Novedades en Impuesto a la Renta Personal

Poeta Carlos Miguel Giménez 4676
Esq. Monseñor Sinforiano Bogarín
Villa Morra – Asunción – Paraguay
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Novedades en Impuesto a la Renta Personal
Dr. Ricardo Rodríguez Silvero
Desde el próximo 1 de enero empezará a regir el “Impuesto a la Renta del Servicio de
Carácter Personal” por la Ley Nº 2.421/04 "De Reordenamiento Administrativo y de
Adecuación Fiscal”, lo que significará que sobre los ingresos gravados de carácter
personal empezarán a pagar el impuesto, a partir de los primeros meses de 2007,
aquellos que lleguen o sobrepasen al rango incidido de aproximadamente 131 millones
de guaraníes en el 2006.
En las primeras semanas del año que viene, los que ya este año constaten que sus
ingresos son iguales o mayores a esa suma, tendrán que presentar, por primera vez en su
vida y en la historia de Paraguay, una Declaración Jurada de Patrimonio Personal.
El Decreto Nº 6.505 del 24 de octubre de 2005, la primera reglamentación del impuesto
a la renta personal, despejó algunas dudas al respecto, introdujo un par de
modificaciones en la Ley (¡?) e hizo más imperiosa la necesidad de contar pronto con la
próxima Resolución.
A partir de hoy, se analizarán en varias entregas consecutivas las novedades
introducidas por este Decreto. Forman parte de un libro en imprenta del autor de esta
serie y que lleva el nombre del novel impuesto. He aquí las primeras:
1. Entre las dudas despejadas se encuentran las siguientes:
1.1. El trabajo es el factor preponderante, aunque el ejercicio de la profesión del
contribuyente requiera inversiones considerables de capital
En el artículo 2 del Decreto, bajo el título “Factor preponderante”, se establece que para
la determinación de la preponderancia del factor trabajo no serán considerados los
muebles y útiles ni las instalaciones y maquinarias ni los equipos inherentes al ejercicio
de la actividad profesional, gravada por el impuesto.
Esta aclaración es importante para cierto tipo de profesiones, en las que la inversión de
capital puede ser cuantiosa, a pesar de tratarse de un servicio de carácter personal.
Ejemplos típicos son los médicos, los oculistas, los dentistas, etc., cuyas instalaciones
y/o equipos son relativamente costosos. Tales profesiones, a pesar de que el factor
capital en ellas puede aparentar grande, pagarán, si llegan al rango incidido, el impuesto
a la renta personal; no otro impuesto a la renta. Valga esta última aclaración ya que
profesionales del ramo o similares andan averiguando si ellos estarán gravados por el
Impuesto a la Renta de las Actividades Comerciales, Industriales o de Servicios
(IRACIS), cuyas modificaciones ya están en vigencia, o por el Impuesto a la Renta del
Pequeño Contribuyente (IRPC), cuya fecha de entrada en vigor aún no fue dada a
conocer por la Autoridad Administrativa.
1.2. Cómo saber si uno tiene que inscribirse como contribuyente o no
En el tercer párrafo del artículo 10 del Decreto, bajo el título “Contribuyentes del
impuesto”, queda aclarado que las personas físicas que durante el ejercicio fiscal 2005
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percibieron ingresos gravados iguales o superiores a 120 (ciento veinte) salarios
mínimos mensuales estarán obligadas a inscribirse en los registros de la Administración
Tributaria, en la forma, plazos y condiciones que ésta establezca. Igual obligación
tendrán, sigue leyéndose en dicho párrafo, las personas físicas que durante el ejercicio
fiscal 2006 o siguientes, perciban, o estimen (sic), que percibirán ingresos gravables que
superen los mínimos no incididos.
Realmente, los redactores de este artículo no estuvieron bien inspirados en esta última
frase. ¿Cómo se puede poner en una reglamentación que el contribuyente puede
“estimar” lo que va a ingresar en el futuro cercano? Nadie lo podrá saber a ciencia cierta
y eso podrá prestarse a todo tipo de manipulaciones.
1.3. La Subsecretaría de Tributación podrá inscribirle a uno de oficio como
contribuyente del impuesto a la renta personal
El mencionado párrafo es largo y significativo. Allí mismo está establecido que la
Administración podrá inscribir de oficio a las personas o sociedades simples, de acuerdo
a los antecedentes que disponga. Es decir que en la práctica podrá ocurrir que la
Autoridad Administrativa utilice para dicha “inscripción de oficio” no solamente
criterios objetivos, como por ejemplo las liquidaciones del IVA, sino también
meramente impresiones o percepciones acerca de los potenciales nuevos contribuyentes
que a criterio de los inspectores de Hacienda deben estar inscriptos pero no lo han hecho
todavía.
(Continuará)
Diario Última Hora. Paraguay 18.11.05
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