Tipos de igualdad: Igualdad personal: Todos somos diferentes por nuestra constitución biológica, psicosocial y cultural aunque pertenezcamos a un mismo grupo familiar, social o cultural. Cada persona humana nace con un potencial genético diferenciado, que va tomando perfiles propios con los procesos de socialización y culturalización. Las diferencias entre las personas es una prueba más de que la diversidad humana es o puede ser fuente de progreso para toda la humanidad. Las diferencias individuales o sociales aunque sean importantes, han sido utilizadas como derecho a ser mejor, como justificación de situaciones como la de desigualdad. Por ejemplo, durante la edad media, en Europa la nobleza se creía con derechos y privilegios que los grupos sociales “ inferiores “ no podían ni siquiera reclamar. En los países europeos se fue implantando la idea de desigualdad como exigencia ética y más tarde jurídica entre todos los seres humanos. La exigencia del respeto a la dignidad personal empieza con el cristianismo que formula la idea de desigualdad de los hijos de Dios y, por tanto hermanos de Jesucristo. A partir de ese momento en la Declaración de Virginia de Estados Unidos ( 1776 ) se dice: “Todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes”. En la declaración de los derechos humanos del hombre y del ciudadano de la Revolución francesa ( 1789 ) se establecía de modo contundente: “ que los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos ” Tras dos guerras mundiales la Declaración Universal de los Derechos Humanos estableció en su Artículo nº1: “ Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos. Están dotados de razón y de conciencia y deben obrar los unos para con los otros con espíritu de fraternidad ”. Igualdad jurídica: Nadie tiene derecho a dominar, explotar y despreciar a otro por diferencias culturales, sociales, económicas, religiosas...etc. Hay un valor superior a toda ley: la dignidad de la persona humana. La formulación de la igualdad jurídica se expresa generalmente como igualdad ante la ley, como un derecho y una obligación de todos los ciudadanos. A partir de la Revolución francesa todas las declaraciones y constituciones políticas del mundo moderno reconocen este derecho a la igualdad jurídica, a la igualdad ante la ley. En muchos países, existe un elemento de igualdad ante la ley, consistente en la obligación del servicio militar. Pero, no es tan universal, ni tampoco es obligatorio para las mujeres en la mayor parte de los países. La igualdad política: La condición de todo sistema democrático es que todos los ciudadanos tengan las mismas posibilidades legales de elegir o ser elegidos para el ejercicio del poder político. Hasta ahora, sólo podían votar quienes pagaban impuestos. La democracia, garantiza un sistema electoral en el que la igualdad política es posible formalmente, es decir, todos los ciudadanos tienen la posibilidad de organizarse políticamente y de votar a aquellas personas que les representen mejor en el Gobierno y en el Parlamento. Como dice Alain Touraine: “ es hora de trascender la idea de que la democracia es la combinación de los intereses particulares y del interés general. Esta combinación es posible si no existe la convicción de que todos los seres humanos son iguales pese a las diferencias de talento o riqueza.