20 Años de compromiso con las personas con DCA y sus familias. Construyendo dignidad. Algo ha cambiado Desde que 8 asociaciones de daño cerebral crearan FEDACE en octubre de 1995 han cambiado muchas cosas. Sin haber llegado los niveles deseables de conocimiento y sensibilización social, hoy se identifica mejor qué es el DCA, sus causas y sus consecuencias. A ello han contribuido iniciativas en las que, de algún modo, siempre ha estado presente el movimiento asociativo DCA representado por FEDACE y siempre se han visto reflejadas las acciones reivindicativas y de colaboración de nuestro colectivo. Entre estas iniciativas destacan algunas tan importantes como el informe del “Defensor del Pueblo” Daño Cerebral Sobrevenido en España: un acercamiento epidemiológico y sociosanitario, la publicación por el IMSERSO del Modelo de Atención al Daño Cerebral, o la declaración por Consejo de Ministros del 26 de octubre como Día del Daño Cerebral. También se ha producido un desarrollo legislativo sobre derechos sanitarios y sociales de las personas con daño cerebral, destacando: - La Ley 69/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud - Ley 39/2006 de Promoción de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia que establece un nuevo derecho universal de ciudadanía para asegurar la protección ante situaciones de dependencia - La Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que se adoptó el 13 de diciembre de 2006. Supone un importante paso al conseguir que un Organismo Internacional vele por los derechos de las personas con discapacidad en base a un modelo social que define la problemática en el entorno. La discapacidad, según este modelo, es resultado de la interacción entre las capacidades de la persona y las barreras que plantea el entorno y las actitudes de los demás. La red de recursos para la atención al daño cerebral también ha evolucionado. En el año 1995 los recursos públicos o concertados de neurorehabilitación para el DCA en fase aguda y subaguda eran casi testimoniales y los servicios sociales especializados inexistentes. Aunque esta red sigue siendo hoy incompleta, poco estructurada y con graves desigualdades a nivel territorial, justo es reconocer que hay más recursos especializados para el Daño Cerebral Adquirido. Entre estos avances, cabe destacar la puesta en marcha, el año 2002, del Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC). El CEADAC, centro de referencia estatal, depende del IMSERSO y ofrece atención rehabilitadora en fase subaguda. Este recurso de carácter sociosanitario promueve la, información, formación, documentación y asistencia técnica relacionada con la atención al DCA. Cómo hemos cambiado Hoy en día somos 38 entidades integradas en FEDACE. Además, de acuerdo el compromiso en la búsqueda compartida de soluciones a los problemas del DCA y de la discapacidad en su conjunto, FEDACE contribuyó a la creación de La Federación Europea de Daño Cerebral (BIF) y es miembro de su Junta Directiva. También es miembro activo del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y forma parte de su Comité Ejecutivo. A lo largo de estos años siempre hemos buscado el apoyo de profesionales, la colaboración con otras entidades de la discapacidad y la complicidad social para trasladar nuestras demandas a la Administración. La continuidad asistencial al alta hospitalaria y la creación de recursos que permitieran continuar el proceso de rehabilitación funcional han sido las dos principales desde nuestro nacimiento como movimiento asociativo. Muchas de las asociaciones federadas, ante la falta de respuesta de la Administración, han optado por crear recursos para atender la demanda de servicios sociales especializados. Así, gran parte de las plazas de atención diurna para personas con daño cerebral están gestionadas por entidades del movimiento asociativo. Esto ha supuesto un gran cambio estructural en nuestras organizaciones, que no han renunciado a su labor fundamental de acompañar a las personas con DCA en el ejercicio de sus derechos. Los retos del futuro Estos cambios no son suficientes. Es imprescindible que los derechos se plasmen en hechos y nuestro compromiso con las personas y con familias DCA debe orientarse a ampliar conquistas sociales y garantizar que no se pierda lo conseguido. Estos son nuestros objetivos a medio plazo: - La necesidad de que se establezca un criterio diagnóstico de Daño Cerebral Adquirido al alta hospitalaria. Este criterio se fijará en base a las categorías diagnósticas establecidas en el CIE, 9ª revisión Modificación Clínica (CIE-9-MC) y teniendo en cuenta las diferentes etiologías causa del DCA. En base a este criterio se determinarán las necesidades de atención que precise cada persona. - Elaboración de un censo DCA que permita conocer con detalle datos epidemiológicos y las necesidades de los “supervivientes” con daño cerebral - Instauración de una Estrategia Integral de Atención al DCA por parte de la Administración en sus diferentes niveles competenciales que defina con claridad los modelos de recursos, los protocolos de derivación y las necesidades a nivel territorial. - De acuerdo con la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre Derechos de las Personas con Discapacidad hemos de poner en evidencia y denunciar las barreras del entorno que dificultan la integración y el desarrollo de las personas con DCA. - Dentro de la población con DCA hay segmentos especialmente sensibles en situación de desamparo. Nos referimos a las personas con Síndrome de Vigilia sin Respuesta o mínima respuesta (estado vegetativo persistente), los niños con daño cerebral, las personas con trastorno conductual severo y las personas mayores con DCA . Muchas personas de estos perfiles se encuentran en situación de exclusión y necesitan de manera especial la voz y el acompañamiento del movimiento asociativo para que se dé respuesta a sus demandas y a las de sus familias. - El episodio de daño cerebral tiene un impacto brutal en el entorno familiar. Debe garantizarse la atención a la familia en tres aspectos fundamentales: información, entrenamiento para afrontar la nueva situación y apoyo psicológico. Para lograr estos objetivos debemos adaptar nuestro modelo organizativo a los nuevos tiempos. La sociedad ha evolucionado en 20 años, el estado del bienestar se resiente y nosotros debemos seguir siendo referentes de utilidad para las personas con DCA y sus familias. Abrir nuestras organizaciones a la participación, actuar de forma cohesionada, colaborar con entidades del tercer sector, promover redes de apoyo y abrirnos a la sociedad de forma transparente nos ayudará a estar más cerca de lograr que, de ahora en adelante, las vidas salvadas del ictus, el traumatismo craneal, los tumores cerebrales…merezcan ser vividas con dignidad. Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE)