y Costas publicado en el Diario Oficial de la
Federación del 13 de junio de 2008.
Foto: Dana Murray
43
Antárticos es CCRVMA, sin embargo en mucha
literatura en idioma castellano se utiliza las siglas
en inglés “CCAMLR” (Comission for the Conservation of Antartic Marine Living Resources). Nota de
los autores.
Foto: Dana Murray
setiembre de 2013].
<http://ec.europa.eu/environment/iczm/pdf/2000brochure_es.pdf >[Última consulta: 5 de
mayo de 2013].
50 La Unión Europea apuesta por las Zonas Costeras.
Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Luxemburgo, 2001. Disponible
en:
http://ec.europa.eu/environment/iczm/pdf/
2000brochure_es.pdf [Última consulta: 5 de mayo
de 2013].
69 CONVENCIÓN PARA LA CONSERVACIÓN DE
LOS RECURSOS VIVOS ANTÁRTICOS. Disponible
en: <http://www.ccamlr.org/pu/S/pubs/bd/pt1.
pdf>. [Última consulta: 25 de abril de 2008].
70 Ibid. Los países suscriptores de la Convención son:
Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil,
Comunidad Europea. Chile, Comunidad Europea,
Chile, España, Estados Unidos, Federación Rusa,
Francia, India, Italia, Japón, Namibia, Noruega,
Nueva Zelanda, Polonia, Reino Unido, República
de Corea, Sudáfrica, Suecia, Ucrania, Uruguay,
Bulgaria, Grecia, Canadá, Mauricio, China, Países
Bajos, Islas Cook, Perú, India, Vanuatu. Disponible
en:
< http://www.ccamlr.org/es/organisation/las-partes-de-la-convención >. [Última consulta: 27 de
setiembre de 2013]
51 Hacia una Estrategia para la Gestión Integrada de
las Zonas Costeras. Principios Generales y Opciones Políticas. Disponible en: <http://ec.europa.
eu/environment/iczm/pdf/vol1_es.pdf>. [Última
consulta: 5 de mayo de 2013].
52Ibid
54 COMISION EUROPEA SOBRE LA GESTION INTEGRADA DE COSTAS. Programa de Demostración
de la CE sobre GIZC, 1999. Disponible en:
< http://ec.europa.eu/environment/iczm/pdf/
vol2_es.pdf >. [Ultima visita 27 de enero de 2014].
55 PEW OCEANS COMISIÓN. Disponible en:
<http://www.pewoceans.org>. [Última consulta: 5
de mayo de 2013].
56 US COMMISSION ON OCEAN POLICY. Disponible en: <http://www.oceancommission.gov>.
[Última consulta: 5 de mayo de 2013].
57 WWF. “Gestión Basada en el Ecosistema para la
pesca marina de captura”. Resumen en Español,
octubre, 2002. Disponible en: <http://www.panda.
org/downloads/marine/EBM_Marine_Capture_Fisheries_summary_spanish.pdf>. [Última consulta:
5 de mayo de 2013].
58 COMMUNICATION PARTNERSHIP FOR SCIENCE
AND THE SEA (COMPASS). Disponible en:
<http://compassonline.org/?q=EBM>. [Última
consulta: 5 de mayo de 2013].
59 WWF. Ecosystem-Based Management of Marine
Capture Fisheries. October, 2002. Disponible en:
<http://www.panda.org/downloads/marine/EBM_
Marine_Capture_Fisheries_Full.pdf>. [Última
consulta: 5 de mayo de 2013].
44
Foto: Dana Murray
53 El Proyecto del Mar de Wadden está facilitando
la coordinación de actividades entre todas las
administraciones regionales que rodean el mar,
y en él participan tres países. El mecanismo de
cooperación IRWC (Interregional Wadden Sea
Cooperation) completa la cooperación trilateral vigente entre los gobiernos de Dinamarca, Alemania
y los Países Bajos, que tiene por objeto armonizar
políticas, leyes y medidas de gestión para conseguir
el propósito común de una utilización sostenible de
las zonas y de los recursos costeros.
71Ibid.
72 COOPERACIÓN DESCENTRALIZADA. Chile.
Características Generales Antártica. Disponible
en: <http://www.cooperaciondescentralizada.gov.
cl/1511/article-68323.html>. [Última consulta: 25
de abril de 2008].
60 FAO. Departamento de Pesca. La ordenación
pesquera. 2. El Enfoque de ecosistemas en la Pesca.
