Lo más importante en informática son las personas: Alan Turing

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Lo más importante en informática son ... las personas: Alan Turing
¿Podrán pensar las máquinas?
Por Manuel Dávila Sguerra
A Alan Turing (1912-1954) se le considera el padre de la actual Ciencia de los computadores y es conocido por
haber diseñado una máquina con pretensiones de que fuera universal para desencriptar los códigos de los
alemanes en la segunda guerra mundial. Por ser un trabajo secreto, este matemático, lógico, criptógrafo,
informático y teórico solo se vino a conocer cuando lla segunda guerra pasó a ser del orden de la historia.
La editorial Esiever sacó un libro de más de 900 páginas titulado Alan Turing HIS WORK AND IMPACT editado
por S. Barry de la Universidad of Leeds, UK y Jan Van Leeuwen de la universidad de Utrecht, Netherlands, con
opiniones de 70 especialistas sobre temas que Turing trabajó como pensador y científico de la computación.
En uno de sus artículos titulado Computing Machinery and Intelligence (Máquinas de computación e
inteligencia) se pregunta si ¿Las máquinas pueden pensar? pero hace un viraje proponiendo los “juegos de
imitación” que comparan las respuestas de una persona con las de una máquina para medir el nivel de aciertos
del uno y del otro. Pensaba que en 50 años los programadores de computadores podrían diseñar un juego de
imitación con un número de respuestas parecidas entre hombre y máquina, si se incrementaran las capacidades
de almacenamiento. La pregunta dio pie para una serie de objeciones que contestó en el artículo mencionado.
Veamos algunas:
A la objeción Teológica que considera que Dios le dio a los hombres un alma inmortal y no a los animales, ni a
las máquinas y por lo tanto ninguno de estos puede pensar, Turing recordó a Copérnico y afirmó no tener la
intención de ser irreverente usurpando el poder de Dios para crear almas. El tema relacionado con la fe y la
razón, el cuerpo y el alma es complejo. Descartes llegó a decir que el cuerpo y el alma se unían por la hipófisis,
idea que después fue criticada por otros pensadores. Otros consideran la idea de crear máquinas pensantes
como desastrosa. Turing opina que pensar es una capacidad muy humana y que a pesar de los esfuerzos de
hacerlo con la máquina, el hombre seguirá siendo superior.
Como las matemáticas discretas son un elemento fundamental para la programación de los computadores, se
objetó la limitaciones de las máquinas discretas, entendiendo que un proceso discreto es aquel que va de un
esta A a uno B en un número finito de iteraciones. Esta discusión pone a todos, según Turing, en el mismo
terreno facilitando llegar a un acuerdo cercano. Sin embargo la discusión es más compleja cuando se incluye el
comportamiento continuo del sistema nervioso. Turing insiste en defender el concepto del juego de la imitación
como una forma de simularlo.
A los aspectos de la conciencia, en el sentido de que no sería posible igualar el cerebro humano a una máquina
mientras esta no pueda escribir un soneto basado en emociones, que ella sepa qué es lo que está escribiendo,
que puedan sentir, placer, tristeza, sentimientos de miseria por los errores cometidos o sensaciones de hambre
o depresión cuando no se consigue lo que se quiere, Turing se defiende diciendo que es una objeción extrema
y casi un misterio del que ni siquiera se sabe en donde está localizada la conciencia.
Hay limitaciones en las máquinas como tener iniciativas, sentido del humor, diferenciar lo correcto de lo erróneo,
cometer errores, enamorarse, gozar de unas frutas con crema, aprender de la experiencia, usar palabras
apropiadas y otras cosas más a lo que Turing arguye que las máquinas se construyen para propósitos muy
específicos y que la generalización de aptitudes es una cuestión similar a la conciencia. Vuelve a comentar la
necesidad de fortalecer las capacidades de cómputo como el espacio de almacenamiento por ejemplo.
Lady Lovalace's (1815-1852), considerada la primera programadora sobre la máquina analítica de Charles
Babbagge, había ya objetado que solo se le puede indicar a la máquina lo que uno quiere que haga. Sin
embargo la algoritmia ha avanzado hasta conseguir más cosas como hacer capaz a la máquina “aprender” y
por eso Tuning defiende la posibilidad de que estas puedan dar sorpresas y crear cosas nuevas, La
informalidad del comportamiento hace imposible predecir cómo va a actuar una persona bajo circunstancias que
estén fuera de las normas bajo la cual se actúa en la vida normal. Turing separa el concepto de reglas de
conducta al de reglas de comportamiento y dice que una máquina discreta puede llegar a predecir
comportamientos así sea en cientos de años de iteraciones.
Finalmente, sobre los aspectos de percepción extra sensorial como la telepatía, clarividencia, pre conocimiento
y psyco-kinesis, Turing responde comparando estas capacidades con las que tiene una máquina basada en la
generación de números aleatorios ante una serie de preguntas. Parece indicar la presencia de la probabilidad
matemática en lo relacionado con predicciones.
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