UN EFECTO REDUCIDO, POR AHORA

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UN EFECTO REDUCIDO, POR AHORA
Julio Arrontes Junquera, Profesor Titular, Area de Ecología, Departamento de
Biología de Organismos y Sistemas
La Nueva España, 12 de Diciembre de 2002
En la costa cantábrica es fácilmente apreciable la existencia de un cambio en
las especies que habitan las rocas del espacio comprendido entre los límites
de la pleamar y bajamar (zona litoral o intermareal), desde el medio
terrestre hasta el nivel mínimo de la bajamar. Éste fenómeno es universal y
se conoce con el nombre de zonación. Esta sustitución de unas especies por
otras se reproduce en profundidad en los fondos rocosos hasta el límite de
penetración de la luz o hasta la desaparición del sustrato rocoso. En la parte
más alta de la zona litoral, próxima al nivel máximo alcanzado por las
mareas, las comunidades que encontramos están dominadas por líquenes,
de origen terrestre, y por pequeños herbívoros, de origen marino. Una
banda de color negro presente en la mayor parte de la costa asturiana la
identifica a simple vista. Por debajo de ella encontramos las comunidades
dominadas por herbívoros, los más conocidos de los cuales son las lapas,
pero también abundan pequeños moluscos similares a los bígaros, los
cirrípedos (bellotas de mar) y en ocasiones mejillones. Avanzando hacia
niveles inferiores aparecen las algas de gran porte, sobre todo algas pardas
como Fucus o las Laminariales, estas ya en las partes más bajas. Por debajo
del nivel de las mareas (zona submareal o infralitoral) las comunidades de
algas se hacen más ricas en especies, con ejemplares de gran porte y una
muy variada fauna asociada entre la que destacan numerosas especies con
interés comercial (pulpos, erizos de mar, centollos…). Tanto la zona más
baja de marea como la zona submareal son importantes no sólo para las
especies que la habitan de forma permanente sino que constituyen el habitat
juvenil de otras muchas especies cuya vida adulta se desarrolla en otras
zonas del medio marino.
No toda la costa rocosa asturiana presenta el mismo aspecto. Existe una
variación acusada en la composición de las comunidades de algas desde el
límite con Galicia hasta el límite con Cantabria. Las comunidades que
aparecen en la costa occidental guardan un gran parecido con las que
encontramos en otras costas europeas de latitudes más altas. Son muy
similares a las que aparecen en la costas de la Bretaña francesa, Inglaterra
o Irlanda. Las comunidades próximas a la costa de Cantabria son diferentes.
Muchas especies son de carácter mediterráneo o aparecen en latitudes más
bajas del Atlántico.
Al valor natural intrínseco del medio litoral, con su elevada biodiversidad,
hay que sumarle el valor como fuente de recursos pesqueros y, en el caso
de Asturias, el valor añadido de la rareza de una frontera biogeográfica
entre dos ambientes de naturaleza contrastada. Esto tiene un gran interés
científico, y a la larga práctico por su repercusión en nuestra calidad de vida,
ya que el medio litoral asturiano es un excelente laboratorio natural en el
que se pueden realizar estudios sobre los factores críticos para el
mantenimiento de la biodiversidad en el medio natural. Evidentemente estos
estudios pueden realizarse en otras costas. Lo que singulariza el litoral
asturiano es que en él se pueden llevar a cabo experimentos sobre los
efectos que sobre la distribución de las especies y la diversidad de las
comunidades naturales tiene el cambio global o la invasión de especies
exóticas. Desde hace más de 20 años estos estudios se realizan de forma
ininterrumpida en el área de Ecología de la Universidad de Oviedo y han
generado un volumen de conocimientos nada despreciable con una clara
repercusión a nivel internacional.
El fuel que se ha depositado en nuestras costas por el momento afecta a la
zona intermareal. El daño está limitado a las comunidades que ocupan los
niveles más altos, la zona con menor diversidad biológica y no es previsible
que interfiera con los procesos de reproducción y reclutamiento de las
especies de comunidades de niveles inferiores. Además, por lo constatado
hasta ahora, aunque el fuel ha tocado la práctica totalidad de la costa
asturiana, localmente la cantidad de combustible depositado sobre las rocas
es muy reducida y en forma de numerosos fragmentos de pequeño tamaño.
