La evangelización tiene hoy más vigencia que nunca

FECHA: 26 de noviembre de 2009
ASUNTO: Primera jornada del X Congreso de EC
A LA ATENCIÓN DEL RESPONSABLE DE EDUCACIÓN
NOTA DE PRENSA
Primera jornada del X Congreso de Escuelas Católicas
“La evangelización tiene hoy más vigencia que
nunca”, Sebastián Taltavull (Obispo de Barcelona)
“De una cultura del libro en desecho a una
cultura audiovisual de hecho”, Vicente Verdú
(periodista)
El X Congreso de Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG) que se celebra en el
Hotel Beatriz de Toledo del 26 al 28 de noviembre con la asistencia de más de
700 profesionales implicados en la educación, fue inaugurado esta mañana por
Eva Almunia, secretaria de Estado de Educación. Tras el almuerzo se inició el
Congreso propiamente dicho con las ponencias de Sebastián Taltavull y
Vicente Verdú.
Sebastián Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, pronunció la primera ponencia.
Ofreció algunas reflexiones sobre cómo en este mundo laico la evangelización se
convierte en un reto que hay que asumir. Por ello, lo que tiene que mover a la
educación confesional en un mundo laico es “la pasión por dar a conocer el
Evangelio”, conjugando la competencia profesional con la coherencia de vida, con el
testimonio.
En este sentido, dijo que el educador cristiano tanto en su vida como en su trabajo en
el centro escolar debe hacer llegar el mensaje evangélico a través de su forma de ser
y de enseñar. “El resultado de la confesionalidad de nuestro trabajo como educadores
cristianos no proviene directamente de la definición de titularidad que tiene el centro
en el que trabajamos, sino de la coherencia de vida de cada uno de nosotros”,
puntualizó.
Si bien, el Obispo Taltavull reconoció que las condiciones en las que con frecuencia
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es recibido el mensaje evangélico no son fáciles, se mostró convencido de que “la
evangelización, como acto de presencia cristiana en un mundo laico, puede hoy tener
y creo que tiene más vigencia que nunca”.
Insistió entonces en la importancia de una pastoral de la educación que exige: hacer
examen de conciencia sobre las relaciones entre la tradición católica y lo que
llamamos modernidad; medir y discernir los terrenos propios de nuestra misión
educativa; y encontrar el lugar de la enseñanza católica en la sociedad laica.
“LA SOCIEDAD QUE VIENE YA HA LLEGADO”
Posteriormente tuvo lugar la segunda ponencia a cargo de Vicente Verdú, escritor,
periodista y miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard, quien
sostuvo, tal y como recogía el título de su ponencia, que “la sociedad que viene ya ha
llegado”. Por ello, las empresas, las escuelas y las universidades deben adaptarse
rápidamente a esta sociedad y tener en cuenta el carácter de una generación
formada entre medios técnicos, impactos audiovisuales e interacciones constantes.
“Hoy no se aprende mediante largos discursos sino por instantáneas que el cerebro
se encargará de asociar. El saber -debe saberse- ha dejado de basarse en un
ejercicio esforzado o premioso para nutrirse de partículas cazadas a gran velocidad”.
En opinión de Verdú, el hecho de que un 30% de profesores españoles de
Secundaria confiese que apenas emplea el ordenador cuando casi la totalidad de los
jóvenes son usuarios de estas pantallas indica que es necesario un cambio. Seguir
actuando en la educación sin atender esas diferencias supondrá “recelos,
enfrentamientos frecuentes, desconfianza entre docentes y alumnos, entre la
sociedad y la escuela, entre los métodos de una cultura audiovisual de hecho y una
cultura del libro en desecho”, dijo.
En este sentido, Vicente Verdú advirtió de que aunque hace relativamente poco los
educadores sostenían que la lectura “lo enseñaba y lo curaba todo”, hoy los jóvenes
han sustituido el libro por el videojuego; por ello indicó que una institución docente
que sólo estime verdaderamente a quien lee y desprecie a quien ve la tele o se
entretiene con los videojuegos “no puede pervivir en este época”.
Reconoció que la sociedad actual parece vencida por la complacencia del consumo y
la trivialidad de los medios de comunicación, pero que aunque los modos de vivir, de
gozar y de saber han sido modificados por las nuevas tecnologías, los mass medias,
etc., ese cambio no necesariamente tiene que llevarnos a una frustración, sino a la
apremiante necesidad de entender dicha revolución, “por atípica que sea”, y adaptar
nuestra forma de enseñar a ese mundo digital y de videojuegos en el que se han
formado los alumnos de hoy.
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