Comedores escolares: I educación nutricional nstrumentos de Alimentación Septiembre es el mes en el que comienza el nuevo curso escolar, y con él…el comedor. Este servicio que brinda a las familias la oportunidad de hacer más llevadera la conciliación familiar y laboral, en muchas ocasiones se ha convertido en un tema espinoso causando malestar por parte de los progenitores. ¿Comerá bien mi hijo en el comedor? ¿Es necesario comer verduras todos los días? ¿Quién elabora los menús y con qué criterios? ¿Qué es la línea fría? A estas y otras muchas cuestiones intentaremos dar respuesta a lo largo de este artículo. Originalmente, los comedores escolares se crearon con una función caritativa, es decir, su objetivo fundamental se centraba en aportar la comida principal a los alumnos pertenecientes a familias con escasos recursos económicos. Hoy en día la situación ha cambiado, la incorporación de la mujer al mundo laboral ha provocado que cada vez sean más los niños y niñas que se quedan a comer en los centros escolares. Actualmente en Andalucía, más de 200.000 niños hacen uso del comedor escolar. Según nuestros hábitos alimentarios, el almuerzo se considera la comida principal del día, debiendo aportar aproximadamente un 35% del contenido energético diario. Es bien sabido que unos hábitos de vida saludables que incluyan una buena alimentación contribuyen, más que ningún otro factor, a aumentar la expectativa de vida y disminuir la probabilidad de padecer enfermedades de carácter crónico como obesidad, diabetes, hipertensión arterial, hiperlipemias en incluso algunos tipos de cáncer. Actualmente, en España, los índices de obesidad y sobrepeso han experimentado un fuerte incremento en las dos últimas décadas, llegando a situarnos como uno de los países europeos que presentan mayores tasas de prevalencia en esta patología. Concretamente, según los datos del reciente estudio ALADINO llevado a cabo por el Gobierno, más del 45% de los niños/as españoles entre 6 y 10 años presentan obesidad o sobrepeso. Otro de los resultados relevantes de este estudio pone de manifiesto que los niños/as que hacen uso del comedor escolar padecen menos obesidad/sobrepeso. Es de vital importancia aportar una alimentación correcta durante la edad escolar que permita al niño crecer con salud y evitar malnutriciones, por exceso o por defecto, que puedan tener repercusiones a corto y largo plazo. Además, es durante la etapa infantil cuando comienzan a instaurarse unos hábitos alimentarios, que correctos o no, se mantendrán durante toda la vida. Es decir, un niño/a que aprenda a comer de una forma desequilibrada, con alta probabilidad seguirá haciéndolo en la edad adulta, y en consecuencia las expectativas de lograr una buena calidad de vida se ven disminuidas. En este sentido, el centro escolar debe de favorecer una educación integral, no limitándose a los aspectos estrictamente docentes y ofrecer el comedor escolar como un instrumento de educación nutricional que sirva como marco para la adquisición y asentamiento de hábitos alimentarios saludables. 40 Alejandra Rivera Torres Asociación de Diplomados Universitarios en Nutrición Humana y Dietética de Andalucía (Adunda) Hasta hace bien poco, el menú servido en los colegios distaba mucho de una dieta equilibrada. Abuso de fritos, cantidad excesiva de carne y poca presencia de frutas y verduras eran la práctica generaliza. Afortunadamente, esta tendencia se ha visto modificada en los últimos tiempos impulsada en gran parte por la intervención de las Administraciones Públicas, que han tomado conciencia del problema y han puesto en marcha planes de actuación que potencien hábitos alimentarios positivos y promuevan la actividad física. El Ministerio de Sanidad y Consumo puso en marcha en el año 2006 el denominado Programa PERSEO (Programa piloto escolar de referencia para la salud y el ejercicio, contra la obesidad). Este programa se encuentra englobado dentro de la estrategia NAOS (http://www.naos.aesan.msps.es) y tiene como objetivo el de promover hábitos de vida saludables entre los escolares, pero implicando también a las familias y actuando simultáneamente sobre el comedor y el entorno escolar para facilitar la elección de las opciones más sanas. Dentro del ámbito andaluz, la Consejería de Educación viene trabajando desde hace unos años para instaurar comedores saludables en los centros educativos. A través del pliego que regula la contratación de las empresas de catering que dan servicio a los colegios públicos de Andalucía, establece que los menús escolares deben de ser elaborados por un Técnico o un Diplomado en Nutrición Humana y Dietética y define un protocolo nutricional que acota la confección de los menús escolares a parámetros concretos basados en criterios de idoneidad nutricional. De esta forma, el menú escolar de una semana debe aportar: dos veces pescado, dos veces legumbres, una o dos veces huevo, una vez carne, pasta, arroz y patatas, una ración de verduras diaria (cocinadas o en forma de ensalada) y de 4 a 5 veces fruta como postre. Alimentación Por otro lado, recientemente se aprobó la ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en la que se establece que los menús de todos los centros escolares deben de estar supervisados por profesionales con formación acreditada en nutrición humana y dietética. Otro de los aspectos que suele causar rechazo en los padres es la aplicación de línea fría por parte de las empresas de catering. Este sistema consiste básicamente en el cocinado del plato y posterior enfriamiento rápido hasta el momento de su consumo sin romper la cadena de frío. Finalmente, en el centro escolar y antes de servir, se vuelve a calentar a través de regeneradores. Este sistema de abatimiento rápido de temperatura aumenta los niveles de seguridad higiénico-sanitarias reduciendo tanto el riesgo de crecimiento de microorganismos patógenos como de formación de toxinas. En definitiva podemos afirmar que cada vez son mayores los esfuerzos invertidos, tanto desde el sector público como privado, para ofrecer a nuestros hijos/as en los centros escolares una alimentación con altos niveles de seguridad alimentaria y que sea equilibrada nutricionalmente. 41