EL PROCESO DEL CUIDADO NUTRICIO EN EL SÍNDROME METABÓLICO Dra. Alicia Parra Carriedo NC1 El Síndrome Metabólico (SM) es una constelación de factores de riesgo de origen metabólico interrelacionados que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y de Diabetes Mellitus tipo 2 (DM) . Estos factores de riesgo son: dislipidemia aterogénica, presión arterial elevada o hipertensión (HTA), y glucosa elevada; asimismo co-existe un estado proinflamatorio y protrombótico. Los 2 principales factores de riesgo para el SM son obesidad y resistencia a la insulina (RI); los factores exacerbantes son la inactividad física, el envejecimiento y factores genéticos y endócrinos. La condición es progresiva, iniciando con factores de riesgo limítrofes que eventualmente progresan a factores de riesgo categóricos. La magnitud del aumento de riesgo varía de acuerdo a los componentes del síndrome presentes más factores de riesgo no metabólicos presentes en cada individuo en particular. En muchos pacientes, el SM culmina en DM, la cual aumenta adicionalmente el riego de ECV. El proceso del Cuidado Nutricio (PCN) es una sistematización de la atención nutricia brindada a individuos o comunidades, consta de 4 pasos: -Evaluación del estado nutricio- Toma en cuenta los indicadores clínicos, antropométricos, clínicos, dietéticos y emocionales. -Diagnóstico nutricio- Identifica el problema nutricio (P), lo asocia con su etiología (E) e identifica los signos y síntomas (S) por los cuales se evidencia. -Tratamiento Nutricio- propone intervenciones en los ámbitos de la prescripción de nutrimentos, educación y orientación nutricionales y coordinación del cuidado nutricio con otros profesionales de la salud con la finalidad de resolver el problema nutricio incidiendo en la etiología identificada. -Monitoreo o seguimiento de las intervenciones nutricias, evaluando las intervenciones en los signos y síntomas y replanteando el PCN. 1 Coordinadora de la Clínica de Nutrición; Departamento de Salud, Universidad Iberoamericana Ciudad de México Las intervenciones terapéuticas en estilos de vida constituyen la piedra angular: una dieta adecuada a la condición de cada paciente, el aumento en la actividad física y la suspensión del hábito tabáquico. Dado que la mayoría de los individuos con SM tienen sobrepeso u obesidad, la pérdida de peso es un objetivo terapéutico; aún reducciones modestas de peso –de 5 a 10% del peso corporal inicial- se asocian con mejoría clínica significativa. La dieta de cambios terapéuticos de estilos de vida propuesta por el Panel de Expertos del ATPIII es un buen abordaje nutricio, el cual ha de adecuarse a cada paciente tomando en cuenta las comorbilidades presentes.2 Nutrimento Consumo Recomendado Ácidos grasos saturados <7% valor energético total (VET) Ácidos grasos poliinsaturados Hasta 10% VET Ácidos grasos monoinsaturados Hasta 20% VET Hidratos de Carbono 50-60% VET Proteínas Alrededor del 15% Colesterol <200 mg Fibra 14 g/1000 kcal Se recomienda la fibra soluble, la incorporación de al menos 2 raciones semanales de pescado por el contenido de ácidos grasos n-3, limitar el consumo de alcohol (no mayor a 2 copas/día en hombres y no más de 1 /día a mujeres) y evitarlo si hay triglicéridos muy elevados (<400 mg/dL); consumo moderado de sodio (2400 mg/día), el cual deberá limitarse de acuerdo a la severidad de la hipertensión. Es asimismo, recomendable el consumo de esteroles y estanoles vegetales, la proteína de soya y una dieta completa con amplia variedad de verduras, frutas y cereales enteros para cubrir los requerimientos de nutrimentos inorgánicos, antioxidantes y fibra. 2 Executive Summary of the Third Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III). JAMA. 2001; 85No.19:2486-2497.