J01N1A. ANTIBIOTICOS GLUCOPEPTIDICOS S on antibióticos bactericidas que actúan interfiriendo con la formación de la pared bacteriana. A diferencia de otros antimicrobianos de parecido mecanismo (penicilinas, cefalosporinas, fosfomicina, etc.) no actúan sobre los enzimas formadores de la pared, sino sobre el substrato: se unen a los precursores y evitan, por impedimento estérico, que se formen las cadenas de peptidoglicano que constituyen la estructura básica de la pared bacteriana. No necesitan, por tanto, penetrar en el interior de la célula: la acción se ejerce en el exterior de la bacteria. Vancomicina Teicoplanina Debido a su peculiar modo de actuación, lo glucopeptídicos están exentos de resistencia cruzadas con otros antibióticos y de los casos de resistencia múltiple a la antibioterapia. Por otra parte, la incidencia de la resistencia específica a antibióticos glucopeptídicos es muy baja. Son activos frente a gérmenes gram+ aerobios o anaerobios, y carecen totalmente de actividad frente a los gram−. La vancomicina es el antibiótico glucopeptídico clásico. Su manejo presenta importantes inconvenientes. Sólo se puede administrar por infusión IV lenta (en 60 minutos). Es ototóxico y nefrotóxico; la toxicidad es poco importante en uso aislado, pero es aditiva con la de los aminoglucósidos (antibióticos con los que se combina con cierta frecuencia). Produce el llamado síndrome de hombre rojo (por el intenso eritema debido a la liberación masiva de histamina), el cual es más probable si no se respeta la norma de administrar lentamente. La teicoplanina es un medicamento mucho más reciente. Tiene un espectro antibacteriano prácticamente igual al de la vancomicina y mejora sensiblemente a ésta en los aspectos farmacocinéticos y toxicológicos. Se puede administrar por la vía intramuscular o intravenosa rápida, el potencial de ototoxicidad y nefrotoxicidad es sensiblemente inferior y no produce síndrome de hombre rojo. USOS DE LOS GLUCOPEPTIDICOS La aplicación usual y más racional de los antibióticos glucopeptídicos es el tratamiento de infecciones por gérmenes gram+ productores de betalactamasas y en especial las ocasionadas por estafilococos meticilin−resistentes y otros casos de resistencia múltiples a antibióticos. También se emplean a veces en el tratamiento de infecciones por gram+ en pacientes alérgicos a antibióticos beta−lactámicos. La vancomicina por vía oral es el tratamiento de elección de la colitis pseudomembranosa provocada por Clostridium difficile. 1