FAO Orientaciones Técnicas para la Pesca Responsable. N° 4, Supl. 2. Roma. 2003. 133p. Disponible
en: <http://www.fao.org/DOCREP/006/Y4470S/
Y4470S00.HTM>. [Ultima consulta: 25 de abril de
2008].
62 FAO. Código de Conducta para la Pesca Responsable. Artículo 7.1.1, que: “Los Estados y todos
aquellos involucrados en la ordenación pesquera
deberían adoptar, en un marco normativo, jurídico
e institucional adecuado, medidas para la conservación y el uso sostenible a largo plazo de los recursos
pesqueros…”
61 Instrumentos internacionales entre los que se
puede citar (1) Conferencia de Naciones Unidas
sobre el Medio Humano, 1972; (2) Convención de
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, 1982;
(3) Convención de la Comisión sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos
(CCAMLR), 1980; (4) Comisión Mundial sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo (1984-1987); (5)
Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo de 1992 y la Agenda XXI;
(6) Convenio sobre la Diversidad Biológica, 1992;
(7) Mandato de Yakarta sobre la Conservación y
el Aprovechamiento Sostenible de la Diversidad
Marina y Costera, 1995; (8) Acuerdo de Naciones
Unidas sobre las poblaciones de peces, 1995;
(9) Declaración de Kyoto sobre la Contribución
Sostenible de la Pesca a la Seguridad Alimentaria, 1995; (10) Declaración de Reykiavik sobre la
Pesca Responsable en el Ecosistema Marino, 2001;
Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible,
(Johannesburgo, 2002).
63 FAO Departamento de Pesca. La ordenación
pesquera. 2. El Enfoque de ecosistemas en la Pesca.
FAO Orientaciones Técnicas para la Pesca Responsable. N° 4, Supl. 2. Roma. 2003. 133p.
64 FAO. Código de Conducta para la Pesca Responsable. Art.7.2.2a-g
65 FAO. Declaración de Reykiavik sobre la Pesca
Responsable en el Ecosistema Marino, 2001.
Disponible en: <http://www.fao.org/docrep/meeting/004/Y2211s.htm>. [Última consulta: 5 de
mayo de 2013].
66 FAO. Código de Conducta para la Pesca Responsable. Art. 8.4.7; 10.2.4; 12.11.
67 FAO Departamento de Pesca. La Ordenación
Pesquera. 2. El Enfoque de Ecosistemas en la Pesca.
FAO Orientaciones Técnicas para la Pesca Responsable. N° 4, Supl. 2. Roma. 2003. 133p.
68 La abreviación oficial de la Convención para la
Conservación de los Recursos Vivos Marinos
73 Departamento dÙniversitats, Recerca i Societat de la
Informació. Generalitat de Catalunya. Expediciones
científicas: La Antártica. Disponible en:
<http://www10.gencat.net/dursi/antartida/es/antartida.htm>. [Última consulta: 25 de abril de 2008].
74 CONVENCIÓN PARA LA CONSERVACIÓN DE
LOS RECURSOS VIVOS ANTÁRTICOS. Artículo II.
Disponible en: <http://www.ccamlr.org/es/organisation/texto-de-la-convención-sobre-la-crvma>.
[Última consulta: 27 de setiembre de 2013].
75Ibid
76 La incertidumbre se debe a la dificultad de calcular
con exactitud la mortalidad en las especies sujetas
a pesca comercial.
77 Algunas de las especies que se han estudiado en
este programa son el krill (Euphasia superba) y
diablillo antártico (Pleuragramma antarticum),
como especies dependientes; y, depredadores como
el lobo fino (Arctocephalus australis).
78 La CCRVMA dispone de un Sistema de Inspección
que cuenta con inspectores a bordo, que a través
de formularios de inspección exigen información
sobre artes de pesca en los barcos inspeccionados,
peces capturados y los que se estén procesando.
Disponible en:
<http://www.ccamlr.org/en/data/data-forms>[Última consulta: 26 de setiembre de 2013].
45
79 En el Sistema de Inspección de la CCRVMA el
criterio de sanciones a los infractores queda al arbitrio de los Estados. Disponible en: <http://www.
ccamlr.org/en/compliance/compliance>. [Última
consulta: 26 de setiembre de 2008].