A falta de evaluar correctamente el impacto, puede adelantarse que el
efecto será reducido en la mayor parte de las localidades afectadas y en
muchas de ellas inapreciable. Esto no quiere decir que debamos ignorar el
vertido. Todo lo contrario. Debe recogerse la mayor parte posible sin utilizar
medios agresivos, preferentemente de forma manual. Lo que sí debemos
tener en cuenta es que la utilización de medios más expeditivos como el uso
de mangueras a presión o de maquinaria pesada en algunas playas puede
no sólo ser innecesario sino que puede causar un daño mayor que el que
pretendemos evitar. A modo de ejemplo, en el bien conocido caso del
derrame de crudo del Exxon Valdez en Alaska hace unos años, aquellas
zonas que fueron limpiadas concienzudamente utilizando agua caliente con
mangueras a presión, mostraban al cabo de varios años un aspecto no muy
diferente al que presentaban tras acabar los trabajos de limpieza. En claro
contraste, las zonas en las que se realizó una recogida manual y limitada de
crudo presentaban una notable recuperación de las comunidades biológicas.
Mención aparte merecen las zonas más expuestas de nuestras costas, como
el extremo de los cabos, las pequeñas islas y las numerosas rocas que
salpican el litoral. En estas zonas el intenso efecto del oleaje limita el
desarrollo de grandes algas y las comunidades biológicas están dominadas
por pequeñas algas calcáreas y percebes. No tenemos información de hasta
qué punto están afectadas las zonas perceberas. Es evidente que el depósito
de fuel sobre una roca con percebes tendrá un efecto nefasto sobre los
mismos. Es comprensible por lo tanto la decisión de recoger la máxima
cantidad de percebes antes de que el fuel acabe con ellos. Sin embargo los
costes de tal decisión pueden ser elevados y con efectos negativos que
pueden persistir a medio y largo plazo. Si a los efectos del fuel se suma una
recolección masiva e indiscriminada de percebes, el impacto sobre la
población puede ser severo al limitar el número de reproductores que en
años posteriores puedan servir de fuente de repoblación para las zonas
afectadas por el vertido. La opción más prudente en las actuales
circunstancias sería mantener el modelo de gestión vigente y en caso de que
la situación empeore decretar una veda absoluta. La llegada de fuel es
impredecible y no tenemos forma de saber que zonas se verán afectadas y
cuáles no, por lo que no podemos arriesgarnos a esquilmar
indiscriminadamente las zonas perceberas. Nadie duda que será frustrante
para los pescadores ver como un recurso preciado se pierde sin haber hecho
nada, pero de este modo las zonas no afectadas podrán actuar como fuente
de juveniles en los próximos periodos reproductores y habremos garantizado
a medio y largo plazo la persistencia del recurso.
Lamentablemente, en una crisis ambiental como la que nos ocupa, la
presión social para que "se haga algo" y la necesidad política de que se
perciba que "se está haciendo algo" a menudo llevan a decisiones erróneas
que chocan con la opción ambientalmente más idónea.
Las cifras en el esquema indican la altura en metros sobre el nivel cero de marea (el nivel más bajo
alcanzado históricamente por la marea).
Zona intermareal
ZONA
DENOMINACIÓN
SPLT
LTS
Supralitoral
Litoral superior
LTM
Litoral medio
LTI
Litoral inferior
COMUNIDADES BIOLÓGICAS
Occidente
Oriente
Líquenes
Lapas y cirrípedos
Fucus,
Himanthalia
Laminariales ,
Chondrus
Lapas y cirrípedos
Corallina
Cystoseira, Gelidium
(ocle)
Zona sublitoral
Existe una sustitución de especies en profundidad menos acusada que en la
zona intermareal. En ésta zona se encuentran los grandes bancos de algas
explotables (ocle ), así como una buena parte de las especies de interés
pesquero, desde erizos de mar hasta centollos o bogavantes.
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