80 SOMMER, Marcos, en “Peces condenados a extinguirse”, sostiene que en Sudáfrica la pesca “pirata”
es decir la no reglamentada ni declarada acabó con
el bacalao de profundidad al cabo de 3 años, pese a
que es un país con estrictos controles en comparación con otros como Islas Mauricio y Chile que pese
a ser miembros de la CCRVMA son acusados de
facilitar la pesca ilegal en sus aguas o cooperar con
pesqueros ilegales en aspectos como brindar víveres o reparar embarcaciones. Disponible: <http://
www.ilustrados.com/publicaciones/EpylppyAukrRFuyYtu.php>. [Última consulta: 26 de setiembre de
2013].
81 SOMMER, Marcos, en “Peces condenados a extinguirse” afirma que Uruguay, miembro de CCRVMA,
“ha constituido un eslabón importante en los circuitos de la pesca ilegal en el Atlántico Suroccidental y en el área 48,3 de la CCRVMA. Las autoridades uruguayas han aceptado rutinariamente, los
desembarques y transbordos en puertos provenientes de “alta mar” o de “aguas internacionales”, sin
documentación probatoria de origen. En cuanto
a la pesca, la embarcación de bandera uruguaya
Arvisa I, antes llamada Camouco, tiene un historial
notable de actividades piratas. Fue descubierta
pescando ilegalmente en aguas francesas subantárticas de las Islas Crozert, (1999). También fue
vista en el 01.2002 cerca de la costa antártica, en
aguas adyacentes a territorio, demandado como
Australiano Antártico, con su palangre extendido.
Se conoce que poco después, descargó merluza
negra en Maputo (Mozambique) con un Sistema de
Documentación de Captura (CDS) emitido por el
Uruguay. El personal de la oficina de Traffic Sudáfrica ha recopilado está información e incluso ha
sido testigo de la presencia de buques de bandera
uruguaya desembarcando en puertos africanos. La
Dorita fue visto y fotografiado en la misma área
que el Arvisa I. Ésta contaba con un Sistema de
Documentación de Captura de Dissostichus spp
emitido por el Uruguay, y trasbordó 199.460 kilos
el 17 de febrero del 2002 en Mombasa (Kenya) a
las embarcaciones Ashtol y Caribbean Challenger
con destino a Singapur”. Disponible en:
<http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpylppyAukrRFuyYtu.php>. [Última consulta: 26 de
setiembre de 2013].
83 DUPUY, R.J., “La Convention sur le Droit de la
Mer et le nouvel ordre économique internacional”,
Propos sur le nouveau Droit de la Mer, Académie
Diplomatique Internationale, París, 1985.
84 UN. “Informe sobre la conducta técnica sobre la
pesca en alta mar y documentos presentados a
propósito de la misma”, A/CONF.164/INF.2, de 14
de mayo de 1993, p. 31.
85 Como es sabido, en la década de los 80’, el 90% de
estas capturas era explotado por seis países: Rusia,
Japón, España, Taiwán, Polonia y la República de
Corea. DUPUY, R.J., “La Convention sur le Droit
de la Mer et le nouvel ordre économique internacional”, Propos sur le nouveau Droit de la Mer, Académie Diplomatique Internationale, París, 1985.
86 IGLESIAS BERLANGA, M., La Regulación Jurídica
de los recursos vivos de la alta mar. Madrid. 2003.
87 BADENES CASINO, M., La progresiva consolidación de la pesca responsable en el Derecho Internacional”, Anuario Argentino de Derecho Internacional, AADI, Volúmen VII, 1997, pp. 227-261.
88 REY CARO, EJ, “La conservación de los recursos
vivos de alta mar y las nuevas tendencias de la
legislación en América Latina” Anuario del Instituto
Hispano Luso Americano de Derecho Internacional,
IHLADI., Vol. 12, 1995, pp. 99-162. Disponible
en: <http://www.ihladi.org/ANUARIO_12.pdf>.
[Última consulta: 12 de mayo de 2013].
89 SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, L.I., “Jurisdicciones rampantes y libertad de pesca en alta mar”, en Liber
Amicorum in Memoriam of Judge José M° RUDA,
Kluwer International Law, Países Bajos, 2000.
90 ORTÍZ GARCÍA, M. “La Conservación de la Biodiversidad marina: Las Áreas Marinas Protegidas”.
Granada, 2002.
91WEBER, Pérdidas netas: pesca, empleo y medio
ambiente marino (trad. Esp. M.M. CORDOVILLA),
Cuadernos Worldwatch, bakeaz, Bilbao, 1996.
92 UN. Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar. Artículo 76.
82 Declaración de Reykiavik, 2001. Disponible
en <http://www.fao.org/docrep/meeting/004/
Y2211s.htm >.[Última consulta: 26 de setiembre
de 2013
Foto: Dana Murray
46
Descargar